13. Celebración y Ascenso.
Multimedia: Vice-capitán de la Tercera División de las Fuerzas de Defensa; Hoshina Soshiro vs Hibino Kafka, alias Kaiju no. 8.
⚠️ADVERTENCIA: Capítulo largo ⚠️
NARRADOR OMNISCIENTE.
—Otra vez nos vemos las caras, pedazo de escoria. —le dice Ichika al kaiju cabeza de tornillo al ver que se la colocó en su lugar. —Te estaba esperando.
Alzó su cuchillo en mano para prepararse de lo que sea que viniese de su parte. El kaiju la observó por unos minutos antes de ver que el kaiju recién llegado estaba dejando al joven peliceniza en un lugar a salvo.
En eso esquiva una piedra que iba directo hacia su cabeza. Ichika le había lanzado una para que dejara de ver a Kafka con Reno.
—¡Hey, tornillo oxidado de mierda! —le llamó ella. —¡Concéntrate en lo importante! ¡Tu maldita vida está a punto de extinguirse!
Ella se abalanza hacia él lanzando diversos ataques rápidos cerca de su cabeza y torso, que, el kaiju tuvo que esquivar. Le lanza esos disparos invisibles pero todos y cada uno de ellos eran evadidos por la mujer.
—Lo siento Ichikawa, debí llegar antes de que esto sucediera. —se disculpó el hombre kaiju mientras sentaba de forma cuidadosa al joven. —Ahora mismo Ichika nos está comprando tiempo por lo que debes de tranquilizarte y hacer que se detenga la hemorragia de una por una.
—Sen... —quiso decir el joven pero por las heridas no consiguió terminar.
—No te esfuerces, sé perfectamente lo que quisiste decir. —le dice mientras se levanta y va directo hacia donde estaban el kaiju y la mujer que no dejaba que se escapase por ningún lado.
—Tengan cuidado, por favor... —susurró sin fuerzas Ichikawa mientras veía que nuevamente fue salvado por sus superiores.
—Sí, déjanoslo a nosotros. —le responde seguro de sus palabras.
Ichika esquivaba y devolvía los golpes que hacían que los brazos del kaiju se doblasen por la fuerza del impacto, este solamente se frustraba por tenerla en su camino estorbando siendo una simple humana.
—¿¡Qué ocurre!? ¿¡No puedes seguir el ritmo!? ¡Pues es evidente, bastardo hijo de perra! —en cada golpe que daba no dejaba de sonreír de forma algo maniática.
Su sangre hervía a más no poder, sus ojos tapados con los goggles reflejaban un brillo singular a causa de su aumento de temperatura y sus pulsaciones rebasando los 100 latidos por minuto. Sin mencionar que sus venas se marcaban cada segundo que lanzaba golpes hacia su cuerpo.
Era más que obvio que era por aquella noche y por el simple hecho de que estaba frente al responsable de todo lo malo.
—Qué molesta eres. —ya había recibido bastantes puñetazos de su parte que comenzó a sangrar por la boca.
—¡Tú eres el molesto, idiota bastardo! —le grita sonriente. —¡Si que eres algo resistente! ¡Aún no puedo ver tu puto núcleo pero es porque este feo y horrendo traje no me favorece en poder para nada! —le dio una patada de lleno haciéndole retroceder mientras que dos de sus brazos cayeron al suelo.
Fue en ese instante que vio quebrarse el pecho para visualizar algo brillante para después este se regenerara lo más rápido que pudo.
«Lo tengo.»
Pensó Ichika feliz de lograr su cometido.
Kafka se acerca hacia ellos desde atrás, llamando su atención.
—Conque tú eres aquel, ¿eh? —le pregunta a Kafka. —¿El famoso Kaiju no. 8? No es que me importe mucho, pero ¿por qué me estorbas siendo un kaiju? Eras un kaiju mucho más poderoso de lo que pensaba, ¿verdad? Me gustaría sumar tú cadáver a mi colección.
—¡Ni en tus sueños malnacido! —gruñó la mujer con furia al escuchar esas palabras.
—¿Qué está sucediendo? ¿Por qué hay dos kaijus humanoides? Pero sobretodo, ¿esa mujer no le tiene miedo a esos dos? Digo, son kaijus pero el de cabeza de calavera nos salvó así que estoy algo confundido. —expresó Iharu que llegó casi a rastras al lado de Ichikawa.
Ichikawa se esforzaba por mantenerse despierto y ver lo que sucedía frente suyo. En eso escucha un sonido de impacto y enfoca lo más que puede hacia al frente notando que una bala invisible le dio a Kafka. Ichika lo miró desde el rabillo a lo que le empezó a gritar al kaiju tornillo.
Kafka sangró un poco por la boca.
—Ya veo. Eres muy duro. —dice el kaiju.
—Y tú eres muy estúpido y distraído. —dice la chica quien dio un salto para darle otra patada de hacha que el kaiju esquivó duras penas causando que el ataque destruyese parte del pavimento.
—¿Pero qué? ¡Oiga señora! ¿¡Está defendiendo al kaiju de azul o qué!? —le pregunta confundido y aturdido al ver las reacciones de la mujer.
—¡A callar niño! —le devuelve el grito. —¡Por si no te diste cuenta este kaiju salvó a Reno! ¡No me importa si es un kaiju o un mono, está de nuestro lado!
Kafka se tocó la herida por momentos mientras se veía la mano llena de su propio líquido rojo. El kaiju aprovecha eso para sacar sus otros brazos para atacarlo de lleno.
—Desgraciado... ¿Sólo jugó con nosotros? No iba en serio en nuestra pelea... —atónito de ver la escena, Iharu no apartaba la mirada bajo ninguna circunstancia.
Ichikawa queriendo decirles que se fueran de ahí, Kafka le habló al kaiju.
—Ya veo. —exclamó. —Conque les disparaste esto a sus cuerpos varias veces, ¿eh? —la mirada azulada del kaiju no. 8 brilló a causa de su ira.
Ichika también lo alcanzó a ver por lo que volvió a ver hacia al frente topándose con aquellos ataques de antes pero de forma consecutiva.
Kafka se puso delante de ella y de brazos cruzados lanzó un rugido evitando que dichos ataques les llegasen a los tres. De un momento a otro este ya estaba delante del kaiju tornillo para darle un buen puñetazo seguido de varios más de forma simultánea en el abdomen y en el rostro.
Ichika entendió que no deberá de interferir a menos que se torne fea la situación. Fue hasta los heridos para apoyarlos lo más que pueda.
—Reno. —le llama ella al llegar a su lado, notando las diversas heridas de su cuerpo y varias líneas de sangre saliendo de estas. Ichika apretó sus dientes al ver su estado. —Descuida, estarás bien.
De uno de los bolsillos que tenía el traje saca vendas para poder cubrir la mayoría de las heridas del peliceniza mientras que este detenía las hemorragias con ayuda del traje. Luego fue con Iharu para revisarlo y notar que su brazo estaba lesionado.
—Muerde esto. —le dio un pedazo de madera envuelto con un pañuelo azul cían. —Perdona pero te va a doler.
Antes de que Iharu pudiese exclamar algún sonido de confusión sintió que tomaban su brazo y de un movimiento se lo acomodaron en su lugar soltando un grito ahogado y mordía el pedazo que le dieron.
—No chilles. Eres hombre, carajo. —con la venda le hizo un cabestrillo para su brazo y que este no empeorara. —Asegúrate de que no se afloje. —Iharu asiente con algo de dolor.
Ichika veía como Kafka le proporcionaba puñetazo tras puñetazo al kaiju tornillo a pesar de que usó una pared de cadáveres, cosa que usó contra los jóvenes detrás de ella, para darse paso y tenerlo fácil al golpearlo.
—¡Golpéalo en el tórax! —le grita la peliblanca con coleta alta hacia el kaiju calavera, este la mira de reojo. —¡Ahí está su núcleo!
Con la información obtenida gracias a su amiga, Kafka se prepara para darle su máximo golpe de lleno y poder penetrar su pecho y así ver su núcleo. Si ella se lo decía era porque era verdad.
De sus patas salieron raíces que se pegaron al asfalto y su codo salió un tipo propulsor de donde salía una energía de color cían.
«Ah, eso se ve algo intenso...»
Ichika juntó con algo de prisa a Iharu y a Reno para abrazarlos dándole la espalda a ambos kaijus, protegiéndolos del estruendoso aire gracias al duro impacto de la criatura cían.
El puñetazo fue tan poderoso que el kaiju salió volando de ahí destruyendo parte de las viviendas de la zona, quedando semi destrozado y con el núcleo expuesto.
—Llévatelos lejos. —le dice el hombre kaiju a la chica.
—¿Estás seguro? —le pregunta con cautela. —Puedo ser el distractor para que lo remates.
—Necesitan ayuda médica. Gracias a que destruiste su campo de mimetismo ahora podrás comunicarte con las tropas. Tienen que ponerse a salvo. —Ichika se queda meditando por unos segundos hasta que solo suspira.
—Bien. —dice ella cargando a Reno entre sus brazos de forma nupcial mientras que Iharu se apoya en su hombro ya que puede caminar un poco. —Te dejo el resto. —se va lo más lejos que puede con ellos dos para darle cancha abierta.
—¡Wow! ¡Es la primera vez que veo a un kaiju hablar! ¡Mejor dicho dos! —dice sorprendido Iharu. —Oiga señora, usted también estuvo sorprendente. Pelear mano a mano con esa cosa con solo un cuchillo no es nada fácil. ¡La admiro!
Ichika se le quedó viendo medio raro pero tuvo que ignorarlo para poder presionar como pudo el auricular con el hombro y hacer lo que le pidió Kafka.
—Habla la recluta Ichinose. —dice hacia su auricular al ver que ya estaban muy lejos de ellos. —Tengo a los reclutas Furuhashi e Ichikawa con varias heridas múltiples, uno de ellos perdió mucha sangre y el otro tiene el brazo fracturado. ¡Necesito apoyo médico pero ya! —exigió la mayor.
—Enterado recluta Ichinose. El apoyo médico va en camino. —le contestaron de vuelta. Ella suspira de alivio.
«Vaya, hasta que hacen bien el trabajo.»
La mujer resopla mientras intentaba no ir tan rápido por Iharu y Reno hasta que se topó con un pequeño grupo de soldados quienes al verlos fueron de inmediato a su auxilio.
—Tengan extremo cuidado con ellos, sobre todo con él. —les dice señalando a Reno. —Algunas de las hemorragias las detuve con vendas pero las más graves son las del pecho y en el hombro. Se requiere suturar la última y una transfusión urgente.
Luego va con Iharu para aclarar su estado.
—Brazo fracturado y perforado junto con la pierna rota e igual perforada. —indica una vez estando al lado del soldado. —Se realizó un cabestrillo improvisado y la hemorragia de la pierna fue vendado para evitar más pérdida de sangre. El recluta necesitará un yeso como mínimo.
Ambos soldados asintieron y llamaron a más de ellos para traer dos camillas para Iharu y Reno y llevarlos a tratamiento inmediato.
Los siguió para vigilar su traslado y la forma en como los cuidaba los demás soldados del escuadrón, hasta que les llega un comunicado nada agradable.
—Aquí el escuadrón Ikaruga, hemos encontrado al kaiju humanoide. —dijo un soldado por el comunicador. —Está en el área sudeste del distrito Foxtrot. Su apariencia indica que se trata del kaiju no. 8.
—Recibido. —logró escuchar la voz de Hoshina. —Enviaré un escuadrón de exterminación.
Ichika abrió los ojos ante aquella declaración.
«Tengo que hacer algo.»
[Con el Kaiju no. 8, el Kaiju tornillo y los soldados.]
Los hombres armados apuntaban hacia Kafka quien no se movía para nada y evitar una lluvia de balas en su dirección, pero aquella leve distracción lo aprovechó el otro kaiju.
—Así que destruyeron mi espacio de mimetismo, ¿eh? —exclamó el kaiju listo para retirarse, saltando hacia un techo mientras se regenera. —Fue por culpa de esa humana asquerosa, pero gracias a eso ya tengo oportunidad de escapar.
«¡Maldición, se escapará!»
—Ya te tengo identificado junto con la mujer entrometida. —le dice este al kaiju cían. —La próxima vez podré acabarlos a ambos.
El kaiju tornillo apunta hacia los soldados recién llegados para poder matarlos pero Kafka se puso delante de ellos recibiendo ambos impactos.
—Pese a ser un kaiju, actúas como un humano. —observó este desde su punto alto. —Nos volveremos a ver, Kaiju no. 8. Dile a esa mujer que también la veré pronto... —dijo eso para después desaparecer como si se desintegrara.
—¡Ah no! ¡Con ella no, desgraciado! —en eso se da cuenta que los soldado todavía estaban ahí. —Ah, no me queda de otra. Tendré que correr de aquí.
De un puñetazo contra el pavimento soltó una nube de humo mientras este estaba a demasiados metros en el aire lejos de la zona de guerra.
«Al menos pude ganarles algo de tiempo a Ichika y a los demás para ser atendidos, pese a que dejé escapar al kaiju humanoide cumplí con mi cometido.»
Kafka llegó a un callejón oscuro para poder recuperarse un poco, gastó demasiado energía en el golpe que le dió al kaiju que estaba casi vacío en su tanque.
Sin embargo, no se dio cuenta de la presencia detrás de este hasta que habló.
—Un cuerpo negro azabache y una cara de calavera parecía a un oni. —la voz a sus espaldas sonó aterradoramente familiar para él. ëAl fin pude dar contigo, Kaiju no. 8.
Era el vice-capitán Hoshina con quien se topó. De todos los soldados, tenía que ser él.
—Aquí Hoshina, hice contacto con el Kaiju no. 8 en el distrito Foxtrot. —sus palabras resonaron en los auriculares de todos los soldados.
Kikoru, Reno e Ichika abrieron los ojos de angustia.
«No me jodas, Soshiro...»
Ichika se mordió el labio inferior con fuerza ante tal desgracia.
Reno al oír eso quiso soltar unas lágrimas de la impotencia, no quería que lastimasen a su superior. El joven miró implorante a la mujer quien al captar su mirada lo entendió todo y le tomó su mano de manera firme para separarse de él.
«Por favor... Salve a senpai...»
Eso era lo que le decía su mirada a modo de súplica.
Las lágrimas de Reno salieron sin querer de sus ojos violetas mientras veía a la mujer salir corriendo a toda velocidad hacia al lugar antes mencionado.
No permitirá que su amigo sea eliminado y que su lindo kohai llore ante una pérdida que sabía que no iba a superar.
«Sobre mi cadáver.»
[Distrito Foxtrot.]
—Parece que jugaste con mis soldados, ¿no es cierto? —le dice Hoshina medio bromeando para caminar despacio hacia él y aparecer delante de este lanzándole un corte con su espada.
Kafka muy apenas logró esquivarlo para así retroceder unos cuantos pasos.
«¿Es enserio? Ni siquiera logré verlo bien.»
En eso recordó las palabras que le mencionó Ichika con respecto al vice-capitán.
«Me preocupa que ustedes se llegasen a topar y si en dado caso eso llegara a ocurrir será mejor que huyas de ahí Kaf e intentes esquivar lo mejor que puedas sus ataques veloces. De lo contrario te hará pedazos.»
«¿A esto se refería con lo de sus ataques? ¡Maldición tengo que huir de aquí!»
—Bueno admito que eres rápido y muy duro. —le dice el de rango mayor. —Estoy muy seguro que te di dos o tres cortes. Pero dudo que logres esquivar esto. Okonogi-chan, permiso para la desactivación de los limitadores de potencia.
—Concedido. —dijo la mujer en su auricular para después envainar sus espadas en sus fundas traseras y tomar posición de combate.
—Potencial de batalla liberado al 92%. —dijo la voz proveniente del traje.
—Acabaré contigo. —le dice a este listo para matarlo.
«¡Mierda!»
Kafka esquivaba los espadazos de parte de Hoshina tanto como podía pero uno de ellos le dio a un costado de su hombro de manera diagonal.
Otro corte le llega al brazo pero sin cortarlo del todo, después otro corte en el brazo contrario. Así estuvo atacando y Kafka los esquivaba tal y como Ichika le mencionó en caso de que esto ocurriese.
Debía de correr hacia atrás mientras fijaba su vista en las manos. La clave para poder predecir de manera casi segura a un espadachín es ver la trayectoria futura de sus manos y pies ya que estos dos deben estar sincronizados para un impacto mayor.
«Gracias a que Ichika me aconsejó un poco sobre esto puedo esquivarlo pero su velocidad es completamente diferente. No se mueve como un ser humano.»
Entre esquivar y ver su trayectoria se le hacía más complicado, en eso Hoshina le da un corte diagonal que hace verle el núcleo a Kafka, sintiendo algo de pánico al notar que ya lo había descubierto.
—Núcleo localizado. —Hoshina tenía todo a su favor al ver su centro de vida.
[Con Ichika.]
La mujer saltaba de techo en techo a máxima velocidad mientras seguía a Zamza para guiarla hasta Kafka en su versión Kaiju.
Sabía de antemano que Hoshina era un peligro para el transformado pero si interfería en la pelea sería peor para ambos, en especial para ella.
—Mierda. —exclamó la mujer al ver desde lejos ambas figuras peleando en medio de una calle.
Más bien Hoshina peleando y Kafka huyendo. Tal y como le dijo aquel día.
—Si sigue así no aguantará mucho, no ha logrado dominar por completo el poder de Parca y su stamina decae en cada regeneración que realiza. —los sigue a ambos por los tejados fuera de la vista de los involucrados mientras evalúa la situación. —Ni hablar, tendré que emplear medidas drásticas.
HOSHINA's POV.
No lo puedo creer.
Estoy dándolo todo en esto y no puedo darle de lleno como me gustaría.
Esta cosa evita con precisión la cuchilla y la desvía. Lo más probable es que este tipo esté por encima de los 8.0 de fortaleza, categorizándolo así como uno especial.
Pero, ¿qué es? ¿Qué es esta sensación de incomodidad que tengo? Aparte de eso, repela mis movimientos un poco antes de que les llegue.
Es como si conociera mi estilo de pelea pese a ser la primera vez que lucho contra él.
—Bueno, da igual. —me posicioné para lanzar mi quinta forma.
Técnica de corte con cuchillas, quinta forma: corte neblina.
Uso dos cortes en forma de "X" para distraerlo por un momento logrando cortarle una pierna, pero el verdadero ataque reside en mi tercer corte, de ahí el efecto de neblina.
Pero antes de que pudiera conectar el tercer ataque mi vista se ve nublada por algo que cayó de no sé donde mientras se afianza alrededor de mi cabeza.
—¿¡Pero qué mierda!? —sentía algo de pelos en el rostro que me causaba un leve cosquilleo.
Sentí como mi espada topó con algo y de un movimiento de cabeza me destapé la vista notando que el arma quedó prendada a una boca que salió del cuerpo del kaiju.
—No puedo moverla. —intenté zafarla pero era en vano, la fuerza de esa boca con dientes puntiagudos era extraordinaria.
Luego escuché por un costado un sonido peculiar, miré de reojo rápidamente topándome con lo que parecía una bola de pelos gris con una cola algo larga mientras soltaba otro sonido.
Era como un roedor con cuerpo largo y su pelo le tapaba los ojos.
¿Qué era esa cosa?
En eso siento que la energía del kaiju no. 8 se desborda preparando un ataque hacia mi.
—Oh, mier- —el puño de este impactó sobre la espada para romperla en pedazos y mandándome a volar por la repentina ráfaga de aire que se generó por el impulso.
Al mirar nuevamente hacia el frente noté que no estaban ni el kaiju no. 8 ni esa cosa que me cegó por segundos. Me terminé dándome un golpe en la cara con la mano al cometer tal error.
Por un demonio, lo dejé escapar.
—Informando —pulsé el auricular para reportar lo sucedido. —, el kaiju no. 8 ha escapado.
El sol salía hacia el horizonte deslumbrando sus rayos en todos lados, pero sinceramente no estaba de humor para apreciarlo.
—Mierda. —maldije por última vez.
NARRADOR OMNISCIENTE.
[Con Kafka e Ichika.]
—Menos mal que no pasó a mayores. —le dice ella al hombre mientras le ayudaba a apoyarse en su hombro y lo sujetaba del brazo para no caerse. —Llegué justo a tiempo.
—Y no sabes lo agradecido que estoy por eso. —exclamó Kafka algo cansado mientras ambos caminaban despacio hasta donde el hombre le indicaba.
Quería reunirse primero con Shinomiya antes que nada.
—A propósito, ¿quién es este pequeñín? Es la primera vez que lo veo. —le pregunta mirando a la criatura color gris que residía descansando en los hombros de la mujer.
La pequeña bola de pelos se enrollaba en el cuello de la fémina mientras soltaba un leve sonido característico hacia el hombre.
—Se llama Mink y es el responsable de que ahora estés aquí sin tantas heridas.
—Cierto, gracias a él que nubló la vista del vice-capitán ese impacto me hubiese afectado más de lo que creí. —miró hacia el nombrado Mink y con su brazo libre acarició la pequeña cabeza de este. —Salvaste mi vida amiguito, te la debo.
Mink volvió a soltar su silbido como si le estuviese diciendo "de nada." Ambos adultos sonrieron de forma cansada por su contestación e Ichika se le tornaron las orejas con un leve rojo en ellas.
—¿Me dirás como es que tienes a estos kaijus contigo? —le preguntó Kafka con algo de cansancio acumulado.
La mujer como pudo dirigió su mano donde sostenía la cintura de Kafka hacia una de sus bolsas para sacar una barra de chocolate y dársela a su amigo quien lo tomó y de un movimiento le sacó el envoltorio para comérselo, agradeciéndolo en el proceso.
—Te juro que te lo diré algún día. —le promete ella. —Sólo dame algo más de tiempo. Hasta que todo se calme. —pidió con un tono de ruego y comprensión.
Kafka no quería presionarla pero le generaba demasiada curiosidad el hecho de que estos kaijus no atacaban a los humanos y que obedeciesen todo lo que les decía la peliblanca.
Era como el tigre de Ashiro Mina, pero estos kaijus no le gruñían en modo de alerta.
—Lo siento, no quería presionarte. —se disculpa este.
—Tu nunca me presionas, tranquilo. —al estar cerca de donde podían ver a la menor de cabellos rubios se detuvieron por unos momentos. —Mink, descansa.
La criatura volvió a silbar para después saltar hacia el asfalto de la calle y desaparecer en medio de una leve luz que salió de la nada.
—Ahora me sale que es mago. —aquel comentario hizo reír de corazón a Ichika.
—Eso también te lo explicaré. Ahora vamos con la niña, debe de estar preocupada. —con paso seguro pero cuidadoso llegaron a donde estaba la antes mencionada quien estaba encima de un cadáver de un residual.
Al escuchar un ruido detrás suyo giró su cabeza para encontrarse a ambas figuras recargadas en un escombro de por ahí.
—Regresamos. —le dice Kafka a Shinomiya quien al verlos bien se contenta brillándole los ojos de alivio. —Sentimos haberte preocupado.
Ante aquel comentario Shinomoya se altera causándole un sonrojo.
—¿¡Eh!? ¡No estaba preocupada! —se indignó ante tal cosa. —¡Olvídate de eso! Hay un montón de cosas que quiero dec- —en ese instante ella hizo silencio al ver como ambas figuras casi caen al suelo a lo que Ichika tuvo que agarrarlo mejor y Kikoru va en su ayuda.
Kikoru se pone del otro lado de Kafka para sostener su brazo tras sus hombros para quitarle algo de peso a Ichika quien estaba exhalando entre cortadamente para poder tener un poco de descanso.
—Ichika, ¿estás bien? —le pregunta en tono preocupado Kafka.
La mujer solo levantó su mano en señal de que estaba bien. Kikoru también la observa con una mirada de preocupación.
La noche había pasado por lo que el sobre esfuerzo que la peliblanca ejerció en su enfrentamiento contra el kaiju le estaba cobrando factura, sumándole que el traje no le ayudó en nada más que en liberar el potencial que adquirió por leves momentos para derrumbar la barrera.
—Perdónanos Kikoru, al final se nos escapó aquel que te atacó en los exámenes. —se disculpa por los dos el hombre hacia la joven.
Kikoru se avergüenza ante su confesión.
—Me parece bien... ya que lo mataré con mis propias manos. —dice ella desviando la mirada hacia otro lado.
Kafka se intenta levantar para poder ir con Reno e Iharu pero Ichika le detiene sosteniéndole la mano negando con la cabeza de que no tenía que preocuparse.
—Créeme estarán bien esos dos, además de que detuve sus hemorragias antes de que se fueran por lo que el resto ya depende de ellos. —Ichika se coloca de pie al ya estar un poco mejor.
Kikoru, en un sentir de querer ayudarla, le sirvió de apoyo para poder moverse. La mayor le agradece acariciando sus cabellos.
—A todo esto ahora que otros soldados te vieron y tuviste contacto con el vice-capitán el ambiente se tornará algo tenso a raíz de esto. —le dice su amiga para que el otro tuviera más cuidado. —Afortunadamente no pasó a mayores, estarán más ocupados con el otro kaiju así que solo actúa con naturalidad.
—¡Eso! ¡Preocúpate de ti mismo! ¡Mira que hay que ser descuidado en estas cosas! —le regañó la rubia quien solo recibió un pequeño zape de parte de la peliblanca. —¡Ay!
—Niña Shinomiya, no grites por favor. —le pide cansadamente la mujer al tocarse la cabeza. —Me duele mi cabeza ahora mismo así que haz silencio y vayámonos de aquí.
Los tres se movilizan para poder irse a descansar después de tan dura noche como esa.
En eso la mujer más grande recibe una señal sensorial por parte de uno de sus kaijus, más precisamente Garuda, quien le muestra una imagen en vivo y en directo.
«Vaya, hasta que al fin te veo desgraciado. ¿Qué te tomó tanto tiempo?»
La vista que le ofrecía Garuda desde su ubicación era nada más y nada menos que a los dos mandos altos de la Tercera División; la capitana Ashiro y al vice-capitán Hoshina.
«Vaya... Llegó rápido al punto donde está Soshiro.»
Ve que entre ellos había una conversación sobre el kaiju no. 8 a lo que prestó más atención pero en eso se le presenta una escena algo de cómica para su gusto.
—Déjame tomar una foto como recuerdo. —le dice Ashiro a su segundo al mando.
—¡Por favor, no!
Ichika tuvo que reprimir una carcajada para evitar que Kikoru le mirase raro a lo que solo apretó sus labios y siguió observando.
Toda la información que ellos poseen, ahora lo posee ella por medio de su kaiju.
[Al día siguiente, base de Tachikawa.]
Ichika estaba en la azotea de la base mientras que su mirada posaba en la gran ciudad, pero sus ojos no observaban los edificios sino al vice-capitán y a la operadora visitando su anterior lugar de trabajo buscando información sobre el kaiju que tiene habilidades de convertirse en humano.
Al que le han denominado como Kaiju no. 9.
ICHIKA's POV.
Que feo nombre le pusieron, al igual que al resto de los de categoría especial.
Pero, ya no hay ninguna duda... Es en definitiva él.
Der Gestaltwandler
Ahora que se ha identificado como una amenaza a este país supongo que tendré que cazarlo a como dé lugar. Para eso tendré que pedirle ayuda a Kafka y a Reno, pero necesito que el chico se recupere para que esto funcione.
Tomé mi teléfono y me fui a contactos. Marqué al único número que me ayudará en estos futuros días pesados.
—Alfred, soy yo. Necesito que me hagas un gran favor.
Oh cierto, casi lo olvido.
También necesitaré robarle por un momento el celular de esa mujer.
NARRADOR OMNISCIENTE.
[En una carretera algo lejos de la base.]
El kaiju ahora identificado como no. 9 estaba caminando en medio de la calle hasta que el sonido del claxon le llamó la atención y ve a un humano bajar.
En eso, aprovechó para poder cambiar de forma antes de que lo ubicasen las tropas.
—Ah, este tipo vive solo, qué conveniente. —dice este en el volante del auto del humano que absorbió pero siente que su cuerpo lo rechaza. —Ah, tendré que esperar a adaptarme a este cuerpo. Pero bueno... ahora ¿cómo voy a matar al kaiju no. 8 y a la humana entrometida?
Dijo mientras escuchaba las noticias por la radio.
[Sala médica de la base de Tachikawa.]
El joven de cabellos plateados abrió sus ojos color violetas para poder visualizar el techo del área médica. En eso siente que le hablan por un lado.
—Oh, ha despertado. —escuchó una voz femenina y joven por lo que giró un poco su cabeza para toparse a tres figuras sentadas.
—Hola, parece que por fin despertaste, amigo. —Kafka quien estaba viendo su celular le dirige una sonrisa de boca a boca al verlo consciente.
—Es bueno ver que hayas despertado. —esta vez fue Ichika la que le dijo aquello.
Ichikawa abrió sus ojos de sorpresa para después sentir que se humedecieron un poco al verlos a los dos bien.
Ichika abrió un poco su boca para después tomar la mano de Reno y apretarla en señal de apoyo.
—Está bien Reno. —le dice ella. —Todos estamos bien.
—Me alegro de que estén bien. —dice este aguantando sus ganas de llorar de felicidad.
Kafka e Ichika sueltan un suspiro nasal para después pegarle a Ichikawa. Kafka en la cabeza e Ichika en la frente con el dedo.
—Eso deberíamos decirlo nosotros, tarado. —le dice Kafka mientras Ichika asiente estan de acuerdo. Ichikawa se quejó por el doble ataque.
—Y bueno... Muchas gracias por salvarme a mí y a Iharu. —les dice a ambos para verlos bien pero ve las caras de los tres con algo de confusión.
—Ah. —los tres exclamaron al mismo tiempo.
—¿Por qué le agradeces al viejo y a la señora? —Ichikawa grita de la sorpresa al ver a Iharu en la misma habitación que ellos.
Por poco y mete la pata.
—¿No fue el Kaiju no. 8 el que nos ayudó? Aunque pensándolo bien es bueno que le agradezcas a la señora. —dijo meditándolo por un momento para que al final asintiera.
—Ah bueno, él se refería a que nos proporcionó la información sobre los órganos proliferativos de los residuales. ¡Si, eso! ¡Nos ayudó mucho! —en un intento de desviar su atención Kikoru comentó lo primero que se le vino a la mente.
—Cierto, de no ser porque Kafka diseccionó el cadáver jamás nos hubiéramos dado cuenta. Eso era lo que quiso decir Reno, ¿verdad? —miró al joven quien asintió frenéticamente.
—Oh, supongo que es cierto. —dice Iharu convencido de lo que escuchó. —Gracias, viejo. —le comenta este pero recibe un golpe en la frente. —¡Ay! ¿¡Y eso por qué fue!? —se sobó en el área afectada.
—No le digas viejo. Es adulto maduro. —le corrigió Ichika alejándose de él para volver a tomar asiento.
—Si, si, lo siento, ¿está bien? —expresó Iharu aún con dolor en la frente. —Pero retomando el tema, me sorprendió mucho que ese kaiju nos ayudara. —dijo pensante.
Los cuatro solo se estremecieron de que este sospechara del asunto.
—Debieron verlo, era mega increíble la forma en que arrancó la cabeza del kaiju no. 9 como si nada. —dice fascinado de tan solo recordarlo.
—Arrancar... —susurró Kikoru un poco aturdida por la descripción de Iharu sobre los acontecimientos.
—¡Fue genial! No importaba si era un kaiju, fue algo asombroso de ver. —dice viendo a los cuatro y en eso recordó otra cosa. —¡Oh, cierto! ¡También la señora estuvo fabulosa! ¡La manera en que estampó tanto la cabeza como el cuerpo separado de ese kaiju contra el suelo fue sumamente increíble! Señora lo que le dije no era mentira. La admiro mucho. —los ojitos de Iharu le salían brillitos con tan solo mirarla. —Gracias a usted, Reno y yo estamos vivos.
—Estampar... —ahora miró hacia Ichika quien fingió demencia al sentir la mirada de la rubia encima de su persona.
Pero en lo personal, Ichika se alegró de que Iharu no sobre pensara las cosas como Hoshina con respecto al Kaiju no. 8, que todavía piensa que es un feo nombre para alguien como Parca, la libélula que vive dentro de Kafka.
—No es para tanto Iharu. El lado bueno es que ahora ambos están a salvo, por lo que lo mejor será que se concentren en su recuperación. —les dice a los jóvenes en camilla quienes asienten felices. —Hace rato hablé con el médico, dijo que los dos estarán bien dentro de dos semanas así que descansen bien, ¿de acuerdo?
—¡Si señora! —exclamaron ambos sonrientes. Ichika solo suspiró con una leve sonrisa al verlos tan enérgicos pese a sus condiciones.
—Estos jóvenes y sus reacciones tan enérgicas... —negó con la cabeza soltando una risa nasal.
[Dos semanas después.]
—Ya todo está listo. —dijo Shinomiya satisfecha del trabajo frente suya. —Ya no tardan en llegar. —avisó a los demás mientras se preparaban.
Hoy sería la integración de Iharu y Reno a la división después de recuperarse. Kikoru le pidió a Haruichi que se encargase de los preparativos junto a los demás por lo que reservó un restaurante que él conocía.
—Clásico de los niños ricachones, no tienen límites en estas cosas. —dice Ichika después de colocar el pastel decorado con unos mini Iharu y Reno junto con su cartel que decía: ¡Bienvenidos de nuevo! Furuhashi. Ichikawa.
—Pero mira Ichika hay carne de por medio, bebidas refrescantes y lo mejor... —dice Kafka llegando a su lado con varios platos que colocó en las mesas. —¡Hay cerveza!
—¿¡Dónde!? —buscó de forma exasperada aquel líquido amarillo con espuma.
—A los adultos si que les encanta beber, ¿no crees? —le pregunta Haruichi a Aoi quien solo se limitó a asentir mirando a los más grandes del grupo.
—Te puedo oír muchachito~. —le dijo Ichika que se le salió una vena en el cuello por lo que tuvo que mantener la calma.
En eso ven como algunos soldados llegan diciendo que Reno e Iharu estaban por llegar a lo que todos tomaron sus posiciones. Una vez que llegaron todos celebraron por su recuperación y por su primera misión que fue todo un éxito.
Era un 2x1 aquella noche a lo que todos estaban contentos.
—Muy bien, ya pueden empezar. —dice Kafka para ver como meseros y cocineros aparecían detrás de las puertas corredizas. —¿Eh?
Desde ahí todo se descontroló, solo un poco. Había un tipo de carne altamente exclusivo pero por el nombre se sabía que esa categoría no existía.
«¿De donde sacan tanta tontería sobre la carne A6? Esa cosa no existe evidentemente.»
Pero Ichika era la única que sabía eso. Kafka, Reno e Iharu al parecer no.
En eso Kafka se sorprende por los buenos tratos de los trabajadores hasta que descubre que conocen a Haruichi y, que aparte, es hijo de Izumo Tech, la empresa que hace los trajes y armas de todo el país.
—¿¡Qué!?
—Ay por favor Kaf, hasta el apellido lo dice. —dice con obviedad. —No me digas que hasta ahora lo notaste...
—...¿Tal vez? —jugó con sus dedos nervioso por ser descubierto. Ichika solo suspiró y se dio un golpe en la cara.
En eso escuchan la voz de Hoshina por lo que prestan atención a este.
—Buen trabajo en su primera misión. —les comenta este. —No es frecuente poder estar fuera de servicio con todos sus compañeros, por lo que disfrútenlo al máximo. ¡Salud!
—¡Salud! —gritaron todos y la primera en darle con todo a su bebida fue Ichika que se terminó su tarra y pidió otra.
«Ah... Definitivamente esto es mejor que cualquier otra cosa en el mundo.»
Todos celebraban gustosamente, pláticas aquí, pláticas por allá, etcétera, etcétera.
Reno y Haruichi hablaban entre si con Kafka al lado, mientras que Iharu describía lo que sucedió con los kaijus que vio en la misión y el desempeño que realizó Ichika contra el no. 9 haciendo que algunos soldados mirasen de reojo a la mencionada que estaba muy ocupada terminando su tarra de cerveza para pedir otra más mientras que seguía comiendo la carne que se le ponía en frente.
Ichikawa veía como todos convivían entre si sin ningún problema, cosa que lo puso feliz.
—Es la primera vez que veo a todos tan contentos. Gracias por organizar esta fiesta. —le dice Ichikawa a Hoshina quien sorbió un poco de su bebida para sonreír malévolamente.
—No seas ingenuo, Ichikawa. —le dice este burlón. —Que aquí es donde empieza lo bueno.
En eso se escuchan gritos de Kikoru que regañaba a Iharu por el talento de cada uno.
Ichikawa e Ichika ven el bullicio desde donde están.
—¿Pero qué...? —la peliblanca no terminó su oración cuando más gritos se presentaron por todas las mesas alrededor.
—¿¡Qué está pasando!? —se alteró el pobre de Ichikawa. —¿¡Por qué se pelean!? ¡Senpai haga algo!
Ichika lo mira como si ella fuese alguien que debía de hacer eso.
—¿Me viste cara de encargada escolar, muchacho? Si se quieren matar entre ellos, ¿quién soy yo para quitarles las ganas? —dice ella llevándose un pedazo de carne a la boca. —Además no tienes de que preocuparte. Estos niños no se matarán de verdad, solo se dirán unas cuantas verdades y ahí morirá el tema. Tu tranquilo, niño. —en eso le llega su tarra que había pedido desde hace rato. —Gracias~. —canturreó feliz para empezar a beber casi al instante.
—¿También tomas? —le pregunta con la ceja alzada el de ojos rasgados.
—Exclamó el que tiene la tarra en mano. —le responde tajantemente mientras le daba el último trago a su cerveza para pedir otra más.
—Senpai, ¿se encuentra bien? —le pregunta Ichikawa en un tono preocupado al verla.
—¿Por qué lo preguntas Reno? —le miró confundida.
—Es que... —no sabía si decírselo o no. —Ya lleva 9 tarras de cerveza...—Hoshina casi escupe su bebida por la cantidad que dijo Ichikawa.
—Ah..., eso. —comprendió todo. —Si te preocupa el hecho de que me termine emborrachando no tienes porque, soy resistente al alcohol a diferencia de Kafka. —dice mientras le apunta con el dedo hacia donde está su amigo quien estaba peleando con Haruichi sobre los trajes kaiju. El alcohol le afectó demás. —¡Rayos! Se pasó de copas. Discúlpenme un momento.
La mujer deja su tarra a medio terminar para levantarse e ir hacia donde estaba Kafka haciendo escándalo.
Hoshina la miró de reojo mientras tomaba otro trago de su vaso. Ya de por si la mujer le sorprendía con cada cosa que se le ocurriera sumándole el hecho de que es probable que se acabe todo el alcohol del lugar y se vería como si nada.
En eso ve como Ichika se lleva a rastras a Kafka quien se quejaba levemente.
—Pero déjame otra más~. —le dice medio mareado Kafka a la chica dejándose llevar por ella.
—Si no aguantas con una, menos con dos. Así que a lavarse señorito. —le dice mientras van directo al baño a que se lavase un poco la cara.
Al salir del campo de visión de este aprovechó para poder interrogar al más joven.
—Oye Ichikawa. —le llamó al de cabellos plateados.
—Si, dígame vice-capitán. —le miró este.
—Ellos dos... —se lo pensó unos instantes antes de continuar. —¿Son algo?
Ichikawa ladeó la cabeza confundido por aquella cuestión por parte del mayor. Ichika le dijo que si le llegasen a preguntar algo sobre ella debía de decir algo que no la afectase.
Aunque dudaba que eso le llegara a perjudicar por lo que decidió responder con sinceridad.
—Que yo sepa no. Sólo son muy buenos amigos. —respondió Reno mientras comía otro pedazo de carne. —Tengo entendido que llevan años conociéndose.
—Hmm... Entiendo. —Hoshina volvió a beber de su tarra con un poco más de tranquilidad en su persona.
Sin saber bien por qué eso le generaba alivio.
—Supongo que fue por su antiguo trabajo. —habló Hoshina nuevamente.
—Si. —comió otro pedazo Ichikawa al responder. —Se conocen desde hace 8 años o eso creo. Hibino-senpai ya estaba con los limpiadores cuando Ichinose-senpai entró a trabajar con ellos. Yo los conocí en mi primer día y noté al instante lo bien que se llevan.
Hoshina solo escuchaba todo lo que Ichikawa decía. Ya había notado la buena amistad que ejercían los dos más grandes del grupo pero no sabía que era una amistad de años y muy estable.
Por un momento creyó que eran otra cosa.
Pasaron unos minutos más hasta que ambos divisaron a Kafka e Ichika quien esta ayudaba al más alto a caminar con su brazo en sus hombros y llevarlo a su asiento mientras le quitaba la tarra de cerveza.
—¡Oye, eso es mío! —se quejaba él.
—Los tipos que no aguantan un vaso no merecen beber. —le dice ella dándole la espalda mientras se terminaba la cerveza de su amigo y se iba a sentar en su sitio. —Ya volví, ¿de qué me perdí?
Ella estaba enfrente de Ichikawa y de Hoshina para supervisar que el más joven no se esforzase mucho a pesar de que le dieron el alta.
La peliblanca solo se sentó y volvió a beber de su tarra medio lleno que con los segundos se la terminó dejándola vacía en la mesa y empezar a comer.
—No se preocupe, no pasó nada importante. —le responde Ichikawa con una sonrisa amable.
Ichika solo asintió mientras se llevaba otro pedazo de carne a la boca y empezaron a entablar conversación en lo que Hoshina miraba a ambos de reojo de vez en cuando.
Más preciso en la mayor, ignorando todo el escándalo que se formó.
En lo que estaban hablando más gritos se escucharon a lo que los dos miraron hacia donde provenía observando que nuevamente Kafka se pidió otra cerveza y que ahora estaba peleando con Aoi al ver que no lo respetaba, causando que ambos abrieran la boca de la impresión.
—¡Kaf!
—¡Senpai!
Hoshina solo se rió de la situación de los tres mientras que Okonogi lo veía normal exclamando que era igual todos los años.
En eso Ichikawa se da cuenta que todos empezaron a hablar de misión y de sus fallas para volverse más fuerte a lo que Hoshina le confirmó su teoría.
Ichika llegó rápido hasta donde estaba Kafka quien perdió en vencidas contra Aoi solo porque el más joven le dijo que únicamente respetaba a los que son más fuertes que él.
Algo que a Ichika le enojó.
—Kaguragi. —le llamó ella con el ceño fruncido. —Esa no es la forma de hablarle a alguien mucho más grande que tu. —se sienta al lado de Kafka quien seguía lloriqueando por su derrota. —Si te derroto en vencidas respetarás a Kafka, ¿hecho?
Aoi asintió sin pensarlo demasiado.
—¿Y si yo gano? —dice este colocando su brazo en la mesa listo para empezar.
—No te preocupes niño, eso no va a pasar. —ella hace lo mismo y se toman de las manos mientras Kafka coloca la suya encima de los dos para mediar la fuerza.
Incluso estando ebrio sabía que Aoi era fuerte.
Pero no más que ella.
—¿Listos?... ¡Comiencen! —Kafka soltó su agarre y en menos de lo que canta un gallo la mano de Aoi ya estaba tocando la mesa y su cuerpo se fue de lado por la fuerza ejercida de la mujer.
Ichika se levanta como si nada al ver que no lesionó al muchacho silbando de satisfacción.
—Cumple con tu palabra mocoso. —ella chocó los cinco con su amigo quien la veía con brillitos en los ojos.
—Me vengaste. —le dice feliz a su amiga.
—El niño me hizo enfadar, obvio que te iba a vengar. —dijo sentándose en su antiguo lugar en lo que veía como Aoi se sobaba la mano.
No se arrepentía sinceramente.
Hoshina al ver que ya todos estaban presentes decidió llamar su atención.
—¡Atención, guarden silencio! —aplaudió para que dejaran de hablar. —Supongo que ya puedo anunciarlo.
Todos se quedan callados confundidos por las palabras del vice-capitán.
—Hibino Kafka. —el mencionado se tensa ante el llamado al igual que Ichika y Reno. —Tu descubrimiento en la misión, en la cual ayudó significativamente a reducir los daños, fue altamente elogiado. Quedas ascendido como miembro oficial de la tropa.
Los que eran más cercanos a este se sorprendieron y por supuesto, se emocionaron por él.
—La oferta llegó hoy, aunque el anuncio oficial será hecho más tarde. Pero hoy te doy formalmente la bienvenida a la tercera división de las Fuerzas de Defensa. —le sonrió Hoshina mientras jugaba con sus dedos.
Kafka le brillaron los ojos y miró a Reno e Ichika quien estaban igual con la sorpresa en el rostro para después abrazarlos de la felicidad.
—¡Si, lo logré! —gritó de alegría mientras abrazaba por los hombros a sus dos amigos. —¿¡Viste!? ¿¡Lo viste Ichika!?
—Si claro que si Kaf. —le dice ella sonriéndole orgullosamente. —Y brindo por eso. —sube su tarra nuevamente llena de cerveza hacia Kafka en su honor para darle un buen sorbo.
—Ah si, casi lo olvido. —anunció otra vez Hoshina. —El día de hoy serán dos ascensos. El primero fue de Kafka a miembro oficial, pero el segundo es para alguien más por supuesto. —dice de manera tranquila.
—Gracias a su colaboración de poder identificar la amenaza inminente junto con Hibino Kafka, ordenó que este hiciera lo mejor que hace, junto con la reducción de daños al encargarse de los residuales que se fueron hacia otros lados y lo más importante resguardó vidas jóvenes, comunicó a los paramédicos mientras que administró primeros auxilios a los heridos alejándolos de la zona de guerra. —enumeró todos los hechos el hombre para luego mirar a una persona en específico. —Ichinose Ichika.
La llamó mientras ella seguía bebiendo al mirarlo confundida.
«¿Quién? ¿Yo?»
—Por decisión unánime, a partir de hoy se te asciende como líder de pelotón. —le dice este serio. —Felicidades~. —ahora le sonríe mientras alza sus antebrazos junto a sus dedos índices y pulgares.
Kafka y Reno se miraron con asombro y de felicidad por su amiga.
—¡Senpai, felicidades! —dijo Reno mientras le daba una sonrisa grande.
—¡Ichika, eres genial! ¡Felicidades! —le dice ahora Kafka mientras la volvía a abrazar.
En cuanto a la mujer solo escupió su cerveza al oír aquel anuncio.
«Puta madre...»
Ahora si que estaba jodida.
Escrito: 01/01/2025.
Publicado: 20/01/2025.
-Alessa.
Me acabo de dar cuenta que el nombre del líder de pelotón de la Tercera División es IKARUGA, no Ikagura...
Tendré que editar su nombre en los capítulos pasados...
Por cierto, escribí la parte de Reno y de Ichika escuchando Don't Blame Me de Taylor Swift y la parte donde Ichika va hacia Kafka para ayudarlo fue con Power Over Me de Dermot Kennedy.
Les seré sincera, si me pegó fuerte :').
Ichika no vio venir eso por parte de Hoshina xD, pobrecita.
Capitulo dedicado a: @Susan_205. Feliz cumpleaños bb! ♥. En si no era el cap de puro Hoshina pero al menos aparece. Espero que te haya gustado ♥.
Nos vemos en otro capitulo ^^.
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