cuatro
⠇⠑⠋⠞ ⠃⠑⠓⠊⠝⠙
(( ☕ ))
JeongGuk se estiró y golpeó mi espalda con el objetivo de que dejara de toser. Cuando sentí que el café ya no iba por mal camino, levanté la mano, indicándole que se detuviera. Él volvió a sentarse correctamente. Me veía como si esperara que respondiera la pregunta. Su mirada era insistente y podía percibirla, aunque yo estuviera viendo la mesa.
―Me sorprendí ―señalé lo obvio.
―Sí, me di cuenta ―dijo en tono divertido y empezó a beber su leche de plátano.
―Hmm… ―Sopesé―… no creo que necesites saber la razón. Solo sucedió.
―Claro que no necesito, pero quiero saber. ―Me miró fijamente.
―Fue algo personal. Honestamente, no te lo voy a explicar ahora y tampoco creo que te conté antes, así que sí.
―¿Por qué a mí no pero sí a TaeHyung hyung?
Parecía ofendido, sin embargo, no me lo podía tomar en serio, porque tenía un aspecto muy infantil cuando bebía su leche de plátano. Se suponía que éramos de la misma edad.
―No hay un motivo para haberle dicho a TaeHyung, pero sí tengo uno por el cual no te diría a ti: ya no te tengo confianza.
Directo, sin filtro y sin adornos.
―¿Y si tuviera tu confianza de vuelta?
―Tal vez te lo contaría.
―Es una promesa. ―Sonrió ampliamente.
Él en serio parecía tan tranquilo.
Cuando escuché el sonido de notificación, saqué mi teléfono y revisé el mensaje que mamá me acababa de enviar. Decía algo como: «Debo ir a la oficina. Dejé dinero en el recibidor por si lo necesitas. Nos vemos en la noche». Quisiera haberme sorprendido, pero eso era tan común. A veces, cuando tenía tiempo de meditar, me daba cuenta de que me gustaría pasar más tiempo con ella. Hacer algo juntas, a lo mejor ver una película. Parecía algo muy distante y solo posible en la mente.
Guardé el celular y continué bebiendo el café. Por motivo de mi disconformidad, también empecé a morder en sorbete de plástico.
―¿Sucedió algo?
―¿A qué te refieres? ―Vi a JeongGuk con extrañeza.
―Luces molesta. ―Hablaba con lentitud como si no quisiera decir algo incorrecto―. Puedes desahogarte conmigo.
―No, no puedo. Más bien, no quiero ―le dije en el tono menos arisco posible―. Te lo acabo de decir: no confío en ti.
―Lo sé, pero-
―Déjalo. ―Apunté mi bebida―. Me iré cuando la termine. Te da tiempo para una pregunta más si es que quieres.
―Una más… ―sopesó haciendo un sonido de eme con la boca cerrada―. No sé… ¿por qué quieres mantener tu promedio?
―Porque me costó mucho poder llegar ahí y no quiero echarlo a perder cuando estoy a nada de graduarme ―respondí.
―¿Qué tan bueno es? Tu promedio, quiero decir ―aclaró sin ser realmente necesario.
―Esa ya es otra pregunta.
―Aún te queda café.
Como tenía razón, cedí.
―Sin intentar alardear, es excelente. ―Bebí el último sorbo.
Claro que excelente no era perfecto. Sabía de sobra que había otros estudiantes más notables. No sé trataba de inteligencia, sino de esfuerzo y dedicación. En esta sociedad, las personas sí tendían a juzgar a otros por sus calificaciones. Si no eras un buen estudiante, entonces debías ser un buen deportista. Si no eras ninguna, podrían ignorarte o denigrarte. Aprendí eso poco después de mudarme.
Me levanté y cargué mi mochila.
―Gracias por el café. Me voy primero.
―Te acompaño.
También se levantó. Parecía que lo hizo más por instinto que nada.
―No ―me apresuré en decir―. Puedo irme sola. Además, creo que nos veremos mañana, así que, adiós. ―Agité mi mano en despedida.
―Ah, sí, nos vemos.
Salí del lugar y pasé junto al gran ventanal. Pude notar a JeongGuk, estaba sentado, viéndome. Debido a eso, caminé más rápido hasta desaparecer de su vista. Unos pasos después, el pensamiento de que debía llamar a SeAh apareció. Era seguro que estuviera molesta por cómo le colgué.
Al llegar a la parada de autobuses, revisé todas las rutas hasta encontrar la que me servía y después me senté.
Mientas esperaba, intenté llamar a SeAh, sin embargo, no contestó, por lo que decidí tratar de nuevo al estar en casa. Sabía que, cuando ayudaba a su tía, casi no utilizaba su celular, porque no tenía permitido distraerse. También sabía que no era una rabieta, pues ella, así como yo, preferíamos arreglar las cosas hablando. En la mayoría de los casos al menos.
Habíamos pasado por mucho. Me preguntaba si seguiríamos siendo igual de cercanas una vez que fuéramos a la universidad. Aunque, ¿iría a la universidad? Ya no estaba segura. La audición estaba fuera de los planes, no era lo que había estado buscando. Mi objetivo era lograr que mamá se sintiera orgullosa de mí y que mi futuro estuviera asegurado; una audición no me daba eso. Teniendo en mente mi promedio, no se me haría difícil poder entrar en la SNU. Incluso una beca era posible.
Para ser honesta, la falta de seguridad respecto al rumbo de mi vida no me agradaba. Si llegaba a debutar, todo estaría en un extremo muy opuesto. Era bastante probable que mamá se decepcionaría. Aunque, tal vez solo tendría que esperar y ver, porque ni siquiera tenía certeza de cómo sería el día siguiente.
Tomé el autobús cuando llegó y me senté junto a la ventana. El recorrido me dio tiempo para pensar en muchas cosas. También empecé a sentir miedo por la reacción de mi progenitora si se enteraba de la audición y lo demás. A ella no le gustaba como era la industria. “Todo es cuestión de azar; muchos fracasan”, dijo una vez que el tema surgió. Así que, mi conclusión lógica fue que no le diría. Ocultar cosas me incomodaba, sin embargo, parecía mejor de esa manera.
Por otro lado, recordé que ella estaba intentando que yo saliera con el hijo de su jefe y, aunque el señor Han parecía un hombre agradable, Han MinJae era egoísta y pedante. Mi desgracia era tal que estudiábamos en el mismo instituto.
En primer año, me dijo muchas veces que deberíamos salir y, como era obvio, le ignoré, pero una cualidad suya muy molesta era la persistencia. Ya que no lo logró por su cuenta, se colgó de la posición de su padre. Penoso. Lo peor fue que a mi madre le gustó la idea de emparejarme con él. Según ella, haríamos buena pareja; en el subtexto decía: “eso nos dará estatus”, porque los Han eran bastante ricos. Una pareja potencialmente poderosa que juntaba alguien con dinero y una de las mejores estudiantes del instituto según ellos. Desde mi punto de vista solo era una aberración.
Incluso consideré fingir que lo intentaba y al final decir que no funcionó. Me sentía presionada. No quería decepcionar a mamá, pero detestaba a MinJae en serio.
La vida nunca dejaba de darme problemas que iban empeorando.
Y, después, solo para sacar todo eso de mí mente, decidí que iría a la biblioteca. Ahí todo era tranquilo y solo tenía que concentrarme en estudiar para los exámenes de fin de semestre, antes de las vacaciones de verano. Mi objetivo siempre era conseguir puntuaciones perfectas, pero a veces no se podía. Al principio fue decepcionante y frustrante, aunque ya había aprendido a lidiar con eso.
Antes de ir a casa, pasé por la tienda de conveniencia cercana y compré ramyeon y frituras, las cuales me llevaría a la biblioteca por si acaso. Al llegar, me puse las pantuflas y tiré el monedero en el recibidor. Mi mochila fue directo al sofá y yo a la cocina aún con la funda de la compra. Condimenté los fideos instantáneos, les puse agua caliente y cerré el tazón. Lo dejé hacerse mientras llamaba a SeAh.
―Perdóname ―fue lo primero que dije apenas noté que había contestado.
―Necesito explicaciones.
―JeongGuk me llevó a hablar con Bang PD y, básicamente, ahora estás hablando con una trainee de Big Hit ―informé mientras volvía a la sala para guardar las frituras en mi mochila.
―¡Oh, por Dios! ―exclamó haciendo énfasis en cada palabra―. Sabía que lo lograrías. Te lo dije. Estoy orgullosa de mí por convencerte.
―¿Y de mí no estás orgullosa? ―pregunté como si me hubiera ofendido.
―Obvio sí, mi querida HaeBi. ―Se quedó callada un segundo―. ¿Y después?
―Después… ―titubeé―… fui a tomar un café con JeongGuk.
―¡¿Con Jeon maknae de oro JungKook?! ¿¡No estás jugando!?
¿Maknae de oro? No tenía ni idea a qué se refería.
―Deberías avisarme si vas a gritar. Me vas a dejar sorda antes de los treinta. ―Le reclamé sin seriedad―. Pero no, no estoy jugando.
―Yo me habría desmayado si conocía a V y a JungKook.
―Solo son personas, SeAh.
―Pero son idols y son guapos.
―Sí, lo sé. Aun así, son muy normales. TaeHyung es una buena persona y JeongGuk… ―Me quedé pensando qué decir.
―¿JungKook qué? ¿Acaso es mala persona? ―Sintió curiosidad.
―No, no es eso. Pero no sé cómo explicarte. Es complicado.
―Yo tengo todo el tiempo del mundo para oírte.
―¿Sabes qué te amo?
Ella siempre era muy buena conmigo. Desde el principio me trató de una forma cercana, como si lleváramos toda una vida de conocernos.
―Sí, lo sé, yo a ti, pero no evadas el tema.
Sonreí porque no me salí con la mía.
―Te contaré un día de estos. Lo prometo. Pero ahora voy a la biblioteca y tengo que comer.
―Espero que no ramyeon.
―Sabes que no sé preparar nada más.
―Mañana iré a tu casa, ¿de acuerdo?
―Sip.
―Bien. Nos vemos. Duerme temprano.
Y colgó.
Decidí que comería en la sala, solo para poder ver televisión. Si mamá estuviera, era seguro que me echaría la bronca, porque “para eso está el comedor”. No se trataba sobre no poder ver la pantalla desde ahí, sino que el sillón era un centenar de veces más cómodo. Puse el primer canal que tuviera algo interesante.
Una hora después, limpié el desorden para no dejar constancia del delito y me tiré en el sofá, boca arriba. Primero porque tenía pereza y segundo porque estaba meditando. SeAh una vez lo señaló: yo pienso demasiado sobre lo mismo. Siempre. En ese momento tocaba la pulsera en mi muñeca. Incluso me parecía curioso que no se hubiera roto en todos esos años.
―Debería dejar de usarla ―murmuré.
Nunca tuve la fuerza de voluntad para lograrlo y de verdad lo había intentado. Apenas pude estar un par de días sin ella y no estaba segura si era por costumbre o por apego. Aunque, sabiendo que él no la llevaba, no parecía tan difícil quitármela.
Suspiré.
―Tal vez mañana ―concluí.
Con pesadez me levanté. Tomé mi mochila y el dinero para salir directo a la biblioteca.
(( ☕ ))
Antes me demoraba en actualizar porque me daban bloqueos y ahora que solo tengo que editar sigo en las mismas. 🤡 Si es que algunas cosas no cambian nunca.
P.D. Una amiga me dijo que deje las notitas al final de los capítulos, pero es que ya no van acorde, entonces algunas no se van a quedar.
Besitos y abracitos. ♡♡
- Bi (Rain.y) 🌧
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro