Capítulo 12
Esto que estoy haciendo es un gran, pero gran error, porque dudo que algo bueno salga de todo esto.
Pero, aquí estoy, en el auto de Liam persiguiendo a mi mamá. Mi plan original era pedirle a Sophie que me lleve, pero ella se estaba por ir y la verdad es que no confío lo suficiente en ella para esto, en cambio, Liam no era tan mala opción, es de confianza y tiene auto.
¿Me hizo muchas preguntas? Sí, pero logré poner excusas a cada una de ellas, que me haya creído, cosa que dudo, ya es otro tema.
—No entiendo por qué perseguimos a tu mamá, Lei—dice el chico—. O sea, entendí la parte de que quieres ver que hace con ese hombre, pero no entiendo por qué.
A ver, que me puedo inventar ahora.
—Es que, tengo la teoría de que está preparándole un cumpleaños sorpresa a mi papá y ella no quiere decirme porque piensa que se lo diré, por eso quiero ver que hace con ese hombre, porque creo que es un organizador de fiestas.
Mis excusas son pésimas y Liam es muy inteligente, pero dudo que me contradiga alguna de ellas.
—Bueno, está bien. Para tu buena suerte se están dirigiendo a un restaurante, así que podemos cenar de paso—él dirige su mirada hacia mí y luego dice: —. No piensas ir así ¿verdad?
—¿Así cómo?
—Como Lei, te reconocerá en seguida.
—Tampoco es una misión de espionaje, Liam.
—Tal vez no, pero si lo vamos a hacer hay que hacerlo bien.
El chico estaciona su auto en una tienda y se baja sin decir nada, yo lo sigo para saber qué está haciendo y noto que va a una parte donde hay gorros y demás cosas.
Agarra uno marrón claro y me lo pone en la cabeza sin decir nada.
—También necesitaremos lentes y una remera nueva—dice mirando las góndolas y buscando lo dicho.
—Sigo insistiendo de que no es necesario—le digo sacándome la gorra.
—Y yo insisto en que sí.
Con Liam pasamos 20 minutos en el local y salgo de allí completamente distinta a como entré.
Llevo los mismos pantalones holgados color café, pero ahora tengo puesta una remera enorme que dice "Los Ángeles" escrita con rojo y el gorro que me puso Liam anteriormente, acompañados con unos lentes falsos.
Parezco una bolsa de papas, pero la remera está bonita.
—¿Tú no te cambias de ropa? —le pregunto caminando a su auto.
—Tu madre no me ve hace seis años, dudo que me reconozca, pero tengo un gorro en el auto así que tal vez lo use.
Cuando terminamos de lookearnos para la situación, vamos al restaurante donde supuestamente está mi mamá y estacionamos en el estacionamiento del lugar.
El restaurante se ve lujoso, tiene guardias de seguridad en la entrada y desde afuera puedo ver los enormes candelabros que cuelgan del techo.
Mi madre no puede pagar algo así a no ser que alguien la invite, una razón más para saber que esto es una cita.
Junto con Liam vamos a la puerta para entrar, pero un guardia nos detiene y dice:
—¿Reservación?
Ah, mierda.
—Mm, ¿reservación? Llamé por teléfono y me dijeron que no hacía falta eso—miente Liam, yo solo observo la escena.
—Necesitan reservación—insiste.
Liam se ríe y dice:
—En serio ¿Qué clase de servicio son que ni pueden pasarme bien la información?
—No lo sé, jovencito, pero no pueden entrar sin reservación así que es mejor que se vayan ahora si no quieren problemas.
—Liam, vamos—le digo agarrándolo de la mano y llevándolo lejos.
Bueno, esto llegó a su fin muy rápido.
—¿Quieres ir a comer a un carrito de comidas? —le pregunto, pero noto que no está a mi lado como pensaba.
Giro mi cabeza a la izquierda y veo que está parado arriba de un tacho de basura, arriba de su cabeza hay una pequeña ventana entre abierta.
—Abro la ventana, te paras en mis manos y entramos sin ningún problema—me dice y yo lo miro extrañada.
¿En serio quiere hacer todo eso? Creo que él se emocionó mucho cuando le dije que tendríamos que espiar a alguien, porque ni yo llego a tanto para esto.
—No lo sé, Liam.
—Lei, no nos meteremos en problemas y si lo hacemos tampoco nos fusilarán como mucho nos denunciaran y créeme mi papá es un gran juez si pasa eso—lo sigo mirando con desconfianza y él vuelve a insistir—. Vamos, la vida es una sola y está para cometer locuras.
Bueno, ya entré a una heladería ilegalmente y la verdad mi importa muy poco lo que me pueda llegar a decir mi madre si descubre esto.
A la mierda.
Liam me ayuda a subir al tacho de basura y abre la ventana. El plan es que intente pasar por ahí y él me ayudará a alcanzar la ventana, parece más difícil de lo que suena, pero como mucho me romperé un pie.
—¿Lista?
—No, pero si hay que esperar que lo esté tendremos que estar toda la vida aquí.
Piso en las manos de Liam, él me impulsa hacía arriba donde está la ventana, una vez que logro sujetarme de ella intento pasar un pie y luego el otro, mientras lo hacía me veía tirada en el suelo con el cráneo abierto por la caía, pero confiaba en que si caía para el lado de afuera Liam me atraparía, si caía para el otro lado que Dios me salve.
Logré pasar los dos pies y con mucho temor me suelto de la ventana cayendo al piso de culo.
Luego necesitaré ponerme hielo, porque esa caída para nada fue suave.
Liam pasa casi sin ninguna dificultad, como es alto y delgado no era tan difícil para él.
—¿Estás bien? —me pregunta cuando cae.
—Sí, solo me aboyé el culo—le digo y él suelta una risita.
Estamos en... ¿una bañera?
Bueno, este restaurante es muy raro, pero de seguro a la gente con dinero le parece normal.
—Ven, vamos a buscar una mesa e intentemos evitar a ese guardia de seguridad de la entrada.
Abrimos la cortina y notamos que estamos en el baño de hombres, donde hay muchos con los pantalones abajo y haciendo sus necesidades y claro, ellos no son tan privados como nosotras las chicas.
Liam me tapa los ojos rápidamente y yo intento olvidar que acabo de ver las partes íntimas de un señor que de seguro tiene 80 años.
—Cuando salgamos te destaparé los ojos ¿sí? —asiento con la cabeza y empezamos a caminar.
No sé qué está pasando porque tengo los ojos cerrados, pero escucho muchos hombres que chiflan de manera coqueta y otros que felicitan a Liam.
Si vamos a lo que es, que Liam y yo salgamos de una bañera los dos solos se puede malpensar mucho, pero son completamente innecesarias las felicitaciones y los chifles.
Ahgg, hombres.
Liam me destapa los ojos y noto que estamos en un pasillo con una alfombra roja y una muy buena iluminación.
—Odio a los hombres depravados de cincuenta años—comenta Liam.
—Yo en general a cualquier hombre que le parezca que es adecuado chiflarnos o tocarnos sin permiso.
Una señora pasa con una bandeja en la mano y un uniforme de camarera, nosotros nos partamos para que pueda pasar, luego la seguimos un encontramos las mesas para cenar.
A lo lejos veo a mi mamá con aquel hombre riéndose y tomando un vaso de jugo. Se ve que su cena va bien, qué lástima que llegué yo.
Buscamos una mesa, pero todas están reservadas así que no conseguimos ninguna donde podríamos sentarnos, hasta que Liam ve una buena opción.
—Mira, aquí no vendrá nadie hasta las 12:00 de la noche, podremos estar un buen rato.
Nos sentamos en aquella mesa y empezamos a ver la carta, o mejor dicho Liam, yo finjo que la miro mientras veo a mi madre riéndose con su acompañante.
Sé ve feliz con él, pero ¿Ese hombre la cuidará cuando esté enferma? ¿Trabajará por las noches para conseguir dinero para que pueda abrir su tan deseada panadería? ¿Hará todo lo que hizo mi papá por ella?
No, no lo hará, porque de seguro lo que siente por ella es solo un orgasmo y ya, no siente todo el amor que siente mi papá por mi mamá, jamás nadie lo hará porque encontrar a una persona tan gentil, cariñosa y honesta en este mundo es difícil y mi madre lo encontró, pero no lo aprecia y decide hacerle daño a él y a toda su familia.
Es una maldita, la odio.
—¿Quieres jugo de manzana o de uva? En mi opinión es mejor el de manzana, pero sé que te gusta la uva, así que ¿Cuál quieres?
¿Y si se lo digo? ¿Qué pasaría?
¿Me sacará mi herencia? No quiero nada que prevenga de esa mujer.
—Lei.
No merece mi cariño ni el de mi hermano y mucho menos el de mi papá, no merece a nadie de esta familia. Además, ¿para qué nos quiere en su vida? Se la ve muy bien con aquel hombre.
—Lei, baja de tu nube de pensamientos y vuelve a la realidad, por favor.
Verla tan feliz con ese hombre me hace que me hierva la sangre.
La odio. La odio. La odio.
—Lei.
—Ya vuelvo—le digo a Liam parándome.
No pienso dos veces la estupidez que quiero hacer, cuando me enojo no pienso en nada y solo actúo, eso está muy, pero muy mal y siempre me meto en problemas cuando lo hago.
Me paro al frente de su mesa y le digo con una sonrisa:
—Hola, mamá. ¿La están pasando bien?
Mi madre tiene un semblante de sorpresa y de confusión, al igual que su acompañante. Yo solo los miro con la sonrisa más falsa que hay.
—Lei ¿Qué haces aquí?
