La sola idea del desalojo hizo que Taehyung no pudiera dejar de pensar, había sufrido meses para alcanzar el dinero y pagar la renta pero al final esta misma lo alcanzó y terminó por ganarle.

— Mijito, ya te dije que no había problema con que te quedarás conmigo hasta que encuentres donde quedarte — La voz dulce de la señora lo distrajo un rato de sus penas, pero el negó. — No, como cree... le van a cobrar más. — 

Recibió en sus manos el té de canela a las puntuales 6 pm, que era la hora donde ellos se reunían para chismear.

— Voy a hablar con don José, ese viejo me conoce de hace años y estoy seguro que puede darte más tiempo... o incluso podría conseguirte un enganche más accesible.

Taehyung suspiró. — No creo, y no sería justo para los otros inquilinos que yo pague menos —

— Pero eres un niño, todos aquí estamos o jubilados o tenemos trabajos estables... tu apenas estas en la universidad

— Si, gracias — suspiró frustrado mirando su teléfono, el último fin de semana antes de regresar a clases siempre lo ponía nervioso pero no podía faltar a su palabra después de renunciar a todo y mudarse a la ciudad para estudiar lo que de verdad quería, aun si eso significaba renunciar al apoyo económico de su familia, Taehyung estaba suspirando mucho.

— ¿Y Jiminsito, Tae? Hace rato que no lo traes contigo. — la señora apagó el horno una vez el agua calento y a sus espaldas, Taehyung se quemó la lengua. — Si, no- bueno... él... uhm, está ocupado y...

— ¡Oh, ya recorde! Terminaron a principios de año. — ella sonrió con éxito porque recordó a la perfección el pequeño detalle, pero luego entristeció al ver a su nieto (postizo) agachar la mirada susurrar un desanimado "sí" 

— Lo siento

— No importa, de eso ya paso mucho tiempo.... Estamos bien. — terminó de beber y se apresuró a ayudar a la señora a ordenar su alacena en esa esquina donde la viejita ya no podía alcanzar, a limpiar la caja de arena de los gatos y arreglar su cable de tv antes de despedirse de ella por ese día.

Aunque las cosas no andarán bien, Taehyung estaba contento con su vida

Más o menos.

Al regresar a su departamento estaba más que derrotado, anhelaba llegar a su cama, solo eso

Pero cuando las llaves se le cayeron al tratar de encajarlas en la perilla de su departamento se soltó en lágrimas porque ya nada le podía salir peor, lloriqueando ingreso a su apartamento y cerró la puerta caminando por la soledad del hogar arrastrando los pies.

La vista era linda, la ubicación no podía ser mejor pero lo que más amaba de ese departamento era lo feliz que había sido cuando todavía Jimin vivía ahí, cuando aceptó el trato de ser compañeros de cuarto, cuando descubrió que le gustaba, cuando se besaron por primera vez, cuando hicieron el amor por primera vez y luego se hicieron novios... incluso cuando se dejaron, fue ahí.

Desde que se fue, no puede borrarlo de su cerebro

Cada rincón por más insignificante y vació que se viera, le recordaba a Jimin

A donde volteara, ahí estaba él. 

Su rostro bañado en lágrimas se secó, sus ojos se cerraron y aunque él ya no estaba ahí, tomo una bocanada de aire y soltó un "ya fue"

Iba a dejar ese departamento de todas formas, ya tenía una pata en la calle.

 (.づ•᷄ᴖ•᷅)づ.