Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

13. Sacarías

Adams:

Entro al despacho de Lucio junto al resto del jurado y tengo que admitir que estoy orgulloso. Jazlyn ha hecho un trabajo fenomenal ahí fuera, si no supiera la verdad, le hubiese creído totalmente. Solo lo siento por ella, su cabeza debe ser un lío; enterarse de que los vampiros existen de esa forma no es fácil. Se le notaba aterrada, su miedo llegaba a mi nariz con intensidad.

Me siento junto a la princesa en las sillas frente al escritorio detrás del que Lucio toma lugar. Sacarías se entretiene mirando a través de la ventana y Alexander, más impaciente que nunca, se apoya en la pared con la cabeza gacha.

—Creo que no deberíamos dejarla entrar a la Logia —dice el príncipe de repente sobresaltándome. ¿Por qué no deberíamos?

—Estoy de acuerdo con Alexander —interviene la princesa—. No creo mucho esa historia. Además, ¿de verdad piensan que el Justiciero le va a decir que venga a la Logia? No encaja con su forma de actuar. 

—Pues yo si le creo —interviene Sacarías y yo intento evitar el suspiro de alivio que amenaza con salir.

Sacarías es su apellido, su nombre nadie lo sabe y es un brujo, uno de los mejores y de los más antiguos, aunque solo aparente unos treinta y tantos años. Tiene una posición privilegiada en la Logia y a pesar de que no le gusta mucho participar en este tipo de asuntos, hay ocasiones en las que no le queda remedio. Es una persona muy sabia, por lo que si él cree en Jazlyn, no van a haber muchos problemas.

—Princesa, la chica tiene razón, no conocemos prácticamente de nada al Justiciero. —Aparta la mirada de la ventana—. ¿Cómo vamos a saber lo que lo impulsa a actuar? Él hace lo que quiere, cuando quiere y como quiere, así que el hecho de que esté jugando con nosotros es una opción; no podemos quitarle la credibilidad tomando como referencia al Justiciero.

»Creo que la historia es cierta en todos los sentidos, sino, es la mejor actriz que he visto jamás. Pude sentir su miedo, sé que usted, señoría y Adams, también lo sintieron. A los lobos se les da mejor olerlo.

—Aun así, no creo que debamos aceptarla. Esa chica no encaja para nada en este mundo. ¿Qué podría aportarle a la Logia?

¿Pero qué le pasa hoy a la realeza? ¿Desde cuándo se preocupan tanto por si alguien quiere entrar o no? Escucho con atención el tira y afloja de los dos Legnas y Sacarías. No intervengo, Lucio tampoco; solo nos limitamos a escuchar. 

Pienso en todo lo que pasó en el interrogatorio, algo se me tuvo que pasar para que Sharon y Alexander no quieran que ingrese, pero todo fue perfecto. Además, las excusas que están dando básicamente no tienen sentido. Es obvio que no quieren que entre, ¿pero por qué no dan una razón de peso? ¿Por qué no dicen eso que les está rondando en la cabeza desde hace rato? Porque puedo sentirlo, tienen una lucha interna entre lo que quieren, pero no pueden hacer.

Una idea cruza por mi cabeza; la cara de asombro de Jazlyn cuando entramos no fue por mí, ella sabía que yo estaría allí. Jazlyn los miraba a ellos; se conocen. ¿De qué?

Lucio, que hasta ahora se había mantenido en silencio, se pone de pie.

—Es hora de terminar con esto —dice y dirigiéndose a mí, continúa—: Te noto demasiado callado hoy, Hostring.

Me encojo de hombros. Primero tengo que pensar que voy a hacer; si supiera al menos de qué se conocen.

—Sacarías, ¿tú estás de acuerdo con que la señorita Jazlyn entre a la Logia? —Sacaría asiente—. Y ustedes, altezas, piensan que no debería. —Asienten a la vez—. Espero que sepan que no me han dado una razón realmente contundente para afirmar su posición, pero les daré una oportunidad. Si no la hacemos miembro, ¿qué proponen ustedes?

—Creo que lo mejor es usar la Runa de Borrar Recuerdos, señoría —dice Alexander con decisión.

¿Qué? ¿Está loco? Sharon abre los ojos alarmada e incluso Lucio que no es fácil de sorprender, se sorprende. Tiene que estar bromeando, ¿cómo se le ocurre sugerir tal disparate?

Me levanto y con un fuerte golpe en el escritorio que sobresalta a los presentes, miro a Alexander.

—¿Se ha vuelto loco? —pregunto alterado. Sé que no debo reaccionar así, él es el príncipe y yo me acojo a sus leyes, pero esto es demasiado—. ¿Qué cree que diría su abuelo o sus padres si le escucharan decir esa barbaridad?

—Es la mejor opción y fíjese bien en cómo se dirige a mí.
Aprieto mis puños con fuerza.

—Escuche bien lo que le voy a decir, Alexander O´Sullivan. Usted es el príncipe de los Legnas, pero desde mi punto de vista, no es más que un crío que se cree el ombligo del mundo. Mi lealtad es para sus padres, para su abuelo, para sus leyes. He conocido a cada uno de sus ancestros en los últimos trescientos años y han sido hombres de honor, dignos de respetar.

»He compartido con ellos cosas que no se puede ni imaginar, he batallado a su lado y lo seguiré haciendo, incluso para usted cuando sea el rey; pero para llegar ahí, aún le falta mucho y eso que acaba de proponer, es una barbaridad, es algo que viola sus propias leyes. 

»El poder de las piedras rúnicas no puede ser usado en humanos salvo que este represente un peligro para la Sociedad Sobrenatural y el Submundo en general y si mira bien a la señorita Lautner, verá que no es más que una chica muerta de miedo que vio algo que no tenía que ver y que ahora no sabe qué hacer. Si bien no aporta nada a la Logia, tampoco representa ningún peligro.

Hago una pausa y respiro profundo, tengo que controlarme, no puedo hablarle así por más que se lo merezca. Pasan unos segundos donde toda la sala permanece en silencio y cuando siento que estoy más tranquilo continúo:

—Lo último que necesita esa chica, es que metan magia en su cabeza. Usted lo sabe bien.

Alexander me mira detenidamente, tengo entendido que es bastante conocido por su mirada intimidante y que todos le tienen miedo. Es joven, pero tiene un poder que nunca antes he visto en un Legna y eso, en el fondo, hace que lo respete. Tal vez si no fuera tan petulante, tendría el aprecio de todos. 

—Mire, alteza, en lo que a mí respecta, voy a olvidar que ha dicho eso. Debemos rendir un informe a su padre sobre lo que sucedió hoy, le aseguro que no haremos mención de lo que acaba de decir. Estoy seguro de que Sacarías y Lucio estarán de acuerdo conmigo. —Los dos asienten con la cabeza—. ¿Querías mi opinión, Lucio? Pues es esta, estoy de acuerdo con que la señorita Jazlyn Lautner forme parte de la Logia. Ahora, si me disculpan, necesito un poco de aire.

Salgo del despacho ofuscado, cabreado, frustrado por lo que ha pasado ahí dentro. ¿Usar una runa con Jazlyn? Primero muerto. Necesito verla, hablar con ella, ver cómo está por lo que me dirijo a mi despacho; antes propuse que la llevaran ahí para que estuviera más cómoda.

—¡Hostring! —grita alguien tras de mí. Es Sacarías.

Detengo mi marcha mientras lo espero y para mi sorpresa, pasa de largo por mi lado. Al darse cuenta de que no lo sigo, hace un gesto con su cabeza y continúa caminando. Confundido, voy hacia él. 

Recorremos en silencio varios pasillos hasta que cruza una puerta que da a uno de los muchos balcones del edificio y la ciudad nos saluda con todo su ruido.

—¿Sucede algo? —pregunto cuando llego a él.

—¿Qué tramas? —Levanto las cejas dándole a entender que no tengo idea de a qué se refiere—. Has roto el Juramento.

Mi cuerpo se tensa ante sus palabras y me obligo a tragar ante el nudo que se ha formado en mi garganta. Sabía que lo había detectado, era imposible que no lo hiciera.

—No sé a qué te refieres.

—Todavía me pregunto cómo después de tanto tiempo conociéndome, insultas mi inteligencia. Has roto el Juramento de Sangre, Hostring. ¿Por qué?

—¿Por qué estamos aquí, Sacarías? —evado su pregunta. No es intencional, sé que tendré que darle explicaciones, pero necesito saber por qué no se lo ha informado directamente a Lucio—. ¿Por qué no lo has informado? Me has sacado al balcón para que los ruidos de la ciudad se interpongan en el oído de aquellos que, aunque no buscan escuchar, lo pueden hacer igual. ¿Por qué?

—Porque soy un hombre curioso. —Se encoge de hombros—. ¿Por qué uno de los fundadores de la Logia, uno de los lobos más importantes y respetados, ha roto el Juramento que prometió defender con su vida? 

—Tengo mis razones.

—Y yo espero que las compartas conmigo.

—No tientes mi paciencia, Sacarías. No te conviene.

—¿A quién le contaste? ¿Con quién hablabas?

Sacarías no es un hombre sencillo y mucho menos uno que deje las cosas en paz. Cuando se le mete algo en la cabeza hace hasta lo imposible por tenerlo y sé que tiene sus métodos para hacerme hablar, pero también sé que no me forzará, me debe mucho como para delatarme.

—No tengo tiempo que perder, Sacarías. —Sin esperar respuesta, doy la vuelta con la intención de marcharme, pero su voz me detiene antes de abrir la puerta:

—Jazlyn Lautner. —Una risa baja conocedora de que se acerca a lo que desea, sale de su pecho—. Soy un maestro del engaño, Hostring, necesitarás mucho más que un hechizo de Dayana, para esconderla de mí.

—¿Qué quieres, Sacarías?

—La verdad.

—No sé qué verdad es esa.

—Rompiste el Juramento y tú y esa chica se conocen; es buena actuando, pero no tanto. El colgante que tiene posee un hechizo de contención, puede que para Lucio pase desapercibido, pero para mí, que enseñé a Dayana todo lo que sabe, no. Pero no te preocupes, no tienes que contestar, no ahora, ¿sabes por qué?

El colgante del que habla, se lo regalé anoche, fue complicado pedirle que lo usara hoy sin contarle nada; por suerte accedió. Jazlyn es muy poderosa, ella no lo sabe, pero el olor de su poder es potente y no podía permitirme enfrentarla a Lucio sin protección. Habría sido descubierta a penas la vieran, así que me vi obligado a cobrarle unos favores a una vieja amiga.

No respondo, pero él no lo necesita porque sabe que está en lo cierto.

—Porque me vas a necesitar... —No tengo idea a qué se refiere, aun así, no digo nada. Con una sonrisa petulante en su rostro, camina hacia la puerta y cuando pasa por mi lado, susurra—: Pronto.

Más cabreado que minutos antes, regreso con intenciones de hablar con Jazlyn, pero mis planes se frustran cuando me informan que la decisión ha sido tomada.  

🌟🌹🌟

Hola de nuevo...

¿Qué les pareció Sacarías?

¿Qué piensan que puede necesitar Adams de él?

Ya veremos en los próximos capítulos

Besos gigantes

😍
 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro