Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 6

El móvil deja de sonar nuevamente y Alex regresa sonriéndome.

—Ya nos podemos ir. —me dice mientras llega a mi lado.

—Tu móvil estaba sonando insistentemente.

Alex lo saca de la bolsa y deja de sonreír en cuanto ve quien llamaba.

—Esto no es bueno. —susurra mientras le devuelve la llamada.

—Que necesitas. —Alex ha dejado de sonreír mientras escucha lo que le dice Laura del otro lado. —¿En dónde? —Alex me mira fijamente. —Estaré ahí enseguida. —y cuelga.

—¿Todo va bien?

—No. Ha surgido un imprevisto, creo que tendremos que posponer nuestros planes de esta noche. —me temía que dijera eso.

—Esta bien, no hay problema. —desde luego que, si lo hay, pero no se lo voy a decir.

—Prometo recompensarte. —me dice mientras me da un rápido beso. —Te llamaré más tarde. — y se marcha rápidamente sin darme tiempo ni siquiera a procesar lo que acaba de suceder.

Salgo lentamente en busca de mi auto mientras voy procesando poco a poco lo que ha sucedido. Laura lo ha llamado y el ha salido corriendo. No lo entiendo. Acaso ellos dos..., no, el no haría eso. ¿O si? Creo que no dejamos claro en nuestra recién comenzada relación que sería una relación monógama. Yo le he confesado que estoy enamorada de él, pero el no ha dicho nada. Sí, se que hace una semana me dijo que llevaba tiempo enamorado de mí. Pero eso pudo haber cambiado después de creer que me había acostado con otro. Y entonces el pudo haber ido con ella.

No debo pensar en esto. Debo confiar en Alex. El no me engañaría, mucho menos con mi jefa. Monto en mi auto y me dirijo hacia el apartamento.

Dejo la bolsa a un lado y aunque me dije a mi misma que no iba a pensar en ello, me siento a pensar en lo sucedido. ¿Por qué Laura lo ha llamado? Aunque eso no es tan importante como la otra cuestión. ¿Porque él ha salido corriendo en cuanto ella lo ha llamado?

Intento no pensar mucho en el asunto, pero la verdad es que no puedo evitarlo. Solo de pensar que el pueda tener una relación con ella, hace que me enfurezca. Necesito bañarme y despejar mi mente.

Dos horas más tarde estoy sentada en mi cama mirando fijamente la pared. Beth me ha dejado un mensaje que no regresa esta noche. Ya eso me lo imaginaba. Está reconciliándose con Liam.

Y yo no estoy muy tranquila. El que Alex se haya marchado en la forma que lo hizo, no ha ayudado en nada a que los celos que tengo en este instante mengüen. Ni siquiera me dijo porque debía marcharse, o quien lo había llamado. Hay tantas cosas que desconozco de él. Y eso es algo que imagino que debe cambiar en nuestra relación. Son más de las 10:00 pm y no he tenido noticias de él. ¿Debería llamarlo? ¿Estará con ella? Miro fijamente el teléfono dudando si llamarlo o no. Él me dijo que lo haría. Debo confiar en él.

Miro fijamente el teléfono que me llama desde la mesita de noche. Necesito escuchar su voz. Me estiro rápidamente y cojo el teléfono. Respiro antes de marcar su número. Pero después de varios tonos me sale el buzón de voz y cuelgo.

Después de varios intentos en que sucede lo mismo, me lleno de valor y cuando me tira al buzón de voz le dejo un mensaje.

—Hola Alex, solo llamo para saber como estás. Por la forma en que te marchaste imagino que sucedió algo importante. Espero que todo esté bien. Te extraño. Ya voy a dormir. ¿Nos vemos mañana? Avísame de los planes. —y eso es todo.

Dejo el teléfono nuevamente en la mesita de noche y me acuesto a dormir.

A la mañana siguiente, mi humor no ha mejorado. No he tenido noticias de Alex en toda la noche y eso me preocupa. Entro a la oficina y Beth me recibe con una enorme sonrisa.

