Capitulo tres: Divorcio.
El sábado era de los únicos días que la familia Lee se levantaban tarde. Jisung era el primero en levantarse, seguido de Minho, Riki y por ultimo Heeseung. Ese día no fue la excepción. Han ya se estaba alistando para salir, Ni-ki se encontraba en su habitación jugando videojuegos, Hee iba bajando apenas las escaleras de forma perezosa y Minho yacía encerrado en su oficina hace rato.
— Cariño, aunque ya le avise a Ni-ki también te digo a ti. Ya me voy a casa de tu tío Jinnie, cualquier cosa me llamas a mí, a tu tío Jinnie o a tu tío Fefi o puedes ir caminando como prefieras. — Hablo cuando su primogénito estaba entrando a la cocina.
— Si, pa, ve con cuidado. — Dijo Heeseung con la voz aún ronca por el sueño.
Jisung le lanzo un beso y camino a paso lento al sótano, le faltaba avisarle al alfa obstinado que tenía por marido. Tocó suavemente la puerta y abrió sin esperar respuesta.
— Minho, saldré. — El alfa vio a su esposo pocos segundos y asintió.
— Bien.
El omega de olor a coco salió directamente de su casa para ir a la de su mejor amigo. Camino pocos pasos hasta la casa amarilla frente a su hogar. Toco el timbre y espero pocos segundos. Un Jungwon sonriente apareció para abrir la puerta.
— Tío Sunnie, que bueno que está aquí. El tío Fefi ya llegó. — Saludo el hijo de los Hwang depositando un beso en la mejilla del otro omega. — Y trajo brownies. — Susurro.
— Entonces debo correr a la cocina, siempre es un gusto verte Wonnie. — Han revolvió el pelo de su "sobrino" amorosamente.
Se trasladó de forma calmada a la cocina donde lo esperaban sus dos amigos. Antes de sentarse abrió la alacena, tomo un vaso, después abrió el refrigerador saco la leche de fresas que su amigo siempre tenía, se sirvió un poco y procedió a sentarse en el lugar sobrante, todo bajo la atenta mirada de sus amigos. Felix simplemente empujo la lonchera donde estaban los brownies.
— ¿De que hablaban? — Preguntó Jisung tomando un trozo del postre.
— De que el precioso de Felix, cuidara a Jungwon este fin de semana. — Comentó Hyunjin cruzándose de piernas.
— ¿Tu y Jeongin saldrán?
— Si, iremos el fin de semana a la isla Jeju, Innie ya compro los boletos de avión, será como una segunda luna de miel. — Suspiro enamorado el único alfa.
— Que romántico. Yo también quiero ir a Jeju con Binnie. — Puchereo el omega rubio.
— Lo que yo daría por siquiera salir con Minho al parque. — Suspiro desilusionado Jisung. — Alto. Porque Felix cuidará a Wonnie si cuando salen siempre lo he cuidado yo. — Se quejó inflando sus mejillas.
— Amigo, no te ofendas. Pero no pienso dejar a mi dulce bebé junto a Ni-ki por un tiempo. Ese pequeño en cualquier momento se puede presentar y no le dejaré a mi Wonnie en bandeja de plata.
— ¿Cómo estás tan seguro que mi bebé será alfa? Bien puede ser beta u omega.
Felix y Hyunjin rieron provocando que Jisung se cruzara de brazos e inflara aún más sus mejillas.
— Sunnie, sabes bien que será alfa, tanto su porte como su actitud lo delata.
Han quiso protestar pero sabia que sus amigos tenían razón y por el momento si era algo peligroso tener a Jungwon cerca pues Riki se presentaría en cualquier momento.
— Oye, que es eso de que darías todo porque Minho te llevará tan siquiera al parque, ¿se pelearon? — Recordó Felix lo antes dicho.
— No, para nada. — Jisung levantó las manos en modo de negación.
— ¿Entonces?, ¿Crisis de casados? — Hwang bebió su café observando a su amigo castaño.
— Algo como eso. Solo creo que Minho está más casado con su trabajo que conmigo.
