Koiito Kinenbi: versión Naruto x DxD.
Story 1. Donde hay amor, la edad no importa. Issei x Hinata.
Issei Narrando. Pensamientos de personaje.
Issei actuando. Narración.
Escena 1. Escenas de la historia.
*Escribe en...* Acciones de personajes.
"Hola, Issei-kun." Personaje hablando
Parte 1.
Hace tiempo que me mudé a este departamento en Tokio, y donde conocí a la que puedo decir, es el amor de mi vida.
Sonará exagerado, pero ahora mismo estoy yendo con ella.
La casera del lugar, la señorita Hyuga, de 30 años, muy tradicionalista en apariencia y vestimenta.
Con un curioso par de ojos de color lavanda, un cabello azul marino que en otra luz podría ser de color negro, así como un rostro delicado y una piel pálida, pero brillante en la luz, haciéndola ver como una Nadeshiko para muchos.
Ella no se consideraba una belleza como tal, pero yo creo que era mucho más.
Más que su apariencia, su actitud y forma de ser con los inquilinos es lo que me atrajo de ella.
Creo que también porque, siendo un estudiante de universidad, y estando con necesidad de buscar hospedaje para poder estudiar en mi primer año, cuando la conocí mientras pasaba frustrado mientras pensaba en alquilar un cuarto de hotel o hasta pedir a mis padres que nos mudásemos a Tokio, la conocí y ella dijo que podía darme una mano, ya que su departamento no tenía muchos inquilinos y ella necesitaba para mantenerlo que hubiese más cantidad de gente viviendo allí.
No entendía la situación, pero cuando me explicó que este sitio recién estaba abriéndose, y que necesitaba personas que viviesen aquí antes de la fecha límite para que el alcalde le permitiese abrir este departamento, por lo que, solo porque necesitaba hospedaje, acepté, aunque le avisé que no tenía dinero para pagarle.
Sin embargo, ella dijo que solo necesitaba de mi presencia para poder abrir este local, y yo solo elegiría después de esa fecha límite, sí me quedaba o no.
Desde ese día, decidí estudiar el lugar, y me di cuenta que el apartamento estaba cerca de mi universidad donde estaba, además que no me tardaba más de media hora en llegar a pie, por lo que podría ahorrarme el pago de pedir un taxi o un bus.
Además, tenía buena señal de internet, y celular, a parte que el alquiler no era tan caro, al menos en la entrada, porque el precio terminaba aumentando un 20% al momento de pagar la renta mensual.
Aun así, gracias a la beca que mis padres lograron pagarme, pude vivir como un rey, y encima, recibía ayuda, aunque sea amical, gracias a la señorita casera, durante mis primeros días de estudio, ya que no era tan bueno socializando en entornos nuevos.
Por eso, era incluso como sí no me hubiese alejado de mis padres desde que les avisé que no era necesario mudarnos, por lo que también lograba visitarlos de vez en cuando, como una vez a la semana.
Pero con la casera, casi sentía que siempre estaba en mi casa. No entendía por qué me sentía así con ella, pero inevitablemente, me enamoré de ella.
Tal vez sea mayor, pero en los 3 años que llevo viviendo aquí, puedo decir sin dudas que, no me enamoré de la señorita casera... la amo... y no tengo miedo de decirlo, yo Hyoudou Issei... amo a la señorita casera.
Parte 2.
Ahora mismo, la casera estaba llegando junto a Issei al apartamento.
"Issei-kun ¿te apetece almorzar conmigo?" decía la casera sonriendo.
"Sí, me encantaría." Respondió el castaño. "Pero ¿Por qué la pregunta?"
"El departamento está un poco solitario. No hay muchos inquilinos." Dijo la casera.
"¿Acaso todos se fueron sin avisar de que habría una fiesta?" decía Issei en broma, pues era normal que a veces la gente no volviese a su sitio o lo dejase cuando hubiese una fiesta, aunque así era para la mayoría de sus compañeros de universidad, ya que él no estaba para esas cosas.
"No, simplemente que algunos ya cumplieron su tiempo y decidieron marcharse, por lo que solo quedan a lo mucho 3 inquilinos." Decía sin dejar su sonrisa de ama de casa.
"Vaya, me sorprende que muchos se fueran sin avisarme o siquiera despedirse de mí." Decía el castaño mientras veía el cielo que estaba por anochecer. "Supongo que no quieres sentirte sola ¿no?" preguntó curioso el castaño.
"Sí, además, me gusta mucho pasar tiempo contigo." Dijo sonriendo, aunque ocultando un sonrojo visible.
"*sonriendo* sí es así, pues me encantará cenar con usted, señorita casera." Respondió el castaño.
Parte 3.
Dentro de la habitación del anfitrión o dueño del departamento, se encontraba la feliz parejita, teniendo una agradable cena.
"*saboreando gustosamente* Estaba todo delicioso, señorita casera."
"No hay de qué. Me alegra que te gustara, Issei-kun." Dijo un poco feliz por la apreciación a su sazón. "Por cierto, tendré que tomar un baño. ¿Puedes por favor quedarte aquí mientras tanto? Sí quieres comer más, hay en la cocina."
"Claro *aun comiendo* no hay problema *tragando* Avísame sí necesitas algo, estoy disponible para lo que sea."
"Okay." Sonriendo sin prisa, la casera se fue a bañar.
Issei por otro lado, estaba comiendo, y se sintió cómodamente en la habitación de la casera.
Habiéndose dado cuenta de algo, esta es la primera vez que come algo que ella le prepara, pero dentro de su habitación. Casi se siente como si estuvieran casados.
Pero él sabe que eso sería imposible, ella, más allá de ser mayor que él, posiblemente merezca a alguien más responsable y con mejor condición de vida que alguien que es solo un huésped en este apartamento suyo.
De paso, aun no terminaba de estudiar, sería muy difícil para él en este punto que va a terminar su último año de universidad, empezar a tener novia, y más alguien como la señorita casera.
Lo mejor que Issei puede hacer es imaginar lo que sería estar con ella, pues sí quisiera salir con ella, aunque sea necesitaría primero obtener un trabajo.
Y aun no sabe en qué va a trabajar una vez termine su carrera, pues Issei pensó en estudiar para ser ingeniero técnico, pero con la cantidad de trabajos que hay para esa profesión que eligió, aún debe de pensar bien las cosas sí quiere poder salir bien como graduado y así poder encontrar a su pareja ideal para no pensar en su fantasía, que aunque sea solo una idea suya, al menos, esa idea le permitió apoyar a la casera como a sus vecinos con todo lo que tenía a su alcance, haciéndolo uno de los inquilinos favoritos de la casera, y de paso, un gran vecino para todos sus vecinos en el apartamento.
Así que, sería raro que algo le indicase que la chica que él buscase sería la casera.
*Grito*
"AAAAHHHHHHH"
"*Dándose cuenta*"
Algo se oyó. Un grito de miedo, tal vez de susto.
Y sonó en... ¡El baño de la casera!
"*preocupado* ¡Señorita Casera!"
En eso, Issei logró abrir la puerta del baño para saber lo que sucedió y si la casera no se ha lastimado.
"*temerosa* ¿Có-cómo pasó...? ¿U-una rata... está en el baño...?" dijo la casera tapando su cuerpo desnudo con una toalla.
Issei que, por ser un poco despistado, sin pensar, entró al baño, y como había desinfectante cerca en el lavamanos, se lo untó en sus manos y tomó a la rata para sacarla del baño sin asustarla.
Ese era el plan en un inicio, porque antes de llevarse a la rata, vio sin querer el cuerpo desnudo de la casera.
(Pero sin ropa)
Esto al inicio hizo que Issei tuviese un sangrado nasal, algo que asustó a la rata y esta salió de las manos de Issei corriendo lejos, como presintiendo lo que iba a pasar.
"NNNNNNNOOOOOOOOOOOOOOO"
*PUM*
Debido al miedo y el pudor de la casera, sin pensarlo, tiró una tina cercana a la cabeza de Issei que, por quedar embobado con la figura celestial de la casera, cayó al suelo.
"*dándose cuenta de lo que hizo* ¡Ah, Issei-kun, lo siento! ¡Por Dios, cómo voy a arreglar esto! ¡Issei-kun, no te vayas al otro lado! ¡Issei-kun!"
Parte 4.
El joven castaño estaba en las piernas de la casera, con su cabeza reposada en su regazo, un clásico en tiempos antiguos, pero ahora es algo de lo más común y conocido por los que están leyendo esta historia.
La casera estaba sumamente avergonzada, ciertamente por haberse mostrado desnuda ante su inquilino, pero también por haberlo atacado y lastimado cuando él no vino con malas intenciones, solo a ayudarla.
"Lo siento Issei-kun. Haciéndote daño cuando viniste a ayudarme."
"C-casera..." dijo el castaño despertando del coma tras descansar un poco por el golpe.
Issei al despertar, teniendo una venda en su frente hinchada, un poco roja por la sangre que salió de aquel golpe, así como un par de pañuelos en su nariz para evitar el sangrado nasal, no pudo evitar sonrojarse al ver dos hermosos orbes blancos como ojos que tenía la casera.
"Yo... soy el que debería disculparse, señorita casera."
"No tienes que hacerlo, yo te lastimé y..." respondió triste la casera.
"Pero entré sin avisar, me preocupé por usted cuando gritó y..." Issei intentó calmar a la casera, pero en eso ella dijo.
"Siempre... desde que nos conocimos... he sido una egoísta cuando intenté convencerte aprovechándome de tu necesidad por un apartamento para poder evitar que me quitasen el sitio que quise fundar para poder trabajar como ama de casa. Y ahora, aun cuando te lastimé, sigues intentando tomar parte de la responsabilidad. Siempre que necesitaba ayuda... siempre estabas ahí para ayudarme..."
"Bu-bueno *nervioso* es eso lo que hace un amable inquilino. Cuida de la señorita casera, es solo por ser amable y..." de pronto, Issei comenzó a sentir una pequeña incomodidad...
Que se vio reflejada curiosamente en su pantalón cuando... hubo un bulto, que terminó por sonrojar a la casera como a Issei.
"Issei-kun... eso es..." dijo señalando el bulto en sus pantalones.
"E-eh... señorita casera..." el castaño estaba nervioso, sus palabras, no sabía cómo pronunciarlas.
"Podrá ser... *recordando que él la vio desnuda* ¿Qué eso sea mi culpa...?"
Issei como se recuperó un poco, logró posicionarse sentado en el tatami para poder hablar con más naturalidad y seguridad ante lo que decía a la casera.
"Bueno... más que ser su culpa, señorita casera... en realidad es por usted..." dijo sobándose la nuca, indicando que aun si tuviese otras intenciones, Issei no podría hacerle daño a la mujer frente a él aun sí pudiese.
"*fascinada, pero nerviosa* ¿Es-es eso cierto?"
"*decidido como pudo* Si-si no fuera por usted, yo no estaría así." Podrá sonar aprovechado esta acción de Issei, pero por una vez, él quiere ser honesto con ella, al menos sonar más como él mismo que como una persona formal.
Y en eso, la casera también respondió con una honesta verdad.
"Yo... yo también creo... haberme sentido así... desde que siempre me ayudabas cuando te necesitaba Issei-kun, siempre estabas para apoyarme. Sin importar sí mis problemas eran algo de día a día, o algo relacionado a las necesidades del apartamento, incluso sí era el jardín, o cambiar un foco de una habitación, hacías siempre un tiempo para poder ayudarme, aunque también necesitabas ayuda. Y siempre he sentido la necesidad de retribuir ese hermoso gesto que hacías para mí siempre que podías. Yo, he comenzado a sentir que mi corazón palpitaba cuando estabas ahí en conmigo."
En eso, la casera comenzó a hablar con una voz algo decepcionada por una verdad.
"Pero... soy 5 años mayor... no creo que los demás vayan a..."
En eso, tomando sin pensarlo los hombros de la señorita casera.
"¡No me importa eso! ¡En serio que la amo señorita casera!"
La casera se sonrojó por esas palabras que no supo cómo responder.
"¿No puedo...?" Issei parecía sentirse un poco dolido por el silencio de la casera, pues hasta él sabía, que sus sentimientos por ella eran solo una ilusión. Jamás serían reales que una mujer mayor se relacione con un muchacho como él...
Pero sin saberlo, la casera, más tranquila, acercó su rostro hasta estar cerca del castaño, y cuando Issei lo notó, no pudo evitar hablar...
"Señorita casera, que va..."
*Beso*
Sin entenderlo, la casera le dio un beso con sus labios rosados cálidos como un pastel recién horneado, a ojos, labios, y pensamientos de Issei, esto era como sentir que un volcán erupcionaba dentro de su pecho, y ahora se suavizaba tras una erupción fuerte.
La casera retiró sus labios cálidos de los del castaño, y juntó sus manos diciendo con un poco de formalidad, pero también con vergüenza, porque era la primera vez que ella hacía algo que, según la casera, era solo para las jóvenes de secundaria o las universitarias, pero no para las mujeres ya mayores como ella, pero, aun así, quiso intentarlo con su inquilino favorito.
"Por favor, hazte responsable Issei-kun, por hacer que mi corazón haya palpitado muy fuerte."
Sin pensarlo, Issei se lanzó directo a la casera, y puso su rostro en sus pechos, mostrando su lado pervertido, pero también emocionado, porque sentía que su ilusión no era una ilusión, que esto no era por pura lástima, esto era real...
"Yo, señorita casera... desde siempre yo..." dijo Issei restregando su rostro en los pechos bajo la camisa y delantal de la casera, hasta que ella habló...
"Hinata..."
"¿Eh?"
"Hinata... ese es mi nombre... te permito que me llames así... Issei-kun..."
"¡HINATA-SAN!"
Issei acabó lanzándose a los hermosos pechos de la casera de nombre Hinata, indicando un lado más pervertido del que ella esperaba de él... pero también adorable. Pues nunca pensó que, en todos sus años, un chico por primera vez se interesaría en ella, aunque fuese menor por 5 años, pero, que estuviese entusiasmado por tenerla como su mujer, le hacía saber a Hinata, a dónde llevaría esto sí lo dejaba continuar.
"Yo *sacando su delantal* desde siempre *empezando a quitarle la camisa* he estado esperando *quitando su sostén* por sus tetas..."
Issei comenzó a frotar con fuerza moderada los pechos de la casera Hinata. Como pudo, trataba de darle placer, aunque fuese solo con los pechos, pero como Hinata no ha sido tocada por un hombre, esta era su primera vez también siendo tocada.
"Estás... siendo un *gemido*... poco rudo *gemido*... Issei-kun..."
"Lo-lo siento Hinata-san. Seré más gentil..."
Ahora Issei lo hacía un poco más suave, algo que acomodó más a Hinata a sentirse más tibia, pues aun no estaba del todo caliente, pero comenzaba a sentirse bien con saber que es Issei quien la estaba tocando sus senos, además de ser considerado para saber que sí algo la incomodaba, él cambiaría de técnica.
"Bi-bien... Issei-kun... hazlo más fuerte... solo un poco..." Dijo entre gemidos la joven peliazul marina.
Issei ahora estaba lamiendo los pezones de sus enormes pechos, considerados copa F. Como lo hacía Issei, Hinata comenzó a gemir más, ahora más seguido.
El castaño empezó a succionar sus pezones como un niño, algo que sacó una sonrisa mientras la casera cerraba los ojos y disfrutaba de esta hermosa danza de lengua y dedos en sus tetas tan suaves como almohadas para un infante.
Las bragas de Hinata empezaron a empaparse, mostrando que disfrutaba del trato de Issei.
"Casera... ¿puedo tocarlo...?" Issei se refería obviamente a su vagina. No quería ser brusco tampoco y menos tocarla sin permiso.
Así que, Hinata solo respondió con un poco de vergüenza:
"Sí... por favor... quítame las bragas..."
Haciendo caso, Issei sacó sus bragas, dejando expuesto unos labios rosados abiertos, parecía que la casera ha tenido relaciones sexuales antes, pero tampoco era como sí ella no fuese virgen, pues el olor la caracterizaba, y aunque ella fuese la primera mujer de Issei en este punto, se podía suponer que Hinata ha tenido su himen roto por algún accidente o porque se masturbase con juguetes.
Pero ese análisis no llegó a la mente de Issei, solo quería disfrutar de este momento junto a la casera.
"Guau, es hermosa..."
"*tapándose la cara avergonzada* Por favor... no mires tanto... es vergonzoso..."
Issei comenzó a echarse al lado de la casera, mientras con una mano le desabotonaba la falda, y con la otra comenzaba a meter unos 2 dedos en su coño.
"Guau, es increíble." Decía fascinado el castaño como un pervertido. "Mis dedos entran y salen fácilmente."
"Creo... que es porque me masturbaba a veces..." decía la casera aun sonrojada, pero feliz de que Issei la esté tocando.
"Hinata-san ¿Usted se masturba?"
"Sí... *avergonzada* a veces. Se volvió un hábito..."
"Bueno, no creo que sea malo. Al contrario, creo que me gusta más así..." intentando consolarla.
"¿En serio?" sorprendida.
"Sí, más bien ¿le gusta que juegue con usted así?" dijo aun moviendo un poco más rápido sus dedos en el coño de Hinata.
"Sí... ya casi Issei-kun..."
Sin embargo, Issei ya no pudo aguantar más, y se bajó los pantalones, junto con sus bóxeres.
"Hinata-san... ¿Puedo?" decía Issei, igual de avergonzado, pues estaba mostrándole a la casera su propio pene erecto como nunca.
Issei también se masturbaba a veces, pensando en la casera... pero esto además de ser real, le hacía sentirse apenado, pues se notaba que Issei, aunque él no lo haya admitido, pero, era más grande que el promedio de los chicos que conoció en su vida.
Tanto en grosor como el tamaño, Issei se avergonzaba de esto porque sabía que cualquier chica de su edad juvenil se asustaría, aunque con la casera, este no fue el caso.
De hecho, Hinata no creía ser capaz de que alguien joven como Issei esté así de duro y firme por una mujer mayor como ella que se acercaba su periodo donde perdería, en sus palabras, su belleza natural de su juventud.
Algo que hizo a Hinata sentirse no solo orgullosa de poner a Issei así, sino empática, porque Issei estaba tan apenado como ella por estar en esta situación poco comprometedora.
Así que, ambos desnudos en el tatami, con una Hinata que solo estiró sus piernas hacía atrás y abrió sus labios, solo dijo con una sonrisa y una compasión como de una madre:
"Está bien... Issei-kun... métemela..."
Issei hizo lo que pudo, pero...
"No puedo meterla..." no era por ser más grande, pero Issei no apuntó bien por lo que Hinata siendo la mayor, tuvo que ayudarlo a que ingrese en ella.
"So-solo apunta más abajo."
Issei hizo caso, apuntó la punta de su polla más abajo, a la parte inferior donde estaba el otro hoyo debajo de la vejiga por donde las mujeres orinaban.
"Sí... ahí... solo empuja con cuidado..." dijo Hinata entre gemidos mientras aun abría sus piernas para que Issei ingresase.
"Ya casi..." Con el último empujón del castaño:
"¡Aaahhhh!" Hinata dio un dulce gemido de placer porque por primera vez se sentía como una mujer completa gracias al castaño.
Sin embargo...
*CUM*
Issei sin pensarlo, como era su primera vez y se cumplió su ilusión de poder, no solo cogerse la vagina de la casera, sino poder estar en este momento con la mujer de la que se enamoró, hizo que Issei no pudiese aguantar y se corrió dentro de la casera.
"*nervioso* Hi-Hinata-san... yo..." dijo Issei sin saber cómo responder a esto.
"Issei-kun... descuida..." decía la mujer de ojos blancos compasiva.
"Pero..." el castaño universitario estaba preocupado, ya que no tenían condones, y sí era un día inseguro, posiblemente deba de renunciar a sus estudios por cuidar de la casera...
"Es un día seguro. Sí eso... te preocupaba, no te preocupes. Además... tu pene aun se siente duro y firme dentro de mí..."
Hinata entonces, tomó a Issei del cuello y lo abrazó con sus manos, y sus piernas gruesas en sus caderas mientras decía:
"Sigamos adelante... ¿Sí?" propuso la casera.
"Sí... *besando*" contestó Issei seguro, mientras le daba un beso a Hinata.
En eso, ambos comenzaron a hacer movimientos en sincronía.
El semen de Issei lubricaba el interior de Hinata haciendo como sí ella estuviese excitada de sobra y volviendo más fácil el que ambos se muevan en sincronía.
Mientras Hinata empujaba sus caderas y sus nalgas golpeaban la pelvis de Issei desde abajo, él la estaba golpeando tanto con su polla como con su pelvis mientras también la abrazaba en esta erótica danza de amor de una pareja de un universitario y una mujer mayor, ambos inseguros en el tema del amor, pero que andarían por esta senda, unidos como un matrimonio sano y fuerte.
Tan fuerte como los golpes que Issei empezaba a darle a Hinata que ella comenzaba casi a perderse, en especial porque el castaño estaba ahora también jugando con sus pechos mientras ella gemía más fuerte.
"¡Issei-kun, se siente bien! ¡Es tan bueno que me desmayo! ¡El sexo... el sexo de amor de siente tan bien que no quiere detenerme!"
"¡Hinata-san, yo también! ¡Tampoco quiero detenerme aquí y ahora!"
Issei entonces, tomó los brazos de la casera, y con fuerza la levantó para ahora cambiar de posiciones al momento que el castaño se echó hacía atrás mientras jalaba a la ex-Hyuga.
Ahora Hinata estaba sobre Issei montándolo como una vaquera, mientras el castaño estaba el castaño estaba tomando sus nalgas con sus manos y las sacudía mientras ahora la Hyuga saltaba sobre su polla endurecida.
"Se siente incluso mejor... con usted sobre mí. Hinata-san, es tan... hermosa en esta posición." Decía el castaño mientras seguía golpeando ahora el útero de la ex-Hyuga mientras ella ahora le quitaba sus manos de sus nalgas, y las juntaba con las suyas, mostrando que ahora estaba más que nada dispuesta a darle todo de ella a él.
"Issei-kun... se siente más húmedo y caliente... me siento cada vez más pervertida... así que... te lo mostraré... mi lado pervertido... el lado vergonzoso que no le mostré a nadie... te lo mostraré solo a ti..."
Así, Hinata se acercó de nuevo a los labios de Issei y volviendo a darse un beso mientras los pechos de ella se posaban sobre el fuerte pecho marcado de Issei, y ambos se abrazaron de nuevo con sus brazos y piernas, no queriendo que este hermoso momento termine...
Pero como todo lo bueno, todo tiene que terminar...
Issei empezó a sentir en sus bolas que golpeaban el trasero de la Hyuga que su clímax se acercaba.
"¡Hinata-san, estoy en mi límite... yo...!" Con esfuerzo, Issei trataba de no correrse tan rápido porque quería correrse junto a la casera
"Lo sé... yo también Issei-kun... ¡Córrete... dámelo todo... lo tomaré todo en mi vientre...! ¡Issei-kun, córrete!"
"¡HINATA-SAN!"
*CUM*
Como sucedió, en el vientre de Hinata, un volcán de carne, grande, duro y venoso, erupcionó dentro de su útero, dando un calor que empezó a desbordar una lava blanca fuera de la vagina abierta de la ex-Hyuga. Ahora mismo, Hinata no pudo hacer más que solo exhausta, pero sonriendo, el echarse encima del desnudo cuerpo de Issei, mientras en voz baja antes de dormirse por unos minutos por el cansancio, pronunció unas palabras que quedarían en la mente de Issei antes de despertar.
"Issei-kun... te amo... desde siempre... te he amado..."
Antes de caer también en el mundo de los sueños, Issei preguntó...
"¿Desde cuándo...?"
Viéndolo por última vez a los ojos, Hinata solo dijo:
"Ya lo olvidé... ufufufu..."
Issei no sabía que quería decir... pero... parecía que el destino fue amable con él... al hacer que su fantasía se volviese realidad...
Parte final.
Cuando ambos despertaron, y limpiaron el desastre que hicieron, volvieron esta vez a tener sexo en el cuarto de Hinata.
Ambos fueron una pareja ciertamente pervertida, pero esta era su manera de mostrarse amor.
