
Capítulo 30
¡Feliz Navidad y prospero Año Nuevo! Les mando mis mejores deseos para ustedes y sus familias para que tengan la mejor noche buena y un buen comienzo de año.
Saludos desde Chile y de antemano pido disculpas por si se me fueron algunos detalles en la ortografía.
Ahora si los dejo para que sigan con su lectura, ¡disfruten!
*
"Acuerdos"
POV ELLIE
Seco mis lágrimas estando tan aliviada de que Lydia este con nosotros a salvo y debo decir que, verla compartiendo un momento con Stiles me hizo sentir sensible porque yo también deseaba eso con Derek, estar con él.
No había sabido nada de él y menos de mis betas.
Había sido un día agotador, pero al menos logramos, con algo de dificultad, sacar a Lydia de la casa Eichen y salvar su vida a tiempo.
La mamá de Lydia llega con Alex y se acerca a su hija abrazándola con fuerza.
Todos estábamos contentos y aliviados, pero la sensación no duró mucho cuando volteo para ver a mi beta y me indica con un gesto que lo siguiera.
Ambos salimos de la habitación.
—¿Qué ocurre? ¿Sabes cómo se encuentran los chicos?
Asiente.
—Andrea logró recuperar la conexión.
Sonreí emocionada y casi doy brinquitos de emoción.
—Es una gran noticia —saco mi celular sin poder dejar de sonreír entusiasta—. Voy a salir para hablar con Derek, necesito oír su voz. ¿Tienes idea en dónde están ahora?
—Ellie, antes de que salgas —me detiene por los hombros y por la expresión de su rostro, supe que iba a darme una mala noticia—. Tienes que oír lo que tengo que decir...
Inmediatamente mi expresión cambia y pienso en lo peor.
—¿Mis hijos? Dime por favor que mis bebés están a salvo.
—Ellos están muy bien, no son ellos...
—Es Derek, ¿no es cierto? —lo interrumpo nuevamente horrorizada.
—¡No! ¡Joder, no! Todos están bien, no se trata de eso, no me interrumpas y déjame terminar.
Suspira y aprieta el puente de su nariz con sus dedos exasperado.
—Andrea se dio cuenta que alguien nos estaba traicionado, no te quiso decir nada porque ya estabas preocupada con lo de tú familia y lo de Lydia.
Lo miro en silencio, tensa.
—Tampoco me lo dijo en un comienzo porque tenía sus propias dudas y... temía encontrar la respuesta, ya que solo había dos opciones.
—Tú o Lauren...
No puede ser.
Alex me mira con una pequeña mueca.
—Lo siento, pero Andrea descubrió que Lauren estaba confabulando con Theo para robarte tú poder.
—Quería asesinarme.
La traición se esparce por todo mi ser, al igual que la tristeza y la decepción. Yo era consciente que alguno de los tres era el culpable y me había preparado mentalmente para cuando supiera la verdad, pero de todas formas duele saber que querían asesinarme para obtener mi poder de alfa.
—Lo siento, Ellie.
Me quedo en blanco por unos segundos cuando los recuerdos del pasado llegan de golpe a mi cerebro.
—Me siento culpable por convertirlas —suspiro con pesar—. Siento que les quite algo valioso.
Lauren niega a mi lado, ambas estábamos sentadas en el sofá de su pronto antiguo hogar.
—Ambas estábamos condenadas de todos modos, Ellie... pero viendo desde mi perspectiva, siento que me salvaste —hace una mueca con dolor—. Como cazadora no podía ser libre, tenía que vivir constantemente con estrictas normas y cumpliendo con el estereotipo de mujer perfecta.
La observó atenta.
—Mi familia es muy cristiana, pero hipócrita. Fue tanto, que hasta me hizo odiar a la religión y a todos quienes la profesaban o adoraban.
—A veces suelen haber personas que se disfrazan como buenos cristianos y dicen ser fieles a dios, cuando en realidad son los primeros en pecar y cubren sus crímenes a través de la religión.
—¡Exacto! Mi familia es la número uno en eso y es por esa razón que yo te agradezco por haberme salvado de ellos.
Analizó un momento sus palabras.
—¿Estás completamente segura de querer seguir con esto? —no me podía sacar a Scott de la mente—. Sigue siendo tu familia.
—Si fueran mi familia, no me hubieran hecho daño toda mi vida —expresa con una calma que llegó a sorprenderme—. Voy a matarlos. Ese es mi plan y no voy a sentirme culpable, ya lo verás.
Lauren terminó con lo que dijo y su familia dejó de existir ese mismo día.
Jamás dude de ella a pesar de que ese acto hasta para mí era horroroso, jamás lo hice ni cuando sus ojos siguieron siendo amarillos. Siempre demostró ser leal a mí y estar agradecida por cambiarle la vida y darle sentido; es por eso que me estruja el corazón está noticia, nunca esperé que diera un paso en contra de mí y soy consciente de que fui una estúpida por confiarme, por nunca pensar en que si fue capaz de asesinar a su familia ella iba a intentar algo en mi contra.
Nunca lo pensé así.
Porque me creí su heroína, su salvadora.
Gran error y casi me sale caro.
—¿Dónde están ahora? ¿Dónde está esa maldita traidora? —le exijo saber con rabia, con ganas de vengarme.
—Andrea la tiene retenida en una especie de guarida que tiene Hale.
Mi corazón da un vuelco al saber del lugar que hablaba.
—Se donde queda.
Le lanzo una mirada a los chicos quienes estaban al pendiente de la conversación, de seguro porque Scott escucho todo. Doy media vuelta y salgo de la veterinaria. Necesitaba llegar a como de lugar para saber porque rayos me traicionó así.
¿Fui un mal alfa? ¿Una mala amiga? ¿Qué mierda hice para merecer esto? Se que merezco ciertas cosas porque soy consciente de mis actos, pero no con ellas, siempre intenté hacerlas sentir a gusto y ayudarles en lo que necesitarán.
Respiro hondo cuando voy hacia la puerta y me llega su aroma de golpe. No pierdo el tiempo y apresuró el paso hasta llegar a la camioneta en donde estaba apoyado mi hombre ahí.
¿Por qué tenía que verse tan sexy bajo la luna?
Mi labio inferior tiembla ante el llanto que estaba conteniendo, tenía tanto que decir, tanto que explicarle, que no encontraba las palabras para comenzar a relatar todo lo que he vivido en estos últimos días. Estaba exhausta de tanto que se acumulo durante estos días y era difícil, sobre todo cuando lo único que deseaba era refugiarme en sus brazos y tener la seguridad de que estaba en mi lugar seguro. También tenía mis propias preguntas y moría de ganas por hacerlas, pero nada salía de mis labios, ya que las ganas de lanzarme a sus brazos eran más intensas que mis ganas de conversar.
Derek al notarlo se acerca y es quien toma la iniciativa.
—Me asustaste —guarda sus manos en su chaqueta y esa pose me recordó a lo frío que era al inicio de nuestra historia, pero en ese entonces el se guardaba sus sentimientos, no como ahora que tiene la facilidad de abrirse conmigo—. No tienes idea el infierno que viví con la sensación de que la mujer más importante de mi vida tenía la maldita intención de acabar con su vida.
Aprieto mis labios sin querer interrumpirlo, pero ambos éramos conscientes de cuento nos dolía esto.
—En un principio no me lo creí, claramente dude y supe que alguien estaba intentando hacernos daño. Te llamé, sonaba apagado y me dije a mi mismo que de seguro estabas ocupada, que estabas bien. Pasaron los minutos y no me tranquilice, porque inconscientemente me estaba comenzando a convencer de que esa llamada de tu terapeuta si era real.
No podía culparlo, cualquiera pensaría eso con los problemas que cargo y no había que olvidar que en el pasado había intentado acabar con mi vida.
Las lágrimas me inundaron a mares cuando sentí la desconfianza de parte de los dos, pero más dolía entender que yo misma desconfiaba de mí, de mi estabilidad emocional y de la cordura que me quedaba. Derek se tenso más al ver las lágrimas caer sin control sobre mis mejillas y alza sus manos para limpiarlas con sus pulgares.
— Llamé a todos y nadie me contestaba, fue ahí cuando supe que de verdad algo malo había sucedido y realmente lo creí... y fue la peor sensación del mundo, porque ya no puedo perder a alguien más, no a ti.
Sus bellos ojos se llenaron de lágrimas y eso me golpeó horrible en mi corazón.
— Tenía que venir por ti, fue en lo único en lo que podía pensar, en que no puedo estar más tiempo lejos de ti y sentir que mi familia está incompleta —respira hondo para intentar controlar sus emociones, pero al igual que las mías, eran un caos.
— Estoy mal, pero no para llegar a ese nivel —llevo mis manos a su rostro y lo acaricio con dulzura—. Jamás se me a pasado por la mente atentar contra mi vida, no desde que llegué a Beacon Hills y mi vida cambió de una manera extraña pero a la vez tan maravillosa.
Junta nuestras frentes sin perder el contacto visual.
— No puedo pensar en acabar con mi existencia cuando tengo en ella a seres tan increíbles que hacen que quiera mejorar cada día —bajo mis manos por su cálido pecho, a la altura de su corazón que latía fuertemente al igual que el mío—. Mi familia lo es todo para mí y por ella siempre voy a pelear, a mejorar y darlo todo para asegurar nuestra protección.
— Lo sé, y lamento haber dudado ti —cierra sus ojos con culpa.
— ¿Por qué culparte cuando sé que siempre quieres protegerme? Amor, no sabes lo feliz que me hace tenerte conmigo, a pesar de como pasaron las cosas, tenerte cerca es mi mejor medicina.
— Voy a matar a ese infeliz —espeta con rabia—. Voy a matar a cada uno, lo haré, y ese maldito oficial va a tener que olvidar todo lo relacionado contigo.
Hago una mueca.
— ¿Isaac te lo contó?
— No tenía de otra.
Suspiro y rodeo mis brazos alrededor de su cuello.
— Él no me ama y yo tampoco a él —le aclaró enseguida.
— Pero quiere tu cuerpo —me apega a él con posesividad— y tú eres mía.
— Lo soy —asiento como una boba y sonrió sintiéndome mejor con el giro de la situación.
Al fin estoy en sus brazos, en mi hogar.
Me agarra con firmeza la nuca y me atrae hacia el plantándome sus labios contra los míos en un candente y posesivo beso. Literal siento que me derrito en sus labios y que las mariposas vuelan a mi alrededor, pero una tos falsa hace que ambos nos separemos y miremos mal a quien nos interrumpió en la mejor parte.
Maldito.
— No hay que perder la tradición, ¿o sí? —sonríe divertido Stiles y Scott rasca su nuca avergonzado.
Alex nos mira sin entender.
— Al parecer no —espeta Derek con un suspiro—. Siempre interrumpiendo buenos momentos, McCall.
— Es mi prima, tengo que.
Termino sonriendo haciendo que mis margaritas se marquen y Derek rodea mi cintura con su brazo. Por ese lapso de tiempo me permito sentir un tantito de paz y de tranquilidad. Tengo la certeza de que mis hijos están a salvo con Cora y que todo había resultado bien con mis betas. Era realmente un alivio de que todo saliera acorde al plan, a excepción de la traidora de Lauren.
Primero necesitaba ir con mis hijos, ya luego me voy a encargar de ese asunto.
.
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(...)
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.
Inevitablemente me siento tan eufórica y ansiosa por atravesar la puerta de la casa McCall en donde se encontraban todos esperándonos. Mi corazón martilla fuertemente en mi pecho cuando entro y el aroma a bebé me llega de golpe. No pierdo el tiempo de acercarme y fue una gran decepción verlos dormidos, aun así ame tanto verlos de frente, al fin.
Madison estaba acurrucada en los brazos de mi padre y Tyler en los brazos de Melissa. Parecían ambos unos angelitos en los abrazos de sus abuelos.
—¿Quieres cargarlos tú, cariño?
Niego con una sonrisa y limpio mis lágrimas.
—Ya después tendré mi momento, parecen tan cómodos con ustedes.
Ambos sonríen felices y se quedan ahí sentados apreciando a mis pequeños dormilones. Derek me abraza por detrás y Scott parecía muy ansioso por cargar a algunos de ellos, en especial a su ahijada. Stiles no nos pudo acompañar porque primero iba a asegurarse de que Lydia llegará bien a su casa. Lo más probable es que no quiera separarse de ella.
—¿Y Cora?
Se me hace extraño que no esté presente, también deseo poder verla.
—Está con tus betas —me responde Derek y supe porque lo hizo.
Esa es mi chica.
Asiento y ambos nos sentamos en un sofá individual, yo encima de él claramente y disfrutamos mucho de la vista de nuestros hijos con sus abuelos y tío, pero a la vez disfrutamos de nuestra propia compañía.
—¿Te irás?
Volteo a verlo y me inclino más hacia él para que nuestra conversación sea entre nosotros dos, a excepción de un alfa con súper oído que nos acompañaba y tuvo la amabilidad de fingir que no estaba escuchando.
—Claro que no, voy a estar contigo.
—Pero Beacon Hills es peligroso para ellos.
Acerca su mano y acaricia mi mejilla con dulzura.
—Si lo piensas bien, todos los lugares van a hacer un peligro para ellos —hago una mueca de disgusto—. No podemos mantenerlos siempre a salvo, va a llegar un momento en que ellos tienen que vivir por su cuenta.
—No me gusta como suena eso pero...
—A ningún padre le gusta, amor.
Recargo mi frente con la suya.
—Es horrible, no quiero más hijos —dramatizo y eso le causo gracia—. Hablo en serio, soy una mamá osa que va a tener que dejar que sus bebés salgan al mundo ¡y ni siquiera tienen 16 y ya estoy que me da algo!
Scott ríe e inevitablemente mi padre y Melissa ponen atención a nuestra conversación. Está claro que Scott los puso en contexto y mi padre fue el primero en reflexionar de que debíamos mantener la fábrica cerrada hasta que terminará la universidad al menos... aunque igual demostró que sus ganas por otro nieto.
—¡Oye! Podría ser una niña también.
—No niego que estaría extasiado con otra nieta, pero la verdad es que con Madison, siento que va a hacer la única.
—Yo también me voy por un niño —apoya mi tía divertida ante mi indignación.
—¡Pero si ni siquiera tengo pensado en tener otro!
Intento no alzar la voz al escandalizarme.
—La verdad es que he analizado esa posibilidad —comenta Derek a mi lado y lo miro con sorpresa—. Me gustaría que se llamara Eli.
Sus ojos brillan de forma especial y única, eso ocurre siempre que hablaba de sus hijos.
—¿Eli? Pero si es parecido a mi nombre...
—Por eso, amor —sonríe y lleva un mechón rebelde detrás de mi oreja—. Sería en honor a tu nombre porque se que nuestro siguiente hijo será igual a ti.
Eli Hale Argent.
Joder. Siento mariposas en el estómago ante lo que me causaba ese nombre.
Es perfecto, pero no iba a decirlo en voz alta.
Ser mamá es una de las cosas más maravillosas que me a pasado en la vida, pero no a sido para nada sencillo tener que mantener el equilibrio entre mis estudios y la vida agitada que llevamos todos, sin mencionar que fui yo quien tolero meses de todo lo que implica la parte del embarazo, parto y post parto. Es un verdadero alivio no haber llegado a tener una severa depresión luego de que sucediera lo de Allison y el cambio que significo ya no tenerla en mi vida. Aún cargo con mierdas emocionales, pero estoy haciendo mi intento de mejorar y ser capaz de darle a mis hijos una buena crianza.
—Ya lo veremos. En un futuro bastante lejano claro está.
Asiente comprensivo y besa la punta de mi nariz con cariño.
—Soy feliz de que se queden conmigo, ya no soportaba tenerlos lejos —abrazo de forma mimosa a Derek y lleno de besos su mejilla. Era increíble que pudiera hacer eso sin que mi padre o Scott hicieran expresiones de disgustos, más bien, parecían felices por mí y esa sensación me gustaba.
—Ni yo, ahora podemos volver al loft y quedarnos ahí.
Asiento con una sonrisa.
—Pero primero debemos encargarnos de ese asuntito —volteo hacia mi tía—¿Es posible de que los niños se queden contigo esta noche?
Scott alzo una ceja con curiosidad.
—¿Qué se supone que van a hacer?
Follar, pero eso lo haremos después.
—Vamos a ir a mi antigua guarida a interrogar a Lauren —explica Derek y papá se mostró curioso.
—¿Interrogarla? ¿Qué sucedió?
—Quería asesinarme papá, robar mi poder de alfa, eso es lo que sucede.
Tanto mi tía como mi padre estaban enojados y molestos con la noticia.
—¿Y que harás al respecto? Esto es grave, cariño.
—Lo sé —suspiro cansada y Derek toma mi mano—Primero voy a interrogarla y después quiero ir a buscar a Theo para darle su merecido y tú no me vas a impedir que me desquite, no está vez Scott.
Alza sus manos en son de paz ante mi advertencia y asiente.
—Solo no cometas una locura.
—Yo me voy a encargar de que no lo haga.
—Tampoco eres confiable en ese aspecto, Derek.
—Si te preocupa que lo vayamos a asesinar te aclaro desde ya, que no vamos a llegar a ese extremo.
Derek lo miró mal y Scott solo asintió.
Todos sabíamos que deseábamos vengarnos de ellos dos, pero Derek y yo respetamos mucho a Scott como para llegar a ese punto. Además, ya teníamos el plan perfecto para darle a Theo su merecido.
Stiles ya confirmó que el idiota pesco el anzuelo.
.
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(...)
.
.
Derek se encontró bastante nostálgico y deprimido cuando entramos a su antigua guarida. Sabía que era porque los recuerdos del pasado lo comenzaron nuevamente a atormentar. Su época de alfa no fue sencilla, y el hecho de que convirtió a adolescentes en sus betas por un tema de ego, ambición y poder, termino por perjudicarlos y dos de ellos terminaron muertos. Aunque, nadie lo culpa por lo sucedido, ni siquiera Isaac. Todos eramos conscientes de que Derek no tuvo la culpa y que la decisión de marcharse fue de Erica y de Boyd, pero tampoco fue culpa de ellos ser capturados por la manada de alfas y terminar muertos a causa de ellos. Simplemente todo se termino complicando a causa de un psicópata que deseaba tener a Scott y a mis hijos en su poder.
Un verdadero alfa y bebés nacidos como alfas.
Una horrible experiencia.
—¿Estas seguro que quieres hacer esto conmigo?
Antes le había hecho la misma pregunta, pero deseaba volver hacerla para confirmar si realmente deseaba estar aquí conmigo a pesar de que el lugar no sea de su agrado.
—No te preocupes por mí, amor —se acerca y deja un casto beso en mis labios—. Lo importante es ocuparnos de ella.
Asiento levemente y ambos terminamos por bajar las escaleras para luego encontrarnos con mis betas junto a Isaac y Cora en el centro del lugar que ocupaba Derek para los entrenamientos junto al vagón.
Cora estaba rabiosa enfrente de Lauren cuando le lanza un golpe bajo y Andrea la hace para atrás intentando calmar a la menor de los Hale, pero mi cuñada estaba empeñada en lastimar a Lauren y si fuera por mí, se lo permitiría sin ningún problema. Aun así, preferí intervenir a favor de Lauren solo por el bien de mi otra beta.
—Cora, ya es suficiente.
Mi tono demandante hace que todos me observen y mi cuñada respira hondo antes de asentir con la cabeza y se acerca hacia nosotros.
—¿Qué quieres hacer con ella?
Fijo mi vista en la rubia, estaba atada a una silla y encadenada del cuello dejándola con muy poca posibilidad de escapar, ya que la cadena estaba firmemente enganchada del suelo.
—La tortura no va a ser necesaria, a menos que no sea capaz de contarme abiertamente todo lo que necesite saber —camino hacia la silla que estaba enfrente de ella y me siento.
Lauren se queda en silencio y con su vista fija en mis ojos.
Sonreí de lado viendo la sangre seca en su ceja y boca. Estaba hecha un desastre, su cabello que siempre estaba impecable ahora estaba hecho una maraña de pelos lleno de nudos, que decir de su ropa y olor.
—Te creía más inteligente, Lauren —cruzo mis piernas y opto una pose que hace que me vea relajada y arrogante, como si todo el maldito mundo fuera mío—. Me conoces, sabes lo que te va a pasar si no comienzas a hablar.
Me mira con tanto odio, en su mirada se veía claramente cuanto deseaba soltarse y venirme encima de mi para asesinarme. Lo más divertido, era que podía hacerlo y ella también lo sabía, las cuerdas en su muñecas no era un impedimento para cumplir su cometido, lo que sí, era la cadena en su cuello y yo deseaba ver como al internar levantarse la cadena la iba a ahorcar y obligarla a quedarse muy quieta en la silla.
—¿Qué quieres saber exactamente? ¿La parte en que considero que eres un fracaso como alfa o que tu patético intento por volver a la cima a tu apellido no va a resultar? —sonríe con cinismo—. Era un aburrimiento tener que soportarte, yo siempre desee más y que llegaras a mi vida hizo que mi plan siguiera su curso.
