Prólogo
—Transilvania.
Una intensa luz roja emanaba de las ventanas de un castillo a la cima de una montaña aledaña a un pueblo rural en el estado emblema de Rumania. Aquel pueblo alejado de prácticamente toda urbanidad, salvo electricidad y una débil señal para los aparatos en general, era ahora azotado por un mal despedido no desde el castillo, sino desde sus propios difuntos, pues de la tumba estos se habían levantado, y ahora deambulaban por las calles y bosques de dicho pueblo, en busqueda de servir a su amo y saciar su hambre por carne de los vivos de paso. Una pareja corría despavorida entre el abrazo de la neblina y la luz de la luna, perseguidos y rodeados por estos cadáveres andantes, por estos zombies.
—¡Corre, Grimes!— le pedía su mujer al sheriff, quien hacia uso de su revolver colt para acabar con los moribundos de un tiro directo a la cabeza, dando tiempo asi a su pareja de llegar a casa —¡Corre!— pidió de nuevo la mujer, quien ya había llegado a la puerta de su casa de madera, la cual tenía un diseño que emulaba a una medieval
—¡Entra a la casa!— ordenó el Sheriff, cuya chaqueta marron tenía un ensangrentado agujero, y en el, una mordida se dislucidaba en el brazo del Sheriff —¡Entra y llama a quien sea, diles que necesitamos ayuda y...!— para el horror del hombre, un click se escucho en su arma, ya no tenía balas, y los cercanos zombies no parecían satisfechos —¡Entra ya, Lauren, entra ya!— ordenó el Sheriff, justo antes de sostener con firmeza su arma y golpear un par de veces a un zombie con su arma, destrozandole la cabeza
—¡Grimes!— grito con temor la mujer, que se asomaba desde la puerta entre abierta, observando como, aunque su marido podía pelear contra los muertos por ahora, estos lentamente le rodeaban —¡Pediré ayuda!— exclamó la mujer, cerrando la puerta y corriendo hacia los pisos superiores
—¡Vengan por mi, malditos engendros!— gritaba con rabia el Sheriff, viéndose lentamente superado, y sabiendo que su fin había llegado, apenas sintió como un pedazo de carne le era sangrientamente arrancado de la espalda por un zombie joven, que un día le vendió periódico —Dios... ¿Wilbur?— pero no hubo tiempo de una respuesta ni entre quejidos del zombie, pues su cabeza estalló
—¡Entra a la casa!— decía la mujer, que apuntaba con una escopeta de doble cañón a los zombies, en aras de ayudar a su esposo a entrar; todo esto con los ojos entrecerrados, pues el furor del fuego proveniente de las lejanías en el búsqueda la cegaba un poco
El Sheriff sin dudarlo asintió con algo de dolor tras haber sido mordido en la espalda; este comenzó a correr aunque su vista se volvía borrosa y sus pasos se volvían torpes debido a la sangre que había perdido y los estragos de la infección en sus venas, pero aún así siguió, al menos hasta que un zombie, cuya mitad inferior había sido devorada, lo sujeto de la pierna e hizo caer al suelo junto a él. El Sheriff golpeó la cabeza de aquel zombie sin importar que ya le hubiera mordido la pierna, golpeó y golpeó hasta que logró destrozarle el cráneo, quedando ya libre para caminar o correr a la casa, pero muy herido como para hacer ambas con rapidez; los zombies volvieron a rodearle apenas las balas de su mujer se acabaron, y entonces quedó a merced de los no muertos, únicamente con un arma para defenderse contra ellos, y no precisamente a base de disparos. Aquel hombre vio su destino tallado en piedra, y decidió aceptarlo con una mezcla rara entre dolor y paz, pues su mujer estaba segura en casa, pero él sólo ahí, a merced de los muertos, o eso pensó; de manera sorpresiva para el Sheriff, una dorada shuriken fue disparada por sobre su cabeza y dio en el pecho de un zombie con vestimenta de porrista, aunque el hombre se vio decepcionado por unos segundos, esto paro apenas vio el cuerpo del zombie congelarse lentamente desde donde la shuriken había caído, hasta que con una patada, este hombre pudo destrozar a la zombie en pedazos; nuevamente, una segunda shuriken salió disparada hacia otro zombie, congelandolo también y ambas desprendiendose de sus objetivos y, como si por arte de magia fuera, volvieron hacia su dueño.
—¡Chicos, aquí hay otro grupo!— llamó el dueño de ambas shurikens heladas; un hombre que vestía con un traje blanco de ninja y broche de dragón con púas en su cabeza; por el tono de voz y su complexión, apenas había llegado a la adultez —¿¡Esta usted bien señor!?— pregunto el ninja al Sheriff, quien solo negó con la cabeza, antes de ver con sorpresa a otro par de ninjas, salvo que estos portaban trajes de azul y negro
—M-Mi...— intentaba decir el hombre, encontrándose apenas consciente tras la pérdida de sangre —mi mujer está en la casa, ayudenla por fav...— pero pronto, y en la lejanía, entre los árboles y las llamas de aquel incendio forestal, dos rayos de plasma rojizo fueron vistos, cortando las copas de algunos árboles
—¡Por aquí descerebrados!— llamaba el ninja azul, quien portaba unos nunchakus dorados conectados entre sí con un delgado relámpago celeste; el broche en el hombro de este ninja, era la cabeza de un dragón que parecía más bien una nube con ojos y relámpagos como hocico —¿¡Como estuvo la evacuación, Cole!?— pregunto justo antes de hacer girar sus chacos y lanzar un relámpago hacia un zombie, haciéndole estallar la cabeza
—Desesperante Jay, Shield no mando suficientes agentes— aclaro Cole, el ninja de negro, cuya arma era una gran hoz dorada; Cole clavo su hoz al suelo y creo grietas que se esparcieron por los suelos hasta abrir un gran agujero en la tierra que se trago a los zombies que se acercaban —Zane ¿¡Como esta todo en el cuadrante cercano al castillo!?
—Infestado, tendremos que salir deo área o nos veremos superados— confesó el ninja blanco, de nombre Zane, mientras guardaba sus shurikens —. Señor, necesita atención médica— susurro Zane, mientras ayudaba a ponerse de pie al Sheriff
—E-Es inútil, he visto como pasa, en poco tiempo mis ojos serán rosas y haré cosas, cosas...— el Sheriff se interrumpió a si mismo, justo antes de escupir sangre a la tierra —, lastimare gente, deben asesinarme...
—Debe haber algo que podamos hacer...— susurro Jay, deteniendo a Cole quien ya había apretado el agarre en su arma y daba un paso al frente —¿Algún remedio, una cura?
—Esta maldición no tiene remedio, más que la muerte— susurro mientras miraba hacia el castillo
—¿¡Chicos!?— se escucho en el. comunicador de Zane —¿¡Siguen vivos!?
—Aquí Zane. Jay y Cole están conmigo, reportate Lloyd— pidió Zane, mientras se alejaba de la escena y miraba hacia el bosque, en el cual se extendía lentamente el fuego —¿Qué ocurre?
—No pudimos con ella, pero logramos distraerlo, tenemos irnos, Kai esta herido— informas Lloyd desde el comunicador, aunque pronto mostrándose de entre las ramas y vegetación
Lloyd tenía puesto un traje de ninja verde con dos hombreras de metal; contrario a los demás ninjas, entre ellos al rojo, que venía cargando con cuidado sobre su hombro para ayudarle a caminar, no portaba ningún arma, o al menos un arma dorada como las de los demás ninjas, ya que incluso el ninja rojo llevaba una espada dorada en su espalda. Aquel último ninja era Kai, el ninja rojo, cuyo broche era el de una cara de dragón que se formaba con la silueta dorada de una bola de fuego.
—¡Tenemos que irnos, llamen a Nia, ella debe poder atenderlo!— ordenó con desespero Lloyd, mientras tosía y aceleraba su paso hacia los demás ninjas
—¿¡Qué le pasó!?— pregunto con temor Jay, acercándose para ayudar a recostar a Kai en la tierra
—La maldita m-me dio con su visión calorífica— declaró Kai, quitándose la máscara y dejando ver que, además de un rostro sucio por la ceniza y tierra, tenía una herida vertical sobre su ojo izquierdo, aun sangrante y levemente cauterizada —, pero fui más fuerte que su lásercito...
—Carajo...— susurro Cole, al ver el brazo de Kai —. Hermano... te mordieron...
—¿Así?— pregunto Kai sarcástico —. Ya decía yo que me sentía incompleto
—No— intervino a secas Lloyd, encendiendo una llama verde en su mano, con la que calentó su larga daga —. Sujetenlo, hay que amputar...
—Nadie va a cortarme nada, soy fuerte, podré con esto— confesó Kai, mientras trataba de ponerse de pie
—La mujer— inicio Zane —¿¡Qué pasó con ella!?
—La ataque con fuego y tierra— explicó Lloyd, mientras se giraba hacia el bosque —, creo magma y luego la ataque con hielo, no se cuanto resista, nunca he peleado con el de New York...
—Déjame cortarte el brazo hermano— pidió Cole, mientras ayudaba a Jay a cargar a Kai —, será rápido y tu mismo podrás cauterizarte...
—Nadie me cortará nada, yo puedo con esto— explicó Kai, encendiendo una llama en su palma y presionandola contra la mordida en su brazo, causándole un fuerte dolor, solamente por ser cargado, no cayó de rodillas ante el acto
—¿Y ahora que?— pregunto Lloyd, mientras miraba hacia el castillo
—Tenemos que irnos— explicó Zane —, la pelea era para que pudieran evacuar a las personas del pueblo, lo logramos.
—Misión cumplida— susurro sarcástico Jay, antes de desviar la mirada hacia el Sheriff, que tras quitar el seguro de su arma, regó con sus sesos la hierba y tierra tras él, cayendo al suelo sin vida y ante los gritos desesperados de su esposa, quien ahora lloraba en el marco de la puerta —¿S-Se...?
—Voló los sesos— terminó Cole, justo antes de dar un suspiro de molestia e impotencia
—Tenemos que salir de aquí, se llenara r-rápido— confesó Kai, justo antes de oír un aullido en la lejanía —, y no sólo de muertos...
—Director Fury, solicitamos una extracción, estamos cerca del castillo, pero lo suficientemente lejos para un rescate seguro— informó Zane a su comunicador, justo antes de escuchar un rápido y violento movimiento en los árboles, cada vez más cerca de ellos
—¿Lo mordieron?— pregunto aquel que salía de entre los árboles; finalmente revelandose con sus lentes de sol y portando dos sables; este era Blade, el cazador de vampiros
—Ah... solo eres tú— declaró aliviado Jay
—Dije— inicio de nuevo Blade —¿¡Que sí lo mordieron!?— pregunto a la par que clavaba su espada al suelo y sacaba su pistola del cinturón, quitando con lentitud el seguro
—Alto ahí, Terminator negro— bromeó Lloyd, poniéndose entre él y Kai
—Como siempre, me hacen difícil distinguir en sí el más joven es valiente o solo estupido— confesó tajante Blade —. Quítate Ninja Verde, Kai debe ser eliminado, fue mordido...
—Sobre nuestros cuatro cadáveres— amenazó Cole, mientras le apuntaba con su hoz
—S-Si, sobre sus cadáveres, Blade— declaró Kai, sacando su espada y generando fuego de su hoja
—¡Alto!— se escucho desde los árboles
—¡Hay otra manera, la he descubierto Eric!— exclamó Morbius, que portaba consigo una mochila verde —¡Alto!— exclamó justo antes de dar un gran brinco desde el árbol hasta el suelo, quedando frente a frente con Blade
—¿¡De que estas hablando, Michael!?— pregunto Blade, aunque usando un tono despectivo en el nombre de su congenere
—Lo que digo es que la energía que emanaba de estos cadáveres y del castillo, toda ella es magia— explicó Morbius, mientras señalaba hacia el castillo —, la he sentido y esto lo es, en toda esta zona, incluso puedo percibir su aroma en el muchacho de fuego...
—Se llama Kai— corrigió Jay, aunque ni tardo ni perezoso se giro hacia su alrededor, pues los quejidos de los no muertos se hacían presentes —¿Escuchan eso?
—Si, ya vienen— confesó Kai, uniéndose a los ninjas en una posición defensiva
—¿Quieres decir que no es un virus creado por Drácula y convenientemente esparcido en transilvania?— pregunto Blade, lanzandole una estrella ninja al primer zombie que salió de entre las hierbas —Sino una, una ¿Maldicion?
—¡Exactamente!— exclamó alegre —. La mano de la ciencia no tiene cabida aquí, si es Drácula, pero no como lo creíamos — confesó Morbius, justo antes de escuchar un fuerte crujir en lo profundo del bosque
—Carajo es ella, se está liberando...— susurro Lloyd, tras ver hacia el bosque —. Con ella no podemos, hay que huir ya.
—¿Y que sugieres hacer, niño verde?— pregunto Blade, volviendo a empuñar sus dos espadas —Por qué esto seguirá esparciendose si no se contiene ahora...
—Escuchalos, Brooks— declaró Nick Fury en sus comunicadores —, la batalla por hoy terminó, pero créanme, volveremos, tengo en mente refuerzos que tal vez puedan con esa super chica— añadió el super espía, mientras monitoreaba todo desde su helicarrier en los cielos fronterizos de Rumania —, vuelvan, es hora de hacer mejores los planes, ¿Morbius, conocimiento?
—Lo que robe del castillo servirá, Director— susurro Morbius a su comunicador, mientras veía venir un helicóptero con el logo de Shield
—Perfecto— finalizó Fury, cortando la comunicación y girandose hacia Maria Hill —¿Señorita Hill?
—Si ¿Director?
—Es hora de cazar monstruos.— finalizó tajante el super espía, mientras veía en pantalla cientas de imágenes relacionadas a un personaje, o ahora persona, en específico: Drácula.
—Preparatoria Midtown - New York, algún tiempo después.
Las gradas del campo de fútbol estaban llenas; fila tras fila de estudiante vestido con una azulada toga y su respectiva gorro de graduación llenaban las mismas, mientras que a los lados, y en muchas filas de sillas plegables, se postraban los padres expectantes de ver graduados por fin a sus hijos. Mas no todo era alegría y orgullo en este día, pues las recién graduadas Gwen Stacy, Ava Ayala y Lois Lane esperaban ahí, sentadas con dos asientos vacíos entre Gwen y Lois, llenándolas de preocupación conforme los nombres eran mencionados y acercaba cada vez más a ellos.
—¡Ava Ayala!— llamó el director, haciendo que Ava se levantara entre aplausos de sus compañeros
—¡Encuentrenlos, ya!— ordenó Ava, cambiando entre las bancas y dejando a ambos chicas con preocupación
—Esta vez está sonando— susurro Gwen, acto que por unos segundos calmo a Lois
—¿¡Bueno!?— pregunto Clark, al otro lado de la linea
—Es Clark y creo que hay sirenas de p...— le susurro Gwen a Lois, justo antes de que la pelinegra le arrebatará el teléfono celular —okey...
—¡Donde te metiste, Smallville!— regaño Lois, mientras era mirada por todos los alumnos, acto que la hizo bajar el volumen de su voz
—Creo que no es un buen momento linda— exclamó Clark al otro lado de la llamada, justo antes de escucharse el disparo de una escopeta, preocupando también a Gwen
—¿Esta Peter por ahí?— pregunto Gwen, mientras veía a Sam Guthrie llegar mientras aún se ponía la toga —¿Qué no, Sam se había ido con ellos?
