
Capítulo 3
"Parasomnia"
POV ELLIE
Stiles y yo caminos apresuradamente por el patio de la escuela en busca de Scott, hasta que lo encontramos sentado en las escaleras con un montón de libros en sus piernas.
— ¡Oye! Tú. Ven con nosotros —Scott se voltea al vernos—. Vamos.
— Tengo un periodo libre.
— Nosotros también —le respondo.
— Y también Theo Raeken —agrega Stiles— ¡Vamos!
Comienza a caminar energético y nosotros lo seguimos por detrás, ya que él se había encargado de investigar muy bien en donde se iba a encontrar Theo. Luego, nos encontramos los cuatro en los camerinos y Theo supo inmediatamente lo que nosotros deseabamos saber.
— Estaba patinando en la piscina vacía del vecino y nadie estaba en la casa —comienza a contar y hace un gesto avergonzado—. No soy tan bueno en la patineta pero me sentía bastante decidido porque se me fue el tiempo. Ni siquiera me di cuenta que era de noche hasta que prendieron las luces —hace una pausa—. Como dije, no era muy bueno. En mi último intento, me caí y me golpeé. Muy fuerte. Estaba sentado en el fondo de la piscina y me di cuenta de algo: nunca oí que la patineta cayera —se detiene, pareciera que fue una experiencia horrible—. Se vino hacia mí rápido. Apenas pude darme la vuelta antes de que me mordiera. Justo aquí —nos señala un costado de su abdomen por encima de su ropa mientras miraba a Scott y luego a mi, estaba afligido.
— No fue un accidente o un intento de homicidio. El quería convertirte —me cruzo de brazos mientras me apoyo en el estante. Sentí como Scott me reclama con la mirada por la falta de delicadeza en decir las cosas.
— De acuerdo, entonces ¿por qué no eres parte de su manada? —exige saber Stiles con la misma delicadeza que la mía — ¿por qué no regreso por ti?
— Para cuando fue mi primera luna llena, él había muerto.
— ¿Cómo supiste eso? —le vuelve a preguntar.
— Conocí a uno de su manada unas semanas después —miro a Scott—. Me dijo que dos de sus betas mataron al alfa que me mordió. Eran gemelos.
Los tres nos miramos rápidamente sabiendo perfectamente quienes eran esos gemelos. Ahora, menos confianza me daba Theo y pareció notarlo.
— Ellie, escucha mi pulso. Estoy diciendo la verdad.
— O sabes controlar tu ritmo cardíaco mientras dices puras mentiras —doy pasos hacia él—. Conozco muy bien esa clase de táctica.
Mi tía Kate lo usó muy bien conmigo.
— ¿Por qué mentiría? —me pregunta con un tono de voz media entrecortada, estaba dolido.
— Porque quizá no seas quien dices ser —Stiles se colocá a mi lado.
— Okey... —se corta y dirige su mirada a Scott—. En el cuarto grado, tú tenías un inhalador. Yo también tenía uno. Recuerdo el día que terminé en la enfermería con un ataque de asma, uno grave. Estaba esperando a que me llevaran al hospital. Tú estabas esperando al director, me dijiste lo que pasa cuando te llevan al hospital con asma, que te dan oxígeno y una intravenosa con prednisona —mire hacia Scott y luego compartí una mirada con Stiles, ambos sabíamos que estaba convenciendolo—. Lo hiciste sonar fácil, como si todo fuera a estar bien. He estado solo todo este tiempo. Todos saben que los lobos solitarios no sobreviven —Stiles hizo un gesto de irritación—. Lo juro, soy el mismo chico. Esperaba que tú también lo fueras —por primera vez, el sonido de la campana nos salvó de que Scott se apresuré en decidir una estupidez. Theo suspira— Es mejor que no llegue tarde a clases. Ustedes no son los únicos que necesitan causar una buena impresión.
Sonríe y Scott le devuelve la sonrisa. Yo bajo mis brazos queriendo golpearlo ahí mismo. Podía sentir las ganas de Stiles de soltar su lengua, pero se contuvo hasta que Theo abandonó el lugar.
Los tres tomamos nuestras cosas
— No me veas así —lo regaña Stiles a Scott.
— A veces tenemos que darle a la gente el beneficio de la duda.
— ¿Qué? Espera —me pongo enfrente de él viéndolo con incredulidad— ¿El cuento del inhalador te compró tan fácil?
— Está vez no, ¿de acuerdo Scott? Yo tengo razón —se acomoda la mochila—. Hay algo raro acerca de él. Puedo sentirlo.
— Le ves el lado bueno siempre a las personas, Scott —suspiro exasperada—. Qué bueno que nos tienes a nosotros.
Negó de forma divertida y avanza dejandonos.
— Lydia es la psíquica, no ustedes.
— Lydia no es psíquica —salta inmediatamente Stiles a la defensiva—. Ella es banshee, ¿de acuerdo? Hay una diferencia —le alza la voz, pero él ya se alejo de nuestras vista—. Sí, se trago el cuento.
Suspiramos.
— ¿Puedes creer que en clase de Biología se atrevió a coquetearme?
— ¿Qué? Es un cretino —pone sus manos en su cadera mientras movía su pie—. ¿Puedes creer que Malia lo encuentra sensual? ¿Acaso piensas que es sensual? —pone su dedo cerca de mis labios no dejando que diga algo—. No hables, definitivamente no está a la altura de Derek.
Reí sin poder evitarlo.
— Claramente no Stiles, nadie está a la altura de Derek —sonrió boba, puedo sentir como las facciones de mi cara en este momento gritan señalando lo enamorada que estoy.
— Bien, tengo que correr a clases. ¿Nos vemos después para ejercer el plan b?
— Por supuesto.
Cada uno se fue por su lado y en el camino me tope con la madre de Lydia quien me pide que la acompañe a su oficina. Me preocupe al ver la expresión en su rostro, algo pasaba y sabía que era algo malo, así que comencé a asustarme yo también.
— ¿Qué sucedio?
— Necesito que Lydia y tú me puedan ayudar en algo —me menciona y yo asiento más tranquila.
Al llegar había una chica con cara de susto afuera de la oficina. Adentro estaba Lydia de pie, así que me pongo junto a ella esperando que su madre comenzará a hablar.
Resulta, que la chica que estaba afuera padecía de parasomnia y estaba preocupada por ella, ya que termino vomitando sobre su escritorio y era una sustancia muy extraña; negra y con algunas plumas.
Eso es raro.
— Sé lo que es la parasomnia, mamá.
Parasomnia es un trastorno de la conducta durante el sueño asociado con episodios breves o parciales de despertar, sin que se produzca una interrupción importante del sueño ni una alteración del nivel de vigilia diurno. Algunos ejemplos son como caminar durmiendo, hablar durmiendo, apnea del sueño, convulsiones nocturnas, padecer pesadillas, etc.
La chica realmente le estaba afectando su situación.
— ¿Qué hay de las plumas? —pregunto bajo, ya que la tal Tracy podría oírlo y sentirse peor.
— La gente con terrores nocturnos ha hecho cosas más extrañas que... comerse sus propias almohadas —Lydia se cruza de brazos mientras exhala pesadamente—. Le dije que se tomara el día, pero no quería perdérselo.
— Déjame intentarlo. No tengo más clases, puedo llevarla a su casa y hablarle.
— Lydia, tiene problemas al dormir. Si necesita ayuda aparte de eso, le daremos ayuda profesional —le lanza una advertencia con sus ojos mientras se coloca sus lentes ópticos— ¿Entendido?
— No podría estar más de acuerdo.
La señora Martin y yo fruncimos el ceño confundidas. Lydia nos cuenta su idea de que vaya con Parrish y a la madre le pareció buena idea, ya que el oficial era al final de cuentas un profesional. No un psicólogo, pero algo es algo.
— No entiendo porque nos quiso aquí.
— Porque esto es un tema bastante delicado, y ella necesita apoyo... oh, Ellie... cariño, estás... —su vista baja a mis pechos y yo hago lo mismo. Tenía dos circulos de humedad en mis senos. Rápidamente me cubrí con los brazos avergonzada.
— Lo siento.
La señora Martin niega despreocupada y me sonríe con cariño.
— Me imagino que tuviste que dejar de amamantar para venir aquí —asiento en respuesta—. Es normal que suceda este tipo de cosas, no tienes porque avergonzarte.
— Tiene razón y lamento que esto sea inoportuno —miro a Lydia disculpandome con la mirada.
— Tranquila, Parrish y yo podremos con esto.
Asiento y salgo de la oficina yendo inmediatamente hacia el baño femenino y llamo a Kira por teléfono para que me ayude, necesitaba el saca leche.
.
.
(...)
.
.
Me subo mi chaqueta hasta que cubra mis senos y me dedicó a estudiar en la biblioteca junto a los chicos cuando llega Stiles agitando unas hojas en el aire y las colocá en la mesa.
— ¿Encontraste algo? —pregunta Scott lanzando una mirada a las hojas.
— Otra firma —dejo el libro de lado para enfocarme en mi amigo—. Esta es la firma del papá de Theo en la multa de hace ocho años y esta otra es su firma en un formulario para transferirse a la secundaria Beacon Hills hace unos días.
— ¿Como conseguiste este formulario? —le pregunta Kira.
— ¿Te metiste a la oficina de administración? —se sorprende Scott.
— No, no me metí a la oficina.
Todos le lanzamos una mirada de "no te creemos".
— Está bien, quizá sí me... ¿Podríamos concentrarnos en las firmas? ¿Por favor? —súplica— Son diferentes.
— Son algo diferentes —asiente Malia no tan convencida.
Preferí mantenerme callada, porque a veces las firmas no siempre salen igual.
— Son completamente diferentes, ¡por favor! —se exaspera— Las curvas ni siquiera coinciden. ¿Las ondulaciones? Totalmente diferentes y miren, miren esto —señala con su dedo la firma—. El ejemplo perfecto del tremor criminal.
— Así que ahora Theo es Theo, pero ¿sus papás no son sus papás? —pregunta Kira perdida con las especulaciones de Stiles.
— Alguien no es alguien y cuando descubra quién es, ese alguien estará en problemas.
— Pero nadie está haciendo nada malo —refuta en contra Scott.
— Todavía. Si los padres de Theo son asesinos psicóticos entonces no deberíamos confiar en él, ¿cierto?
— Mis padres son Peter y la Loba del Desierto.
— Yo provengo de una familia de asesinos, Stiles.
Ésto es insuficiente y tal vez puede que Scott tenga razón.
Nuestras respuestas pareció desagradarle bastante.
— De acuerdo. Está bien. ¿Saben qué? Averiguaré esto yo solo —suspira recogiendo los papeles— ¿De acuerdo? No te necesito a ti, ni a ti, o a ti o a ti.
— Stiles...
— ¡No necesito a nadie! —me aclara mientras se marcha y yo suspiro estresada.
Tomó mis cosas y salgo disparada detrás de él. Claramente esto es importante para él y no lo iba a dejar solo en esto. Salgo de la escuela y maldigo cuando lo veo irse en su Jeep con Liam.
.
.
(...)
.
.
Me detengo unos metros bien alejados de los chicos. Los he siguido todo el día y eso a significado tener que verlos haciendo guardia en la casa de Theo, lo cual estuvo bastante aburrido, pero no quise acercarme, ya que el nivel de estrés de Stiles era demasiado alto y preferí darle su espacio. Al final, me entretuve viendo a los niños por facetime y hablé bastante con Cora.
— Te dije que tramaba algo —escucho oír a Stiles.
— Acabamos de pasar tres horas viéndolo jugar videojuegos —menciona Liam y yo me pongo mis ojos en blanco al notar que no estaban tomando las medidas necesarias para cubrirse, hacían ruido—. Más le vale ocultar un asesinato.
— Hay que averiguarlo.
Comenzaron a seguir a Theo por el oscuro bosque y yo avance con sigilo, así pasando desapercibida por mi beta y el omega.
— ¿Todavía tienes su olor?
— No lo necesito.
Liam se detiene y veo a Stiles acercarse a él.
— ¿Qué ocurre?
— Olvidé que debía encontrarme con Mason en el gimnasio.
— ¿Por qué no le dices dónde estas?
— ¿Qué?
— Dile lo que sea.
— Bueno, no puedo decirle lo que sea.
Fruncí el ceño, ¿acaso le miente a su amigo? Se suponía que Mason ya sabía la verdad sobre nosotros.
— ¿Por qué no?
— Porque no le he... —respira hondo dejando sus manos en sus bolsillos—. No le he dicho todo.
— ¿Todavía? Dijimos que estaba bien.
— Ya lo sé, pero no es así de fácil. Es mucho que aceptar.
— Vio a mi papá hacer explotar a un berserker con una mina, creo que el terreno ha sido preparado para que lo acepte. Ellie, Scott y yo hemos pasado por esto, ¿sí? Más de una vez —asentí a la distancia intentando hacer el menor ruido posible—. Es solo que siempre ha sido mejor cuando lo saben.
Stiles da por terminado su discurso comenzando a caminar. Liam saca su teléfono antes de seguir a Stiles con el pulso levemente acelerado.
— Pero, ¿qué pasa si se asusta? ¿Y si no quiere hablar conmigo? ¿Qué tal que trata de apuñalarme con algo de plata? ¿Oh qué tal si...?
Abro mis ojos como platos al ver como la tierra no lo sostuvo y Liam cae por un agujero. Sentí el repentino instinto de ir por él, pero al ver la cara de exasperación de Stiles me tranquilice.
— ¿Qué demonios estás haciendo? Ahí está —veo como su atención se dirige a Theo—. Rápido. Deja de arruinar todo —sale detrás de Theo y yo ni me preocupo por Liam, mantengo mi vista en mi mejor amigo.
Stiles se detiene a unos metros de Theo, quien estaba sobre un puente mirando el río. Liam no tarda en alcanzar a Stiles y yo mantengo mi posición para no ser descubierta.
— Trata de encontrar su olor, ¿algo?
— Jabón. Es lindo, huele bien.
Alzó mis cejas con asombro.
— Su jabón no —huelo la irritación de Stiles—. Su estado emocional. Signos químicos.
— Ah, sí. Claro —guarda silencio por unos segundos—. Está triste.
— ¿Triste?
— Sí, bueno, no solamente triste. Es más como... ¿un duelo?
— ¿Duelo?
Siento como algo cae al agua seguido de otras cosas. Me concentró y me llega el aroma de lirios.
— Oh por dios... —susurra Stiles y agarra a Liam comenzando a alejarse—. Vámonos. Tenemos que irnos.
— ¿Por qué?
— Vámonos ya, solo vámonos.
Comienzan a alejarse casi corriendo y voy seguiendoles el paso sin perder mi distancia mientras intento imaginar que sabía Stiles.
— Ahí es donde encontraron a su hermana.
¿Qué hermana?
— ¿Qué hermana?
— La que perdió y murió por exposición a los elementos. Está dejando una flor para ella, lo sé.
Oh no, eso es horrible.
Entiendo perfectamente como se debe sentir el chico y me dio pena por él por un momento, ya que nosotros lo juzgamos sin saber nada de él y le negamos la entrada a nuestra manada. El dijo que se sentía sólo y deseaba poder estar con nosotros.
— Eso no suena malvado.
— Lo sé... —ambos se detienen de golpe y alzan la vista a un árbol.
Theo cae a unos metros de distancia de ellos y yo bloquee cualquier pena que pudiera sentir por él. ¿Cómo pudo pasar desapercibido así? No lo sentí y eso me desagrado.
— ¿Qué están haciendo? —les pregunta Theo dando unos pasos hacia ellos y Liam le gruñe avanzando, pero Stiles lo detiene.
— Wow, ¿por qué siento que este chico es más fuerte de lo que parece? —alza sus manos en son de paz.
— Nada más cuando lo soltamos de su correa.
— Stiles, estábamos juntos en béisbol ¿por qué dudas tanto de mi?
— Por esto —saca un papel de su bolsillo y se lo entrega—. Una es una multa firmada por tu papá hace ocho años. La otra es un formulario para transferirte a Beacon. Son diferentes.
Stiles lo analiza con la mirada, así para no perderse cualquier reacción o gesto que pueda hacer en su rostro, pero podía sentir las emociones de Theo, el estaba completamente normal.
— Sí, se ven un poco diferentes —admite.
— No. Fueron firmadas por dos personas diferentes —refuta con dureza.
— Entonces ¿mi papá no es mi papá? —lo mira incrédulo, pero algo divertido— ¿Es un impostor?
— Algo así —salta Liam apoyando a Stiles.
Theo vuelve a doblar las hojas.
— ¿Quién crees que soy?
— No lo sabemos todavía.
— ¿Quieren una muestra de ADN?
— No. No tengo nada del cuarto grado para compararla.
— ¿Sabes, Stiles? Regresé por Scott, pero también regresé por ti —confiesa sincero—. Alguien como tú, alguien dispuesto a entrar en el bosque en la noche para proteger a sus amigos. No tengo a nadie así. Scott sí.
Suspire, pareciera que en serio estaba buscando la aprobación de Scott y era realmente honesto con lo que decía. Los sentimientos que transmitían eran buenos y realmente me estaba convenciendo.
— Todos ustedes —sus ojos viajaron a los de Liam y se callo unos segundos antes de hablar—. Se que estoy en el lugar correcto, aquí es donde debo estar. Estoy dispuesto a ser parte de esta manada —la mirada de Theo encontró la mía y no tuve más opción que avanzar hacía ellos.
— Eso ya lo veremos —doy por finalizada la conversación y me llevo de ahí a los chicos.
Ninguno de los tres dijo nada en todo el camino, pero sentí la gratitud de Stiles por permanecer a su lado y eso me hizo sentir muy bien, ya que de verdad deseaba que él se sintiera apoyado.
Al llegar hasta el jeep de Stiles nos encontramos con Scott, quien estaba apoyado en su moto la cual estaba junto a la mía.
— ¿Encontraste algo?
— No —niega y Stiles parte rápida a su Jeep para evitar las palabras de Scott.
Liam y yo nos sentimos incómodos.
— Me caí en un agujero —trata de darle un poco de humor a la situación Liam, pero Scott lo ignora yendo al vehículo.
Apoyo mi mano en el hombro del beta y me mantengo en silencio no deseando meterme.
— ¿Era el puente dónde murió su hermana?
— Sí. Fue muy humillante, así que ahora nos iremos —escucho como coloca la llave e intenta encender el motor, pero al parecer, hoy no era el día de Stiles—. Hijo de... Liam, solo hazme un favor —abre la puerta bejandose del Jeep y así obligando a Scott a correrse—. Sube al auto y enciéndelo cuando te diga.
Liam le hace caso y Stiles comienza a revisar el motor del vehículo. Paso mi mano por mi nuca no acostumbrada a este tipo de ambiente y me colocó al lado de Stiles, mientras que Scott por el otro y ambos observamos a nuestro amigo.
— ¿Stiles? —lo llama Scott.
— Dame un segundo —mueve un tubo—. Inténtalo —Liam gira la llave, pero el motor no funciona. Eso causo que Stiles se frustrara más de lo que ya lo estaba.
— Stiles.
—Sí, ¿está bien? Lo seguimos. ¿Que quieres que te diga? ¿Qué soy un acosador? ¿Qué estoy loco? ¿Totalmente paranoico? Nada de esto es nuevo —le señala viéndolo y luego vuelve a lo suyo.
— ¿No intentarás darle el beneficio de la duda? —le pregunta de forma cautelosa, ambos sabíamos que Stiles estaba realmente molesto, estresado, paranoico, frustrado, irritado y muchas emociones más con todo lo que provocó Theo.
— Le doy a muchos el beneficio de la duda. Muchos beneficios a muchos.
— ¿Cómo a Derek? —Stiles suspiro y yo me abrazó a mi misma no gustandome donde iba está conversación— ¿Kira? ¿Liam?
— Tenía razón acerca de Peter. ¡Inténtalo de nuevo!
El motor no arranca y Stiles respira hondo, su corazón estaba comenzando a acelerarse.
— Apuesto que todavía piensas que tiene algo que no se puede salvar.
— Quizá —le responde Scott.
Stiles golpea el auto con la palma de su mano molesto.
— ¡Dios! ¡Inténtalo de nuevo!
Liam y yo cruzamos miradas preocupadas cuando no encendió.
— ¿Por qué no confías en nadie?
— ¡Porqué tú confías en todos! —alza la voz y golpea el auto con el puño cerrado fuerte, yo me sobresalte al oír su quejido de dolor.
Stiles se estremece ante el dolor aguantando las lágrimas y tuve que mirar a otro lado odiando está situación.
— ¿Estás bien? —pregunta Scott preocupado, pero sin acercarse a él así dandole su espacio.
— Estoy bien.
— Te la pudiste haber roto.
— No está rota.
— Déjame ver.
— Estoy bien —los miro de reojo y notó que claramente no estaba bien, su mano temblaba.
— Déjame verla —extendió su mano hacia la de él y Stiles accedió.
Scott con ambas manos sostiene la de Stiles y sus venas se marcan negras cuando comienza a absorber su dolor. El pelinegro toma un respiro cuando termina y Stiles mueve sus dedos ya no sintiendo ese dolor.
Ninguno de los dos dice nada y menos yo, deseaba que pudieran arreglar esto ahora y que todo vuelve a ser normal, pero las luces del Jeep se encienden cuando Liam gira la llave.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro