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Capitulo dieciocho: Patitos. ²

El carro de Seonghwa por fin fue aparcado afuera de la casa de los Lee, se distribuyeron las bolsas entre la pareja de amigos y al ver la puerta abierta decidieron pasar, topándose frente a frente con un alfa. Park paso todas las bolsas que traía a su mano izquierda y extendió la derecha.

— Un gusto, soy Seonghwa. Jisungie me ha hablado mucho de ti.

— Wow, ¿en serio? Es que soy irresistible. — Tomo la mano estirada y sonrió. — Hwang Hyunjin y el gusto es mío.

— Ooo, tú eres Hyunjin.

— Sí, me imagino pensaste era Minho, pero no, Jisung tiene muy malos gustos para fijarse en alguien tan bonito como yo.

— Si, lo siento

— Descuida, no pasa nada. Bien, volveré enseguida, debo ayudar a mi esposo a ponerse los zapatos o no me hablara toda la semana. — Se despidió y se volvió a Jungwon. — Vamos a casa, ahora regresamos.

— Pero yo me quiero quedar aquí. — Puchereo.

— No, cariño, papi dijo que te necesita para algo.

Resignado Jungwon siguió a su padre, que lo abrazaba celosamente. En el pequeño patio de la familia anfitriona ya estaban Seungmin y Chan, que venían caminando tranquilamente agarrados de la mano. Seonghwa palideció al ver al abogado a cargo de su despido, por su mismo nerviosismo término haciendo una reverencia de noventa grados.

— Hey, no te preocupes, acá no soy tu superior, no necesitas ser tan formal. — Calmo Bang.

— Seong, a él ya lo conoces, es Chan y a su lado esta su esposo Seungmin, que es el mejor amigo de mi esposo. — Presento Jisung. — Oh, te presentare a mis hijos. Cachorros.

Al escuchar el llamado todos los chiquillos bajaron y Park se extrañó a ver también ahí a su hijo.

— Sunghoon, esa no es tu familia.

— Ay, lo siento.

— Bien. — Río. — Él es Heeseung y él es Ni-ki, mis hijos. Ellos son Jake y Sunoo, mis sobrinos, los dos son hijos de Seungmin y de Chan.

— No, no, son míos, a mí me dolieron. — Se señaló. — Chan solo es él que me ayudo a hacerlos.

— ¡Papi! — Regaño Jake tapando los oídos de Sunoo.

— Papá, él es Jake, mi novio. — Presento Sunghoon, haciendo que el alfita olor eucalipto se sonrojara.

— Oh, es un gusto por fin conocerte, Jake.

— El gusto es mío, señor. — Saludo sonrojándose más.

— Bueno, ya, Seong, hay que pasar a la casa. Dejemos esto en la cocina.

— Oye, conoces personalmente al abogado Bang, falta que tu esposo sea el vicepresidente. — Susurro riendo.

— Es que, Seonghwa...

— Si soy yo su esposo. — Susurro acercándose al alfa y a su omega.

Por la sorpresa Seonghwa dejo caer la bolsa de snacks, volviendo a hacer una reverencia de noventa grados.

— Minho, lo asustas.

— Perdón. — Dijo nervioso rascándose la nuca.

Jay solo miraba todo confundido, terminando de comerse el helado de chocolate que Lee le había invitado.

— Ya, Seonghwa, relájate, Minho, no te comerá vivo, ¿verdad?

— Sí, no te hare nada. — Comento resignado levantando las cosas del piso.

Seonghwa aun tenso esbozo una sonrisa, más Jisung estaba tan emocionado que deposito los snacks en su enorme comedor y varias bebidas alcohólicas haciendo que todos sus invitados pasaran a este.

Al mismo tiempo llego la familia Hwang y la pareja Seo, que poco a poco se acomodaron en el comedor. Jisung y Minho sacaron las sillas de la cocina porque las que había en el comedor no serían suficientes. El último en llegar fue Wooyoung, que entro regañando a Seonghwa.

— Alfa, si me hubieras enviado la maldita ubicación a tiempo como te lo pedí te hubiera esperado aquí, acá vine a dejar a los chicos.

Todos miraron a al beta pasmados, hasta que a Felix se le ocurrió decir.

— ¿No eres tú con quien estuvimos en la cárcel?

— Sí, es él. — Comento un emocionado Jeongin.

— ¿Cómo que estuviste en la cárcel, Jung?

— No, no, amor, jamás he estado en la cárcel.

— Ya lo recordé, el beta con el que estuvimos en la cárcel era rubio. — Mintió Felix.

— Si y tenía la nariz más grande. — Siguió Jeongin.

No muy convencido el esposo del beta frunció el ceño, pero ya no comento nada al respecto.

Las buenas noticias ya habían sido dadas, los adultos permanecían en la planta baja alcoholizándose y los menores en la alta, viendo películas terroríficas y comiendo palomitas.

A pesar de su edad, los mayores habían comprado un juego de cartas, donde por cada carta sacada la persona tenía que resolver un reto o revelar un secreto. Esta vez era el turno de Hyunjin.

— Revela algún secreto de tus mejores amigos. — Leyó el alfa, viendo varias veces a Felix y a Jisung. — Bien. Felix y Chan fueron novios como un año.

Bang y Lee se tensaron rápidamente, haciendo que Seungmin y Changbin se miraran.

— ¿Qué? — Pregunto Seo.

— Fue una cosa de niño, yo tenía 14 y Chan 17.

— Eso es pedofilia, Bang Chan. — Regaño Seungmin.

— No, no es, pedofilia, porque yo aún era menor de edad.

— Hyunjin, te podías quedar callado. — También regaño Felix a su amigo.

— Bien, mejor sigamos. — Río Hwang una vez.

Esta vez era el turno de Seungmin que procedió a leer su carta.

— Revela algo que hará enojar a tu esposo.

— Dios, Minnie, la carta no dice eso, pero adelante, no soy celoso. — Comento un divertido Bang.

— Como saben, antes yo me llevaba muy bien con la hermana mayor de Changbin, una vez ella tuvo que salir a hacer unas compras, dejándome a mí y a Changbin solos en la casa, obviamente nos terminamos besando.

La sonrisa de Bang Chan se esfumo e instintivamente le mostro los colmillos a Seo.

— Amigo, literalmente estoy casado con tu ex novio, no quiero nada con Seungmin. — Levanto las manos en señal de paz.

— Yo también bese a Seungmin. — Revelo Yongbok dándole un trago a su cerveza.

— ¡Kim Seungmin!

Seungmin solo persiguió una mosca imaginaria ignorando a su esposo. El juego continuo muchas horas más y aunque Minho también jugaba, estaba más preocupado viendo cuantos vasos de ron se estaba tomando Jisung.

A eso de la una, cada familia decidió partir a su casa, menos los cachorros que gracias a muchos pucheros y aprovechando la ebriedad de sus padres, lloriquearon para dejarlos quedar en casa de los Lee.

Minho que aún estaba sobrio, lo primero que hizo fue llevar a Jisung a la recamara que anteriormente compartían y cerrar el cuarto con seguro. Saliendo fue hasta los cachorros para separarlos para dormir.

— Bien, estaba pensando en que Riki y Heeseung duerman en la habitación de Ni-ki y los demás en la habitación de Heeseung.

— ¿Por qué yo no puedo dormir con ellos? — Puchereo caprichoso el maknae.

— Porque estas muy pronto a presentarte y si eres alfa no podemos permitir que marques a Sunoo o a Jungwon por accidente. — El aroma de Jay y Sunoo se agrio un poco de solo imaginar a Riki marcando a Jungwon. — Y si eres omega no podemos permitir que duermas con un montón de alfas hormonales.

— Pero entonces separa a Jay y a Jungwon, Jay ve con ojos lujuriosos a Jungwon todo el tiempo. — Revelo el pequeño enojado.

— Pero no creo que ellos se atrevan a hacer algo frente a otros.

— También separa a Sunghoon y a Jake, ellos tienen el descaro de besarse frente a nosotros.

— Bien, Ni-ki, Jake y Heeseung dormirán en la habitación de huéspedes. Sunghoon y Jay, en la habitación de Riki y Jungwon y Sunoo en la habitación de Heeseung, ¿alguna objeción más, señor Riki?

De manera enojada el cachorro negó.

— Bien, ahora todos a sus habitaciones, antes de irme iré a ver a su papi, cualquier cosa estoy al lado. — Le aventó las llaves de repuesto a Heeseung siendo agarradas con éxito.

Todos se metieron a las habitaciones asignadas, quitando el seguro Minho otra vez ingreso a la habitación de Jisung, el omega estaba tendido con la sabana toda arrugada pero al escuchar la puerta el omega abrió los ojos, riendo de forma coqueta.

— Alfa, ven. — Ronroneo.

— No, Hanji, solo venía a despedirme, corazón, ya me voy a mi casa.

— ¿Y no prefieres dormir aquí?

— Cariño, estás muy ebrio, te juro que mañana hacemos lo que tú quieras, pero hoy duérmete. — Rogó.

Jisung un poco mareado se levantó de la cama y fue tras Minho, jalándolo un poco, haciendo que ambos cayeran en la enorme cama king size creando un poco de fricción.

— Alfa. — Gimió bajito el omega.

Minho de manera rápida deposito un beso en la frente de su esposo y corrió a su casa como si su vida dependiera de ello. Una vez en su cuarto, miro abajo topándose con la gran erección que Jisung le provoco con solo friccionarse un poco.

Ese era uno de los motivos por el cual el alfa contaba los tragos de Jisung todo el tiempo, el omega se ponía demasiado caliente y a Minho le resultaba bastante difícil negarse, porque el omega sabía seducirlo, pero jamás estaba lo suficientemente sobrio para dar su consentimiento.

Se tumbó a su cama con bastantes pensamientos, más se vio interrumpido por una videollamada, sin ver quien era Lee contesto.

— Min, me dejaste con un problema, mira. — Jisung volteo la cámara enseñando como a través del bóxer se marcaba su apretada rigidez. El alfa no sabía si reír o excitarse aún más, puesto que los bóxer de Han eran de patitos.

— Cariño, vete a dormir, estás borracho. — Suplico haciendo ademán de cortan la llamada.

Más no ocurrió porque cuando menos se lo espero, el omega ya estaba atendiendo su problema, la mano de Han se movía de manera rápida por todo su glande, soltando sonoros suspiros. Ahora Lee agradecía a ver mandado a insonorizar ese cuarto, sino tendría que pagarles varias sesiones de terapias a sus hijos y sobrinos.

Mordiendo su labio, Minho sintió como su problema crecía aún más colando una mano también por dentro de su pantalón y bóxer.

— Alfa, yo también quiero ver.

Lanzando un gruñido, Lee acato la orden volteando la cámara y enseñándole a su esposo como ahora él se masturbaba. Estuvieron varios minutos así hasta que Han se corrió por toda su palma y vientre, seguido de Minho, que hecho la cabeza para atrás sintiéndose en el cielo por tener un orgasmo después de tanto tiempo.

— Duerme bien, Min, Min. — Habló Jisung risueño cortando la llamada.

Minho solo sonrió como idiota, después de todo recontratar a Seonghwa le había traído un beneficio.

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