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Capítulo 13

Y las respuestas no las voy a encontrar buscando en la web. Internet no dice mucho sobre qué ocurrió en verdad. Sobre su accidente, eso es lo que más quisiera conocer. Cómo sucedió. Me quedo mirando fijamente la pantalla de mi teléfono que no me da ninguna información de utilidad.

-¿Investigas algo en particular? -su voz sobre mi hombro, hace que el teléfono tiemble en mis manos y caiga al suelo.

-¡Mierda! ¡Alex! ¡Me has asustado! -le grito mientras recojo el teléfono del suelo y compruebo que no le haya ocurrido nada. -¿Acaso no conoces la privacidad?

-Sabes que puedes preguntarme lo que desees, ¿cierto?

Alex rodea el sofá y se sienta a mi lado mientras aparta un mechón de pelo de mi rostro. Me pierdo en su mirada. Y mientras lo hago, estoy cien por ciento segura de que vio lo que estaba buscando en el teléfono.

-¿Cómo ocurrió el accidente? -necesito saberlo para lograr descifrar el misterio que es este hombre.

-¿Tu investigación no arrojó resultados?

-Mi investigación no me dice lo que necesito saber.

En ese instante suena el teléfono, que Elizabeth atiende y después siento sus pasos caminar en nuestra dirección.

-Ya están subiendo. -es lo único que dice mientras se retira a la cocina nuevamente.

-Más tarde hablaremos, te lo prometo. -y se levanta dirigiéndose hacia la puerta. Para recibir a los invitados.

Me pongo de pie y lo sigo. Una vez abierta la puerta saluda a la periodista y al fotógrafo.

-Bienvenidos. -les dice mientras estrecha sus manos y yo hago lo mismo.

-Gracias por ofrecernos su apartamento para la entrevista. Si le parece bien podemos hacer la entrevista aquí en la sala y después la sesión de fotos en el gimnasio.

-Muy bien, Lia los puede guiar hacia el gimnasio para que lleven el equipo hacia allí. -le dice mientras me mira fijamente.

-Si me siguen los llevaré hacia el gimnasio. -les digo a los ayudantes que cargan el equipo y los conduzco hacia el gimnasio.

Y me quedo allí mientras los observo montar rápidamente el estudio fotográfico para la sesión de fotos.

-¿Les puedo ofrecer algo? Cerveza, jugo, algún aperitivo.

-Un jugo, no podemos beber cuando trabajamos.

-Enseguida. -salgo de allí y me dirijo hacia la cocina.

Saco una jarra de jugo de la nevera, cojo unos vasos y lo coloco todo en una bandeja.

-¿Qué haces? -me pregunta Elizabeth detrás de mí.

-Llevarle algo de beber a los ayudantes que están en el estudio.

-Ya me encargo yo de eso, vete donde está Alex, creo que necesitará tu apoyo, hace mucho tiempo que no le hacen entrevistas y debe estar nervioso. -me quita la bandeja de la mano y desaparece.

Alex, nervioso. Sería la primera vez que estuviese nervioso. Me dirijo hacia la sala donde están terminando de acomodar la cámara en un trípode para comenzar con la entrevista. Alex no está.

-¿Me estabas buscando? -susurra detrás de mi apoyando su mentón en mi hombro y abrazándome por detrás.

-¿Dónde estabas? -le pregunto entrelazando mis manos con las suyas sobre mi vientre.

-Cambiándome de ropa para la entrevista. Pensaba que la entrevista sería una entrevista normal, ya sabes sin cámaras. Solo un periodista haciendo preguntas y grabando mis respuestas. Pero esto no me lo esperaba.

-Imagino que una entrevista tuya debe haber causado un gran revuelo para que hayan sacado todo el armamento pesado.

-Imagino que sí.

-Cuando quieras comenzamos Alex. -le grita la periodista desde la sala sin girarse hacia nosotros.

-Ven conmigo. -me dice separándose de mi pero aun con una de sus manos entrelazadas con la mía.

Alex tiene el pelo desordenado, como si se hubiese pasado la mano nervioso por él. Trae una remera blanca y unos levis desgastados, sin zapatos. Luce exactamente como me gusta. Endemoniadamente sexy.

Mientras tira levemente de mi mano, no me opongo a que me lleve hacia la sala donde le harán la entrevista. La periodista está sentada en un extremo del sofá de 4 plazas mientras tiene una pierna cruzada sobre la otra y hojea varios papeles que tiene en sus manos.

-¿Dónde me siento? -le pregunta él.

-En el otro extremo del sofá. -le contesta ella mientras lo mira ligeramente hipnotizada.

No la culpo, yo también lo miro así y soy consciente de que todas las mujeres lo miran de igual forma.

-Disculpa que pregunte. -me dirijo a la periodista haciendo que ella deje de mirarlo y se gire hacia mi mientras me suelto de la mano de Alex, no creo que deba salir en la entrevista. - ¿Pero es normal que utilicen una cámara para una entrevista de una revista?

