Parte/36 El final
En muchos años no volví a saber de Diego, mi padre seguía recibiendo el periódico de España, cuando él murió Álvaro lo siguió recibiendo.
Fui muy feliz con Álvaro hasta que falleció, habíamos estado juntos por 48 años, yo sentí que con él se iba una parte de mí, pero sobrellevaba el dolor, pero a los pocos días recibí el periódico de España, automáticamente lo desdoblé sin intención de leerlo, pero una fotografía llamó poderosamente mi atención, era Diego, leí el encabezado. "con profunda pena notificamos el sensible fallecimiento del Señor Diego Cervantes Urrutia" le sobreviven su esposa... Ya no pude seguir leyendo.
El mundo se me vino encima y, yo deje que me aplastara. No me importó nada. Tenía un dolor tan grande que no producía siquiera sufrimiento, nada más una apatía, una insensibilidad como de piedra, no salía, no comía, fui a dar con mis huesos al hospital, en unos cuantos meses bajé como veinte kilos de peso, los médicos pensaron que tenía cáncer, me hicieron los exámenes necesarios, pero no encontraron nada salvo la ausencia de Álvaro y mi bien amado Diego.
Los médicos al no encontrar ninguna enfermedad, aconsejaron a mi familia que me llevaran a mi hogar.
-La señora Leonor no tiene nada, aquí no podemos hacer nada por ella, les aconsejo que no la dejen sola, rodéenla de cariño, quizá viendo a sus seres queridos, le vuelvan las ganas de seguir viviendo.
Los doctores tenían razón, pasaron unos días, cuando una vocecita me volvió a mi realidad.
- ¿Nona por qué te quieres morir?
Abrí los ojos lentamente y ahí frente a mí, estaban dos ojos color violeta llenos de lágrimas, eso me basto para hacerme reaccionar, eras tú mi niña, yo te contesté.
-No me quiero morir, y no me voy a morir, aún me quedan muchas cosas que enseñarte, mi niña; y por ti seguí viviendo, ver tus ojos color violeta era como ver los de mi querido Diego. Es por ese motivo que tu eres la única que esta autorizada a leer esta historia.
Ahí terminaba la historia; Leonor lloraba desconsoladamente, pero la historia de su Nona, solo avivo los deseos de viajar a lugares tan lejanos, no cumplió la última voluntad de su querida Nona de quemar sus escritos, guardo cuidadosamente el diario, en un lugar secreto que solo ella conocía y, cuando se sentía sola, leía la historia de amor de su querida Nona y cada vez que lo leía sentía más deseos de conocer los lugares maravillosos que conoció su Nona.
Esperaba conocer el verdadero amor, pero si eso llegaba a suceder no lo iba a dejar escapar como lo había hecho, su querida Nona.
Fin.
Gracias de todo corazón a las personas, que leen mis historias, se los agradezco mucho.
Saludos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro