Aquella pareja, la humana y el lobo, caminaban por las calles dirigiéndose a la estación de policías, la personas que pasaban a lado de ellos se quedaban viendo a la chica, ya que su olor era cautivador, aunque gracias a la enorme ropa del lobo además de ayudarla a ocultar su piel también lo fue con el aroma de la chica para ocultarlo con el olor del lobo.

Legoshi al notar las miradas de algunos machos hacia la hembra decidió soltar su mano y pasar su brazo por su cuello para acercarla más  el.

— Lo siento si te incomoda pero es para que no se vayan a acercar ellos.- Acerco su rostro a la chica para que la escuchara.

— Esta bien, no me incomoda.- Lo miro y sonrió, ella pasó su brazo por la cadera de Legoshi para poder acomodarse bien.

Legoshi se erizo por un momento al sentir el brazo de la chica alrededor de el, sin embargo, no le incomodo como pensó. Siguieron caminando hasta que por fin llegaron, pidieron una cita con el supervisor de esa estación.

Después de esperar por fin los atendieron.

Narra _____

Después de sentarnos enfrente del escritorio del supervisor un incómodo silencio fue roto por su voz.

— ¿Y bien?... ¿De qué quieren hablar?.- Parecía amargado con la vida, era un halcón.

— Disculpenos señor por robar un poco su tiempo, lo que pasa es que esta chica necesita su ayuda.- Legoshi le contó lo que me pasó.

— Bien, ahora niña, necesito tu información para poder ayudarte, también necesito ver tu rostro.

— Mi nombre es _____ _____, tengo 16 años, soy de ____, y soy humana.- Al decir esa palabra el señor dejo de escribir y me miro, entonces, agarre de los extremos de la cobija que me cubría y enseñé mi rostro.

El policía halcón, se impresionó tanto que casi se cae de su silla.

— ¿Se encuentra bien?.- Le pregunte al policía, Legoshi como es algo sensible a los sonidos fuertes se asustó un poco así que voltee a verlo y le sonreí.

— Si... solo es que nunca creí ver algo que solo escuché de mis padres por medio de cuentos.- Tomó su taza de café y se lo tomo de golpe.— Haré algunas llamadas para ver como ayudarte, esperen aquí hasta entonces.- Se levantó y salió.

— Legoshi, ya es muy tarde no deberías de regresar a tu casa, tal vez se preocupen por ti.- Lo miré.

— ¿Ah? No te preocupes por eso, le mandaré un mensaje a mi amigo para que sepa que estoy bien.- Tomo su celular y empezó a escribir.— Ya está. Te estaré acompañando hasta que digan en donde te puedes quedar.- Sonrió.

— ¿En serio estás bien con eso? Estoy haciendo que pierdas tu valioso tiempo con una desconocida como yo.- Suspire.

— ¿Que? Claro que no, fue mi decisión  el acompañarte.- La puerta se abrió de golpe y entró el supervisor.

— Bueno, ya me dieron órdenes, al parecer no les fue tan difícil arreglar las cosas. Desde ahora el gobierno te apoyará hasta que seas mayor de edad, estudiaras en Cherryton Academy, cuando llegues a la escuela ve directamente con el director, el te indicará algunas cosas, y bueno... Eso es todo.

— Muchas gracias.- Me incliné.— Entonces nos retiramos.

Salimos de la estación y empezamos a caminar.

— ¿Sabes dónde está la la escuela Cherryton?.- Lo voltee a ver.

— Por supuesto, después de todo yo estudió ahí.- Hice una expresión de sorpresa.

— ¿Enserio estudias ahí?.

— ¡Por supuesto! - Pude notar como su cola se meneaba sin parar, no pude evitar soltar una pequeña risa.— ¿Q-que sucede?....- Miro a donde mire y entendió, un sonrojo apareció en su rostro.— L-lo siento, de seguro se te hizo raro....

— No, nada de eso, es algo tierno y lindo.- Sonreí.

Seguimos platicando hasta por fin llegar a la academia, afortunadamente no había estudiantes, así que Legoshi me guió hasta donde esta la dirección.

— Entonces... Supongo que será mejor que regreses, ya hiciste mucho por mi Legoshi, muchas gracias.

— No fue nada, me gustó pasar tiempo contigo.- Por alguna extraña razón me sentí atraída a él.

Nos estábamos acercando, el se tuvo que agachar un poco, nuestros rostros estaban por juntarse hasta que la puerta se abrió, nos separamos de golpe y un Tigre se hizo presente.

— ¡Oh! Tu debes ser la humana llamada ____, pasa, te explicaré algunas cosas para tu estadía en esta academia.- Amablemente me invito a pasar.

— E-esta bien.. Espero verte pronto Legoshi.- Le sonreí y entre a la dirección, el señor cerro la puerta una vez dentro.

— Puedes sentarte.- El se sentó y yo le seguí.— Primero que nada, me presento, Mi nombre es Gon, ahora el gobierno me pidió que hiciera tu estadía segura y cómoda, por lo cual, dormirás en una había sola, tendrás que venir una vez al mes aquí para recibir un dinero que tendrás que administrar.

— Esta bien, pero... ¿Que debería de hacer ante tantas personas?.

— Sobre eso, tendré una junta con los maestros, ellos te cuidarán en clase, ahora sobre donde está tu cuarto, una maestra te guiará, y mañana pediré que alguien te enseñe la escuela, eso es todo, ¿Alguna duda?

— Para nada, muchas gracias.- Me levante y me incline para finalmente salir de ahí. Suspire y estaba dispuesto a avanzar hasta que agarraron mi mano.— ¿Eh?.- Voltee y me sorprendí al ver a Legoshi.— P-pense que te habías ido, ¿me esperaste?

— Si, no me sentiría tranquilo dejándote aquí.- Se veía preocupado.

— No debiste molestarte, es muy amable de tu parte.- Me sonroje un poco.— E-estaba a punto de ir a buscar a la maestra que me guiará a mi habitación.

— Sobre eso... Pues les dije yo podría irte a dejar, ¡Claro.. Si no te molesta e incomoda..!- Sus orejas se bajaron.

— Para nada, me gusta tu compañía, me siento más segura contigo.- Sonreí.

Mientras el me guiaba a mi nueva habitación, aprovechamos para platicar, nos preguntábamos cosas comunes, por ejemplo, el color favorita o comida favorita, algo así.

— Bueno... Es aquí.- Me puse enfrente de el.

— Bueno... Te vuelvo a agradecer, cuando tenga dinero te invitare a comer.- Reí.— En serio no se ni como agradecerte, si hubiera sido otro tipo de persona, saber que me hubieran hecho...

— Estaré bien con la comida, y tal vez fue suerte, porque de repente me dieron ganas de ir a caminar.

Entonces hubo un silencio, nada incómodo por cierto.

— Espero verte más al rato Legoshi, por cierto ¿puedes agacharte un momento?...

— ¿Ah? C-claro...- Se agachó a mi altura y entonces le planté un beso en su mejilla. — ¡¿Eh?!.- Un gran sonrojo apareció en su rostro.

— Hasta luego...- Entre en la habitación y cerré, al final me deslice sobre esta.

— ¿En qué estás pensando ____? - Me revolvi el cabello.— Eres tan tímida que no se de donde sacaste tu atrevimiento.... Ahgg pensará que soy una loca...

Me levanté para irme a bañar, fueron tan amables de darme las cosas necesarias, en vuelta en una toalla revisé el armario y habia un poco de ropa y uniforme.

Ya cambiada me acoste para finalmente quedar dormida.