Capítulo 31
La clase ha estado bastante interesante. He descargado mi ansiedad con el saco de boxeo y ahora mientras mi respiración se acompasa y el sudor cae por mi frente, me siento mucho mejor. Observo a Alex al otro lado de la clase conversando con un chico que empezó nuevo y al cual le está dando algunos consejos.
—Bueno, ¿y que tal te fue con el profesor?—repentinamente me veo rodeada por las chicas de la clase.
Todas me miran con enorme curiosidad en sus rostros, ansiosas por saber hasta dónde llegamos o si llegamos a algo.
—Vamos Lia, debes contarnos algo.
—Sí. Mucho más ahora que sabemos más acerca de él.
—¿Vieron la revista?—inquiero con curiosidad.
—Desde luego que sí. Somos privilegiadas por estar en su clase. Así que cuenta.
Las miro a todas alternadamente y después hacia Alex que aún sigue conversando. Dejo escapar un suspiro mientras me dirijo hacia el banco donde tengo mi bolsa y me siento con ellas a mi alrededor.
—¿Que quieren saber? —les pregunto mientras comienzo a sacarme una de las vendas.
—¿Qué tan duro folla? —la miro boquiabierta ante su pregunta.
—No seas tan directa—la reprende otra—. Dinos que te lo follaste. —todas nos echamos a reír, yo incluida.
Cuando dejo de reírme las miro a todas sin hablar, alargando la espera.
—Lo hice. —respondo recordando la noche anterior.
—¡Te lo follaste! —exclama impactada una de ellas.
—Para saciar su curiosidad—digo en voz baja haciendo que todas se acerquen a mi—. Esto no lo sacarán de ninguna revista y espero que no salga de aquí—las miro a todas seriamente—. Folla como toda una fiera salvaje. Pero creo que he logrado domarlo. —lo miro y el me devuelve la mirada entrecerrando los ojos.
—¡Dios!
—¡Que envidia!
—¿Entonces están juntos? —no creo que deba responder a esta pregunta. Alex aún no ha confirmado nada a la prensa.
—No sé lo que hay. Por el momento, solo voy a disfrutar de lo que sea, mientras dure.
—Así se habla. —en ese instante somos interrumpidas por Alex.
—Chicas, me pueden devolver a mi novia.
Y así con esas palabras, las ha dejado boquiabiertas. Pongo los ojos en blanco, mientras termino de sacarme la venda y las coloco ambas en la bolsa. Me pongo de pie y entrelazo mi mano con la suya.
—Ahí tienen la respuesta que buscaban—les respondo con una sonrisa mientras abandonamos la clase dejando a un grupo de mujeres alborotadas—. Las has dejado boquiabiertas y suspirando por ti.
—Siempre van a haber mujeres suspirando por mi dónde quiera que vaya, y eso no va a cambiar en el futuro próximo.
—Creo que a partir de ahora se pondrá aún peor, ¿cierto?
—Pero hay algo que si va a cambiar. —me dice lanzándome una sonrisa radiante.
Salimos afuera y los flashes me dejan ciega por un momento. Cuando llegamos, no había tantos paparazzi aquí apostados.
—¿Me vas a contar? —le pregunto ignorando a los periodistas y fotógrafos que nos rodean mientras caminamos hacia el auto.
—Acaso no lo sabes ya—se detiene junto al auto y se gira hacia mi—. Nunca las voy a mirar a ellas como te miro a ti—acerca sus labios a los míos—. A ti te amo y te deseo y eso pienso demostrártelo a cada oportunidad que tenga. — susurra contra ellos antes de comenzar a devorarlos.
Y en cuanto sus labios tocan los míos, me olvido de todo a mi alrededor. Le devuelvo el beso sin acordarme de donde estamos exactamente. Enredo mis manos en su cuello y me dejo llevar por lo que siento por este hombre. Gimo contra sus labios mientras el me presiona contra su cuerpo.
Cuando sus labios dejan los míos, nos miramos a los ojos. Alex me sonríe y yo cautivada por su sonrisa se la devuelvo.
—Ya les dimos de que hablar para bastante tiempo a los periodistas—abre la puerta del auto. —Vámonos que tengo ciertos planes para esta noche y no los involucra a ellos.
Entro en el auto y el cierra la puerta a toda velocidad antes de darle la vuelta y salir rápidamente de allí, dejando a todos detrás aun tirando fotos de nuestra huida. Y entonces me percato de lo que acaba de hacer Alex.
—Me has besado frente a todos. —aún estoy impactada y con la respiración acelerada por su asalto arrebatador y sorpresivo.
—¿Algún problema con eso? —pregunta mientras se detiene en un semáforo y frota una mano por encima de mi rodilla.
Mmm, el cosquilleo sube por todo mi cuerpo y se arremolina en mi bajo vientre creando una deliciosa expectativa. Me quedo mirando el movimiento de su mano en mi pierna. Levanto la mirada y lo sorprendo mirándome fijamente.
—Yo no tengo ninguno. Pero ahora los paparazzi y periodistas se van a volver locos. Ya deben estar investigando quien es la mujer que te ha hecho perder el sentido. —Alex se ríe a carcajadas antes de apartar por un momento la mano de mi pierna cuando la luz cambia a verde.
—Eso los mantendrá entretenidos unas horas—vuelve a colocar la mano en mi pierna y me mira brevemente mientras la mueve hacia arriba—, pero debo conseguirme un agente cuanto antes para que se encargue de todo esto.
No creo que sea el momento para comentarle de la propuesta que me ha hecho Laura. Mejor espero a la cena y se lo comento cuando no esté conduciendo.
Su mano no deja mi muslo y eso solo hace que mi respiración se mantenga acelerada. Dios, tengo mucho calor.
—¡Calor! —lo miro fijamente y el solamente sonríe con los ojos en la carretera—Sé lo que provocan en ti mis caricias.
—Entonces me estás torturando.
—Estoy preparando el terreno—sube más la mano y la deja en mi sexo.
Se me escapa un gemido mientras mi sexo palpita deseoso por sus atenciones. Pero solo la deja ahí.
—Exactamente para que estás preparando el terreno.—inquiero exasperada por su mano quieta en mi sexo.
—Para tomarte en cuanto entremos a mi apartamento.
—Hum, no creo que necesites preparar mucho el terreno para eso. Sabes que siempre estoy lista para ti. Mucho más después de verte entrenar.
—Lo sé, pero no creo que estés muy lista para lo que tengo en mente.
—¿Algún otro récord que quieras romper hoy?
Y no responde. Solamente me brinda esa sonrisa enigmática que oculta muchos secretos. No va a contarme nada más y tampoco va a mover su mano ni siquiera un milímetro. Intento moverme para buscar un roce, pero el me sujeta firmemente para que no lo haga.
—La anticipación de lo que viene es mucho mejor.
—Si solo supiera lo que viene, podría anticiparme mejor.
Él sonríe mientras llegamos al apartamento y aparca en el garaje subterráneo. Cuando apaga el auto se gira hacia mi mientras se muerde el labio inferior, pensativo. Aparta su mano de mi cuerpo y baja del auto sin decir palabra. Abro mi puerta y el rápidamente me coge de la mano cuando salgo.
Mientras el ascensor nos transporta hasta su apartamento, Alex, no dice palabra alguna. Lo miro de reojo mientras él mira fijamente los números del ascensor que van cambiando. Enredo mi brazo en su cintura y me abrazo a él. Alex me devuelve el abrazo. Y puedo sentir su corazón latir desbocado en su pecho.
Alex, está nervioso y eso no es algo que vea con frecuencia.
Cuando las puertas se abren en su apartamento tira de mi y se detiene en el recibidor. Me aparta de su cuerpo y me mira a los ojos.
—¿Por qué estás nervioso? —inquiero mientras el me mira sorprendido.
—¿Tanto se nota?
—Es más que evidente.
—Esta noche cenaremos en casa de mi madre ha organizado una cena familiar y ha insistido en que asistas. No sé qué será esta vez, pero siempre que organiza este tipo de cenas, es para anunciar algo importante.
—¿Y estás nervioso por eso?
—En realidad, estoy nervioso por otro motivo.
—Y es.—me mira fijamente, valorando mi reacción.
—He hecho algunos cambios en el apartamento, más bien en la habitación de invitados.
—¿Qué tipo de cambios? —le pregunto entrecerrando los ojos y mirando en dirección al corredor.
—Ya los verás cuando regresemos, ahora vamos a bañarnos y alistarnos. Mi madre se pondrá molesta si llegamos tarde.
Alex me abraza por detrás mientras besa mi cuello y me conduce rumbo a su habitación. Cuando pasamos frente a la habitación de invitados no puedo evitar el mirar hacia allí. ¿Qué cambios son los que ha hecho?
—Pensé que querías tomarme en cuanto entráramos al apartamento.—lo tiento mientras sus manos acarician mi cuerpo por encima de la ropa, nada más.
—Lo dije antes de recordar la cena—me gira entre sus brazos—. Te propongo algo—lo miro expectante—. Quieres que te tome ahora, rápido, sin preliminares o prefieres que te seduzca y te tome más tarde, duro y durante varias horas hasta hacerte perder el sentido.
—Las dos. —respondo mientras Alex me mira sonriente alzando la ceja partida.
—Veamos como te hago decidirte por una de las opciones.—me desnuda y me empuja dentro del baño.
Abre la ducha, me meto debajo del agua caliente y lo observo desnudarse rápidamente sin apartar sus ojos de mi cuerpo.
Y en cuanto sus jeans y bóxers caen al suelo, puedo ver su erección lista para mí. No puedo apartar la mirada de su erección, solo puedo relamerme los labios ansiosa por probarlo una vez más. Alex entra en la ducha ignorando sus deseos más que evidentes y haciendo que aparte mi mirada de su erección y la dirija hacia sus ojos que me miran con picardía.