-Normalmente no, pero estamos hablando de "El lobo Gris", toda una leyenda del MMA, no nos podíamos conformar con una simple entrevista y unas pocas fotos. No todos los días tenemos que hacer una entrevista a un ex campeón, que se encuentra en buena forma física.

Veo a Alex removerse incómodo en el sofá mientras la cámara apunta hacia él. Detrás de él, la asombrosa vista que ofrecen los cristales panorámicos de la ciudad de New York. En la mesita frente a ellos, hay un pomo de agua y un vaso para cada uno.

Me siento en una butaca mientras comienzan con la entrevista. Y solo puedo prestar atención a Alex que responde a cada pregunta calmadamente. Pero puedo ver como mueve el pie en el suelo levemente. Está nervioso. Las primeras preguntas son con respecto al deporte, la cantidad de premios, el porqué se retiró siendo tan joven. Su accidente. De vez en cuando él hace una pausa y bebe agua, y mira en mi dirección. Mientras avanza la entrevista el fotógrafo saca varias fotos de él allí sentado.

-Como podemos ver te encuentras en una buena forma física. ¿Tienes pensado regresar al deporte? -muy interesante esa pregunta.

-No lo creo. A pesar de que continúo practicando el deporte no estoy al ciento por ciento de mi capacidad. Y para una competencia debes estar al 100 por ciento de tus capacidades.

-¿Pero si estarías dispuesto a participar en un torneo de veteranos?

-Ya veremos. -le contesta con una sonrisa.

-¿Eso no es un no?

Alex solo le sonríe ampliamente. ¿Acaso él está pensando en una competencia de MMA?

-Bien, al menos esperemos un torneo de exhibición de veteranos en alguna fecha próxima. Pero hablemos de un tema mucho más interesante. ¿Cómo le va en el amor a Alex O'Neal? Sabemos que te divorciaste hace unos meses. ¿Alguna Sra. O'Neal en él futuro?

-No me gusta hablar de mi vida privada. -hace una pausa y mira hacia mi brevemente. -Pero haré una excepción. Estoy en una relación actualmente, no he pensado en el futuro, solo en el presente, eso es lo único importante. Vivir cada momento como si fuese el último.

-Un sabio consejo. Ahora que tal si te vemos en acción y le demuestras a los miles de fanáticos, que sé que aún te admiran, la forma física en la que te encuentras.

-Me parece bien. -Alex le sonríe mientras ella le hace una seña al camarógrafo para que deje de grabar.

-Eso estuvo excelente Alex, podemos filmarte un poco entrenando y después haremos una sesión de fotos.

-Iré a cambiarme entonces. -Alex se levanta y se marcha hacia la habitación a cambiarse nuevamente.

Me levanto del sofá dispuesta a ir por el aperitivo que preparó Elizabeth, pero me sorprende verla venir en nuestra dirección con una bandeja en la mano.

Quince minutos más tarde estoy dirigiendo el camino hacia el gimnasio. Alex ya se ha cambiado y luce como todo un profesional. Una ligera capa de sudor cubre su torso desnudo mientras salta la cuerda lo más rápido que puede. En cuanto se percata de nuestra presencia. Deja lo que está haciendo.

-No te detengas, solo entrena como lo haces normalmente. Nosotros haremos el resto.

Y así lo hace. Deja la cuerda y se coloca los guates para comenzar a golpear el saco. Verlo golpear el saco me recuerda la forma en que le gusta follar. Duro, fuerte. Y eso solo hace que mi vientre se tense en anticipación de la promesa que me hizo esta mañana.

El camarógrafo lo filma mientras entrena sin cesar. Y también el fotógrafo comienza a realizar algunas capturas.

Imagino que así debía lucir cuando aún competía. Rodeado de cámaras, periodistas. Imagino que cientos de fanáticos, miles de admiradores. Y admiradoras. Y me imagino que todo cambiara drásticamente en su vida con la publicación de esta revista.

Alex deja de golpear el saco, se quita los guantes dejándolos en el suelo y coge una botella de agua mientras se dirige al set que han preparado para hacer las fotos de la portada. Se detiene en donde le indican y destapa lentamente el pomo de agua. Me paro detrás del fotógrafo mientras este comienza a hacer su magia.

Alex me mira fijamente o al fotógrafo, no lo sé. Su mirada es intensa y sexy mientras comienza a beber el agua dejando que caiga por su cuerpo un poco y después de varios tragos deja caer el resto sobre su cabeza. Lanza el pomo vacío a un lado y después sacude la cabeza y se pasa las manos por el pelo para desordenarlo aún más. Y me sonríe.

Mmmm, eso ha sido excitante.

Después de eso hace varias poses mostrando sus músculos. Otras lanzando golpes al aire, y otras lanzando patadas. También de espalda con su sudadera mostrando el lobo.

Se saca la sudadera y se coloca una camiseta de tirantes negra y comienza a sacarse las vendas de las manos. Y mientras enrosca la venda en la otra mano, me mira fijamente mientras retuerce la venda ligeramente.

Siento la humedad entre mis piernas y las aprieto ligeramente. El me sonríe. Me conoce bien, sabe en lo que estoy pensando al verlo retorcer la venda entre sus manos. Termina con una y comienza con la otra sin apartar su mirada ardiente de mí. Y mi mente pervertida comienza a imaginar escenarios en que las vuelve a usar para someterme.

-Creo que con esas terminamos. -dice el fotógrafo mientras deja la cámara en el trípode.

Y yo regreso a la realidad, lejos de mis fantasías y aparto mi mirada de los ojos azules del Lobo.

Los asistentes comienzan a recoger todo el equipo mientras Alex camina en mi dirección y se detiene muy cerca de mí. Puedo ver su intensión en la mirada. Quiere estrecharme entre sus brazos y besarme hasta hacerme perder el sentido.

-¿Qué te pareció la sesión de fotos? -me pregunta cordialmente mientras observa como recogen el equipo.

-Nunca había estado en una sesión de fotos, pero estuvo interesante.

-¿Interesante? -inquiere mirándome ahora alzando una ceja.

-Has estado estupendo Alex. -nos interrumpe la periodista. -Cuando salga la publicación tendrás a los paparazzi apostados en tu puerta nuevamente. Y me imagino que a las mujeres también. -le dice con una sonrisa cómplice mientras se sostiene de su antebrazo.

-Creo que podré arreglármelas. -le dice mientras palmea su mano y le da una sonrisa arrebatadora.

Y algo dentro de mi se remueve. No sé que es. Nunca he estado celosa de nadie. Y cuando digo de nadie, me refiero a nadie. Mis antiguos novios, no eran la gran cosa, nunca tuve motivos para celarlos.

Pero creo que estoy en otro nivel aquí.

Mientras veo a la periodista sosteniéndose de su antebrazo y él sonriéndole de esa forma, con la sonrisa que desarma a las mujeres, siento una gran furia crecer dentro de mí. Es una sensación extraña y desconocida, nueva. Es como un fuego que me quema por dentro y se extiende por todo mi cuerpo. Frunzo el ceño, aparto mi mirada de ellos y bajo la vista hacia mis pies, y entonces me percato, que, sin siquiera darme cuenta, estoy apretando los puños fuertemente.

Abro mis manos e intento alejarme de ellos dos, pero Alex pone una mano en mi hombro.

-¿Crees que puedas ayudarme en algo? -me pide deteniéndome.

La periodista se ha alejado de él y está recogiendo sus cosas. No le respondo, solo asiento con la cabeza mientras me quedo allí de pie observando, junto a Alex, como terminan de recoger todo y van marchándose. Los acompañamos hacia la puerta.

-Me gustaría una copia del documental y de las fotos.

-Se la haremos llegar en cuanto lo tengamos listo.

-Muy bien. -ahí está de nuevo esa maldita sonrisa que hace temblar mis piernas y retorcerse mis músculos internos.

En cuanto sale la ultima persona Alex cierra la puerta.

-Ha sido una mañana un tanto agotadora, ¿no crees? -pasa el brazo sobre mis hombros y tira de mi hacia el sofá dejándose caer y yo caigo sobre él.

Alex no me suelta. Ha formado una llave con sus brazos y sus piernas sobre mi cuerpo. Apenas y puedo moverme.

-¿Me puedes soltar?

-No creas ni por un segundo, que no me percaté de tu reacción.

-¿Mi reacción? -decido hacerme la tonta.

-Tu reacción cuando ella me tocó, y cuando yo le sonreí.

-No sé de qué hablas. -Alex me suelta y me ayuda a incorporarme a su lado.

Lo miro fijamente y el a mí.

-Si lo sabes Lia. Estabas celosa.

-Nunca he estado celosa de nadie. ¿Por qué habría de estarlo?

-Porque estás enamorada de mí.

Que curioso que el toque este tema cuando ni siquiera sé, si aún el siente lo mismo por mí. Creo que viene una conversación interesante. Una donde el tendrá que confesar sus sentimientos por mí, si aun los tiene. O que es lo que espera de esta relación. Necesitamos llegar a un punto aquí. Uno en que los dos nos beneficiemos mutuamente y no solo con respecto al sexo.

Nuestra relación tiene que ir mucho más allá de esa conexión sexual que tenemos. Mucho más allá de ese deseo primitivo que nos controla cuando estamos solos y nos miramos fijamente. ¿Es mucho pedir que mis sentimientos sean correspondidos? Creo que después de todo lo que el me ha mostrado y enseñado, al menos merezco algo de su amor.

Eso creo.

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Espero les guste este capítulo. ¿Serán correspondidos sus sentimientos?
Déjenme sus comentarios y no olviden dejar su voto.

Xoxo
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