O14 | CELOS
Jungkook abrió los ojos con dificultad, gruñendo mientras intentaba acostumbrarse a la claridad, por lo que tenía el impulso de tallar sus ojos con las manos, pero en ese instante fue consciente de que sentía una presión en su cuerpo que se le hacía demasiado difícil moverse. Rápidamente bajó la mirada asustado, dándose cuenta que un brazo pasaba por su pecho por encima de sus brazos mientras que una pasaba por encima de su cadera inmovilizando sus piernas. Al sentir una tibia respiración chocar contra la piel de su nuca, se estremeció, y decidió girar con algo de dificultad su cabeza, encontrándose con un cabello azabache que cubría el rostro de la fémina que lo abrazaba con fuerza, notándose demasiado cómoda aunque él no lo estuviera para nada al no poder moverse.
Volvió su mirada a su cuerpo, intentando mover con algo de dificultad su brazo derecho, y así de manera lenta, gracias a su inseguridad, apoyar su mano sobre la de Megan que se aferraba a su brazo izquierdo. Sentía cómo sus latidos comenzaban a acelerarse, quizás por los nervios, pero es que siquiera le importaba estar incómodo, porque la emoción que sentía al estar siendo abrazado por ella, el sentir su calor corporal, estaba volviendo loco a su inocente corazón. Eso hizo quisiera poder entrelazar sus dedos, pero en cuanto hizo el intento, pudo escuchar cómo ella soltaba un quejido y se removía, provocando que por su miedo apartara rápidamente la mano y cerrara con fuerza los ojos, aunque ella no pudiera verlo.
—Agh... ¡Quítate, Jungkook! —gruñó apartándose bruscamente, dándole un pequeño empujón con su mano en la espalda, para así voltear—. Hace demasiado calor.
—Tú estabas abrazándome —recalcó girando su cabeza, logrando ver cómo ella se estiraba al ocupar mayor lugar en la cama mientras él estaba en el borde.
—Pues, me hubieras apartado —refutó refregándose los ojos, hasta que se sentó de manera abrupta, confundiendo a Jungkook que veía cómo se inclinaba hacia su costado para tomar el celular que estaba en la mesa de noche.
—¿Qué te sucede ahora?
—¡Tenemos que prepararnos para irnos! —respondió mientras revisaba su celular—. Carajo, Heather ya está lista.
—Deberías correr a darte una ducha, ¿no crees?
—¡Eso haré! Y tú levántate de una vez.
Megan se apresuró a tomar su ropa que había dejado en el sofá para así comenzar a caminar hacia el baño, mientras Jungkook observaba su cabello azabache ondulado y despeinado, su camiseta blanca y sus shorts blancos, lo que hizo que suspirara a la vez que se cubría los ojos con una mano. Se frustraba al pensar que antes hubiera hecho alguna broma al respecto, pero ahora el simple hecho de escuchar el nombre "Heather", hacía que una sensación amarga lo invadiera y sólo quisiera alejarse hasta que esa sensación desapareciera y pudiera volver a ser él con ella.
La fémina no había tardado demasiado, por lo que Jungkook tomó su ropa que había dejado también en el sofá a un lado del bolso que prepararon la noche anterior, y pasó a darse una ducha mientras que cuando Megan ya se encontró lista, bajó para preparar café y también unas tostadas. No pasó mucho cuando ella estaba bebiendo y pudo escuchar los pasos de Jungkook, el cual entró con su cabello húmedo que comenzaba a ondularse cayendo por su frente.
—Oh, también quiero café —habló más animado.
—Se nos hace tarde...
—Pues, aliméntame rápido.
—Ten. Llénala, come las tostadas, y apúrate —ordenó antes de salir de la cocina.
Jungkook observó su taza que tenía la mitad de café, y se encogió de hombros aunque le llegara a frustrar aquella forma de ser, para así acercarse a la cafetera y llenar la taza. Estaba demasiado entretenido bebiendo su café y terminando sus tostadas cuando escuchó unos pasos, y al levantar la mirada, se encontró con Georgia, lo que hizo que sintiera algo de nervios.
—Oh, ¿ya van a marcharse? —preguntó algo desanimada, por lo que Jungkook, al tener la boca llena, sólo asintió repetidamente con una media sonrisa—. Espero que Megan haya sido sincera y sea sólo por un día, así pasamos más tiempo juntos antes que se vayan, ¿no te parece?
—Me gustaría...
—¡Carajo...!
Georgia que buscaba una taza en la alacena, giró a ver a Jungkook que tenía sus ojos abiertos a la par, pero al pensar que algo podía haberle pasado a Megan, se levantó para dirigirse rápidamente hacia la sala, viendo cómo la fémina llevaba el bolso terminando de bajar las escaleras.
—Déjame ayudarte...
—Es sólo un bolso, por Dios.
—Hija, él es el hombre, así que deja que se encargue.
Jungkook miró a la mujer como si no le hubiera agradado demasiado el comentario, pero volvió su mirada a la joven, notando que a ella pareció agradarle menos y no temía demostrarlo.
—Sé que puedes, pero déjame ayudarte, ¿sí?
—Tú sólo toma mi celular y ábreme la cajuela de tu coche para que meta el bolso, ¿sí? —sonrió falsamente.
—Está bien —asintió dándose por vencido.
Jungkook buscó con su mirada el celular, encontrándolo en el antepenúltimo escalón, por lo que se acercó rápidamente recogerlo mientras Megan salía de la casa.
—Por Dios, Megan es demasiado terca —comentó frustrada la mujer.
«Debe haberlo sacado de usted» pensó mirándola, a pesar de que la mujer miraba hacia la puerta donde salió su hija.
Jungkook presionó los labios, decidiendo no decir nada al respecto y apresurarse a salir, pudiendo ver a Megan esperando detrás de su coche.
—Lo siento...
—¿Por qué te tardaste tanto? —preguntó mientras él abría la cajuela, intentando ayudarla cuando metió el bolso, pero ella no se lo permitió.
—Ya, no seas exagerada —suspiró cerrando la cajuela.
—¿Mi celular?
—Aquí tienes.
Este lo sacó el celular del bolsillo trasero y derecho de sus jeans, para así dejarlo en la mano extendida de ella.
—Avísenme cuando lleguen, ¿sí? —dijo una voz femenina que llamó la atención de ambos, Jungkook pudiendo ver cómo rodaba los ojos antes de voltear a ver a su madre.
—Lo haremos. Ya te lo prometí más de diez veces.
—Tú encárgate de hacerlo, Jungkook. No confío en que ella lo haga.
—Claro que lo haré, señora —asintió, pero al notar su mirada de desaprobación, corrigió rápidamente—. Digo, Georgia. Lo siento.
—Tranquilo. Que tengan un buen viaje.
—Muchas gracias.
Este se acercó a despedirse, llevándose la sorpresa de que la mujer le dio un pequeño abrazo, lo cual pensaba que debía esperárselo ya que sabía que la familia Baker era algo intensa, aun si no conocían bien a la otra persona. Pero tampoco era algo que le desagradara, al contrario, lo había hecho sonreír.
Al separarse vio cómo la mujer se acercaba a su hija, la cual quiso despedirse rápido, pero acabó reprochando cuando su madre la obligó a abrazarla y dejó un beso en su frente, por lo que él tuvo que reprimir la risa y más cuando vio a Megan acercarse a él con el semblante serio para estirar la mano.
—Ya te di el celular...
—Ahora quiero las llaves de tu coche. Yo conduciré.
—Oh, bueno. De todas formas quería dormir —se encogió de hombros y dejó las llaves en la palma de su mano.
Al verla sonreír satisfecha antes de rodear el coche para dirigirse a la puerta del lado del piloto, no pudo evitar sonreír, pensando en que no podía negarse a absolutamente nada si eso provocaría aquella emoción en ella y que se esfumara su enfado. Este comenzó a dirigirse hacia el lado del copiloto, pero al ver la mirada de desaprobación de la mujer, supo que no le agradó lo que vio.
—Ella da las órdenes y yo obedezco —comentó sonriendo inocentemente, lo que hizo que la mujer soltara una ligera risa mientras negaba repetidamente con la cabeza.
Georgia movió su mano para despedirse, por lo que él antes de subirse hizo lo mismo, para luego colocarse el cinturón mientras Megan colocaba el GPS para así comenzar el camino que les tomaría poco más de una hora.
Ella conducía tranquilamente mientras Jungkook tan sólo se dedicaba a mirar por la ventanilla al ya encontrarse por carretera, disfrutando del cómodo silencio.
—Mañana volveremos, ¿verdad? —rompió con el silencio, Jungkook, girando la cabeza para verla.
—¿Por qué la pregunta?
—Es que tu madre me dijo que no confía en que sea sólo por hoy.
—Mi madre no confía nunca cuando se trata de mí —recalcó amarga, mirándolo por un momento.
—¿Realmente quieres ir?
—Claro. Ya se disculpó ese imbécil y nos pagará la noche.
Jungkook volvió a observarla, cómo llevaba su cabello ondulado suelto, una camisa larga blanca y negra a cuadros que estaba abierta y enseñaba la camiseta blanca lisa que dejaba ver un poco su ombligo, shorts y zapatillas blancas. En eso, no podía evitar preguntarse porqué ahora era como si le prestara atención a cualquier detalle de ella y le gustara.
Pero al escuchar aquella respuesta, un pensamiento llegó a su cabeza, lo que hizo que aquella sensación amarga volviera.
—Heather es la verdadera razón, ¿no es así?
—A ti no puedo mentirte, ¿verdad? —soltó una ligera risa y giró a verlo, por lo que negó repetidamente con la cabeza—. Sí, es por ella.
—¿Qué es lo que te gusta de ella? —indagó sin siquiera pensarlo, provocando que se sorprendiera.
—Hoy te has despertado muy curioso, ¿eh?
—Lo siento. No quería incomodarte.
—No digas eso. Tú eres la segunda persona con la que puedo hablar de Heather, y eso me agrada —sonrió girando a verlo.
Jungkook intentó devolvérsela, pero ella volvió a concentrarse en el camino mientras él soltaba un suspiro de frustración, detestando aquella sensación que parecía invadir su pecho con más fuerza, por lo que acabó apoyando la cabeza en la ventanilla para observar el camino, intentando distraer su cabeza.
(...)
Al llegar a Glover, específicamente, al estacionamiento del Motel del que les había pasado dirección Heather, Jungkook bajó soltando un suspiro y colocándose los lentes de sol al no poder soportarlo. Pues, además de que ese día parecía estar demasiado fuerte, él de por si no lo soportaba, hasta prefería el invierno, por lo que siempre solía debatir con su grupo de amigos porqué el invierno era mejor que el verano, acabando muchas veces peleando de broma. Y ahora comenzaba a detestar muchísimo más el verano por las vacaciones que estaba pasando que lo estaba sorprendiendo de todas las maneras posibles, la mayoría de mala manera, al no tener que soportar solamente el calor, sino personas tan desagradables como Asher y Elliot.
—¡Heather!
Este giró observando cómo Megan se acercaba a una rubia que estaba a un lado de un coche que estaba a dos del suyo. Observaba la gran sonrisa de la pelinegra, cómo Heather también sonreía, por lo que decidió apartar la mirada y acercarse a la cajuela, dispuesto a sacar su bolso y preguntarles sobre la habitación.
—Deja que lo hago yo.
Levantó la mirada confundido, encontrándose con Megan que tomó el bolso para bajarlo.
—¿En verdad seguirás cargando con el bolso?
—Tú dijiste que tengo fuerza, así que no tienes nada de qué preocuparte.
—¿Qué habitación...?
—¡La treinta! —exclamó sacudiendo con una mano la llave.
Ella comenzó a caminar mientras Jungkook cerraba la cajuela, pero al girar la cabeza y ver a Heather que abría la cajuela del coche de Asher, a la vez que parecía sonreír por haber visto a Megan, volvió a sentir aquella sensación. Quería seguir a la pelinegra y hasta tenía toda la intención, pero al notar cómo a la rubia se le dificultaba bajar el bolso, suspiró decidiendo acercarse.
—Permíteme —habló tomando el bolso, logrando sorprender a la rubia.
—Oh, muchas gracias. No deberías molestarte...
Jungkook volvió a observarla, notando sus mejillas sonrosadas por la vergüenza, pero decidió restarle importancia. Pues, sabía perfectamente que se le dificultaría caminar con aquel bolso, ya que al contrario de Megan, era de estatura baja y con un cuerpo delgado que le hacía verla como algo "débil", por lo que prefería ayudarla.
—Pues, no veo a Asher por aquí y no creo que puedas caminar muy bien cargando esto.
—Es que Asher decidió ayudar a Elliot con unas cosas, y bueno...—rodó los ojos mientras cerraba la cajuela.
—Entiendo. Bien, indícame.
Heather medio sonrió tímida y comenzó a caminar, por lo que Jungkook rápidamente prosiguió a seguirla.
—Por cierto, quiero disculparme contigo por la manera de actuar de Asher...—habló mientras subían las escaleras, para así comenzar a caminar por el pasillo donde al frente se encontraban las habitaciones con sus respectivos números.
—Tú no tienes porqué disculparte.
—Claro que sí. Actuó demasiado mal, y créeme que yo detesto eso, así que...
—Heather, en verdad, no es tu responsabilidad la manera en la que él actúa, por más que sea tu novio —aclaró cuando ella dejó de caminar, deteniéndose frente a la puerta con el número treinta y dos.
—Está bien, pero es que... no puedo evitar sentir algo de culpa —confesó volteando a verlo.
Este observó sus ojos verdes con largas pestañas arqueadas, pudiendo notar que estaba siendo sincera y sentía culpa por el actuar de Asher, lo que le hacía saber que, al contrario de él, sí parecía ser alguien dulce y con buenas intenciones.
—Si te hace sentir mejor, acepto tus disculpas —sonrió, provocando que ella soltara una ligera risa y la tensión se esfumara.
—Gracias —murmuró mientras él sólo asentía sin borrar la sonrisa—. Oh, y gracias por cargar el bolso.
—No es nada. Además, este sí que está pesado —comentó levantándolo un poco más mientras lo miraba frunciendo el ceño, lo que hizo que Heather volviera a reír.
—Es que traje aceites, mis cremas y demás cosas —confesó tímida, ganándose su mirada de confusión.
—¿Aceites? ¿Cremas? ¿Cuántas cosas usas?
—Me gusta cuidarme el cabello, la piel, ya sabes —explicó llevando las manos al bolso, por lo que Jungkook se lo entregó notando cómo a ella casi se le caía.
—Ya, abre la puerta y yo lo dejaré adentro.
—Es una buena opción —asintió riendo.
Heather volteó para sacar la llave del bolsillo delantero de sus shorts mientras Jungkook volvía a tomar el bolso. Cuando ella abrió, se hizo rápidamente a un lado, permitiéndole así pasar a la habitación que era pequeña, contando con una cama para dos personas, una mesa de noche donde estaba el velador, un mueble para la ropa y un sofá verde.
—Listo —dijo depositando el bolso en la cama.
—De nuevo, gracias, Jungkook —sonrió.
—Ya te he dicho que no es nada —recalcó soltando una ligera risa mientras salía de la habitación, pero acabó abriendo los ojos a la par a la vez que dejaba de reír al encontrarse con Asher en frente de él.
Este tenía las facciones endurecidas y sus brazos cruzados, demostrando que no parecía agradarle para nada verlo salir de la habitación junto a Heather.
—Oh, Jungkook me ayudó a cargar el bolso porque estaba demasiado pesado para mí —explicó rápidamente la rubia mientras salía de la habitación.
—Oh, pero mira que amable eres, Jungkook —palmeó su brazo sin apartarle la mirada mientras este intentaba ignorar la fuerza que aplicaba, por lo que inhaló y exhaló—. ¿No es muy amable tu novio, Megan?
Al escuchar eso, Jungkook giró rápidamente su cabeza hacia la derecha, provocando que se estremeciera al encontrarse con la pelinegra que tenía la cara que podía reconocer fácilmente al tratarse de la que hacía cuando intentaba reprimir su enfado.
—Ya lo creo —asintió soltando una risa amarga.
—¡¿Ya están listos?! —preguntó una voz masculina, llamando la atención de los cuatro que voltearon a ver a Freddie que había hablado, y a su lado Jaeden, ambos acercándose animadamente—. Ya compramos las hamburguesas y muero de hambre.
—Sí, y yo ya quiero ir a la playa.
—Todavía no estoy lista —informó la rubia.
—Bueno, ¿y qué esperan? —frunció el ceño—. ¡Vamos!
Heather asintió entrando a la habitación, siendo seguida por Asher que no apartaba la mirada de Jungkook, el cual tragó con dificultad y la desvió hacia la pareja de chicos que se dirigían a las escaleras, por lo que terminó dirigiéndola hacia Megan que volteó para caminar molesta hacia la habitación, lo que lo alertó.
—¡Megan, espera!
No dudó ni un segundo en seguirla, aunque cuando estaba cerca, Megan dio un portazo, lo que hizo que inhalara y exhalara intentando mantener la calma para así abrir la puerta. Una vez dentro la vio dirigirse hacia el bolso para tirarlo bruscamente a la cama.
—Hey, ¿qué te sucede? —preguntó con suavidad, teniendo la intención de acercarse.
—No te acerques, Jungkook —masculló abriendo el bolso.
—Pero dime qué te sucede.
—¡No me sucede nada!
—Oh, vamos, ¿crees que no sé que cuando una mujer dice que no le sucede nada es porque le sucede todo? —preguntó acercándose con la intención de tomarla del brazo, pero ella se apartó bruscamente haciendo que se sorprendiera—. Megan...
—¿Qué rayos hacías con Heather? —examinó enfrentando su mirada.
Al escucharla, Jungkook, sin poder evitarlo, soltó una risa nasal.
—¿Qué?
—Te pregunté algo. ¡Respóndeme!
—¿Acaso estás celosa?
—¡¿Y si estoy celosa, qué?! —cuestionó histérica.
—Y... ¿Por qué lo estarías, Megan? —indagó por lo bajo, sintiendo cómo los nervios empezaban a invadirlo.
Jungkook no se esperaba para nada que Megan pudiera llegar a ponerse celosa sin motivos, mucho menos que pudiera llegar a ser más explosiva de lo que creía, pero el saberlo y verla así hacía que sus latidos se aceleraran, quizás, porque una pequeña ilusión comenzaba a nacer en él.
«Dime que es por mí»
«Dilo, por favor, dilo»
Parecía que los nervios aumentaban, y él no lo sabía, pero en su mirada se podía notar cierta desesperación que Megan por su enfado no era capaz de verlo.
—¡Porque cada vez que te conozco un poco más, me doy cuenta que tú eres ese estúpido novio perfecto que desean todas las mujeres, hasta ella! —explicó frustrada—. ¡Y yo jamás podré competir ni siquiera con alguien tan estúpido como Asher, así que menos podré hacerlo contigo porque ya perdí al ser mujer! —sus ojos se cristalizaron, pero tomó una bocanada de aire temblorosa para continuar hablando—. Así que... sí, estoy celosa porque no soporto el hecho de pensar que si pasa tiempo contigo, que si sigues haciéndola sonreír y reír así, vas a enamorar a la mujer que me gusta desde hace años, Jungkook.
Megan al sentir que era capaz de romper en llanto por la rabia y por la vergüenza de haberse confesado así mientras que él la miraba angustiado, murmuró un "Lo siento". Sin más, se dirigió al baño dando un portazo, sin saber que el verdadero motivo de angustia de Jungkook no era por el hecho de cómo se había mostrado ella, sino por el hecho de que el verdadero motivo de sus celos era Heather.
(...)
Por más que Megan había reaccionado, la tensión seguía entre ella y Jungkook, por lo que durante el camino que condujo él siguiendo el coche de Jaeden y Freddie, ninguno dijo palabra alguna, sin importar que la tensión fuera asfixiante. Pero es que el pelinegro temía que tocar ese tema hiciera que se molestara, y ella no soportaba la vergüenza por haber actuado tan impulsivamente ya que no sabía controlar sus emociones tan intensas.
Ahora Jungkook se encontraba en la parrilla portátil asando hamburguesas, ya que Asher y Elliot habían dado la idea de que él fuera el que se encargara mientras ellos junto a Freddie jugaban a la pelota cerca de la orilla, y las chicas junto a Jaeden estaban sentados bajo la sombrilla y conversando animadamente.
Este por más que había notado que Megan parecía dudar en preguntarle si quería que se quedara con él, decidió animarla a que fuera con las demás, ya que necesitaba que se olvidaran de los sucedido.
Jungkook al tener la primera hamburguesa, la puso sobre los panes mientras se mentalizaba para acercarse a Megan, pero al ver a Jaeden acercarse, suspiró aliviado.
—¿Cómo vas, JK? —preguntó sonriente.
Este llevaba tan sólo unas bermudas celestes, mientras que Jungkook unas negras, sintiendo cómo el calor hacía que una fina capa de sudor comenzara a cubrir su torso desnudo.
—Ya está la primera —sonrió entregándosela—. ¿Puedes entregársela a Megan, por favor?
—¿A tu novia? —preguntó con una pequeña sonrisa mientras Jungkook se sorprendía, pero al recordar que ante todos lo era, asintió intentando reaccionar—. Oh, qué tierno. Claro que sí.
Jungkook lo vio alejarse gritando el nombre de la pelinegra que dejó de hablar con Heather y Judy, observando a Jaeden que le entregó la hamburguesa, por lo que ella miró sorprendida al pelinegro que le medio sonrió tímido para volver a concentrarse en las demás hamburguesas. Intentaba poner su atención ahí para armar otra hamburguesa, pero al ver a Jaeden acercarse y a un costado de este cómo la que estaba comiendo la hamburguesa era Heather, intentó mantener la calma y no pensar en eso.
—Se la dio a Heather, pero seguro esta va a aceptarla —dijo riendo, Jaeden, pero Jungkook sólo medio sonrió falsamente antes de entregársela—. ¿Quieres que te haga compañía?
—No te preocupes. Estoy bien solo —aseguró aún con la media sonrisa.
Así continuaron pasando los minutos, Jungkook asando más hamburguesas, hasta que escuchó unas voces que llamaron su atención. Eso le hizo girar la cabeza, sorprendiéndose al ver a otro grupo de amigos de dos hombres y cuatro mujeres.
Megan estaba comiendo junto a los demás, incluido Asher que había tomado asiento a un lado de Heather mientras Elliot y Freddie seguían jugando al esperar las suyas. La pelinegra tan sólo intentaba ignorar cómo Asher pasaba el brazo por los hombros de su novia, mirándola a ella como si supiera de sus sentimientos, lo que le provocaba nervios. Pero aun así, prefería ignorar la situación y concentrarse en hablar con Jaeden y Judy para así también esfumar la tensión que parecía estar formándose, hasta que escuchó una risa por parte de Asher.
—¿De qué te ríes? —preguntó curioso, Jaeden, antes de darle un mordisco a su hamburguesa.
—Sólo que parece ser que esa chica no perdió su tiempo y se acercó al novio de Megan.
Eso provocó que rápidamente la mirada de todos se dirigieran hacia donde estaba Jungkook frente a la parrilla portátil, pero esta vez acompañado de una joven de cabello castaño largo hasta su cintura, baja estatura, tez bronceada, cejas perfiladas, ojos cafés, nariz respingada y labios esponjosos rosados.
—¿Y qué? —cuestionó alzando una ceja, Megan.
—Sólo digo que yo, como cualquiera en tu lugar, me acercaría para hacerle saber que Jungkook ya tiene dueña.
—¿Acaso no puede tener amigas?
—¿Amiga? —soltó una risotada—. Por favor, Megan, no seas ciega. No deja de enseñarle los pechos.
—Pues, que tú no dejes de vérselos no significa que Jungkook sea igual —aseguró amarga.
—Bien, ya basta —intervino tensa, Heather—. Dijimos de compartir un momento agradable, Asher.
—Iré a buscar la hamburguesa para Freddie —informó levantándose, Jaeden, al ver la seña que le hizo Jungkook para continuar hablando con la castaña.
Megan miró nuevamente a Jungkook, el cual asentía riendo ante lo que ella le comentaba, y Jaeden regresaba con la hamburguesa para Freddie, pero que fue robada por Elliot que decidió tomar asiento con ellos, ganándose toda la atención de su novia.
—Oh, ¿qué sucedió? ¿Tan rápido te están cambiando y frente a tus ojos, Megan? —preguntó divertido antes de darle un mordisco a su hamburguesa—. Ahora entiendo porqué se estaba tardando tanto.
—¿Qué rayos pasa por su cabeza? —suspiró frustrada, Heather—. Ya dejen de querer causarle inseguridades con su relación. Jungkook no es así.
—¿Por qué? ¿Cruzaron dos palabras y ya te hizo creer que es un hombre de otro mundo? —soltó una ligera risa cínica, Asher—. Sólo estamos tratando de abrirle los ojos a Megan.
—No necesito que me abran los ojos. Confío en mi novio.
—Pues... ella se ve como una mujer de verdad, ¿entiendes? —Elliot con una de sus manos hizo una seña, que le dejó en claro que hablaba de los grandes pechos de aquella fémina, aprovechando que su novia estaba distraída mirándolos.
—Oh, sí, no como Megan que siempre le gustó competir contra nosotros, ¿recuerdas?
Megan al escucharlos reírse de ella, de su físico y su forma de actuar, sintió una presión instalarse en su pecho, como ganas de volver a colocarse su camiseta al haber sido invadida por las inseguridades. Quizás si Jaeden y Freddie estuvieran con ella, en vez de que estuvieran a unos metros conversando, podría relajarse, pero al encontrarse con la mirada de angustia de la rubia, decidió levantarse rápidamente.
(...)
—Aquí tienes para Freddie —habló entregándole la hamburguesa a Jaeden.
—Gracias, Jungkook —le regaló una sonrisa antes de comenzar a caminar alejándose.
Este volvió su concentración a la parrilla luego de echar una más y controlar la que ya estaba ahí, pero volvió rápidamente la mirada a la fémina que estaba a su lado. Se llamaba Violet, y se había acercado cuando la pelota de vóley de sus amigos casi acabó en la parrilla si no fuera porque él logró atraparla, lo que hizo que ella al devolvérsela se disculpara con Jungkook y comenzaran a hablar animadamente.
—¿Por qué ninguno de tus amigos te hacen compañía?
—Oh, está bien así. Me gusta la soledad —aseguró con una sonrisa.
Mentira.
A Jungkook no le agradaba nadie de ese grupo, a excepción de Megan, y sólo quería estar con ella, pero después del momento que habían pasado comprendía que lo mejor era esperar a que se relajara y pudiera volver a ser ella con él.
—Yo en tu lugar me sentiría mal —confesó haciendo una mueca—. ¿Cómo se llama el pelirrojo?
—Freddie.
—¿Y alguna de esas chicas es su novia?
—No.
—Entonces, está libre, ¿eh?
—Eso creo —asintió mientras ella lo miraba confundida—. Oh, es que apenas estoy conociéndolo.
—Ah, entonces, ¿son amigos de un amigo o tu... novia?
—Algo así.
—Mmm... interesante —sonrió acercándose más a él—. Es por lo de... ¿Novia?
—Exacto.
—Soy toda oídos.
Jungkook la miró no muy convencido de si estaría bien hablar mientras ella le sonreía, lo que hizo que al ver sus ojos cafés, sintiera que parecía ser alguien de confianza a pesar de no conocerla para nada.
—En realidad, no somos novios.
—Oh, ya sé cómo es todo. Actúan como novios, pero, en realidad, ella no sabe lo que quiere porque puede que le interese alguien más o... porque no es de relaciones, ¿verdad? —preguntó rápidamente, llegando a sorprenderlo—. ¿En cuál acerté?
—¿Sinceramente? —ella asintió con una sonrisa—. No acertaste nada en absoluto.
—¿Qué? ¿Cómo es eso posible? —arrugó levemente la frente, viéndose completamente confundida, lo que hizo reír a Jungkook.
—Simplemente, no soy su tipo, y nunca lo seré —murmuró dando vuelta las hamburguesas.
—Oye, no digas eso. Apenas llevamos unos minutos hablando, pero pareces un buen partido —aseguró palmeando su brazo mientras él la miraba con una pequeña sonrisa.
—¿Jungkook?
Este al escuchar aquella voz femenina, volteó rápidamente, sorprendiéndose al ver a Megan frente a él.
—Oh, Megan...
—Bueno, yo me voy con mis amigos...
—¡Espera, Violet! —pidió tomando unos panes para colocar una de las hamburguesas en medio de estos—. Tengo una idea.
—¿De qué hablas? —su voz salió algo baja por estar nerviosa por la presencia de Megan.
—¿Por qué ya que les salvé la pelota, no me haces el favor de llevarle esta hamburguesa al pelirrojo de allá? —apuntó a Freddie que hablaba con Jaeden a unos metros de distancia, cerca de la sombrilla donde estaba los demás.
—¿Tú crees...?
—¡Ve!
—Gracias —sonrió mientras Jungkook le guiñaba el ojo.
Este inhaló y exhaló para calmar los latidos de su corazón por el hecho de que Megan se haya vuelto a acercar a él, ya que no sabía si acaso podían volver a estar bien, aunque era todo lo que él necesitaba porque con el pasar los minutos era como si la ansiedad fuera volviéndose parte de él.
—¿Qué sucede?
—¿No has comido? —preguntó acercándose más a él.
—Creo que el estar asándolas hizo que no tenga apetito.
—Tienes que comer, Jungkook —dijo acercándose a la silla que estaba a su lado para tomar la bolsa con los panes, sacar uno y quitarle el tenedor para así armarle la hamburguesa—. Anda, come.
—No tengo hambre...
—Pues, qué extraño viniendo de ti que siempre te quejas de que tienes hambre.
Este suspiró, pero decidió tomar la hamburguesa para darle un mordisco bajo la atenta mirada de la pelinegra, sintiendo cómo la tensión parecía estar creciendo.
—¿Quién es ella? —preguntó al ver cómo Violet pasaba por el frente, sonriéndole a Jungkook antes de volver con su grupo de amigos.
—Oh, se llama Violet.
—Lindo nombre —asintió presionando los labios—. Ella también es linda.
—Sí, tiene un lindo nombre —asintió antes de darle otro mordisco a la hamburguesa—. ¿Vamos con los demás?
Megan negó con la cabeza antes de desviar la mirada, lo que llamó su atención e hizo que rápidamente decidiera dejar la hamburguesa encima de la bolsa para acercarse a ella.
—¿Qué sucedió?
—Nada.
—Megan, dime qué sucedió. No preguntaré dos veces —advirtió comenzando a enfadarse de sólo pensar que Asher y Elliot pudieron haber hecho algo—. Me lo dices tú o iré a preguntárselo a ellos.
—No me veo como una chica, ¿verdad?
—¿Qué? ¿De qué hablas? —frunció el ceño, tomándola de los hombros para intentar conectar sus miradas, pero ella no lo permitía.
—¡Ya sabes! No me veo bonita, ni femenina. No me veo como esas chicas con sus cuerpos con curvas que dejan a todos babeando por ellas —explicó entre avergonzada y frustrada—. Ni siquiera tengo pechos...
—Megan, por Dios, cállate.
—Me veo horrible —dijo lloriqueando, apoyando la frente en el pecho de Jungkook, el cual decidió abrazarla mientras sentía la brisa cálida que desordenaba su cabello.
—Sabes que estás diciendo puras tonterías, ¿verdad?
—Pues, no las estaría diciendo si no fuera porque Asher y Elliot al verte hablando con Violet, comenzaron con sus comentarios sobre cómo es mi personalidad y mi físico —aclaró levantando la cabeza para conectar sus miradas, mientras él parecía algo disgustado de escucharla.
—¿Y por qué tienes que creerles si sabes que nada inteligente sale de sus bocas?
—No lo sé. Creo que hoy estoy más sensible de los normal —respondió haciendo una mueca—. Pero si vamos al caso, no se equivocaron en que Violet es preciosa y seguramente te fijaste en ella.
—Pues, también se equivocaron en eso.
—¿En verdad? —preguntó abriendo los ojos a la par por la sorpresa, y él asintió apartando un mechón de su cabello de su rostro—. ¿P-Por qué...?
—¿Me dejas demostrarles que se han equivocado?
Megan al no poder comprender a qué se refería, asintió mientras Jungkook acunaba su rostro, observándola de manera detallada, lo que hacía que ella sintiera los nervios invadirla. Él podía ver que su cabello no era liso, ni rizado, sino salvaje y ondulado, con mechones que ahora se pegaban a su rostro por la brisa cálida, por lo que él los retiraba. Veía que su piel no era lisa y contaba con algunas manchas, cómo sus facciones no eran finas, ni tampoco marcadas, que sus ojos eran grandes y azules donde podía reflejarse cierta desesperación, que no tenía pómulos levantados y sus mejillas ahora parecían sonrosadas, sus labios esponjosos, la mayoría de veces mordisqueados, ahora se encontraban entreabiertos como si quisiera decir algo, pero su voz no saliera.
Sabía que no podía considerarla femenina, ni mucho menos delicada porque Megan era fuerte y hasta llegaba a convertirse en un caos, pero en uno que él consideraba bonito. Y es que para Jungkook no había belleza que se comparara cuando la veía.
Megan al sentir su tibia respiración mezclarse con la suya, notando que su mirada había bajado a sus labios, cerró los ojos con fuerza intentando controlar sus nervios mientras sus dedos se hundían en la cintura de él. Fue ahí cuando pudo sentir cómo sus labios se rozaban, provocando así un torrente de emociones en ambos, hasta que Jungkook no pudo evitarlo más y siguió su impulso de juntar sus labios en un dulce beso.
Ella acabó correspondiéndolo a la vez que se aferraba con más fuerza a él por los nervios, dejándose llevar un poco por la forma en que la besaba con dulzura como nunca antes nadie lo había hecho, moviendo sus labios lentamente. Y es que, en ese momento, Jungkook estaba logrando confirmar todo lo que llevaba sintiendo, hasta empezando a desear ser el destino escrito para ella.
¡Hola!
¿Qué les pareció el capítulo? ¿Creen que algo cambie con el beso o Megan se lo va a tomar como los anteriores, aunque no haya sido como esos? ¿Será que van a tener más momentos en Glover?
Actualización dedicada a jeonlix_ que está de cumpleaños. Espero que la estés pasando hermoso en tu día y te haya gustado este nuevo capítulo, aunque no pude darte el sufrimiento que me pediste ♡
Ahora quiero tomarme el tiempo de aclarar para las personas que exigen actualización (a quienes lo hacen de manera groserita, no a los demás porque eso no me molesta) que se tomen el tiempo de leer las notas. Creo que en todas de esta historia, o al menos en la mayoría, al igual que en mis demás historias en emisión, siempre aclaro que estoy ocupada con mis estudios, razón por las que no actualizo seguido, además que esta vez que tardé como un mes perdí el hilo de la historia y ya no supe que escribir. Tardé días en volver a tener algunas ideas de lo que quería que pasara en los siguientes capítulos, igual ahora lo re agradezco porque por esa razón, aunque cambió la mayoría mis ideas anteriores, tengo un final planeado.
Pero volviendo el tema de esas personas, entiendan que tengo una vida fuera de Wattpad, además que 4 historias más en emisión y no puedo pasármela escribiendo. También he puesto en mi tablero hace unas semanas que al ya llevar 8 años escribiendo mi inspiración no es la misma que antes, por algo Lesbian es de mis últimas "historias largas" antes de irme de Wattpad. Si van a ser groseritos, van a tener que soportar que menos ganas tenga de actualizar. Si les molesta que me tarde, ya saben que siempre está la opción de dejar de leer, yo siento bien actualizarles dos veces al mes porque es lo que puedo y no voy a estresarme más cuando se supone que debo disfrutar de este pasatiempo que es escribir.
Sin nada más que decir, espero que les haya gustado este nuevo capítulo y pasen unas felices fiestas, amores ♡
¡Nos leemos pronto!
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