—Si te tomo ahora—se pega a mi cuerpo y me acorrala contra la fría pared de azulejos—, no te mostraré la habitación—su erección roza mi vientre y yo me estremezco ansiosa por que me tome—. Si lo dejamos para después, te dejaré tomarme como desees y donde desees. —dice sugerentemente en mi oído mientras se restriega contra mí.
Es una decisión algo difícil. Las dos opciones son tentadoras. Su erección rozando mi vientre hace que no pueda pensar coherentemente. Pero, por otra parte, quiero tomarlo como yo quiera y donde yo quiera. Además, que muero por saber que hizo en la otra habitación.
—Si elijo la opción dos, ¿qué haremos con esto? —pregunto mientras meto la mano entre los dos y acaricio su erección haciendo que a Alex se le escape un jadeo.
—Ignorarla.
—Elijo la opción dos—le digo firmemente mientras me pierdo en su mirada—. Pero no pienso ignorar esto. —respondo mientras lo acaricio lentamente.
—¡Lia! Ya hemos hablado de esto.
—Creo que va siendo momento de cambiar los papeles. Solo siénteme. —lo empujo fuera de la cascada de agua y me agacho frente a él.
—¡Lia! —alzo la mirada hacia él. Puedo ver cientos de emociones pasar por su rostro, entre ellas dolor.
Tiene miedo de dañarme.
—No me harás daño, solo debes repetírtelo a ti mismo. Solo debes recordar que me amas.
—Te amo. —me responde suavizando los gestos de su rostro torturado.
Y no lo dejo pensar nada más. Acerco mi boca a su miembro y deslizo la lengua por este mientras lo sostengo por la base. Alex jadea. Repito el movimiento varias veces ganándome una serie de jadeos y gemidos de placer de su parte. Y cuando siento el líquido preseminal brotar de la punta, lo introduzco en mi boca lentamente.
—¡Dios! ¡Esa boca!
Sonrío sintiéndome poderosa.
Deslizo la lengua trazando círculos por toda su extensión cuando lo voy sacando y lo vuelvo a introducir ganándome un gemido de su parte. Con la mano libre me sostengo de la parte posterior de sus fuertes piernas y chupo y gimo. Me deleito en la deliciosa sensación que provoca en mi. Gimo nuevamente mientras siento una de sus manos enredarse en mi cabello mojado. Su miembro se endurece más a cada instante y eso sumado a sus gemidos y el agarre en mi cabello, solo indica una cosa. Estoy haciendo un buen trabajo y Alex está cerca.
Retiro la mano de la base de su pene y me sostengo ahora de sus dos piernas mientras lo introduzco hasta el fondo.
—¡Joder! ¡No te detengas! —exclama mientras su otra mano se aferra también a mi cabeza y ahora comienza a seguir mis movimientos—. ¡Estoy cerca!
Y yo también.
Gimo mientras mis paredes vaginales se contraen. Esta es la primera vez que me sucede esto. Los gemidos continúan escapando de Alex y los míos mueren en su miembro que ahora entra y sale de mi boca a un ritmo constante. Suelto un gemido largo mientras siento mi sexo palpitando ante el orgasmo que está comenzando. Me concentro en las palpitaciones de mi sexo y le cedo todo el control a Alex, que continúa embistiendo mi boca, siguiendo el mismo ritmo que yo había marcado.
—¡Te amo, te amo, te amo! —grita en éxtasis mientras siento su semilla en mi garganta.
Trago todo lo que me ofrece mientras el agarre en mi cabello comienza a ceder al igual que sus movimientos. Sale de mi boca y se deja caer al suelo mientras me arrastra consigo sentándome en su regazo.
—Eso ha sido, malditamente asombroso—me dice mientras riega besos por todo mi rostro—. ¿Estás bien? —me pregunta mirándome fijamente y acariciando mi rostro con ambas manos.
Lo miro fijamente y acaricio su rostro también. Le doy un beso y le sonrío.
—Estoy más que bien. Creo que debemos añadir un tipo de orgasmo a tu lista.
—No me digas que te has venido mientras te follaba la boca. —yo solo le sonrío mientras me recuesto a su pecho.
—No creí que eso fuera posible.
—Encajarías muy bien en un mundo completamente diferente, si solo fueras una sumisa.
Me aparto de él y lo miro entrecerrando los ojos.
—¿De qué hablas?
—Olvídalo, es cosa del pasado.
—No lo voy a olvidar, más tarde me contarás. Quiero saberlo todo de ti.
—De acuerdo, más tarde te contaré. Ahora vamos a bañarnos y alistarnos, ya mi hermana debe estar tirándose de los pelos porque vamos tarde.
Me río a carcajadas mientras me pongo de pie y comenzamos a bañarnos.
___________________________________________
Espero les guste este capítulo.
¿Que creen que hizo Alex en la habitación de invitados?
Déjenme sus comentarios y no olviden dejar su voto.
Xoxo
🐦⭐
Este capitulo está dedicado a azda_0308 MariFeFer21
Gracias por su apoyo y por sus comentarios🥰
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro