Capítulo 10
-Eso es sencillamente increíble. No recuerdo nada de eso que me has contado.
-Supuse que no lo harías después de todo el champagne que bebiste.
-Ni siquiera te recuerdo. ¿Por qué no me habías contado nada de esto?
-Estaba esperando el momento adecuado para hacerlo. Ahora necesito preguntarte algo de esa noche.
-No recuerdo mucho de esa noche. -le confieso arrepentida.
-Me dijiste que no te traía buenos recuerdos esa noche. ¿Qué sucedió?
Me le quedo mirando fijamente. No quiero caer en los recuerdos del pasado nuevamente.
-Lo siento. No quiero presionarte, si no deseas contármelo está bien. -me dice acariciado mis mejillas suavemente.
-No es eso. Quiero contártelo, pero es algo de mi pasado de lo que me siento terriblemente culpable. -Alex me mira frunciendo el ceño.
Cierro brevemente los ojos y respiro varias veces antes de abrirlos y resumirle lo que sucedió ese día antes de yo llegar a la gala y lo que sucedió mucho más tarde esa noche.
-Ese día discutí con mi hermano unas horas antes de ir hacia la gala. El y mi madre tenían una compañía de catering y se suponía que esa tarde debía ayudarlos con una enorme entrega. -hago una pausa. -Pero no lo hice, en cambio me fui hacia la gala.
-¿Por eso estabas nerviosa esa noche?
-Llegué tarde esperando que regresaran, quería disculparme con ellos, pero al final me marché pues no habían llegado y tampoco quería quedar mal con mi nueva jefa. De la gala no recuerdo mucho, solo que bebí más champagne de lo que debía y me marché bien tarde. Para el momento en que llegué a casa, ya estaba algo más lucida. Eso si lo recuerdo muy bien. Recuerdo las luces rojas y azules centellantes frente a mi casa. El oficial que me hablaba tratando de explicarme lo sucedido. Pero yo solo escuché esas terribles palabras que me hicieron arrepentirme y cargar con la culpa de lo que había hecho. -"No pudieron hacer nada." -me sentí destrozada al enterarme de lo que había sucedido. Si yo los hubiese ayudado, en estos momentos estarían vivos. -y siento como las lágrimas comienzan a caer de mis ojos sin poderlo evitar.
-Ven aquí. -me dice tirando de mi hacia su pecho y abrazándome.
No le he contado lo sucedido a nadie, solo Beth lo sabe. Ni siquiera se lo conté a Laura. No quería tener que pedir un permiso cuando acababa de comenzar a trabajar con ella. Así que me guardé todas mis emociones bajo llave, hasta este momento. Alex me aprieta contra su cuerpo mientras lloro sin poderlo evitar.
-Lo siento mucho Lia. Siento que hayas tenido que pasar por lo que pasaste, debe ser muy difícil perder a tu familia. Pero no creo que debas cargar con la culpa de lo sucedido. -me separo de él y sorbo por mi nariz mientras me limpio las lagrimas que empañan mis ojos.
-Fue mi culpa Alex, de haberlos ayudado, quizás...
-No. no lo fue. Fue un accidente, los accidentes ocurren. No debes culparte por algo en lo que no tuviste que ver. Sí, no los acompañaste, no estabas con ellos cuando sucedió, así que no es tu culpa.
-Se suponía que yo debí haber muerto en ese accidente Alex.
-Pero no lo hiciste. Las cosas suceden por un motivo. Se que es egoísta de mi parte decirte esto, pero de haber ido con ellos, nunca nos hubiésemos conocido, yo nunca hubiese vuelto a rehabilitación y esta relación no existiría. Así que, en cierta forma, has pagado el daño que hiciste ayudándome a mí.
Sus palabras hacen que me salgan más lagrimas de los ojos. Vuelvo a recostarme contra su pecho y dejo que mis lagrimas fluyan sin control. Alex desliza una de sus manos por mi espalda, consolándome. Esto es todo lo que necesito por ahora. Sentir el calor de su cuerpo junto al mío me reconforta.
-Estás mejor? -unos minutos más tarde estoy más calmada y me aparto de su pecho para sentarme frente a él.
-Sí, gracias. -me le quedo mirando y reflexiono en lo que me contó sobre lo sucedido esa noche. -Creo que te debo una disculpa sobre esa noche. - Alex me sonríe perversamente. No sé porque presiento que está planeando algo.
-En realidad puedes enmendarme por lo sucedido. -me dice con una sonrisa.
-¿Cómo?
-No sé si Laura te lo mencionó, pero la próxima semana es la gala, puedes acompañarme y compensarme por lo sucedido hace un año. -lo miro entrecerrando los ojos.
Laura no me ha mencionado nada, pero seguro que se lo olvidó con lo de su madre.
-No te prometo nada, pero lo pensaré.
-¿Lo puedes pensar mientras me pierdo en tu interior?
-Eso será un poco difícil pues dejo de pensar cuando estás en mi interior.
-Mmm, tendremos que trabajar en eso. -me dice moviéndose a mi lado.
-¿En qué?
-En que pienses mientras me deslizo lentamente en tu interior y te hago gritar de placer.
-¿Eso suena a una nueva lección? -inquiero alzando una ceja.
-¿Pensaba que no querías más lecciones? -me pregunta apartándose de mi y levantándose de la cama.
-No me molestaría recibir alguna que otra para aprender más.
-¿Entonces qué me dices? -lo observo comenzar a quitarse la camiseta gris que lleva puesta dejando su torso desnudo.
Me quedo mirando su impresionante físico. El tatuaje que va desde su pecho hacia su hombro. Los abdominales perfectamente esculpidos, y esa v que se pierde en la cinturilla del pantalón que lleva y le cuelga de las caderas. Lo observo deslizar los pulgares por dentro del elástico y siento como todo mi cuerpo de la cintura para abajo convulsiona.
-¿Y bien? -me pregunta soltando el elástico de repente y haciendo que aparte mi mirada y lo mire a los ojos.
-¿Hum? -regreso a la realidad.
-¿Me dejarás perderme en tu cuerpo?
-Nunca has preguntado para hacerlo. -le contesto con una sonrisa.
-Cierto. -contesta sonriendo. -¿Puedo preguntarte algo?
Me le quedo mirando fijamente mientras frunzo el ceño.
-Es algo importante que necesito saber.
-Adelante. -en estos momentos nada de lo que el me pregunte me asusta.
-¿Cuántos tipos de orgasmos existen? -lo miro enarcado una ceja.
Y yo que me temía otra pregunta.
-¿Debo responder eso?
-Quiero saber que tanto conocimiento tienes. -me dice sentándose nuevamente en la cama.
-Según tengo entendido, existen dos tipos de orgasmos, el vaginal y el clitoriano. -mírenme hablando de sexo con un hombre, como toda una experta.
Llevo las manos hacia mis mejillas y las siento arder. Y yo que pensaba que ya nada podía hacerme sonrojar. Hablar de sexo continúa haciéndolo. Alex desliza la mirada por mi rostro y aparta mis manos sustituyéndolas por las suyas. No pasa por alto el rubor que se extiende en él.
-¿Y sabes diferenciar uno de otro? -ya esta pregunta es de otro nivel.
-¿A que vienen tantas preguntas?
-Solo tengo curiosidad por saber si conoces la diferencia.
-Te recuerdo que los únicos orgasmos que he tenido en mi vida has sido tu quien me los ha proporcionado.
-Eso quiere decir que no conoces la diferencia.
-¿Hay alguna diferencia? ¿Acaso no se siente lo mismo?
-No, no se siente lo mismo.
-¿Y como es posible que tú lo sepas? ¿Cómo es que sabes tanto? -no debí preguntar eso. -Mejor no me respondas.
-No lo haré, tengo una idea mejor. -me dice mientras me empuja contra el colchón y me acorrala con su cuerpo caliente sobre el mío. -Déjame demostrártelo. -susurra en mi oído mientras me levanta la camiseta y lo ayudo a deshacerse de ella.
-Te gustan mucho las lecciones prácticas, ¿cierto? -inquiero mientras mi respiración comienza a acelerarse ante el contacto de su boca caliente sobre la piel sensible de mi vientre.
-También me gustan las lecciones orales. -me dice sonriendo contra mi piel. -Pero déjame ilustrarte un poco en la materia. -hace una pausa justo antes de llegar a mi sexo.
Me incorporo lo justo para ver lo que está haciendo entre mis piernas. Tiene el mentón apoyado justo sobre mi pubis mientras abre mis piernas con sus manos y me mira fijamente. Debo decir que no me gusta para nada esta espera. Mi sexo está palpitando de deseo. Lo necesito urgentemente de cualquier forma, aunque de ser posible con su miembro completamente en mi interior.
-¿Piensas meditar sobre mi sexo toda la noche? -el solo sonríe antes de comenzar a hablar.
-El orgasmo vaginal, es aquel mediante el cual la mujer alcanza el orgasmo solamente estimulando la vagina. -comienza a hablar mientras desliza una mano desde mi pierna hacia mi vagina e introduce un dedo haciendo que me deje caer nuevamente en la cama. - Y antes que preguntes, es prácticamente imposible lograrlo sin estimular el clítoris. -mientras dice esto mueve el dedo en círculos en mi interior y mis paredes comienzan a aprisionar su dedo travieso. -Sin embargo...-hace otra pausa y saca el dedo de mi interior.
Vuelvo a incorporarme en mis codos a tiempo de verlo llevar el dedo a sus labios y chuparlo. Alex cierra los ojos y gime mientras saborea mi sabor en su dedo. Todo mi cuerpo se estremece de placer. Lo deseo con mucha más intensidad en este instante.
