Especial de San Valentín
Ya lo se paso pero bueno, queria hacer mi propio especial y bueno queria hacerlo para la familia Snape espero y lo disfruten uwu.
Eliza conto las flores de papel china que hizo en total eran diez, las guardo adentro de su mochila y salió del cuarto, miro a su Papi planchando ropa, respiro hondo y dijo – ¿Papa puedo ir a jugar un rato?-
Severus miro a su hija, tenía un gorro, una camisa azul, sus pantalones negros y su tenis ya desgastados –Bien pero ten cuidado-
Ella asintió, abrazo a su Papi y corrió directo a la puerta, salió del apartamento, corrió rápido para salir del edificio no noto cuando la dueña le dijo que tuviera cuidado y que no corriera como una niña loca.
Al llegar al parque paro para caminar, encontró una banca vacía, abrió su mochila y saco sus flores, cerro su mochila.
-Cariño a que es hermoso San Valentín-
La voz de una mujer la hizo voltear, miro un par de pareja que están teniendo un picnic, aunque el chico está ocupado leyendo un libro, miro como la chica frunce el ceño por no tener su atención, sonrío y se aproximó a ellos.
-Flores para regalar a su bella "Novia"- dijo fuerte para que ellos los escucharan
La joven sonrío –Cariño mira son flores, anda cómprame uno- dijo mientras movía al chico. El cual tuvo que apartar la vista de su libro para mirar en dirección de la niña.
Suspiro sabía que si no compraría las flores ella se iba enojar con él –Oye niña ven-
Eliza corrió para ir en dirección al chico –Diga buen Señor- miro a la chica –Oh ya quiere una flor para su bella dama-
La joven rio por el piropo de la niña, el solo suspiro –Dame una-
-¿Una?, que tal si no le doy cinco ya sabe para que la Bella Joven se sienta amada- miro a la chica y dijo –Después de todo sería un buen acto de Galantería-
La chica asintió ante lo dicho de la niña –Si la pequeña tiene razón, compra las cinco flores-
El chico miro fastidiado a la niña –Bien dame las flores- saco su billetera -¿Cuánto es?-
La niña le dio las cinco flores de papel a la chica, la cual los recibió con gusto –Oh no mucho serán solo unos simples...10 libras- extendió su mano hasta el chico para que le pagara.
-Ah son 10 li- el chico miro a la niña -¡10 libras es mucho para unas flores tan simples!- dijo con indignación
La niña miro con enfado al chico –Bueno ese libro que carga no es tan barato que se diga- apunto al libro que carga el hombre –En la librería me dijeron que vale unos 195 libras- apunto a la chica –Oh es que acaso su bella novia no vale tanto para que le diera un regalo-
-Eso es cierto yo hice todo el picnic y tu ni siquiera lo has notado, acaso yo no valgo para ti- miro indignada a su novio
El chico boqueo por la actitud de su novia, miro a la niña con enfado, la cual ella solo sonreía con triunfo, saco 50 libras y se los dio.
Ella agradeció por su amabilidad y se fue dejando solo a la feliz pareja, guardo su dinero en su bolsa, miro por todos lados para ver si había más clientes y noto a una pareja dando de comer a un gato.
Se sentó en una banca que esta atrás pasos de ellos, saco sus flores y comenzó a sollozar, la chica noto el llanto y miro atrás de ella una niña llorando, su corazón se encogió, camino hasta ella.
-Pequeña, ¿qué pasa?- pregunto la chica la cual se sentó a la par de la niña, miro como su novio llego hasta ella.
-Y-yo...uhng...- gimoteo –No pu-pude comprar na-nada a mi mama por...no vender nada- mostro las flores.
El hombre miro con tristeza a la pequeña se agacho para estar a su altura con su manga limpio el rostro de la niña -¿Cuánto cuesta, las comprare todas?-
La niña sonrío –enserio me compraría todas, sería tan feliz el saber que tendré aunque sea un poco para darle a mi mami-
Ambos adultos rieron por la alegría de la pequeña –No tienes que agradecer- dijo el hombre
Ella asintió y le entrego las flores a la mujer –Serian 50 libras-
El hombre miro impresionado a la niña -50 libras, no crees que son muchas- la verdad el pensaba que costarían unas 5 libras pero 50.
Se mordió su labio y bajo la mirada –Oh entiendo, es muy caro no, es que yo le quería dar un pastel a mi mami, hace tiempo que no hemos comido eso y quería invitarla- retomo su gimoteo fingido –La verdad no tenemos mucho dinero, mi padre el se mu-murió –
El miro con pena a la niña y negó –No yo te daré el dinero- saco de su cartera 50 libras y se los entrego en la mano de la pequeña
La niña sonrío –Muchas gracias- dijo abrazando al hombre
Ambos adultos rieron por la alegría de la niña, ella se despidió de ellos tomo sus cosas y se fue del parque. La sonriente su plan había funcionado, se topó con la panadería de los Beck. Miro como una chica salía del lugar con una escoba en mano.
-Hola Clara- saludo la niña
La mencionada miro a la pequeña y sonrío –Hola Eliza, veo que hoy estas feliz-
La niña asintió –Hoy pude completar mi meta, ya tengo el dinero para el regalo de mi Papi-
-Oh te felicito, debió ser muy difícil para ti-
-de hecho estuve ahorrando tome varios trabajos, como podar césped, regar plantas, quitar yerbas y pasear perros, lo cual fue muy duro, siempre me lograban arrastrar- se estremeció por lo último.
Clara río se imagina una escena de una niña de 7 años siendo arrastrada por unos grandes perros –Bueno tu perseverancia te dio frutos-
La pequeña asintió se acercó a la chica y dijo –Oye ¿tú crees que vendan un pastel barato en tu trabajo?-
-No por ser fecha especial lo subieron el precio, lo siento Eliza- miro como la niña baja su cabeza con tristeza –Pero espera un minuto ahora vuelo-
Eliza miro como la chica entra a la tienda, no comprendía nada pero la espero, al pasar unos minutos ella llego con una caja pequeña de pastel entregándosela –eh esto que es exactamente-
-Es un pastel, te lo regalo, yo no tengo con quien pasar San Valentín, me he mudado de la casa de mi Madre y novio no tengo así que te lo regalo-
La niña miro preocupada –Pero te lo desquitaran de tu paga-
La joven miro a la pequeña –Y eso que, yo te lo quiero regalar porque eres una buena niña, anda tómalo y no repliques-
-Gracias Clara, enserio te lo agradezco mucho- abrazo a la chica la cual correspondía al abrazo.
Se despidió de su amiga y se fue aquella tienda elegante, miro enfrente de ella se notaba su finura, entro con algo de nerviosismo, no pudo evitar quedar boquiabierta al ver adentro, era tan lindo y elegante –Que elegancia la de Francia-
-Disculpa, ¿puedo saber a qué vienes aquí?, porque si es a mendigar te digo que te vayas afuera- una mujer miro a la niña de cabeza a pies, pudo notar que su ropa esta malgastada.
Eliza miro con enfado a la mujer –Pues le digo que vengo a comprar ropa así de simple- no espero su contestación y se fue hasta lo que sería las áreas de camisa.
La mujer miro con indignación a la mocosa, la niña miro una camisa azul marino era de botones pero era demasiado lindo, la agarro y miro el pantalón negro el cual era igual de elegante que la camisa, busco la talla de su Padre al tenerla se dirigió hasta la cajera.
La chica miro con curiosidad a la niña, la cual dejo las prendas en el mostrados –Serán 210 Libras cariño-
Eliza busco en su mochila y saco billetes algo arrugados los puso en el mostrador busco también el dinero que se había ganado hace poco, lo dejo de nuevo el mostrador.
La mujer que la recibió miro a su compañera la cual cuenta el dinero para ver si está completo, para su infortunio la chica asiente y le entrega en una bolsa sus compras. Eliza mira a la mujer en un acto infantil saca su lengua para despedirse de aquella horrible persona.
Sale del lugar corriendo, feliz de tener el regalo de su Papi, se dirige hasta su hogar, pasa de largo a la señora Smith la cual la vuelve a regañar, sube los escalones, al llegar arriba para, al ver un hombre elegante pasar por su lugar, ambos se miran entre sí.
La pequeña niega con su cabeza y vuelve a retomar su camino, abre la puerta de su casa –Papi llegue- dijo avisando a su padre. Camino hasta la cocina y dejo su pastel y su regalo en la mesa, escucho pasos y se volteo para mirar a su padre.
La sonrisa que adornaba su cara se desvaneció al ver los leves ojos rojos de su padre -¿Has llorado papi?-
Severus negó como respuesta abrazo a su niña con desesperación, ella le correspondió el abrazo algo preocupada, pasaron unos minutos cuando el hombre noto las compras sobre la mesa -¿Qué has traído cariño?-
Se separó de su hija y camino hasta la mesa. Eliza se trepo a una silla extendió la bolsa, su padre miro con curiosidad la bolsa sus ojos se abrieron mirando sorprendido la ropa.
-Cariño esta es una ropa fina, ¿de dónde sacaste el dinero?- miro con preocupación a la pequeña
-yo he estado tomando encargos con los vecinos, incluso con los que tienen casas, ahorra un montón hasta que por fin pude comprarte esto ya que no pudo comprarte nada en tu cumpleaños, ah y el pastel Clara me lo regalo- apunto con su dedo el pastel.
Miro con cariño a su niña –Gracias cariño, bien qué tal si partimos este pastel, le tendrás que decir a Clara que venga a comer para agradecer su acto de bondad-
Eliza asintió, mirocomo su Papi iba por unos platos, cuando su padre estuviera distraído preguntaríael porque estaba llorando, ahora por el momento solo disfrutaría de su compañía.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro