YoonGi no podía dejar de mirar a Jeongguk. El pequeño lo perseguía por todos lados al momento de que quería mover alguna cosa de la habitación, ya estaba acomodando y guardando las cosas para irse del departamento.

No había podido conseguir el dinero y la joven dueña no quiso darle una oportunidad más, por lo que solo tenía la noche y el segundo día para desocupar.

Dejó de acomodar y se colocó en cuclillas para estar a la altura de su hijo, quitándole los negros cabellos de su frente

—¿Te sucede algo, cariño? Papá está para escucharte.

Jeongguk hizo un puchero y puso su dedito en su boca como respuesta. YoonGi le dio un beso y se levantó para volver a acomodar. Sin embargo alguien tocó la puerta, soltó un suspiro y se dirigió a abrirla. Grande fue su sorpresa al encontrarse con Hoseok y un hombre que traía consigo un ramo de girasoles.

—¿Qué es todo esto? —le pregunto al castaño.

—He venido a visitarte —le respondió alegre— ¿Nos dejaras pasar? —se asomó por el hueco que quedaba sobre la cabeza de Yoongi.

YoonGi no respondió y se hizo a un lado, cruzándose de brazos mientras fruncía el ceño. Estaba molesto con su amigo por la llamada que le hizo.

¿Acaso estaba loco?

—¿Quién es él?

Hoseok miró a su jefe con una mirada divertida.

—Tú alma gemela —le respondió dándole una palmadita en el hombro. YoonGi lo miró mal—. El hombre que quiere conquistarte... digo... que quiere contratarte como su pareja.

Jimin se acercó a él haciendo una reverencia formal y le entregó las flores que había traído consigo. Al omega se le enrojecieron los ojos, lágrimas le comenzaron a salir y un par de estornudos se hicieron presentes cuando las flores se le dieron dadas en sus brazos. Jimin se hizo para atrás asomando una tenue sonrisa en sus labios al ver la reacción del pelinegro.

—Mucho gusto —estiro su mano con cortesía—. Soy Jimin Park, dueño de la empresa "Park'AvsO'cosmetics".

YoonGi también estiró su mano, tomando y apretando entre la suya y la de el alfa con fuerza. Ambos sintiendo una corriente eléctrica recorrer cada parte de su cuerpo.

—El gusto es mío —alejo su mano con rapidez asustado. A Jimin se le desorbitaron los ojos y se hizo hacia atrás-, Veo que... ¡achis! —estornudó soltando las flores de sus manos, estas cayeron al suelo—. Lo siento, es que soy alérgico a los girasoles ¡achis!

Jimin volteó de reojo hacia Hoseok dándole una mirada asesina. Su asistente tendría que darle una explicación más tarde. YoonGi se agachó para recogerlas y las llevó a la mesa para colocarlas en el florero. Cuando terminó buscó por todas partes a su cachorro y se dio cuenta de que se había quedado en la cocina sentado en su silla.

Jimin también lo busco para conocerlo.
Hoseok se sentó en el sillón con una sonrisa cómplice.

—¿Dónde está Jeongguk? —pregunto alzando su mirada—.  No le veo por ningún lado, siempre sale para saludarme y ahora no ha venido corriendo.

YoonGi sonrió avergonzado.

—Se me ha olvidado bajarlo de su silla —se rascó la cabeza—. Si me permiten iré por él.

Se fue dando la vuelta sobre su eje.
Jimin y Hoseok se quedaron solos en la habitación con un silencio un tanto incómodo, tenían cosas que aclarar.

—¿Por qué no me has dicho que era alérgico a los girasoles? —preguntó Jimin con voz áspera—¿Tienes idea de lo que podría haberle sucedido?

Hoseok negó con la cabeza.
Jimin apretó los dientes con fuerza.

YoonGi regresó con el pequeño Jeongguk sin darle tiempo de responder al castaño, venía con una sonrisa en sus labios y cargando al niño de dos años. Jimin dejó su enojo a un lado y miró con atención al niño. Tenía cabello negro ondulado, piel blanquecina, ojos grandes color azul amatista como los de el, nariz pequeña y labios pequeños rellenitos de color rojo.

El niño no paraba de balbucear mientras le acariciaba las mejillas al omega.

—¡Jeongguk! —exclamó Hoseok levantándose del asiento y dirigiéndose a YoonGi— ¿Me lo prestas? —YoonGi se lo presto sin rechistar y Hoseok lo tomó en sus brazos con cariño— Deberías hablar con mi jefe... —murmuró viendo al mencionado—. No tardará nada, es una buena oportunidad.

YoonGi no estaba seguro de eso, estaba seguro que algo sucedería al darse cuenta hace rato que el alfa podría tratarse de su predestinado. Aún así asintió a su amigo y se alejó de él para acercarse al de cabellos rojos.

Jimin se sintió nervioso al ver que el omega se acercaba a él a pasos lentos. Su lobo moviendo la colita entusiasmado.

¿Qué le sucedía a este lobo pulgoso?

Unos minutos después ambos se encontraban sentados en la cocina, mirándose a los ojos sin decir ninguna palabra. Al parecer era más difícil de lo que esperaban.

—¿Y bien? —rompió el silencio el pelinegro— ¿Cual es la razón por la que ha venido?

Jimin se removió acomodándose en su asiento.

—Estoy buscando a un omega —dijo con voz tranquila—. Mi padre piensa que tengo una pareja y quiero que tú seas esa persona.

YoonGi analizó las palabras del alfa, preguntándose la razón del porqué lo quería a él.

—¿Por qué yo? —le pregunto. Jimin tampoco lo sabía, solo sabía que su lobo no quería dejar pasar la oportunidad de tener al omega. YoonGi continuó—. No me conoce, no sabe si puedo ser capaz de acusarlo con su padre, se que confía en su secretario pero creo que no es una buena idea.

Su lobo no estuvo de acuerdo con él.
Jimin frunció el ceño y se lamió los labios.

—Si lo piensa, yo creo que sería una buena oportunidad. Se que tiene un hijo y estoy dispuesto a traerlo con usted si acepta —trato de convencerlo, sus ojos mostrándose dorados por la intensidad que sentía al no poder convencerlo—. Esto  no es por mucho tiempo. Mi padre vendrá en menos de una semana y se irá dentro de un mes.

YoonGi lo pensó mejor, si aceptaba tendría un trabajo y podría ahorrar para comprar un departamento para él y su cachorro.

—¿Un mes? —preguntó con la ceja alzada— ¿Cuáles son las cláusulas del contrato? ¿En qué me beneficia a mí esto?

Tenía que preguntar bien al respeto, si algo había aprendido antes era que primero tenía que preguntar al aceptar lo que una persona le ofrecía. Una vez ya le había sucedido y ahora tenía un pequeño que lo seguía por todos lados.

—Si, en un mes usted podrá ser libre —le costó decir a Jimin—. Las cláusulas del contrato son fáciles de hacer, usted tiene que ser mi pareja de tiempo completo, actuar como tal, irse a vivir conmigo y no decir nada al respecto en frente de mi padre. En cambio yo le pagaré el dinero que usted desee y ya que él contrató culmine nada tiene que salir de sus labios, tiene que ser confidencial. ¿Acepta?

YoonGi se dio cuenta que dentro de los ojos color azul amatista le rogaban que aceptara. Algo andaba extraño con este hombre, ojala que el hombre enfrente de él no fuera su pareja, pero viendo como se comportaba tan intenso al querer tenerlo cerca quizá si lo fuera.

Aunque YoonGi todavía no estaba listo para aceptar, se sentía un poco presionado. ¿Qué sucedería si no cumplía con su palabra? ¿Si el alfa si fuera su luna?

¡No!

¡No podía aceptar!

—Lo siento... yo... —se quedó callado pensando y recordando que no tenía donde vivir después de desocupar el departamento. Jimin elevo la mirada esperanzado—. Yo no comprendo cómo le haremos creer a su padre sobre nuestra relación, si acepto ¿cómo será nuestra historia?

Jimin sonrió triunfante.

—Le diremos que nos conocimos por la ayuda de Hoseok, que comenzamos a platicar en una cena y que conectamos al instante —divago en sus pensamientos— Qué usted se negaba y yo estuve dispuesto a conquistarte con regalos, pero que te enojaste porque no querías regalos extravagantes. Entonces hablábamos sobre ello y es cuando por fin decidiste salir conmigo —se quedó callado imaginando más cosas—. Y que con el pasar del tiempo decidimos pasar al siguiente paso, casarnos y tener un hijo.

YoonGi sacudió su cabeza sintiéndose mareado, el alfa era demasiado intenso. Ni siquiera se daba cuenta que soltaba feromonas para llamar su atención.

—Hermosa historia Sr. Park —canturreo divertido—. Aceptó ser parte de su cuento de amor, ¿Qué otro género tendrá?

Jimin se sintió ligero al respecto, volviendo a mostrar sus ojos dorados.

¡Hola!

Estoy aquí de nuevo con otro capitulo.
Espero les guste.

Si sienten que los personajes se acercan mucho es porque será una historia corta... perdonen.

¡Los quiero! ♡