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Hoy era el primer día de clases después de las largas vacaciones que Yoongi y Hoseok habían tenido, y justo ahora caminaban hacia allá, tomados de la mano, balanceandolas de enfrente hacia atrás y los cumplidos no podían faltar en su rutina.
—¿Dormiste bien bebé?—Yoongi asintio pegando su cabeza al antebrazo de Hoseok quien pellizco su mejilla.
—Si, ¿y tú? a noche me dormí tarde por tu culpa.—frunció el ceño.
—Ah, tu quisiste que viéramos otra película y te fui a dejar tarde a tu casa.—Se defendió mientras apretaba su mano.
—Te perdono solo si me compras una malteada.—Hoseok rió y asintio besando su frente.
—Solo si me das un beso.
Yoongi se sonrojo.
—¿Un besito de buenos días?
—Un besito de buenos días.—afirmó.
Ambos detuvieron su caminar, Yoongi enredo sus brazos sobre el cuello de su novio y miró a Hoseok, tomándose el tiempo de apreciarlo para luego alzarse un poco y unir sus labios, sintiendo las manos de su novio colarse por su cintura, apretandolo entre ellas, moviendo sus labios al ritmo del compás, sin ser brusco, solo dulce y tierno, probando de su chico y sintiendo todo el amor que sentía por el.
Yoongi se separó para tomar oxígeno y sus mejillas no dudaron en sonrojarse, siempre que Hoseok lo besaba era fantástico, lo hacía sentir bien, lo hacía sentir en las nubes y lo mejor, lo hacía sentir amado.
—Mi bebé hermoso.
Hoseok dijo mientras frotaba su nariz contra la de Yoongi quien soltó una leve risa, una risa totalmente enamorada, podrían pasar años y su amor por Hoseok sería el mismo, incluso más fuerte.
—Mi Seokie lindo.
Yoongi y Hoseok tomaron asiento juntos, prestando atención a la clase aunque a veces no tanto, Yoongi siempre la daba besitos desprevenidos y no lo culpaba, el también lo hacía.
—¿Quién quiere pasar a resolver la integral?—Yoongi levantó su mano tímidamente y Hoseok sonrió, su niño ya no era aquel chico que lloraba en la esquina del salón, ni tampoco aquel que se dejaba golpear, ni humillar, ahora tenía presencia, y aunque amaba a su Yoongi de antes este de ahora era el mejor, su mejor versión, su niño había superado su trauma y no podía estar más orgulloso de él.
—Muy bien señor Min, el resultado es el correcto.
El profesor dijo sonriendole a Yoongi quien bajo su rostro avergonzado, Hoseok aplaudió incitando que todo lo hicieran.
Yoongi se devolvió a su asiento, recibido por un par de besitos de Hoseok junto a un:
—Bien hecho amor.
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