
Capítulo 25
"Alevosía"
POV ELLIE
- ¿Saben? No es por desprestigiar esta reliquia, pero en mi auto podríamos haber alcanzado a la Bestia.
- Ellie, no es momento para eso. Estamos en medio de una persecución.
Suspiro agarrandome de los dos asientos delanteros para no perderme de nada.
- Por los viejos tiempos.
- Unidad 5, hacia el noroeste por Crescent reportando un increíblemente grande... algo.
Unidad cinco, era la hermana de Hayden.
Tres patrullas estaban enfrente de nosotros a todo velocidad para no perder el rastro de la Bestia y nosotros los seguíamos para no perdernos de nada.
- Unidad nueve a despachador, creo que veo la misma cosa. Una especie de animal rabioso.
- Unidad cinco a nueve, créeme, no es un animal.
- Unidad seis a despachador, tenemos problemas en el centro, varios muertos.
Mierda. Esto es grave.
Seguimos escuchando atentos a la radio.
- Entendido, médico en camino. ¿Ven algún perpetrador, unidad seis?
- Negativo. Parece un 10-91E. Ataque de animal.
- Diez, cuatro, ¿sabes qué tipo de animal?
Stiles toma el transmisor de la radio cuando escucha la voz de su padre.
- Todas las unidades, no se acerquen. No actúen. Repito, no actúen.
- ¡Stiles, deja el radio! -lo reprende- Unidades, alerta. Esperen refuerzos. Repito, nadie se acerque a esa cosa.
- ¿No puedes adelantarlos? Si llegamos primero evitaríamos que alguien más salga lastimado.
- Unidad cinco reportando avistamiento en Hill Road en dirección al sur.
- Unidad nueve, está dando vuelta en Oakridge, hacia el sur por Beachwood.
- Todas las unidades, aquí despachador. Llamaron al 911, lo vieron en Mitchell.
- Un momento, ¿Beachwood hacia Mitchell?
- Va Directo al hospital -Scott me mira con horror.
Tía Melissa está allá.
- ¡Papá! -Stiles vuelve a usar la radio y su padre se altera más.
- Stiles, no uses este canal.
- ¡Jodida mierda! Voy a alertar a tu mamá.
Saco mi celular y le marco.
- Papá, solo escúchame, ¿si? Se dirige al hospital. Va hacia el Beacon Memorial.
- Hola, cariño, ¿puedes llamarme en unos minutos? Tengo que ver a un paciente ahora.
- ¿Me oíste? Va al hospital -Stiles deja la radio y paso cambio para acelerar.
- Tía, es una emergencia. La Bestia se dirige hacia el hospital, ¡todos deben salir de ahí! ¡Es un jodido código blanco!
Me cuelga y se que ya debe estar alertando a todos. La policía tampoco va a tardar en llegar para comenzar con el proceso de evacuación de la manera más rápida y segura posible.
- Unidad cinco, Clark, vigila a Parrish. ¿Alguien tiene 20 de Parrish?
- Todas las unidades, llamaron al 911 reportando un hombre en llamas corriendo hacia el Beacon Memorial.
- Clark, ignóralo -ordena el sheriff.
La predicción, cada vez se vuelve más cierta.
No tardamos en llegar y no había ninguna persona a la vista, eso era algo bueno porque así estábamos seguros de que todos lograron irse sin que la Bête los lastimara.
Entramos al hospital y me dejan a mi al medio ya que yo portaba la ballesta en caso de que la cosa se salga de nuestras manos y tengamos que pelear en contra de esa cosa.
Los tres íbamos tan sumergidos en que no fuera aparecer la Bestia que no sentimos la presencia del sheriff cuando se acerco y cuando recargo su arma los tres saltamos del susto. El papá de Stiles hace una seña de que guardemos silencio y de pronto el lugar tiembla junto a un potente gruñido.
- Cuarto piso -indica Scott.
El sheriff y yo nos colocamos al frente y subimos todos por las escaleras de emergencia hasta llegar al cuarto piso, y en el, había bastante humo, pero no tanto para llegar a ser molesto. Habían varias cosas destruidas por todos lados, es claro que tuvieron una pelea fea entre la Bête y el hellhound.
Todo era tan silencioso mientras nos acercamos al final del pasillo, solo presentía nuestras presencia, pero no de Parrish ni de la Bestia.
El sheriff me da la indicación de que me apegue a la pared a mi mano derecha y eso hago para ver si había movimiento en el pasillo de la izquierda, pero solo había más mierdas destruidas. Le indicó que hay que seguir por mi costado derecho y el se prepara para avanzar, pero Scott y Stiles lo hacen retroceder cuando una gran ola de calor y fuego pasa enfrente de nosotros y se desploma en la pared al final del pasillo.
Su cuerpo cae sentado y las llamas se apagan revelando el cuerpo de Parrish herido por las garras de la Bestia.
- ¡Parrish! -me acerco a él sin importarme que aún sus ojos estuvieran encendidos del color de sus propias llamas.
Scott trata de detenerme, pero no lo deje y dejo mi arma a mi costado. Para mi alivio sus ojos poco a poco volvieron a la normalidad, pero su cuerpo seguía desprendiendo humo y se sentía hirviendo.
- ¿Parrish? -lo llamo con cuidado cuando lo noto perdido.
El sheriff se acerca a nosotros y se coloca a mi lado para observarlo.
- ¡Oficial!
Se sobresalta volviendo a la realidad y su mirada rápido va a la de Stilinski. Luego posa su vista en el resto y es como si se hubiera dado cuenta recién de lo que estaba pasando a su alrededor.
- Tienes que tranquilizarte.
Estaba agitado y se pone rígido contra la pared.
- Tranquilo, tranquilo.
Volteo para ver hacia Scott y notó que estaba caminando hacia el pasillo en donde lanzaron a Parrish y con la vista en el suelo.
Me acerco pensando que a lo mejor captó el aroma de la Bestia y que tenemos una oportunidad de poder seguirle el rastro, pero solo me encuentro con marcas de pisadas con sangre. Me detengo junto a Stiles cuando los tres observamos que las huellas de lobo pasaron a ser huellas de zapatos.
Saco mi celular del bolsillo y discretamente le saco fotos antes de que el sheriff se de cuenta.
Al fin tenemos una maldita pista y no la pienso perder.
.
.
(...)
.
.
La noche parecía que no iba a acabarse nunca, ya que Scott recibió una llamada de Deaton y según él ya tenía consigo las pruebas que necesitábamos para denunciar a Valack sobre sus experimentos con los pacientes de Eichen House. Pero antes de entrar, les pedí a los chicos que me esperarán a dentro, ya que iba a intentar nuevamente contactar con Derek.
- Por favor, contesta.
Suspiro afligida cuando marca apagado y nuevamente intento con Cora. Para mi suerte si contesto.
- ¿Quién diablos es?
Nunca pensé que me iba a alegrar tanto por escuchar su voz irritada.
- Cora, soy yo.
- ¡Ellie!
- Dios, ¡al fin me contestas! ¿Dónde están? Dime por favor que Derek sigue en Brasil.
- ¿Qué? Ellie, no te escucho bien. La recepción es mala aquí, ¿me escuchas bien?
- Sí, Cora. Perfectamente -hablo lo más claro y tranquilamente posible o lo que mi ansiedad me permite - ¿Dónde está Derek?
- Bueno... en el motel.
- ¿En el motel? ¿Qué motel? -preguntó rápido a la vez que comienzo a caminar de un lado a otro con una horrible ansiedad.
- No te escuché bien, apoyame ¿si? Habla claro.
No me puede estar pasando esto ahora. Jalo mi cabello levemente ante la frustración.
- ¿Dónde están? Dime por favor que está solo y tú estás en Brasil con los niños -le suplico.
- ¿Tú crees que Derek nos iba a dejar en Brasil luego de la llamada que recibió porque aseguraban que te ibas a matar? ¿De verdad lo creíste? Ellie, ¡estamos angustiados por ti!
- Eso fue una vil mentira -la interrumpo con lágrimas en mis ojos.
No puedo soportarlo, no puedo tener a mis hijos aquí con tanto peligro. La sola idea de que estén cerca me revuelve el estómago.
Veo a Scott en la entrada de la veterinaria mirándome afligido.
- Tienes que pasarme a Derek, necesito hablar con él y explicarle todo.
- No puedo, ahora estoy en una horrible tienda intentando comprar comida para el viaje.
- Entonces cuando llegues con él que me llamé.
- ¿Qué crees que él a intentado hacer las ultimas horas? Está tan irritable que ya no lo toleró.
Respiro hondo odiando toda esta mierda.
- Cora, solo dile que me llamé a mi nuevo número y que no se muevan de donde están.
- Espera, ¿qué dijiste? Estoy perdiendo la señal...
- ¡Que me llamé y no venga a Beacon Hills por ningún motivo!
- Ellie, estoy perdiendo la señal.
- Solo hazlo, no se muevan donde est... ¿Aló? ¿Cora? -despego mi celular y noto que la llamada se corto- ¡Mierda!
Aprieto el aparato teniendo ganas de lanzarlo contra la maldita pared, pero contengo las ganas respirando hondo.
- Haremos lo posible por contactar con él antes de que alcance a llegar.
- Le habló a papá alrededor de las 19:00 horas, eso significa que ya había intentado comunicarse con nosotros.
- Tú perdiste tu celular y yo fui por Kira al desierto.
- Nadie le contesto, por ende compró los primeros billetes de avión disponibles para venir hacia acá.
- ¿Cuantas horas son de vuelo? -me pregunta y yo comienzo a jugar con mis dedos ante los nervios.
Comienzo a hacer mis cálculos.
- El viaje es de 13 horas y siempre se debe llegar una hora antes de la hora de vuelo. Lo que quiere decir que salió con los niños a más tardar a las 7am y llegó a California a las 21pm. Son muchas horas para dos bebés, no creo que tomará un auto para venir inmediatamente para acá. Debió de haber pensado en ellos, ambos están queriendo gatear y estar sentados o en brazos durante largas horas es muy frustrante para ellos.
Scott me agarra de los hombros y suspira.
- Lo mejor que puedes hacer es llamar al aeropuerto para hacer las averiguaciones correspondientes. No te desgastes la mente así.
- Son mis hijos Scott, mi familia.
- Lo sé, pero por mientras que no sepas en que parte están ni la hora exacta en que llego, solo vas a ponerte peor de los nervios.
Asiento sabiendo que tiene razón.
- Vamos a dentro y enfoquemos en lo que debemos hacer, ¿si? Paso a paso.
- Paso a paso.
Suspiro y ambos entramos a la veterinaria en donde había un muy inquieto Stiles por saber sobre las evidencias.
- Genial, ya están aquí -señala hacia nosotros mirando a Deaton-. Muestra.
Nos colocamos junto a Stiles enfrente de la mesa quirúrgica y al otro lado de la mesa se puso Deaton con un sobre en manos.
- Lo que les voy a mostrar, no debería existir.
Saca del sobre una pila de fotografías y coloca la primera imagen enfrente de nosotros.
- Es la única evidencia sobreviviente de la época del Dr. Valack como jefe médico de Eichen House -cada fotografía colocada en la mesa mostraba a pacientes de distintas especies con un agujero en la cabeza-. Llamarlo experimento con humanos sería benévolo.
Stiles tomó una foto de una mujer gritando y tapando sus oídos.
- Es una banshee. Murió gritando.
Stiles se coloco más serio, el había visto que una parte muy pequeña, no muy notoria de la cabeza de nuestra amiga había sido rapada y él inmediatamente sospecho de que le iban a taladrar el cerebro. Se lo comunicó a la madre de Lydia, pero Natalie estaba necia a escucharlo.
No quedaba de otra más que sacarla a nuestro modo.
- ¿Les agujeró la cabeza? ¿A todos?
- Esa era la parte experimental -explica-. Se lo hizo a hombres lobo, banshees, wendigos, cualquier criatura que cayera en sus manos. Y Valack descubrió que la trepanación al principio, incrementaba sus poderes, pero a niveles incontenibles.
- Quiere hacer más poderosa a Lydia -afirma Scott.
- Sí. Excepto que va a terminar como ellos -señala Stiles mirando las fotos.
- De hecho, peor.
¿Qué puede ser peor que esto?
- Para empezar, la capacidad de Lydia ya era excepcional. Agujerar su cabeza será como causar una fuga en un reactor nuclear.
Una explosión peligrosa, dolorosa y ruidosa por todo Beacon Hills.
- Oirá todo. Cada muerte, cada grito de agonía, todo al mismo tiempo.
- Eso la matará.
- No solo eso -Deaton mantuvo su vista en Scott- Su grito de agonía podría ser tan poderoso que podría matar a todos a su alrededor.
Lo que se resume a que se acaba el tiempo y cada segundo que pasaba Lydia en ese lugar era peligroso, tanto para ella como para el resto de nosotros. Sin contar de que mi familia estaba en camino para acá y eso era doble peso a la situación.
Hay que sacar a Lydia lo más pronto posible de ahí y yo debía asegurarme de mantener a Derek lejos de Beacon Hills.
.
.
(...)
.
.
- Mi respuesta es no.
Miro mal a Alex.
- ¿Qué? Prefiero encargarme de rastrear a tu familia en vez de sentarme junto a un peligroso hellhound.
- Pero eso van a hacerlo las chicas y Isaac. Ellos se encargaran de investigar el paradero de mi familia y te necesito conmigo para rescatar a Lydia.
- Que vaya Isaac, no voy a exponer mi vida a así.
- No seas llorón -lo molesta Lauren pasando por su lado y se acerca a la mesa en donde está Andrea absorta en la computadora.
- Todos estamos poniendo nuestras vidas en riesgo, Alex -le recuerdo-. Sin mencionar que eres como mi mano derecha y necesito de ti y de tus habilidades para hacer que el plan funcione.
Suspira colocando sus manos en su cadera mientras piensa.
- Es arriesgado -dice después de un buen rato.
- Lo es, no te lo voy a negar, pero es importante sacar a Lydia pronto.
- Si no va a matarnos a todos con su super grito -señala Isaac y Andrea suspira satisfecha.
- Tengo la hora de llegada a California y la hora de salida del hotel.
Me acerco a ella rápido.
- Llegaron a las 22:03 horas y salieron a carretera a partir de las 08:11.
- ¿Y la ruta? ¿Cuantos moteles pueden haber hasta llegar acá?
- 43 para hacer exactos -me muestra Andrea en un mapa a través de su computadora.
- Son muchas horas, tienen que hacer paradas por mis bebés. Eso les da tiempo para encontrarlos, y asegurarse de que no lleguen.
Tomó mi celular para nuevamente llenarle de mensajes a los hermanos Hale para que no lleguen a Beacon y extrañamente no llegan mis mensajes.
Ni los de Scott, ni los de nadie. Nadie puede contactarse con los Hale.
Es bastante raro que por un milagro pudiera contactarme con Cora y luego ya no. Es imposible que no tengan señal en sus celulares o que lo tengan apagado por batería. Muy imposible para la tecnología del siglo XXI, pero también hace posible bloquear llamadas.
¿Cómo?
Miró a mi alrededor. Alex estaba organizando todo para que pudiéramos entrar a la casa Eichen sin ser descubiertos. Isaac estaba hablando con Lauren y Andrea estaba junto a mí tratando de rastrear sus celulares, pero no iba a lograrlo porque alguien nos está bloqueando para no recibir las llamadas.
Camino hacia la salida a pasos apresurados y no le contesto a Alex cuando me pregunta que sucede, necesitaba llegar lo más rápido posible a mi auto e ir donde la policía.
Mis nervios estaban a flor de piel, ya que mi mente no dejaba de mandarme alertas e indicarme que alguien me estaba traicionando, alguien de mi círculo de confianza. No quiero pensar en que mis betas me estén traicionando, me niego a pensar en eso, pero no puedo descartar a nadie, no cuando son ellos quienes saben prácticamente todo de mi día a día. Tampoco deseo marcarle a Scott para que me ayude en esto, ya que temo que mis llamadas sean escuchadas o grabadas por alguien. Tal vez me estoy volviendo muy paranoica, pero se está tratando de mis hijos y del maldito juego de Theo.
Llego al estacionamiento y me bajo del auto comenzando a caminar entre los autos de ahí para llegar a la estación. Aunque me detengo al ver una figura reconocida entre los vehículos y su aroma lo reconocí.
La traición y la ira llegaron de golpe.
- Tú.
Gruño tomandola por sorpresa y la agarro del cuello mientras estampo su espalda a la camioneta para dejarla sin salida.
- Ellie -estaba entre sorprendida y algo asustada-. Sueltame, me lastimas.
Aprieto más.
- Créeme que ahora no me interesa si quieren herirte. ¿Por qué lo hiciste?
Intenta respirar, pero poco a poco se lo voy permitiendo menos.
- Tuve que hacerlo.
- Claro, lo olvidaba -sonrió falsamente-. Ahora eres la perrita faldera de Theo.
- Él me salvo la vida -se molesta-. Algo que tú ni Scott pudieron hacer.
Mis ojos cambian de color.
- ¡Lo intentamos todo! Pero claro, eres una maldita que ahora no le interesa nada y no ve el maldito esfuerzo que hicimos por ti.
Su rostro poco a poco comienza a ponerse rojo ante la falta de oxígeno. Le permito un poco de aire, tampoco mi idea era asesinarla.
- Le crees a Theo y que sus intenciones son las mejores, ¿qué no te das cuenta la clase de sujeto que es? ¿Crees que es correcto ir a mi terapeuta para decirle que iba a suicidarme? Por tu culpa y la de Theo, mi familia corre peligro.
Me mira sin comprender.
- ¿Tú familia?
- Mis hijos, Hayden.
- Yo... no tenía idea de nada, solo hice lo que Theo me indicó para así robar tú expediente.
Pero ahora de seguro que saben que es uno falso.
- No me importa que inventaras algo así, ¿sabes? -la suelto y mis ojos vuelven a la normalidad-. Lo que si me importa es que mis hijos están involucrados y yo soy capaz de matarlos a cada uno de ustedes por ellos.
Respira de forma agitada y me ve como si fuera una gran loca.
No tiene ni idea.
-No vuelvas a involucrarte, Hayden.
Le doy la espalda comenzando a caminar y ya dentro me dirijo a la oficina del sheriff, pero no se encontraba solo, Stiles estaba con él y hablaban acerca de la casa Eichen. Toco la puerta antes de entrar y ver que tenían los planos de Eichen, un milagro.
-Siento interrumpir -ambos me miran-pero necesito su ayuda para saber si me están traicionando.
Le extiendo mi móvil al sheriff y me mira antes de llamar a uno de sus oficiales para comenzar con la revisión. Yo era experta en muchas cosas, pero de computadoras y de hackeo era un asco.
A la media hora ya tenía un reporte de la situación y terminé horriblemente traicionada y herida, pero a pesar de eso tuve que hacer cambios de planes a última hora y cambiar la táctica de la manera más drástica posible.
Yo no iba a perder contra de Theo e iba a disfrutar mucho más el proceso de ver como creía tener las riendas del asunto cuando la realidad es que siempre fuimos nosotros.
.
.
(...)
.
.
Nos encontrábamos todos reunidos en el comedor de los McCall para explicarle a los integrantes de la manada el plan que ejecutó Stiles para salvar a Lydia de ese horrible lugar.
-Son cuatro pasos. Entramos a Eichen, entramos a la unidad restringida, tomamos a Lydia y salimos.
Super sencillo.
-Y debemos hacer todo esto superando enfermeros, guardias, puertas con cerradura eléctrica, y un muro de serbal.
-¿Tienes un plan para todo eso? -le pregunta Malia a Scott tras esas reveladoras palabras.
Miro hacia los cuatros miembros que tenemos al frente y cada uno tenía una expresión distinta en sus rostros.
Kira estaba aterrada.
Liam inseguro con lo que estábamos diciendo.
Malia estaba en las mismas que Liam, pero su expresión era más normal que la del beta.
Alex estaba totalmente horrorizado, pero no con la situación, si no como estaban planteando el plan mis acompañantes.
Los entendía perfectamente, a cada uno de ellos, pero esto era por el bien de Lydia y la de todos.
Stiles saca una tarjeta de acceso y la señala hacia los chicos para que la vean.
-Anoche le robé esto a un enfermero, pero es inútil, cambian los códigos cada noche.
-¿Por qué lo tomaste? -pregunta Kira.
-Voy a eso.
-La única forma de sacarla es que la llave funcione otra vez -responde Scott.
Alex peñizca el puente de su nariz exasperado.
-¿Cómo lo harás? -pregunta Liam dudoso.
-Llegaremos a eso, solo escuchen -les hago una seña con mi mano para que se calmen y presten atención a lo que va a decir Stiles.
Stiles voltea mi laptop para que los chicos vean la pantalla.
-Saqué todo el historial de la llave. Hace dos semanas, hubo una baja de voltaje, el sistema de seguridad se reinició.
-Todas las llaves regresaron a un código estándar.
Stiles asiente hacia Alex.
-Así es genio, ya no interrumpan -se queja-. Si provocamos un reinicio...
-La llave regresará al código estándar. Funciona otra vez -lo interrumpe Liam y sonríe más confiado con el plan.
-¿Cómo causaremosuna baja de voltaje? -pregunta Kira con temor y sus ojos bien abiertos.
-Esa es tu parte. Quitarás la energía desde la línea principal, solo lo suficiente para causar la baja.
Horror puro, eso era lo que delataban sus ojos y su olor.
-Si causas un apagón, dejarás a Eichen bajo llave, lo que sería malo -habla Stiles directamente hacia ella-. Muy, muy malo.
Eso solo le causo más inseguridad.
- Hay un transformador atrás de la recepción -le señalo en el mata el lugar-. La línea principal va a dos interruptores que llevan energía a todo Eichen.
-Hay un pequeño problema, no sé como hacerlo.
-No importa, tienes tiempo para practicar -la anima Scott.
Sí, ese fue su magnífico intento por apoyar emocionalmente a su novia.
-Digamos que esto sale bien.
Habla Malia luego de estar un buen rato en silencio.
-¿Cómo una baja de voltaje nos lleva a la unidad restringida de Eichen?
-Se supone que debe haber un sistema de inicio, ¿de cuanto estamos hablando?
-Cinco minutos en que se reinicié -le contesto a mi beta.
-Sí, y en esos cinco minutos las alarmas se apagaran y la llave debe funcionar.
-Liam, tú, Scott y yo llevaremos a Stiles a la puerta de la unidad restringida.
-Después de eso, debe hacerlo solo -complementa Scott-. Nosotros no podemos pasar el muro de serbal y cuando salgamos, solo pensarán que se reinició el sistema de seguridad por una baja de voltaje.
-¿Alguna pregunta?
-Para empezar, ¿cómo entraremos a Eichen?
-¿Qué es lo peor que puede pasar?
-¿No tienen más alternativas? No va a salir perfecto, no somos profesionales.
-¿Y si no puedo hacerlo?
Con solo que Stiles hiciera la pregunta, Liam, Malia, Alex y Kira lanzaron su pregunta a la vez.
-Esta bien lo admito, muchas cosas pueden salir mal.
Concuerda Stiles al ver lo muy desconfiados que están del plan.
-Todo en su plan es un señal de que va a salir mal.
Miro mal a Alex y él solo se encoge de hombros.
-Es la verdad.
-Chicos, si no lo hacemos, perderemos a Lydia.
Mis palabras causaron impacto, ellos no sabían sobre lo que nosotros descubrimos sobre el doctor Valack y lo que quiere hacer con nuestra amiga.
-Esta noche morirá ahí -confirma Scott-. Y podría llevarse a muchos inocentes con ella.
Paso mi mano por la espalda de Stiles en forma de apoyo, ya que entre todos aquí, él era quien estaba luchando hasta el final por Lydia. Scott y yo solo le ayudamos, aunque claramente lo hacemos por Lydia, pero quien se dio el trabajo de elaborar todo esto fue Stiles, porque entre todos el es quien menos quiere perderla.
Terminamos con los últimos detalles del plan y luego cada uno fue hacer lo que tenía que hacer. Las chicas fueron a la escuela a practicar la parte importante del plan, Scott y Liam fueron al hospital a conseguir bolsas mortuoria y Stiles fue donde su padre a conseguirse una patrulla, Alex y yo regresamos al loft para ver los últimos detalles antes de que Isaac, Lauren y Andrea fueran a buscar a mi familia.
Me angustiaba horrible tener que dejarlos ir solos después de lo que había descubierto, pero el papá de Stiles me advirtió que lo mejor era que ellos siguieran creyendo que confío en ellos, para no alertar al posible traidor o traidores de que yo ya sabía y alguien resultará herido. Era una decisión difícil, ya que lo estaba arriesgando todo y podría equivocarme al final.
-Apestas -se queja Alex-. Sé que deseas ir, pero es más importante que vayas por Lydia.
¿Me dice eso para tranquilizarme en verdad o solo para seguir en la mentira?
Llevo mis manos a mi cabello y lo peino con mis dedos intentando no ponerme histérica y torturarlos a todos hasta que alguno confiese y luego lo asesino por traidor.
Me daba un horrible dolor de cabeza pensar en quien de los tres podría ser el culpable, ya que cada vez que los veía me era difícil creer que en verdad pudieron traicionarme.
Andrea se acerca con su mochila ya lista y toma mi brazo en señal de apoyo y consuelo.
-Todo va a salir bien, lo prometo.
La miro fijamente. ¿De verdad lo hace?
Andrea nota que estoy rara y su expresión cambia.
-No puedo imaginarme estar en tu posición, pero puedo suponer que una madre siempre va a escoger por encima de todo a sus hijos.
Debo actuar y me reprendo mentalmente por estar siendo obvia.
Suspiro luciendo cansada.
-El no ir con ustedes me da cierta envidia y me enoja a la vez porque todo mi ser me pide a gritos ir por ellos y asegurarme en persona de que estan bien -los miro a todos-. Pero moralmente se que debo quedarme y asegurarme de que Lydia este a salvo y nadie muera. Ir por mi familia es fácil, en cambio ir por Lydia va a costar cada esfuerzo de todos y en que podamos ejecutar el plan lo mejor posible sin cometer algún error.
-Vamos a cometer errores.
Afirmo con la cabeza concordando con las palabras de Alex.
-Nunca nada sale acorde al plan y es por eso que debo quedarme como apoyo.
Todo tiene que salir bien está noche, al igual que ellos en su busqueda. Nuestro plan es que puedan llegar a mi familia y volver con ellos a más tardar esta noche a casa de los McCall, ahí iba a ser nuestro punto de encuentro.
-Llega bien, ¿si? -le pide Alex a Andrea mientras sostiene su rostro entre sus manos.
-Lo haré, siempre lo hago -se pone de puntitas y le planta un beso en sus labios haciendo que Lauren ruede sus ojos-. Tú pórtate bien, no seas grosero y un pesado.
Alex se queda como un bobo viéndola y me causo ternura la escena, por un momento olvidé que cualquiera de ellos era un posible traidor.
-Me gusta ser honesto, que la gente no se lo tome bien no es mi asunto.
Vuelve a besarla y está vez se ponen más efusivos.
-Okey, ya vi suficiente, ¡vámonos!
Lauren agarra lo último antes de subirse de piloto, el pobre de Isaac le tocaba ir a atrás pero me acerco antes de que llegue a subirse.
-Gracias por hacer esto.
-No es nada, solo estoy ayudando a una vieja amiga y ex amor prohibido.
Ambos reímos y yo aprovecho la oportunidad de abrazarlo.
-Aun así gracias -sonrió alejándome despacio y sin que nadie lo notará dejo una pequeña nota arrugada en su mano.
Isaac se me queda viendo al sentir el contenido en su mano, pero agradecí a que no comentará nada al respecto y que entendiera que necesitaba que solo la leyera él.
-Suerte con Lydia.
Se despide y me alejo para permitirle subir a la camioneta.
-Ellie.
Me volteo hacia Andrea y note por sus ojos que ansiaba decirme algo.
-Suerte.
Asiento media extrañada y me posicionó junto a Alex viendo como el auto pronto comienza su rumbo. Suelto un suspiro medio afligido mientras veo el auto alejarse por la autopista y pongo toda mi fe en que van a poder encontrarlos y que las cosas iban a salir bien.
Por un momento me planteo la idea de torturar a Alex hasta que confiese si es el traidor, pero lo descarto por tiempo muy a mi pesar, ya que estaría en cierto sentido más tranquila si me aseguro de que Alex esta de mi lado y no en mi contra. Quiero creer que el es inocente, más bien, necesito que él no sea el traidor. Alex es muy importante para mi y es de los pocos que pueda ayudarme a lograr mis objetivos.
Pero no era momento para ponerme a pensar en eso, debía enfocarme en mi mejor amiga en estos momentos.
- Vamos, hay que terminar con los últimos arreglos antes de ir por Lydia.
Este día iba a ser uno muy largo.
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