—Veo que tuviste una buena noche. —le digo al ver que está muy feliz.

—No tienes ni idea. ¿Qué tal te fue con tus planes? Estabas muy animada ayer durante el almuerzo.

—Los planes quedaron frustrados por una llamada telefónica. —le contesto molesta.

—¿Qué sucedió?

—No lo sé, solo sé que alguien lo llamó y el salió corriendo rápidamente.

—¿Sabes quién lo llamó? —me pregunta y por un momento no sé si contárselo.

—No debería saberlo, pero lo sé. —hago una pausa mientras la miro. — Laura.

—¿Laura? ¿Y que tiene el que ver con Laura?

—Se conocen, pero no sé de dónde, ni qué relación tienen entre ellos.

Y eso es algo que comienza a inquietarme. Me despido de Beth y me encamino hasta mi oficina. Toco a la puerta de Laura para darle su café, pero no obtengo respuesta del otro lado. Abro la puerta y echo un vistazo. Laura no está. Que extraño. Y mucho más extraño es que ella no me haya informado que no venía hoy. Mi teléfono comienza a sonar y lo busco corriendo. Pero al mirar la pantalla me llevo una decepción. No es Alex. Es mi jefa.

—Buenos días Laura.

—Hola Lia, necesito que pospongas todo lo que tengo en esta semana.

—¿Sucedió algo? —es la primera vez que Laura pospone algo y más durante tanto tiempo.

—Una situación familiar.

—Si necesitas que haga algo por ti, aquí me tienes.

—En realidad si, necesito que hagas algo por mí.

Escucho atenta todo lo que Laura me pide y al mediodía me encuentro saliendo del ascensor en un piso del Hospital Presbiteriano de New York. Me acerco hacia el puesto de información a pedir indicaciones.

—Buenas tardes, la habitación de Amelie O'Connor.

—Cuarta habitación a la derecha. —me dice con una sonrisa.

Camino hacia allí y me encuentro a Laura sentada afuera de la habitación con la cabeza entre las manos. Me siento a su lado y coloco la mano en su hombro. Laura levanta la cabeza y me da una leve sonrisa que no llega a sus ojos.

—Gracias por venir Lia. ¿Trajiste los documentos que te pedí?

—Sí, aquí están. —le doy los papeles que ella me pidió para firmar.

—¿Como se encuentra su madre? —le pregunto.

—Está bien, solo ha sido una falsa alarma, pero los médicos quieren dejarla aquí unos días bajo vigilancia.

Observo bien su rostro mientras firma los papeles. Al parecer no ha dormido nada. Luce exhausta y agotada. Termina de firmar los papeles y me los entrega.

—Gracias por venir Lia.

—No hay de qué. ¿Quiere que la ayude en algo? Creo que le vendría bien descansar un par de horas. —le digo ofreciéndome a hacerle compañía a su madre mientras ella descansa un rato.

—Gracias Lia, ya alguien me está haciendo compañía.

—Disculpa por demorarme, fui por algo de almorzar para ti.

Cierro los ojos. No puede ser. No puede ser. Díganme que estoy soñando, o que me lo estoy imaginando. Díganme que no es verdad. Me giro lentamente hacia donde proviene esa voz.

—¡Lia! ¿Qué haces aquí? —está asombrado de verme aquí. No me esperaba.

Y les puedo asegurar que yo tampoco me lo esperaba a él. Por un momento, quise creer que no había nada entre ellos, que me lo estaba imaginando todo. Pero ahí esta Alex. Parado frente a mi con una bolsa con comida para Laura. Alex no reacciona, me mira estupefacto.

—Será mejor que regrese, debo preparar todo para la entrevista de mañana. —me despido de Laura sin apenas sonreír.

Paso por el lado de Alex sin mirarlo. Juro que, si me dirige la palabra en este instante, voy a hacer mucho más que golpearlo en sus partes bajas. Hace el intento por hablar pero lo corto antes de que comience.

