Capítulo 21
-Entonces, ¿soy una bestia en la cama? -me pregunta mientras caminamos hacia la puerta de mi apartamento.
-No solo en la cama, también fuera de ella. En especial fuera de ella. -le respondo con una sonrisa.
-¿Y te gusta mi culo?
-Creo que ese punto ha quedado claro hoy. -le sonrío mientras nos detenemos frente a mi puerta.
-Sabes que mi culo te pertenece y puedes tocarlo, morderlo o hacer con él lo que desees. -me susurra seductoramente. -Pero no lo hagas nuevamente en la clase.
-Eso solo fue para dejar claro a quien le perteneces. -le respondo con una sonrisa.
-Olvidé mencionarte que este sábado es la gala de beneficencia que organiza mi madre. Me gustaría que me acompañarás.
-Será todo un placer.
-Por el contrario, el placer será mío al llevar a la mujer más hermosa de mi brazo.
-¿Qué debería llevar?
-Tengo el vestido perfecto para ti en mi apartamento. -es algo extraño que no insista en que me quede con él.
-Tendría que probármelo a ver como me queda. ¿Me recoges el sábado en la mañana? -estoy probando fuerza aquí.
Alex me mira entrecerrando los ojos. serían dos días sin estar juntos. Pero debe entender que yo necesito también mi espacio personal y a veces una mujer necesita tener algo de tiempo para ella.
-¿Podemos cenar mañana? -creo que el no aguantará tanto tiempo lejos de mí. Y sinceramente, creo que yo tampoco. Así que debo ceder un poco.
-Podemos ordenar unas pizzas y abrir una botella de vino. -le sugiero mientras el se acerca a mí y me acorrala contra la pared.
Coloca una pierna entre las mías, abriéndomelas y presionando contra mi sexo su rodilla. Dejo escapar un gemido y me muerdo el labio inferior. Aparta su rodilla, desliza sus manos hacia mi cintura y presiona su cuerpo contra el mío.
-Te perderás todo esto esta noche. -me dice mientras tira de mis nalgas y presiona mi cuerpo contra el suyo dejándome sentir su erección. -¿Estás segura de que no quieres sentir esto enterrado en ti?
No puedo responderle. No estoy segura de nada cuando el me toca, o cuando me habla en ese tono seductor que me vuelve loca. Así que como he perdido toda conexión con mi cerebro, solo me queda asentir como una idiota.
-Eso quiere decir que mis planes para tu boca quedan pospuestos. -me sonríe mientras desliza un dedo por mis labios. -Nos vemos mañana en la cena. No te preocupes, yo me haré cargo de todo, tu solo asegúrate de estar presente y verte hermosa. -me responde antes de robarme un beso y desaparecer por el pasillo.
Me quedo allí un rato procesando lo que acaba de suceder. Y aún no entiendo nada. Se lo ha tomado muy bien. Entro al apartamento aún con piernas temblorosas y me encuentro a Beth sentada en el sofá con una copa de vino en la mano.
-¿Cuánto tiempo llevas ahí? -inquiero entrecerrando los ojos.
-No mucho. -responde perdida en sus pensamientos. -Pero el suficiente para escuchar algo sobre una cena y una proposición indecente.
No puedo creer que ella haya escuchado eso. De repente puedo sentir mis mejillas arder y rápidamente me siento en el sofá a su lado, suelto la bolsa del gimnasio en el suelo a mi lado, e intentando que ella no se percate de mi leve rubor.
-Entonces, ¿estabas escuchando a escondidas?
-Solo fue una coincidencia, no sabía que regresabas al apartamento, pensé que te quedarías allá nuevamente. ¿Vino? -me pregunta mientras yo asiento y ella se levanta del sofá rumbo a la cocina.
-Créeme, Alex insistió en que me quedara y ganas no me faltaron. -Beth regresa, se sienta a mi lado y me ofrece una copa de vino.
-¿Y qué sucedió?
-No lo sé Beth. Es que siento que nuestra relación va demasiado deprisa y no quiero verme abrumada por la intensidad de mis sentimientos por Alex.
-¿Ya se lo explicaste a él?
-No con esas palabras exactas, pero sí. Y me preocupa que se lo esté tomando con tanta calma.
-¿A qué te refieres?
Le doy un sorbo a mi vino antes de continuar hablando.
-Alex es muy intenso, y no es un hombre que acepte un no por respuesta.
-Es una persona dominante.
-No lo categorizaría como tal. Más bien es alguien se ha acostumbrado a llevar el control durante demasiado tiempo. Y ahora que se encuentra en esta situación, no sabe qué hacer.
-¿No han visto a ningún especialista?
-Estamos viendo uno que esperamos que lo ayude a solucionar sus problemas.
-Espero que pueda ayudarlos y que logres ser feliz con el Lia, te lo mereces.
-Gracias. -dejo la copa a un lado y abrazo a Beth. -Eres una buena amiga, la mejor que he tenido. -sin poderlo evitar un sollozo se me escapa.
-¿Estás llorando?
-No. Estoy un poco sentimental. -me separo de ella y me limpio las lágrimas. -¿Ordenamos Pizza? -le pregunto mientras voy por el teléfono.
-Sí, no tengo ganas de cocinar hoy. Entonces, mañana Alex viene a cenar.
-Sí. Le puedes pedir a Liam que venga, así lo hacemos los cuatro juntos.
-Lo haré. ¿A las 8:00pm? -me pregunta mientras yo asiento con la cabeza.
-Sí. Voy a ordenar las pizzas y a darme un baño. -le respondo mientras recojo la bolsa y me dirijo con el teléfono hacia mi habitación.
En cuanto estoy desnuda, en el pequeño baño compartido, extraño las comodidades del apartamento que compartía con Alex. No hay nada que desearía más en estos momentos que un relajante baño en una tina. Pero no pienso renunciar a mis convicciones por un baño más espacioso. Así que me baño rápidamente y me siento en la sala con Beth. Unos minutos más tarde, estamos devorando las pizzas y riendo a todo pulmón con la serie Friends.
Mas tarde esa noche estoy acostada en mi cama revisando los mensajes que me ha dejado Alex. Y sin poderlo evitar comienzo a reírme sola mientras leo.
-"Estás segura que no quieres venir conmigo, la tina está deliciosa." -imagino que debe ser así.
Le respondo su primer mensaje y paso al próximo.
-"No he podido cenar, porque solo te veo a ti sobre la encimera de mármol." -lo entiendo perfectamente, ese es el motivo por el que dejé el otro apartamento, porque lo veía a él por todas partes.
-"La cena ha estado pésima. Incluso comerme algo tan sencillo como una pizza, me hace pensar en ti." -vuelvo a reír porque está pareciéndose a lo que yo siento.
Su próximo mensaje tardó varias horas, este fue hace apenas media hora.
-"Estoy pensando seriamente comprarme un perro para que me haga compañía." -y es el que me causa más gracia.
Y en ese mismo instante el teléfono vibra en mi mano y hace un "ping" alertándome de un mensaje entrante.
-"Solo sé cuánto te extraño cuando no estás junto a mí." -dejo caer el teléfono en la cama.
Sus palabras me han impactado, y no sé cómo sentirme al respecto. Vuelvo a coger el teléfono y marco su número. El responde al instante.
-Hola extraña. -puedo sentir la sonrisa en el tono de su voz.
-¿Me has extrañado? -inquiero con curiosidad.
-Más de lo que debería. -sus palabras remueven algo dentro de mí. -¿Qué haces?
-Preparándome para dormir.
-¿Estás desnuda?
-Sabes muy bien que no duermo desnuda. -excepto cuando me quedo en su apartamento, no tengo tiempo de vestirme.
-Si vivieras conmigo, pasarías la mayor parte del tiempo desnuda. -me dice sugerente.
-Si viviera contigo no necesitaría asistir a clases de kick boxing para mantenerme en forma.
-Ya ves, hasta tu misma conoces los beneficios que tendría convivir con una bestia como yo.
-Desde luego que sí. -le respondo con una sonrisa ante el apodo que el mismo se ha puesto
-Primeramente, te brindaría protección, a pesar de que me has demostrado que sabes defenderte. -sonrío recordando que ya lo he golpeado, Alex continúa. -Te ofrecería todos los masajes que necesites, siempre que lo necesites y donde lo necesites. -eso ha sonado muy sugerente. Necesito uno ahora mismo, pero no pienso decírselo. -Y estaría dispuesto para ti 24/7 para satisfacer todas tus fantasías sexuales, desde la más inocente, hasta la más pervertida. -mmm, eso suena tentador en verdad y sus palabras están comenzando a hacer efecto en mí. -Pero lamentablemente, no estás aquí conmigo, así que tus fantasías tendremos que dejarlas para otro momento. -
-Lo que acabas de decirme suena tentador en verdad, y me ha hecho acalorarme.
-¿De verdad? ¿Qué es lo que traes puesto?
Esto es algo que nunca he hecho antes. Sexo telefónico. No sé que hacer, o decir. Pero creo que Alex si tiene experiencia en esto, o al menos es lo que me está haciendo creer.
-Sexo telefónico, ¿de veras?
-Nunca lo he hecho, por si te lo preguntas, pero pensé que sería divertido.
¿Nunca lo ha hecho? Esto es algo nuevo para él también entonces.
-¿Divertido? -le respondo. ¿Como puede ser divertido si estamos a kilómetros de distancia?
-¿Alguna vez lo has hecho? -me pregunta seductoramente.
-No.
Si no podían hacerme llegar al orgasmo sobre mí, mucho menos lo harían por teléfono.
-Déjate llevar entonces y sígueme la corriente.
-De acuerdo.
-¿Qué traes puesto? -vuelve a preguntarme.
-Una camiseta de manga y unas bragas. -le respondo mientras se aceleran los latidos de mi corazón.
-¿Nada más? ¿Qué tipo de bragas?
-De las que te gusta romper. -admito con una sonrisa.
-Mmm, si estuviese ahí en este instante, ya no las tendrías puestas.
Activo el altavoz, pongo el teléfono a un lado. Y después me saco rápidamente las bragas. Y entonces se me ocurre una travesura. Vuelvo a coger el teléfono, le tiro una foto a las bragas en mí mano y se la envío a Alex.
-Te he enviado una foto. -le digo mientras contengo la risa.
-Tentadora. Me hubiese gustado mucho más sacártelas lentamente por las piernas y después saborearte muy, muy lentamente, para comprobar que tan mojada estás.
¡Por dios!
Como es posible que tan solo de hablarme haga que me humedezca completamente. Esto es algo que nunca voy a entender. El poder que tiene el sobre mí.
-Pero como no estoy ahí, nos divertiremos de otra forma. Busca el regalo que te di y ábrelo.
-Voy a buscarlo.
Salto rápidamente de la cama. No sé porque no imaginé que lo que me había regalado Alex tendría algo que ver con sexo. Con él, todo gira alrededor del sexo y el placer. Abro la bolsa rápidamente, saco el estuche y salto nuevamente hacia la cama ansiosa por ver su contenido.
Y como un muchacho pequeño sentado debajo del árbol de navidad, a la expectativa de saber que son sus regalos, abro rápidamente el mío. De todos los juguetes que Alex podía regalarme, este, no me lo esperaba.
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Espero les guste este capítulo. ¿Que creen que le regaló Alex?
Déjenme sus comentarios y no olviden dejar su voto.
Xoxo
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