— ¿Por qué lo dices?
— Bien, les enseñaré. — Han suspiró teniendo la mirada expectante de sus amigos sobre él. Bajo un poco el cuello de su camisa para enseñarles su casi nula marca. — Esta desapareciendo.
— Mierda, no soy omega pero a de ser doloroso.
— Dijo el doctor que a penas voy iniciando tardara unos seis meses en que desaparezca por completo pero mis malestares empeorarán conforme pase el tiempo.
— ¿Cuándo tienen sexo no tiene el instinto de renovar la marca? — Cuestionó extrañado el pecoso.
— Si que lo tiene, pero la última vez que tuvimos sexo fue en su cumpleaños.
— ¿Tanto tiempo? — Dramatizo el alfa rubio, ganándose una patada por parte de Felix.
— Seducelo, ningún alfa se puede resistir.
— Eso es cierto. Como alfa te lo puedo asegurar. — Comentó aún sobandose la parte adolorida.
— Lo intenté hace como casi dos semanas.
— ¿Y qué pasó?
— Me prometió comprarme un teléfono. — Lanzo un pequeño gruñido de frustración.
— ¿Y qué le pasó al nuevo teléfono?
— Se lo di a Heeseung, estaba fascinado.
— Sunnie, no te preocupes, el idiota de mi hermano te ama
— Que me ame no me da la certeza que mi marca no desaparezca.
— Debemos pensar en algo. — Habló Hyunjin haciendo que los omegas asistieran en aprobación.
— Ya se. — Dijo Felix pegándole levemente en el pecho al alfa.
— ¿POR QUÉ SIEMPRE ME PEGAS? — Grito el rubio fingiendo indignación.
— SOLO LE PUEDO PEGAR YO, LEE FELIX. — También gritó Jeongin desde la sala.
— ES SEO Y LO LAMENTO. — Río levemente.
Lo último que se escuchó fue las leves risas de Jeongin y Jungwon que estaban viendo películas en la sala. El lobo de Hyunjin brinco satisfecho al escuchar las bonitas risas de sus omegas.
— Como sea, regresando al tema. Se que debes hacer, Jisung.
— Dime, estoy dispuesto a hacer lo que sea.
— Pidele el divorcio.
— Haré lo que sea, menos eso. — El lobo de Han lo arañó tan solo por pensar la idea.
— Una vez lo hice con Changbin. — Confesó el cuñado de Han.
— ¿Qué? — Hyunjin y Jisung corearon.
— Sip, en ese tiempo teníamos muchas peleas por culpa de su familia y mi terco alfa se negaba a escucharme, me harté y le pedí el divorcio.
— ¿Fueron los tres meses que te fuiste a casa de tu padre? — Obvió Hwang
— En efecto, mi estimado.
— Pero ahora siguen juntos.
— ¡Claro!, pedirle el divorcio tan solo fue una estrategia. El no puede vivir sin mi y yo no puedo vivir sin él. Gracias a eso pudimos volver a hablar como adultos civilizados. Ahora podemos decir que estamos en el mejor punto de nuestra relación, si algo nos molesta lo decimos y el otro escucha atentamente sin enojarse, juntos llegamos a una solución. — Finalizo Felix.
— Me da miedo, no se si el luche por mi.
— Por favor, Hannie, estás hablando del alfa que renuncio a Industrias Lee por ti. — Volvió a obviar Hyunjin.
— Yo también tenía miedo, pero como dice Jinnie, el alfa te ama. Sunnie, sabes que Minho era la perra más fiel de papá hasta que te conoció.
— Si, lo sé, pero...
— Si no quieres hacerlo no lo hagas, solo piénsalo. — Propuso Lee.
— No es mala idea. — Siguio Hwang.
La conversación tomó otro rumbo, pero los tres mejores amigos siguieron platicando por horas.
Han caminaba de regreso a su casa. Había desechado la idea de Felix hace bastante, el no se atrevería a pedirle el divorcio ni siquiera en juego a su alfa. Llegando a su casa le hablaría a su marido de su marca y que le pusiera más atención. Era el mejor plan que tenía Jisung en mente.
Entro a su casa. Nadie se veía por ningún lado, subió las escaleras y siguiendo el sonido de un partido de fútbol, abrió la puerta de la pieza de Heeseung. Sus dos cachorros estaban sentados en la cama jugando FIFA.
— Ya estoy en casa. — Miro a sus dos hijos con amor. — ¿Ya comieron?
— Si, papi, fue mi turno de cocinar. — Comentó Ni-ki con orgullo.
— ¿Si?, ¿qué cocinaste? — El omega de recargo en el marco de la puerta.
— Pollo ahumado.
— Más bien quemado. — Se burló el beta.
— Callate, a papá le gustó. — Riki pateó a su hermano, recibiendo de este un golpe.
— Hey, sin pelear. — Los señaló acusatoriamente Jisung. — ¿Su padre comió con ustedes?
— Nop, Riki le llevó la comida al despacho.
— Bien, bajaré a verlo.
Deposito dos besos en las frentes de sus hijos y después procedió a bajar hasta la oficina del alfa.
[NO SE TE OCURRA TRATAR MAL A ALFA.]
[Maldita sea, ten dignidad, omega.]
[MENOS PRONUNCIES LA PALABRA DIVORCIO.]
[Ya te dije que no, tonto omega, callate.]
Llego a la puerta caoba del despacho y toco doble vez. Esta vez sí espero a que Minho le diera acceso. Minho murmuró un leve adelante, que volvió a repetir cuando pasaron unos segundos y la puerta no se abrió.
— ¿Qué quieres, Hannie? Estoy ocupado
— ¿No puedo venir simplemente a ver a mi esposo? — Respondió con otra pregunta.
— Si puedes, pero ahora tu esposo está trabajando en unas importantes diapositivas para cumplir todos tus bonitos caprichos. — Miro al omega leves segundos y regreso su vista a la maquina.
— ¿Caprichos? — Frunció el ceño. — ¿Cuándo te he pedido más que un techo, alimentos, estudios para mis hijos y amor?
— Por favor, bebé, dirás que extrañas vivir en la miseria que vivíamos antes. — Dijo Minho burlonamente.
— Se le llama clase media, Minho. — Feromonas de enojo comenzaban a desprenderse de los cuerpos de la pareja. — Y por lo menos en ese tiempo si me ponías atención.
— Por Dios, omega, todos los días te pongo atención. — Dijo un Minho ya exasperado. Por fin cerró la computadora de manera brusca, y se recargó en el respaldar de la silla, ahora si observaba atentamente a su esposo.
— Oh, ¿hablas de los maravillosos cuarenta minutos que nos regalas de lunes a viernes a mi y a tus hijos?
— Todos los fines de semana me la paso en casa, Jisung.
— Si, encerrado trabajando. Es más, ¿dime que ropa traían hoy Heeseung y Riki? — El enfado de Jisung era notorio, el lobo de Minho quería calmarlo, pero su parte humana también estaba enojada, así que no calmaria al omega.
— Tu en tu vida haz movido un dedo, ni siquiera tienes trabajó, alguien en esta casa tiene que mantenerlos y mantener todos los lujos que les doy.
Minho jamás le había reprochado a Jisung por no trabajar, era un trato entre ellos. Minho trabajaría. Jisung cuidaría a los niños. Ese pequeño reclaro hizo algo en el corazón del omega destruirse, que no pasó desapercibido por el alfa.
[OLVIDA LO QUE TE DIJE. PIDE EL MALDITO DIVORCIO]
— Amor, yo... Lo sie. — Intentó disculparse pero Jisung lo cortó enseguida.
— Por eso estoy aquí, alfa, ya no me va a molestar que trabajes tanto, solo te voy a pedir una cosa. — La voz de Jisung sonó tan tranquila, que hizo temblar del miedo al lobo de Minho.
Minho se levantó del asiento, acercándose a su esposo.
— ¿Qué co-osa, Hannie? — Titubeo.
— El divorcio.
— ¿Q-Qué?
— Lee, quiero el divorcio.
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