—Ni se te ocurra volverme a llamar. —le susurro furiosa mientras echo a caminar por el pasillo.

—¡Lia! ¡Déjame explicarte! —me dice tirando de mi mano y haciendo que me gire hacia él.

—Ya he escuchado esa frase millones de veces. No gracias. Ayer todo quedó muy claro cuando ella te llamó y saliste corriendo.

—No lo entiendes. —vaya ni siquiera lo negó.

—¿Qué es lo que hay que entender? Todo ha estado muy claro desde el principio. ¡Soy una estúpida! —me deshago del agarre de su mano y camino a paso veloz rumbo al ascensor.

—¡Lia! —grita detrás de mi ignorando que estamos en un hospital.

Lo ignoro mientras continúo caminando. Llego al ascensor y presiono insistentemente el botón de llamada como si así este fuera a responder más rápido.

—Debes escucharme. ¡No es lo que te imaginas! Hay muchas cosas que debo contarte sobre mi que desconoces. —las puertas del ascensor se abren y entro.

Alex intenta seguirme.

—¡No! —le grito y se detiene abruptamente como si hubiese sido golpeado por mi grito. —Esto se terminó. No me sigas, no me llames. Ve a contarle tu historia a otra.

Las puertas se cierran y con ella lo hace también mi corazón que comienza a encogerse lentamente de dolor. Intento contener las lágrimas, pero es imposible. No cuando hace apenas doce horas que le he confesado mis sentimientos.

Camino rumbo a mi auto. A pesar que le dije que no me siguiera, no sé porque tenía la esperanza de que lo hiciera. Pero no lo hace. Es la primera vez que quiero que alguien ignore mis palabras. Pero el no lo hace. Y eso solo hace que todo empeore. Eso solo me confirma lo que desde hace un tiempo me imaginaba. Entre Laura y Alex hay algo. Y va mucho más allá de una amistad, como él me había hecho creer. Saco el teléfono del bolso, pero ni siquiera me llama.

¿No es la típica reacción que esperas de alguien que supuestamente está enamorado de ti?

Si el me quisiera, hubiese ignorado mis palabras, me hubiese perseguido, me estaría llenando de llamadas y mensajes de voz el teléfono. Aun sabiendo que es posible que yo los ignore. Pero el hecho de que el no haga nada, solo hace que me sienta peor.

El resto del día en el trabajo, es una mierda. No puedo concentrarme en nada. Solo puedo pensar en una cosa. Alex y Laura. Laura y Alex. No sé como voy a sacarlo de mi mente.

Para las 2:00 pm, reviso nuevamente mi teléfono con la esperanza de que se me haya apagado y me haya perdido sus mensajes y llamadas. Pero no. Tiene 89% de carga y cero llamadas y mensajes de Alex.

Es la hora de marcharme y aún no he tenido noticias de él. Esto es absurdo. Doy un portazo a mi auto mientras recuesto la cabeza contra el volante. ¿Por qué se me ocurrió decirle que no me llamara o me siguiera? ¡Estúpida! ¡Estúpida! ¡Estúpida! Me digo mientras golpeo furiosa el volante. Arranco el auto y salgo al tráfico mientras una leve llovizna comienza a caer. La lluvia refleja exactamente como me siento. Sé que a veces puedo ser muy obstinada y que no escucho cuando debo hacerlo. Me detengo en un semáforo mientras la lluvia aumenta en intensidad. ¿Acaso debí haberlo escuchado?

Un auto suena el claxon detrás de mí. El semáforo ha cambiado la luz y yo aún no me he movido. Salgo del semáforo y cambio de dirección. Ya no voy hacia mi apartamento, voy en dirección opuesta. Necesito respuestas para todas las interrogantes que se agolpan en mi mente, y sé exactamente dónde voy a encontrarlas.

________________________________________________________________________________

Espero les guste este capítulo. ¿Que creen que haga Lia?
Déjenme sus comentarios y no olviden dejar su voto.
Xoxo
🐦⭐

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro