Jisung sujetaba las correas de su mochila fuertemente. Hoy era su primer día de clases en ese odioso colegio privado y le aterraba en demasía la idea de asistir, el jamás se consideró un omega sociable y sumándole que estaba ahí solo por una estúpida beca le aumentaba el miedo. La madre de Jisung. Han Jimin. Le insistió tanto que termino accediendo a ir.

Se desplazó lentamente hasta el gran portón de la escuela. El prefecto verifico que tuviera bien puesto su uniforme y colgara de su bolsa su credencial escolar, con una leve sonrisa lo dejo pasar. El omega de olor a coco simplemente agradeció y se adentró al lugar. Se abrazó un poco a sí mismo para intentar calmar sus nervios. En un pequeño papel traía cuál sería su nueva clase.

Paro a una beta para que de favor le dijera donde estaba su clase, este regalándole una sonrisa le indico el lugar y Jisung desde que llego sonrió sinceramente por la ayuda recibida. Corrió hasta donde estaba su salón porque ya era tarde.

Al llegar, toco la puerta, siendo recibido por un omega estaba impartiendo la materia de historia, paro un poco la clase para que Han se presentara.

— H-hola, mi nombre es Han Jisung, tengo casi quince años, mi color favorito es el azul y eso es todo. — Limpio sus manos sudorosas en su pantalón.

— Bien, Han, siéntate al lado de... FELIX QUE TE HE DICHO SOBRE SENTARTE AL LADO DE ALFAS.

— Dios mío, cálmese. Que me siente al lado de Hyunjin no quiere decir que por arte de magia me embarazare.

— Conozco la calentura de los de tu edad. Han, te sentaras al lado de Felix y Hyunjin siéntate al lado de Sanha.

— Si-i, está bien. — Se sentó donde era indicado. El otro omega que permanecía con el ceño fruncido, no le sonrió hasta que el profesor se volteó.

— ¡Hola!, mi nombre es Felix y el idiota que quitaron de aquí es mi mejor amigo Hyunjin. — Estiro la mano sonriente.

— Tienes pecas. — En vez de tomar la mano estirada, dirigió su dedo índice a la mejilla del chico.

— Te puedo regalar unas cuantas. — Río

— Por favor, siempre he querido. — También río.

Así fue como inicio la amistad de esos tres.

Habían pasado seis meses desde que la amistad se había formado entre los tres. Por primera vez en todo ese tiempo Felix invito a Jisung a su casa a ver películas, Hyunjin también estaba invitado, pero no pudo asistir pues estaba persiguiendo según él al amor de su vida. Ahora se encontraban desparramados en la cama del menor. Terminaban de llorar por la película "Yo soy Sam."

— Fue simplemente maravillosa. — Exclamó el dueño de la habitación limpiando el rastro de lágrimas. — No sé tú, pero llorar tanto me ha dado hambre. Espérame un poco iré a la cocina por algo para comer.

Felix se fue hasta la cocina dejando a un Jisung aun llorando en la cama.

— Dice papá que vayas a su despacho... — Lo ultimó Minho lo dijo en casi un susurro al ver la cara del precioso omega bañada en lágrimas. — ¿Qué paso, pequeño?, ¿Te hizo Felix algo? — Se acercó hasta su rostro tomándolo en sus manos con delicadeza.

Han se apresuró a negar rápidamente todavía hipando. — Lixxie, no hizo nada.

— Entonces, ¿qué sucede? — Ahora hablo con ternura. El lobo del alfa movía la cola gustoso al sentir el aroma a coco del menor.

— Vimos una película muy bonita. — El omega de Jisung le pedía acercarse más al alfa para percibir mejor su olor a menta.

— Oh, ya entiendo. — Se separó del chico avergonzado por la confianza excesiva que tomó. — Soy Minho, por cierto.

— Jisung. Un gusto.

— Dime Jisung. ¿estás ocupado el próximo fin de semana? — El nombrado negó. — ¿Quieres salir conmigo?

— ¡Claro!, tengo pocos amigos tener más no me vendría mal. — Sonrió mostrando sus dientes.

— Entonces tendremos un problema, Sunnie. Porque yo no pretendo ser tu amigo. — Se acercó nuevamente a Han robándole un beso en sus ahora mejillas color carmesí.

Felix regreso con galletas encontrándose a su amigo con las mejillas sonrojadas. Arqueo una ceja:

— ¿Paso algo?

— Nada, solo conocí a Minho. — Sus mejillas volvieron a encenderse.

Jisung estaba sentado en el baño de la escuela, la prueba de embarazo reposaba entre sus manos temblorosas, aun debía esperar cinco minutos hasta que la respuesta pudiera observarse y aunque él rogaba porque el resultado diese negativo, estaba bastante seguro que no sería así, Minho y él habían pasado el celo del primer mencionado juntos, Lee lo había anunado un total de catorce veces y ellos no habían usado protección.

Aunque él había tomado la pastilla del día siguiente nada le aseguraba que no estuviera en cinta. Genial, solo había tenido sexo una vez en su vida y había quedado en cinta.

— ¿Ya salió el resultado? — Pregunto Hyunjin nerviosamente.

— Aún no. — Comento Felix. — Restan dos minutos.

— ¡Mierda!, siento que ya paso mucho tiempo.

— ¿Puedes callarte? Asustas a Jisung.

— Si, si, l-lo siento.

Han que todavía no comentaba nada, observo como el resultado en aquel dispositivo comenzaban a marcarse. Jisung suspiro, se levantó de la taza del baño y abrió la puerta del cubículo saliendo.

— Positivo. — Sollozo abrazándose a sus dos amigos.

— Todo está bien, Hanji.

— Nada está bien, Hyunjin. Tengo miedo de lo que Minho dira.

— ¡Hey!, mi hermano no dirá nada malo, sabes lo mucho que te ama.

— Eso espero...

Seungmin y Minho estaban saliendo de la preparatoria, ambos platicaban de cómo había sido su día. Kim se paró abruptamente, haciendo a Lee también detenerse.

— ¿Qué sucede?

— Tu omega. — Señalo a Jisung que yacía esperándolo fuera de la escuela.

— Minnie, yo...

— No te preocupes, ya vete.

— Gracias.

Minho corrió en busca de su pareja de manera emocionada, el omega muy pocas veces tomaba la iniciativa de ir por él a la escuela, cosa que lo emocionaba bastante, más al ver el semblante serio de su novio, su lobo se preocupó.

A modo de saludo planto un suave beso en los belfos contrarios.

— Hola, Sunnie.

— Hola, Minho.

— ¿Ocurre algo, bebé?

— Tenemos que hablar. — Mordió una de sus uñas con nerviosismo.

— Claro, dime. — La ansiedad ya se había instalado en el pecho del más grande.

— Min, creo que estoy embarazado. — Susurro.

— ¿Qué? — Preguntó incrédulo. — ¿Estás seguro?

— Bueno, yo hice una prueba de embarazo casera y...

Sin dejarlo decir más, el de olor a menta tomo la mano de su pareja para llevarlo a un laboratorio donde se haría una prueba sanguínea, esta vez tuvieron que esperar treinta minutos hasta obtener un nuevo resultado, igualmente positivo.

— ¿Y ahora qué? — Cuestiono Han nervioso.

— ¿Quieres tener al bebé?

Jisung asintió repetidas ocasiones.

— Bien, Hanji, cariño, espérame en tu casa, ¿sí?, debo resolver unos asuntos y después iré por ti, aún no hueles a galletas, solo espera a que llegue y entre los dos le diremos a Jimin, ¿ok?

Sin mayor remedio el omega olor coco volvió a asentir, viendo como su novio se alejaba.

A eso de las nueve de la noche, Jisung ya había perdido toda esperanza de que Minho fuera a su casa, más cuando ya estaba en pijama, el timbre de su hogar sonó.

Jimin se apresuró a abrir y después de un intercambio de palabras grito el nombre del de dieciséis.

— Precioso, perdón por tardar. — Dijo una vez tuvo a Han enfrente y procedió a abrazarlo. — Podemos hablar en mi coche.

— Claro, deja le aviso a mamá.

Después de obtener el permiso, se dirigieron al bonito coche del mayor.

— Ya hablé con papá. — Cerro sus ojos con fuerza, no queriendo llorar frente a su omega. — No tomo la noticia muy bien...

— ¿Qué te dijo?

— Nada importante, las mismas mierdas de siempre. — Le restó importancia. — Hanji, me corrió de la casa.

— Dios mío, perdóname, yo no quería que esto pasara...

Beso al omega para calmar su ansiedad a la par que lo bañaba con su olor.

— No importa, cariño, yo estoy bien. Venderé este auto, podemos buscar un lugar económico donde vivir y conseguiré trabajo.

— No podemos vivir de amor...

— Yo sé que no, pero me esforzare en ser el alfa que necesitas, solo quédate a mi lado para siempre por favor. — Beso la mano del menor.

Minho que estaba acostumbrado a una vida llena de lujos, no le fue fácil apañárselas sin ayuda de su padre, pero tenía la suerte de haberse encontrado al señor Moonjo, un beta dueño de un restaurant de lujo, a pesar de saber que Lee no sabía hacer exactamente nada, no dudo en darle trabajo de medio tiempo como mesero.

¿Se arrepentía? No, el alfa olor menta era bastante trabajador y se esforzaba en lo que hacía. Esa tarde del miércoles no era nada distinta, estaba atendiendo a unos clientes con su mejor sonrisa, cuando Nambok, uno de sus compañeros lo toco por el hombro.

— Minho, tu suegra acaba de llamar, Jisung ya estaba en la sala de partos.

— ¡Santa mierda! — Exclamo. Se disculpó de los clientes y corrió fuera del lugar para ir a ver a su esposo.

Cuando llego ya era tarde, le habían avisado demasiado tarde y el parto ya estaba llegando a su fin. En el momento que pudo ingresar, Han estaba dormido en la camilla.

Minho llevo unas flores y una pequeña nota cursi que decía "gracias por hacerme papá." Las deposito a un lado de su novio.

— ¿Quiere ver a su hijo? — Pregunto una enfermera.

— ¿Puedo verlo?

— Es suyo, yo digo que sí.

Tras unos instantes, la enfermera volvió con un pequeño ser envuelto en sabanas amarillas.

— Hola pequeño Hee. — Beso con delicadeza su frente. — Yo soy papá.

Volvió a besar su frente varias veces al borde de las lágrimas. Jisung que apenas iba despertando, se deleitó ante la hermosa escena frente a él, no cabía duda que había escogido al alfa correcto.

La familia Lee había logrado bastantes cosas, ahora podían presumir que tenían una casa bastante modesta y podía darles gustos al pequeño Heeseung que antes no podían.

En ese instante los tres estaban comiendo, a pesar de que el cachorro ya comía solo, aun se ensuciaba bastante, aunque era normal en un chico de tres años.

— Min, ¿qué opinas de otro bebé?

— Mientras no tengamos trillizos todo bien.

— Estoy hablando en serio. — Golpeo su hombro delicadamente.

— Yo también, mientras no sean trillizos por mi esta bien.

— Minho. — Regaño

— Riki es un buen nombre, es de origen japonés y significa poderoso. — Comento dejando de comer para mirar a su ahora esposo.

— ¿Desde cuándo lo sabes?

— Vi la prueba de embarazo hace una semana en la basura.

— Pudiste decírmelo.

— Estaba esperando que tú me lo dijeras.

— Bésame, idiota.

Minho sonrió y se inclinó para besar a Jisung, fue un casto beso, pero sus lobos se emocionaron como si fuera la primera vez.

— Bebé Ni-ki. — Grito Heeseung emocionado, haciendo reir a sus dos padres.

El futuro era incierto, pero ambos hombres tenían claro que enfrentarían lo que fuera juntos, por ellos y por los dos cachorros que tenían.

Aunque en ese instante, no les pasaba la cabeza que Jisung algún día diría:

"Lee, quiero el divorcio"

Quiero dejar demasiado en claro que... En este fic no se intento romantizar el embarazo adolescente.

Minho y Jisung tenían bastante desinformación ante el tema del sexo y por eso corrió el embarazo, si tú tienes dudas sobre algo, no dudes acudir a tu centro de salud más cercano, a algún adulto de confianza o a mi (no soy experta pero puedo orientarte)

Gracias por leerme.