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Capitulo dieciséis: Celos.

Era el primer día de la semana y Jisung enserio deseaba que ya fuera viernes, ese día habían tenido una exhaustiva reunión y él estaba muy estresado por todo el trabajo que conllevaba esto. La única cosa buena era que Minho le había dado diez minutos de descanso con la condición que le llevara un café regresando, en ese momento iba camino a la pequeña cocineta para también poder prepararse un café, para su sorpresa, Seonghwa se encontraba allí bebiendo un té.

Se saludaron y Park de forma sonriente le empezó a preparar el café a Han, cosa que el omega no objeto.

— Sun, acabo de encontrar un lugar para almorzar perfecto para ti.

— ¿Para mí?

— Sip, encontré un restaurante de comida italiana cerca de aquí, según Wooyung sirven los mejores macarrones con queso de la historia, tú amas los macarrones, ¿no?

— Sii, me gustan bastante.

— Entonces eso es todo, nos vemos a las doce para almorzar, juro no te arrepentirás.

— Espero no arrepentirme, aunque no soy fácil de complacer. — Bromeo el omega mientras codeaba a Seonghwa, este solo atino a reír.

Un furioso Minho entro a la cocineta, poniéndose aún más furioso al ver lo juntos que estaban Park y Han, el pobre alfa aroma cedro al ver a su jefe se puso nervioso y solo atino a hacer una reverencia, por cortesía Jisung también inclino su cabeza.

— Señor Lee, ¿qué hace aquí? — Pregunto Jisung extrañado.

— Te envié un mensaje diciéndote que no te preocuparas porque yo mismo me prepararía mi café. — Pausó y miro a Seonghwa. — Pero puedo observar que estabas ocupado y no estabas al pendiente de tu celular.

— Lo lamento, señor, no volverá a pasar. — Se disculpó el asistente.

— No pasa nada, Hanji, ¿de que hablaban?

— De a donde iríamos a comer hoy Jisung y yo. — Se apresuró a decir el alfa, como si no quisiese dar una respuesta incorrecta

— ¿Así? — Esta vez el vicepresidente miro a Han. — ¿Comen seguido juntos?

— Diariamente, vicepresidente Lee. — Hablo otra vez Seonghwa.

[Genial, ya no tenemos omega y todo es tu culpa.] Grito su lobo, poniéndose en posición defensiva por si el alfa frente a él intentara hacer un mal movimiento con el omega.

Minho sonrió incomodo, provocando que Seonghwa igual riera pero el de forma nerviosa, Jisung solo daba sorbos a su café, intentando ignorar a los alfas.

— ¿Y a hoy donde piensan ir a comer?

— A un restaurant italiano cerca de aquí.

— Wow, yo amo la comida italiana, ¿me dejarían acompañarlos?

— Claro, señor.

— Bien, nos vemos a las doce. — Volvió a Mirar a Han. — Tus diez minutos acabaron, tenemos un asunto urgente que atender. Fue un gusto platicar contigo...

— Seonghwa, Park Seonghwa.

— Fue un gusto, señor Park, nos vemos en tres horas.

Minho salió del pequeño espacio siendo seguido por el callado Jisung, conocía a su esposo y cuando estaba molesto era mejor no fastidiarlo. Entraron a la gran oficina del Lee, este se aproximó hasta su silla dejándose caer encima de esta, Jisung solo fue a su pequeño escritorio y se sentó esperando indicaciones.

— Lee Jisung. — El omega volteo a donde la voz hablaba, sintiendo un ligero escalofrío, puesto que hace meses nadie lo llamaba por su apellido de casado.

— ¿Si, Minho?

Con pereza, el alfa saco una de sus tarjetas de su cartera y se la tendió a Jisung.

— Por favor cómprame una pulsera, debe ser para hombre, el precio no importa, de hecho debe ser la más cara y bonita que te encuentres. — El de mejillas grandes solo asintió extrañado por la petición y de forma rápida acato la orden.

A las doce del mediodía, Jisung ya estaba guardando su pocas pertenencias para irse a comer, tarareaba una canción alegre, cosa que hacia molestar más a Minho.

— ¿Ya nos vamos, Jisung? — Pregunto, parándose de su silla y tomando su saco.

— ¿Qué?, ¿en serio vendrás?

— Si, ya quede con Seodga.

— Es Seonghwa y Minho, no es por ofender, pero si vienes pondrás muy incómoda la comida.

— ¿Quieres comer a solas con él?

— ¿Qué rayos estas intentando decir?

— Nada, tan solo vámonos. — Apresuro el pelinegro. — Pero antes, toma.

— ¿Me estás dando la pulsera que yo mismo fui a comprar?

— Sip, no hay nada como un regalo comprado por un mismo con el dinero de otro.

Jisung sonrió sin saber que decir, la pulsera ni siquiera era su estilo.

Los tres se encontraban se encontraban ya dentro del restaurant, el lugar estaba bastante lleno y se estaban demorado un poco en ofrecerles el menú, Han que sentía que su vejiga en cualquier momento explotaría, prefirió ir al baño, dejándole indicaciones a los dos alfas que ordenaran por él.

