Capitulo siete: Cárcel.
Jisung estaba nuevamente sentando en los sillones de la gran empresa, llegó puntualmente a las nueve como se le indicó, pero ya solo faltaban cinco minutos para las once y Minho no había llegado a su oficina, cosa que ya comenzaba a poner intranquilo al omega, sentía a su lobo dar vueltas con un sinfín de pensamientos negativos hacía su esposo.
[¿Y si tuvo un accidente?]
El sonido de su celular resonó haciendo que ignorará a su omega.
— Hola, buenos días, ¿hablo con el señor Lee Jisung?
— Soy yo. — Han mordió una de sus uñas en señal de nerviosismo.
— Hablo desde la comisaría de su delegación, ¿su esposo es Lee Minho?
— Si, lo es, ¿por qué?, ¿le ocurrió algo?
— No se asusté, señor Lee, le pasaré el teléfono a su esposo.
Tras un momento, Minho se puso al teléfono.
— Cariño, ¿tú te molestaría si Heeseung va a la cárcel?
— Claro que sí, intentamos educar a dos jóvenes de bien, ninguno debe jamás pisar una cárcel, ¿por qué mierda lo preguntas?
— Hey, tranquilo...
— ESTOY TRANQUILO. — Elevo un poco el tono haciendo que las personas de la oficina lo voltearan a ver.
— Bien, amor, sé que Hee jamás pisaría una cárcel, estoy tan orgulloso de él es muy buen niño, también de Riki, los dos son...
— Ve el grano, por favor.
— Yo si estoy en la cárcel. — Bajo la voz, porque si, el gran empresario Lee le temía a su esposo. — ¿Puedes venir por mí?
— ¿Estas en la maldita cárcel? No iré por ti, Lee, ve como sales de ese maldito agujero por ti mismo. — Jisung colgó el teléfono dejando a Minho con la palabra en la boca
— ¿Qué te dijo? — Preguntó Chan al finalizar la llamada
— Qué en cinco minutos llega — Minho sonrió nervioso.
— Bien, pecoso, tú eres el siguiente.
Felix sonrió sarcástico y le mostró el dedo medio al oficial de policía, llegó hasta el teléfono puso el número de Changbin y después de intercambiar palabras el oficial y su esposo, le dieron el teléfono
— Binnie, ¿puedes venir por mí? — Hizo un puchero inconsciente
— Si, hermoso, en diez minutos llego, ¿hoy no está Patrick?
— No, solo un idiota que se hace llamar oficial Kang y me trata como la mierda.
— Hey, pecoso, fue suficiente. — Corto la llamada y regreso de manera brusca al pequeño omega a la celda.
— Tengo un nombre, ¿sabes?, mi nombre Seo Felix y apréndete bien mi apellido, porque mi esposo es muy malo cuando se enoja y no le agradara saber que estas maltratando a su omega. —
El oficial lo ignoro de manera olímpica. Después del turno de Felix, siguió Jeongin, por último Chan, también en su misma celda y compañero de crimen estaba un beta llamado Wooyoung que se negó a marcarle a su esposo porque tenía una reunión importante.
Seungmin y Jisung fueron los primeros en llegar a la comisaría, expulsaban feromonas de enojo haciendo que Chan y Minho se tensaran rápidamente
— Amor, que guapo te ves hoy — Articulo Bang rascando su nuca nervioso.
— Guarda silencio, Christopher.
Chan cerró su boca de inmediatamente haciendo que Minho y Jeongin rieran.
— ¿Tu de que te ríes, Lee Minho? Esto no es una situación divertida. — Regaño Jisung y Minho dejó se reír instantáneamente.
El tercero en llegar fue Changbin, que traía un semblante demasiado relajado para la situación, sonriendo fue el primero en ir a pagar la multa.
— Listo, mi vida, puedes salir. — Tiro un beso hacia su esposo, esperando que el malhumorado oficial abriera la celda.
— Ya te dije, lindura, cuando tu alfa no te sea suficiente estoy aquí. — Río el otro encarcelado pero en la celda vecina.
Se ganó rápidamente un gruñido por parte de los tres alfas que ahí estaban
— Ves, Binnie, por eso lo golpee. — Felix hablo una vez fuera de la celda tomando el brazo de su esposo.
— Se lo merecía el idiota. — Gruño Changbin una vez más.
— Innie, ¿viene Hyunjin por ti? — Preguntó Han y una vez el omega olor la lavanda asintió, Jisung se encamino a pagar la multa de su ex pareja.
— Hannie, ¿puedes pagar la multa de Wooyoung? — De forma baja pregunto Minho.
— ¡Claro!, amo sacar gente de la cárcel. — Miro al beta. — Sin ofender, bonito.
Este solo sonrió incómodo y Han volvió a tomar camino para pagar la multa, una vez hecho esto sacaron al alfa y beta de aquella pequeña celda. El próximo en salir fue Chan, mientras un muy enojado Seungmin lo esperaba fuera, el lobo de Chris le gritaba que era más seguro estar en la celda que con el omega que lo asesinaba con la mirada.
Jeongin seguía dentro aunque Chan y Minho se ofrecieron a pagar, este se negó esperando pacientemente a su alfa, que ya estaba tardando demasiado.
Cuando Hyunjin recibió la llamada de su omega diciéndole que lo sacara de la cárcel, él estaba en su casa dándole terapia y galletas al pequeño alfa de la familia Bang. Tomo sus llaves, a Jake y ambos emprendieron el viaje hasta la comisaria.
A pesar que Hwang quería avanzar más rápido iba detrás de cinco carros que avanzaban muy lentamente, ya desesperado, se fijó en el número de placa para reportar al auto por ir tan lento, para su gran sorpresa al ver placa y revisar nuevamente el auto se topó con una pequeña sorpresa.
— Jae, llámale a Jungwon y dile que detenga en este mismo momento el auto. — Dijo Hyunjin orillando y deteniendo su coche.
— S-si, tío Jinnie.
El alfa hizo lo que le fue pedido y le marco a su amigo, los otros cuatro autos restantes al ver a Jungwon parar también detuvieron sus vehículos. Todos salieron de sus autos. Sunoo, Riki y Jungwon palidecieron al ver a Hyunjin muy furioso, a Sunghoon y a Jay también les preocupaba la situación pero no tanto como a los otros, puesto que no conocían al alfa furioso frente a ellos.
— Hwang Jungwon, ¿no deberías estar en la escuela?
El pequeño omega quiso contestar pero fue interrumpido por su padre.
— Ni siquiera tienes los dieciséis para tramitarte una licencia y aunque la tuvieras, un adulto debe acompañarte.
— Oh, Dios porque estas cosas suceden cuando no vengo a la escuela. — Se quejó Jake que estaba detrás de Hyunjin.
Todos sus amigos se le quedaron viendo con cara de pocos amigos, a excepción de Sunghoon que hacia como si el alfa no existiera.
— Hoy a todos nos hicieron salir temprano de la escuela y dijeron que los coches no se podían quedar ahí, todo sabemos manejar...
— Tú, apenas sabes manejar, Hwang Jungwon.
— Bueno, si, por eso veníamos despacio e íbamos directo a la comisaria por papi, el tío Minho, el tío Chan y por el papá de Hoon y Jay...
Un largo suspiro salió del cuerpo del alfa mayor buscando tranquilidad, tras pensarlo unos segundos dijo:
— Digan sus edades rápido. — A modo de coro y de forma rápida todos contestaron.
— 17. — Jake, Jay y Sunghoon.
— 16. — Sunoo.
— 15. — Jungwon
— 14. — Ni-ki
— Los de diecisiete, ¿tienen el permiso para conducir? — Los tres alfas asintieron. — ¿Lo traen ahora? — Volvieron a asentir.
— Tú también tienes el tuyo, ¿no, Sunoo?
— Si, aquí esta. — Saco su permiso de la cartera enseñándoselo.
— Bien. Tú, incienso, manejaras el auto azul, que es de Jeongin. — Sunghoon acato rápido la indicación y tomo las llaves de la mano de Jungwon.
— Tú, café. — Su alfa quiso gruñir al pronunciar su olor sin saber porque. — Manejaras el auto gris, que no se de quien es. — Jay también asintió quedándose con las llaves que ya traía.
— Jake, manejaras el auto de Chan. — Este igual asintió y tomo las llaves que Sunoo le ofrecía.
— Tú, Sunoo, tú manejaras el auto de tu tío Felix. — Este acepto y camino hasta Hoon que le tendía las llaves del carro.
— Y por último Ni-ki, tú manejaras el auto de Minho. Lo harás, despacio porque a ti te da por acelerar de la nada. — El cachorro movió la cabeza varias veces en señal de aprobación. — Ok, la universidad de Heeseung está muy cerca iremos por el para que me ayude a manejar.
— Yo puedo hacerlo, tío. — Habló Riki con voz recelosa.
— Cariño, vamos a una comisaria, no dejare que me metan a la cárcel con tu tío Innie, en vez de ir a sacarlo, así que hazme caso y conduzcamos a la escuela de Heeseung, iré atrás de ustedes. Jungwon sube al auto.
Jungwon se subió al auto sin protestar, su padre era mucho más relajado y calmado que su papi, ver a Hyunjin así de furioso lo intimidaba, muy pocas se enfurecía a tal grado. Hwang se metió al carro, espero que los demás se metieran y arrancaran los respectivos autos para seguirlos.
— No voy a comerte vivo, si es lo que crees, Jungwon. ¿Sabes que lo que hiciste está mal y pudo pasarte algo?
— S-si. — Hipo el omega.
— Bien.
— ¿Me vas a castigar?
— ¿Crees que deba hacerlo? — Hyunjin puso el auto en marcha tras ver como todos ya iban avanzando.
— Si... — Esta vez susurro muy bajito.
— Qué bueno que lo comprendas. No iras este mes a casa de tu tío Felix.
— ¡Pero, papá!
— ¿Quieres que sean dos meses? — Amenazó.
— Un mes está perfecto.
— Buen, chico. — Soltó con una mano el volante y acaricio la cabeza de su hijo. — Llama a Hee, dile que lo vemos afuera de su universidad.
Tras un par de minutos hablando y quince conduciendo a la universidad de Heeseung, este ya los esperaba afuera con su mochila y libros en la mano. Sin esperar respuesta solo le quito las llaves del auto a un enojado Ni-ki que se cambió directamente al auto de su tío.
Condujeron otros diez minutos hasta por fin llegar a la comisaria, más la presencia de Hyunjin ya no era requerida porque todos estaban ya fuera de la comisaria.
Los ocho representes palidecieron al ver a sus autos estacionarse fuera de la mandataria. Hwang lo primero que hizo al bajar de su auto fue abrazar a su omega y ver si no tenía ningún rasguño.
Como ahora todos eran sus compañeros de celda y pagadores de fianza, Bang decidió invitar a todos a comer.
Fueron a un pequeño restaurant familiar, donde la plática fluyo, haciendo que todos olvidaran un poco el suceso, hasta que Han se acordó y pregunto:
— ¿Por qué fueron a parar a la cárcel? — Todos dirigieron su miraba a Jisung con curiosidad.
— Pues verás...
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