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Capítulo 31

Hola gente hermosa, les cuento que ya me vi la película de Teen Wolf y se me complico la vida editar este capítulo. Se suponía que lo iba a subir el día del estreno en Latam, pero resulto que quede de luto y como pendeja me tuvieron llorando todo el viernes por ese maldito final.

No quiero dar spoiler ni nada, pero para la gente que ya lo vio, ya sabrán a que me refiero.

Sigo de luto, así que espero que disfruten de la lectura, ya que este capítulo lo hice con todos mis sentimientos post película así que esta bastante extenso.

Disfruten.

*

"Hogar"

POV ELLIE

Hace años que no sentía esa sensación de pánico en mi pecho. Mi corazón late a un ritmo normal, pero el vació que me produce la traición de mi beta es algo que no sé si pueda describir bien. Me hace volver a años atrás, cuando mi padre estaba comenzando a enfermarse y aislarse de mi, provocando que los daños psicológicos de esa mujer fueran más constantes, día a día.

Recuerdo que hubo un periodo en que me sentí sola, abandonada por mi padre, ya que el cambio de un día para otro fue tan brusco, tan repentino para una niña que su mundo no era su madre la gran neurocirujana, sino su padre, el gran abogado McCall, su héroe de traje y cortabas elegantes.

Mi padre trabajaba en el área penalista y era muy bueno en lo que hacía.

Que esa mujer fuera cirujana y estuviera en constante movimiento por el país debido a su investigación de los trastornos de la esquizofrenia, autismo y ansiedad —en fin, la hipocresía—, como se comportaba el cerebro según su tipo de trastorno y como se podía diferenciar de uno relativamente saludable, hizo que a mi padre se le facilitara tener más clientes particulares y era excelente a pesar de que los casos eran extensos y a veces complejos. Siempre me impresiono su capacidad de control, organización y estabilidad a pesar de que los constantes cambios no son considerados estables para nadie, menos para ningún niño.

¿Era un mal padre? Claro que no.

¿Lo reemplace al aceptar a mi verdadero progenitor como mi verdadero padre? Tal vez, bueno, sí, definitivamente lo hice por mi necesidad de poseer algo estable y verdadero, eso fue más grande que mi amor por él.

Deseaba una familia normal, con una casa grande y acogedora, hasta un perro incluso incluido en ese maravilloso cliché.

Pero nada fue normal y aun así, puedo decir que ame a mi padre y aprecio que lo intentara, me gustaría tener la capacidad de poder estar enfrente de él, al menos alguna vez, para poder expresarle mi agradecimiento por haberme dado una buena infancia y no lo culpo por lo que paso después, en lo horrible que fue mi vida luego de su muerte.

Tal vez Chris Argent no sea lo más estable en mi vida a comparación como lo fue él, pero nada es perfecto en está vida y Chris me acepto como su hija inmediatamente. No fue perfecto y nunca va a hacerlo, pero lo amo con todo mi maldito corazón y me siento más parte de él de lo que una vez me sentí con los McCall, no todos claramente.

En lo poco que llevo de vida, puedo decir que hubo un lapso de tiempo en que fui feliz, luego entre en una horrible depresión y auto destrucción que si no fuera por mi tía Melissa, mi vida hubiera acabado mucho antes de haber comenzado la gran aventura de mi vida.

Pase de estar huyendo por la noche en el bosque para que el alfa no me asesinara a conocer al amor de mi vida, conocí mis orígenes, encontré amistades, me convertí en cazadora y sin darnos cuenta, con mis amigos comenzamos a formalizar una manada, peleamos contra un kanima, con mi familia, con una manada de alfas, con una maldita puta bruja roba novios, con un nogitsune, los oni, a una maldita lista donde nuestras cabezas tenían precios, tuve que enfrentar a la loca de Kate y a sus perros esqueléticos endemoniados y ahora batallo contra unos doctores que jugaron con el mundo sobrenatural y de alguna manera rompieron las reglas del orden natural de las cosas, creando así aparentemente a el último enemigo: La Bête.

Y aún sigo malditamente viva.

Fueron muy pocas veces cuando viví con esa sensación de vació en mi pecho, primero con mi periodo de depresión, la muerte de Allison y el duelo que tuve que pasar, más el hecho de que todos creíamos que Derek se iba a morir y me hizo sentir peor de lo que ya estaba.

¿Lo más jodido de todo?

Es que tu primer beta es con quien más uno establece un vínculo, se conectan de una manera que no se puede explicar... es como cuando una madre da a luz a su hijo y lo ve por primera vez, ahí existe una conexión inexplicable y a pesar de que tener tu primer beta no es lo mismo que tener a tu primer hijo o en mi caso dos, se siente igual de intenso e importante.

Irónico. Lauren fue a quien mordí primero y al final es con Alex con quien comparto esa clase de vínculo, como la que tiene Scott con Liam, pero con la diferencia que yo no trato de proteger a Alex la gran parte del tiempo ya que él tiene la capacidad de defenderse sólito.

Alex es a quien mordí de los últimos y es quien más me tiene lealtad.

Pero no me confío.

Ya no puedo.

Lauren me hizo daño, y no solo a mí, sino que también a mis hijos. Muchas veces se los confíe y no solo eso, le hablaba de mi vida, cosas que a veces me costaba hablar con mi psicóloga y era ella quien me animaba a hacerlo, principalmente con mi problema con mi reflejo y el que siempre intento no ver a Allison a través de mí y como su maldita imagen me persigue constantemente, como si ella aún estuviera entre nosotros. No lo sé, pero es extraña la sensación que me produce ver a mi hermana o sentirla cerca, me hace cuestionar si padezco de esquizofrenia o algo parecido.

Maldita vida, maldita Lauren, malditos todos.

—¿Todo bien en esa cabecita tuya? —la mano en mi muslo hace que salga de mis pensamientos y parpadeo con sorpresa al darme cuenta que estamos detenidos en el estacionamiento del edificio— Habla conmigo, amor. Te mantuviste en tu mente desde que salimos de la guarida.

Miro a Derek haciendo una leve mueca.

Él sabe como me siento, siempre lo sabe.

—No me duele, pero está esa sensación en mi pecho... —señalo con mi mano esa área y suspiro con pesar—. ¿Hace cuanto nos detuvimos?

—Hace unos... 8 minutos.

Abro mis ojos con sorpresa y luego vuelvo hacer una mueca.

—Lo siento, debes venir cansado.

Me quito el cinturón de seguridad y abro la puerta sintiendo la brisa de la noche golpear mi rostro de manera agradable.

Derek no tarda en imitarme y rodear el auto para alcanzarme y estar de frente de mi, luciendo bastante preocupado.

—No me miras así... no quiero que nuestra noche acabe con esa miradita tuya.

Me acerco a él luciendo una sonrisa que soy consciente que no llega a mis ojos, pero igual lo intento seducir pasando mis brazos alrededor de sus hombros y acercando mi rostro al suyo, con nuestros labios casi rozándose de manera juguetona.

Recibo un pequeño pico y frunzo el ceño con desconcierto cuando aleja su rostro suficiente del mío.

—Por está vez, tus labios no me van a distraer bonita.

Me rindo y acepto que debo hablarle.

—¿Qué pasa si Alex me traiciona? ¿Andrea se sentirá fatal cuando se entere de lo que planeo hacerle a Lauren y querrá asesinarme? ¿Crees que podre asesinarla? —le suelto las principales preguntaste que rondan por mi mente. Aunque, termino por contestarlas yo misma—. Se que nunca me va a temblar la mano, pero con ella es distinto, es mi beta, mi primer beta, eso quiere decir que la voy a mirar a los ojos y por primera vez no voy a ser capaz de asesinarla por más que soy consciente de lo que desea hacerle a nuestros hijos... ¡No puedo dejar que este suelta! Sabes como soy, voy a estar constantemente pensando en que ella va a estar suelta por ahí y que nuestros niños siempre serán su objetivo y se que si no hago algo después voy a arrepen...

—¡Hey! Amor, con más calma. Respira —Derek me agarra de la cintura con firmeza y vuelve acercarme a él con el semblante más serio que antes—. Se que Lauren a quebrantado tu confianza hacia ellos, no completa, pero la duda va a estar ahí y va a ser difícil para ti confiar, pero debes hacerlo, porque Andrea puso su lealtad hacia ti por encima de su amistad de toda la vida y Alex... sabes que su relación a sido compleja desde un inicio y ya intento asesinarte una vez, pero luego de lo que paso y de que salvaras su vida sin importarte nada, y por más que odie eso, para él fue algo importante y que hizo que las cosas fueran mejor para ustedes.

Apoyo mi frente en su hombro y lleva su mano derecha a mi cabello para acariciarlo.

—Andrea y Alex han demostrado siempre que están contigo, no se merecen tu desconfianza por algo que hizo Lauren y entiendo que te sientes así porque se trata de tu beta y va a hacer complicado que superes ese sentimiento, pero tienes a esos dos y al resto de nosotros contigo.

Comprendo inmediatamente a lo que va y solo atino a asentir antes de acomodar mis ideas en mi cabeza para hablar.

—Lauren ya no merece ese privilegio y no merece que me sienta así por lo que hizo —alzo la vista para verlo—. Los tengo a ustedes y eso es más grande a una relación de alfa y primer beta o lo que sea. Voy a seguir adelante con mis planes y ya veré la forma de hacer lo mejor.

Derek sonríe notablemente más tranquilo tras oírme y besa mi frente con cariño.

—¿Ahora por qué esa mirada? —suelta una leve risa mirándome divertido ante mi mirada acusadora.

—No quiero que me beses ahí.

Un brillo interesante se enciende en sus ojos y agradezco que me conceda esto.

—¿Y en dónde quieres que te bese? Tienes que ser más clara.

—En la boca, ese pico me dejo con ganas de algo más... —dejo la frase ahí antes de que los labios de Derek se junten con los míos en un caliente beso con lengua y mordiscos incluidos entre besos.

La respiración me comienza a faltar al mismo tiempo en que siento como mi alrededor comienza a subir la temperatura y que la ropa comienza a estorbarme al igual que la necesidad de algo más que sus besos adictivos.

Lo que más me encanta del tiempo que llevo con Derek, es que me conoce y siempre a estado en perfecta sincronía conmigo cuando el deseo comienza a surgir entre nosotros.

Sus manos bajan hacia mi culo y me alza haciendo que enrede mis piernas en su cadera y estampa mi espalda contra la camioneta mientras sus labios hacen un camino de besos desde mi barbilla hacia mi clavícula y cuando muerde de mi piel sensible un pequeño gemido se me escapa haciendo que pegue su pelvis más en contra de la mía.

Me gusta el descaro y la privacidad que otorga el estacionamiento, así que comienzo a frotarme en contra de él y su agarre se vuelve más tenso, y se que es porque está conteniendo las ganas de romper todo lo que le estorba hasta que haga conmigo lo que le plazca y me folle como a ambos nos gusta.

—Que rico olor desprendes cuando comienzas a mojarte —gruñe cerca de mi oído y recurre mi cuerpo con sus ojos, pero mantiene su vista clavada en mi escote—. Tus tetas son maravillosas, ¿te lo he dicho verdad? Me dan ganas de hacerte una rusa aquí mismo...

El calor sube hasta mis mejillas debido a la calentura del momento, ya que, cuando me habla sucio y me mira así, siempre me deja con las hormonas revueltas.

—Podemos hacerlo —lo interrumpo deseosa y si fuera por mí, yo misma me desnudo y me arrodillo ante él para que haga con mis pechos lo que él desee.

Derek respira hondo sin quitar la vista de mi cuerpo y hago un mohín cuando mis pies tocan en el suelo y me obliga a caminar hacia el edificio.

—¡No! No quiero, no seas malo.

—Debes descansar, por más que quiera follarte toda la noche y perderme en tu cuerpo no podemos, no por esta noche —se detiene para verme y yo sigo con cara de perro mojado—. Te lo voy a recompensar, lo prometo.

—Tú te pierdes la increíble rusa que planeaba hacerte —lo señalo con el dedo y comienzo a caminar escaleras arriba escuchando con claridad la maldición que espeta a mis espaldas—. Te la iba a chupar, incluso al mismo tiempo que follas mis tetas... ¡Ay!

Chillo cuando me da un palmazo en el culo y llevo mi mano hacia la zona afectada.

—¿Y eso por qué fue?

—Intento que ambos descansemos y tú estas siendo muy cruel conmigo —espeta con el ceño fruncido mientras me agarra la nuca y respira mi aroma con fuerza haciendo que mi cuerpo tiemble—. Tengo muchas cosas en mente, pero a sido mucho por hoy y mañana tenemos que seguir con lo de Lauren y la búsqueda de la Bestia.

—Pero...

No me deja seguir y me obliga a seguir el paso. Una vez dentro y veo la cama, el cansancio me golpea duro y siento como mis parpados comienzan a pesar a medida a que me acerco y me tiro sin preocuparme de meterme entre sabanas, solo estoy por encima del cobertor aun vestida y con los pasos de Derek resonando de fondo hasta que ya no soy capaz de escuchar algo más y me quedo dormida.

Tal vez si estaba algo cansada.

.
.
(...)
.
.

Me siento en el jodido paraíso.

Sus manos recorren mi piel y el contraste de sus dedos en mis partes más sensibles hacen que me remueva del placer con las piernas abiertas, como una invitación clara para que mi hombre haga conmigo lo que él desee.

Y si que lo hace. Mi humedad la siento correr hasta esconderse entre mis glúteos y mi clítoris palpita ante la excitación y las ansias de ser tocado, pero en estos momentos la atención se las llevo mis pechos.

Por unos segundos me permito fantasear con que se pondrá sobre mi vientre para follarme las tetas, como había mencionado anoche, pero sigue con su tortura, dejándome con la piel sensible y con ganas de que vaya más a la perversidad, que me diga cosas sucias, sea un bruto y me penetre en todas las posiciones que podamos hacer hasta saciarnos por completo.

De un movimiento su boca baja hacia mi punto palpitante y le da toda su atención con su lengua. Abro la boca soltando un gemido tras otro. Sus dedos comienzan a ser juego en mi entrada, tocando mis puntos exactos para poder estimularme más y de la nada dos dedos entran de golpe en mi y acaricia mi punto G haciendo todo aún más intenso.

Muerde mi clítoris y yo chillo ante la sorpresa, y en lo jodidamente bueno que se siente, como si... como si...

—¡Ah! —vuelvo a chillar cuando pellizca mi manojo de nervios y abro los ojos exaltada.

Todo era muy confuso, no podía procesar nada, ya que mi mente estaba perdida en las sensaciones que me producía el sexo oral. Mi vista se cristaliza, pero puedo ver con claridad como Derek mantiene sus ojos cerrados mientras me devora a su antojo y sus dedos juegan con mi interior.

Jodida mierda y muy bendito despertar.

Sus dedos se mueven a un ritmo preciso a comparación de lo que hacía con su boca, pero la mezcla resultaba ser excitante y cuando por fin me permite ver esos ojos que me enamoran, siento que exploto en su boca sin poder contenerme. 

—Orgasmo mañanero, que mejor manera de despertar —jadeo intentando controlar la respiración y Derek lame el resto de mi orgasmo de sus labios mientras se alza encima de mi-. Buenos días.

—Buenos días —sonríe acercándose y me planta un beso haciendo que pruebe mi sabor— Extrañe poder besarte por las mañanas.

—Yo también, sobre todo cuando decides despertarte estando entre medio de mis piernas —sonrío mirando esos ojos verdes, iguales a los de mis pequeños.

Dios, creo que me estoy enamorando más de estos tres solo por tener esos ojos, ¿es eso posible?

—Sí, creo que en definitiva es mejor así —besa mi frente y por primera vez, noto que estoy completamente desnuda en la cama y él solo tiene puesto su bóxer, el cual, está cubriendo su erección—. De nuevo estas colocando esa cara —comenta divertido.

—Estas vestido, es injusto y es discriminatorio hacia mi persona.

—¿Por qué?

—¿En serio me lo harás decir, Hale?

Sonríe ampliamente y unas leves arrugas se le marcan al hacer la expresión.

—Claro que sí, Argent.

—No estas desnudo y yo sí, eso me hace sentir muy mal... quiero que ambos estemos parejos en esto.

Deslizo mis manos por su marcado abdomen, disfrutando de este pequeño juego entre nosotros. Mi uña marca ligeramente su piel mientras trazo un camino hacia su pelvis y se estremece cuando no me detengo, y paso la uña por encima de la tela del bóxer.

—Puedo dejarte esa tarea a ti.

Sonrió y me siento en la cama haciendo que él quede sobre sus rodillas viéndome a los ojos y bajo su bóxer. Mis ojos inmediatamente bajan a esa zona sin poder evitarlo y suelto un suspiro ante el placer que me recorre entera con solo verlo desnudo.

Derek me ayuda en el proceso de tirar el bóxer fuera de la cama y me dedico a volver hacer el juego de la uña, pero directamente contra su carne. Subo por el largo hasta llegar a la punta gruesa y froto mi pulgar de forma delicada, haciendo que el líquido preseminal salga. La respiración de Derek se vuelve irregular mientras me encargo de mojar la punta con su propio líquido antes de empujarlo hacia atrás, para que se siente y me coloco en una posición cómoda antes de pasar mi lengua por la punta. Sus fluidos se mezclan con mi saliva y mi mano sube y baja por su largo.

—Ellie, necesito que lo pongas en tu boca ahora —demanda en un gruñido ronco y eso causo efecto inmediato a mi entrepierna—. Mierda, me mata cuando haces eso con tus labios.

No puedo sonreír, pero quise hacerlo.

Me concentro en mi tarea y respiro por la nariz para no ahogarme mientras me encargo de consentirlo y darle lo que le gusta, mientras que yo cada vez me siento más húmeda y preparada para él.  

Abro más mis labios cuando lo siento más grueso y voy sacándolo poco a poco de mi boca mientras mi mano baja hacia sus bolas para jugar con ellas. No quiero que se corra aún y se que él tampoco quiere hacerlo en mi boca, así que cuando mi boca y mi lengua tocan por completo la punta me encargo de chupar más, ya que, esa es su parte más sensible y receptora de él.

Derek me hace para atrás algo desesperado y no me quejo, yo estoy igual cuando abre mis piernas y lo insto a que se introduzca en mi, y cuando lo hace, veo las jodidas estrellas.

Ambos jadeamos y no nos interesa estar en esa posición, ambos estamos desesperados por vernos, por tocarnos, por estar lo más pegados posibles mientras lo hacemos. Nuestros toques se vuelven sin sentido y nos besamos levemente, ya que Derek esta más enfocado en follarme y en tocar mis tetas, es como si estuviera perdido en eso y yo soy receptora de todo, absolutamente todo de él y a penas logro moverme; soy presa de la bomba de emociones y sensaciones que me recorren entera al estar siendo follada por Derek.

Chillo cuando me pellizca fuerte mi pezón, y la mezcla de dolor y de placer me deja volando por lo alto, nublada ante todo y cuando nuestros ojos se encuentran y soy capaz de ver a través de ellos, siento que nuevamente somos solo nosotros y que no importa la mierda que debemos enfrentar cuando acabemos, porque solo esto importa, nosotros.

Paso mis uñas por sus hombros y con fuerza lo aprieto cuando da las ultimas estocadas y ambos llegamos a nuestro orgasmo. Derek cae sobre mi sin salirse y ambos quedamos unos segundos perdidos en el efecto de las endorfinas en nuestro cuerpo. 

Soy incapaz de sacar mi vista del techo cuando siento que Derek se endereza y sale de mi. 

Amo los orgasmos y lo que viene después de eso, porque me hace estar en una burbuja feliz, tranquila y relajada, pero aún soy consciente de que debo ir por mis pequeños y eso es motivación suficiente como para no rendirme ante el sueño y siendo honesta, me hace falta quedarme así relajada y poder disfrutar de mi burbuja de tranquilidad, pero no se puede.

Cuando logré salir del efecto de las endorfinas, ambos nos dimos una ducha rápida y partimos sin desayunar hacia la casa de los McCall. La necesidad de ver a mis hijos me mantiene energética y desearía poder pasar toda la tarde con ellos porque fueron meses en que estuve apartada y quiero ser egoísta, necesito ser su mamá y no el alfa, pero no sé si podré.

Me siento algo frustrada con ese pensamiento, pero rápido las cosas negativas se van cuando al fin los veo y soy un mar de lágrimas cuando ellos se muestran eufóricos al verme.

No me olvidaron.

Tyler mueve sus brazos de forma desesperada, como si hubiera olvidado gatear, en cambio, su hermana se mueve hacia mi queriendo mi atención primero. Ni me preocupo de secar mis lagrimas, la recojo a ella primero llenándola de besos por todas partes y luego tomo a Ty antes de sentarme en el sofá y dedicarme a llenarlos de besos a ambos. 

Soy una mamá feliz, puedo sentir a mis pequeños, tener sus cuerpecitos cerca del mío, su aroma, sus balbuceos sin sentido, que me toquen con sus manitas, que me sonrían, que me babeen encima, que me regalen sus miradas llenas de inocencia y de amor.

—¿Por qué no me sorprende que lo primero que hagan sea tocar tus pechos? —Derek se sienta junto a nosotros divertido—. Pensé que era algo superado.

Ni siquiera fui consciente de eso hasta que lo menciona y río al sentir como sus manos se meten dentro de mi blusa e intentan amasar, como si todavía me quedara leche para ellos, pero eso no lo saben y no creo que lo acepten hasta que estén más grande.

Madison es quien se frustra por no poder sacar mi pecho y arruga su entrecejo haciendo que me muera de ternura al ver lo parecida que es con Derek, pareciera que va a sacar su mal genio. Ty es quien decide que es mejor rendirse y se queda hablándome, aunque claro, son solos balbuceos que no logro comprender del todo, pero hago mi mayor esfuerzo y es Derek quien me ayuda a entender ciertas cosas, lo cual, me fascina y me llena de una forma indescriptible al verlo en su rol de padre.

No me acomplejo por no conocer esa parte de mis hijos, porque se que a sido difícil e intento hacer las cosas bien —aunque eso aplique a que la mayoría de las veces no resultan como quiero— y dar lo mejor en mi en todos mis roles, especialmente de mamá.

—Me imagino que no han tomado desayuno —mi tía aparece con su bolso listo y en su uniforme de enfermera—. Lamento no poder quedarme con ustedes más tiempo, pero les dejé todo listo en la cocina.

Fijo mi vista hacia ella y sonrió con cariño.

—No te preocupes, tía. Ve a tu trabajo y gracias por todo.

—Bien, siéntanse como en casa —se acerca hacia nosotros dejando besos tiernos en las cabecitas de mis hijos—. Estos bebés son unos ángeles. Espero verlos seguidos.

—Y así será, tenlo por seguro.

Melissa le sonríe a Derek y nos deja solo en su casa. Scott tuvo que ir a la escuela al igual que Malia, y como yo tengo algunos horarios libres, no me preocupo por la hora.

—¿Vamos a desayunar?

Asiento hacia Derek y me levanto sin soltar a ninguno de mis hijos. Ambos se encuentran cómodos conmigo y no tienen intenciones de bajarse y gatear por el suelo. En parte, me gusta que no quieran hacerlo, ya que me encuentro bastante a gusto con ellos y deseo aprovechar todo el tiempo posible junto con ellos.

No volveré a dejarlos.

—Derek, ¿podrías...?

Señalo con la cabeza el tazón con mis cereales favoritos.

—Por supuesto —besa mis labios y me ayuda a desayunar mientras nos enfocamos en los niños y en pasar tiempo los cuatro como familia.

Extrañaba las mañanas así, que lo primero que viera al despertar sea a Derek y compartir un lapso de tiempo juntos como pareja antes de ir por nuestros pequeños y encargarnos de ellos todo el día hasta que en la noche nuevamente volvemos a ser nosotros, hasta el día siguiente y así mantener la rutina hogareña.

Derek se mantiene en la silla junto a mi bien pegado e intenta captar la atención de Madison, pero ella esta empecinada en sacar mi pecho mientras balbucea junto a su hermano y una parte de mi, la que desea consentirlos y aferrarme a ellos, desea dejarlos y amamantarlos, pero se que no debo irme por ahí. A menos que no pueda evitarlo, como ahora, que parece bastante feliz al lograr liberar mi pezón —aún no entiendo como lo logro— e inmediatamente lo lleva a su boca, provocando que Tyler se ponga celoso y quiera también imitar a su hermana.

No debería, se que no, porque por más que Madison este succionando no va a salir nada de leche, pero aún así libero mi otro pecho y dejo que mi bebé haga lo mismo que Madison.

—Hasta que lo lograron —niega divertido y acaricia mi cabello de forma distraída mientras su atención está completamente en nuestros hijos.

De manera inconsciente, me llega a la mente la conversación de ayer, en donde, Derek menciono que si teníamos otro hijo quería que se llamara Eli y se que no debería estar pensando en un segundo embarazo siendo tan joven y teniendo la universidad casi encima. Debo ser responsable, mejorar ciertos aspectos de mi vida hasta sentirme preparada como para criar a tres bebés. Es mucha responsabilidad y solo tengo 19 años, por más que ame a Derek y me enamore en su faceta de padre, debo hacer las cosas acorde con mi tiempo, paso a paso.

Suelto un suspiro cuando los dedos de Derek me acarician la nuca y me relajo bastante con su tacto. Y tal parece de que los niños también están en las mismas que yo, porque están bastante relajados mientras que su enfoque está en ocupar mis pezones como chupetes.

Duele, pero no me quejo. Los extrañaba.

—Deberíamos regresar al loft, ahí los tres pueden pasar tiempo juntos y descansar en la cama.

—¿Los tres? ¿Que hay de ti? —frunzo el ceño viéndolo.

—Llamaré a la escuela para avisar que no irás, no hay nada de malo con que faltes un día. Luego, iré donde tus betas para organizar lo que haremos con Lauren, pedirle a Scott que nos apoyé e ir donde tu padre para seguir a Parrish.

—¿Seguir a Parrish? No creo que sea...

Ni siquiera me deja terminar de hablar.

—No vas a estar cerca de él a menos que yo esté ahí.

—No deberías tener celos, yo solo tengo ojos para ti —estiro mis labios hacia él y como un buen novio, se acerca a darme un beso.

—Se que tú eres mía, pero tengo la certeza de que Parrish es bastante decente y va a controlar sus emociones cuando esté cerca de ti.

Sonrió medio boba. Que me hable así y esté acariciando mi cabello me está dejando muy mal.

—Si así lo crees, no tengo ningún drama.

Se acerca besando mis labios y luego me ayuda a terminar de desayunar.

Los niños no tardaron en caer rendidos, pero me niego en soltarlos y Derek es quien se ocupa de dejar limpio todo antes de tomar las cosas de los niños e instalar las sillas de seguridad en los asientos traseros. Agarro a Madison cuando Derek se ocupa de Tyler y sonreímos como bobos cuando no se despiertan.

—¿Suelen caer así de rendidos?

—No, pero ahora lo hicieron porque sienten a mamá cerca —besa mi frente con cariño y ambos nos subimos en la camioneta. Mis ojos no tardan en ir a los asientos traseros, no quiero dejar de verlos—. A los tres les hacía falta estar juntos.

—A todos.

Sonrió y llevo mi mano detrás de su nuca para hacerle cariño en esa zona mientras conduce al loft.

.
.
(...)
.
.

Por más que lo intente, no pude evitar que Derek cumpliera con llamar a la secundaria para informar mi falta e ir donde los betas a cumplir con mis deberes de alfa —por así decirlo— y llevo ya dos horas con mis bebés para recuperar el tiempo perdido.

Puedo decir que ya puedo comprender sus balbuceos y lo que ellos intentan explicarme, generando así que los tres nos entendiéramos y eso explicaría porque nuestros ojos llevan rojos desde hace 10 minutos y ninguno a tenido la intención de cambiar la tonalidad de nuestros ojos. Como si instintivamente ellos quisieran hacerme ver lo poderosos que son y es algo que me da cierta gracia, pero considere que lo mejor es seguirles el juego, ya que por más que los tres seamos alfas, yo soy su mamá y eso está por encima de todo.

Alfa o no, yo tengo la autoridad aquí.

Luego de jugar por otro par de minutos, ambos se aburren y se acercan a mi cambiando el color de sus ojos. Su atención estaba puesta completamente en mis pechos y los alzo a ambos para ir a la cama y ahí me ocupo de acomodarme bien para que ambos busquen la atención en mis pezones como si fueran su chupete.

La tranquilidad y el sonido de nuestros corazones llena el lugar. Todo se siente tan hermoso y perfecto con ellos sobre mi mientras poco a poco comienzan a cerrar sus ojitos y se quedan dormidos sin soltar mis pezones.

Siento sonar mi celular de lejos, pero no tengo las ganas de levantarme. Por este momento no estoy para nadie más que para mis hijos. Son ellos quienes tienen toda mi atención y por más que el sueño se apodera de mi, no quiero dormir. Si duermo no podré mantener la imagen que tengo enfrente y deseo poder disfrutar de eso otro rato más.

Al fin me siento completa, en casa.



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