>> Primero pensé que Alex me iba a facilitar las cosas al mandarte al hospital, lo que no contaba era que el maldito sheriff colocara oficiales por todo el pasillo y que Alex se pusiera de tu lado. Al principio solo quería asesinarte, seré honesta con respecto a eso, ya que así le haríamos un favor a todos, con lo loca que estas... pero bueno, después me puse a pensar, ¿por qué solo matarte si también puedo robarte tu poder? Sería un alfa solitario, sin betas, pero extremadamente poderosa para acabar con ustedes y luego irme.
Que estupidez.
—Perfecto, matarla y luego hacerlo con nosotros —Alex aplaude colocándose a mi lado—. Eres una idiota, tendrías a todos en busca de ti si la hubieras matado, ¿en que puto mundo de fantasía vives? Pierdes todo, Lauren. Todo.
—Me subestimas, llevo toda mi vida asesinando a distintas especies, manadas completas, soy capaz de muchas cosas y si hubiera sido capaz de asesinarlos a todos putos de...
Alzo mi cejas cuando esta vez Andrea se le va encima y le golpea el rostro, directamente a su nariz haciendo que sangre.
—¡¿Es en serio?! ¿Haces esta traición porque te crees malditamente invencible? Ya veo en donde queda tu moral, nuestra amistad, hija de la gran puta —aprieta sus puños con rabia.
—Argent te hubiera cazado y la manada de Ellie hubiera ido detrás de ti. No fuiste muy inteligente al creer que ibas a poder lograr sacar algo bueno de esto —comenta Derek de brazos cruzados junto con Cora.
Derek va a odiar lo que diré.
—Nunca, en tu misera vida, hubieras conseguido derrotar una Banshee y un Sabueso Infernal, menos a los dos juntos, menos si te unías con el idiota de Theo así que tus probabilidades de éxito era del 0%.
—¿Tan segura estas de eso? —sonríe a mi dirección—. Theo está a dos pasos más que ustedes.
Ese es el plan mi querida Lauren, ese es el plan.
Sonreí casi como el gato de Alicia en el país de las maravillas y eso hizo que la rubia borrara su sonrisa y poco a poco comienza a darse cuenta de las cosas.
—Lo sabes...
—Claro que sí, ¿por quién me tomas?
Todos me miraban sin entender y era obvio que no supieran, ya que de ese plan solo sabemos Scott, Stiles y yo.
—Tú... ustedes...
—Cuanto supe que tenía alguien traicionándome, tuve que cambiar completamente la táctica y hacerles creer que llevaban la ventaja cuando claramente nosotros ya teníamos el poder sobre ustedes —le hago una seña a Alex y a Andrea para que se alejen—. ¿En serio creyeron que Deucalion se iba a dejar atrapar tan fácil? Imbéciles.
Su mirada de odio vuelve y yo solo puedo seguir sonriendo con superioridad.
—Ahora responde, ¿por qué querías a mis hijos?
Se queda callada y eso solo me impacienta más.
—Responde o dejare que Cora haga lo que quiera contigo.
—Hija de puta, ¿no has pensado cuanto valen tus hijos en el mercado negro? Podrían ser un buen recurso para un laboratorio o simplemente asesinarlos por gusto.
Me tenso de sobremanera y respiro hondo intentando canalizar mi ira para no llegar al extremo de matarla ya mismo.
—Por Scott y Andrea te hubiera dejado libre, pero cometiste un grave error al llevarte a mis hijos —saco una daga y la coloco en su cuello deseando cortar su piel, hacerle el mayor daño posible—De aquí no sales viva.
Golpeo su rostro dejándola inconsciente, ya no necesitaba oírla. Ahora solo debo hablar con mis betas, principalmente con Andrea, ya que Lauren a sido su amiga/hermana casi toda su vida y que vaya a asesinarla va a ser un proceso para ella.
No pienso cometer errores en mis siguientes pasos y nadie va a impedir que cumpla mi cometido de acabar con su vida. Yo ya le había mencionado de que le hicimos creer a Theo que llevaba la ventaja y si la dejo libre va a ir detrás de él para decirle todo. Es un riesgo que no pienso correr y cuando vaya a hablarlo con Scott, no va a tener de otra que hacer de vista gorda la situación y dejarme seguir.
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