—Ahora no parece ser as...— pero Lois fue interrumpida tanto por el frenar de un gran vehículo al otro lado de la línea, como de la voz del director
—¡Gwen Stacy!— llamo el director, obligando a la rubia a ponerse de pie
—¡Ya lo oyeron, le toca a Gwen, más vale que...!— pero de un segundo a otro, y entre una lejana ráfaga de viento, Barbara Gordon, Peter y Clark Parker llegaron por el mismo lugar por el cual había llegado Sam hace unos segundos, rápidamente todos corrieron a sus asientos, ante las miradas de los alumnos
—Lo siento linda, hubo algo de trafico— decía Clark, aun con la llamada activa; ambos colgaron
—No siempre llegarán a tiempo, Clark— regaño Lois, intentando darle un pequeño golpe al brazo
—¡Shhh!— exclamó Peter —, ya va mi chica— apenas dijo esto, todo excepto Gwen pareció detenerse, llegando a sólo oír sus pasos, acercándose con nervios y alegría para tomar así su título con orgullo y darles una sonrisa a las masas presentes, aunque en dicho momento, apenas Gwen y Peter cruzaron sus miradas, todo esa gran sonrisa triunfal, fue para él.
—¿Puedes creer que ya nos graduamos?— pregunto con una gran sonrisa Clark, abrazado a Lois
—Lo se, y eso que casi morimos un par de veces— declaró entre risas Lois
—Qué quede claro, que lo del Super Adaptoide no fue culpa nuestra, sólo, bueno, apareció un dia— expresó Clark, mientras veía a su alrededor con una sensación de ser observado, pero no lograba hallar el motivo, por lo que rápidamente se giro hacia Lois
—¿Y el Parásito?— añadió Lois con una sonrisa, poco antes de ambos ser interrumpidos
—¡Lois Lane!— exclamó el director, a lo que Lois de paro casi de un brinco y corrió con emoción hacia el escenario; Clark aplaudía con emoción
—Aplaude más fuerte y volarán a los chicos de aquí enfrente— declaró "bromista" Peter, mientras movía los pies para dejar pasar a Gwen; todos al frente aplaudieron ante su "sarcasmo"
—¡Esa es mi chica!— grito Clark al aire, haciendo alegrar aún más a su pareja, quien apenada pero alegre, agacho la mirada ante el saludo que su padre y tíos, todos militares, llevaron a cabo; la mirada del padre de Lois, se clavo en Clark, quien apenado se sentó y evito mirar a su suegro —¿Sigue viendo?
—Sip— contestó entre una roncs risa Gwen, a lo que Peter comenzó a reír también
—Vaya... puedo oír su pulso subir...— declaró nervioso Clark, poco antes de ver a su alrededor, nuevamente tratando de ver de donde venían ahora unos acelerados latidos, únicamente viendo con extrañeza hacia arriba
—¡Clark Parker!— llamo el director, sacando a Clark de su pensamiento y haciendo que se pusiera de pie con su toga y corriera hasta el escenario
—Más lento hijo, más lento...— pedía May entre susurros para si misma, tras ver como es que Clark casi alcanzaba una velocidad sobre humana; su hijo, haciendo uso super audición, bajo la velocidad, pero mantuvo la suficiente como para subir y besar en su mejilla a Lois antes de que esta bajara
—¡Gracias Midtown!— exclamó Clark, dando un gran salto al aire con la mirada hacia el cielo, pareciendo ver por unos instantes una silueta en los cielos —¿Qué?— pregunto a sus adentros Clark, poco antes de recibir un par de palmadas en su espalda de parte del director
—Ya baja hijo, le toca a tu hermano— expresó el director, poco antes de llamar a su hermano adoptivo —¡Peter Parker!— exclamó al aire el director, viendo hacia Peter, quien se levantaba con algo de timidez, hasta que Flash Thompson lo cargo en sus brazos y llevó hacia el escenario
—¿¡Flash!? ¿¡Qué estas haciendo!?— pregunto entre risas Peter, acompañando a las risas de sus amigos y compañeros, incluso de su novia y tía
—¡Este héroe me hizo terminar preparatoria!— exclamó Flash, llevando a Peter hasta el escenario para recibir el título entre carcajadas del mismo, e incluso del director, cuya mirada manifestaba orgullo y alegría ante el actuar de Thompson
—Residencia Parker - Queens.
En el hogar de los Parker, el general Samuel Lane y compañía, los recién graduados, se paseaban por la casa con sus respectivas bebidas y platos con un pastel horneado por la misma May Parker, con el grabado: Les dije que se graduarian, muchachos; a este ya le faltaban múltiples rebanadas, pues algunos, como Flash Thompson y el mismo Samuel Lane, ya había repetido.
—Te lo digo hijo, eres material para las fuerzas armadas— decía el General Lane, mientras palmeaba a Flash y reía
—Bueno, no entre a la universidad y mi viejo tal vez no me mate por que en realidad si aprobé la preparatoria así que... ¿Donde firmo?— pregunto entre risas Flash, llevándose un profundo trago de cerveza a la boca, al menos hasta que May paso entre ellos y le quito la cerveza, para darle una lata de soda; Flash río con ciertos aires de ternura
—Tu padre trata de haber que Eugene se vaya a la guerra— dijo entre risas May, dejando algunos platos en el fregadero
—No creo que lo convenza— añadió Lois, quien era abrazada por Clark; este solo río —, cuando lleve a Clark con nosotros a la playa y vio su cuerpo, repentinamente era el hijo pródigo, el Targaryen entre, no se... ¿Los Martell?
—Hasta que me negué a unirme al ejército— explicó Clark, con una apenada sonrisa —. Y ¡Wow! ¿Esa fue una referencia a una serie?
—Déjame en paz—regaño Lois tras darle un codazo a Clark en las costillas —. Y fue a los libros, gracias...
—Ni Flash sería tan tonto para unirse al ejército— exclamó Peter, quien estaba recargado sobre la barra y con el brazo entrelazado al de Gwen
—No lo se— intervino Clark, entre una entre cortada risa —. Flash nunca deja de sorprendernos.
—Totalmente de acuerdo— contestó Ava, que entraba por la puerta con una gran gelatina de coco en sus brazos, al igual que Sam, que llevaba una translúcida gelatina de piña —, quiero decir, míralo, acabo la preparatoria y dejo el bullyng...
—Y también esta en su sala, riendo y, bueno— decía Sam, mientras miraba hacia Flash, riendo entre Dick y los amigos de Samuel Lane —...ganándose al suegro de Clark— confesó entre risas, poco antes de extrañarse al ver el progresivo cambiar del rostro de Clark —¿Clark?
—¿Smallville?— pero ante la pregunta de Lois, tampoco hubo respuesta, esto alertó a los presentes
—¿Araña?— pregunto a voz baja Ava
—No lo sé, mi sentido arácnido no me dice nada— decía Peter, poco antes de que Clark, quien tenía la mirada levemente desviada hacia el techo, rápidamente se dirigiera hacia el patio trasero, siendo este seguido por los jóvenes héroes, y sus respectivas parejas —Tenía que ser con el suegro que odia a los supers en casa— bromeó para si mismo Peter, que se colocaba disimuladamente los lanza telarañas y salían al patio
Todos, incluido Clark, trataban de ver hacia aquel cegador brillo, pues una persona descendía del cielo rodeado de una intensa aura de energía cósmica de color celeste, misma que se iba apagando mientras que este bajaba más y más al césped, dejando incrédulos, y hasta preocupados, a los jóvenes, sobretodo a Clark, que no podía hacer uso de su visión de rayos x para lograr ver más allá de la energía. Aquel ser piso firmemente el césped y miró estático a los jóvenes, dejando a la vista su traje negro con mangas y botas doradas, además de un dorado casco dorado con una estrella roja en la frente.
—¿Quién eres?— pregunto Clark, pero al no ver respuesta de este "hombre", encendió sus ojos en visión calorífica —¿¡Y que quieres!?
—Responde la pregunta, estas hablando con Superboy y Spider-man— reclamo Peter, mientras se ponía la máscara; el resto de sus amigos super héroes lo miraron con cierta molestia
—Superboy...— susurro este hombre cósmico, mientras esbozaba una sonrisa —, soy un Nova Corp, no deberían temerme
—Bajaste del cielo envuelto en energía cósmica— declaró Ava, sacando sus garras, pues se había puesto sus guantes blsmcos, en muestra de amenaza —¿Tu que crees que pensaríamos?
—Admitire que, es una forma rara de presentarme ante ustedes, y ante ti...— decía este Nova Corp, dejando confundidos a los jóvenes mientras se llevaba las manos al casco y se lo retiraba del rostro, liberando una naranja cabellera
—...mi pequeño hermano.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro