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O11 | ORGULLO

—Vaya, yo pensé que quizás podrían haberme mentido con sus versiones sobre cómo empezó todo entre ustedes porque tienen un gran ego, pero jamás me esperé que, en realidad, estuvieran fingiendo ser novios —intervino una suave voz masculina. Eso hizo sobresaltar a ambos, y que giraran a ver a Wyatt que los miraba con una pequeña sonrisa mientras se apoyaba en el umbral de la puerta.

Megan sentía cómo el oxígeno parecía haber abandonado sus pulmones por un momento, mientras volvía su mirada a Jungkook como si le rogara que pudiera hacer algo para arreglar la situación, pero este con las manos en la cadera, soltó un suspiro de resignación y bajó cabeza. Él no había querido para nada que fueran descubiertos, mucho menos de esa manera donde le gritaba cegado por el enfado, pero ahora sentía que ya no había manera de que pudieran arreglar la situación y hacerle creer al joven que, en realidad, sí estaban juntos. Además, sentía que por lo que habían hablado, la conocía demasiado, tanto así como para parecerle extraño que haya conseguido un novio, ya que siempre notó su manera de actuar con los hombres.

Jungkook levantó la mirada encontrándose con la de Megan, pudiendo notar que estaba rogándole por ayuda, pero negó repetidamente con la cabeza, provocando que ella se llenara de miedo.

¿Quería ayudarla? Claro que sí, pero seguía realmente enfadado con ella, como no creyó que podría pasar. Pues, si bien siempre terminaban enfadados el uno con el otro, nunca había pasado a tal grado. Ya no estaba soportando más.

—¡Te di el dinero! —murmuró histérica.

Jungkook abrió los ojos a la par y soltó una risa de indignación, pues no podía creerse que haya sido tan estúpido como para haber sentido ganas de ayudarla segundos atrás, cuando ahora le gritaba lo que hizo por él, provocando que su enfado aumentara.

—¡No puedo creer que te atrevas a gritarme en la cara eso en este momento! —apuntó indignado.

—Entonces, ¡deberías ayudarme!

—Oigan, ¿por qué siguen peleando? —cuestionó desconcertado, Wyatt—. Ya los descubrí. Díganme algo porque tengo muchísimas dudas...

—A la mierda, arregla este problema por ti misma y déjame en paz —espetó frustrado para comenzar a caminar hacia la puerta con la intención de marcharse—. Ya no seguiré haciéndolo todo yo, cuando eres tan desagradable conmigo.

—¡Vuelve aquí, Jungkook! ¡No puedes dejarme así!

—Hey, ¿qué carajos les sucede? —indagó tomándolo del brazo para detenerlo.

—Sucede que tu prima no sabe cómo tratar a las personas...

—Lo siento, ¿interrumpo algo? —preguntó una voz femenina, provocando que Megan sintiera cómo la sangre parecía abandonar su cuerpo, Jungkook abriera los ojos a la par aún mirando a Wyatt, el cual giró a verla tenso—. ¿Está todo bien aquí?

—S-Si, ¡claro! —respondió con una risilla histérica, Wyatt.

Hm... Quería saber si era posible que pudieran llevarme a casa —mencionó con timidez, haciendo una mueca—. Asher se fue con sus amigos a beber, así que...

—Oh, claro que podemos, ¿verdad, Jungkook? —Megan habló, rogando que este aceptara, el cual tomó una bocanada de aire intentando mantener la calma.

—Pues, primero necesito darme una ducha porque Megan no soporta que esté así aunque haya trabajado —explicó intentando sonar calmado, aunque la pelinegra cerró los ojos mientras bajaba la cabeza, repitiéndose que no era un buen momento para poder explotar otra vez en su contra.

—Si quieres... podrías prestarme tu coche y yo la llevo, así puedes bañarte tranquilo —dijo con algo de ilusión de que la ayudara, así como él había dicho que hizo al irse a trabajar con Robert.

—No. Me iré a dar una ducha rápida.

Jungkook se marchó rápidamente y Megan dirigió su mirada a su primo, haciéndole saber que no estaba bien como para darle explicaciones en es momento, además que Heather estaba presente. Wyatt negó repetidamente con la cabeza en modo de desaprobación, haciéndole saber que no estaba para nada de acuerdo con su forma de actuar. Pues, aunque no sabía qué había sucedido, conocía demasiado bien a su prima como para saber que la discusión pudo desatarse por su culpa.

Este salió de la cocina para echarse en el sofá con su celular y revisar sus redes sociales, a pesar de sentir una gran curiosidad, mientras que, Heather, a pesar de la gran tensión que estaba formándose, decidió entrar a la cocina donde estaba Megan con su cabeza gacha, pensando en lo sucedido.

—Se enfriaron, ¿verdad? —preguntó señalando las tazas de té, lo que hizo que Megan al verlas, suspirara por haberse olvidado por completo de eso.

—Sí, lo siento. ¿Quieres que te prepare otro?

—No, tranquila —soltó una ligera risa para intentar alivianar el ambiente, pero la pelinegra hizo una mueca—. ¿Estás bien?

—S-Sí...

—Discutiste con Jungkook, ¿verdad? —indagó apoyando los brazos en la isla de la cocina.

—¿Es tan obvio?

—Sí, además, se escuchaba como si estuvieran peleando —asintió haciendo una mueca.

—Entonces, no puedo mentir.

—Hey, tranquila —murmuró con suavidad y acariciando su espalda, lo que podría haber provocado que Megan se emocionara, pero en ese momento se encontraba demasiado irritada por la discusión con Jungkook—. Yo discuto todo el tiempo con Asher, y míranos, seguimos juntos. Es normal que hayan discusiones, así que no te preocupes tanto.

—No lo sé...

—Van a solucionarlo luego, créeme —le regaló una sonrisa tranquilizadora—. Además, Jungkook se ve que es alguien tranquilo y que sabe escuchar, no como Asher —soltó una risilla, aunque acabó haciendo una mueca, lo que llamó la atención de Megan—. Seguramente dentro de un rato, luego de que me dejen en casa, podrán arreglarlo y volverán a estar bien, Meggy.

—Eso espero —medio sonrió—. Gracias.

—¿Por qué? —frunció el ceño.

—Por ayudarme a calmarme un poco, no lo sé.

—Seguimos siendo mejores amigas, ¿verdad? —preguntó con una pequeña sonrisa, Megan pudiendo notar un brillo de ilusión en su mirada, lo que hizo que su corazón se encogiera porque volvía sentir cómo mataba todas sus ilusiones. Pero, aún así, acabó asintiendo.

—Claro —musitó intentando sonreír, pero le salió más una mueca torcida.

La sonrisa de Heather se ensanchó y tomó la mano de Megan para darle un apretón, pero en la cabeza de la pelinegra seguía repitiéndose aquellas dos malditas palabras que provocaba que el poco ánimo que tenía en ese momento, disminuyera aún más. Era hasta capaz de llorar de lo irritada que se encontraba, pero no podía hacerlo porque Heather estaba allí.















(...)














Jungkook bajó a los minutos, con su cabello todavía algo húmedo y despeinado, una chaqueta de jean oscura, una camiseta holgada blanca debajo, pantalones negros y zapatillas negras con detalles blancos. Heather y Megan lo siguieron afuera para dirigirse a su coche y subirse, Megan del lado del copiloto, mirándolo por un momento, pero este tan sólo echó su cabello hacia atrás y encendió el motor, ignorándola por completo.