—Se me hizo buena idea venir con Liam. Qué extraño que nos hayamos encontrado ¿verdad? Más que nada porque ustedes iban a hablar de cosas de la casa ¿o me equivoco?
—No, no te equivocas—dice él hombre—. Estábamos hablando de los arreglos para tu casa—se excusa.
¿Me ven la cara de estúpida o qué?
—Sí, se me hace extraño porque uno no invita a estos lugares a una persona a menos que sea una cita. —les digo y ambos me ven sin saber que decir.
—Bueno—rompe el silencio el hombre—, digamos que soy alguien muy sofisticado y...
No sé en qué estoy pensando, pero agarro su copa de champan y le tiro en la cara todo el líquido que había a dentro.
Él abre la boca sorprendido, al igual que mi mamá que se para sobresaltada.
—¡Lei! ¡¿Qué te pasa?!
— ¡¿Qué te pasa a ti?! ¿Te crees que soy estúpida? Sé muy bien que él no es un arquitecto y que nos estás mintiendo a todos no te hagas la boba—le digo con enojo.
Lágrimas de impotencia empiezan a salir a la luz y noto que todos nos están mirando, pero no le doy importancia.
—Baja la voz ¿de qué estás hablando?
—¡No te hagas la tonta, sabes muy bien de qué!
Veo como una camarera se nos acerca y detrás de ella Liam que me mira con confusión y me pregunta que está pasando con señas.
—Señoritas, pueden bajar la voz, esto es un lugar para cenar en familia...
—¿Ves? Para cenar en familia no con el imbécil de tu amante—le digo con enojo a mi mamá y ella me ve con los ojos bien abiertos.
—¡Lei, basta de decir tontería! —hace una pausa antes de hablar de nuevo—. Él no es mi amante, te estoy preparando una fiesta sorpresa para tu cumpleaños, pedazo de pendeja.
—Se, claro...
—Es cierto, organizo fiestas de cumpleaños. Mira, aquí tengo mi tarjeta—me dice el hombre ofreciéndome una tarjeta donde confirma lo que dice.
—¿Y entonces por qué trabajas en un supermercado? Esta mañana te vi.
—¿Supermercado? No trabajo en ningún supermercado, solo mi hermano gemelo tal vez te confundiste con él. Trabaja en el que está cerca de tu casa.
Sí, ese fue el supermercado que fui está mañana. Pero...nada de lo que me están diciendo es cierto y ellos no me dirían la verdad.
—Pero...
—¡Pero nada, Lei, se nota que ya perdiste la cabeza por completo! —ella se agarra la cabeza con estrés.
Bueno, puede ser que, si haya mal interpretado todo y que haya perdido la cabeza, pero ¿Cómo confiar en mi madre luego de ver todo eso? Simplemente no puedo hacerlo.
Cada vez que sale me la imagino con algún hombre o cuando dice algo ya especulo que es una mentira, esto me está comiendo la cabeza.
—Lei, oye...—la voz de Liam aparece y yo lo agarro de la mano porque necesito apoyo.
Acabo de hacer el ridículo delante de todos y le hice pasar una mala situación a aquel hombre que, aparentemente, no es el amante de mi mamá, solo un organizador de fiesta e intentaba hacerme una fiesta sorpresa a mí.
—Vamos, iremos al auto, ahora.—demanda mi mamá, el enojo es claro en su tono de voz.
No quiero ir con ella y no solo porque sé que me va a regañar, sino porque no quiero oír más de sus escusas y no quiero verla.
Me pego más a Liam y él lo nota, me voltea a su lado y me dice:
—¿Quieres ir con ella o quieres que nos vayamos corriendo de aquí por una hamburguesa? No tengo problema en pagar.
Lo veo entre lágrimas, parezco una niña pequeña agarrada de su mano.
—Quiero correr—le susurro.
Asiente con la cabeza y salimos de ahí corriendo mientras mi madre me grita, pero ni la escucho, solo corro agarra de la mano de Liam.
Cuando pasamos por la puerta el mismo hombre de antes nos grita y Liam se detiene para decirle:
—Sí, entramos por la ventana del baño. Empiecen a controlar su seguridad porque déjenme decirles que es una gran mierda como este restaurante y todos ustedes.
Volvemos a correr, entramos a su auto y nos largamos de ahí.
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🦋 Nota de la autora 🦋
Hooola
Aquí con dos capítulos nuevos 💖
Quiero aclarar una cosita.
El personaje de Tom antes se llamaba Sam, le cambié el nombre, así que no se sorprendan si en algunas partes en vez de decir Tom dice Sam. Aclaro para que no se confundan.
Liam y Lei en modo espionaje 🕵♀️🕵
Instagram: dell_h16
Tik tok: dell_h1
☁ ¿Qué creen que hará la mamá de Lei con respecto a lo que me dijo su hija? ☁
🐚 ¿Les agrada Liam? 🐚
Nos vemos en unos días ❤
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