Chan notaba raro a Seungmin, desde un tiempo para acá su novio no era el mismo, ya no era el tipo bromista y sarcástico de siempre, ahora simplemente se la vivía con la cabeza baja, a veces Bang se lo encontraba llorando sin motivo aparente, había comenzado a usar inhibidores de olor, también todo el tiempo traía suéteres anchos y estaba recio al contacto del mayor.

Otra cosa extraña era que Seungmin era bastante hormonal y hace más de cuatro meses que tenían nada de sexo, o siquiera Chan, este no podía tocar nada que no fuera las manos y la cara demacrada del omega.

Christopher estaba dispuesto a averiguar que le ocurría a su pareja y aquella tarde fría del viernes lo siguió. Espero encontrar cualquier cosa, alguien extorsionando a Seungmin o quizás alguien quien le hiciera bulliyng. Más lo único que encontró fue a su pareja entrar a un hospital, ¿su omega tenía alguna enfermedad terminal?

Espero escondido hasta que escucho el nombre de este ser pronunciado, observo a Seungmin pasar al consultorio número tres, se mantuvo quieto unos minutos, hasta que decidió acercarse a la puerta y la abrió sigilosamente.

—  ¿Cómo esta Jake, doctora?

A Seungmin le estaban realizando un ultrasonido cosa que alboroto momentáneamente el pecho del alfa.

—  Seungmin, ¿te sigues fajando?

—  No, yo-o...

—  No me mientas, veo marcas del vendaje en tu abdomen y aun continúas usando los inhibidores de olor.

—  ¿Eso le está afectando mucho al bebé? — Mordió su labio nervioso.

—  Está por debajo del promedio, Seungmin. — Regaño la doctora preocupada.

—  Es que no le he podido decir a mí alfa.

—  Seungmin ya tienes veintiséis semanas de embarazo, ¿cuándo le piensas decir?

—  Es que es difícil, se enojara. — Suspiro tristemente.

—  No puedes ocultarlo para siempre, en algún punto debe de saberlo, ¿y si alguien más le dice?

—  Mejor aún, ¿y si cree que estas actuando raro y te sigue para ver por qué? — Hablo de manera sarcástica Chan haciendo acto de presencia tensando a la doctora y a Seungmin.

—  Channie.

—  ¿Me puede dar una copia de la ecografía al terminar? Por favor.

La doctora de forma nerviosa se apuró a asentir sin saber que decir.

—  Bien, gracias, te espero afuera, Seungmin.

Chan espero a su novio recargado en su camioneta afuera del hospital aproximadamente quince minutos hasta que lo vio salir. Seungmin a paso lento se acercó hasta él tendiéndole de manera temblorosa la ecografía, Chris la tomo entre sus manos sintiendo en su pecho miedo y emoción.

—  Sube, te llevare a casa. — Comento parándose recto y sacando las llaves de su bolsillo.

—  Puedo irme solo. Por acá pasan taxis.

—  Te llevare a casa.

Seungmin sabía que en otras circunstancias no hubiera permitido que Chan le hablase así, pero en estos momentos lo único que quería era ser lo más sumiso posible para que su pareja no lo dejase.

Ambos subieron al auto en silencio, Christopher no quería hablar porque sabía que el dejaría que su enojo hablase y terminaría diciéndole algo hiriente. Arranco el coche comenzando a andar por las transitadas calles de Seúl. Kim de manera descarada olio el ambiente para intentar averiguar el estado de ánimo del castaño.

—  Vamos huéleme, tu si puedes saber que siento, ¿a qué huelo, Seungmin?, ¿enojo?, ¿decepción?, ¿rabia?

—  Solo no quería que te pusieras de ese modo. — Susurro pasando la vista a sus manos. — Quería evitarme el drama

—  ¿Dramas?, esto es un drama, Seungmin. Ya tienes seis meses, el niño nace en tres. ¿Cómo querías me enterara?, ¿El día del parto?, ¿el niño siquiera va a nacer? te estas vendando y metiéndote inhibidores.

—  ¿CÓMO PUEDES DECIR COSAS TAN CRUELES? — Bramo enojado.

—  ¿Yo soy cruel? Me privaste durante meses de saber que soy padre.

—  Tenía miedo, ¿bien?, Conozco personas que sus alfas las dejan cuando se enteran de que están embarazadas. Temía que me culparas, como siempre usamos protección, yo...

—  Soy lo suficiente mayor para saber que los jodidos condones se rompen y lo hacíamos casi diario, Seungmin, era lógico que algo como esto podría pasar.

—  ¿Por qué me sigues culpando a mí? Eres tan responsable como yo. — Lagrimas silenciosas ya se deslizaban por la cara del coreano, que intentaba retenerlas limpiándolas con su suéter.

—  No te culpo por haber quedado en cinta. Te culpo por ocultármelo. — Chan intento calmarse, Seungmin odiaba que le gritasen y él australiano no quería asustarlo.

—  ¿Y si te hubiera dicho que hubieras hecho?

—  ¿Qué más? Apoyarte.

—  Lo dices porque ahora lo sabes, no creo que esa hubiera sido tu reacción si te lo hubiera dicho.

—  Joder, ¿en qué concepto me tienes? Seungmin, se supone somos una pareja, podemos enfrentar las cosas juntos, no puedes guardarte todo. — Chan estaciono el auto frente al edificio de Seungmin. — Baja.

—  ¿Qué? — El lobo de Seungmin se puso en alerta esperando lo peor.

—  Baja, llegamos a tu casa.

—  ¿Planeas dejarme?

—  Minnie, necesito pensar, por favor, baja.

—  ¿Pensar?, ¿Qué necesitas pensar?

—  Minnie, por favor.

—  Una noche más, Bang Chan. Solo quédate conmigo esta noche.

Christopher en serio quería negarse, el necesitaba respirar tranquilamente y esperar a que el coraje le bajase, pero al ver el estado tan vulnerable en el que estaba su pareja decidió que era mejor quedarse.

Estaciono su auto en el parqueadero del complejo. Seungmin lo esperaba en la entrada del elevador con la cabeza baja, nuevamente en silencio se subieron a este.

En cuanto llegaron al departamento lo primero que hicieron ambos fue recostarse en la cama. Kim se recostó en el ancho pecho de su alfa comenzando a llorar desesperadamente, se aferró a este para evitar que Chan se fuese de su lado.

Christopher lo único que atino a hacer fue abrazar el delgado cuerpo de Seungmin y empezar a liberar feromonas para intentar tranquilizarlo. El coreano no pudo evitar ir poco a poco cayendo en los brazos de Morfeo.

A la mañana siguiente lo primero que hizo Seungmin al despertar fue tentar el lado derecho de su cama donde se suponía dormía Chan, al no sentir nada abrió rápidamente sus ojos de manera ansiosa, busco con sus ojos a su pareja y al no encontrarla fue directamente a la sala, sintiendo miedo, busco en la cocina, en el cuarto de lavado e incluso por la puerta para ver si había salido.

Bang Chan no estaba por ningún lado. Kim se tiró sobre sus rodillas sollozando.

Christopher salió del baño preocupado, se enredó una toalla a la cintura y fue otra a parar a su cabello rizado, corrió hasta donde venía el sollozo. Encontrándose con la dolorosa escena de Seungmin llorando en el piso sosteniendo su estómago.

Se acercó hasta él abrazándolo, había salido de manera apresurada de la ducha, lo cual no le permitió secarse, entonces al abrazar a su pareja, lo mojo en el proceso, más a ninguno le importo.

—  Chan, idiota, ¿por qué me dejaste? — Golpeo el pecho contrario afligido.

—  Cariño, estaba en la ducha. — Consoló.

—  Tu maldito idiota, no puedes dejarme, eres mi alfa, padre de mis hijos. No te atrevas a abandorarme.

—  Amor, aquí estoy. — Lo abrazo más fuerte.

—  Te odio, te odio.

—  Yo también te amo, Seungmin.

El pequeño Jake ese día estaba cumpliendo un año, por la situación económica que Seungmin y Chan estaban pasando, no podían hacer algo muy majestuoso, así que los tres estaban festejando el cumpleaños de su primogénito.

A Chan le costó un poco confiar nuevamente en Seungmin debido al tiempo que este le oculto el embarazo, pero ambos se amaban demasiado, así que enfrentaron esa adversidad juntos.

Ser padres no fue tarea fácil y más del pequeño Jake, que había nacido bastante enfermizo, ambos intentaban ser los mejores padres posibles y debían equilibrarlo con su trabajo.

Ellos no dejarían pasar desapercibido el primer año de la pequeña alegría de sus vidas. Seungmin había hecho cupcakes para conmemorar aquel cumpleaños.

Todos eran cupcakes de chocolate a excepción de uno que era de vainilla.

—  ¿Por qué uno es diferente? — Pregunto Chan extrañado.

Kim solo atino a sonreír y abrió la pequeña sudadera de Jake.

"Papá, este año me he portado tan bien, que seré ascendido a hermano mayor." Era lo que decía el estampado de la pequeña playera de Jaeyun, el cachorro estaba demasiado feliz comiendo panquesitos para prestar atención a los ojos lagrimosos de su padre.

—  ¿Qué?

Seungmin ensancho más su sonrisa abriendo su propia sudadera. "Felicidades, Channie. Serás papá por segunda vez."

Chris solo se paró emocionado a besar y abrazar a sus dos amores, lágrimas de felicidad salían por sus mejillas.

—  Ahora, Chan. — Le tendió el cupcake de vainilla. — Si dentro tiene betún blanco será una niña, pero si tiene chispas de chocolate, será un niño.

De una sola mordida, Bang arranco la mitad, el pequeño cupcake de vainilla estaba infestado de chispas de chocolate. Volvió a llorar sintiendo que ahora su vida estaba completa.

Dos hijos, el amor de su vida y él.

¿Qué más podida desear?