Al siguiente día, como era el día libre de Issei, decidieron aprovechar para arreglar el apartamento, y luego tener una cita, aunque algunas personas que pasaban cerca les parecieron raro el ver a una señorita con un joven como pareja.
Pensaban hasta que ella era como la madrina, o la profesora del joven, pero Issei orgullosamente la presentó como su novia, aclarando que solo era 5 años mayor.
Algunas jovencitas y señoras parecían querer burlarse de Hinata o de Issei por elegir a una "anciana" en palabras de ellas, así como de elegir a "un niño", llamándolos desafortunados, pero Issei le dio igual esas palabras, y solo dijo a Hinata que fuesen a un sitio donde no los molestasen, mostrando un nivel de madurez mayor que a otros les pareció digno de un hombre que defiende a su dama.
Y este ejemplo, curiosamente ayudó a que algunas parejas que vieron a la pareja de Issei y Hinata-san, tomaran eso en cuenta cuando saliesen con sus parejas que también les llevaban algunos años de edad, desde 3 hasta 8, pero estaban en la edad correcta para salir, haciendo que ellos tuviesen buena reputación en el vecindario como en el parque público donde tomaron su cita.
Las mismas chicas y señoras que estaban burlándose de Issei y Hinata pidieron disculpas avergonzadas de su comportamiento, pero era porque estaban celosas de ellos dos, ya que sus parejas pese a tener la edad para cada una de ellas, eran unos patanes desagradecidos o unos mujeriegos que no les importaba realmente los sentimientos de ellas, solo las querían por ser "lindas", sexis o "hermosas", pero ver que alguien como Hinata tenía a un caballero como Issei, aunque él no sea el mejor ejemplo de "caballero", no estaba bien lo que ellas hicieron, y viendo la buena reputación que la pareja logró en el vecindario, querían también tener esa seguridad para poder acercarse a las parejas de diferente edad que también les gustaba a ellas.
En el caso de las chicas jóvenes, a sus senpais y alguno de sus profesores, y en el caso de las señoras, a algunos de sus empleados más jóvenes para las que eran jefas de empresas o gerentes de un local, y sus alumnos más guapos para el caso de las que eran directoras y profesoras de algunas escuelas.
Incluso una de ellas era profesora de la universidad de Issei y quería acercarse a uno de los que Issei reconoció como su mejor amigo, al menos uno real.
Sin dudas, este día y esta cita de la pareja de la casera y el estudiante a ingeniero hizo un cambio para la vida de varias personas, así como para ellos dos.
Sin embargo, la vida es así muchas veces, está llena de cosas buenas como malas, pero sí logras superar las cosas malas, podrás encontrar más cosas buenas al final de las fases de este camino sin fin.
Y para los dos, lo mejor que pudo hacer este día fue reforzar el hermoso lazo de amor que tenían los dos.
Esto era todo lo que podían desear y soñar, y aun faltaba más en este camino para que ambos culminen su camino como pareja para llegar a formar una familia de verdad.
Por ahora, lo mejor era disfrutar de los pequeños momentos que tendrían Issei Hyoudou y Hinata Hyuga como pareja de edad diferenciada, pero donde como dicen: donde hay amor... la edad no importa...
Fin.
Unos agradecimientos por los que me apoyaron en esto, al menos apoyarme en darme las ganas para terminarlo para este día para los que les prometí esto el año pasado.
Un saludo para:
Tengo algunos más, pero como no recuerdo sus nombres, saludaré a los que me apoyaron con otras historias.
Saludos adicionales a:
Ah, y a:
Muchas gracias a vosotros por defenderme y que por su ayuda es que sigo en este camino... además, esta historia es más una referencia a uno de mis Hs favoritos que siempre veo en navidad y fin de año... es casi una tradición para mí el verlo porque se da esa sensación de la época por los escenarios que se muestran y los personajes que aparecen en cada escena.
En fin, gracias a ustedes por seguirme, y aquí me despido, soy el creador de las estrellas, Demiurgo, y nos vemos hasta la próxima.
Lo repito y lo recalco, en esta imagen, Issei se ve recool con el cabello medio suelto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro