-Lo eh vigilado los últimos tres días. Es un viejo y su novia.- el muchacho le dio una calada a su cigarrillo.- Será fácil somos cuatro.

-No lo se...-Noé se rasco la cabeza.- Los tipos ricos ya no usan efectivo.

-Es verdad Bastian la última vez no pudimos desbloquear las tarjetas.- Joe les recordó el último asalto.

-Si Bastian y si no hay dinero?

-Tranquilo Rick.-el muchacho le tocó el hombro al moreno.- Deben traer joyas y la mujer Esta buenísima.  Que dicen?

-Esta bien.

-Yo voy.

-Se que me voy a arrepentir después. Pero que carajos yo también voy.

-Nos vemos mañana en el gran roble, lleven lo necesario.
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12:30 am

- Lee?- la mujer despertó al hombre a su lado.- Escuchaste eso?

-Si. Alguien está afuera.- el hombre cerró los ojos y respiro profundamente.

-Me encanta cuando la presa se cree superior.-La mujer sonrió.

-Los hueles? Son jóvenes, no más de veinte años.

-Los dejaras entrar?

-Tal vez!!

-No quiero que manches las paredes de nuevo.

Lee se levantó y miro por la ventana.
- Quieres hacerlo aquí o...

- Lo haremos afuera.
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- Esto no me gusta Bastian tengo un mal presentimiento.- Noé le miro antes de avanzar al frente.

- No seas gallina.- Bastian camino hacia el frente de la cabaña.

Noé grito detrás de el y lo último que vio Bastian fue un par de ojos amarillos alejarse con la cabeza de Noé entre lo que supuso eran sus dientes.

-Bastian ayúdame!!- escucho como Joe gritaba a un costado de la cabaña.- Alejate.... Vete...

Dos disparos, tres...

Bastian corrió para ayudarlo pero era inútil un enorme lobo negro ya lo había desmenbrado.

-Rick!! Rick!!- grito buscando a su otro conpañero.- Esto no está pasando. No es real,no es real.- repetía al ver al lobo acercarse lentamente aún con un brazo entre sus dientes.

-Que es real y que no.- dijo el lobo con una profunda voz.

-El cazador resultó ser la presa.-se escucho otra voz detrás de el.

Bastian no lo sabía pero se metió con las personas equivocadas.

Efectivamente eran un hombre y una mujer,solos en una cabaña en medio del bosque.

Alejados de la ciudad, recluidos en ese lugar con un único propósito.

La temporada de caza había comenzado.