-Oh vaya Mary tu grupo tuvo el mejor mural-

-Si todas nos esforzamos mucho-

Las niñas siguieron alabando a Mary sobre aquel cartel tan bien preparado, las letras tenían diamantina rojas para hacerlo llamativo los dibujos eran hechos a manos se miran que llevo horas hacerlo.

Eliza esta recostada sobre su pupitre, toda la semana pasada no pudo dormir muy bien, cuando termina de aprender a tocar el violín eran las ocho y media de la noche entonces proseguía hacerlo del proyecto, su Padre una vez cuando la vio trabajar hasta las once y media le dijo que hablaría con su maestro.

Ella le dijo que se habían hecho esto como un trabajo grupal pero ella quería hacerlo sola pero hablo con su maestra diciéndole que no quería que nadie la atrasara así que le pidió que si podría hacerlo sola, su maestra renuente acepto, su padre le regaño diciendo que debería de intentar llevarse bien con los demás niños. No dijo nada, tampoco dejo que su padre la ayudara.

Termino cansada toda esa semana, despertó al sentir como alguien la menea con brusquedad, parpadea y mira a su maestra enojada.

-¡Eliza deberías de dormir más temprana, no deberías de dormir en clases!-

-Pe-perdón-

Pudo oír las burlas de sus compañeros, dando entender que se divertían con la miseria de Eliza.

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Toco un par de veces, le había pedido prestado el violín a Marcus, ahora que tiene bastante tiempo libre puede tocar más tiempo, en su cuarto resuena un violín mal tocado, ella intenta ser más cuidadosa, siente como las cuerdas le logran lastimar de nuevo.

Otro día en su escuela, al intentar escribir sus manos tiemblan, todo el día paso con aquel dolor muscular, al llegar con Marcus el le explica que debe de masajear sus manos para que el dolor se vaya.

Entonces es otra cosa que ella hace todas las noches, toma el violín de nuevo la música sale ahora no tan estrepitosa como los primeros días, ella se emociona.

-¡¿Eliza cómo te has hecho esas marcas?!-

La niña no entiende, su maestra la mira preocupada, ella no le da importancia y se vuelve a su asiento, solo venía a recoger su cuaderno. Al terminar las clases Eliza va de nuevo con Marcus.

Marcus sonríe, le explica que a veces cuando uno toca el violín puede este dejar una marca en el cuello por la posición, entonces le da otro consejo, ponerse un trapo en el cuello. Esa noche toco de nuevo el violín mirando las partituras, quería tocarle esto a su Papá.

Dejo de tocar al ver la hora, se dijo que tocaría mañana más temprano después de todo será sábado y no tendrá escuela, cuando despierta siente dolores en su espalda. Ella en todo ese día camina con cuidado.

-Qué tal si esta vez, vamos a un día de campo, podemos ir con Marcus ¿Qué dices cariño?-

Asiente, Severus le informa sobre sus planes Marcus asiente feliz diciendo que pueden llevarlos en su automóvil, así que Eliza y Severus se encargaron de hacer la merienda, Marcus colaboro diciendo que pueden tomar varias cosas de su cocina.

Llegaron a un claro muy hermoso Marcus parqueo el auto, bajaron del lugar, Eliza corrió hasta el agua –Mamá mira son peces- Sonríe pero luego su cara se torna roja al percatarse de como llamo a su Padre.

Ambos adultos ríen, Severus no puede decirle nada, era tan obvio que su niña confundiría esas palabras –Ve con cuidado cariño no vayas a caer-

La niña asiente mientras mira los peces –Eliza va creciendo muy rápido- dijo Marcus al ver como la niña mete su mano en el agua –Llegara a la adolescencia y ¡Bam! Ya no quera aprender mucho-

Severus enarca una ceja divertido –Pareces el padre de mi hija-

-Bueno la quiero como si lo fuera, la niña ha llegado a mi frio corazón y lo ha derretido-

-Gracias por querer tanto a mi hija-

-No tienes que agradecerme nada- Marcus miro a la niña correr hasta unas flores y tomar algunas –Has pensado en decirle ¿sobre la magia?-

-Mi hija es Squib, no creo que le guste pensar que no es nada para los magos- Abrió la canasta y tomo la manta extendiéndola en el suelo.

-Pero habrá momentos en que ella sabrá la verdad-

Negó –No nunca lo sabrá-

Severus llama a su hija Eliza corre hasta su padre, llevando dos corones de flores, las pone sobre la cabeza de su padre y sobre la de Marcus.