[-Narrador omnipresente-]

El infierno el peor lugar de la existencia, dónde van a parar todas aquellas almas que han hecho mal en su vida en la tierra y ahora pagan sus pecados ardiendo en las flameantes tierras del infierno; Siendo gobernado por Lucifer Morningstar el ángel caído y su esposa Lilith Magne la primera humana, después de ser desterrados hacia aquel agujero de oscuridad la pareja tuvo una hija, la princesa del infierno que todos conocen como Charlie Morningstar.

Charlie veía como cada año se realizaba un exterminio anual para controlar la sobrepoblación del infierno, ella se preocupaba por su gente a pesar de que sean pecadores, tenía el sueño de abrir un lugar que sirviera para que los pecadores fueran a redimirse y así evitar la pérdida de más almas.

Un sueño considerado ridículo para muchos, pues nadie creía que un alma pudiera redimir y ser mejor persona, por lo que el sueño de la princesa era simplemente una broma para todos sin embargo la princesa no se dejó pisotear y siguió con su idea de rehabilitación de pecadores.

Pero antes de ir más adelante... ¿Qué tal si retrocedemos un poco?

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[-Narra Charlie-]

Ser la princesa del infierno puede parecer genial para muchos, pero en mi caso es todo lo contrario, ¿De qué sirve serlo si nadie me respeta? y peor aún, cuando no puedo hacer nada para ayudar a mí gente en cada exterminio, perdiendo almas año tras año me causa un horrible dolor y lo único que deseo es poder ayudarlos.

Sé que tengo la culpa de que nadie me respete por qué soy muy pacífica y no suelo recurrir a la violencia, pero no estoy de acuerdo en que esa sea la solución a todos los problemas, especialmente de los exterminios, por qué nadie es capaz de enfrentarse a un ángel.

Vaggie mi novia desde hace poco me apoya en esto, hemos llevado unos meses de relación, pero ella me entiende y trata de ayudarme en todo lo que puede, por eso la amo tanto y estoy tan agradecida con ella, sé que se esfuerza para ayudarme a que mis sueños se hagan realidad.

Es solo qué, siento que las cosas son muy complicadas...

─ Charlie. ─La voz de vaggie me saca de mis pensamientos y la miré─

─ ¿Sí Vag?

─ ¿En qué tanto piensas? ─Ella se acercó a mí y se sentó a un lado mío, colocando su mano en mi hombro─

─ Es qué... ─Suspiré, llevando una mano a mi frente─ Nada, no es nada.

─ ¿Estás segura? ─Ella me mostró una mirada de preocupación─

Me quedé en silencio unos momentos, pero decidí ser honesta con ella y decirle como me siento, aunque creo que es una respuesta obvia.

─ En verdad... no lo sé. ─Admití antes de suspirar─

─ Déjame adivinar. ─Ella pausó un momento antes de continuar─ Tienes miedo de que todo fracase.

─ Sí. ─Di otro suspiró y abracé mis piernas─ ¿Y sí todos mis esfuerzos-?

─ ¿Son en vano? ─Terminó la frase antes que yo y sonreí─ Tranquila, te prometo qué si darán resultados, solo mantiene la fe.

Sonreí por aquella motivación y asentí, vaggie tenía razón no podía rendirme tan pronto y menos cuando ni hemos empezado, puede que sea un proyecto imposible de lograr, pero como dijo vag, debo mantener la fe.

Le di un cálido abrazo agradecida por su apoyo, no puedo creer que tenga la suerte de tenerla, apenas llevamos un tiempo de relación... pero solo la amo más al ver lo determinada que está por querer ayudarme.

Eso me hace sentir más aliviada, al menos si hay alguien que cree en mi idea.

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[-Narrador omnipresente-]

Un año ha pasado, y dentro de esas cuatro paredes se escuchaba una discusión entre la princesa del infierno y su pareja, habían tenido un desacuerdo y por eso estaban discutiendo, las voces de las dos se oían hasta el primer piso, si gritaran más fuerte se estaría su discusión por los demás demonios que estuviera fuera del hotel.

Cuando vaggie se hartó de discutir sin llegar a nada se largó de la habitación que compartía con su pareja dejando a la rubia sola, charlie se abrazó a sí misma mientras apartaba la mirada a otra dirección, "está bien, las parejas tienen discusiones de vez en cuando" piensa la princesa, sentándose en la cama.

Se llevó las manos a la cabeza dando un largo respiro y exhalando para poder calmarse luego de aquella pelea con la chica de cabello plateado.

─ Será mejor que le dé su espacio. ─Murmura la rubia mirando al suelo─

Era necesario que vaggie tomara un respiro para tranquilizarse y charlie lo sabía, por lo que no la siguió, dejaría que ella volviera por su voluntad y después hablarían para arreglar las cosas.

Ella y vaggie no habían tenido ese tipo de peleas antes, pero sabía que era normal en toda relación.

[....]

Cuando Vaggie salió del hotel comenzó a caminar por Pentagram City notoriamente enfadada y estresada por haber peleado con charlie, apartando a cualquiera que se pusiera en su camino sin importarle quién fuera, no estaba tan enojada con su novia, pero tampoco estaba tan tranquila por ver que se pelearon por un simple desacuerdo.

Siguió caminando ahora a paso un poco más calmado, mientras trata de ordenar sus pensamientos se frotó la cien dando un largo y pesado suspiro, estuvo divagando por su mente un buen rato.

No fue hasta que se dio cuenta que había llegado a una de las calles dónde había bares, alzó la mirada viendo uno de esos bares frente a ella, estuvo mirando realmente dudosa en sí debía entrar o no.

Ella no era de beber, no le gustaba mucho de hecho, pero sentía qué necesitaba algo para relajarse y quizás un pequeño vaso de whisky podría ayudar, "Solo por esta vez" pensó entrando al bar, vio al alrededor notando que había muchos pecadores, algunos hasta se comían de lo ebrios que estaban.

─ Por qué no me sorprende. ─Murmura en tono sarcástico, yendo en dirección hacia la barra─

Pidió un whisky al cantinero y mientras esperaba miró de reojo el bar, no era nada muy diferente a lo que había visto, pero por lo menos veía que era más tranquilo de lo que había pensado, finalmente llega lo que pidió y paga por el whisky.

Le dio un sorbo a su bebida y le dedicó otra mirada al bar, apoyó la cabeza sobre su mano mirando con aburrimiento el lugar, movió su dedo alrededor encima del vaso mientras pensaba en la pelea de hace unos minutos.

No se percató que un demonio se acercaba a ella, era un pecador alto que vestía extravagante y tenía una sonrisa que hacía notar la malicia en él, se sentó a un lado de la chica tuerta que no prestaba atención a lo que pasaba cerca suyo, parecía más concentrada en lo que sea que estaba pensando.

Ordenó una bebida y mientras esperaba volteó para ver a la chica, quien no le daba importancia a su presencia, el demonio amplió su sonrisa y se acercó a la de cabello plateado.

─ Hola cariño~ ─Dice de manera coqueta el demonio─ ¿Por qué tan solita~?

─ Que te importa. ─Responde de mala gana vaggie, dándole otro trago a su whisky─

─ Uy que malhumorada. ─Dice en un tono divertido el pecador─

─ Vete a la mierda.

El alto demonio se molestó, sin embargo, permaneció con su sonrisa y se inclinó cerca de la chica, quien por instinto se alejó.

─ ¿Por qué te alejas? yo no muerdo~

─ Tienes cara de que sí. ─Dice con desconfianza viendo al extravagante demonio─

─ Cariño no me mires así, te invito a un trago. ─Ofrece el contrario con una sonrisa─

─ Ya tengo un vaso, y no acepto nada de otros pecadores. ─Vaggie apartó la mirada dando con el ceño fruncido─

Al ver eso el más alto sonrió, aprovechando que la de cabello plateado se distrajo y puso un líquido rosado en su bebida, guardó el contenedor de dicho líquido en su bolsillo y solo ensanchó su sonrisa.

─ Vamos, una ronda~

─ Vuelves a insistir una vez más, y te la corto. ─Amenaza vaggie, antes de terminarse todo lo que quedaba de su bebida─

Dejó el vaso sobre la barra y puso su mano sobre su frente frotándose por unos momentos, el demonio extravagante solo la observó por unos minutos esperando paciente a que empiece los efectos.

Cuando vaggie se dio cuenta que el demonio la miraba mucho se molestó y lo encaró.

─ ¿¡Que tanto me miras!? ─Exclama molesta vaggie─

─ ¡No te enojes, cariño! ─El demonio se rio─ De cualquier modo, no es por nada~

La de cabello plateado gruñó molesta y cuando se levantó empezó a tambalear, lo que provocó que se agarrara de la barra para evitar caerse, empezaba a sentirse extraña y sentía que la temperatura en ella subía.

Esto le alarmó, sin embargo, para el demonio extravagante era la señal de "empezar la verdadera diversión" por lo que se levantó de su asiento y cargó a la chica con un par de sus cuatros brazos, lo que no le agradó a vaggie.

─ ¿¡Que haces cabron!? ¡Bájame! ─Ordena la chica intentando forcejear, pero sentía su cuerpo débil por alguna razón─

─ Tranquila nena, te llevaré a un lugar mágico~ ─Dice con una sonrisa el demonio─

La de cabello plateado siguió intentando forcejear, pero su cuerpo se sentía débil mientras era llevada por aquel demonio a un lugar apartado de los demás, estaba asustada por qué sabía las intenciones de quién la llevaba en brazos.

Estaba asustada, aunque por más que intentara simplemente no podía defenderse, y los pecadores ni siquiera parecían interesados en lo que fuera a pasarle, típico de almas pecadores, nunca les importaba los demás.

Tarde fue cuando se dio cuenta que estaba dentro de una habitación oscura, con aquel demonio encima suyo mientras le sonreía de manera maliciosa, vaggie quiso hacer un último intento por luchar, pero sus manos fueron agarrados con fuerza y puestos sobre su cabeza.

─ No hagas más esfuerzos, querida. ─Usó sus brazos extras para agarrarla de las piernas─ Nadie más que yo escuchará tus gritos~

Eso aterró a vaggie, que por más que sentía calentura comenzó a luchar como podía con todas sus fuerzas, sin embargo, fue inmovilizada por el más alto que se burlaba por sus intentos de luchar.

Vaggie rogaba que apareciera Charlie en esos momentos, pero ella no sabía dónde estaba y seguramente seguía molesta con ella por su reciente pelea, las lágrimas amenazaban con salir, pero la chica se negaba a ceder.

Sin embargo, las cosas no iban a mejorar para ella en estos momentos.

[....]

La princesa caminaba de un lado a otro, mirando la hora un par de veces con miedo, ya era tarde y su novia aun no volvía a casa, pensaba que le pudo haber pasado algo por la hora que era, pensaba en muchas cosas que pudo haberle pasado, sin embargo, sacudió su cabeza y fue en busca de un abrigo para salir.

Una vez que se puso el abrigo salió corriendo del hotel y empezó a recorrer la ciudad en busca de vaggie, se veía la desesperación en su mirada por encontrarla, recorrió varias calles de la ciudad, pero no encontraba rastros de la tuerta, necesitaba tanto encontrarla.

Luego de un largo rato, al pasar por un callejón escuchó un quejido, pero esa voz se le hizo conocida por lo que se adentró de inmediato al callejón para comprobar si se trataba de quien ella creía... se detuvo en seco.

Ahí estaba, Vaggie, tirada entre bolsas de basura, su ropa tirada y algo rota cerca de ella, Charlie se apresuró en ir a socorrerla con una expresión de angustia, al estar frente a ella se agachó y se quitó su abrigo para cubrir a su novia.

─ ¡Vaggie, vaggie! ─Llama la rubia con preocupación mientras carga a su novia─ ¡Por favor, di que me escuchas! ¡Di algo!

─ Cha-charlie... ─Dice apenas la chica tuerta─

─ Resiste un poco vag, te llevaré a un hospital. ─Cerró la cremallera del abrigo y salió corriendo del callejón─

─ M-me duele todo... ─Dice entre murmullos mientras apoya su cabeza en el pecho de la princesa─

─ Tranquila te prometo que llegaremos pronto.

Sin embargo, la de cabello plateado no la pudo escuchar puesto que ya se ha desmayado al no soportar más el dolor, la rubia al darse cuenta apresuró el paso lo más que pudo.

¿Qué le hicieron a Vaggie?

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[-Narra Vaggie-]

Me empecé a despertar lentamente, pero veía todo borroso, apenas recuerdo lo que pasó antes de que me desmayara... solo recuerdo a charlie angustiada por mi mientras me llevaba a no sé a dónde, creo que dijo a un hospital... espera, ¡A un hospital del infierno!

Me levanté bruscamente de dónde estaba, pero el dolor recorrió mi cuerpo de arriba a abajo y no pude contener un grito por el inmenso dolor, de repente vi a doctores entrar a la habitación y tras de ellos, vi a Charlie.

Me sentí aliviada de verla, miré un poco mejor la habitación en dónde me encontraba y había unas máquinas conectadas a mí, sentí un escalofrío por todo mi cuerpo y me di cuenta que también estaba vendada.

─ ¡Vag, vag! ¿Como te sientes? ─Levanté la mirada al sentir el suave tacto de charlie─

─ A-aun me duele todo... pero ahora un poco menos. ─Dije tratando de sonar tranquila mientras ponía mi mano sobre la de charlie─

─ Está bien. ─La oí suspirar aliviada─ ¿Qué fue lo que sucedió vaggie? ¿Recuerdas lo que te pasó?

─ Yo, hmm... creo que no... ─Suspiré y me froté la frente tratando de recordar algo─ Solo sé que terminé en un bar para pensar en nuestra pelea y-...

Me callé de inmediato en cuánto me acordé del cabron que se había sentado junto a mí, ese hijo de puta le habrá puesto algo en mi bebida cuando me distraje, maldita sea ¿Como no me di cuenta?

Juro que si me vuelvo a encontrar con ese hijo de perra lo voy a despellejar y le voy a arrancar esa mierda que tienen todos los hombres.

─ ¡Ese pedazo de mierda! ─Grite con enojo─

Los doctores y charlie se sobresaltaron por mi repentino grito, charlie me tomó una mano y empezó a dame caricias, lo que me ayudó a tranquilizarme un poco.

─ ¿Por qué gritaste? dime que ya recordaste lo que pasó. ─Miré a charlie que estaba con ojos suplicantes de saber todo─

─ Ay charlie... ─Suspiré con pesadez─ No te va a gustar nada...

─ Cuéntamelo todo. ─Me habló con un tono serio, algo no muy normal en ella─

Respiré profundo, sé que lo que le estoy por decir a charlie la dejara devastada pero no puedo simplemente no decirle lo que me pasó, así que ella tendrá que saberlo de un modo u otro.

Cuando me sentí lista, le indiqué que se sentara en una silla que estaba de la camilla para que estuviera más cómoda, cuando me hizo caso suspiré de nuevo y empecé a contarle todo lo que había pasado, o lo que lograba recordar.