† IV. Hechizo Mortal †
Después de salir de la casa de los Mikaelson Eira se encerró en su habitación, cerró la puerta con magia y uso su ya clásico hechizo de música para mantener lejos a los intrusos, parándose en medio del círculo de tiza que no había borrado y murmurando el cántico para proyectarse en Hudson.
— Mis poderes están escapando a mi control, hoy casi provoco una explosión con los Mikaelson y de camino al internado es posible que haya incendiado unos cinco o seis árboles sin quererlo.
— ¿Desde cuándo pasa esto? —cuestiono Dahlia mirándola muy seriamente.
— No lo sé —contestó Eira, después suspiró—, desde que estoy en Mystic Falls, creo.
— Lo sabía —murmuró Dahlia y comenzó a rebuscar en uno de sus grimorios—, tienes que hacer este hechizo.
— Este hechizo mata a una persona, Dahlia.
— ¿Quieres o no estabilizar tus poderes?
— Consigue un objeto de la persona que vayas a matar, no puede ser Hope, ponlo en un medio de un círculo de velas y repite el hechizo, cuando el objeto se incendie o se derrita, cuando esté destruido, esa persona estará muerta y tu magia equilibrada.
Eira asintió, repitió el hechizo en su mente para estar segura de que no lo olvidaría y volvió a su habitación en el colegio Salvatore.
Cuando la música paró fue capaz de escuchar los golpes desesperados al otro lado de la puerta, movió la mano para deshacer el hechizo que la mantenía cerrada y un segundo después Sebastian se adentró en la habitación.
— ¿Qué te pasó? ¿Por qué saliste corriendo? ¡Eira!
— Debo matar a un humano, Sebastian.
— ¿Qué?
— Mi magia está escapando a mi control y eso es que los ancestros están enfurecidos por devolverte a la vida, debo restaurar el balance eliminando a alguien.
Sebastian no dijo nada, simplemente se acercó a Eira y la abrazó, en el fondo el sabía que ella no era tan mala como aparentaba y que, en realidad, todo ese odio que mostraba al mundo no era más que una fachada para ocultar a la niña asustada que siempre había estado bajo la sombra de su prima.
— Si le robas la magia otra vez a Hope van a sospechar.
— Voy a canalizar otro objeto para hacerlo.
Eira se separó de él y le mostró el dije de la cadena de plata que tenía oculto bajo el vestido, Sebastian ya lo había visto, Eira nunca se quitaba ese colgante.
— Es un nudo de bruja, la piedra del centro es un jaspe rojo. El collar está hechizado para ser indestructible y para que no me lo pueda quitar nunca. Digamos que en su interior alberga algo muchísimo más poderoso que todos nosotros.
— ¿Algo como qué?
Eira se mantuvo callada y Sebastian comprendió el mensaje, tenía que ser algo muy poderoso y peligroso para que ella se quedara callada, precisamente ella que le encantaba presumir de toda la brujería que conocía y los objetos oscuros que usaba.
— Tengo que encontrar algo de algún humano para el hechizo.
Sebastian rebuscó en su bolsillo hasta dar con una especie de llavero.
— Son de un tipo con el que tropecé cuando venía a buscarte, se le cayó y lo tomé para entregárselo pero era más importante venir a buscarte.
— Nunca he matado a nadie —murmuró Eira aferrándose nuevamente a Sebastian y aspirando su aroma— ¿Como es?
— Al contrario de ti, yo maté a tanta gente que no recuerdo ya lo que se siente, pero voy a estar a tu lado para cuando lo descubras.
Eira asintió y se separó de Sebastian para tomar las velas que puso en círculos alrededor de un cuenco, dejó el llavero dentro del cuenco y se alejó solo unos centímetros para respirar y hacer el hechizo.
— Phasmatos incendere ad pulvox.
La bruja estiró su mano hacia Sebastian que no dudó en tomarla y quedarse a su lado para ver cómo, poco a poco el llavero se derretía hasta quedar completamente destruido.
— Está hecho.
‡•°•†•°•‡
En la mañana de hoy el alcalde Matt Donovan ha aparecido muerto en el salón de su casa, aún se desconoce la causa de muerte, pero expertos aseguran que presentaba señales de hemoptisis, ¿acaso el alcalde estaría enfermo o está será una más de las misteriosas muertes en Mystic Falls? Pronto lo sabremos.
Eira respiró, el internado estaba de luto por la muerte de Matt y Eira solo podía pensar en lo que diría la autopsia, cuando notaran que no habían sido causas naturales ¿Cuánto tardarían en llegar a ella?
La bruja salió del colegio y fue directa al hospital de Mystic Falls dispuesta a obligar al médico forense que estuviera haciendo la autopsia, sin embargo, al llegar al cuarto frío se dio cuenta de algo: el hechizo no había matado a Matt.
— El anillo —recordó entonces—, el maldito anillo Gilbert.
Eira se fue hasta donde estaba Matt, lucía desubicado, como si acabara de despertar. Eira caminó hasta él dispuesta a quitarle el anillo cuando escuchó pasos acercándose. Las puertas se abrieron y un chico entró, él se quedó mirando a Eira con el ceño fruncido.
— ¿Quién eres y qué haces aquí? —cuestionó, llevaba uniforme de practicante así que era un estudiante de medicina.
— ¿Cuales son las enfermedades que provocan hemoptisis? —preguntó la chica mirándolo a los ojos.
— Bronquiectasias, bronquitis crónica y carcinoma broncogénico.
— Muy bien, ahora dime ¿Cuál es tu nombre?
— Jasper Fell.
— Jasper, siento mucho esto —dijo Eira justo antes de llevar sus manos a ambos lados de la cabeza del chico y girarle el cuello hasta partirselo.
El cadáver de Jasper cayó al suelo, Eira maldijo y se fue hacia Matt.
— Phasmatos Fractionem Ossibus
Eira usó ese hechizo para romper cada hueso de la mano de Matt hasta que vio como el anillo cayó al suelo, usando la velocidad vampírica lo recogió y entonces volvió a murmurar el hechizo mortal repetidas veces hasta que el anillo en su mano se derritió y vio a Matt Donovan toser y ahogarse en su propia sangre hasta morir. Eira suspiró aliviada y volvió a recepción.
— ¿Cuál es el forense que está haciendo la autopsia del alcalde? —preguntó mirando a la recepcionista a los ojos.
— El doctor Lodge.
— Localizalo.
La recepcionista hizo lo que Eira le ordenó y localizó al médico forense, cuando el hombre estuvo frente a ella, Eira no hizo más que obligarle a decir que Matt Donovan había muerto a causa de una Bronquiectasias que arrastraba hace años y obligó a todos a olvidar su presencia en ese hospital.
Cuando volvió al internado estaban dando la noticia de que la causa de muerte del alcalde había sido una enfermedad, Eira estaba a punto de suspirar aliviada cuando escuchó una conversación que no debería, pero todos sabemos que el oído no se puede apagar.
— ...lo que te estoy diciendo, Caroline, acabo de encontrarme a Jasper Fell muerto y cuando estaba a punto de avisar él despertó, como vampiro en transición.
— Está bien, Elena. Vamos para allá.
Eira cerró los ojos con fuerza e inspiró dándose cuenta de algo, esto, no había hecho nada más que empezar.
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