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𝐈

"Los minutos corren, conejito y tu tiempo se está acabando. Más te vale desaparecer pronto".

Suspiró con pesadez guardando aquella nota en el bolsillo de su pantalón. Ya era la cuarta amenaza en toda la semana y aún seguía sin idea de quién podría ser el remitente de estas.

—¿Otra amenaza? —escuchar de forma repentina aquella voz lo sobresaltó, haciéndolo casi brincar en el lugar.

Había dos cosas que odiaba con todo su corazón; las personas fastidiosas y a Kim TaeHyung. Para su desgracia, él era ambos.

Desde el día en que escuchó aquella conversación, en efecto, el alfa sí lo había visto y se ha dedicado a hacerle la vida imposible, porque no lograba encontrar otra explicación a tanta insistencia en mantenerlo vigilado. Y no es que delegara esa tarea a otra persona, se dedicaba a perder su propio tiempo siguiéndolo, lo que desconcertaba aun más al omega.

—Lo haces otra vez. —Ya no sabía cuántas veces le había dicho aquello en el día, pero sentía que sus ojos iban a salirse de sus cuencas por el fastidio.

—¿De qué mierda hablas?

—El lenguaje, cachorro. —Definitivamente iba a ahorcar al muy idiota. No perdía el chance para decirle ese tipo de apodos, sabiendo que aquello era una de las cosas que más lo molestaba.

—Deja de llamarme así —masculló entre dientes. Cada vez que TaeHyung lo llamaba de aquella forma su piel se erizaba. No era capaz de explicar la sensación, pero no le agradaba.

Trató de apresurarse a tomar sus cosas cuando el profesor anunció que era hora de salir. Si la suerte estaba de su lado lograría escapar para perderlo de vista un buen rato, solo necesitaba apresurarse.

No imaginó que las cosas se dieran de esta forma, pensaba que TaeHyung lo amenazaría o en el peor de los casos, se dedicaría a desaparecer de la faz de la tierra. Pero se volvió casi como una piedra en el zapato, fastidiando hasta en los momentos que creía y eran imperturbables.

Lo primero que hizo fue hacer que los cambiaran a una habitación conjunta, supo después que su poder se debía a que es familiar del director de la universidad. Luego hizo que cambiaran su propio horario para que coincidieran en todas las clases. No tenía un solo instante de libertad, puesto que se la pasaba siguiéndolo en su tiempo libre y lo peor es que no paraba de hablar.

Lo único que respetaba era el tiempo que le dedicaba a la pintura, y lo único que podía agradecerle, era lo mínimo que esperaba si se iba a pasar toda la vida siguiéndolo.

Miró hacia atrás por encima de su hombro para corroborar que TaeHyung no lo había alcanzado y en efecto, estaba solo. No se daba aún el lujo de relajarse, puesto que ya se repitió varias veces esa situación con anterioridad, y terminaba encontrándolo en un par de minutos.

El pasillo parecía alargarse más de lo normal, las sombras proyectadas por las luces parpadeantes hacía que todo se sintiera más cerrado, más sofocante. Sentía miradas en cada esquina, aunque supiera que estaba solo. Esta sensación se mantenía cuando se encontraba en un lugar como este y sin nadie alrededor, y aunque quisiera delegar toda la culpa a que el alfa se la pasaba siguiéndolo, no era el caso porque nunca escondía que estaba ahí, en cambio el remitente de las notas...

Trató de sacar esos pensamientos de su cabeza y se detuvo un momento para pensar.

De tantos lugares a los que tenía la posibilidad de ir, su habitación era de los más viables en ese momento, agradecería al hecho de no tener más clases por lo que resta del día, pues esto le daba la posibilidad de desaparecer, porque en caso contrario, se terminaría quedando a dar vueltas por toda la universidad.

Decidió mirar por última vez a su alrededor para asegurarse de estar solo, pero antes de dar un solo paso para emprender su camino, se detuvo en seco al escuchar unas voces. Lo que lo hizo retroceder un par de pasos hacia atrás, refugiándose detrás de la propia pared esperando no ser descubierto.

—... no, no, sabes que no es un tema del que debas hablar. —Aquella voz aguda era en definitiva de una chica. No creía saber quién es, pero aun así se quedó quieto en su lugar, tratando de igual forma apaciguar su respiración—. Estas paredes tienen oídos, me da escalofríos solo pensarlo.

—Hae, él era nuestro amigo, nadie nos prohibió hablar de él. —Esta vez fue otra voz la que se hizo presente, sonaba preocupada y con aires de tristeza, pero, ¿de quién hablaban?

—Pero la causa de su muerte fue muy extraña, solo... —soltó un suspiro haciendo una pequeña pausa en lo que decía— dejémoslo ahí, está muerto y eso no tiene solución.

¿Acaso hablaban del chico que TaeHyung y sus amigos asesinaron? Si bien nunca lo conoció, supo por lo que se hablaba que su muerte fue reportada como un suicidio y luego lo comprobó en el periódico local. Aunque él tenía información diferente y sabía que los medios pueden estar de alguna forma colaborando en esto, o fueron lo suficientemente inteligentes para camuflar muy bien cualquier pista que les diera a pensar que fue un homicidio.

Cerró los ojos con fuerza, mientras su mandíbula se tensaba, aquello fue un intento por no soltar ningún sonido cuando escuchó el repentino estruendo de una taquilla cerrándose con violencia, provocando que el ruido se entendiera como un eco chirriante por los pasillos vacíos.

—No puedo, no soy una cobarde como tú y sé que él no se suicidaría. —Su voz se quebró al decir esa última palabra—. Si al final tengo que encontrarme con la verdad y en realidad si se suicidó, pues te dejaré llamarme loca, pero sé que él no lo haría.

El omega quiso mantenerse pegado a la pared como si fuera parte de la propia pintura para evitarse algún problema, pero hizo todo lo contrario, su mirada asomó por una esquina de la pared y apenas alcanzó a ver el perfil de la chica que parecía estar enojada y la otra que se notaba suplicante. Pero no duró mucho, ya que como mismo vinieron, se fueron por el pasillo contrario, dejándolo solo nuevamente.

¿Sería muy imprudente de su parte si la buscaba?

Su lobo se retorció en su interior ante el solo pensamiento. Quizá sí lo era. Por una parte sentía que necesitaba apoyo para poder continuar, no sabía nada de nadie, lo que era una gran desventajas al ser nuevo, pero un secreto de esa magnitud si lo llegan a saber más de dos personas ya se vuelve peligroso y en este caso ya eran siete.

Seis de los involucrados no se atreverían a decir nada, a diferencia de él, pero necesitaba pruebas y esas chicas podrían darle información.

Sacudió la cabeza tratando de calmar el nudo de pensamientos que comenzaba a formarse en su cabeza. Si quería trabajar solo, debía quedarse callado y conseguir las pruebas por sus propios medios.

No podía volver a darse el lujo de ser imprudente, ya por su descuido TaeHyung lo vio ese día, no podía volver a cometer un error.

Con paso decidido se puso en marcha hacia su habitación, necesitaba buscar un lugar al que pudiera escaparse para despejar y planear sus movimientos. Uno del que el alfa no tuviera conocimiento alguno. Y sabía a la perfección que su obsesión por coleccionar folletos iba a ayudarlo. Ya que tenía varios de estos sobre locales que se encontraban alrededor del campus, así que no tendría que irse tan lejos.

Odiaba los pasillos de la universidad, desde que aquel día se metió donde no debía y escucho algo que no lo concernía para nada. Estar solo en el silencio ensordecedor le ponía los pelos de punta, más sabiendo que se encontraba solo. Y todas esas sensaciones juntándose casi se sentían como una tortura.

Pero entrar a la tranquilidad de su habitación era tranquilizante, un silencio diferente, que en vez de inquietarlo, solo lograba relajar todos sus sentidos. Era su lugar seguro, por muy contradictorio que sonara debido a la situación y aunque estuviera invadido por cierto alfa.

Soltó un suspiro de cansancio y fue directo al gavetero con llave que tenía, escondiendo en ese lugar la nota nueva que le habían dejado, observando con pesar la cantidad de estas que tenía acumuladas. Aquello lo hacía sentir inútil por no tener idea de quién era el remitente aun siendo consciente del peligro que corría al seguir quedándose, pero al mismo tiempo lo veía como amenazas vacías, puesto a que esa misma persona lo amenazaba con desaparecer y no había hecho nada aun, por lo mismo de que muy siquiera nadie lo llegaba a hacer sospechar.

Fue hasta la misma fila de gavetas donde había guardado las notas y en la primera donde se encontraban los folletos que tenía, agarrando un puñado y yendo directo a su cama para leerlos todos con tranquilidad.

Tenía quizá toda la tarde en lo que TaeHyung lo buscaba para encontrar un lugar donde ir, esperando que fuera nocturno para escapar esas otras horas y así poder seguir su investigación sin tener un par de ojos imprudentes puestos encima suyo.

¿Cafeterías? Totalmente descartadas, cerraban demasiado temprano. ¿Restaurantes? Mala opción, ni siquiera podría estar más tiempo del que duraba su comida. ¿Bares? Oh, eso era una buena opción.

Tenía exactamente tres opciones; el primero parecía ser un local bastante pequeño, aunque en la foto monocromática que ayudaba a apreciar lo que se podía esperar del lugar, no era tan visible, pero la información del local no llamó para nada su atención.

Los otros dos mostraban imágenes a color, pero pasó uno por completo desapercibido cuando leyó la palabra "jazz" en el tercer folleto. Mordió su labio inferior ante la curiosidad y siguió leyendo la información del local, aquel era uno de sus gustos más profundos, como amante de la música no pudo evitar quedar encantado cuando lo escuchó por primera vez, al igual que la música clásica. Así que no pudo ignorar ese detalle.

Quizá aquel iba a ser su próximo destino. Veía como una buena idea ir ese mismo día, quizá ver como era en persona para evaluar si aquella publicidad no era engañosa, conocer el camino, ¿las personas que trabajaban en el lugar? No era mala idea después de todo. De igual forma ansiaba descubrir que variedad de precios ofrecían, no es que no tuviera dinero, solo no quería malgastarlo o comprar algo que estuviera muy por encima de sus posibilidades.

Bien, iría esa misma noche, no estaba de más un paseo nocturno para despejar.

Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que al escuchar el "clic" de la puerta al ser abierta, lo sacó por completo de su cabeza y solo atinó a esconder todos los folletos debajo de su almohada.

Sabía quién era la persona que entraría por esa puerta porque aquel inconfundible olor estaba envuelto en la mayoría de sus pesadillas, aunque sentía contradictoria la idea, ya que su lobo no parecía estar de acuerdo con sus ideas, porque siempre parecía emocionarse y deleitarse con este cada vez que se hacía presente "jodido lobo idiota", su propio pensamiento resonó como un eco en su mente y como respuesta solo escucho un gruñido que lo hizo rodar los ojos con fastidio.

—Llámame loco, pero sabía que estarías aquí. —El alfa sonrió con sorna. Deseaba borrarle esa expresión del rostro de un puñetazo.

—¿No será que el ochenta por ciento de las veces que me buscas siempre estoy aquí?

Actuó como si lo pensara unos segundos, acariciando su mentón con la punta de sus dedos y haciendo que su mirada se perdiera en algún punto, para luego observarlo con ojos retadores.

—Na, me gusta más mi teoría —dijo con altanería.

Dio tres respiraciones rápidas para no soltar un insulto, ni siquiera la influencia de su lobo ayudaría para evitar las palabras que querían salir de su boca. Pero luego recordó algo que sabía y lo jodería más que un simple insulto, entonces por un momento se sintió un genio.

—Pues yo creo que es mejor que revises tu capacidad de pensamiento lógico, porque tu puesto en el tablón de calificaciones parece decir que algo ha cambiado, ¿no lo crees? —Y no tiene idea de cuanto reprimió que una sonrisa triunfadora se posara en sus labios cuando vio como la expresión del alfa cambiaba y un brillo de enojo se alojó en sus ojos.

Como amaba tener la razón y saber como molestar a alguien de la forma en la que más le dolía.

—Lamento decirte que eso no será por mucho. —En definitiva se le notaba en la voz el mal humor, podría divertirse un rato con esto—. Solo fue una ligera recaída y cantas victoria antes de tiempo, solo estoy en el segundo lugar.

—¿Oh, eso crees? Yo creo que deberías acostumbrarte, alfa, no quiero que acabes decepcionándote con el resultado —mencionó con fingida lástima.

De las informaciones más valiosas que logró escuchando de forma accidental por las habladurías en la universidad, era que TaeHyung siempre estaba en el primer puesto del tablón de calificaciones, así que se le ocurrió una idea que funcionó y evolucionó de manera muy rápida; esforzarse lo suficiente para dejarlo en segundo lugar y joderlo un poco por esa parte. Sabía que era algo infantil, pero para lo competitivo que se notaba el alfa, no era simplemente algo infantil, si no, un detalle que cambiaría su humor al saber qué pasó de ser el primero a segundo solo por un omega que había llegado hace menos de dos meses a la universidad.

—¿Así que te gusta jugar, cachorro? Veremos cuanto te dura la valentía —escuchar esas palabras de un alfa tan imponente como lo era TaeHyung, debió intimidarlo y mucho, pero solo sonrió de medio lado.

Nunca se doblegaría ante un desafío de aquella magnitud y él no sería la primera persona que lo rebajaría.

No le tenía miedo, mucho menos le guardaba alguna estima. Así que solo dejó que su silencio le diera la respuesta.

¿meperdonan? He estado en un bloqueo raro, no sé explicarlo, pero trataré de traer actus lo más pronto que pueda, solo ténganme un poquito de paciencia.😭

Igual espero que no les moleste que los caps sean quizá un poco más cortos, la vdd que trato de no estresarme por eso y que quede como tiene que quedar.

Espero que les haya gustado, saben que me gusta saber que tal les pareció, así que aquí me pueden decir.😌

Se les quiere.💗✨

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