ESPECIAL II
—Ok, regresemos con los Legnas. Alex y Jaz... Stefanny Mora, Eva Martínez y Aly Figueredo tienen una duda. En la entrevista anterior, Alex dijo que cuando hicieron el sabrosón, se corrió fuera. ¿Cómo explican a Alexa? —La aludida levanta la cabeza con el ceño fruncido.
—¿Realmente creen que esa ha sido la única ocasión en la que Jazlyn y yo hemos hecho el sabrosón como dicen ellas? Aprovechamos todo lo que pudimos mientras estuvimos allá.
»Honestamente, pensamos que siendo Legnas no corríamos el riesgo de que ella quedara embarazada, por lo que no nos cuidamos mucho.
—Suficiente, Alex, no más detalles por favor —le pide Jazlyn. El asiente con la cabeza.
—Pero tú no eras Legna, Alex. Estabas en el cuerpo de Lirba.
—Aun así, Jaz lo era, además de que era Nefilim. Realmente no creímos que fuera posible.
—¿Entonces cómo sucedió? —Ambos se encogen de hombros.
—Cuando cayó la segunda capa, —dice Vitae para mi sorpresa—. Ángeles, Arcángeles, Nefilims, incluso yo, recuperamos del don de la concepción.
—¿Puedes tener hijos? —pregunta Sacarías y ella solo se encoge de hombros como si nada. El brujo ríe a carcajadas—. ¿Sam puede tenerlos? —El aludido abre los ojos de par en par—. O sea, ahora su corazón late, es un poco más humano, ¿no?
—No estoy segura. Nunca se ha visto, pero podría ser.
—Entonces, Hostring, ¿tendremos un vampirito Dios pronto?
—Entonces, Sacarías, ¿cuándo nos presentarás a tu esposa?
El brujo, para mi sorpresa, solo se ríe.
—Ok, esa me la merecía.
—Nos hemos desviado de la pregunta original, chicos. ¿Qué nos decías, Vitae?
—Nada, simplemente que cuando la segunda capa cayó, el don regresó como si nunca antes se lo hubiese quitado. Todas las criaturas del cielo y los Nefilims, ya sea del pasado, presente o futuro, recuperaron la posibilidad.
Oh, interesante.
—Puedo hacer una pregunta, Ambar. —Yo, y todos los presentes, observamos a Alexa que ha dejado su móvil a un lado.
—Claro que sí, cielo.
—Según lo que el alado de mala leche me... —Sam ríe a carcajadas, interrumpiéndola.
—Oh, Alexa, solo por eso me caes bien y ni siquiera te conozco aún. Alado de mala leche. —Ruedo los ojos con fastidio. Miguel solo lo fulmina con la mirada, pero se mantiene quieto.
—Continúa, por favor.
—Según lo que me contó mientras nos dirigíamos al reino, Alexander y Jazlyn, estaban en el pasado cuando me tuvieron, o sea, en el cuerpo de Maira y Lirba. Mi pregunta es: ¿Exactamente de cuál de las dos parejas, soy hija?
—De nosotros —dice mi príncipe sin pensarlo dos veces—. Es de nosotros, ¿verdad?
Intercala su mirada entre Vitae y yo.
—Sí, lo es —aclara Dios—. Desde el momento en punto que sus almas viajaron al pasado, esos pasaron a ser sus cuerpos. Deben tener en cuenta que el cuerpo humano es solo un recipiente, lo realmente importante es su contenido... el alma.
—Oh, entiendo —dice Alexa para luego volver a su teléfono.
—Siguiendo esa lógica, —Continúa Alex—. ¿Yo era un Legna o no?
—¿Puedo seguir dando esta información? —me pregunta Vitae—. ¿No se considera spoiler?
—Puedes continuar. Esto nos sirve para aclarar algunas dudas, no es que sea tan trascendental para la trama.
—Ok. —Mira al príncipe—. Sí eras un Legna, Alexander...
—No me jodas —murmura.
—Pero no tenía las habilidades de un Legna normal. —Hace notar Jazlyn.
—Alexander era un Legna, pero como Lirba era humano, no tenía bash. Si el príncipe se hubiese hecho con una, podría haber usado la runa del adaptador y con ella el resto. Si sus sentidos no estaban agudizados es porque ese recipiente nunca pasó por el Rito de Iniciación o estuvo cerca de la Fuente Sagrada. De haberlo hecho, sus habilidades se hubiesen activado.
—Igual que sucedió conmigo —dice Jaz—. O sea, yo podía usar las piedras rúnicas, pero no fue hasta que Sharon y Alex me llevaron al Núcleo del Reino de los Legnas, que mis habilidades se activaron.
—Exactamente.
—Sigamos. Valeria Guadalupe dice: Alex, te extraño. ¿Qué harás cuando llegues al Reino? ¿Piensas tomar el trono? —Lo miro—. A esto último, Librera agrega que Sharon lo hace muy bien, que tiene mucho carácter.
—Bueno, lo primero que haré, por supuesto, si Ambar nos da un descanso por al menos unas horas, será saludar a mi familia y emborracharme. —Se encoge de hombros.
Me río. Ya van tres que se van a emborrachar. Sam, Sacarías y Alex, porque sí, pienso darles un descanso de algunos capítulos... creo.
—Sobre la segunda pregunta... Lo sabremos en el tercer libro. —Alex le guiña un ojo a su hermana y esta sonríe levemente. Tengo una pregunta para ella que no quiero hacerle. Es demasiado cruel.
—Ok. Emmy, mi prima del alma, Rossy Isel y Belén Sánchez les pregunta que cuándo supieron que estabas embarazada.
—Ocho días antes de dar a luz.
—¿Ocho? —pregunta Sam.
—Sí, un día estaba normal y al otro tenía una pancita de tres meses más o menos. Sacarías se dio cuenta, a Ezra casi le da un infarto.
El brujo de pelos locos se ríe y el otro resopla.
—Aún no me acostumbraba a lo que era Jazlyn, me asusté.
—Ok, dejémoslo ahí. Ana M Zulianita pregunta: ¿qué se siente ser padres de una poderosa?
—Tuve a Alexa en mis brazos solo por tres minutos… —dice Jaz—. No me he acostumbrado a que soy madre, mucho menos a que tiene mi edad o es mayor que yo, depende de cómo lo miremos, mucho menos a que es tan poderosa.
—Lo que ella dijo. —Secunda Alex.
—Ok, la siguiente es para Miguel. Alejandra Martínez, Eva Martínez, Cicel y Yriannis Flores, quieren saber si en los 202 años que llevas cuidando de Alexa, te has enamorado de ella.
La chica levanta su cabeza con los ojos abiertos de par en par.
—Una pregunta estúpida... En el tercer libro, conocerán la historia con más detalles, sólo diré que a esa mocosa tuve que cambiarle hasta los pañales, sacarle los mocos y darle de comer. —Hace una mueca de asco.
—Ok. —Eso fue raro—. Alexa, Alejandra Martínez y Mari Montes quieren saber si crees poder evitar enamorarte del Arcángel.
—¡Claro que sí! —chilla—. Ese idiota lo que tiene de sexy lo pierde por insoportable. —Me río, parece sincera, pero quién sabe lo que se me ocurra durante ese tercer libro.
—Mari Montes te pregunta: ¿Qué piensas de Ambar al haberte dado semejante responsabilidad en la profecía?
—Ni idea, aún no sé qué papel juego exactamente.
Y no querrás saberlo.
—Mejor seguimos con Miguel. Eva pregunta: ¿Por qué si tú eres Arcángel y puedes aparecer con la edad que quieras, apareciste como un joven?
—Porque me da la gana. —Ruedo los ojos ante su escasez de modales.
—¿Te gusta, Vitae? —Ups.
Miguel y sus hermanos emplumados, Sam y la Criaturita, bueno, en realidad todos, me observan y es casi palpable el mar de emociones entre: sorpresa, incredulidad, enojo y algo más que no sé identificar... diría que rencor. De más está decir que esto último lo noto en Miguel.
—Por cierto, eso no lo pregunto yo. Eso es cosa de Valeria Guadalupe y Aly Figueredo.
—Eso no le incumbe absolutamente a nadie y no diré más nada del tema.
Bueno, ya que estamos en esta, seguiré presionando un poco.
—Criaturita. ¿Por qué dicen que Miguel se enojara con Sam cuando lo conozcan? ¿Es porque es tu novio o porque tú y el Arcángel tuvieron algo?
—Porque es mi primera regla.
—Pero Sam no es humano.
—Peor, es un vampiro. —Miguel fulmina a Sam con la mirada y me sorprende que este esté tan tranquilo—. No es digno de ella.
—¿Y tú lo eres? —pregunto, ganándome su mirada de muerte.
—Nadie lo es.
—Vitae, Liliana quiere saber si Sam te dio confianza por su parecido con Miguel o porque te protegió de Maira y Lirba. Es decir, tienen los ojos azules, desprenden peligro, mirada sexy y penetrante, personalidades similares.
—Creo que ya le respondí a Saaam una vez. Su alma es la más pura que he visto, incluso ahora que lo recuerdo todo; tiene algo que resulta irresistible. Sé que Miguel lo nota también.
»Es un buen chico y aunque ya lo he dicho varias veces y citando palabras de los humanos, está para darle y no consejos.
Miguel resopla y Sam sonríe. Por primera vez en la noche, Vitae parece ser la Criaturita y no Dios. Mi vampiro favorito luce aliviado.
—Miguel, Valeria Guadalupe, pregunta ¿qué opinas de la relación entre Sam y la Criaturita?
—¿Podrían dejar de decirle así? Es el maldito Dios, decirle Criaturita es denigrante.
—A mí me gusta —responde ella con mirada desafiante y él resopla.
—¿Responderás mi pregunta?
—Es algo inaudito... Espero que ahora que recordó todo, termine esa relación.
Sam ríe sin humor y se muerde el labio inferior. No entiendo por qué se está conteniendo. O sea, no quiero bronca ni nada por el estilo, pero no es normal en él ser tan pasivo.
—Ambar, al principio tú y Saaam me preguntaron algo y no supe como contestar. Sea Dios o simplemente la Criaturita; estoy con Saaam hasta la última de las consecuencias y nadie, ni siquiera tú, Miguel, va a cambiar eso.
El Arcángel frunce los labios y aprieta sus manos con fuerza. Sam y Vitae se sonríen. Amo la pareja que hacen, pero las cosas no serán sencillas para ellos.
—Vitae, Karla Gayosso quiere saber si sigues pensando hacer un trío con Sam y la otra chica.
—No, Sam es solo mío.
—¿Qué tanto quieres estar con él?
—¿Te refieres a tener sexo? —Abro la boca sin saber qué responder. Aún me causa la facilidad con la que hace preguntas como esas. Asiento con la cabeza—. Mucho.
—No eres boba. Eva Martines quiere saber si tú, que eres Dios, puedes obligar a... —Hago una pausa al ver mi nombre y leo la pregunta en mi interior. Ruedo los ojos—. Quiere saber si podrías obligarme a escribir una escena erótica.
—No sabes hacerlas.
—Exacto, es lo que siempre les digo. El mete y saca no es lo mío.
—Pero sí te obligaría si fuera entre Saaam y yo.
—Genial —digo de mala gana y observo al vampiro que mira al Arcángel con suficiencia. Este último parece estar a punto de irle arriba—. Sam. —Me mira—. Eva pregunta si estarías de acuerdo con la escena erótica entre tú y Vitae.
—Sería un tonto si no estuviese de acuerdo.
—Pues serás un tonto bien muerto como se te ocurra tocarle un pelo. —Sam, con esa sonrisa de superioridad y ojos rojo brillante que tan temeroso lo hacen ver, apoya sus brazos en sus muslos y se inclina hacia adelante sin apartar la vista de Miguel.
—¿Qué sucede, Arcángel? ¿Celoso?
El aludido sonríe con maldad e imita su posición quedando demasiado cerca de él para mi gusto.
—No tienes idea de donde te estás metiendo, vampiro.
Sam se encoge de hombros.
—No te tengo miedo.
—Deberías.
—Miguel, Valeria quiere saber si estás enojado con Vitae —digo, con la esperanza de desviar su atención.
—Sí —responde sin titubear concentrando su mirada en Vitae. Ella levanta una ceja.
—¿Por qué? —Vuelvo a preguntar.
—Porque no cumplió su promesa.
—No puedo cumplir una promesa que no recuerdo.
—Pues tenemos un gran problema. ¿Qué harás cuando...?
—¡Alto ahí, Miguel! —Todos me miran con el ceño fruncido—. No sé lo que vas a decir, pero si es lo que imagino, resérvatelo.
Rueda los ojos.
—Igual lo van a saber.
—Pero será cuando llegue el momento. ¡Aaron! Es tu turno, cielo.
—Estoy nervioso, nunca he hecho esto.
—Tranquilo. Tú limítate a responder. Alejandra Martínez pregunta si ya te sientes preparado para aceptar que te gusta Emma.
—¡No me gusta! —responde a la defensiva y la enorme familia ríe salvo ellos dos que se miran con una mueca.
—¿Estás listo para vivir con ella?
—En realidad estoy listo para hacerle la vida imposible.
—Karla quiere saber si ustedes creen que del amor al odio hay un solo paso.
—Solo en los libros —dice Emma—. Yo odio a Aaron y eso no va a cambiar nunca.
—¿Ni siquiera después de todo lo que te ha ayudado luego de lo de Cameron? —La rubia observa a Aaron con ojos tristes.
—Bueno... —Retuerce sus dedos con nerviosismo y baja la mirada antes de contestar—: Tal vez ahora lo odie un poco menos; pero solo un poco.
Aaron arquea una ceja sin poder creer lo que escucha.
—Emma, Alejandra y Stefanny quieren saber si no se te antoja ver la tableta de chocolate del Adonis Jr.
—Habría que ser tonta para decirle que no a un manjar visual, pero no me interesa el cuerpo de Aaron.
—¿En serio nunca has tenido un pensamiento impuro hacia el mayor de los Andersson?
—No, nunca, jamás de los jamases. —A pesar de su negativa, sus mejillas se sonrojan dándome a entender que está mintiendo.
—Alejandra quiere saber si nos dejarían ver una escena hot entre ustedes.
—En el hipotético caso de que algo sucediera entre la enana y yo, solo Ambar sabe si habrá algo hot.
—Yo también sé —dice Vitae. Claro que sabe, es Dios—. Solo diré que la noche de Hallowen será un poco interesante. —Les guiña un ojo y ambos fruncen el ceño como si la idea les resultara desagradable. Si ellos supieran.
—Ok, la siguiente pregunta es para todos y no quiero un por qué, simplemente un nombre. La hace Karla... Hombre, esta chica me da miedo.
—Pregunta bastante. —Hace notar Sacarías y yo asiento con la cabeza.
—Bueno, la pregunta es: ¿A cuál de todas las chicas presentes le coquetearían? Alexa les hace la misma pregunta a las chicas y agregan que no se vale elegir a sus parejas. Tienes cinco segundos para pensar y darme un nombre.
—La chica rara —dice Aaron dando el primer paso—. Lo siento, da cosita decirte Dios y no me he grabado tu nombre, pero, chica, tienes una belleza exótica.
Sam solo se ríe y las mejillas de Vitae se tornan rosadas.
—Es tu turno, Criaturita.
—Gracias por el halago. Yo elegiría a Zion, aunque eso de coquetear no se me da muy bien. —Don musculitos va a decir algo, pero Gabriel lo interrumpe.
—Eso no es cierto. —Frunzo el ceño—. Solo lo eliges a él porque es rubio como el vampiro y se creen graciosos; pero tú sabes que a quién elegirías es a Miguel.
—¿Es en serio, Gabriel? —pregunta Rafael y luce enojado—. Ya las cosas se estaban relajando. ¿Por qué regresar al mismo tema?
—Nosotros no mentimos, ¿no?
—Tú sabes de sobra que los cuatro hemos dicho unas cuantas mentiras hoy. —Me mira—. Es mi turno, yo escojo a Isabel. —Sin decir nada más, chasquea sus dedos y su apariencia pasa a ser la de un hombre mayor, aunque sigue siendo jodidamente hermoso.
Los ojos del arcángel a su lado se ponen blancos como muestra de lo mucho que le ha molestado su atrevimiento.
—¿Qué? —le pregunta Rafael acogiéndose de hombros—. Isabel es una mujer hermosa, tienes muy buen gusto. Tu turno, Isa.
—Bueno, ahora que veo tu apariencia de adulto, creo que también me quedo contigo.
—Solo lo dices para lastimarme.
—Yo no caigo en esos juegos absurdos, Gabriel. —Se voltea hacia Zion—. Es tu turno.
—La reina. Sharon es tu nombre, ¿no? —Ella asiente con la cabeza.
—Yo me quedo con Adams y me da igual la pregunta original.
Un silencio tenso se adueña de la habitación al notar el tono demandante y al mismo tiempo frágil de su voz.
—Ok, mi turno —dice Ariadna aligerando el ambiente—. Sam. —El mencionado sonríe con malicia y mira a su alrededor.
—La rubia. —Señala a Addy quien abre los ojos de par en par.
—Eso no me lo esperaba. Yo... —Mira hacia todos lados—. Alexander.
—Mi turno... Ambar.
—Espera, ¿qué? ¿Yo? ¿Por qué?
—Para que veas que yo sí te quiero. Tu turno.
Sonrío ampliamente. Eso no hay que pensarlo.
—Mi niño hermoso, Kyle. —Sonríe.
—La princesa. —Señala a Ximena.
—Maikol.
—Sharon. —Oh, está solicitada.
—Bueno, dado que ella eligió, sería el turno de Gabriel.
—La pelirroja. —Vuelve a asumir el rostro de Eliott e Isa aparta la mirada. Lo voy a matar—. ¿Cómo te llamas, cielo?
—Abigail.
—¿Sabías que es un nombre bíblico? —Ella niega con la cabeza. Yo tampoco lo sabía—. Se dicen que las mujeres con ese nombre son alegres, fuertes y optimistas. Cuando te miro, puedo ver todas las cosas difíciles por las que has pasado, por eso es tan asombroso que hoy estés aquí. Eres una guerrera y por mucho, la mujer más hermosa en esta sala.
Y yo estoy de acuerdo.
—Gracias —responde con los ojos nublados por las lágrimas—. Me voy con Nick.
—Un honor, señorita. —Le guiña un ojo—. Bueno, yo no tengo pareja, así que voy a elegir a cualquiera, así que me quedo con Alysson, eres mi mejor amiga.
Sam, Sacarías, Maximiliano, Lucio y yo, reímos a carcajadas por su desfachatez. Qué sinvergüenza es.
Alysson baja la cabeza avergonzada, pero no se me pasa la sonrisa en su rostro.
—Es mi turno, ¿no? —Asiento con la cabeza—. Bueno, creo que Ezra.
Nick pone mala cara, supongo que esperaba que fuera recíproco. Ezra levanta una ceja, divertido.
—Cielo, si me gustaran las mujeres, sin dudas te escogería a ti. Me quedo con Sacarías.
—Ezra, no se puede elegir a...
—Él no es mi pareja, por tanto, puedo elegirlo.
No puedo alegar nada contra su lógica. Sacarías, sin mostrar ni una pizca de emoción, mira su alrededor.
—El stripper.
Elián ríe a carcajadas.
—Me siento alagado, creo.
—Maldito viejo del demonio —refunfuña Ezra, pero el brujo ni caso le hace.
—Entonces me toca. —Elián mira a su alrededor—. Oye, rubia, ¿qué edad tienes? —Emma levanta la cabeza.
—Es demasiado joven para ti —dice Aaron con el ceño fruncido.
—¿Quién lo dice?
—Estamos aquí porque viajamos desde el futuro, en estos momentos, Emma es apenas una bebé.
—Ya, pero justo ahora es una mujer preciosa. ¿Me dirás tu edad?
—Veintiuno.
—Pues me quedo contigo.
—Genial. ¿Puedo unirme al striptease también? —Aaron se cruza de brazos refunfuñando en voz baja. Es un amor—. Yo me quedo con Miguel. Eres insoportable, protestón, tienes mal humor, pero tengo una debilidad por los chicos malos.
El aludido hace una mueca con sus labios y Emma solo ríe.
—No me involucro con humanos. —Es su única respuesta.
—Hay muchas chicas en esta habitación que no son humanas —rebato.
—Perfecto. Vitae.
Joder, a estos les gusta ver el mundo arder. Antes de que Sam pueda decir algo, llamo a Maximiliano.
—Bueno, supongo que me quedaré con Alexa.
—Es mi niña, bro. —Alex lo observa con mala cara, pero luego se ríe.
—Y esto es un juego.
—Alexa, tu turno —anuncio sonriendo.
—Primero muerta antes de coquetear con alguno de ustedes. Dan miedo.
Me rio, a esta le va a costar adaptarse.
—¿Dylan, Lu?
—Pasamos, aquí todos son muy mayores para nosotros.
—Ok, solo me quedas tú, Lucio.
El lobo se queda pensando por un rato.
—Arla —murmura para él. No creo siquiera que sea consciente de lo que ha dicho.
—¿Quién es Arla? —pregunta Sam con una sonrisa.
—¿Qué? —pregunta Lucio, confirmando mi teoría de que no fue consciente de sus palabras.
—¿Qué quién es Arla?
Lucio me mira con los ojos abiertos de par en par.
—Bueno, Cicel quería saber cuántos años tienes y algo más sobre ti porque eres todo un misterio. De Arla no digas nada y tú, Sam, contrólate, por favor.
—Eres mala, Ambar.
—Sí, eso me han dicho.
—Bueno, tengo novecientos noventa y tres años, aunque a penas aparento unos treinta y cinco. Arla es humana y es lo único que pienso decir.
—Gracias, Lucio. Seguimos, Sacarías...
—Y yo que pensaba que habías terminado conmigo.
—No y desde ya, te aviso de que no te van a gustar.
Respira profundo.
—Venga ya, entre más rato salgamos de esto mejor.
—Stefanny pregunta: ¿Cuál es tu versión de los hechos respecto a tu esposa y Ezra? —Sacarías muerde su labio con fuerza y Ezra lo observa detenidamente.
—En esta vida... —Mira a Ezra—, las cosas no siempre son lo que aparentan. —Los dos brujos se sostienen la mirada por varios segundos y debo decir que la tensión se apodera del espacio. Luego concentra su atención en mí—. Es lo único que diré.
—Valeria quiere saber si Ezra aún te mueve el tapate y Cicel que a quién quieres más, si a tu esposa o a Ezra.
Respira profundo par de veces.
—Tanto Ezra como Dalianna están fuera de mi vida desde hace mucho tiempo. No me interesan ninguno de los dos.
Ezra cierra sus manos con fuerza y sé que las palabras del brujo le han dolido.
—Mercedes Parish y Crespo Yuli pregunta que cuando vas a perdonar a Ezra.
—Espera un momento, Ambar. —Ezra interrumpe lo que sea que Sacarías vaya a decir—. Esa pregunta es un poco discutible porque a estas alturas, ya no se sabe quién debe perdonar a quién. Los dos hemos cometido errores y a pesar de los años que tenemos encima, parecemos unos niños que no saben enfrentar sus problemas con madurez.
—¿Tú estarías dispuesto a perdonarlo?
—Estoy aquí. —Se encoge de hombros—. Eso debe significar algo, ¿no crees?
—¿Crees que haya reconciliación o ya todo acabó? Es otra pregunta de Stefanny.
—Creo que eso depende de él... y de ti.
—Tengo un mensaje para ti de parte de Mercedes Parish: hazte de rogar.
Ezra sonríe de medio lado, pero no hay rastro del tipo divertido de siempre... Luce melancólico. Sacarías simplemente tiene sus brazos cruzados sobre su pecho, mientras observa la punta de sus zapatos como si fuese algo increíble de ver.
—Sacarías. —Levanta la cabeza—. Tranquilo, las preguntas incómodas terminaron, tengo una última para ti de parte de Karla Gayosso. ¿Qué tan buen amigo consideras Sam?
El brujo de pelos locos sonríe y Sam le presta toda su atención.
—Es insoportable, chismoso, jodedor, ¿ya dije chismoso? Siempre está metido donde no lo llaman y en ocasiones me dan ganas de desaparecerlo de la faz de la Tierra... pero extrañamente, me cae bien.
»Conozco a Adams... —Hace una pausa, pero se recompone rápido—. Desde hace siglos. Sin embargo, no podemos decir que éramos amigos hasta que todo esto comenzó, aun cuando trabajábamos juntos en la Logia. Entonces viene este idiota y se te cuela bajo la piel.
»Hostring, —Lo mira—. Me caes bien, de verdad, y la pregunta de la chica, la voy a contestar de la siguiente manera. Si este idiota quiere patearte el trasero, no solo se enfrentará a ti, sino a un brujo rabioso, que tal vez no lo pueda vencer, pero lo va a joder bastante.
Sam lo observa con los ojos entrecerrados, analizándolo y yo no puedo evitar sonreír. Siento que he creado algo bonito entre esos dos y de todas las amistades entre los Legnas, sin dudas esta es la que más me gusta. Sam ya no está solo.
—Nick, vamos para ti. Stefanny Mora y Belén Sánchez preguntan: ¿Te declararás por fin o continuarás en silencio, admirándola de lejos? La primera agrega que debes tener cuidado de que no te la quiten porque hay un Arcángel soltero.
Nick frunce el ceño mientras observa a Rafael y este solo sonríe.
—¿Te gusta alguien? —pregunta Alysson.
—¿Eh? —Nick se remueve incómodo en la silla. Madre de Dios, el Nefilim está nervioso. Esto es increíble.
—¿Quién es?
—Nadie. —Alysson frunce el ceño.
—¿Cómo que nadie? ¿No me quieres decir? Pensaba que éramos amigos.
Nick respira profundo.
—No es eso, Aly… Es… es complicado.
—Tío, estoy saliendo con Dios, no hay nada más complicado que eso.
—Ya, pero Dios te corresponde.
—Si no le dices, nunca vas a saber si siente lo mismo y eso que te da miedo, que te frena, es ridículo. En serio te lo digo… —Sam se acomoda en su asiento—. Tal vez no nos llevemos tan bien, pero te lo digo de buena fe; si no haces algo, podrías perderla y no tiene que ser necesariamente el Arcángel.
—Ya veré qué hago.