La tensión parecía ir en aumento, aunque Heather intentaba hablar un poco, lo que Megan sabía que lo hacía tan sólo para ayudarla a ella porque era fácil de notar que estaba alterándose. Y es que no soportaba sentir cómo al pelinegro no le importaba para nada fingir, que pudieran descubrirlos, porque la ignoraba como si no estuviese a su lado y mirándolo por momentos.
Además de alterarla, hacía que lo detestara mucho más, que quisiera llorar de estrés y que necesitara más que nunca a Taehyung, porque era el único que podía darle calma y distraerla. Lo echaba de menos.

—Asher me dijo que necesitaban a más personas, y mañana van a juntarse otra vez a jugar —mencionó Heather a los minutos—. Wyatt ya confirmó en el grupo que va a ir, ¿tú qué dices, Jungkook?

—¿Grupo? —frunció el ceño, Megan.

—Oh, sí, Asher lo creó hace un tiempo. La amistad sigue manteniéndose en algunos, así como la nuestra —explicó sonriente, mientras ella desviaba la mirada intentando ignorar la presión de su pecho, sin sentir cómo Jungkook la miraba por el rabillo del ojo—. Suelen juntarse cada vez que venimos. Pásame el número de Jungkook y le diré a Asher que los agregue a ambos, así en estos días podemos salir todos.

—¿Todos?

—Entonces, ¿sabes jugar al rugby, Jungkook? —preguntó curiosa.

—Sí. Jugaba cuando estaba en el instituto.

—¿En verdad? —Megan lo miró sorprendida, pero este la ignoró por completo.

—¡Eso es genial!

—De todas maneras, no era algo que me apasionaba —aclaró rápidamente.

—Pero puedes jugar con Asher y sus amigos, ¿qué dices?

Jungkook la miró por el espejo retrovisor, notando cómo sonreía ilusionada, lo que hizo que apretase un poco el volante al desear poder negarse. Lo menos que quería era pasar tiempo con Asher, y además, conocer a su grupo de amigos que esperaba que fueran igual de desagradables, aunque el hecho de saber que Wyatt ya había aceptado ir, podría hacer que no fuese tan malo. Pero también estaba el hecho de la discusión que tuvo con Megan, y no sabía cómo podía acabar todo porque quería marcharse de una vez para no seguir soportándola.

Estaba llegando a detestarla, porque la verdad era que había deseado hasta varios minutos atrás, poder ser su amigo. Pues, por la manera en la que siempre Taehyung había hablado de ella, y por el momento que habían compartido cuando se derrumbó, pudo sentir que sí era aquella joven tan increíble de la que le hablaron, así que quería poder ganarse su confianza y así formar una amistad especial. Aunque, de todas maneras, no entendía porqué sentía tanto enfado al notar que no podía acercarse como quería, pero se decía que podía ser por sus intensas emociones.

—Mañana Megan te confirmará.

—Oh, pero tiene que ser antes de las cuatro, ¿está bien?

—Sí, claro.

En cuanto llegaron a la casa de Heather, Jungkook observó que era de madera, de dos pisos y con grandes ventanales, bastante moderna. No tenía el gran tamaño de la de Megan, pero de todas maneras contaba con un gran jardín verde.

Heather se despidió de ambos y cuando caminaba hacia la entrada de su casa, giró para mover su mano despidiéndose mientras les sonreía, lo que hizo que Megan también lo hiciera mientras que Jungkook se mantuvo serio al no poder fingir lo molesto que seguía, para luego dar la vuelta y comenzar a conducir de regreso. Eso hizo que la tensión pareciera aumentar de gran manera, tanto así que a la pelinegra se le dificultaba respirar.

—Así que, ¿hacías rugby en el instituto? —preguntó nerviosa, provocando que Jungkook tuviera que inhalar y exhalar para mantener la calma.

—Si no vas a decir algo que pueda ayudar a que resolvamos la situación, es mejor que te mantengas callada porque sólo lo empeoras, Megan —bufó.

—¿Megan? —giró a verlo sorprendida.

—Así te llamas, ¿no?

—Pero tú siempre me dices "Baker", así que no me digas Megan —ordenó cruzándose de brazos mientras volvía su mirada al camino—. Me hace sentir que estás en serio molesto y que ya no vamos a volver a llevarnos como antes.

—Es que estoy realmente molesto contigo —aclaró rápidamente, por lo que ella bajó sus brazos, mirándolo tensa.

—Pero nosotros siempre nos hacemos molestar...

—Sí, pero ya he llegado a mi límite.

—Jungkook...

—Mira, Megan...

—¡No me llames así! —exclamó sintiendo cómo la inquietud se instalaba en su pecho, quizás por el miedo de que decidiera acabar con la farsa, o que ya no pudieran volver a llevarse como siempre. No lo sabía.

—Deja de interrumpirme y escúchame —exigió sorprendiéndola, logrando que se callara, lo que pudo llegar a ser una sorpresa para él, pero estaba demasiado molesto como para pensar en eso—. ¿Sabes qué? Creí que con una ducha e intentando pensar, mi enfado en este momento sería menor y podría hacer como si nada, así como siempre, pero no. Realmente estoy muy molesto contigo —declaró—. Ni siquiera importa que me hayas ayudado a pagar la deuda porque tan sólo quiero irme de aquí, y créeme que buscaría la manera de pagarte lo antes posible, para ya no deberte nada y no tener que seguir soportándote.

—Tampoco tienes que hablarme así, Jungkook —habló tensa, sorprendiéndose cuando aparcó el coche en medio del camino de tierra y oscuro, para luego suspirar.

—Disculpa que esté hablándote así, ni siquiera quiero hacerlo, es más, lo odio, pero es que... Carajo, entiendo que puedas estar enojada con el mundo porque aquí no puedes ser tú misma y tus padres tengan un maldito problema con la homosexualidad, pero no por eso tienes que comportarte como la mierda conmigo —espetó mirándola—. Si estoy aquí fingiendo ser tu novio es porque tú me necesitas, no por gusto, pero actúas como si yo fuera el que necesitara tu ayuda, olvidando hasta lo que acordamos. Así que, aprende a tratarme bien como me merezco al estar salvando tu trasero o, entonces, buscaré cualquier excusa para terminar contigo frente a tus padres y me largaré a casa como tanto quiero, ¿entiendes?

Megan tan sólo lo miraba atónita, mientras que Jungkook decidió no esperar que dijera algo al respecto porque sabía que estaba intentando procesar todo y que le había quedado claro, por lo que retomó el camino. Ambos se mantuvieron en completo silencio, Megan en verdad procesando la manera de actuar y de hablarle del pelinegro, porque jamás se lo había esperado, pero parecía ser que realmente cruzó los límites con él.
















(...)














Al día siguiente la tensión permanencia entre los jóvenes, principalmente en el almuerzo cuando Wyatt parecía no poder quitarles la mirada de encima, ya que la noche anterior no hablaron a causa de que Jungkook estaba realmente molesto, y los padres de Megan estaban presentes, por lo que ella intentaba disimular. Por la noche cuando llegó la hora de dormir, este lo hizo al instante que tocó la cama ya que estaba exhausto por haber trabajado y por la discusión, mientras que Megan se mantuvo despierta, observando el techo, detestándolo por sus ronquidos y por cómo sus palabras seguían resonando en su cabeza.

Ahora que era un nuevo día, ella creyó que todo estaría bien, quizás él ya había olvidado el enfado y podrían seguir cómo si nada, pero cuando al despertar, este sólo tomó su celular sin decir una palabra, decidió pasar a darse una ducha. Detestaba el hecho de que la ignorara cuando antes por más que estaban molestos, Jungkook siempre daba el brazo a torcer y le hablaba por el hecho de que era con la única que tenía algo de "confianza" al estar allí, así que no podía comprender cómo de repente parecía tener tanto orgullo.

Una vez que ya había pasado el tenso almuerzo, Megan más pensativa de lo normal al sentir que la tensión no solamente era entre Jungkook y ella, pues había reinado el silencio más que el día anterior porque siquiera Wyatt habló como siempre, quiso acercarse al sofá donde estaba el pelinegro, pero recibió una llamada. Eso capturó toda su atención cuando vio la fotografía de su mejor amigo, que tanto extrañaba, por lo que decidió alejarse para atender.

—¡Taehyungie! —exclamó con una gran sonrisa—. ¡¿Cómo estás?!

Muy enojado contigo —respondió en seco, lo que le hizo fruncir el ceño—. ¿Cómo es eso que luego de que JK aceptara fingir ser tu novio, arruinando sus vacaciones, tú no lo tratas bien?

Ella abrió los ojos a la par por la sorpresa, pero rápidamente comenzó a recordar que cuando salió del baño por la noche, Jungkook había entrado a la habitación mientras se despedía de alguien por llamada. Eso había despertado su curiosidad, pero sabía que él seguía tan enfadado que no iban a poder hablar.

Aún pensando qué responder, giró a ver a Jungkook, pidiendo atrapar cómo este también la miraba, pero rápidamente la bajó a su celular otra vez como si no la notara.

—No es tan así...

¡¿No es tan así?! Te conozco perfectamente, Megan Baker.

¿Qué te dijo exactamente? —preguntó frustrada.

Eso no importa. Pero si te atreves a ahora tratarlo mal por esto, juro que iré a Stowe y no te gustará...

¡¿Te atreves a ponerte en mi contra?! —cuestionó indignada.

Sí, por esta vez sí. Jungkook es mi mejor amigo también, y al contrario de ti, ¡ese chico es un ángel, por Dios! —aseguró haciendo indignar más a la fémina—. Así que no te atrevas a seguir haciéndolo pasar malos momentos, y demuestra lo agradecida que estás con él por el favor que te está haciendo.

Ya, sé que no estuve actuando tan bien, pero ahora lo haré, ¿sí? ¿Contento?

Eso espero. Y date la oportunidad de conocerlo.

Bien...

Jungkook me confesó que quiere ser tu amigo, así que no seas estúpida, Megan, no desaproveches la oportunidad de tener a alguien más que te quieraaconsejó frustrado—. En verdad, si te dieras la oportunidad de conocerlo, verías que es la persona más buena que vas a conocer en tu vida.

Ya, ¿sólo me has llamado para halagarlo? —rodó los ojos.

tengo que intervenir como si fuera el padre de ambos, es porque eres demasiado terca y no sabes escuchar a nadie —habló molesto—. Reacciona. Los llamaré luego para saber si lo trataste bien como merece. Adiós.

Megan soltó un suspiró de frustración mientras bajaba el celular para guardarlo en el bolsillo de su chaqueta, girando a ver a Jungkook que seguía concentrado en su celular, aunque parecía algo tenso. En ese momento en que lo miraba, resonaban las cabeza de Taehyung en su cabeza, sintiéndose algo enternecida por el hecho de que Jungkook quisiera ser su amigo.
Sabía que era alguien grandioso porque sino Taehyung no hablaría siempre maravillas de él, por lo que se detestaba al pensar que no estuvo actuando para nada bien, pero es que no sabía cómo actuar con él si no la había considerado para nada una amiga, sino conocidos.

Dejando sus pensamientos a un lado, tomó asiento en el sofá a un lado de Jungkook que seguía concentrado en su celular. Anteriormente, Megan había leído los mensajes del grupo de WhatsApp que le habló Heather, por lo que necesitaba saber si él quería que esa tarde fueran al parque local. Ya les habían preguntado si formaría parte Jungkook, por lo que ella estaba algo histérica por el hecho de que él no haya respondido, siquiera sabía si había leído los mensajes, pero lo suponía porque había estado la mayor parte del tiempo con el celular.

—¿Y... te gustaría jugar al rugby? —preguntó nerviosa mirándolo, pero este seguía con su mirada puesta en la pantalla de su celular mientras jugaba con los piercings del labio—. ¿Jungkook...?

—¿Qué quieres? —fijó su mirada en ella, la cual se tensó.

—¿Has leído los mensajes del grupo?

Mhm...

¿Y no te gustaría ir?

—¿Por qué me preguntas? Claramente lo que tú decidas, se hace —recalcó rodando los ojos mientras volvía su atención al celular.

—Jungkook...—bufó—, si te pregunto es por lo que dijiste ayer.

—Oh, ¿esta vez sí me escuchaste? —preguntó un tanto cínico, lo que hizo que ella tuviera que respirar para intentar mantener la calma.

—Ahora puedes decidir ir con ellos a que jueguen un partido se rugby o...—mordió ligeramente su labio inferior, pensando qué más podían hacer—. Ayer parecías querer salir a conocer, así que sino podríamos salir a pasear un poco —se encogió de hombros—. ¿Qué dices? ¿Qué idea te gusta más?

Jungkook bajó el celular mientras soltaba un suspiro, diciéndose que quizás estaba actuando algo inmaduro, dejándose llevar por su orgullo. Notaba que realmente estaba intentando demostrarle que sí cambiaría y pondría más atención a lo que él quería, por lo que comenzó a pensar.
No quería ver a Asher, ni a su grupo que estaba pensando que serían tan desagradables como él, porque temía que no pasaran un buen momento, pero el pensar en estar a solas con Megan, y aquella tensión a causa de la discusión de la noche anterior, lo ponía de los nervios.

Prefería el rugby.

—Dile que sí iremos —dijo sin más, lo que hizo que ella sonriera y tomara rápidamente su celular que estaba a un lado.

—¡Perfecto!

Wyatt entró a la sala a los segundos, mientras miraba la pantalla del celular con una sonrisa.

—Entonces, finalmente, sí aceptaste, ¿eh? —comentó echándose en el sofá—. Creo que contigo los equipos estarán bien divididos. Nathan ya aceptó, y podrás conocer a Mila.

—¿Mila? —frunció el ceño y miró a ambos.

—Nuestra prima —respondió Megan, por lo que este asintió.

—Es la hermana de Nathan, que no pudo venir a la fiesta de compromiso —explicó—. Ella llevará a su novio, Carter. Es agradable, aunque algo tímido.

—No es tímido, Wyatt —rodó los ojos—. Sólo que no todos son tan extrovertidos como tú. Ya lo conocemos hace dos años, deberías haberte dado cuenta que no es timidez lo que tiene, sólo no es de muchas palabras.

—Ya, cómo sea —se encogió de hombros, restándole importancia—. ¿Has visto quiénes más están en el grupo?

—¿Qué?

Curiosa, volvió a tomar sus celular leyendo como Heather, Nathan y otro joven más contestaron a su mensaje sobre que Jungkook había aceptado, dejándole saber que estaban emocionados porque -como dijo Wyatt-, entonces, los equipos podrían dividirse bien. Pero al ver los integrantes del grupo, no pudo evitar tensarse, lo que hizo que Jungkook lo notara y despertara su curiosidad.

—¿Qué sucede? ¿Quién está? —frunció el ceño.

—Nadie importante —respondió volviendo a bloquear el celular, notando cómo su primo sonreía divertido—. Sólo... Olivia, la enamorada de Wyatt, que jamás va a superar aunque ella no vaya a quererlo.

—Dudo que te pongas de esa manera por ella —comentó por lo bajo, lo que hizo que ella desviara la mirada.

—Olivia...—suspiró enamorado, Wyatt.

Este se había ganado la atención de ambos por un momento, pero Jungkook volvió a fijar su mirada en la pelinegra, ya que sentía curiosidad por saber quién había provocado eso. Y por más que tenía el impulso en fijarse nuevamente en quiénes formaban parte, sabía que sería algo estúpido porque de igual manera no conocía a nadie, ni sabía qué historia tenían con ella, más que Asher y Heather, sin contar a sus primos.














(...)















Cuando llegó la hora, los tres jóvenes subieron al coche de Jungkook, el cual conducía siguiendo las indicaciones de Wyatt, que iba en el asiento trasero. La verdad era que el pelinegro no dejaba de reprocharse por su decisión, porque mientras más cerca estaba, más pensaba en que no tenía ganas algunas de jugar y mucho menos de estar con desconocidos, ya que los nervios e incomodidad lo invadían.

—¿Y bien? ¿Ya van a decirme algo? —preguntó curioso, colocándose en medio de los dos asientos delanteros.

—¿De qué hablas? —Megan fingió no entender mientras se cruzaba de brazos, por lo que su primo soltó una risotada.

—Sobre su noviazgo falso —respondió obvio, por lo que la pelinegra chasqueó la lengua y giró a verlo.

—¿Cómo puedes creer que nuestro noviazgo es falso, por Dios? ¿En verdad me crees capaz de presentarle a mis padres a Jungkook, cuando no somos nada? —soltó una risotada mientras Wyatt la miraba cínico—. Tú escuchaste mal. No dijo falso, él dijo...

—¿Qué dijo?

Megan miró desesperada a Jungkook, pidiéndole ayuda, pero este al sentirla y mirarla, negó con la cabeza mientras suspiraba.

—Ya, déjalo.

—La verdad es que cuando Jungkook me contó que tú fuiste la que le rogó para que tuvieran una cita...

—¡¿Qué?! —alzó la voz y giró a ver a Jungkook que mantuvo su mirada en el camino, sintiendo cómo su rostro enrojecía—. ¡¿Que yo te rogué qué?!

—Valgo la pena —comentó por lo bajo y encogiéndose de hombros, aún sin mirarla.

—Y luego que tú me dijeras que Jungkook fue el que te rogó por tener una cita...

—Oh, ¡mira nada más! —exclamó Jungkook, girando a verla mientras Megan se cruzaba de brazos y desviaba la mirada—. Luego me reprochas a mí, cuando tienes un ego más grande que tu trasero.

—¡Jungkook! —exclamó indignada, sintiendo su rostro arder, mientras que Wyatt soltaba una risotada.

—¡¿Qué?! ¿Por qué te dice eso? —preguntó aún riendo.

—Déjalo. Es un idiota —rodó los ojos, sintiendo cómo este la miraba por el rabillo del ojo.

—Bueno, como decía, al escuchar sus dos versiones me creí que sólo tenían mucho ego, pero cuando anoche los escuché, todo tuvo más sentido —explicó asintiendo—. Era obvio que ustedes no pueden ser novios.

—¿Por qué lo dices? —cuestionó frunciendo el ceño, Megan.

—De parte de Jungkook lo siento creíble, pero tú, prima, no sabes actuar para nada —negó con la cabeza mirándola con desaprobación.

—Gracias. Actúe en la obra de teatro de Romeo y Julieta en el instituto —sonrió Jungkook—. Soy un gran actor.

—Oh, ¡¿ahora resulta que en el instituto hacías todo?! ¡¿También te iba bien en arte?!

—Pues, sí. Era de mis clases favoritas. Adoro dibujar y pintar —asintió con una gran sonrisa, lo que hizo que Megan tuviese que reprimir un grito de rabia.

No soportaba cómo el ego del pelinegro parecía aumentar, mientras que Wyatt le reclamaba por no saber fingir. Sabía que en parte podía llegar a tener razón, pero no entendía qué era lo que hacía que fingiera tan mal. Ella sentía que dentro de todo era buena, por algo sus padres no se daban cuenta.

Al llegar al parque local, Jungkook aparcó entre medio de dos coches, sintiendo cómo la tensión parecía crecer, pero no para Wyatt que sonrió emocionado.

—Bien, vamos...

—¡Espera! —Megan volteó rápidamente para inclinarse hacia adelante y tomarlo del brazo, lo que hizo que la mirara curioso.

—No digas nada, ¿está bien?

—¿De qué hablas? —frunció el ceño.

—De que Jungkook y yo no estamos juntos en verdad.

—Mocosa, soy tu primo, no tu enemigo
—recalcó indignado, para luego bajarse del coche.

Megan suspiró agotada, volteando nuevamente hacia el frente, escuchando cómo Jungkook también lo hacía. Este no sabía qué decir al respecto porque aún intentaba asimilar que ya habían sido descubiertos por alguien, pero ahora en parte se sentía mejor al no tener que seguir mintiéndole a Wyatt que le agradaba demasiado, así que iba a poder hablar más libremente con él.

—Así que... ¿Yo te rogué por una cita? —habló nerviosa, provocando que este soltara una ligera risa.

—Y en tu versión yo te rogué a ti.

—Quizás luego podamos hablar sobre eso para armar mejor la versión de cómo se dio todo entre nosotros.

—Quizás —murmuró, pero al ver cómo ella bajó la mirada, volvió a hablar—. Veremos cómo sigues actuando conmigo luego.

—Está bien.

—Recuerda que tienes que aprender a fingir mejor. 

—¡Lo haré! —aseguró asintiendo repetidamente, por lo que este tuvo que volver la mirada hacia el frente para reprimir la risa.

Megan se bajó del coche rápidamente, por lo que Jungkook gruñó y se pasó las manos por el rostro, repitiéndose que debía mantener la calma y fingir estar bien con el hecho de conocer a más personas. Pero de repente la puerta de su lado se abrió, lo que hizo que se sobresaltara por la sorpresa, encontrándose con Megan que estiraba su mano.

—¿Qué haces? —arrugó el rostro por el desconcierto.

—Le abro la puerta a mi novio.

—¡Se supone que yo tengo que ser caballeroso contigo, tonta!

—Ay, ¿eso qué? Estamos en el siglo veintiuno, Jungkook —recalcó rodando los ojos—. Yo también puedo tener estos detalles contigo.

—No me gusta...

—Anda, toma mi mano y baja del coche.

Jungkook decidió ignorarla, bajándose sin tomar su mano, ya que de igual manera quería hacerle saber que seguía molesto con ella. A Megan no le gustó para nada eso, pero decidió no decir nada porque no quería provocar una pelea, tan sólo cerró la puerta del coche y miró hacia el frente como Jungkook.
Allí podía ver el grupo de personas, donde estaba Wyatt, pudiendo escuchar la risotada de este.

Suspiró volviendo su mirada a Jungkook, y estiró nuevamente su mano, llamando la atención del pelinegro que la miró y luego a ella, frunciendo el ceño.

—No vas a volver a rechazar tomar mi mano, ¿verdad?

Este juntó los labios en una fina línea, repitiéndose que debía mantener la calma, que tan sólo intentaba empezar a fingir bien y no acabar con su paciencia, así que decidió tomarla.

—Vamos, mi amor —habló sonriente, Megan, para comenzar a caminar.

—Cállate —ordenó molesto, provocando que ella soltase una risilla divertida mientras tomaba con más fuerza su mano, lo que hacía que Jungkook pudiera sentir la diferencia, cómo la de ella parecía pequeña a comparación de la suya.

¡Hola!

¿Creen que en aquel partido de rugby salga todo bien? ¿La relación de Megan y Jungkook va a mejorar? ¿Será que van a poder empezar una amistad como él parece querer? ¿Será una amistad lo que Jungkook realmente quiere?

Espero que les haya gustado este capítulo, prometo que el siguiente es mejor, si les gustó no se olviden de votar y comentar

¡Nos leemos pronto!

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