Capítulo 22
-¿Un dildo? -pregunto mientras saco el curioso objeto de silicona roja del estuche.
-¿Esperabas algo más?
-Bueno, conociéndote, imaginé que sería algo más sofisticado.
Está hecho de una silicona sumamente suave al tacto. Y está fabricado con mucho nivel de detalle. Enredo mi mano en su circunferencia y la deslizo por su extensión mientras aprieto levemente. Se siente muy real. Extremadamente real. Y sé que este tipo de juguetes son fabricados por pedidos exclusivos para sus clientes más excéntricos.
-Debe haber costado bastante. -le digo en un susurro.
-Cualquier cosa por tu placer. Además, no te he contado la mejor parte de ese ejemplar que tienes en tus manos.
-Pues ilústrame, me muero de la curiosidad.
-Esa es una de las cosas que me gusta de ti Lia, tu avidez de conocimiento.
-Sabes que, en cuanto a sexo, siempre estoy abierta a nuevas sugerencias. Valga el juego de palabras. -respondo con una sonrisa.
-Pues resumiendo las características del objeto en tus manos, este tiene sabor. Pedí específicamente que lo hicieran así. Deberías probarlo a ver si es cierto. -me sugiere seductoramente.
Ya sabía yo que era un modelo hecho a pedido. Lo sostengo en mi mano y lo miro fijamente antes de acercarlo a mi boca y deslizar la lengua por él. Y tiene un delicioso sabor a Tutty fruty. El sabor hace que quiera devorarlo una y otra vez sin parar.
-Está delicioso. -le confirmo mientras deslizo la lengua inconscientemente por mis labios como si el sabor aún estuviese en ellos.
-Otra cosa más que debes saber y creo que la más importante. -me dice haciendo una pausa mientras yo escucho atentamente. -Tienes en tus manos una réplica exacta de mi pene.
-¡Que! -exclamo asombrada mientras me quedo mirando fijamente el dildo de color rojo entre mis manos.
Lo giro hacia los lados y lo examino detenidamente buscando similitudes con el miembro de Alex. Aunque nunca me he detenido a detallarlo tan metódicamente, así que no sé decir si es cierto hasta que no los tenga a los dos delante.
¿Quiero saber como es posible?
No, no lo creo. Pero me lo puedo imaginar.
-Así que, al menos, aunque no sea real, me sentirás entre tus piernas esta noche.
Esto solo hace que el calor suba por todo mi cuerpo. Si antes estaba mojada, ahora aún más. Y en lo único que puedo pensar es en probarlo y sentirlo en mi interior.
-Y si solo quiero sentirte en mi boca. -le respondo atrevidamente mientras vuelvo a saborear mi nuevo juguete y creo que mi nueva adicción.
-Quisiera estar ahí en estos momentos, para poder verte mientras le das uso a tu nuevo juguete.
-Puedo encender la cámara. -le sugiero seductoramente.
Cuando estoy con Alex me vuelvo atrevida. Ya me he percatado de eso. No sé de dónde sale. Pero el hace que mi lado salvaje aflore y me encanta lo que me hace sentir en esos momentos. Me hace sentir poderosa y que soy capaz de hacer y lograr cualquier cosa.
-Hoy no. Hoy quiero escucharte gemir y quiero que me cuentes todo lo que estás haciendo.
Esta es una fantasía que jamás se me hubiese ocurrido proponerle a Alex. Sin embargo, aquí estamos. Estoy desnuda, con un dildo saborizado en mis manos de dimensiones algo familiares y sin bragas.
-¿Puedo poner música de fondo? -espero que diga que si porque estoy algo nerviosa.
-Si hace que te relajes, puedes hacerlo.
Incluso desde su apartamento, sin verme, él sabe cómo me siento.
-Aunque si me dejas, tengo la canción perfecta para este momento.
-De acuerdo. -acepto porque su elección de música siempre ha sido perfecta para cada ocasión.
Y entonces un instrumental con violines comienza a sonar de fondo. Creo reconocer esa música, pero no logro ubicarla.
-Ahora quiero comiences frotando el dildo, lentamente por tu clítoris y háblame de lo que estás haciendo.
Eso pensaba hacerlo de todas formas.
Apoyo los pies en la cama y abro las piernas mientras dirijo el dildo hacia mi clítoris. Y suavemente froto la punta sobre él. La sensación es exquisitamente placentera y se me escapa un gemido en el momento justo que comienza la letra de la canción.
-Me encanta escucharte gemir de placer Lia. Y eso solo hace que me ponga más duro de lo que ya estoy. -dice con voz ronca.
-Puedo sentir lo duro que estás mientras te sostengo y te froto contra mí. -le respondo mientras una oleada de placer comienza a aumentar de intensidad en mi interior.
Continúo frotando su miembro de silicona contra mi clítoris. Y creo escuchar que Alex deja escapar un gemido de placer del otro lado de la línea.
-¿Dime cómo se siente? -su voz es de puro deseo.
-Mmm. -apenas puedo articular palabra mientras el placer que estoy sintiendo comienza a nublar mis sentidos.
La humedad entre mis piernas aumenta a cada instante más. Lo deslizo entre mis pliegues y contengo un gemido cuando introduzco la punta en mi interior. Y este movimiento coincide exactamente con el momento cúspide de la canción. Es como si estuviese perfectamente sincronizado todo.
-¡Lia! ¡Háblame!
-Te sientes tan bien mientras entras en mí, poco a poco. -y lentamente lo introduzco un poco más.
Mis paredes lo aprisionan mientras comienzo a deslizarlo hacia afuera.
-Te gusta así, lentamente.
Continúo deslizándolo dentro y fuera, muy lento, asimilando todas las sensaciones que provoca en mí.
-Me gusta así. -le respondo en un gemido.
Y esto es algo que me gustaría experimentar con él. Nunca Alex me ha tomado lentamente. Nunca me ha hecho el amor en todo el sentido de la palabra. Sé que a ambos nos gusta el sexo salvaje y posesivo, que nos gusta duro. Pero no me molestaría que me tomara así lentamente.
Continúo moviendo el dildo dentro y fuera mientras cierro los ojos y me imagino a Alex moviéndose así de lento sobre mí. Y mientras la imagen de su sonrisa llega a mi mente, el placer aumenta en mi interior. Mis paredes se contraen y aprietan a su alrededor. Dejo escapar un gemido de puro placer. Mi respiración se ha acelerado y entreabro los labios para respirar mejor.
-No dejes de hablar. Cuéntame que sucede en tu cuerpo.
-Mis paredes se contraen a tu alrededor mientras tu miembro caliente palpita en mi interior. -le digo con voz ronca de puro deseo.
-¿Sientes lo duro que estoy? Estoy así por ti, porque te deseo.
-¡Alex! -dejo escapar su nombre en un jadeo.
Abro los ojos, y por un momento imagino que no estoy en mi apartamento. Estoy en su cama mientras así de lento él me hace el amor dulcemente. No es pasión salvaje a como estoy acostumbrada, es lenta y sensual. Y me gusta.
-¡No te detengas! -le grito mientras continúo con mis movimientos.
Lo introduzco hasta el fondo y este golpea el punto más sensible de mi vagina, ese que me hace gritar de placer y que solo Alex, además de mí, sabe dónde encontrarlo. Y una vez más coincide con el momento del coro de la canción.
Esto es demasiada coincidencia. Y sé que es imposible que Alex esté manipulando los tiempos de la canción. Pero es que es demasiado perfecta para hacer el amor.
-¿Se siente bien? -me pregunta mientras yo continúo ahora algo más rápido los movimientos.
-Celestial. -le digo en un gemido. -¡No te detengas!
Los movimientos se vuelven más rápidos a medida que mis paredes se aprietan más a su alrededor.
-No pienso hacerlo, nena. Solo quiero llenarte completamente. Y quedarme dentro de ti hasta que tu sexo deje de latir por mí.
Y no puedo hablar más mientras todo se mezcla en mí cabeza. La intensidad de mis movimientos que hace que mis paredes se aprieten aun más. Los gemidos de Alex del otro lado de la línea que aumentan las sensaciones en mi cuerpo. Y el tempo de la canción, eso es la cúspide. Es el colofón. Es todo lo que necesito para que mi cuerpo se amolde al suyo y comience a temblar de placer.
-Siénteme Lia. -Alex jadea y gime.
-Te siento. -le digo en un gemido ahogado de placer mientras me muerdo el labio inferior.
La canción aumenta en intensidad al igual que los movimientos de mi mano.
-Siénteme como te lleno completamente.
Su voz es todo lo que necesito. Y con el grito del cantante, grito yo también y me dejo ir en un intenso orgasmo que arrasa con todos mis sentidos.
Apenas pasan unos segundos en que mi cuerpo comienza a dejar de temblar. Y solo entonces mi mente se aclara e interiorizo la canción que estoy escuchando. Y mientras termino de escuchar el final de la canción, puedo concentrarme bien y la reconozco, es una de mis canciones favoritas. No creo que Alex lo sepa, y si es así, no creo que sepa por qué lo es.
Hace mucho tiempo que no escuchaba esta canción y hacerlo precisamente para tener sexo, no estaba en mis planes para ella.
-Esto ha sido divertido. -me dice Alex del otro lado de la línea llamando mi atención. -Espero que te hayas divertido con tu nuevo juguete.
-Lo hice, gracias por el regalo.
-Solo espero que no lo uses sin mí.
-No lo haré. -le confirmo.
No creo que necesite usarlo mientras lo tenga a él.
-Buenas noches nena, nos vemos mañana en la cena. -me dice a modo de despedida.
-Nos vemos mañana. -me despido mientras él cuelga.
Y me quedo allí en mi cama mirando el techo. Llevo las manos a mi pecho. Aún mi corazón no se ha tranquilizado. Late desenfrenadamente. Y la letra y la música aún está metida en mi cabeza. Nunca me imaginé haciendo esto con nadie. Mucho menos con una de mis canciones preferidas. Y entonces la letra de I Don't Want to Miss a Thing de Aerosmith llega poco a poco a mi mente.
Solo entonces la interiorizo. No sé si Alex lo ha hecho a propósito. O si quiso decir algo con esa canción. Pero para mí, esa canción ha sido una declaración de amor. Solo espero que sea verdad y que Alex confirme que no estoy en un error.
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Espero les guste este capítulo. ¿Que creen de los sentimientos de Alex?
Déjenme sus comentarios y no olviden dejar su voto.
Xoxo
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