— Hola, muchas gracias por venir y lo sentimos por la espera, ¿Qué van a ordenar?

— Yo quiero un filete de pescado a la mantequilla, por favor. — Dijo Minho educadamente.

— Yo quiero una lasaña y para el omega un plato de macarrones a los mil quesos, por favor. — Comento a la par que cerraba el menú.

El alfa olor a menta casi ríe con burla al ver el precio de los macarrones, era la comida más barata de aquel restaurant.

— No, para el omega traiga el plato más caro del aquí. —Sonrió con superioridad.

— Señor, no creo que J...

— ¿Alguna objeción, señor Park?

— No, vicepresidente, disculpe. — Agacho la cabeza nervioso.

Han en ese momento llego, él y Seonghwa comenzaron una amena platica olvidándose de Minho, al cual por cierto fue al primero al cual le sirvieron su comida, seguido del otro alfa. Jisung moría del hambre y no sabía porque demoraban tanto preparando unos simples macarrones.

Cuando por fin se acercó la camarera, los ojos del omega se ilusionaron, pero con la misma chispa con la cual se emocionó, fue la misma chispa que lo desilusiono.

— Señorita, creo hay una equivocación. Me pidieron macarrones. — Miro a Seonghwa. — ¿Me pediste macarrones cierto?

— Es que, yo te los iba a pedir, pero el jefe Lee te pidió eso. — Rasco su nuca nerviosa.

— ¿El jefe Lee? — Esta vez Han se giró furioso a Minho. — Señorita, por favor retire este plato y tráigame unos macarrones con queso.

— Señor, es que si usted me regresa el plato por una equivocación, me van a regañar y...

— No te preocupes yo pagare por él, simplemente no comeré eso.

Diez minutos después le llevaron su segundo plato al omega, la comida por obvias razones se volvió extremadamente incomoda. Minho votaba humo por los odios y maldecía en todos los idiomas que recordaba.

Seonghwa solo comía en silencio, temiendo pronunciar palabra alguna y Jisung siquiera se dignaba a mirar a su alfa. El último en terminar de comer fue Han, este se disponía a irse cuando Minho habló.

— Seonghwa, gracias por venir, pero puedes retirarte. Jisung, siéntate.

— Vicepresidente, estoy en mi horario de comida.

— Ya es la una con dos minutos, tu hora de comida ya paso, así que estas otra vez bajo mis órdenes. Siéntate.

Muy a su pesar, Han se volvió a sentar, despidiendo a Park con una sonrisa amable.

— Había alguna jodida necesidad de humillarme de esa forma. — Los dientes del alfa estaban rechinantes avisando que sus colmillos se saldrían en cualquier momento debido al enojo.

— ¿Humillarte? Yo no te he humillado.

— Claro que lo hiciste, ahora el estúpido de Seonghwa creerá que es superior a mí.

— Primero no le digas estúpido, segundo Seonghwa no tiene dobles intenciones conmigo.

— ¿Ahora lo defiendes? Jisung, solo quería darle a MI omega una maldita comida decente, ese plato de macarrones era jodidamente barato.

— ¿Tu omega? Y el plato no es tan barato siquiera, ¿sabes porque vinimos a este lugar? Solamente a comer macarrones, porque Seonghwa sabe que los amo y no hubiera tenido problema en comerme el plato que tu elegiste, pero... ¿siquiera te fijaste que carajos contenía?

— ¿Qué intentas decir?

— Lo que me pediste, gran señor Lee, era un corte de carne bañado en salsa de nuez.

— Hanji, yo...

— Abstente de decir algo, no has actuado como mi alfa desde hace meses, por favor no quieras venir a actuar como uno después de tanto. Y no, no me gustan las cosas caras, prefiero los regalos sentimentales. — Jisung le tendió la pulsera de regreso. — Ah y por favor, la próxima vez que me quieras invitar algo, cerciórate que no me muera al consumirlo.

— Sunnie, en serio olvide tu alergia.

— ¿Tu olvidando algo? No lo creo.

— ¿Estas así porque corrí a tu amante?

— Seonghwa no es mi jodido amante, pero mínimo sabe mis gustos. Hubiera preferido tener un alfa como el al que me toco.

Jisung al final mordió con fuerza su lengua arrepintiéndose de lo último que dijo, solo se levantó, yendo directamente a caja a pagar y se fue a su casa importandole poco si le descontaban el día.

Lee estaba en su escritorio, el coraje no se le había quitado y sus pobres trabajadores resentían toda su furia, atino a mandarle un mensaje a Jisung diciendo que no lo esperara a comer, cuando una idea se le vino a la mente, marco rápidamente a Bang Chan.

— Chan.

— Dime.

— Hoy observe de cerca a un empleado y no me convence del todo.

— ¿Qué quieres hacer?

— Lógicamente quiero despedirlo.

— ¿Cómo se llama?

— Park Seonghwa. — Sonrió malicioso.

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