Especial cinco: Pijamada.
Esta especial está entre el cap dieciocho y el diecinueve.
Changbin iba saliendo de la recamara, traía una pequeña toalla en la cabeza puesto que acababa de bañarse. Entró a la cocina, donde yacía Felix dándole la espalda mientras terminaba de hornear otro pay de manzana.
— ¿Qué falta hacer, cariño? —preguntó haciendo que Lee se sobresaltase un poco.
— Faltan los sándwiches. Recuerda, son ocho de jamón y uno de peperoni, porque a Sunoo no le gusta el jamón, también a uno le quitas el queso americano y le pones queso parmesano, porque a Ni-ki no le gusta el queso americano. Los de mermelada y maní, también son ocho, porque Jungwon es alérgico al maní, al de él, ponle mermelada y mantequilla, ¿entendido?
—Perfectamente entendido, mi amor.
Los dos adultos se pusieron manos a la obra. Felix estaba un poco alterado debido a que era la primera vez que Sunghoon y Jay irían a su casa. Sus sobrinos últimamente se la vivían pegados a aquellos alfas y él quería que estos también se sintiesen parte de la familia.
Cuando la alarma del omega olor vainilla sonó, este se estreso más de lo normal debido a que sentía que el tiempo ya se le venía encima. El de menor estatura abrazó al más alto por los hombros para brindarle confort a su esposo.
—Está bien, aún hay tiempo, pequitas, los chicos llegan en dos horas.
—No intentes tranquilizarme, Seo —lo regaño, señalándola con la espátula.
Changbin subió las manos en señal de paz.
—Como tú digas, pequitas, por mientras ire a limpiar la sala y poner los colchones.
—Bien, yo iré por las pijamas.
Los dos asintieron y ambos adultos se apresuraron a hacer todo lo necesario para recibir a sus sobrinos.
Los primeros en llegar a la gran casa Seo fueron los hermanos Park, lo cual fue un poco incómodo debido a que estos no conocían mucho de la pareja anfitriona.
—Pasen, pasen, corazones. Los demás tardarán un poco en llegar, siempre llegan algo tarde —Lee les sonrió.
Ambos se inclinaron demasiado formal para el gusto de los mayores, más no comentaron nada al respecto.
—¿Podrían ayudarnos con los colchones? Por favor.
Los hermanos asintieron y comenzaron a quitarle el plástico a aquellos dos colchones.
—¿Compraron colchones nuevos? —se atrevió a preguntar Jay.
—Sip, aquí cada uno tiene su colchón individual, el de Sunoo es azul, el de Riki rojo, el de Jake es turquesa, el de Heeseung es café,
el de Jungwon es morado, el de Binnie es rosado y el mío es amarillo. Jakey y Wonnie me comentaron que sus colores favoritos son el naranja y negro, entonces espero que les gusten estos colchones.
—Señor Lix, si nos gustan y agradecemos su amabilidad, pero se me hace un poco innecesario que gasten en nosotros —comentó Sunghoon enternecido por la acción del mayor.
—No, cariño, yo quiero que aquí se sientan a gusto, un colchón no es nada, aparte que es para todos los demás viernes de fin de mes que vendrán —Yongbok sonrió y acarició la cabeza de sus nuevos sobrinos.
Jongsung y Sunghoon se miraron, el par de chicos sabían lo poco que comprar un colchón le costaba a Changbin o a Felix, pero para ellos eran un gran gasto innecesario. Ellos vivían muy bien económicamente en Gimhae, no eran ricos en exceso, pero nunca les faltó nada y hasta podían permitirse ciertas comodidades, lastimosamente cuando las demás personas se enteraron que a Sunghoon le gustaban los alfas, el chico recibía muy desagradables golpizas por sus preferencias (y no solo él, Jay también las recibía por defender a su hermano).
