3. Decisión y Sorpresa.
Multimedia: Ending Kaiju no. 8.
[3 años atrás; al sur de Yokohama.]
HOSHINA's POV.
—Pero, ¿que rayos pasó aquí? —pregunté al ver la escena frente a mi.
Recibimos un reporte sobre un kaiju tipo topo por la zona a lo que acudimos de inmediato.
Pero cuando llegamos todo estaba destruido, incluyendo el kaiju y sus residuales.
—¿Alguna división también le fue reportado esto? —preguntó la capitana a Okonogi desde el comunicador.
—¡Negativo! Fuimos a los únicos que se le informaron. Además está en nuestra jurisdicción esta área. —respondió la del control.
—Entonces, ¿quién habrá hecho esto? —dijo al aire mientras observábamos nuestro alrededor. —¡Ikaruga, revisa el área si es que no haya residuales! ¡El resto investiguen con los civiles si vieron algo respecto a lo sucedido! —mandó la orden.
Yo caminé por los escombros para ver si había algún herido. A lo lejos vi a una pequeña con sus padres a salvo mientras esta se encontraba en brazos de su madre. El padre solo tuvo algunas leves lesiones.
—¡Hay heridos! —reporté para que me apoyasen mientras yo me dirigía hacia la mujer. —¿Se encuentran bien?
—Si, muchas gracias. —me responde esta mientras acariciaba los cabellos de su hija. —Solo destruyeron algunas cosas, nada grave y mi esposo solo le cayeron algunas tablas y pocos escombros, aunque creo que se lesionó el hombro. —dijo al verlo ser atendido por mi pelotón.
—Entiendo. ¿Sabe que fue lo que pasó aquí?
—Sentimos temblores y cuando nos dimos cuenta la zona ya estaba repleta de kaijus, salimos de casa para ir hacia otro lugar pero cuando dimos vuelta en una esquina había uno de esos ya muerto. —me dice la señora a lo que yo me sorprendo.
¿Muerto? Si apenas llegamos no hace unos minutos.
La niña que se encontraba en sus brazos me miró y me hizo la seña de que me acercase a lo que yo le hice caso.
—La hermana de la máscara dijo que si los veía les dijese que no tenían que preocuparse, que ella se encargaba de todo. —fue lo que me dijo.
¿Quién?
—Verá, una mujer con el rostro cubierto y capucha negra fue la que se enfrentó a los kaijus con unas cosas extrañas. Lo supimos por la voz, así que por un momento pensamos que era parte de sus fuerzas. —me dijo ahora el hombre que ya fue atendido y está listo para ir al hospital junto a su familia. —Si la ve, dígale que le debemos la vida, por favor.
Se llevaron a la familia para poder revisarlos mejor a lo que yo me quedé pensativo.
¿Mujer de la máscara? ¿Cosas extrañas?
Esto no lo hizo ninguno de los nuestros. La zona se ve solamente destrozada a causa de los kaijus, pero los cadáveres muestran que no fueron asesinados por nuestro armamento.
Ni siquiera fue por una espada, como en mi caso. Además, eran demasiado grandes como para morir solo con eso. Y yo mismo lo sabía.
El cuerpo tenía marcas como del tipo quemaduras y eran algo profundas, sin mencionar que le cortó dos de sus patas para después dejarle una cortada en su cráneo que es la causa de su muerte junto a la fractura de su núcleo.
—¿Qué piensas de esto? —la voz de la capitana me hizo volver a la realidad.
—Que alguien nos quiere quitar el trabajo. —dije sin más.
Parecía que ya tenía experiencia contra los kaijus, supo exactamente qué hacer y en donde golpearlo para poder matarlo.
—En uno de los residuales noté marcas de colmillos en su cuello, además de extremidades aparentemente arrancadas a la fuerza. —dijo mirando el entorno.
—¿Arrancados? —pregunté y ella asintió.
—Como si otra bestia hubiese luchado contra ellos. —reveló.
¿Qué demonios está pasando aquí? ¿Y porqué ahora?
—"Noticias de último minuto. Se nos informó que los kaijus que atacaron la zona sur de Yokohama hace 3 noches fueron eliminados por un ser misterioso a lo que la gente le ha apodado "La dama roja", dado que los testigos han mencionado que era una mujer con una máscara roja y capucha negra sin posibilidad de ver más. ¿Esta "dama roja" trabaja con las fuerzas de defensa? Si es así, ¿porqué nadie dice nada al respecto? Hasta aquí mi reporte, muchas gracias."
Eso fue lo que dijeron los medios por lo sucedido.
Tratamos de seguirle el rastro pero no había por donde empezar. La escena únicamente se encontraron los restos de los kaijus y por si fuese poco los reporteros buscaban respuestas de nuestra parte.
¿Cómo les íbamos a decir de algo que desconocemos?
—Vice-capitán Hoshina, ¿sabe algo al respecto de las acciones de la "Dama Roja"? ¿Cree que también se relacione con lo que pasó en Hyogo hace 2 años? —me dice uno sin dejar de mirarme y esperando respuestas.
—Sin comentarios. —me limité a decir y rápidamente salí de ahí. —Odio el trabajo extra... —solté sin más mientras suspiraba y seguía mi camino lejos de los medios.
[Hospital General del Sur de Yokohama; Actualidad.]
NARRADOR OMNISCIENTE.
—¡¿Qué diablos está pasando!? —dijo el kaiju de nombre Kafka al verse completamente.
Ichikawa de la impresión nuevamente gritaba lo que causó que el otro gritase también haciendo un escándalo.
Fueron callados por un golpe en la cabeza por parte de la chica.
—¡Silencio, par de idiotas! ¡Asustan más al viejo! —les dice ella al ver que el señor mayor se cayó de sentón mientras seguía observando a Kafka.
—¡Arreglemos el malentendido! ¡Intenta sonreír! —le sugirió Ichikawa.
—No, no sonrías. —le ordenó Ichika, pero Kafka le hizo caso al más joven haciendo una cara totalmente opuesta a lo que quería. —¡Te dije que no sonrieras!
El señor se había desmayado del susto.
—¿¡Ven lo que hacen!? ¡Capaz y murió de un infarto! —les dice ella algo alterada.
—¡Ay no! ¿¡Qué hice!? ¡Señor! ¿Usted está bie-...? —cortó la oración al ver que su mano fracturó la mayoría de infraestructura.
—Dios mío... ¿Cómo es posible este suceso? —se preguntó la mujer al ver todo lo que se ocasionó en tan poco tiempo.
Aquello hizo los tres se pusieran más nerviosos, sobretodo los varones.
—¡Rápido, hay que salir de aquí! ¡No tardarán en llegar esos inútiles! —les dice la mujer dirigiéndose a la ventana del cuarto.
—¡Cierto! ¡Salgamos por la ventana! ¡Bien pensado, Ichika! —dice este al ver que los demás pacientes se acercaban y lograron verlo.
Cuando este solo rozó la ventana esta se destruyó por completo causando más desastre del que ya estaba hecho.
—¡Perdoncito! —se disculpa este mientras se queja de los cambios de su cuerpo.
Los tres saltaron hacia la libertad, marcando la gran diferencia de salto entre los individuos.
Ichikawa estaba cerca de la orilla del edificio, mientras que Ichika y Kafka estaban algo más lejos de él, sobretodo Kafka.
—¿¡Qué diablos está pasándome!? —lágrimas de desesperación se hicieron presentes en el rostro del transformado.
Siendo ahora el fugitivo más buscado por las Fuerzas de defensa.
HOSHINA's POV.
—Nos llegó el informe de que el kaiju huyó del Hospital General Sur de Yokohama. Ya dirigiéndose a un área ya evacuada. —informé hacia la capitana y al pelotón que iba con nosotros en el auto convoy.
La aparición de este kaiju nos tomó a todos por sorpresa, y no era para más.
Un kaiju de dimensiones pequeñas era más molesto que uno colosal, en mi opinión.
Dependiendo de cuales son sus rasgos y habilidades se tarda más en localizarlo y en subyugarlo.
Si apareció un kaiju así, ¿podría aparecer ella también?
—Sur de Yokohama... —susurré para mi mismo. Es el mismo lugar en donde se reportó aquel kaiju tipo topo hace tres años.
¿Será coincidencia?
En todo caso el objetivo está en movimiento y solo nos queda lidiar con ello.
NARRADOR OMNISCIENTE.
[En las calles del Sur de Yokohama; 10:15 pm.]
Tres figuras se encontraban corriendo lo más lejos que podían de la zona para evitar ser vistos por las fuerzas.
El más joven no entendía lo que estaba pasando, pero ha estado al tanto de los detalles que dicen por la alarma kaiju.
Eran las características de su amigo, confirmando que si lo estaban cazando.
—Oiga, solo para confirmar. Es usted, ¿verdad senpai? —dice volteándolo a ver sobre su hombro para encontrarse con una rara forma de este en todos los sentidos.
—Ni yo mismo estoy seguro.
—¿¡Qué carajos es eso!? —dijo Ichika al verlo de lado. —En definitiva todos los kaijus de este país son muy feos.
—¡No me insultes, por favor! ¡Yo también quisiera saber que es esto! —lloriqueó ofendido.
En eso, algo sale de su boca como si fuese una serpiente y rápidamente captura a un cuervo que pasaba por ahí, matándolo en el acto para proceder a devorarlo.
—¡Miren! ¡Me estoy comiendo un pájaro!
—¡Que asco! ¡Eso es demasiado! —se quejó Ichikawa al ver aquello.
—Creo que eso es peor que los intestinos... —dice Ichika para seguir mirando al frente sin dejar de correr.
Su cuerpo vuelve a cambiar de forma, volviendo a la normalidad.
—Ah, regresé a como estaba. —dijo sorprendido.
—Eso también da asco, senpai.
—Creo que el kaiju solo tenía hambre. Eso es bueno.
—¿¡Qué tiene de bueno eso!? —ambos se quejan.
—Solo decía...
—¡Ichikawa, Ichika. Tengo un problema! —volvió a hablar Kafka.
—¿Qué ocurre, Kaf? —dice ella mirando al frente todavía.
—Necesito hacer pipí. —su oración no encajaba para nada con la cara seria que hizo.
—¿¡Justo ahora!? —reclamó Ichikawa.
—¿Y no pudiste haber hecho hace cinco minutos? —le pregunta con la ceja alzada la mujer.
—¡Hace cinco minutos no tenía ganas de ir!
—Pues aguanta, campeón. Que no es el momento para eso.
—¡No puedo! ¡Este cuerpo tiene ganas de hacerlo! ¡No puedo detenerlo! —le responde en pánico. —¡No, por favor! ¡Soy una persona decente! ¡Orinar en público es vergonzoso!
—Pero según usted, ¿dónde lo hará? No veo ningún órgano parecido. —tanto Ichika como Ichikawa observaron el área donde supuestamente debería de estar aquello pero no había rastro de nada.
En eso otro suceso extraño pasó. Por los pezones del kaiju humanoide salió todo aquello que debió salir por otro rumbo tomando desprevenidos a los tres.
Ichika al ver eso se detuvo a reírse de él mientras Kafka se colocó de rodillas lamentando aquel hecho.
—¡Ya nunca nunca podré encontrar esposa! ¡Déjenme morir aquí con la poca dignidad que me queda!
Aquello hizo que Ichika dejase de reír y lo miró con el ceño fruncido para luego ir hace él y pisarle la cara fuertemente.
—¡Ay, oye eso dolió! —se quejó el hombre kaiju.
—Merecido lo tienes por decir aquello. —volteó la cara enojada por el comentario.
—Preocúpese por su aspecto mejor. —le dice Ichikawa interrumpiendo su discusión. —Vamos, tenemos que escapar. Senpai, ayúdeme. —le dice a Ichika para que lo intentase cargar también.
—Pero, Ichikawa, Ichika... ¿Qué será de mi ahora? ¿Me podré unir a las fuerzas de defensa? —les pregunta con algunas lágrimas en sus oscuros ojos.
—¡No, para nada! ¡Olvídelo! Está claro que usted será el blanco una vez que lo llegasen a ver así. —negó varias veces y haciendo una "X" con sus dedos el más joven.
—Tiene un buen punto, Kaf. —le respondió ahora ella. —Esos tipos no saben distinguir entre un kaiju devora humanos y otro que solo existe por accidente.
—¡Ya me lo temía! —se lamentó sentándose en el asfalto.
Kafka se puso a pensar que ahora ya no podría unirse siendo aquello, y justo cuando lo había decidido finalmente, ¿le pasaba eso?
Ichika no le gustaba verlo así.
—¿Y no puedes intentar volver a la normalidad? —le pregunta de la nada. —Digo, si te transformaste en kaiju por una razón, entonces puedes destransformarte con otra, ¿cierto? —le daba opciones con tal de no verlo desanimado.
—¿Tu crees? —le miró con ojos de kaiju bebé al escucharla.
Ella asiente en su intento de consuelo.
—Estoy segura de eso, solo tienes que hallar una forma. Yo te ayudaré si así lo quieres. —le ofreció la mano para que se levantase mientras le ofrecía una leve sonrisa.
Kafka parpadeó numerosas veces conmovido por las palabras de su amiga.
—Yo sabía que tenías buen corazón. Solo te necesitan conocer más, Ichika.
—No es momento para eso Kaf, pero gracias. —le dice ella mientras lo ayuda.
Ichikawa solo observó la interacción entre ambos adultos, incluso en estas situaciones uno se dedica a mantener la calma y el otro causar un ambiente inusual pero cómodo. Aunque la situación no fuese del todo favorable.
En eso nota algo y los llama; encontró un perímetro de control por lo que si lo cruzaban estarían a salvo.
Ya dispuestos a cruzar la reja en eso Kafka siente algo y no solo él, sino que Ichika también.
—Algo viene hacia acá.
—¿Del cuerpo de defensas? —le pregunta preocupado Ichikawa.
—No creo que sea eso Reno. Es algo mucho más grande que ellos. —le responde Ichika frunciendo el ceño.
Algo no andaba bien y lo sentía en el aire.
—Viene del subsuelo. —compartió el kaiju. —Debe ser...
Un estruendo lejos de donde estaban se hace escuchar. La imagen que tuvo Kafka antes se manifestó.
—¡...Un Kaiju! —desde suposición, Ichika ve como una nube de humo junto con fuego se hace presente.
—Es del mismo tipo que nos atacó. —dijo recibiendo un asentimiento por parte de la chica.
—¿Cómo lo sabe? —le pregunta Ichikawa. —Pero al menos ahora ya no es el objetivo principal. Se desviarán y así será más fácil perderlos y escondernos. Lo único que nos queda es que no haya víctimas.
Kafka se queda parado por un momento al igual que Ichika. Ella lo miraba de reojo esperando a que hiciese algo, lo que sea.
Cuando lo ve girarse para seguir a Ichikawa, ella hace lo mismo.
«Esperar que no haya víctimas, ¿eh? Eso suena más a un milagro que le pides a Dios que cualquier otra cosa.»
Pensó ella mientras miró por última vez el humo negro.
[Lugar del ataque.]
Entre los escombros había una niña junto a su madre que estaba siendo aplastada por un mueble de su casa hecha pedazos.
Los sonoros llantos de la niña provocó que el kaiju las encontrase y de un solo manotazo quitase las partes del techo de la hacienda para poder verlas.
El kaiju había encontrado su comida y no iba a dejarlas ir tan fácil, y más si una de ellas estaba atrapada y la otra inmóvil.
La madre en su llanto quiso que su hija se salvase, pero esta se negaba a dejarla sola aunque eso significaba morir siendo devorada.
—¡Sal de aquí! —era lo que decía la mujer a su retoño.
La mandíbula del kaiju se abrió para poder darse su pequeño festín en medio de los pedidos inútiles de la madre en poder salvar a su hija.
La niña en medio de su espanto jamás se separó de su madre, aceptando inconscientemente que iba a morir ahí mismo.
O eso fue lo que creyeron ambas cuando el kaiju recibió dos golpes en el rostro. Uno era de un látigo y el otro de un puñetazo mandándolo a volar.
Las dos miraron lo que acababa de pasar por una milésima de segundo, la madre cayó desmayada por la impresión y la preocupación mientras que la niña era la que veía todo desde su sitio.
Por otro lado con los recién llegados.
—Brutal. —fue lo único que dijo Kafka mirando su puño y la reciente acción de su parte quedando perplejo.
—Coincido. Es una fuerza tan abrumadora que puede destruir lo que sea siempre y cuando te lo propongas. ¿No es eso bueno? —le dijo satisfecha por lo que hicieron.
En eso ambos voltearon hacia donde estaban las féminas y Kafka fue quien se acercó.
—¿Estás bien? —le preguntó a la niña pero esta se espantó. —¡Ah, si! ¡Lo siento mucho! Veamos.. —se quedó pensando por un momento.
—Ni siquiera lo intentes. —le advierte ella, pero era demasiado tarde.
Kafka sonrió para tranquilizarla pero tuvo el efecto contrario.
—¡Tarado, la asustas! —le da un golpe en la cabeza haciendo que este se quejase.
—¡Mujer, controla tu fuerza! ¡Me haces daño! —se sobó en el área afectada.
La mujer miró a la niña quien solo miraba todo entre lágrimas. Esta suspiró para poder arrodillarse quedando a su altura.
—Escucha pequeña. —usó un tono suave para no alterarla más de lo que ya estaba. —Por muy aterrador que lo veas no es como el resto, ¿si? El señor kaiju ayuda a los que lo necesitan y yo solo soy su compañera junto con el joven de allá. —apuntó hacia Ichikawa que recién llegó llamando a los adultos. —Así que no tienes de que preocuparte, tu mamá y tu ya están a salvo. Y el señor kaiju sacará a tu mamá de ahí, ¿está bien?
Ichika miró a Kafka de reojo haciendo que este entendiese la orden silenciosa y quitó el mueble del cuerpo de la señora mientras que Ichikawa la revisaba asegurándole a la niña que ella solo se desmayó.
—Kaf. —llamó Ichika mirando que el kaiju se volvió a levantar. —Muy bien, todos atrás. Yo me encargo de esto. —estiró su látigo en mano lista para darle el golpe final a la bestia pero fue detenida por Kafka.
—Espera Ichika, quiero intentar hacer una cosa. —le pidió este mientras colocó una mano en su hombro. —Por favor protege a los tres. Esto se pondrá algo movido.
Ichika lo mira por unos momentos y termina aceptando.
—Bueno, a veces ser espectadora no es tan malo. —se encoge de hombros y va donde Ichikawa y las féminas. —Procura golpearlo en serio.
—No tienes que decírmelo, eso mismo iba a hacer. —le asegura mientras se coloca frente al kaiju araña.
—¡Reno, llévalas debajo de ese pedazo de pared! Esto se pondrá algo movido. —le dice al joven y este obedece.
A la cuenta de tres Kafka se prepara para darle el golpe más serio que se dispuso a hacer al kaiju haciendo que explotase literalmente en pedazos para después quedar bañado en la sangre de este.
Al ver aquello Ichikawa dice que ese poder no debe de ser usado en humanos mientras que Ichika solo soltó un silbido por la leve muestra de poder de ese cuerpo.
—Ya no hay peligro. —dice el hombre kaiju girándose y causando que la niña se escondiese detrás de Ichika.
La chica sale de ese escombro para ir hacia Kafka quien giró la cara para no asustar más a la pequeña. Al verla, la mira algo preocupado por las víctimas pero ella solo saca un pañuelo para quitarle los restos de sangre de su cara de calavera.
—Si vas a hablarle a alguien lo normal es limpiar todo eso de tu rostro, Kaf. Tienes sesos de kaiju por todo el cuerpo, es natural que la pobre se asuste. —le dice mientras le seguía limpiando.
Una vez quitado la mayor parte con una señal con la cabeza por parte de Ichika se dirige hacia la niña y le dice que ya no tiene de que preocuparse y que las fuerzas no tardarán en llegar y que él se iría.
Cuando se disponía a retirarse la niña lo detiene.
—Señor kaiju. —le llamó así como le dijo la mayor. —Gracias.
Ichika sabía perfectamente que esas palabras tenían un buen efecto en el mayor, por eso lo ayudó en todo lo que podía.
Y si él quería unirse a las fuerzas de defensa, entonces que así sea.
—Ichikawa, Ichika. Ya lo decidí. —les menciona a ambos mientras que Ichikawa deja a la mujer en un lugar seguro junto a la niña ya que llamó a emergencias. —Me uniré a las fuerzas de defensa. —parte de su rostro fue reemplazado por su aspecto humano haciendo sonreír a Ichika quien siempre tuvo fe en que podría cambiar de apariencia.
—Si eso es lo que quieres, entonces que así sea. —le dice su amiga apoyando su sueño.
—Y tú vienes con nosotros.
—¿Qué? —aquello la dejó en blanco. Eso no estaba acordado.
[Mismo lugar; momentos después; llegada de las fuerzas de defensa a la zona.]
La tercera división llegó al punto donde se detectó al kaiju tipo araña, sin embargo, al ver la zona totalmente destruida se sorprendieron al ver que ya no había rastros de ningún kaiju.
—¿Qué es todo este desastre? —preguntó el vice-capitán.
—Es incluso más desastroso a lo que vimos hace 3 años. —la capitana Ashiro miró a su alrededor llevando su vista en Bakko, su tigre, para después pasar a donde la señora la estaban transportando en una camilla.
En eso, veo a la niña con uno de sus soldados.
—¿Cree que también haya sido obra de esa "figura"? —así es como se le denominaba a la mujer que mataba kaijus anónimamente.
—Dejar restos de kaiju de esta magnitud no es su modus operandi, ella es más de neutralizar y de ir al punto débil, como tú, pero esto es más del tipo destructivo masivo.
«Como yo, ¿eh? Debe de tener un estilo de pelea similar al mío. Combate de cuerpo a cuerpo.»
Pensó Hoshina sin dejar de mirar la escena sangrienta pero segura, si es que se le puede denominar así.
La capitana va directo hacia la niña para poder saber que fue lo que rayos pasó ahí mismo.
Cuando le pregunta del kaiju la niña se asusta en consecuencia al recordar a aquella criatura de seis patas y rostro feo, pero ella la tranquiliza diciendo que ella se encargará de exterminar a todos los kaijus.
Pero algo de la niña la dejó helada.
—Pero no mates al señor kaiju, ¿si? —le dice ella mientras la mira a los ojos. —Él es bueno y él fue quien nos salvó a mi y a mi mamá.
¿Era en serio lo que decía?
—¿Estás segura? Pudiste confundirte por el miedo. —le trata de hacer que piense mejor las cosas, a fin de cuentas era una niña.
Pero esta niega con la cabeza, señal de que lo que salía de su boca era cierto.
—El señor kaiju llegó y se encargó del kaiju feo. Y... —estaba a punto de decir algo más pero recordó las palabras que le dio la mayor.
[FLASHBACK; momentos antes de que las fuerzas llegasen al lugar.]
—Escucha bien pequeña. Puedes decirles a las fuerzas que el buen señor kaiju las salvó a ti a tu mamá, pero bajo ningún motivo debes de mencionarles a nosotros, ¿quedó claro? —se apuntó a si misma y a Ichikawa.
La niña no comprendía el porqué no. Si ellos también la ayudaron con su mamá, sobretodo ella que golpeó al kaiju.
—Verás, las fuerzas de defensa son los encargados de resguardar el país, ¿cierto? —la niña asiente. —Y por ende son muy territoriales y serios en su trabajo de proteger a los demás. SI se enterasen que una civil sin permiso de pelear contra kaijus acaba de golpear a uno, ¿crees que les gustará?
La niña solo ladeó la cabeza confundida y sin saber que decir, a lo que Ichika suspira. Quizás eso era demasiado para ella.
—Solo menciónalo a él, ¿de acuerdo? —señaló a Kafka kaiju quien solo saludó con su mano. —No les digas que nosotros estábamos aquí, podrían regañarnos y no quieres que eso nos pase, ¿verdad pequeña? —ella niega ante las palabras de la mayor.
El tono que usaba Ichika era suave y amable para que la nena comprendiese su punto, si las fuerzas se enteraban demás entonces ella estaría frita.
—Buena niña. —le dio palmadas en su cabeza. —Por ahora nos retiraremos y espera a que las fuerzas lleguen y ayuden a tu mamá a ir al hospital. Y cuídala mucho, ella te necesitará más que nunca. ¿Serás una niña fuerte para mi? —le pregunta con una leve sonrisa.
—¡Si! ¡Yo cuidaré a mi mami! —responde con determinación ante la encomienda.
—Así se habla, eres una pequeña guerrera que protegerá a su madre de todo mal, ¿si?
—¡Si! ¡Gracias, señorita!
—No sabía que eras buena con los niños. —le dice Kafka aún transformado mientras se iban de la escena.
—Normalmente no lo soy, pero ella requería que la consolaran en cierto modo.
—Senpai, eso fue asombroso. Nuevamente lanzó a un kaiju por los aires. —le dice Ichikawa a un lado suyo. —¿Dónde consiguió el arma? ¿Está hecha de kaiju también?
—Esta arma es mucho más antigua que la organización si te soy sincera. Incluso es más vieja que yo. —aprieta más el látigo en mano. —Prometo que se los contaré algún día.
—Si porque no puedo ser el único que tenga un secreto, comparte no seas mala. —aquello hizo reír levemente a la mujer. —Pero si te vas a unir a las fuerzas, ¿verdad?
—Kafka, no insistas.
—¡Pero Ichika! ¡Tu fuerza es un desperdicio si no la usas! ¡Podrías salvar a millones! Además no estarías sola, estarías con nosotros. —Kafka le sonríe desde la espalda del más joven que lo llevaba en su espalda. Ichikawa asiente mientras la miraba también.
En el fondo también quería que ella estuviese a su lado.
—Dije que no y es mi última palabra.
Ella se adelantó para que ya no la siguieran hostigando.
—¡Ichika, espera! —le llamó Kafka y esta se voltea molesta.
—¿¡Qué quieres!?
—Cárgame, Ichikawa ya se cansó. Por fi. —le dice este al ver que el más joven iba más lento de lo normal.
Iba a ser un largo camino de vuelta al hospital.
Pueden hacer preguntas con respecto a la obra, de los personajes o de los capítulos si gustan ^^.
-Alessa.
Escrito: 22/07/2024.
Publicado: 13/08/2024.
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