-Delicioso. ¿Por dónde iba? Ah, ya recordé. Sin embargo, si es posible tener un orgasmo clitoriano sin necesidad de penetración vaginal, solamente estimulando el clítoris se puede alcanzar el orgasmo. -si ya estaba excitada antes, esta conversación me está excitando aún más.
Es como tener una Wikipedia de sexo a tu disposición. No creo que haya algo que Alex no sepa. Hasta el momento me ha demostrado ser un experto en la materia. Y no me a decepcionando en ningún momento. Pero entonces la curiosidad puede conmigo.
-¿Entonces porque he experimentado algunos orgasmos más intensos que otros? -Alex me sonríe. No es su sonrisa normal. No. Es la sonrisa que guarda para las ocasiones en que planea algo pervertido.
-Depende de cuantas zonas te estimule a la vez. -esa es una buena respuesta. -Pero también existen dos tipos más de orgasmos.
-¿Dos más? No creo haberlos experimentado. O sí.
-El orgasmo mixto y el orgasmo múltiple. -de él ultimo he escuchado hablar.
-Creo que me falta mucho por conocer aún. -lo veo sonreír nuevamente.
-Creo que ya te los he demostrado todos. Desde que estamos juntos has tenido siete orgasmos mixtos, de ellos dos múltiples. Además de dos clitorianos y uno espontaneo. -vaya, vaya. Alguien aquí está llevando la cuenta
-¿Espontaneo? -eso quiere decir lo que yo me estoy imaginando.
-Cuando te viniste sin que te tocara.
-Ah. -el del club.
-La intensidad de cada uno depende de que tan bien estimulada estés antes de la penetración, o de que te continúe estimulando durante esta. -siento su dedo deslizándose nuevamente por mi sexo y vuelvo a dejarme caer en la cama. -Un orgasmo extremadamente intenso, hace que tu sexo palpite descontroladamente, tu cuerpo se tense completamente, grites de placer sin poderlo evitar y al final terminas desplomándote de éxtasis total.
-Uff, eso suena agotador en verdad.
-Entonces, cual es tu orgasmo preferido Lia. -dice deteniendo todo movimiento por mi cuerpo.
No creo que pueda escoger uno solo. Todos los que él me ha provocado me han gustado. Me incorporo brevemente para observarlo. Sus ojos ya no están del azul característico de siempre, su mirada se ha oscurecido de deseo.
-Mi orgasmo preferido es aquel que tú me provoques. -lo veo sonreír sobre mi vientre.
-¿Estás lista para intentar algo nuevo entonces? -me pregunta mientras continúa moviendo el dedo en círculos sobre mi sexo.
-¿Me provocará un orgasmo? -inquiero alzando una ceja
-Definitivamente, puede que unos cuantos.
-Soy toda tuya. -le contesto mientras me dejo caer una vez más en la cama.
-Imagino que nunca te han detallado el acto sexual. -acaso me va a explicar todo lo que me está haciendo. -Eso y hablar suciamente puede excitar a una persona, si es que te gusta que te hablen así. ¿Te gusta que te hablen sucio Lia?
-No lo sé, nunca antes me han hablado así.
-¿Nunca nadie te ha dicho guarradas?
-No.
-Pues déjame ilustrarte en el arte del sexo sucio, y pervertido.
Mientras Alex se pierde en mi cuerpo, deleitándome con el arte de poseerme como solo el sabe hacerlo. Va describiéndome todo lo que me hace, hablándome de una forma que nunca me había hablado antes. Y a pesar de lo que creía, esa forma de hablar me excita mas de lo que debería. No deja de hablar en ningún instante, ni siquiera deja de hacerme preguntas, preguntas relacionadas con mi placer. Y no me queda otra que responder a sus preguntas y a sus demandas. Al final se sale con su propósito. Logró que pensara mientras él se perdía en mi cuerpo justo como lo había prometido. Y también como mismo lo había prometido, me provocó no solo un orgasmo, varios. O fue el mismo que se extendió durante todo el tiempo que él quiso. No lo sé.
En el instante en que su cuerpo sudoroso se dejó caer sobre el mío, dejé de pensar literalmente en todo. Solo fui consciente de nuestras respiraciones agitadas y de como poco a poco iban ralentizándose mientras Alex se aferraba a mi cuerpo como si tuviese miedo de perderme. Como si mañana se fuera a despertar y yo no estuviese a su lado. Y eso era exactamente lo que iba a suceder. Porque a pesar de que eso era lo que más deseaba, sabía que cuando despertara mañana, el no iba a estar a mi lado.
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Espero les guste este capítulo. Aquí hay una buena lección con respecto a los orgasmos, por si no los conocían todos.
Déjenme sus comentarios y no olviden dejar su voto.
Xoxo
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