
Capítulo 42
Eso es todo, ya llegamos al capítulo final de Legado Argent, y solo puedo agredecer a todas las personas que se quedaron hasta el final conmigo y siguen leyendo a Ellie y a toda la manada.
Gracias por la paciencia.
Gracias por todo.
Se les quiere.
¡Pronto tendré más noticias con Persecución Salvaje! Recuerden que abarca la sexta temporada de Teen Wolf.
¡Disfruten!
***
"Final parte 3"
POV ELLIE
Cuando todos logramos salir de los túneles, fue un gran alivio encontrarme a mi padre afuera esperándome y su abrazo fue reconfortante, ya que no tuve que mencionarle nada, él solo supo que había logrado mi objetivo y yo tampoco le pregunte que había pasado, ya que él se encontraba sano y era Gerard quien olía a sangre.
A juzgar por su expresión, se notaba que mi padre había sido más veloz y eso me aliviaba la presión que sentía en mi pecho. Ahora siento que puedo respirar en paz y disfrutar a gusto del abrazo que me da mi padre. Se que aún debo ir por Hayden, pero no me importa disfrutar aunque sea de estos pocos segundos y ser feliz por este breve momento con él.
Y mencionando a Hayden, no tengo como contactarla, pero tengo la certeza de que tomó mi consejo y fue a buscar a Deaton. No tengo ni idea a que profundidad fue la herida que le causó Sebastien. Solo puedo esperar a que nada grave y que ella va a estar estable cuando lleguemos con ella.
—¿Qué se supone que vas a hacer con él ahora? —señalo al viejo.
—No lo sé aún, creo que podría ponerme creativo y mandarlo a la casa Eichen —mi padre sabía que el viejo estaba escuchando, así que se divirtió al soltar esa mentira—. Me pondré en contacto con Alex para coordinar algo. Luego tú y yo podemos sentarnos a charlar un rato.
—¿A charlar? —lo miro raro.
—Sí, a charlar —me sonríe y deja un beso en mi frente antes de subirse a la camioneta.
No entendía bien a que se refería con conversar, pero no tuve tiempo para pensarlo, ni siquiera pude acercarme a Derek sin ser arrastrada por Liam, quien estaba a nada de darle algo si ya no partíamos a la clínica veterinaria. Scott iba con nosotros y Derek ocupa de chófer para llevarnos y Parrish se iba a encargar de llevar a Lydia a casa ya que Stiles iba para allá a verla.
Resulta que Stiles nos aviso a todos que la loba del desierto fue a la casa de Scott a asesinar a Malia, pero no lo logro, ya que la idea que tuvimos con mi co-alfa de que nuestra amiga utilizara las garras de Belasko en su madre sin llegar a asesinarla funciono, solo le arrebato por completo los poderes de coyote. Braeden termino herida y la casa de Scott casi destruida, pero lo importante es que todos están a salvo. De seguro Malia repondrá todo, ya que ahora es hija reconocida de Peter —no legalmente— y Derek se encargo de que recibiera un fideicomiso bastante generoso, y a pesar de que Malia siga prefiriendo ser Tate, nada quita que por sus venas corra sangre Hale.
Una vez que llegamos a la clínica, Liam fue corriendo de los primeros y detrás fui yo. Los nervios me tenían mal, sobre todo al percibir que el lugar estaba impregnado a sangre, de su sangre.
Liam estaba pálido como si estuviera a punto de vomitar, pero eso no le impidió acercarse a Hayden y yo me acerque a Deaton viendo que aún estaba trabajando en la herida, la cual, era bastante profunda. Las garras de Sebastien —ojala se pudra en el infierno y de paso, espero no toparmelo cuando muera— eran como dagas al final de cuentas, por lo que su golpe significo para Hayden múltiples puñaladas en su estomago.
Una vez que Deaton termina de limpiar, Liam la ayuda a sentarse. El rostro de Hayden estaba bastante pálido y sudado, de seguro es por la perdida de sangre y por el dolor, pero ahora pareciera que iba a mejorar, pero por el rostro que tenía Deaton, supuse que lo que nos iba a explicar a continuación era importante y grave.
—Hayden, pude estabilizar la herida. Pero como quimera que eres, no sé cómo o si sanarás.
Scott y yo compartimos una mirada; uno de los dos debe morderla, es la única manera de evitar jugar con el destino y asegurar la vida de Hayden.
—Podemos llevarte al hospital —propone Liam.
Niega.
—Ya una vez morí ahí.
—Tú decides —le digo.
—Lo sé —Hayden me mira y luego a Scott—. No importa quien de los dos me muerda, a ambos los considero mis alfas.
Scott me mira y yo asiento hacia él. Yo ya mordí a tres así que considero que debemos equilibrar los números. Él asiente y baja su vista a Hayden con los ojos rojos haciendo que los míos brillen igual y muestra sus colmillos ya listos para morderla. Una vez finalizado, Liam pidió llevar a Hayden para que ella pueda probar que tal a resultado la mordida en ella, ya que ahora recibió los poderes como corresponde y no tras una experimentación, desea disfrutar de la nueva experiencia. Scott se quedo un rato en la clínica con Deaton y yo fui a la camioneta en donde Derek me esperaba ahí.
Yo no dije nada y él tampoco, solo nos abrazamos por un par de segundos hasta que ambos estuvimos más tranquilos, como si estar así nos trajera a la realidad de que en verdad todo acabo. Tal vez no por mucho tiempo, pero voy a disfrutarlo.
A los segundos después, ninguno de los dos perdió el tiempo y fuimos a casa para poder estar más tranquilos.
—¿En que piensas? —Derek se lleva el dorso de mi mano a su boca y me planta un beso.
—Estaba pensando en el cumpleaños de los mellizos.
Ambos estábamos de costado en la cama, observándonos luego de una larga y bien merecida sesión de sexo.
—Es increíble que sea el primero de muchos —sonríe y el roce de su barba en mi mano me genera algo de cosquillas—. No sé porque presiento que harás algo exageradamente grande.
—¿Será por qué sabes como soy?
—Puede ser. Sí.
—Y como yo te conozco a ti, se que vas a consentirme y vas a aceptar lo que tengo planeado hacer.
Derek suelta un suspiro exagerado.
—¡Oye! —me quejo indignada y le saco la lengua de manera infantil—. Acepta tu amarre. Recuerda que fue tu elección, no el mío. Yo fui buena y te advertí.
—Ya estoy considerando seriamente en buscar la manera de liberarme de tu maldición —bromea intentando ponerse serio y yo finjo estar más indignada—. Eres malvada. De seguro pactaste algo con algún demonio para que quedara babeando por ti.
—Ja, ja. Muy chistoso —me coloco encima de él a horcajadas y dejo que la sabana caiga por mi cuerpo para mostrar mi desnudez.
Derek no paso desapercibido ese movimiento y siguió con la mirada la sabana mientras caía.
—Mierda.
Sonreí victoriosa.
—Te gusta la maldición que te hice.
—Por supuesto que sí.
—Y definitivamente puedo decir que tienes un serio problema con mis tetas —Derek tenía la mirada puesta ahí con hambre y no mentiré, sentí mi humedad crecer— ¿Quieres más? —le pregunto en un tono bajo, sensual e intente sonar no tan caliente, pero si utilizar el tono perfecto para seducirlo mientras con mi dedo indice comencé a recorrer mi aureola de mi pecho izquierdo. Derek siguió ese movimiento hipnotizado, sus ojos cada vez estaban más oscuros por la excitación y el bulto debajo de mi me lo confirmo— Responde, amor.
Aprieto con ambas manos mis tetas, como una advertencia silenciosa y traga saliva con dificultad.
—Sabes que sí.
Sus manos suben por mis muslos hasta llegar a mis caderas y entierra sus dedos en mi piel para mantenerme firme sobre él. Muerdo mi labio mientras mis dedos hacen su magia en mis pezones y cada segundo que pasa siento como mi clítoris palpita con necesidad de ser atendido. De un momento otro, Derek cambia las posiciones dejándome a mí a bajo y ataca a mis pechos con mordidas calientes que me dejan atontada.
—Esto es mío —gruñe sobre mi pezón izquierdo y lo muerde haciéndome papilla bajo su cuerpo—. Ahora es mi turno.
No puedo responderle, solo soy capaz de jadear entre gemidos mientras él me va dejando poco a poco en una nube de lujuria hasta que me pierdo. Sus movimientos cambian y van bajando hasta que encuentra mi centro y su barba me pincha cuando roza mi zona sensible, pero eso hace que el estimulo sea más intenso y combinándolo con su lengua, todo lo vuelve mejor. Llego a mi orgasmo y debo llevar mi mano hacia mi boca cuando suelto un grito. No deseo que los niños se despierten y se tenga que arruinar esta maravillosa sesión de sexo. Pero Derek no me da ni cinco segundos para recuperarme, él aprovecha lo sensible y húmeda que estoy para introducirse de una sola estocada.
Debo morder mi mano para no gritar del placer.
Derek afirma mis caderas para mantenerme quieta y no me quejo, tenerlo moviéndose dentro de mi con frenesí, sudado y emitiendo deliciosos sonidos mientras que las venas de sus brazos se marcan por su agarre firme en mis caderas me deja mareada. Sobre todo cuando esta follándome así y eso es lo que necesito para alcanzar mi orgasmo y que él me alcance segundos después.
Se desploma hacia adelante pero sin aplastarme y ocupa sus manos para afirmarse. Levanto mi mano hacia su cabello y lo acaricio sin importarme que este algo húmedo por el sudor, yo debo verme de la misma forma.
—Scott nos pidió que nos juntemos en la biblioteca... —miro hacia la mesita de noche para ver la hora, iban a ser las 12 am— al final del periodo, necesita que Lydia y yo lo ayudemos a estudiar para los exámenes finales.
Sonríe de costado y deja un casto beso en mis labios.
—Eres una nerd.
Pongo mis ojos en blanco, pero sonrío de todas formas.
—Y tú un idiota.
Se me borra la sonrisa de golpe cuando comienza a moverse dentro de mi. Es importante recordar que nunca salio y sus movimientos sutiles me tienen con la vista fija en él mientras todo mi cuerpo comienza a reaccionar.
—La biología nunca fue lo mío.
Muerde su labio inferior y baja su vista por mi cuerpo hasta llegar a mi centro. Inconscientemente también miro ahí y aprieto mis muslos contra su cadera ante la necesidad de que se moviera más.
—Que bien. Ahora tienes que seguir —le exijo estando embobada con su vaivén.
Mi pulso se dispara cuando se inclina hasta alcanzar mi boca y me da una mordida en el labio.
—Tienes escuela.
—No me importa.
—A sido un día largo.
—¡Derek!
Ríe y atrapa mis labios con los suyos mientras sus caderas se mueven al fin como yo quiero. Al final, valió cada segundos que permanecimos despiertos y no importo que a la mañana estuviera algo adolorida y con los ojos inflamados por la falta de sueño. Aunque a papá no le hizo gracias verme así cuando llego y se preocupo.
—Todo está en orden —le doy la papilla a Madison mientras que mi padre hace lo mismo con Tyler. Derek se estaba dando una ducha—. ¿Qué es lo que querías hablar conmigo?
—Hable con Araya —la mención de la abuela de Alex me pone los pelos de punta, ya que no olvidaba que esa mujer quería darme caza—. No volveré con ellos.
—¿Pero que va a pasar con Kate?
—La búsqueda se va a detener por un tiempo.
—¿Solo por eso te permitieron quedarte? —pregunto dudosa.
—No, ella ya lo tenía decidido. Quiere pasar las fiestas en paz con Alex y aprovechar de conocer a Lauren —alzo mis cejas con sorpresa.
—¿Eso quiere decir que vas a pasar las fiestas conmigo?
No puedo evitar chillar contenta cuando me afirma que efectivamente se va a quedar y voy hacia el dándole un abrazo de oso.
—¡Vas a estar aquí! —me aferro a él con fuerza. La noticia de verdad me pone contenta, porque eso significa que ya no íbamos a estar hablando cuando el tuviera señal y ya no iba a estar muriendo de angustia por él. Ya no más—. Gracias, gracias por quedarte.
Papá me mantiene en sus brazos y deja un beso en mi cabeza.
—Me quedaré el tiempo que haga falta —me dice—. Ya no más viajes, ya no más estar lejos de mi familia —se separa para verme y yo lucho por contener las lagrimadas. Mis hijos no paran de balbucear y siento como uno de ellos pesca mi cabello, pero no me lo jala—. No te vi crecer, pero quiero estar presente en tu vida, como un padre debe hacerlo y definitivamente ahora como abuelo.
Ambos volteamos donde mis hijos y yo miro como Tyler estaba sucio, casi se me escapa una risa ante eso. Mi pequeño era todo un desastre y presentía que no iba a poder hacer nada contra eso, estaba en su personalidad.
—De hecho, podría quedarme y ayudarle a mi yerno a verlos. Tengo ganas de llevarlos al parque.
—Eso estaría perfecto.
Que mi padre quiera crear momentos con mis hijos es fabuloso, sobre todo ahora que sé que va a quedarse. Aun así, se que él no va a dejar de lado lo que es y eso está bien, pero algo me dice que él sabe donde está Kate y que siempre a tenido la certeza de como buscarla. No quiero involucrarme en eso, y que no quiera decirme o comentar algo al respecto tampoco me afecta y ni me hace sentir que me está engañando. A pesar de todo, Kate es su hermana y él tiene sus propios líos por esos sentimientos y yo no debo meterme en eso, solo quiero apoyarlo como él lo a hecho con mis decisiones.
Kate y el viejo son nuestros familiares directos de sangre, y lamentablemente, y no importa cuanto lo desee, no puedo cambiar ese hecho. Lo único que puedo hacer es aceptar que ellos son así, que jamás vamos a establecer un vinculo afectivo y que nunca voy a poder confiar, porque van a ser siempre los que van a dar el puñal por la espalda.
Mientras ambos tengamos claro que debemos mantenerlos fuera de nuestras vidas, sobre todo la mía, todo va a estar bien.
—¿Ya te llamaron por una respuesta?
Ambos volvemos a nuestros respectivos asientos para terminar de alimentar a mis hijos.
—Aún no, pero primero debo recibir su respuesta por correo.
—¿Cuándo será? Me dijiste que estabas interesada en Harvard, recuerdo que ahí es donde planeaban con Allison ir.
Recuerdo eso. Allison no tenía claro lo que quería, pero definitivamente tenía en la mira la abogacía y Harvard era perfecto para las dos, ya que ahí iban los mejores en esa profesión y la ventaja era que estaba a solo 5 minutos de distancia del MIT. Las tres teníamos claro lo que queríamos para un futuro, pero ahora que Allison no está, busque otras opciones aparte de Harvard.
—Stanford es la mejor en el área de los negocios, pero no descarte a Harvard —ni a Columbia ni a Berkeley—. Se supone que debe llegar antes de navidad.
—Me mantienes informado —pide y cuando terminamos levanto lo sucio de la mesa y voy a la cocina para lavar todo.
Papá se queda con los niños jugando y siento a Derek acercarse por detrás mientras voy poniendo lo que enjuague en el lavavajillas.
—¿Tú padre va a quedarse? —me rodea con sus brazos una vez que estoy enderezada y limpiando con un paño limpio los biberones de los mellizos.
—Sí. Quiere llevarlos a pasear y pasar tiempo con su yerno.
De la nada me viene a la mente que Scott también fue el yerno de papá y me causa gracia, porque a pesar de que a los dos los odio por una temporada, quien le cae mejor sin duda es Scott. Creo que Derek tuvo puntos menos porque dejo a su hija embarazada a temprana edad y aunque adore a sus nietos, él estuvo molesto desde un principio por todo lo que implica ser una madre joven y sin acabar aún la escuela. Y lo entiendo, sobre todo ahora que tengo a mis propios hijos y no deseo que ninguno de los dos cometa los mismos errores que cometí con su padre.
—Bien, ¿me avisas por favor si vas a quedarte hasta tarde con los chicos?
Me giro para verlo extrañada, y no fue por la pregunta, si no por el tono de voz que utilizo.
—¿Todo bien?
—Sí, es solo que me quiero asegurar de que estés bien —lo miro a los ojos por unos leves segundos hasta que capto la razón de porque su preocupación—. Se que puedes defenderte, que eres fuerte y eres capaz de enfrentar lo que sea —dice rápidamente—. No quiero que creas que deseo controlarte.
—No lo hago. De hecho creo que es adorable —digo con honestidad y beso su mejilla. Se que le preocupa que venga alguien más fuerte que pueda acabar conmigo o hacerme algo peor de lo que hizo Sebastien. Solo tuve suerte por parecerme a MarieJeanne si no ya hubiese estado muerta y eso Derek lo sabe—. Si por la tranquilidad de mi novio debo hacerlo no tengo problema.
—¿De verdad?
Asiento y beso sus labios por un breve lapso de tiempo.
—¿Terminas por mí? Se me hace tarde.
Me despido de todos y me voy casi corriendo a la moto. Se supone que debo encontrarme con Lydia y con Stiles, tenemos clase juntos ahora. En el camino me encuentro con mi amiga y al llegar a la preparatoria se estaciona junto a mi moto. Me acerco a ella con mi bolso y casco enganchado en mi brazo, compartimos una mirada y ella engancha mi brazo libre cuando emprendemos camino hacia nuestros casilleros, luego fuimos a la sala y sonreí al notar las miraditas que se lanzaban Stiles y Lydia durante la clase.
No he presionado a Lydia para que hable, ya que lo he intentado antes y ella siempre estuvo negada a abrir su corazón a Stiles aunque el fondo ambas sabíamos la verdad sobre eso. Así que esperare a que ella este lista para dar ese paso siguiente a su relación. Pero... con Stiles si puedo sacar información.
Mi parte chismosa se alegra por eso.
—Pero ella volverá. Todavía debe graduarse —dice Stiles cuando salimos de la sala una vez que finalizo la clase.
—Esa es la cosa, no es seguro —le responde Lydia.
Scott había ido a dejar a Kira de vuelta con las Skinwalker al desierto, ya que Kira había establecido un trato con ellas para poder detener a Theo y en cambio, ella se quedaría para ser una de ellas. No sabemos cuanto le tome volver a tener el control del zorro y cuando podremos volver a verla, pero tengo el presentimiento de que va a ser un largo camino para ella y que puede que pasen años hasta reencontrarnos. No había que olvidar que los kitsune viven por muchos más años que un humano o un coyote, como también de un lobo.
Solo puedo esperar a que le vaya bien y sepa encontrar su camino.
—Yo tampoco creo que vuelva. Al empezar la escuela este año estaba muy estresado con que todos fuéramos al mismo lugar después de graduarnos. Pero creo que no importa, ¿saben? De todos modos siempre nos hallamos —duda un momento.— Hasta Allison.
Lydia y yo nos detenemos automáticamente a mitad de pasillo.
—¿De qué hablas?
Stiles se gira hacia nosotras cuando se da cuenta que no lo seguíamos.
—Él no les dijo —nos observa. Lydia niega por ambas—. En los túneles. Cuando Sebastien puso sus manos en el cuello de Scott, él seguramente no sabía lo que hacía, sus garras se enterraron en su cuello e iba a matarlo, pero se detuvo y dijo un nombre: MarieJeanne.
Me pongo tensa al reconocer el nombre.
—Vio los recuerdos de Scott —Lydia entiende a lo que iba Stiles.
—Vio a Allison —me mira— y también a ti, las vio a ambas. Debe ser porque son gemelas, es imposible que no hubieses aparecidos en sus recuerdos junto a ella.
—Debieron parecerse mucho —comenta Lydia—. Es decir, puede que fueran exactamente iguales.
—Lo somos, de hecho —hablo y tomo un profundo respiro antes de seguir—. Cuando Sebastien me llevo, no paraba de llamarme MarieJeanne y fantaseaba con que íbamos a fugarnos y ser los hermanos felices.
—Su obsesión le dio a Scott la oportunidad de liberarse —dice Stiles—. Ustedes lo salvaron, pero... fue el recuerdo de su muerte que lo salvo de verdad a Scott —mis ojos se llenan de lagrimas, pero no con pena, sino que sentía una calidez en mi pecho ante la idea de que ella estuviese presente de todas formas y que como siempre, ella buscaba la forma de salvarnos.— Ella lo salvo. Allison salvo su vida.
Sonreí e internamente le agradecí a mi hermana.
Lydia también sonríe con sus ojos cristalizados y sin decir nada más, los tres avanzamos hacia la biblioteca. Vimos las cosas de Scott en una mesa vacía y nos sentamos en ella, yo al lado de Scott y Stiles con Lydia juntos en las sillas de al frente. Nos acomodamos y vamos sacando nuestros materiales de estudio, ya que vamos a estudiar juntos para los exámenes finales. Ya la graduación se sentía cerca, pero aún debíamos pasar las fiestas antes de terminar con todo esto.
Scott no tarda en unirse con nosotros y acaricia mi cabello cuando se sienta junto a mí. Sonreí girándome hacia él y ahora sabiendo lo de Allison, que gracias a ella mi compañero puede seguir con nosotros, hace que quiera abrazarlo con fuerza, pero resisto ante el impulso. Aunque, por su mirada, estaba claro que él sabía lo que yo estaba sintiendo, así que solo nos expresamos a través de nuestros ojos y volteamos hacia los chicos para que Lydia comience con lo que debemos empezar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro