4. Exámenes.
Multimedia: Motocicleta marca Indian color negro.
⚠️ADVERTENCIA: Capítulo largo.⚠️
HOSHINA's POV.
[Años atrás.]
-Ríndete Soshiro, deja la idea de unirte a las fuerzas de defensa. -eso fue lo que dijo mi padre sin siquiera mirarme. -En otra era puede que te consideraran un genio, pero actualmente no hay espacio para la espada. Esa arte murió hace tiempo.
E iba a decirme más cosas de no ser que esquivó duras penas una piedra que iba directo a su rostro. Miró hacia aquel que casi le saca un ojo con el ceño fruncido y yo giré mi pequeña cabeza hacia donde estaba el autor.
-¿¡Cómo demonios se te ocurre decirle eso al mocoso!? -esas palabras resonaron con ira y desaprobación por las acciones de mi padre. -¿¡Qué no ves que tiene potencial!? ¡Ya decía yo que tus ojos raros estaban mal desde un inicio!
Quizás lo último hizo enojar a mi progenitor.
-¡Mis ojos están en perfecto estado, y no te metas en conversaciones ajenas; Renji.
-Me meto porque me importa tarado ojos rasgados, sin ofender hijo. -me dice eso mirándome mientras vuelve a retomar la conversación con mi padre. -Hoshi, puede que ahora Soshi sea joven pero sé que algún día superará sus límites y será un gran guerrero. Y lo sé porque tengo buen ojo.
Aquel hombre que apenas había visto en estos últimos meses, alto, de cabellos negros y ojos azules claros como el cielo, con una leve barba apareciendo en su rostro pero sin verse desalineado y sobretodo, lo que más llamaba la atención era su cicatriz en su ojo izquierdo me miraba con una leve sonrisa en su rostro mientras se acercaba hacia donde estaba sentado y me acarició la cabeza.
Aquella sensación era la misma que mi padre me transmitía cuando le decía que quería ser un soldado de las fuerzas como él, hasta que tuvo una misión que le hizo retirarse y ser instructor.
-¡Esfuérzate mucho Soshi! Y sobretodo, -aquello me lo dijo en un susurro y acercándose a mi oído. -Cállale la boca a tu padre y a todo aquel de esta casa que crea que no podrás, porque yo sé que si lo harás. Solo no te rindas, ¿si? Mis hijos también están de acuerdo conmigo al igual que mi esposa. Te estaremos esperando, Soshiro. -todo aquello que me dijo hizo que una parte de mi volviera a creer.
Un completo extraño tenía más fé en mi que mi propia familia, él y al parecer su esposa e hijos también.
Este hombre junto a su familia han estado visitando nuestra casa algunas veces, sólo sé que es un buen amigo de mi padre.
Su nombre aún lo recuerdo.
Era Shinmon Renji, el hombre que derrotó a mi padre en un duelo de espadas.
[Actualidad.]
Desperté de aquel sueño, o más bien recuerdo de la niñez. Había pasado tiempo desde que soñé con algo así.
Y jamás creí que volvería a ver a ese hombre que confió en mi desde el principio.
¿Qué fue de él? De un día para otro mi padre dejó de hablar de aquel hombre sin más.
Me gustaría al menos volverlo a ver una vez más, o incluso su estilo de pelea que me era algo curioso y a la vez fascinante de ver.
Suspiro ya que sé que no obtendré respuestas ahora.
-Hora de trabajar. -me dije a mí mismo ya que pronto se harán los exámenes de ingreso para las fuerzas.
NARRADOR OMNISCIENTE.
[Actualidad.]
[3 meses después.]
Después de los desastres que se causaron cuando Kafka se transformó por primera vez en kaiju, se le ha colocado un afiche para poder buscarlo y subyugarlo.
Su dibujo estaba siendo compartido por todos los medios y reportando que es oficialmente el primer kaiju en escapar de las fuerzas de defensa desde que se fundaron.
«Ay, pero que feo te hicieron, mi amigo.»
Pensó Ichika cuando vio los testimonios en la tele de lo que pasó en el hospital. Afortunadamente nadie sospechó ya que el reporte que dieron fue que huyeron de ahí una vez apareció.
Algo que no le gustó a la pelinegra pero no podía quejarse.
Los demás de la empresa de limpieza le comentaban a Ichikawa sobre lo que pensaban sobre el kaiju no. 8, nombre que le colocaron a Kafka sin que estos lo supiesen.
-Cierto, Ichikawa, Ichika, les llegó esto a su nombre y el de Kafka. -les dijo el jefe de ahí. -Kafka está en el turno de la mañana así que, ¿porqué no van a buscarlo y se lo dan?
Ichikawa fue el que recibió los papeles y le entregó el suyo a la chica.
Aquello eran los resultados del primer examen para entrar a las fuerzas de defensa.
-¡No es cierto! Ichika, ¿¡hiciste el examen!? -le preguntó uno de sus compañeros sorprendido.
-Nosotros creíamos que no te gustaban las fuerzas, ¿qué te pasó?
-Oh, tal vez... ¿Fue influencia de Kafka? -la pregunta de Toku hizo que el ambiente se quedase en silencio, confirmándole sus dudas. -¡Ajá! ¡Lo sabía!
Ichika ni se molestó en responderle cuando esta se levantó de su sitio para retirarse de ahí.
-Pero que al menos me diga algo, ¿no?
-Toku-san, usted no aprende, ¿verdad?
-¿Y ahora qué hice? -se preguntó así mismo sin entender la reacción de la chica.
Kafka y Reno al final la terminaron de convencer de realizar el examen para las fuerzas de defensa bajo la excusa de que ella tiene todas las capacidades para estarlo, e incluso, si se lo propone podría llegar a ser capitana.
[3 meses atrás.]
-Absolutamente no.
-¡Pero Ichika! ¡Puedes matar a kaijus incluso con un pedazo de madera! ¿Por qué no lo intentas? -le insistió Kafka mientras le hacía ojitos brillosos.
-Porque no y fin de la conversación.
-¡Ichika! -la nombra a modo de queja para que le haga caso nuevamente.
Ichikawa veía todo desde su lugar, había pasado una semana desde lo del hospital y durante esa misma semana Kafka le ha estado insistiendo a la fémina en hacer el examen con ellos.
Lo que más le causaba duda era porqué odiaba a las fuerzas. Si eran los responsables de proteger el país.
-No quiero. No me gustan como son. Son unos inservibles buenos para nada que solo esperan a que un kaiju aparezca y dejan que mate o devore personas. Eso no es una organización de confianza.
-No digas eso, Ichika. Las fuerzas de defensa son aquellos que arriesgan sus vidas para poder proteger la ciudad, me corrijo de todo el país. Ellos son grandiosos. -le menciona Kafka.
-Si, a cambio de algunas vidas para proteger las suyas. ¿Qué tiene de grandioso esperar en su estúpida base de millones de yenes para que un solo kaiju aparezca y arrebate todo a su paso? Los daños sé que no se pueden evitar, pero si las muertes. Y todo eso se puede arreglar si decidieran cambiar su sistema interno.
Las palabras de la mayor se repetían una y otra vez en la cabeza de Ichikawa, entendía su punto de cierto modo, pero ellos hacen todo lo posible para evitar más tragedias.
Aunque en su caso no fue ese, pero esa es otra historia.
-Senpai. -llamó este pero ambos voltearon. -Ichika-senpai. -aclaró. -¿Usted perdió a alguien querido a causa de los kaijus?
Su pregunta hizo que los tres estuvieran en silencio. Por un momento Ichikawa creyó que no debió de haber hecho esa pregunta y cuando se iba a disculpar, ella respondió.
-No. -dijo sin más.
-Entonces por qué...
-Digamos que es un asunto personal Reno, pero todo lo que dije antes respecto a las fuerzas no es mentira. Las fuerzas de defensa están demasiado ocupados en ser reconocidos por los civiles que no se centran en lo importante; mantener a esos civiles con vida.
-¿A qué te refieres? -pregunta Kafka.
-Si de verdad les importara los civiles, por lo menos el comandante general ordenaría una evacuación de al menos el 30% del país para evitar más muertes, que solo queden aquellos que se unirán a las fuerzas y el resto se vaya. No tiene caso que los mantengan aquí como carnada para los kaijus.
-Pero eso...
-Lo sé. Sé que es demasiado pedir una evacuación de esa magnitud, si es así entonces que no se quejen de que no puedan protegerlos. Son muy indecisos en ese aspecto. Por eso y más no me agradan esos sujetos. La prueba de ello fue que tardaron en llegar a donde estábamos el día que ingresaste Reno.
-Por cierto, gracias por salvarme aquella vez, a ambos de hecho. -les hizo una reverencia a los adultos.
-Tampoco íbamos a permitir que murieras ahí mismo, tienes un sueño, ¿no? -le sonríe Kafka a lo que Ichikawa se sonroja un poco mientras mira por otro lado.
-Pero usted también y aún así se arriesgó. -mufó avergonzado.
-Eso es porque así es Kafka, siempre pone a otros en primer lugar antes que él mismo, por eso es que yo lo tengo que cuidar.
-Y hablando de cuidar, ¿quién lo hará si tu no haces el examen? ¿Me vas a dejar solito? -le reclamó Kafka a su amiga haciendo ojitos de perro.
-Claro que no. -aquello le dio esperanza al mayor. -Reno estará contigo, él será mi reemplazo. -y todo se esfumó para él.
-¡No, eso no es correcto! Un menor siempre debe de ser apoyado por sus mayores, no al revés.
Ichika suspiró ante aquello. Kafka tenía toda la razón, pero no quería unirse a las fuerzas y menos a la tercera división ya que ahí se encontraba la capitana Ashiro Mina, alguien que no le era de su agrado.
Pero eso es algo que Kafka no debía de enterarse. Al menos no ahora.
-Vamos Ichika, además lo prometiste.
Cierto, hace aproximadamente 8 meses le prometió estar con él en las buenas, en las malas y en las peores. Era parte de su pacto por así decirlo.
-No puedes faltar a tu promesa Ichika, y lo sabes~. -Kafka había dado en el clavo.
«Canalla, sabe que no puedo decirle que no a eso. No sería mujer de palabra.»
-Senpai, eso es jugar sucio.
-Si se trata de Ichika cualquier cosa es válida. -se excusó. -Entonces, ¿si aceptas o si aceptas? ¿Cuál escoges? -le sonríe como si no le hubiera puesto entre la espada y la pared.
Ichika solo le daba un tic en la ceja derecha para así dar un suspiro de rendición ante su situación nada favorable.
-Esta bien, haré el jodido examen ese. -aceptó su derrota.
-¡Qué bien! Porque ya puse nuestros nombres en la lista para hacerlo en las próximas fechas.
-Alto, ¿que hiciste qué?
Y así fue como los tres decidieron realizar el primer examen para ingresar a las fuerzas de defensa.
[Actualidad.]
Ya con la carpeta en mano, Ichikawa vio sus resultados viendo que aprobó el suyo. Al recibir felicitaciones por parte de los demás fue directo con el mayor de los tres para darle sus resultados, sin antes abrir el sobre y ver que aprobó también.
Ya solo faltaba saber si la mujer lo logró o no. Pero lo más seguro era que si lo haya hecho.
Una vez llegó a donde estaba Kafka vio que también estaba Ichika con él charlando, pero el mayor estaba transformado como si nada.
-¿¡Por qué está comiendo aquí fuera tan expuesto!? -con intenciones de atacarlo iba hacia él pero fue atrapado en el aire por Ichika. -¡Senpai, suélteme! ¡Él debe entender que se está arriesgando!
-Tranquilo Reno, nadie está viendo y yo estoy aquí así que nada malo va a pasar. -le dice en un intento de que se calmara. -Eso y porque le estaba comentando lo feo que lo hicieron en esos dibujos, no capturaron su mejor perfil.
-¿Verdad que no? -dijo haciendo poses aún transformado.
-¡No lo cubra, por favor!
-No lo cubro, más bien es un experimento. -aquello confundió al más joven dejando de moverse y así ser soltado por la mayor. -Al parecer Kafka se transforma sin darse cuenta cuando se siente muy relajado o cuando algo lo inquieta. Además de que Parca quería salir un rato.
Eso solo hizo confundir más a Ichikawa.
-¿A quién? -frunce el ceño al preguntar.
-Parca. El kaiju dentro de Kafka. -le aclaró ella.
Ichikawa parpadeó muchas veces al escuchar aquello.
-Y le puso nombre al kaiju, ¿por qué...?
-Porque kaiju no. 8 suena muy ambiguo, no le queda. En cambio Parca si ya que tiene características que lo hacen parecer como Parca, por ejemplo su cabeza de calavera.
-Ichika tiene esa extraña manía de ponerle nombre o apodo a todo ser vivo que le interesa. -mencionó Kafka mientras se intentaba destransformar pero dejando sus dientes expuestos.
-Kaf, los dientes. -le dice Ichika.
-¡Ups, perdón! -se limpió la cara. -¿Mejor?
-Mejor. -le dio un pulgar hacia arriba en aprobación.
-¡Pero eso no quita que debe de tener cuidado! -suspiró ante esa situación. -Tome, esto es suyo, senpai. -le entregó el sobre de sus resultados.
Kafka los abrió y al verlos solo dijo "que alivio" a lo que Ichikawa se confunde porque creyó que se emocionaría más.
-A Kafka siempre le va bien en la primera parte, falla en la segunda. -reveló la mujer.
-¡Así es!
-No lo diga con tanto orgullo, por favor. -Ichikawa miró de reojo a la mayor quien al notar aquello solo le dio el sobre en señal de que lo abriera.
El joven le hizo caso y cuando vio la hoja se puso feliz, ella también había aprobado.
-Que bien, ¿verdad, Ichika? -le dice Kafka con una sonrisa.
-¿Cuál bien? Te recuerdo que me chantajeaste para hacer el maldito examen. -lo miró con ojos juzgadores.
-Pero lo aprobaste al fin y al cabo~. -canturreó alegre por ver que si funcionó su plan de convencerla (obligarla) a unirse junto a ellos.
-Jamás olvidaré esto, Hibino Kafka. -le aseguró ella haciendo que el contrario se riera.
-Relájate, ahora los tres estaremos juntos y defenderemos este país, y tú serás una excelente soldado. Tengo fé en ello. -con la misma sonrisa le dice todo eso para que viera el lado positivo.
-No puedo contra ti si me sonríes de esa forma. -dijo rendida mientras le conrresponde la leve sonrisa en su rostro.
-Eso y que prometiste contarnos el porqué llevas un látigo contigo si los tres aprobábamos los exámenes.
-Chismoso sin tapujos. -soltó sin más la chica mirándolo acusadoramente.
-Prefiero ser llamado hombre comunicativo que le gusta aprender de muchas cosas. -se excusó al ser descubierto.
[10 días después; Examen de reclutamiento a las Fuerzas de Defensa, Sede del Oeste de Tokio.]
Los días pasaron y finalmente eran los tan esperados exámenes de admisión para la tercera división.
Muchos aspirantes estaban ansiosos y listos para probarse entre si, sobretodo los más prometedores.
Kafka e Ichikawa llegaron en la camioneta de la empresa, por otro lado la única chica del grupo dijo que iba a tardar en llegar ya que debía de atender unos asuntos personales.
-¿Cree que ella llegará a tiempo? -le pregunta el más joven al mayor al ver la hora que era. Ya casi se cerraría la recepción para marcar asistencia.
-No te preocupes, Ichika no es de las que llegan tarde y menos cuando hay límite de tiempo. -le resta importancia este mientras aseguraba el coche haciendo que sonase el clásico "beep beep" marcando que ya estaba cerrado.
-Por cierto, este lugar es mucho más grande que la base de Kumagawa que visité en un viaje de estudios.
-Eso es porque es un establecimiento en conjunto con las FADT.
-Por favor, no haga nada extraño y menos si Ichika-senpai no está para cubrirlo. -rogó el peliceniza al ver a los soldados en el área.
-Tampoco es como si quedarnos aquí cambiaría algo, por mientras iremos a la recepción en lo que esperamos a Ichika, ¿te parece?
En lo que estaban viendo la estructura del edificio alguien llama a Kafka detrás suyo pero este no le hace caso a lo que Ichikawa le llama la atención para que voltease.
-Oye viejo, si tu viejo. Date cuenta de una maldita vez, idiota. -dijo una voz femenina y joven.
Al darse la vuelta ve que era una adolescente de cabello rubio recogido en dos coletas mirando como bicho al mayor.
Kafka le tomó unos segundos en captar que era a él al que le dijeron por ese distintivo.
-¡No soy viejo! ¡Aún tengo 32 años! -le dijo a esta con el enojo en el rostro.
-Eso es ser viejo.
Aquello dejó pálido al hombre quien miró repetidas veces a su acompañante en pregunta de que si eso era cierto.
-Como sea, esa chatarra que está ahí es tuya, ¿no? Bloquea el camino y no puedo aparcar mi coche, así que muévelo a otro lado. -exigió la chica mientras jugaba con una de sus coletas.
Al terminar el comentario el ambiente quedó en silencio hasta que nuevamente Kafka gritó.
-¡Pero si hay muchísimos lugares para estacionarse!
-Yo quiero ese. -apuntó al lugar donde estaba la camioneta. -El día de hoy mi número de la suerte es el "5".
-Hija de... -antes de que pudiera completar la palabra un ruido de una moto les llamó la atención a los tres.
Era una motocicleta modelo Scout Classic de la marca Indian de color negro brillante se apareció delante de ellos haciendo que la chica y el hombre se quitasen de en medio para evitar ser arrollados por este.
-¡Oye! ¿¡No sabes conducir esa cosa o qué!? -le gritó la chica engreída al que lo montaba.
El conductor por su parte solo se quitó el casco para dejar a la vista su apariencia; era una mujer adulta.
Su aspecto era cabello largo blanco recogido en una coleta alta y esta estaba trenzado, con unos lentes de motociclista incluso debajo de ese casco negro, su piel era blanca sin mencionar que parte de sus mechones tapaba su perfil izquierdo y portaba una gargantilla negra. Agregando que era más alta que la rubia y usaba una chaqueta de cuero, pantalón de mezclilla y botas estilo militar negras.
Al verla más de cerca Kafka la reconoció al instante.
-¡Ichika, si llegaste! -festejó este alegre al ver a su amiga.
Ichikawa estaba con la sorpresa impresa en su rostro, ¿era su senpai?
En cambio la mujer solo se giró para verlo y asintió a lo que este dijo, ignorando por completo a la tercera persona detrás de ella.
-¿Y ese cambio? Aunque te ves bien eso no lo voy a negar. -dijo Kafka analizando su actual aspecto mientras llevaba su mano a su barbilla.
-Senpai, no sabía que tenía una motocicleta. -dijo Ichikawa saliendo de su impresión.
-Es la que uso para ir al trabajo solo que esta vez la había mandado a dar mantenimiento y apenas hoy salió. A que es una belleza. -le dice esta mostrándoles mejor el vehículo.
Ella ve el gran edificio delante de ella para solo fruncir en ceño.
-¿Aquí se van mis impuestos? ¿En su jodida base de mierda? Maldito gobierno. -dijo más para si misma que para los otros dos.
-Oye. -dijo la rubia para llamar su atención pero fue en vano. -Oye tú, vieja canosa.
-¿Qué en tu casa no te enseñaron modales, mocosa sinvergüenza? Estoy hablando con ellos, no contigo. -le responde esta con una leve mirada sobre su hombro.
Su mirada aún con los lentes puestos hizo que la joven se sintiera exaltada y retrocedió un poco.
«¿Qué demonios fue eso? Sentí como si unas chispas salieran de sus ojos aunque no pudiera verlos totalmente. ¿Un instinto asesino? ¿Ella? ¿Esa vieja? Sentí que en cualquier momento me iba a pulverizar.»
-¡Ah, si! -dijo como si se hubiera acordado de algo. -¡Ichika, esta niña me llamó viejo! -acusó Kafka mientras la apuntaba con su dedo índice.
La peliblanca alzó la ceja al escuchar aquello.
-Es porque si eres viejo, al igual que ella. -dijo la rubia.
-Se nota que además de maleducada, eres ignorante. Este hombre no se le concidera viejo, sino adulto maduro. Y solo es mayor que yo por tres años, no es para tanto. -dijo aclarando la situación.
-Como sea, se van a mover o los tengo que mover yo.
Ichika alzó la ceja en confusión de lo que dijo.
-Ella quiere aparcar en el mismo lugar donde está Senpai. -le informó Ichikawa al ver que la mayor no entendió.
-Niña, ¿que no te sabes la ley de el primero en llegar gana?
-Yo quiero ese lugar. -dijo retadoramente la joven, pero esta suspira. -Olvídenlo, mejor lo moveré yo.
Sin darle oportunidad a nadie de decirle algo se empieza a desaprochar la parte superior de su vestido.
-Maleducada, ignorante y además con tendencias nudistas. Estos jóvenes de hoy en día. -negó para si misma la mayor. -¡Ustedes dos cúbranse los malditos ojos! -les ordenó ella a lo que ambos se llevaron sus palmas de las manos a sus ojos. -¡Y tú...! -paró al voltear a verla nuevamente. -Eh, ¿saben qué? Ignoren lo que dije, ya pueden ver.
Al hacerlo ven que la rubia cargaba el vehículo de la compañia con una sola mano para así arrojarlo lejos.
-¡No, el seguro no lo va a cubrir! -dijo Kafka yendo hacia la camioneta para ver si no se dañó de algún lado.
La chica iba a hacer exactamente lo mismo con la moto de la peliblanca pero esta la detuvo tomándola fuertemente de la muñeca.
-Ni siquiera lo intentes, mocosa estúpida. -apretó su agarre.
-La estúpida es otra, suéltame o te irá mal, vieja. -dijo ella sonriente al ver que sus guardaespaldas iban a taclearla pero Ichika los noqueó de un solo golpe a cada uno con la mano libre dejando sorprendida a la rubia.
-Mira niña imbécil, tengo cero tolerancia con las de tu tipo y más cuando quieren tocar lo que es mío así que este es el trato, te dejamos el estúpido lugar si te largas de una vez, ¿quedó claro? -ofreció ella mientras no dejaba de apretar su muñeca haciendo que la rubia se quejase un poco.
«Imposible, esta vieja tiene demasiada fuerza. ¿Tendrá su propio traje igual que yo? ¡No me puedo zafar! ¡Lo sabía ella no es como los otros aspirantes!»
Pensaba mientras intentaba sacarse su mano de ella.
-¿Lo entiendes ahora, niña? Por muy adelantada que estés en esta área siempre habrá alguien que esté un paso más que tu. -le dice en su oído para que únicamente ella lo escuchase para después soltarla sin más.
La rubia solo se sobó el área afectada, estaba más que segura que su muñeca estaba más que roja debajo del traje de kaiju que tenía puesto.
-Preséntate, mínimo eso te lo debieron de enseñar en preescolar, mocosa. -ordenó la peliblanca con los brazos cruzados mirando despectivamente a la joven.
La rubia gruñó en lo bajo pero esa era su intención desde el principio.
-Participante número 2016, Shinomiya Kikoru. -reveló ella haciendo que Ichikawa se sorprendiera.
«No me sorprende, se le nota en toda la cara.»
Pensó Ichika al escuchar su nombre completo.
-Ahora tú. -dijo Shinomiya a Ichika. -¿Cómo te llamas?
-A diferencia de ti a mi si me educaron bien. -se sacó la paleta de su boca para poder hablar mejor. -Participante número 2029, Ichinose Ichika. -dijo ella aún con los brazos cruzados. -Y si te vuelves a meter con alguno de ellos, te las verás conmigo, niña Shinomiya.
-Tengo otra pregunta. -volvió a hablar. -¿Por qué ese viejo huele a kaiju?
La pregunta hace sobresaltar a Ichikawa y tensar a Ichika.
«La niña tiene buen olfato, si nos descuidamos estamos fritos.»
Pensó la mayor apretando un poco sus puños escondidos en su cruzada de brazos.
-B-Bueno, nosotros trabajamos en la industria de eliminación de restos, eso es todo. -le aclaró el más joven ya que la mayor no iba a decir palabra alguna.
-¿Qué hacen un montón de basureros aquí? -preguntó con la ceja alzada en sorna.
-Te doy derecho a tres y ya van dos, mocosa. -expresó con el ceño fruncido la mayor con altas ganas de ponerla en su lugar.
