Capitulo veintitrés: Enfrentamiento.
Minho y Han se quedaron abrazados un par de segundos más, su lazo lo único que transmitía era felicidad, ambos no podían disimular sus sonrisas de la cara. Muy a su pesar, Jisung se levantó de aquella silla para que el vicepresidente se vistiera, camino hasta donde estaba su ropa interior para poder ponerla.
— Ven, aquí. — Comento un sonriente Lee.
Primero subió bien esas panties e intento desatar aquella corbata de su esposo, más antes la puerta fue abierta. Al voltear a la puerta palidecieron al ver a Dongwoo entrar a la oficina.
— ¿Qué haces aquí, maldito interesado?
— Padre, no le digas así a mi esposo.
— Hijo de puta, ¿por qué siempre lo defiendes? Sabes que solo está detrás de tu dinero.
— Suegro, eso no es cierto... — Intento decir Han siendo cortado.
— No hablo con personas inferiores a mí.
— Padre. — Bramo el alfa.
— Uno. — Se viro a uno de sus guardaespaldas. — Saca a la puta de la oficina.
Sin mayores protestas y cual saco de papas, alzo al pobre omega, a pesar de que Jisung, pataleo, lo empujo y rasguño el gorila ni se inmuto. Minho intento interponerse pero el otro guardaespaldas lo retuvo, abrió la gran puerta y expulso al asistente como si fuera alguien insignificante.
El omega sintió sus tibias lagrimas bajar por su rostro, sabía que era observado por todos, más no se atrevía a levantar la mirada. A pesar de sentir los sacos y como era cargado, se sentía ajeno a eso y todo le parecía un recuerdo lejano. Por el shock emocional, no tardo mucho en desmayarse, siendo la preocupación de su esposo lo último que pudo sentir mediante el lazo.
Lee estaba jodidamente desesperado, por más que tratase de zafarse no podía, cosa que molestaba más a su progenitor.
[Nuestro omega ha sido humillado, haz algo.]
[No soy estúpido, lo sé, más no logro escapar.]
[No merecemos a omega.] Sentencio haciendo hacer sentir más mal a Minho.
Al entrar a la oficina Minho fue depositado bruscamente en el piso. Se levantó como pudo.
— ¿Qué hace aquí?
— Trabaja para mí.
— ¿Por qué?
— Por qué así lo quise, jamás me cuestionaste porque contrate a mis demás empleados.
— Tus otros empleados no son interesados.
— ¿Puedes callarte? No estoy orgulloso, pero ese omega "interesado" estuvo conmigo cuando tú me retiraste todo tu apoyo, ese omega estuvo a mi lado cuando ganaba el sueldo de un mesero y ahora que gano un maldito millón al mes claro que se merece que se los comparta.
— Por Dios, Minho, era un maldito becado y entro a una escuela de lujo, ¿a estudiar? Por favor
— A eso entro, maldita sea.
— ¿Sabes cuál es el problema? Es que tu estas traumado desde que mamá te dejo por un chico de limpieza. — Dijo Felix entrando a la oficina. — Pero te dejo por tu actitud de mierda, no por otra cosa.
— Eres un insolente, Felix. — Pauso. — Y ya que ambos están aquí vengo a anunciarles algo importante.
Sonrió cínico haciendo temblar a sus hijos.
— Ya arregle los papeles de esta empresa, el nuevo presidente es Minho, pero... El día que Minho muera o se retire, la empresa será cedida a los hijos de Felix.
— ¿Qué? — Medio gritaron los dos.
— Eso, realice investigaciones y sé que tu bastardo mayor está estudiando economía, si tu omega de pacotilla lo obligo para quedarse con mi empresa está muy equivocado.
— Jisung jamás ha obligado a nuestros hijos a usar siquiera algo que no les gusta, Hee estudio lo que quiso por cuenta propia, ¿y qué si quiere Lee Industries? Se lo merece, solo por ser mi hijo. — Expuso.
— Obvio no se lo merece, mis nietos tienen más derechos que tus bastardos.
— Lo quieras aceptar o no, mis hijos son tus nietos. Y Felix no quiere hijos, no puedes obligarlo.
— Si puedo.
— No, puedes carajo, Changbin y yo no los queremos, jamás ha estado en nuestros planes tener hijos y no los vamos a tener.
— Cuando estés viejo y sin nadie que te cuide, te arrepentirás.
— Los hijos no le deben nada a los padres, no planeo traer hijos a este mundo para no quedarme "solo"
— Felix, ya estas viejo si sigues con esa tonta idea no me va a quedar más remedio que despedirte. Antes de morir quiero conocer a mis nietos.
— Ya tienes dos y que no quieras aceptarlos es tu maldito problema. — Chillo. — Me arte de estar detrás de la sombra de Minho, ¿sabes porque yo fui el hijo rebelde y Minho tu adoración? Porque lo obligaste, él no pudo decidir sobre su carrera, sobre sus gustos, el solo estaba para complacerte, al contrario de mí, mi hermano se encargó de que yo fuera feliz, de que tuviera lo que él no pudo tener y el único momento donde decidió desafiarte fue porque se enamoró y ni siquiera eso pudiste entender.
— Wow, que palabras tan conmovedoras, ¿quieres que llore?
— Eres un hijo de puta.
— Respétame porque soy tu padre.
— El respeto se gana y toda tu vida te encargaste de que te odiara.
Dongwoo se levantó de su silla completamente dispuesto a pegarle a Felix, pero por segunda vez en toda su vida, Minho lo desafio.
— Suéltalo. — Gruño usando su voz de alfa con su padre, sin resistirse el omega soltó a Yongbok bastante aterrado.
El mayor de los hermanos Lee, abrazo el cuerpo de Feliz, protegiéndolo.
— Vámonos de aquí. — Susurro para Felix quien sintió.
Los dos emprendieron su camino a la puerta, pero antes de salir su padre grito:
— Si salen por esa puerta jamás vuelvan, serán despedidos y desheredados.
Felix sin pensarlo se regresó, sorprendiendo a Minho.
— Padre, si aún te puedo llamar así, tu eres el claro ejemplo de que los hijos no nacieron para cuidar a los padres, tú tienes dos y cuando seas viejo nadie vera por ti, pero lo mereces, mereces quedarte solo, por maldito.
Volvió a su hermano, se abrazaron una vez más y salieron por la puerta.
La realidad que aquella acalorada discusión duro aproximadamente una hora con quince minutos, Han ya se había recuperado rápidamente de su desmayo, con ayuda de alcohol, algodón y con ayuda de Chan, Seonghwa y Changbin.
El omega ahora mordía una de sus uñas nervioso, sintiendo todo el enojo y frustración de su pareja. Tenía fe en Minho y esperaba que por fin le diera su lugar como su pareja que era.
Jisung traía puesto un enorme conjunto deportivo, pero este era mucho mejor que estar solo en una camisa y bragas.
El ex vicepresidente apareció por la puerta de la oficina de Bang, regalándole una cálida sonrisa a Jisung. Este se levantó de manera apresurada, puso entre sus manos la cara de Minho revisando que no tuviera ningún raspón.
— ¿Estás bien? — Pregunto bajo.
— Lo estoy, ¿y tú?
— También estoy bien.
— Hanji, ya no tengo trabajo y obviamente tú menos, pero aún me llevo bien con mi jefe de aquel restaurant en el que trabaje, así que ¿aceptarías a este alfa pobre?
— Yo también trabajare. Somos un equipo. — Sonrió besando los labios de Minho.
— Vámonos de aquí, pasemos por los chicos a la escuela y los llevamos a comer helado.
Han asintió feliz, la pareja entrelazo sus manos y felices salieron de la oficina. Chan se les quedo viendo.
[Ni quería que me dijeran gracias] Pensó.
Afuera estaba todo mundo viéndolos curiosos. Han se detuvo al ver a Choi boqueando. Sonrió malicioso y le planto un gran beso francés a Minho que gustoso correspondió.
— Hwasoo. — Le hablo a la chica. — El rumor de que Minho está casado y tiene dos hijos es cierto. Sus hijos se llaman Heeseung y Riki. Junho para tu información Minho jamás ha sabido que es tener relaciones casuales. Honnie, ¿Cuántos novios haz tenido en tu vida?
— Uno, corazón. — Sonrió divertido.
— Wow, ¿y cuál es el nombre de ese novio?
— Han Jisung y tenemos diecinueve años juntos.
— Antes de formar rumores, asegúrate que el esposo no sepa, perra. Minho en su vida ha ido a Grecia y menos tiene una mariposa.
— Creo que ya aprendió la lección. — Hablo en el oído de Han para que solo este escuchase.
— Lo siento me emocione.
— Bien, vámonos.
Los dos volvieron a entrelazar sus manos y salieron de aquel caótico lugar. Por fin podían volver a ser felices, los cuatro juntos.
[P E N Ú L T I M O]
Mil gracias, lxs amo. <3
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