Wooyoung y Seonghwa no podían quedarse de brazos cruzados y como las autoridades del colegio no hacían nada por sus chicos, la pareja tuvo que tomar la importante decisión de mudarse por el bienestar de sus hijos. Aunque esto significara abandonar sus trabajos, la gran ventaja era que gracias a los Lee, ahora la pareja Park tenía trabajo nuevamente.
A pesar de eso, Jay y Sunghoon se sentían bien recibidos en la casa de los Seo, sabían que tanto como Changbin como Felix, no intentaban alardear de su riqueza y tal solo querían que se sintieran amados en aquel hogar.
La nube de pensamientos de aquel par de hermanos fue interrumpida por un gran garrón de palomitas que les ofrecía Changbin.
—¿Siempre tardan tanto? —cuestionó el alfa olor a incienso tomando un puñado de palomitas.
—Lo hacen —Changbin les sonrió con cariño —casi siempre los primeros en llegar son Sunoo y Jake, de ahí Riki y Heeseung y por último llega Wonnie.
—¿Recuerdas cuando Jungwon tenía miedo de quedarse a dormir con nosotros? —Felix golpeó levemente el pecho de su marido sonriendo ante el recuerdo.
—Lo recuerdo, siempre a eso de la una de la mañana Jeongin debía venir por él.
—¿Wonnie es miedoso? —preguntó el pretendiente del omega.
—Antes lo era, ahora ya no —Changbin río al recordar.
Iban a seguir conversando cuando el timbre de la casa sonó. Seo se aproximó hasta la puerta, topándose con Sunoo y Jake, ambos traían unas pequeñas mochilas y sus mantas de dormir.
—¡¡Honnie!!—habló Jake con emoción tras ver a su pareja.
A pesar de su gran seriedad, Sunghoon se acercó hasta Jaeyun para saludarse con un corto beso en los labios.
—Bien, veamos quien es el próximo en llegar —el de aroma a sándalo cerró la puerta y se aproximó a sus sobrinos.
Las predicciones habían fallado y Jungwon llegó bastante antes de lo que normalmente lo hacía, aunque llegó con un alfa muy celoso a su lado y una tarta de fresa.
—Nada de dormir junto a mi bebé, ¿entendido? —dijo Hyunjin de manera amenazante antes de irse a su hogar.
Jay sintió un escalofrío al ver aquella tarta de un sabor el cual él era demasiado alérgico, aunque todo aquel miedo se le pasó al ver al hermoso omega acercársele y saludarlo con un beso en la mejilla.
Los dos se sonrojaron y fueron la burla del próximo par de hermanos. Los Lee, los únicos sobrinos biológicos de Felix, pero este jamás hacía una distinción ante sus otros sobrinos.
—Bien, podemos comenzar
Felix corrió a la cocina para traer todos los snacks que había hecho para aquella ocasión especial.
La mayor parte de la noche vieron películas, todas sometidas a votación, habían visto 4 en total. Sunoo se había quedado dormido a la mitad de la primera, pero nadie dijo nada.
La otra parte de la noche se la habían pasado bailando coreografías de kpop, Felix y Ni-ki eran los que más destacaban en aquella actividad.
Su noche fue larga, tanto que todos pudieron dormir hasta las diez de la mañana (a excepción de Sunoo) más a nadie le importaba porque era sábado.
Riki ya para dormir terminó pegando su colchón al de Sunoo, Jake y Sunghoon improvisaron y solo ocuparon un colchón, estaban apretados, pero para ellos valía la pena. La pareja anfitriona estaba de extremo a extremo de la sala supervisando a los niños y Jungwon llevaba rato intentando dormir cerca de Jay, pero el alfa empujaba su colchón más lejos con cierto temor.
Mediante el lazo Changbin y Felix se decían cosas bonitas intentando dormir.
Porque bueno, en este universo los chicos si pueden ser felices, ¿que podría salir mal?
Especial 105k muchas gracias por leerme
Lxs amo mucho, gracias por todas esas leídas 😭💗
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