O16 | EN SILENCIO
Jungkook parecía no ser capaz de dejar de sonreír luego del día que había compartido con Megan, cómo pareció arruinarse al llegar al motel, pero luego en la playa todo mejorar aunque para eso ella tuvo que pasar un mal momento que la hiciera dejar de lado su vergüenza y buscarlo. De todas formas, le gustaba pensar que estaba sintiendo tal confianza que buscaba consuelo en él porque la hacía sentirse bien.
Y luego de cómo estuvieron abrazados por varios minutos observando el lago, como también el cielo oscurecerse, Jungkook rogaba que se quedarán así por siempre, pero tuvieron que levantarse y guardar sus pertenencias en el coche donde continuaron hablando y riendo.
Aquello había hecho que él siguiera sintiendo la calidez invadir su terco corazón, pensando en que quería seguir siendo tan sólo ellos dos. Pero cuando llegaron al motel y subieron, Megan fue a donde estaban Judy y Heather, por lo que suspiró decidiendo entonces ser el primero en darse una ducha.
Ahí se había tomado un buen tiempo, disfrutando de la sensación del agua caliente recorrer su cuerpo, cómo sus músculos se relajaban, pero seguía con aquella sensación de calidez en su corazón que no se borraba, recordando los momentos junto a la pelinegra.
Una vez que salió, se vistió, desordenó su cabello todavía húmedo que comenzaba a ondularse, y al no ver todavía a Megan en la habitación, no pudo evitar decepcionarse.
Rápidamente tomó la decisión de salir de la habitación, ya que tenía la excusa de que podría decirle que era su turno de ducharse, por lo que comenzó a buscarla con la mirada, hasta que escuchó una risotada que llamó su atención y provocó su sonrisa.
—¡Hey, Jungkook, ven aquí! —exclamó una voz masculina.
Este giró a ver hacia las escaleras donde estaba Jaeden que también parecía haberse duchado, y Asher a su lado bebiendo cerveza. Tan sólo asintió, pero continuó su camino por el pasillo para doblar, encontrándose con Megan y Judy que conversaban animadamente.
Judy lo observó, lo que hizo que Megan girara frunciendo el ceño, pero rápidamente lo relajó y una sonrisa apareció en su rostro al ver que se trataba de él.
—Ya puedes pasar a ducharte, si quieres—habló algo nervioso, preguntándose porqué se sentía así al volver a verla.
—Oh, bien. Entonces... seguimos hablando después —miró a Judy que asintió rápidamente con una sonrisa.
—Yo ya quiero ducharme y descansar al fin —confesó haciendo una mueca—. Voy a ir a la habitación.
Megan tan sólo le sonrió y volteó para acercarse a Jungkook y comenzar a caminar por el pasillo hacia la habitación.
—¡Estoy agotada! ¡Necesito dormir diez horas como mínimo! —exclamó provocando que Jungkook soltara una ligera risa—. ¿De qué te ríes? ¿Tú no?
—No lo sé —se encogió de hombros, deteniéndose frente a la puerta de su habitación—. Quizás un poco.
—¡Freddie, ven con nosotros!
Aquel grito llamó la atención de ambos que voltearon a ver cómo Freddie se dirigía a las escaleras, llevando su cabello húmedo que permitía saber que ya se había duchado.
—¡Tenemos cervezas! —Asher informó enseñando una lata, lo que hizo sonreír al pelirrojo.
—¿Tú no vienes con nosotros, Jungkook? —preguntó girando a verlo, antes de llegar a las escaleras.
—Deberías. Yo voy a ducharme.
—¡Anda, ven! ¿O vas a ducharte de nuevo? —sonrió con picardía, provocando que este abriera los ojos a la par.
—¡C-Claro que no! —aclaró rápidamente, Megan—. Ve.
Este asintió, dirigiendo la mirada nuevamente hacia la fémina, notando que ella parecía no ser capaz de mirarlo, probablemente, por la vergüenza.
—Lo haré. Avísame cuando hayas terminado.
—¿Qué? —abrió los ojos a la par, enfrentando su mirada.
—Para acostarme contigo porque también estoy cansado, malpensada —aclaró riendo, dándole un toque en la frente, lo que hizo que ella lo mirara molesta.
—¡Ya, Jungkook! ¡¿Vienes o no?! —volvió a intervenir, Freddie—. ¡Suéltala un rato, hermano!
—¡Ya voy! —respondió molesto, lo que provocó la risa de los jóvenes.
—Ve de una vez que no van a dejar de molestarte —empujó su hombro—. Además, voy a entrar ahora, así que...
—Que me molesten con razón, ¿no crees?
—¿Qué...?
Jungkook tragó saliva mientras tomaba valentía, encontrándose con aquella mirada clara que demostraba confusión, pero pasó el brazo por su cintura para apegarla a su cuerpo.
—¡Uh, alguien sí va a utilizar bien el motel!
—¿Q-Qué haces...? —titubeó colocando las manos en su pecho.
El tatuado, sin dudar más, estampó los labios con los de ella, sintiendo cómo empuñaba su camiseta y se mantenía quieta, lo que le permitía saber que tampoco era el momento para besarla como necesitaba, además que estaba demasiado tensa, pero aún así no separaba sus labios de los de ella.
—¡Ya puedes pasar, amor!
Al escuchar ese grito femenino, Megan aplicó fuerza para separarlo, mirándolo entre sorprendida y asustada, pero Jungkook soltó una ligera risa.
—¡En cuanto termine la cerveza!
—Ahora sí te dejaré que entres a bañarte e iré con ellos —asintió soltándola—. Disfruta de tu ducha, Baker.
Ella seguía mirándolo de la misma manera, pero este pellizcó su mejilla mientras le regalaba una sonrisa tranquilizadora.
—¿Ahora tú no quieres entrar? —bromeó mirándola divertido—. Entra.
A pesar de que quería seguir ahí para ver cómo reaccionaba, supo que era momento de voltear, dándose cuenta que la rubia que seguía en la puerta, quizás esperando por Asher, estaba mirándolos. Aquello le hizo arrugar levemente la frente, pero al estar frente a las escaleras, vio a Asher con una sonrisa burlona.
—¡Ya dije que voy en un rato! —gritó nuevamente, llamando la atención de su novia, lo que Jungkook notó al verla asentir y entrar a la habitación—. Agh, ¿ahora qué le pasa?
—¿Problemas en el paraíso? —preguntó burlón, Freddie, pero luego miró a Jungkook—. Hasta que la sueltas.
—Debes entender a un hombre enamorado —bromeó, palmeando su brazo—. Tú dijiste que estás con alguien.
Aquello hizo que Asher frunciera el ceño por el desconcierto y mirara a Freddie.
—¿Desde cuándo estás con alguien? Nunca me dijiste nada.
—¿Debe informarte con quién se ve? —Jungkook cuestionó a la vez que aceptaba la cerveza que Jaeden había sacado de la nevera portátil, lo que hizo que Asher lo observara endureciendo sus facciones.
—Somos amigos hace años.
Jungkook rodó los ojos mientras abría su lata de cerveza para darle un gran sorbo y observaba a Freddie, desconcertándose al notar que parecía tenso.
—N-No fue tan literal lo que te dije.
—¿Qué?
—Es decir, estoy conociendo a alguien. Eso. Sí —asintió repetidamente con la cabeza—. Pero ya, te había preguntado algo, Asher.
—Pero ahora yo quiero saber sobre esa chica misteriosa. ¿Está buena? ¿Cómo se llama? —indagó antes de darle un sorbo a su cerveza.
—Te contaré luego, ¿sí?
—Bien, cómo sea.
—¿Estás teniendo problemas con tu novia?
Jungkook tan sólo decidió ignorar aquello, aunque no iba a mentir que como eso incluía a Heather, le interesaba saber, pero es que en ese momento no quería hablar de ningún problema, ni concentrarse en la persona que era la causa que le hacía sentir una inquietud en el pecho. Tan sólo quería seguir pensando en el día que tuvo con Megan, deseando ya poder volver a su lado, tan ansioso que sus manos parecían picar por las ganas de buscar cualquier excusa para acariciarla. Y es que si por él fuera, detendría el tiempo para poder quedarse a su lado, recibiendo alguna muestra de su cariño que llenara de esperanza a su corazón.
—Pero ¿saben? Ya no importa. Yo estoy más interesado en saber cómo es que Megan le pudo robar el corazón a Jungkook —comentó llamando su atención, mirándolo burlón.
—Yo estoy más interesado en saber cómo es que Heather pudo fijarse en ti.
Asher alzó ambas cejas por un momento mientras que Freddie y Jaeden parecían divertirse por la situación, curiosos por lo que podría continuar.
—Bueno, si tú no tienes una respuesta que mate mi curiosidad, podría preguntarle a alguien más —ladeó la cabeza mientras Jungkook fruncía el ceño por el desconcierto—. Jaeden, ¿qué fue lo que te enamoró a ti de Megan como para salir con ella antes?
—¡¿Tú y Megan estuvieron juntos?! —preguntaron al unísono Freddie y Jungkook mirando sorprendidos a Jaeden que tenía sus ojos abiertos a la par y soltó una ligera risa nerviosa.
—Ya, ¡¿por qué sales con eso ahora?! —cuestionó dándole un leve golpe al hombro de Asher que lo miraba con una ceja alzada, esperando una respuesta.
—¿Por qué nunca lo mencionaste?
—¿Cómo que saliste con Megan? ¿Cuándo? —indagó rápidamente, Jungkook.
—¿Lo ves? Hasta tú te sorprendes de que alguien se haya enamorado de ella.
—Tú cállate —ordenó sorprendiéndolo—. Sólo me sorprende porque jamás lo mencionaron.
—Oh, ¿tu novia te guarda secretos?
—Quizás porque no fue algo con importancia...
—¡Exacto! —exclamó Jaeden que parecía seguir tenso—. Fue algo que se dio en un momento y que... seguramente ella como yo no se debe acordar ni siquiera.
—Oh, vamos, ni que hubiéramos sido unos niños cuando eso pasó. Además, gracias a que empezaron a salir se callaron un poco los rumores sobre su condición.
—¿Condición? —frunció el ceño.
—Asher se refiere a que se rumoreaba que Megan era lesbiana —explicó de mala gana, Freddie.
—¿Y por qué dices condición? —volvió su mirada a Asher.
—Oh, ¡vamos! —suspiró frustrado—. No arruines el momento.
—Tú no lo arruines hablando mierda...
—Bien, es mejor que vayamos a acostarnos —intervino Freddie—. Estamos todos agotados.
—Tienes razón —asintió con sus facciones endurecidas sin apartar la mirada de Asher que sonreía burlón, pero aún así le entregó su lata de cerveza a Jaeden—. Ten. Me iré a descansar junto a mi novia.
—Oh, pero no bebiste...
Jungkook no siguió escuchando al subir los escalones rápidamente, dirigiéndose hacia la habitación, pero antes de abrir la puerta inhaló y exhaló porque estaba demasiado molesto.
Una vez que abrió la puerta, se llevó la gran sorpresa de que Megan ya estaba recostada y con el celular, lo que le hizo pensar en que no cumplió con avisarle.
—Oh, Jungkook, pensé que te quedarías un buen rato bebiendo con ellos —habló mientras él cerraba la puerta tras su espalda, intentando seguir manteniendo la calma, pero comenzó a caminar hacia el baño—. ¿Jungkook? ¿Estás bien?
—Sí, ¿por qué no lo estaría? —cuestionó tomando el picaporte de la puerta del baño, pero antes de abrirla, suspiró al darse cuenta que pudo escucharse molesto, ya que escuchó un pequeño "Oh" salir de los labios de la fémina—. Yo... sólo pasaré al baño y me acostaré para descansar.
—Bien —musitó observándolo entrar al baño, cerrando la puerta tras su espalda.
(...)
Jungkook se había tardado más de lo normal en cepillarse los dientes, lavándose el rostro una y otra vez con agua fría en un intento de volver en sí, pero acababa perdiéndose en sus pensamientos. Las palabras de Asher, pero más las de Jaeden resonaban en su mente ocasionándole un gran lío, preguntándose porqué si era cierto, Megan jamás se lo mencionó. Y es que recordaba la primera mañana juntos cuando bajó a desayunar, como Wyatt había hecho un comentario al respecto que le hizo desconcertarse y que despertara su curiosidad, pero no recordaba qué sucedió luego para que él no indagara. Quizás era el hecho de que en ese momento no se sentía así por Megan, por lo que no podría haberle importado si ella había cambiado el tema de conversación.
Inhaló y exhaló diciéndose que no debía estar sobrepensando tanto en esa conversación, porque tan sólo arruinaría el agradable momento que estaba compartiendo con Megan, además de que si estaba teniendo una oportunidad de lograr lo que tanto estaba comenzando a desear, echaría todo a perder actuando así.
Sin más, salió del baño, dándose cuenta que Megan todavía tenía el velador encendido, y volteó rápidamente a verlo al escuchar la puerta.
—Ya estaba comenzando a preocuparme de que hayas tenido un accidente en el baño —bromeó algo nerviosa, por lo que Jungkook intentó sonreír, pero le salió más una mueca torcida.
—Estoy bien.
En ese momento se detestaba por no poder actuar con normalidad, lo que hizo que empuñara por un momento las manos y rodeó la cama para así poder apartar las mantas y recostarse a un lado de Megan, dejando un buen espacio entre ellos.
—¿Ahora sí vamos a poder dormir?
—¿Acaso estabas esperándome? —preguntó acomodándose mejor, volteando a verla, sintiendo cómo una pequeña ilusión aparecía.
—Necesito asegurarme de que estés bien.
—¿Y eso porqué?
Megan soltó un suspiro de frustración, acomodándose como él para voltear a verlo, acortando más aquel espacio entre ambos.
—No soy tan egoísta como crees o creen los demás, Jungkook.
—¿A qué te refieres? —frunció el ceño.
—Que si bien acepté venir aquí, aunque no debí, sí me preocupo porque te sientas bien —aclaró rodando los ojos, lo que hizo que Jungkook no pudiera evitar sonreír.
—Ah, ¿sí? —se acercó más, dejando que tan sólo unos pocos centímetros separaran sus rostros—. Eso es porque me quieres, ¿verdad?
—Ya, ¡idiota! —golpeó su brazo, provocando que soltara una risotada—. ¿Vas a decirme qué te molesta? —preguntó por lo bajo, mirándolo rogante, lo que hizo que él presionara los labios como si estuviera debatiéndose sobre qué hacer—. Ya, dime, ¿sí?
—Sólo fueron unos malos comentarios de ya sabes qué imbécil.
—¿Por qué no sabe cerrar la jodida boca? Juro que quiero...
—Ya, Megan —tomó su mano empuñada que estaba apoyada en el colchón—. No te frustres por él.
—Pues, tú lo estás —acusó haciéndolo reír.
—Ya no, así que olvidémonos de eso.
Megan lo observó no muy convencida, todavía arrugando levemente su frente y con sus labios algo fruncidos, pero acabó sonriendo, lo que hizo que el corazón de Jungkook volviera a latir de una manera especial. Pero esta vez, ella era capaz de notar que él parecía estar ocultando demasiado, lo que despertó su curiosidad.
—¡Habla! Sé que tienes algo que decirme.
—Más que decirte, creo que es... preguntarte.
—Hoy estás muy curioso, Jungkook.
—¿Y eso es malo para ti?
—Depende de lo que quieras saber.
—Hmm... entonces, quizás debería callarme.
—No, ahora has despertado mi curiosidad —admitió provocando su sonrisa de satisfacción—. ¿Sobre qué se trata?
—Jaeden.
—¿Qué? ¿Por qué me preguntarías sobre él? —cuestionó frunciendo el ceño.
—Megan...—murmuró nervioso al no saber si lo arruinaría al querer indagar sobre ese tema, pero es que ya no estaba soportando más la curiosidad de saber si es que acaso era cierto—, ¿tienen algún pasado ustedes dos?
—¡¿Qué?! —soltó una risotada—. ¡¿De qué hablas?! ¡¿De dónde has sacado eso?!
—Asher lo mencionó hace un rato y Jaeden lo confirmó —explicó logrando que Megan dejara de reír y desviara la mirada, lo que hizo que Jungkook pudiera confirmarlo—. Entonces, ¿si es cierto?
—Lamentablemente —musitó asintiendo—. Pero no es como tú crees, ¿bien?
—¿Y puedes contarme, entonces, cómo es que llegaron a ser novios?
Megan parecía debatirse sobre qué hacer, pues lo menos que le gustaba era recordar aquellos años cuando su cabeza era un caos por no entender porqué no podía ser cómo las demás chicas que la rodeaban, detestándose de gran manera al pensar en que tan sólo provocaría una gran decepción por parte de sus padres.
—Si no quieres...
—Teníamos diecisiete años...—comenzó logrando captar toda la atención de Jungkook— y Jaeden y yo éramos mejores amigos, hasta solía defenderme cuando me molestaban, ganándose que también lo molestaran a él, así que yo se lo reprochaba —hizo una mueca—. Jaeden en verdad era muy bueno conmigo y me agradaba compartir tiempo con él, así que... pensé en algo.
—¿Salir con él?
—Experimentar. Pues, él ya se había confesado conmigo y me dijo que tendría paciencia porque pensaba que podría corresponderle, así que al sentirme tan bien con él, creí que podría ser lo mismo si era su novia y que así podría descubrir que era sólo una confusión la que tenía —explicó sin mirarlo, como si estuviera perdiéndose en aquellos recuerdos—. Quería más que nada que dejaran esos rumores porque llegarían a los oídos de mis padres, y yo estaba... aterrada —confesó por lo bajo. Jungkook detestaba notar la angustia en sus orbes, por lo que llevó la mano a la suya sin importarle nada en absoluto—. Jaeden siguió comportándose realmente dulce, intentando ir a mi ritmo, pero de todas maneras no duramos mucho, así que ya... no tiene importancia —soltó una ligera risa—. Ya no hablemos de esto.
—Está bien —aceptó mirándola con una sonrisa, acariciando el dorso de su mano con el pulgar.
—Bien, ya tengo sueño. Vamos a dormir—suspiró apartando su mano, para así voltear e inclinarse para apagar la luz del velador—. Voltéate.
—¿Para qué? —frunció el ceño.
—¡Sólo hazlo!
—Ya comienzas a comportarte raro —murmuró molesto, pero obedeciendo.
Fue cuestión de un segundo para que Jungkook sintiera cómo Megan pasaba la pierna por las suyas y el brazo por la cintura, aferrándose a él, lo que hizo que abriera los ojos a la par.
—¡Oye, no! ¡¿Qué haces?!
—Tengo que dormir cómoda —respondió con una sonrisa que él no podía ver, aferrándose con más fuerza por un momento para molestarlo, haciéndolo gruñir.
—¿Y yo qué?
—Estás cómodo, no te hagas.
—Dormiría más cómodo si fuera yo quién te abrazara —aclaró queriendo apartar su brazo, pero ella no se lo permitió.
—No. Así estamos bien.
—¡Pero se supone que yo soy quién debe abrazarte!
—¡¿Por qué?! ¡¿De dónde sacas eso?!
—Porque soy el hombre.
—Ay, Jungkook, tú sigues atrasado. Ya te dije que estamos en el siglo veintiuno, así que yo puedo abrirte la puerta, ser la que te abrace para dormir y esas cosas de "hombres" —recalcó riendo, mientras él parecía pensar en sus palabras.
—Pero no estoy acostumbrado a eso.
—Acostúmbrate mientras esto continúe.
—Pero yo también quiero ser el que abrace.
—Mañana puedes hacerlo, pero hoy me toca a mí.
—¡¿Por qué lo decides tú?!
—Porque yo empecé, así que cállate y duerme de una vez que tengo sueño y estoy cómoda —reprochó frustrada.
—Ya, está bien.
—Descansa, Jungkook.
Este se atrevió a acomodar su brazo sobre el de ella para entrelazar su dedos, apegándola más a él, y escuchándola sorprenderse.
—Así me gusta más. Tú también descansa, Baker —murmuró con suavidad.
Una sonrisa se dibujó en sus labios al tenerla de esa manera, que aunque no estaba para nada acostumbrado al ser quién fuera abrazado, no le disgustaba que lo fuera por Megan, hasta era capaz de comenzar a acostumbrarse.
(...)
Megan se removió, abriendo con algo de dificultad sus ojos, dándose cuenta que quizás no había pasado mucho desde que se durmió porque seguía siendo de noche. Sentía el calor corporal de Jungkook, intentando evitar no reír al escucharlo roncar como de costumbre y aún sosteniendo su mano.
«Te quejabas de que no era tan cómodo para ti y estás hasta roncando» pensó intentando seguir reprimiendo la risa.
Megan cerró los ojos decidiendo intentar volver a dormir, pero la vibración de su celular en la mesa de noche llamó su atención haciendo que volviera a abrir los ojos.
Pensaba en que podría no ser importante, pero al escucharlo volver a vibrar, la curiosidad la invadió, por lo que intentó sacar cautelosamente su brazo para no llegar a despertar al pelinegro.
Rápidamente volteó para inclinarse y tomar su celular, sorprendiéndose al leer el nombre "Heather". Pues, si bien habían estado escribiéndose luego de que ella saliera de bañarse, pensó que ya se encontraba descansando, pero parecía ser que no podía dormir.
Heather
Hey, Meggy
¿Estás despierta?
Megan
Estaba por volver a dormirme.
¿Qué sucede?
Heather
¿Tú tampoco puedes dormir bien?
Megan
En realidad, sí.
Pero dime qué sucede.
¿Estás bien?
Heather
La verdad es que no.
Megan
¿Por qué?
¿Qué sucedió?
Heather
¿Puedes salir a hacerme compañía un rato?
No lo dudó ni un sólo segundo que ya se encontraba saliendo de la cama, para así colocarse las zapatillas y salir cautelosamente para no llegar a despertar a Jungkook.
Megan miró a sus costados, hasta que escuchó un pequeño "Hey" que le hizo bajar la mirada a las escaleras donde se encontraba la rubia, levantando su mano mientras la miraba con una pequeña sonrisa. Verla hizo que tuviera que tomar una bocanada de aire para intentar calmar los nervios que la invadieron.
Comenzó a caminar lentamente hacia donde estaba Heather esperándola, tomando asiento a su lado en el escalón, sintiendo su mirada que provocaba más sus nervios y que sus latidos se aceleraban, por lo que comenzó a jugar con sus dedos a la vez que intentaba olvidar cómo su piel se erizaba por el frío que sentía.
—Y... ¿Qué sucedió?
—Asher —respondió con una media sonrisa falsa, y Megan la observó invitándola a continuar—. Ya sabes cómo es él...
—¿Un idiota?
—Lamentablemente —asintió mirando hacia el frente.
—¿Qué hizo? —indagó curiosa.
—Es que sólo que... por momentos todo está bien, pero cuando menos me lo espero vuelve a actuar raro conmigo y yo... no puedo dejar de pensar en tantas cosas que podrían ser el significado —explicó angustiada, aún sin mirarla—. La situación me desespera, y creo que eso es algo notable porque lo molesta. Tenemos demasiadas discusiones, lo que llega a ser agotador.
Megan no sabía qué decir al respecto, pues una gran parte de ella se esperaba que aquel castaño fuera tan idiota, pero por otra recordaba cómo Heather lo observaba, lo que hizo que una presión apareciera en su pecho ante la curiosidad que la invadía.
—¿Heather? —la rubia giró su cabeza para mirarla, mientras ella parecía dudar de si indagar al no estar tan segura de querer saber—. ¿Qué fue lo que hizo que te enamoraras de él?
—Oh... es que él no actuaba de esa manera conmigo cuando nos volvimos a ver —aseguró soltando una ligera risa nerviosa—. En verdad se mostraba hasta dulce, haciéndome creer que parecía haber cambiado, al menos al tratarse de mí. Pero hace un tiempo que volvió a demostrar que todavía no cambió del todo.
«Yo jamás sería una idiota contigo, Heather» pensó mientras la observaba fijamente.
—Oh, entiendo...
Heather arrugó levemente la frente, provocando que Megan también la observara confundida.
—¿Qué?
—¿Por qué no dices nada al respecto? Esperaba escuchar tus miles de reproches e insultos hacia él.
—Es que... no siento que tenga que hacerlo —respondió encogiéndose de hombros—. A pesar de que tenga comportamientos que demuestran que sigue siendo un idiota, debe tener también una parte buena que haga que lo sigas eligiendo cada día, ¿no?
Heather ladeó la cabeza, mostrándose entre pensativa y frustrada.
—Ya no sé qué hacer...
A Megan no le gustaba verla de esa manera, por lo que llevó la mano a la espalda de la rubia para acariciarla sobre la tela de su suéter que suponía que por el tamaño era de Asher.
—Tranquila. No tienes que tomar una decisión ahora mismo. Piénsalo con tranquilidad —aconsejó con suavidad, provocando que ella medio sonriera.
Ambas se quedaron en silencio, la pelinegra pensando en lo que le había contado Heather, sin poder evitar detestar aún más a Asher, si es que eso era posible. Y es que no soportaba el hecho de saber que, aunque aquella rubia lo eligió, él se atrevía actuar de esa manera, cuando ella llevaba años deseando que alguna vez Heather pudiera fijarse en ella como algo más que su mejor amiga. Pero ahora que se reencontraron después de tanto tiempo, sentía que al verla con él, sus esperanzas iban muriendo cada día un poco más.
—¿Meggy?
—¿Qué sucede?
—¿Por qué te desapareciste así luego de... esa vez? —se atrevió a preguntar, observando cómo Megan abría los ojos a la par y parecía hasta sentir temor—. Intenté contactarme contigo de varias maneras, hasta a través de tu madre...
—Ya, simplemente, no sabía cómo volver a acercarme a ti luego de eso —explicó sintiendo su rostro arder por la vergüenza y nervios—. Lamento lo que hice...
—Yo que tú no lo lamentaría.
—¿Q-Qué...?
—Ya, no pasa nada. Míranos, estamos bien.
—Sí, es cierto.
Megan intentaba olvidar aquella noche, lo que acababan de hablar, ya que sentía que hasta respirar se le dificultaba.
—Hey...—murmuró llamando su atención—, tranquila.
La rubia le regaló una sonrisa tranquilizadora, lo que realmente la ayudó e hizo que mirara hacia el frente mientras tomaba una bocanada de aire, agradecida de que ya no tocara ese tema, pero también en cierta parte que lo haya hecho porque le permitió saber que nunca se molestó o pudo pensar mal de ella. Y aunque quisiera olvidarse, todavía tenía una espinita que le hacía preguntarse cómo hubiera reaccionado si se quedaba ahí, enfrentando la situación, hasta que luego se reprochaba por seguir con eso, porque con sus acciones parecía estar dejándole más en claro que debía matar por completo aquella pequeña esperanza que todavía seguía ahí.
—¿No tienes frío?
—No.