Alysson cruza los brazos sobre su pecho evitando mirar a Nick; creo que está enojada porque no le dijo de quién se trataba. Nick baja la cabeza, un poco decaído.
—Alysson, la misma chica te pregunta si hay alguien en el Reino que te interese o te guste, aunque sea un poco.
Nick la observa con disimulo y desvía la mirada con rapidez cuando la de ella cae sobre él.
Interesante.
—No, no lo hay. —Ay, Alysson, eso no te lo crees ni tú.
—La siguiente pregunta es para Sharon. —Trago saliva—. Y desde ya, me estoy disculpando por ella, me parece injusta.
—Pues no la hagas.
—Es mi deber hacerla, cielo.
—Me siento como la mierda, si es eso lo que quieren saber. —Ups, justo en el clavo—. Ahora no es momento para esto, pero espero que cuando escribas el libro, me des la oportunidad de conversar con Vitae. Necesito saber si disfruta todo lo que ha pasado…
—Sharon, yo…
—Déjala, Vitae. —La Criaturita asiente con la cabeza.
—Una profecía, lo entiendo, incluso lo acepto. ¿Pero primero pierdo a mi hermano y ahora a Adams? ¿Acaso disfrutan con mi sufrimiento? Digo, es lo único que se me ocurre. —Mira a Vitae—. No te estoy culpando por todo, simplemente necesito explicaciones. Sé que tú y Mors hicieron hasta lo imposible por salvarlo, incluso, aunque eso les dolía. Pusieron a los hermanos por encima de los humanos y se los agradezco, pero creo que me merezco una explicación y por supuesto, una forma de regresarlo.
Vitae va a hablar y por su rictus apenado y dolido sé que está a punto de decir que tal vez no haya forma de salvar a Adams, fundamentalmente porque no sabemos dónde quedó su alma. Sin embargo, no creo que sea momento para eso.
—Espero que Danny Pavez, —Interrumpo las intenciones de Vitae—, y Eva Martínez tengan la respuesta que querían.
»Pero no todos son preguntas… Mercedes Parish tiene un mensaje para ti y cito: Lo siento, chica. De parecer una niña prepotente y mimada has cambiado mucho como Legna. Tu mayor miedo ha pasado, el cuerpo de Adams sigue vivo, pero su alma no se sabe. Muchos ánimos.
»Por otro lado, Soledad Terminiello tiene un mensaje para los hermanos: Adams, te mando muchas fuerzas y que Dios, o sea, Vitae, ayude a resolverlo. Espero que Sam pueda ser feliz con la Criaturita. Besos para todos.
»Ah, ella le pide también a Isabel que le de otra oportunidad a Gabriel. Y ya que estamos en esto, voy para ustedes: Gabriel, Valeria Guadalupe, Liliana, Mercedes Parish y Belén Sánchez, quieren saber si ya dejaste de amar a Isabel. Y si te gustaría volver a ser una familia los tres.
—No, no he dejado de amarla ni un momento y me vale madre lo que diga Dios —responde mirando a Isabel directamente a los ojos. Vitae arquea una ceja—. Y no, no quiero que volvamos a ser una familia de tres, porque ahora tengo una nieta y una biznieta. Somos cinco.
—Entonces supongo que lucharás por su perdón. —Asiente con la cabeza—. Valeria quiere saber qué harás para que te perdone.
—Lo que haga falta.
—¿Y tú, Isabel? ¿Lo perdonarás?
—Hay cosas en esta vida que no tienen perdón.
—¿Y por qué perdonaste a Nick? —pregunta.
—Porque es mi hijo.
—Ok, Bel, no tendremos esta conversación aquí, no es el momento propicio.
~~☆~~
Uff... a Sam y a Miguel le queda poco para irse a las manos jaja.
¿Cuál será la historia entre él y Vitae?
Ezra, Sacarías, su esposa
Estoy impaciente por ese tercer libro jaja
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