
Capítulo 32
A veces me dan ganas de dejar de usar los pov, porque me digo a mi misma que ya es como obvio que Ellie va a ser la que narre y que si va a ser otro el personaje, simplemente coloco su nombre y era, pero luego pienso en todo el trayecto, desde que inicie hasta ahora... le tengo cariño a los malditos pov.
Les aviso que ya se encuentra disponible la introducción de la sexta parte de esta historia y la pueden encontrar en mi perfil como Persecución Salvaje. Esto significa a que estamos a pocos capítulos para terminar con Legado Argent.
¡Disfruten!
*
"Responsabilidad"
POV DEREK
Tal vez fue una mala idea dejarlos solos. Tal vez, lo mejor era haberme quedado con ellos o simplemente largarnos del condado y volver a Río, pero se que eso no es lo correcto, abandonar los pendientes o irnos a Río sin importarnos que la gente que queremos se quedaría aquí, luchando hasta el final.
Por más cómodos que estuviéramos ahí, no era nuestro hogar ni lugar. Ahí solo éramos una familia convencional ajena a lo que somos en verdad.
Lobos, eso es lo que somos.
—Si quieres puedo ir a ver si están bien —se ofrece Isaac y estoy a nada de decirle que no.
Menos mal que Cora se adelanta.
—Iré contigo, necesito descansar.
Ambos se alejan y yo suelto un pequeño suspiro mientras veo a Scott hablando con Lauren mientras que Alex se encuentra pendiente de todo.
Andrea no se a movido del lugar y se que a tomado pequeñas siestas dentro del vagón. Todos hemos intentado convencerla de que lo mejor es que vaya a descansar y se aleje de todo esto. No le hace bien mantenerse cerca de la que era su mejor amiga, porque está fatal y Lauren solo esta siendo una perra con todos nosotros sin importarle nada.
Y no le importa porque sabe la decisión que va a tomar Ellie respecto a ella.
—Esa chica es dura de roer.
Stiles se coloca a mi lado con las manos en su cadera mientras observa a Andrea estar sumergida en sus pensamientos, triste y exhausta.
—No lograste convencerla.
—Nop —suspira y noto que tiene leve ojeras bajos los ojos.
—¿Cómo está Lydia?
—Durmió toda la noche, eso es algo bueno ¿no? —hace una mueca y asiento en respuesta—. Paso por un infierno en ese lugar.
—Lo importante ahora es que se cuiden entre ustedes y se apoyen. Por lo que me comento Ellie, estuvieron muy mal las cosas entre ustedes.
—¿Te fue con el chisme? No me respondas, claro que sí lo hizo.
—De hecho, yo solo saque mis propias conclusiones —pienso en lo mal que estaba anoche—. No comento mucho al respecto.
—Fue... complicado, para los tres de hecho, pero esta todo en orden ahora.
Asiento sin decir nada más y me quedo sumergido en mis propios pensamientos aunque se que debería estar pendiente de la conversación, pero toda mi atención se va en Ellie y en lo mucho que le acompleja tomar la decisión de ejecutarla. Jamás dudaría de algo así a menos que Scott estuviera involucrado en esa ecuación y todo me hace pensar en que si lo hace, ¿pero por qué? Ya había asesinado antes y Scott era consciente de eso, ya no se involucraba y ahora es como si hubiera algo.
Miro breves segundos a Scott antes de dirigir mi vista a Stiles que seguía a mi lado, pendiente de la conversación de su amigo con la beta. Puedo notar que hay algo distinto en él, algo más oscuro y no es solo por lo que tuvo que pasar cuando estuvo poseído por el nogitsune, es algo más que eso.
¿Lo habrá hecho?
Puede que sí, pero me hace cuestionarme las razones.
—¿Qué tanto me ves? Deberías dejar de psicoanalizarme y estar más pendiente de lo que esta pasando enfrente tuyo —espeto tenso mientras señala con su cabeza a Scott y Lauren—. Le diré a Ellie que no debería soltar tu correa, te portas mal cuando paseas solo.
Pongo mis ojos en blanco y me aguanto las ganas de golpearlo.
Es un idiota.
—¿Por qué siempre tienes que meterte? Estábamos bien lejos de ti —gruñe la rubia y Alex se coloca detrás jalando las cadenas.
—Quieta, no voy a volver a advertirte.
—¿O qué? ¿Vas a asesinarme enfrente de tu amor? —sonríe burlona y mira hacia Andrea fingiendo dolor—. Me están haciendo daño, me duele Andrea.
La castaña solo voltea su mirada y procede a ignorarla por más que Lauren intente buscar su atención de forma casi desesperada.
—Lauren, tienes que entender que se acabo su juego. Nosotros tenemos las riendas del asunto —vuelve a interferir Scott—. Traicionar a Ellie no fue una buena movida, menos meterte con sus hijos.
—¡Esos bastardos son nuestro trueque! ¿Qué no lo ven? —comienza a reírse de forma histérica, como una loca—. Alfas formados desde el vientre, algo extraño e único, casi tanto como los alfas que cada 100 años, obtienen su poder por sus... cualidades distintivas.
—¿Esto es por Deucalion? Estas realmente loca. Su maravilloso plan por retener a Deucalion no va a funcionar, él esta de nuestro lado y no va a haber forma de que Theo consiga algo como para que nos traicione —menciona Stiles—. Ese hombre le debe mucho a Scott.
La rubia sonríe.
—¿Quién hablo sobre Deucalion?
Desde ahí todo se descontrola.
Me voy encima de ella queriendo sacarle la información a la fuerza si hiciera falta, pero Scott se me atraviesa e intenta mantenerme quieto, que razone, pero no lo escucho y termina mandándome hacia al suelo.
Stiles comienza a maldecirla con envenenarla con wolfbane y Scott lo hace para atrás intentando calmar la situación.
—¡Alex suelta esa cadena!
Me levanto viendo como Alex intenta sacarle información a la rubia con una cadena de púas alrededor de su cuello. La estaba lastimando, pero poco me importaba.
— ¡Dime lo que sabes hija de puta! —se niega a soltar el metal por más que Scott este intentando que la suelte— ¡Joder dímelo!
Lauren niega riéndose como una desquiciada mientras las púas hacen su trabajo y le perforan la piel del cuello haciendo que la sangre brote por múltiples partes a una gran rapidez. A ese ritmo, más la fuerza que aplica el beta, puede perfectamente desgarrarle el cuello hasta hacerla desangrar de manera dolorosa hasta que llegue a su muerte.
—¡Alex tienes que soltarla!
—No hasta que me diga lo que quiero —espeta obstinado— ¿A quien se los querías vender?
—Stiles, ¡ayúdame!
—La verdad, es que no quisiera estar metido entre dos grandes lobos que pueden lastimarme, así que estas solo amigo.
Todos fuimos conscientes de que esa excusa no era del todo verdadera.
Niego con la cabeza ya hastiado de todo esto y doy grandes zancadas hasta llegar donde la rubia y me inclino hacia ella.
—Sera mejor que hables, ni Alex ni yo nos vamos a detener —gruño mientras Alex lucha con todas sus fuerzas para no soltar la cadena y el rostro de Lauren estaba colocándose pálido, casi morado ante la falta de oxígeno— ¿Quién está detrás de mis hijos? Responde.
Saco mis garras y Scott maldice.
—Última oportunidad.
A pesar de costarle respirar y estar desangrándose, la muy perra me sonríe con descaro y sus dientes estaban manchados de sangre al igual que toda su boca ante la acumulación que se le estaba formando.
—D-Deucalion no fue... e-el único en de-demostrar interés en ellos... no es... vas a tener que m-matarme.
—Tú te lo buscaste.
Alzo mi mano para terminar de desgarrar su garganta cuando un disparo al aire nos sobresalta a todos. Scott aprovecha que Alex se distrajo y lo aleja, así sacandole el metal del cuello a la rubia para que respire y comience a sanar.
Gruño girándome hacia Andrea. Estaba con la respiración acelerada y con los ojos llenos de lagrimas mientras mantenía su vista en la rubia, en nadie más.
—Ya basta de esto... ya basta —espeta en un susurro doloroso y Alex no duda en acercarse a ella—. No nos va a decir quien fue el comprador, solo va a provocarnos hasta que alguien se atreva a matarla.
—Cariño, lo sabemos, pero...
Niega y con el dorso de su mano limpia con brusquedad su mejilla.
—Se acabo. Iremos a dejarla a la casa Eichen.
—¿Qué? No estas hablando en serio.
—Hablo muy en serio Lauren.
La rubia niega con el temor creciendo en sus ojos azules.
—No... no puedes hacerme esto, ¡somos amigas!
La ignora y se gira hacia mi.
—Se que Ellie prefiere matarla, pero no sacamos nada con eso sino sabemos quien es el comprador. Si la dejamos ahí encerrada, podríamos sacar ventaja.
—Eso suena convincente para mi —opina Stiles aunque nadie le pidió su opinión.
—Además de que esta completamente fuera de si. Esta loca, y solo en la casa Eichen van a poder controlarla mejor que nosotros.
—¡Andrea! ¡No me hagas eso! —comienza a lloriquear y aprieto la mandíbula no queriendo seguir escuchando a esa mujer— Me van a hacer cosas... y-y yo no estoy loca, ¡no estoy loca, lo juro!
Andrea mira hacia su pareja y este pareció entender lo que le quiso decir con la mirada, ya que va hacia sus cosas y saca una jeringa que mantiene a Lauren chillando histérica e intentando liberarse. Alex se acerca ignorando sus movimientos y no es nada delicado al clavar la aguja en su cuello herido y empujar el liquido hasta que administra por completo la dosis.
—¿Eso es...?
—Nada que la vaya a matar —le responde a Scott y este asiente.
Lauren cae inconsciente y yo me alejo de allí para llamar a Argent.
Al tercer pitido responde.
—¿Qué tal todo?
—La llevaremos a la casa Eichen, es lo mejor.
—¿Mi hija está de acuerdo con eso?
—No lo sé, se quedo en casa con los niños —suspiro, como me gustaría también estar con ellos—. Iré al grano. Lauren indico que hay un sujeto que intento comprar a mis hijos, es por eso que intento llevárselos. Pensamos al inicio que lo hizo para mantener el interés de Deucalion, pero todo indica que hay un tercer involucrado que no estamos viendo.
Se mantiene unos segundos en silencio y se escuchan sus pasos.
—¿Algo relevante que nos sirva?
—No, solo es alguien que esta interesado en su poder.
—Bien, intentare buscar por mi cuenta.
—Espero tu llamado.
Cuelgo la llamada y los amigos de Ellie se acercan.
—¿Crees que Argent logré conseguir algo? —pregunta Scott.
—Realmente lo espero. En estos momentos todo nos sirve.
Asiente.
—¿Irán está noche?
—¿Ustedes estarán ahí? —ignoro su pregunta.
—Estaremos cerca de la casa de Parrish con Liam —Scott me mira e intuyo lo que me dirá—. Se que es difícil por los niños, pero... necesitamos a Ellie ahí.
Soy consciente de eso, pero nuestros pequeños también nos necesitan.
—Probablemente ella se comunicara con ustedes.
—Creo que Scott no fue lo bastante claro, Derek —evito poner los ojos en blanco—. Los queremos a los dos ahí. Madison y Tyler están a salvo ahora, pero no lo estarán por mucho tiempo si no descubrimos quien es la última quimera antes de que la bestia se recuerde así misma y sea lo bastante poderosa como para poder detenerla.
—No es tan simple Stiles —me cruzo de brazos—. Madison y Tyler son nuestra prioridad número uno, siempre, y ahora sabemos que hay un sujeto que los quiere comprar. No es cualquier cosa, no podemos darnos el lujo de irnos sabiendo que algo malo puede suceder en nuestra ausencia.
Ambos hacen una mueca, pero comprenden a lo que voy.
—Espero que podamos resolverlo pronto.
Ambos se van y me entra un mensaje.
Cora: Tu mujer está descansando con tus hijos y para que veas que soy la mejor, te mando la foto para el recuerdo ;)
Abro la imagen y sonrió como un idiota viendo a Ellie de costado en la cama en posición fetal mientras tiene abrazados a Tyler con Madison. Los tres están juntos y parecen a gusto en sus respectivos sueños.
Me entra otro mensaje.
Cora: Iré a dormir también, pero estaré atenta a a cualquier cosa.
Derek: Descansa, nos vemos más tarde.
Andrea se queda con Alex para resolver el tema del traslado y me quedo con ellos para asegurarme de que todo salga bien. El loquero estuvo dispuesto a recibir a Lauren, pero debemos ir nosotros a dejarla y para eso tuvimos que recurrir a Deaton para que nos permitieran el ingreso de forma más rápida.
Ahora solo queda esperar que los médicos hagan su trabajo y nos ayuden a obtener la información que necesitamos.
.
.
(...)
.
.
Me quedo como un idiota viendo hacia la cama, en donde aún persisten mi vida entera. Ellie no se encuentra en la misma posición que vi en la foto, pero se mantiene pegada a los niños a pesar de que ya Tyler invirtió su posición. De los dos, él es él más inquieto para dormir, a veces Madison tiene sus momentos, pero nunca al nivel de su hermano.
A penas son las 14:38 de la tarde y se supone que nos juntaremos para perseguir a Parrish cuando vaya a dormir, por lo que todo va a ser durante la noche y eso me da tiempo para conversar con Ellie para programar todo lo que necesitamos hacer.
Me muevo intentando ser lo más silencioso posible y me voy a la cocina para preparar el almuerzo. Una vez que dejo el horno haciendo su trabajo, voy a la sala a recoger los juguetes de los niños e intentar dejar todo impecable.
De vez en cuando le hecho una mirada al fondo del piso, en donde, están durmiendo mi mujer con nuestros pequeños. Me aseguro de mantener su sueño y no hacer ningún ruido brusco, pero se que pronto debo despertarlos para almorzar y lo mejor es que comience con Ellie. Si lo hago con Cora o con alguno de mis hijos, lo más seguro es que terminen el día con el pie izquierdo. Así que por mi bien, empezaré con Argent, y luego con los Hale.
Voy a la cocina para echarle un ojo a la comida dentro del horno antes de ir a la habitación.
Me acerco al otro costado de la cama y me coloco casi encima de ella con cuidado para no aplastarla y despertar a los mellizos.
—Amor —susurro cerca de su rostro y voy dejando leves besos en su mejilla—. Tienes que despertar.
Se remueve un poco, pero se niega a despertar.
Una gran parte de mi, no quiere despertarla porque se que a estado durmiendo mal estos últimos días y es la primera vez que puede descansar bien, pero se que debemos continuar y hay temas que debemos discutir, ya que los problemas siguen allá afuera y hay que resolverlos.
—Ellie...
Suelto un suspiro y llevo mi mano por la curva de su cuerpo hasta llegar a la curva de sus glúteos. Toco con suavidad esa zona y siento como su cuerpo reacciona inmediatamente a mi toque.
—Despierta, amor.
Cuando abre los ojos alejo mi mano de su trasero y noto como sonríe cuando nota a nuestros hijos junto a ella. Luego, su cuerpo se gira mientras se estira y me extiende la trompa para que le de un beso. No tardo en dárselo y me quedo algo perdido cuando su sonrisa crece y se le forman sus adorables hoyuelos.
—Volviste —susurra bajo y asiento mientras comienzo a levantarme de a poco al igual que ella— ¿Qué hora es?
—Las 15:08 pm.
Ambos salimos del cuarto y tomo su mano llevándola a la cocina.
—Esto huele demasiado bien —sonríe girándose hacia mi y pasa sus brazos alrededor de mi cuerpo.
Aún parece estar cansada, pero su semblante luce mejor.
—¿Cómo resulto todo?
Llevo mis manos a su espalda y con una comienzo acariciarla, queriendo mantenerla relajada.
—Lauren fue internada en la casa Eichen. Fue decisión de Andrea al no ver que ella quisiera cooperar con nosotros —le digo rápidamente al ver como le disgusto eso.
—Entiendo... pensé que Scott podría hacerla entrar en razón.
—Creo que tenía resentimientos contra Scott.
Alza una ceja con curiosidad.
—¿Por qué?
—Porque menciono que estaban mejor lejos de él —hace una mueca—. Es probable que no le gustara la manada que tienen y pensaba que ustedes siendo una manada de lobos-cazadores era suficiente.
—Eso podría explicar porque llego a traicionarme así y que pensará que no merecía ser su alfa —comenta pensativa y se apega más a mi en busca de protección.
No es que lo necesite, pero se que lo hace de forma inconsciente por la falta de apoyo, cariño y seguridad que tuvo gran parte de su vida. Eso la a llevado a siempre necesitarme, en buscarme y mantenerme ahí como algo seguro. Es por eso que soy su ancla, lo que la mantiene con los pies en la tierra y mantiene a raya sus emociones.
Ademas, es una de las razones por lo que me gusta tanto consentirla y darle el tipo de amor que ella necesita.
—Eso no es todo —odio tener que decirle esto—. Lauren se llevo a los niños porque alguien los compro.
La noticia hace que todo su cuerpo se ponga rígido y el rojo salvaje se refleja en sus ojos de manera intensa. Por poco me hace temblar ante el poder que desprende, pero me mantengo firme y continuo con la acaricia en su espalda, como si fuera un movimiento inconsciente mío.
—Lauren... Lauren fue capaz de...—tiembla con rabia y su agarre en mi ropa se vuelve más fuerte—. Theo también debe estar implicado en eso, todos ellos... Hayden —su mirada se oscurece llena de odio—. ¿Quién es el comprador?
—No tengo idea, es por eso que tu beta la metió en Eichen. Solo en ese lugar podemos obtener las respuestas que queremos.
Asiente con lentitud, aún tensa.
—Tenemos que resolver eso, pronto.
La hornilla del horno se detiene y emite un sonido para avisarnos que la comida ya esta lista, pero ninguno se mueve, por lo que no planeo soltarla de mi agarre a menos que ella lo haga primero.
—Scott espera que vayamos con ellos esta noche.
—¿Crees que debamos? Nuestros hijos nos necesitan y ya no confió como para dejarlos sin nuestra supervisión —hace una mueca—, pero a la vez soy consciente de que sigo siendo el alfa y que me necesitan.
—Ambos estamos de acuerdo en que nuestros hijos son prioridad, pero que tampoco podemos dejar de lado nuestras responsabilidades.
Me mira unos segundos antes de hablar.
—La mayor parte de las responsabilidades aquí son mías, y lo único en que nos dividimos es en nuestros hijos... Derek, no te voy a pedir que tomes mis responsabilidades cuando tuviste que tomar toda la responsabilidad en la crianza.
Niego tomando su rostro entre mis manos.
—Derek...
—No. Derek nada, yo voy a ayudarte en todo lo que haga falta, siempre —no la dejo hablar, me parece una estupidez que intente detenerme cuando sabe perfectamente que lo haré igual—. Eres mi pareja, la madre de mis hijos. Por supuesto que iré esta noche a ayudar a tu padre y tú te vas a quedar aquí con los niños y tus betas, para que todos en conjunto vean sobre el comprador y los pendientes que tienes con tu padre.
—Pero... —le advierto con la mirada a que no siga y suelta un suspiro rendida—. Bueno... así podre ver los últimos detalles de la universidad también.
Sonrío y beso su frente.
—¿Ya te decidiste?
—Estoy en eso, sin presión ¿eh?
El tema de la carrera es algo que la pone nerviosa y terminamos de hablar cuando sentimos a Cora levantarse.
—Iré a poner los platos —se aparta.
La observo unos segundos antes de acercarme al horno para sacar la fuente y Cora llega preguntando en que ayudaba. Los betas de Ellie no tardaron en aparecer junto a Isaac, quien dio una patética excusa cuando en realidad ya suponía que iban a venir a almorzar.
.
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(...)
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Me siento algo inquieto al llegar a la casa del oficial y ver que nos recibe solo con un short puesto, dejando al descubierto su cuerpo. No me gusta la idea de que Ellie estuviera paseándose por su casa y el así, pero se que mi mujer no a estado más de lo necesario en esta casa así que intento tranquilizarme.
Lo veo algo nervioso cuando nos ve y no se si es por la situación o por mí, tal vez sea ambas.
—¿Así que solo debo dormir y ya está?
Argent asiente.
—Estaremos al pendiente de todo —ve la hora en su reloj—. Será mejor que iniciemos ahora.
—Estaré en el auto —informo antes de partir hacia afuera.
—Espera.
Lo que me faltaba...
Me giro hacia el oficial colocando mis manos en los bolsillos de la chaqueta y espero a que hable.
—¿Puedes esperar en la sala? Por favor —le pide a Argent y este solo se va sin decir nada, pero sé que ya noto toda la situación aquí—. Bueno... la verdad es que intentaré ser breve —comienza el oficial dando un paso hacia mi—. Quiero que tengas en cuenta que respeto tu relación con Ellie y que...
Mal inicio.
—Si le tuvieras respeto, te hubieras dado media vuelta esa noche y hubieras respetado la privacidad de mi mujer —soy directo.
—Tienes razón y no lo hice —reconoce avergonzado—, yo solo... me comporte como un pervertido y me quede ahí viéndola.
Me tenso, pero intento no perder el control.
—Y la acorralaste en su auto también —su cara se descompone totalmente—. Esto podría llegar a ser acoso Parrish y si no respetas el límite con ella, voy a tomar cartas en el asunto y no me va a importar que tan sabueso infernal seas —me coloco enfrente de él siendo solo unos pocos centímetros más alto—. No vuelvas a intentar algo con ella o nos tendrás a todos haciéndote la vida miserable. Como el sheriff por ejemplo, la considera como su hija.
—Entendí, Derek —suspira sin bajar la mirada—. Ya me disculpe con ella e intento mantener todo esto en el límite correspondiente. Se que actué mal e intento no cagar nuestra amistad, porque en serio me importa.
Espero que en verdad sea así, ya que si por mi fuera él ya no la vería más, pero es Ellie quien lo quiere en su vida y por más que me joda debo respetarlo.
—Eso espero, Parrish. No quiero volver a tener que repetir esta conversación.
Le doy la espalda dejando sanjado ahí el tema y voy a la camioneta de Argent a esperar a que el sabueso nos lleve directo a la Bestia de Gévaudan.
.
.
(...)
.
.
Estaba aburrido.
Podría perfectamente estar ahora con mi familia y no tendría que estar haciendo guardia afuera de la casa de ese sujeto. Era necesario, pero ya pasaron dos horas y sentía que esto iba a durar más de lo que tenía previsto.
Perdí la cuenta de las veces que me baje del auto a estirar las piernas antes de volver a acomodarme en el asiento y tontear en el celular hasta que pronto veo a Parrish salir de su casa con la mirada apagada y centellando de un cobrizo parecido al de las flamas del fuego. Pronto su cuerpo se envuelve en fuego y comienza a andar velozmente por la calle.
Estaba impresionado, pero jamás lo diré en voz alta.
Argent se sube tras el volante y comienza a conducir mientras le indico donde va dejando el rastro el sabueso.
—Se supone que cuando está así no es Parrish, ¿verdad?
Tenía la ventana abierta y me guiaba principalmente por el aroma a quemado. Tenía su toque sobrenatural, pero ese olor a humo era el que más predominaba por obvias razones.
—Creí que mi hija te tenía informado.
Me giro hacia el al captar como el viejo ya estaba haciendo sus ideas en su cabeza, pero prefiero ignorarlo. Suficiente tengo con la conversación que tuve con Parrish como para tener que siquiera darle una explicación al viejo.
El rastro termina por guiarnos hasta la secundaria de Beacon Hills y Argent prepara su arma una vez que comenzamos a andar. Si el sabueso se dirigió aquí, quiere decir que la bestia también lo hizo, por lo que debemos estar atentos a cualquier suceso inesperado.
Mientras nos acercamos a la entrada, vemos el cartel del juego de mañana destrozado en el piso e incendiándose, no masivamente, pero era algo que no tenía importancia. Las llamas no eran tan grandes como para causar un incendio.
Continuamos moviéndonos por la escuela, casi llegando por la parte del estacionamiento cuando nos encontramos con Scott, Stiles y el beta de Scott.
—¿Dónde está Parrish? —pregunto Scott y parecía querer preguntar donde estaba Ellie, pero fue inteligente al guardarse la pregunta para él.
—Lo perdimos. Se mueve demasiado rápido.
—Scott —lo llama su beta—. Ese tipo de allá no se mueve.
Frunzo el ceño y me acerco rápidamente a donde había señalado en adolescente y había mucho rastro de sangre fresca alrededor del cuerpo, el cual, tenía el pecho destrozado a causa de grandes garras. Esta claro que la bestia causo esto, y algo me dice que no es el único cadáver que vamos a encontrarnos esta noche.
Paso de largo del cadáver siendo seguido por los demás. Ninguno iba a decir algo, por lo que, intuyo que saben que en cualquier momento esa cosa debe aparecer, pero todo estaba tan en silencio, que solo soy capaz de percibirnos a nosotros y al olor de la sangre.
No tardamos ni un minuto andando cuando vemos otro cuerpo a un metro de distancia del bus escolar repleto de cuerpos destrozados y bañados en sangre, pero para la sorpresa de todos, uno de ellos se movió débilmente hasta vernos.
—Ayúdenme...
Alzo una mano y Scott fue el primero en moverse en su dirección. Todo me parecía muy extraño, por lo que no me moví y no fui capaz de advertirle a Scott cuando Parrish se atraviesa en su camino y se coloca enfrente de él, mirando directamente al bus.
—Es una trampa.
Scott se tenso cuando el chico nuevamente nos suplico por ayuda, pero Parrish nuevamente tuvo que advertirle a Scott que era imposible ayudarlo. Luego de eso, de la nada se escucha un corte violento y el cuerpo del chico cae al suelo, justo partido por la mitad.
Me ahorro mentalmente de describir esa horrorosa escena y veo como la Bestia poco a poco se alza entre los cuerpos.
—Es grande. Nadie dijo que fuera tan grande —se queja en un susurro Stiles.
—Yo sí —le dice el beta.
Sus ojos eran como dos faros de luz azulados, casi blancos, mientras que su cuerpo era grotesco, con sus venas marcadas por los enormes músculos, pelaje negro, dientes enormes al igual que sus garras filosas. Lo hacía parecer real, pero a la vez no, ya que era como una especie de sombra oscura de la noche.
La bestia ruge haciendo que todo nuestro alrededor tiemble y Parrish le ruge de vuelta mientras su cuerpo vuelve a estar en llamas.
Todos estábamos expectantes ante lo que representaban ambas criaturas juntas, ya que iba a haber una pelea segura, y estando nosotros presentes, podría ser a favor de nosotros en contra de la bestia. Pero al parecer, la bestia no estaba dispuesta, ya que se dio media vuelta y sale por el parabrisas corriendo a una gran velocidad, siendo perseguido por el sabueso infernal.
—¿Qué diablos está pasando?
—Esta aumentando su inteligencia —le respondo a Scott.
Todos nos quedamos viendo por donde se había ido el sabueso con la Bestia y ninguno fue capaz de ir tras ellos, ya que se alejaron a una velocidad sorprendente en cuestión de segundos.
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