Megan volvió a concentrarse en mirar hacia el frente, hasta que sintió un cálido tacto en su mano que le hizo bajar la mirada y ver cómo Heather entrelazaba sus dedos. En ese momento, sus latidos comenzaban a acelerarse, por lo que giró a ver sorprendida a la fémina que le sonrió y apoyó la cabeza en su hombro.
—Eres una tonta, Meggy —murmuró desconcertándola por completo.
¿Qué significaba eso? ¿Por qué actuaba de esa manera? ¿Acaso no notaba que tan sólo estaba logrando que aquella pequeña esperanza volviera a florecer? Megan no podía dejar de pensar en eso, pero decidiendo disfrutar de tenerla de esa manera, aunque su corazón pareciera estar a punto de salirse de su pecho.
(...)
Jungkook abrió los ojos con dificultad, dándose cuenta que seguía siendo de noche, pero al no sentir aquel calor corporal detrás de él, volteó rápidamente pasando su mano por el colchón. Al levantar la mirada hacia la puerta del baño donde tampoco se asomaba alguna luz, permitiéndole saber que Megan no estaba ahí, arrugó la frente por el desconcierto.
«¿Acaso salió?» se preguntó levantándose con algo de dificultad al seguir con sueño.
Refregó sus ojos y tomó su celular, sorprendiéndose al notar que eran las 02:15 AM, pero aún así buscó el contacto de Megan.
Jungkook
¿Dónde estás?
Al escuchar una vibración, giró a ver hacia la mesa de noche, soltando un suspiro de frustración al darse cuenta que había dejado el celular.
—Maravilloso —murmuró sarcástico.
Se dirigió gracias a la claridad que entraba por la ventana, al sofá para tomar su suéter, porque si es que Megan se encontraba afuera, se lo daría al saber que podía hacer frío y ya había notado que ella jamás parecía atenta con eso.
Al acercarse a la puerta, pasó los dedos por su cabello en un intento de acomodarlo, y así abrir la puerta sintiendo cómo su piel se erizaba ante la brisa fresca, pero aún así miró hacia sus lados cerrando la puerta tras su espalda y preguntándose dónde podría haberse metido. Quería poder encontrarla, darle su suéter y quedarse a su lado si era necesario, por más que tuviera sueño, porque luego de lo que habían hablado por la noche, creía que podría tener alguna esperanza. Porque la tenía si es que ella pudo darse una oportunidad con Jaeden, ¿verdad?
Jungkook dio un paso hacia adelante dispuesto a buscarla, pero su mirada se dirigió hacia las escaleras, observando ahí a dos jóvenes sentadas. Al ver aquel cabello rubio y el azabache, sintió cómo el sueño se esfumaba por completo, pero al ver cómo Heather entrelazaba sus dedos con los de Megan y la forma en que la miraba, una presión se instaló en su pecho.
Al ver cómo Heather se apoyaba en Megan, saber cómo podría sentirse la última mencionada, porque estaba completamente seguro de que se sentía igual que él cuando estaban juntos, comenzó a darse cuenta que aquel sentimiento que tenía por Megan no era algo pasajero como quiso creer, que en un corto periodo de tiempo seguro la superaría. Pues, no había podido resistirse y se había dejado llevar por la corriente, empezando a perderse en ella porque se estaba apoderando de él, de sus pensamientos, de su mirada que tan sólo la buscaba a Megan.
Un solitario amor había nacido en su corazón, pero ahora al verla junto a aquella joven, Jungkook era completamente consciente de que la única manera que tenía de quererla era en silencio.
¡Hola!
¿Les gustó este acercamiento de Jungkook y Megan? ¿Alguien quiere saber qué fue lo que pasó entre Heather y Megan para que ella se alejara? ¿Creen que sí puede haber esperanza para Megan con Heather o para Jungkook con Megan?
Espero que les haya gustado este nuevo capítulo, si es así no se olviden de votar y comentar
¡Nos leemos pronto en el siguiente capítulo que se viene intenso!
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