Desperté con los rayos del sol en la cara.

Y con un poco de comezón en el pecho.

Baje la mano para rascarme pero mi palma se encontró con una mata de pelo rizado.

-Ya es de mañana-exclamó en un bostezo el dueño de la cabellera rizada.

-Eso creo dormilón- dije enroscando un mechón de su pelo en mi dedo indice.

Intente mover mi pierna izquierda sin éxito alguno ya que alguien la tenia abrazada a su cuerpo.

-Cinco minutos más hermosa- dijo Lee pasando su barba por la sensible piel de mis tobillos.

-Llegaremos tarde de nuevo.
Dije suspirando ya que ambos hombres comenzarón a acariciarme.

-Y...

-Que sigan esperando...
Estamos celebrando...

-Lo que me recuerda que no pediste tú deseo anoche.

-Cierto y mi pastel.
Dijo Orlando levantandose con el pelo completamente enredado.

-No lo recuerdan cierto?-

-Recordar qué?-

-Nunca llegamos al postre.
Dijo Lee camino a la cocina.

-Es verdad no recuerdo si terminamos la cena.

-La terminamos muy bien, la mejor cena de cumpleaños que eh tenido.

-Aquí esta hijo pide tú deseo- exclamó Lee entrando con un pastel decorado con frutos rojos y una vela roja encendida.

-Deseo vivir lo de anoche justo ahora.
Sopló la vela y me miró.

-Feliz cumpleaños Orlando.
Sonrei invitandolo a entrar a la cama.

No respondió solo me acaricia las piernas y sube lentamente hasta llegar a mi centro que se encuentra ya listo para lo que viene.

Me besa... Antes de empezar a hacer magia con su lengua.

Lee esta ahi con un pastel en las manos... viendo.

Cierro los ojos por un segundo y cuando los abro el hombre de los ojos claros enta junto a mi con una enorme fresa que ha retirado del pastel la cual acerca a mis labios en el momento que suelto un grito, me besa mordiendo la fresa y haciendo que su jugo se mezcle con nuestra saliba.

Me besa para acallar los gritos que ha dejado un increíble orgasmo.

-Mi cumpleaños es el próximo mes...
Digo entre jadeos.

-Lo sabemos.

-Solo tengo una pregunta.
Dijo Lee.

-¿Cuál?

-Te gusta golpear personas???