En eso un ruido les hizo llamar la atención, era Kafka cargando la camioneta de la compañía para volverla a colocar como se debe dejando sorprendida a Kikoru, orgullosa a Ichika y rendido a Ichikawa por lo que hizo.
-¡Imposible! ¿¡También tiene un traje especial al igual que ella!?
«¿Traje especial? Ah, se refiere a lo que usa. Si tan solo supiera...»
Pensó Ichika al ver aquella escena con satisfacción.
-Participante número 2032, Hibino Kafka. Recuérdalo, señorita. -se apuntó a si mismo mientras hacia una cara ruda.
-Sólo vine a hacer mi entrada, pero al parecer este año será interesante. Prepárense para hacer sus caras de sufrimiento. -dijo ella recobrando su confianza nuevamente.
Ichika solo dio medio paso hacia adelante y con eso bastó para ponerla en alerta.
-C-Como sea, me voy. Vamos Sebas. -le dijo a su mayordomo para irse de ahí junto a sus guardaespaldas que recién se recuperaron del golpe de la peliblanca.
Una vez se fue el aire ya se podía respirar mejor pero el buen ambiente no duró mucho ya que Ichikawa regañó a Kafka por usar su poder sin precauciones.
-Pero lo hice en un lugar no visible. -dice este excusándose como si no fuese tan malo.
-Me impresionas, eso quiere decir que ya puedes controlar mejor los atributos de Parca. -dijo con satisfacción al ver el rápido progreso de su amigo.
-¡No se ponga de su lado, senpai! -reclamó el más joven.
Después del escándalo los militares en la zona les dijeron que se fueran de ahí.
-Ahora si. -exclamó Ichika dispuesta a ir directo hacia los militares pero fue cargada por Kafka en su hombro para huír de ahí. -¡Déjame ir Kaf! ¡Les mostraré quienes son los que se tienen que largar!
-No si eso significa que te vas a pelear con ellos.
-No me voy a pelear con nadie, solo tendré una pequeña charla amistosa, nada del otro mundo.
-¡Esa ya me la sé! ¡Así le hiciste la vez que fuimos a un bar y casi matas a golpes a un tipo que no dejaba de molestarnos! -la exhibió sin más mientras seguían su camino.
-¿Qué ella hizo qué? -preguntó Ichikawa medio espantado por lo que escuchó.
-¡Mira lo que haces! ¡Ya espantastes al niño! -le da un zape en la cabeza.
-¡No me des golpes que los tuyos duelen!
-Cambiando de tema. -quiso apaciguar el posible pleito entre ambos el pelicenizo. -¿Por qué se cambió de aspecto, senpai? -lanzó su duda sin más.
-Cierto, eso si que nos sorprendió. -concordó Kafka.
Ella solo suspiró para después ser bajada por el más alto una vez la vio mas calmada para retomar su camino ahora caminando.
-Después del incidente de hace tres meses supuse que debía de hacerme unos cambios para evitar llamar la atención.
-Pero si así haces todo lo contrario. -dijo el más grande.
-Me refiero a que puede que hayan dicho mis rasgos físicos a los de las fuerzas. -aclaró ella.
-Si lo dice por la niña estoy seguro que no dirá nada. Creo. -dice Ichikawa casi seguro de lo que dijo.
-La niña no, pero la madre tal vez si.
-Pero si ella se desmayó. -reocrdó Kafka.
-Mujer prevenida vale por dos. -aseguró ella sin decir otra palabra más. -Lo único que debo de hacer es mantenerme alejada del agua. Este tinte es del barato.
Los exámenes se dividían en dos secciones: prueba física y prueba de aptitud.
En la segunda se evaluarán sus habilidades naturales ya que en este el contenido es dezconocido ya que cambia cada año.
Por lo que su objetivo principal es sacar buen puntaje en la prueba física.
Por muy difícil que pareciera.
En lo que estaban corriendo Kafka sentía que se el salía el alma por la carrera, en eso Ichika se le coloca al lado para ver que no se andaba muriendo.
-¿Te encuentras bien? -lo mira preocupada de que le diera un ataque.
Con esfuerzo le alza el pulgar en señal de que aún vivía, por ahora.
-¿Por qué no usas tus habilidades? -refiriéndose al kaiju pero este negó con la cabeza.
-Todos se están esforzando limpiamente, sería injusto hacerles algo como eso ya que también quieren ser soldados como yo. No sería válido. -dice este a suspiros de cansancio pero compresivo.
La peliblanca asintió entendiendo su punto.
-Que buen corazón tienes amigo.
-Pero a cambio quiero que hagas algo por mi. -le dice este como si estuviese en sus últimas.
-Lo que sea.
-Adelántate, quiero que ganes un buen puesto. Por mi. -le dice con una sonrisa en su rostro cansado. -Me gustaría verte en la cima alguna vez.
Aquello solo hizo que ella lo meditase por un momento.
-Por favorcito~. -suplicó causando que ella suspirara en rendición, no le podía decir que no.
-Esta bien, verás como la mayoría muerde el polvo, por lo que no puedo llamar mucho la atención y lo sabes. -Kafka asintió más que satisfecho.
Ichika tomó una ligera bocanada de aire y aumentó su marcha superando a la gran mayoría de los que estaban delante de eKafka y de ella tomando por sorpresa a los participantes y a los examinadores.
-¡Eso amiga! -dijo con esfuerzos el mayor mientras seguía trotando como podía para luego terminar tosiendo un poco. -¡Ay! Creo que me tragué algo.
Las pruebas habían acabado y les dieron el número en que quedaron a todos, mientras en otro lado Kafka estaba de rodillas en el suelo al ver su posición actual.
De los 225 lugares disponibles, él quedó en el 219.
-Ayuda, creo que se me salió un pulmón. -exclamó casi sin vida este a sus dos acompañantes quien solo se dedircaron a sobarle la espalda.
-Por lo menos quedaste entre los lugares, eso es mejor que ser eliminado. -le consuela Ichikawa.
-Reno tiene razón, el punto es que pasaste, tienes derecho a participar en la siguiente etapa. -le hace segundas la chica.
-¡Tú ni siquieras sudaste! ¡No me mires, doy pena! -se atormenta Kafka tapándose la cara al ver el número que obtuvo aunque sabe que no fue con todas sus fuerzas.
-Bueno... Eso es cierto, usted es asombrosa senpai. -asintió el menor del grupo al recordar como le fue en casa prueba física.
-¿Tan rápido ya están sufriendo? -llegó la joven rubia de forma engreída para luego mostrar su posición actual, el no. 5.
Ichika solo soltó una risa de sorna haciendo que la rubia la mirase con el ceño fruncido.
-No eres quien para pararte aquí y decir algo, niña Shinomiya. -exclamó ella poniéndose delante de ella para mostrar su número, no. 4. Shinomiya frunció el ceño y mordió su labio inferior.
-¡Aún no acaban las pruebas! -se fue de ahí soltando un mufido de niña caprichosa.
-Pero que niña tan problemática, me compadezco de sus familiares. -se dijo más a sí misma que a alguien más.
-¿Cuarto lugar, senpai? Creí que sería la primera en la lista. -le dijo Ichikawa con confusión.
La mayor suspiró para luego mirarlo bien.
-Si quedaba en el primer lugar muchos sospecharían al instante, por eso tuve que contenerme un poco para no llamar la atención de golpe. Además se ve que en este año hay muchos jóvenes con gran potencial. Lo sé con solo mirarlos. -dice ella al ver a los tres primeros lugares.
3er lugar: Furuhashi Iharu.
2do lugar: Haruichi Izumo.
1er lugar: Kaguragi Aoi.
-En pocas palabras, la élite que aspiran a llegar alto en el cuerpo en vez de ser solo unos simples soldados. -concluyó Ichika al escuchar la explicación del menor. -Estos chicos si que son ambiciosos.
-Así es, y no solo ellos, también está la mejor de entre todos.
-La niña Shinomiya, si, eso está más que claro. Prácticamente nació en un entorno en donde subyugar kaijus se volvió como una simple rutina para ella. Sin contar que tiene la presión de ser la mejor de todos en todos los sentidos posibles. -comentó mientras la examinaba detrás de sus lentes.
-¿Cómo sabe esa parte? -le pregunta Ichikawa con gran curiosidad.
-Adiviné, supongo. -alzó los hombros con simpleza. No entraría a detalle sobre eso.
-¡Ya se me hacía raro que todos fueran súper buenos! -compartió Kafka asimbrado por la reciente información.
-¡Ja! ¿Ahora ya sabes de mi grandeza, Hibino Kafka? -nuevamente se acercó hacia el trío a restregar sus logros.
-Niña, ni quien te tope. -resopló Ichika cansada de que se siga apareciendo.
En eso no se da cuenta que su amigo se acercó demasiado a la joven sorprendiéndola por su acto y lo que le dijo.
"No sabía que eras tan impresionante."
Esas fueron exactamente sus palabras, pero también eso causó que los guardaespaldas de la adolescente casi se le fueran encima de no ser porque Ichika nuevamente los golpeó dejándolos noqueados.
-Oye niña, o los calmas tu o los calmo yo. Ya me estoy cansando de tus malditos perros. -advirtió ella.
Shinomiya todavía no se creía de lo que era capaz esa mujer.
«Entonces no fue solo suerte, ella si es capaz de matar a alguien sin la necesidad de un traje especial.»
Su escándalo hizo que algunos les prestaran atención, algunos como Iharu e Izumo.
«¿Esa mujer noqueó a dos hombres de un solo golpe?»
Pensó Iharu sorprendido al ver la escena.
«Estoy casi seguro de que si me llego a topar con esa mujer de cabello blanco no salgo vivo.»
Sudó un poco Izumo mientras desviaba la mirada.
-¡Ichika, no los mates! -le reclamó Kafka.
-No están muertos, solo están duermiendo una larga siesta. -dijo extendiendo la primera "a" en "larga" mientras se tronaba sus nudillos.
-¡Senpai, se excedió! -se exaltó Ichikawa al ver a los hombres tirados.
-No exageren ustedes, esos tipos aún siguen respirando. ¿No ven sus pechos subir y bajar? -dice apuntándolos sin ninguna pizca de arrepentimiento pot sus acciones.
-¡Ese no es el punto! -ambos dijeron al unísono.
En lo que estaban ocupados ellos, Shinomiya aprovechó para alejarse de ahí lo más despacio posible, quizás meterse con la peliblanca no fue una de las mejores ideas que haya tenido.
-"¡Ahora dará comienzo el test de aptitud! Los participantes deberán reunirse en el área de práctica." -se escucharon por los altavoces del recinto.
Ahora llegaba el momento de la verdad, por lo que en verdad se estuvieron esforzando para llegar a este punto, la prueba de aptitud.
Según por las palabras de Ichikawa durante dos años la segunda mitad del examen ha sido eliminación de restos de kaiju, razón por la que él decidió entrar a trabajar en los limpiadores.
Ahora solo quedaba rezar a que fuera así este año.
-Mira el tamaño de esas puertas. -exclamó Kafka al estar frente a la zona donde se realizará la prueba.
Ante ellos estaba el encargado de evaluar la selección, alguien muy importante en la división en donde se encontraba.
-Bienvenidos sean todos los aspirantes. Este año me dejaron a cargo de aplicar la prueba de selección. Soy Hoshina, vice capitán de la tercera división, y realkizaremos la prueba de aptitud en esta zona de prácticas. -exclamó el hombre de ojos rasgados y de cabellos oscuros para poder teclear algunos botones y dejar ver lo que estaba detrás de la puerta.
Al escuchar el nombre de ese hombre y de verlo, Ichika tuvo un escalofrío.
Sin duda alguna no debe de cruzar palabra con él.
Afortunadamente la chica estaba casi a las espaldas de Kafka por lo que no se lograba ver tanto de ella ante el vice capitán.
«¿Hoshina? ¿Del clan Hoshina? Sabía que esos rasgos me eran conocidos. Toda su familia se dedica a exterminar kaijus también. Será mejor guardar distancias con él.»
La puerta se abre dejando ver lo que sería la segunda parte del examen: Derrotar a los kaijus que capturaron con mucho cuidado y que les quitaron los cuernos para evitar que lanzaran sus bolas de energía destructivas.
Aquella revelación causó que Kafka e Ichikawa se sintieran estafados.
El kaiju principal, que era del tipo toro al parecer, se dirigió hacia la entrada pero no pasó a mayores ya que se presentaron unas barras que le impideron llegar a más.
-¿¡No que era de limpiar, mi amigo Ichikawa!? -le reclamó Kafka al joven.
-Solo es lo que hicieron estos dos años, yo también me siento decepcionado. -se excusó este.
Una risita burlona se escuchó entre su discusión y miraron hacia donde provenía, era Shinomiya quien los miraba con una sonrisa engreída.
-¿Tienen miedo? ¿Quieren que los proteja? -les pregunta con tono burlón.
Ichika hace caso omiso a lo que estaban haciendo esos tres, su atención total estaba en aquel kaiju principal del tipo toro.
«Pero que criatura tan espléndida. Hace años que no veía uno de su clase. Hasta me sentiría mal el matarlo, puede ser útil si sabes como usarlo. Que despercidio tenerlo en cautiverio.»
Quizo acercarse más pero sabía que era un peligro si ese vice capitán la mirase.
De todas formas lo hará, pero no quiere eso ahora.
El kaiju que gruñía entre las rejas se tranquilizó poco a poco al detectar un olor particular para él, luego de un momento se alejó de las rejas para irse a otro lado dejando en confusión a los presentes.
«¿El kaiju retrocedió?»
Ese fue el primer pensamiento que tuvo Hoshina al ver por primera vez aquella reacción. Jamás se habían presentado esas señales en él.
Ichika ve como se marcha aquella criatura cuadrúpeda para estar junto a sus residuales.
«Adiós fortachón, te veré más tarde.»
Se despidió mentalmente de este para luego ir a otro cuarto donde les darán lo necesario para subyugar a esos kaijus.
Sin darse cuenta, unos ojos rasgados observó su cabellera blanca cuando ella dio vuelta causando que algunos recuerdos le viniesen a la mente y se le hizo raro la forma en que miraba al kaiju hace unos momentos, pero le restó importancia a lo último para después entrar nuevamente en papel de evaluador de aquella prueba.
«Más tarde me encargaré de eso, pero la actitud rara del kaiju no es para nada a lo que hemos visto en los últimos meses desde que lo capturamos.»
Analizó mientras caminaba hacia el cuarto asignado: El cuarto de los trajes especiales.
-Alessa.
Escrito: 05/08/2024.
Publicado: 29/08/2024.
FADT: Fuerza de Autodefensa Terrestre de Japón.
Aspecto actual:
Ya me siento mucho mejor por lo que seguiré trabajando en este libro y luego me pasaré al de Blue Lock: Yo soy ^^, espero y lo haya disfrutado.
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