Antes de cerrar la puerta de su armario miró una caja color negra, sabía lo que guardaba ahí, lo conservó durante mucho tiempo sin saber para qué, no lograría nada con eso.
Suspiró y la tomó entre sus manos para abrirla por última vez; Nunca había analizado las cosas con cuidado, sólo las había tomado aquella vez en casa de Felix y las había guardado.

Al ver aquel rostro de nuevo no pudo evitar soltar un pequeño suspiro quizás un tanto decepcionado de sí mismo. La promesa rota le dolía aún más que su muerte, apretó un poco aquella fotografía, se culpaba tanto no haber podido llegar ese día, pero más que odiarse a sí mismo, odiaba a Jeongin por no dejarlo llegar.

Salió de sus pensamientos al oír la voz de su padre, miró la hora una última vez y con cuidado volvió a guardar las cosas en la caja color negro. Guardó su celular y salió de su habitación, bajó las escaleras y saludó a su padre al verlo, quién respondió de la misma manera. Sin decir nada más, se pusieron marcha a la empresa.

— Voy a presentarte a Christopher Bang Chan, será quién te asistirá en todo lo que necesites. —el castaño frunció un poco su ceño al oír ese nombre, sin embargo no dijo nada hasta que su padre lo dejó a solas con el rubio.

— ¿Qué haces aquí? Creí que estudiarías música junto a tus amigos.

— ¿Seungmin? —también frunció su ceño—. ¿Tú eres el hijo del CEO Kim?

— Sí. —se cruzó de brazos—. ¿Tú qué haces aquí? —volvió a preguntar.

— El día del juicio de Felix él me dijo algo sobre esta empresa, es mejor no decirte qué fue pero sólo diré que estoy aquí para saber si es verdad o no. —respondió cruzándose de brazos también.

— ¿Esta empresa? ¿Y qué tiene que ver él con la empresa de mi padre?

— ¿La empresa de tu padre? —suavizó su expresión—. Entonces... ¿No lo sabes?

— ¿Saber qué?

— ¿CEO Lee? —frunció su ceño al leer algunas hojas que estaban sobre su escritorio.

— El padre de Felix. —dijo Chan—. Fue el verdadero CEO de la empresa. —el castaño lo miró—. Creí que sabías que tu padre, el jefe Kim fingía ya que así el CEO Lee lo quiso.

Los dos guardaron silencio cuando escucharon a alguien llamar a la puerta, el castaño dio la aprobación para que entrara y así lo hizo la chica; Ambos la miraron, era la asistente del padre de Seungmin, quien sonrió amablemente tras ver a los dos chicos mirándola, luego de eso habló:

— Señor Kim, el CEO lo necesita en su oficina.

— Iré en un momento, gracias Sana.

Dejó los papeles sobre el escritorio, luego miró a Chan indicándole con ésta que no tardaría y que podrían hablar más tarde. De dirigió a la puerta pero antes de salir, el rubio sujetó su brazo para detenerlo. El castaño giró un poco su rostro, pudiéndolo mirar sobre su hombro, Chan habló:

— Hay algo más que debes saber. —el castaño lo miró—. Felix me dijo que el CEO Kim había hecho todo para tener la empresa de su padre en sus manos... Él te dijo que él rechazó una oferta para ser modelo en una empresa de un CEO muy importante. Era la empresa de tu padre, quería amarrar a Felix con un contrato exclusivo para que así perdiera legalmente la empresa del CEO Lee. —lentamente soltó el brazo de Seungmin—. ¿Entiendes porqué quería eso? —finalizó, por ahora no quería decirle todo lo que el pelirosado dijo antes de morir.

El castaño frunció su ceño; ¿Su padre hacer todo? Es decir, ¿Su padre un asesino?

— No me dijiste que nunca fuiste CEO de esta empresa. —fue lo primero que dijo al entrar a la oficina de su padre, el mayor se tensó un poco y se volteó a su hijo.

— Era un secreto entre algunos empleados de la empresa. —respondió—. Sin embargo, ¿Cómo lo supiste?

— Tu secretaria me lo dijo. —se dirigió hasta el escritorio del mayor para observar algunos papeles que tenía sobre éste.

— Bien, lo sabes. Sin embargo ahora soy el CEO, el pasado ya no importa. —aclaró su garganta—. Quiero que te deshagas de esos documentos. Quemalos, destruyelos, ¿De acuerdo? —dijo refiriéndose a una caja en su escritorio.

— Contrato exclusivo... —leyó las letras escritas en aquel papel—. Lee Rachel y Lee Olivia, hijas del CEO Lee. —continuó leyendo.

Tomó otro documento y lo leyó, frunció un poco su ceño, era una especie de contrato aunque era más como un testamento. "Lee Chloe, esposa del CEO Lee, obtendrá el poder absoluto sobre la empresa en caso de que al CEO le suceda algo o hasta que éste decida cederla voluntariamente. Su próxima heredera es Lee Rachel, hija mayor. Tras ella está Lee Felix y finalmente Lee Olivia ."

— ¿Felix de verdad iba a tener la empresa en sus manos? —frunció su ceño tras aquel nombre, las palabras de Chan tomaron sentido en ese momento pero antes de sacar conclusiones continuó leyendo:

"La empresa caerá legalmente en manos del subjefe Kim únicamente si el heredero quien posee actualmente todo cede los derechos o hasta que no haya próximo heredero, es decir; Si le ocurre algo a los miembros pertenecientes a la familia Lee. Si el CEO Kim no puede tomar las acciones, la empresa será entregada al señor Bang."

Observó dentro de la caja, había una libreta color amarilla y dentro de ella había un par de hojas cortadas. La tomó entre sus manos y abrió ésta, lo primero que vio fue algunos diseños de ropa los cuales eran geniales, ya los había visto antes por sus modelos en una reciente presentación.

Quitó aquellas hojas y se topó con un escrito muy largo, en el se expresaba una carta quizás, una carta de odio. Terminó de leer: "Lee Felix", decía en la parte inferior derecha. Sin embargo, algo no andaba bien con aquella carta. Se puso de pie rápidamente y salió de su oficina, tomando su abrigo antes de salir.

— No es tu letra... —murmuró mirando la letra que estaba detrás de una fotografía del pelirosado—. ¿Qué está pasando? —miró de nueva cuenta la libreta.

Le tardó unos segundos reconocer la letra, era de su padre. Felix escribía en cursiva, mientras su padre en círculos. Soltó ambas cosas que sostenía en sus manos y fue hasta la habitación de sus padres, era imposible que eso fuera real. Comenzó a buscar algunas libretas para comparar la letra, pero a cambio de eso encontró una vieja laptop que su padre le dijo que perdió; ¿Por qué su padre mentiría acerca de ese aparato? Se preguntó.

La abrió e ingresó la contraseña que él recordaba, solía jugar en esa laptop cuando era niño así que su padre le dejaba los datos para ingresar. Entró; no tenía nada, parecía nueva. Abrió los documentos, no había nada. De repente apareció una notificación en la parte inferior derecha, era un mensaje. Ingresó a él; Eran mensajes viejos, el último lo había mandado aquella otra persona. Comenzó a leer desde el inicio ya que no eran muchos.

El primer mensaje había sido enviado por su padre, parecía como si ya hubiesen hablado de ese tema antes ya que la otra persona sabía a lo que se refería. Pudo leer claramente como su padre le exigía asesinar a la familia Lee, también leyó como la otra persona estaba asustada tras haber dejado a Felix vivo. "Yo me encargaré de ese mocoso" era lo que decía un mensaje que su papá había mandado.

Cerró la laptop al oír la puerta de abajo abrirse, seguro era su madre. No sabía cómo reaccionar o cómo sentirse; Estaba aturdido por lo que leyó. Todo este tiempo vivió con un asesino, con el asesino de la persona que le gustaba. Tomó la laptop y la llevó a su habitación, guardandola junto al resto de las cosas del pelirosado.

Miró unos segundos a la nada tan sólo pensando en lo que había leído. Felix, su pequeño Felix fue asesinado por alguien que siempre estuvo tan cerca. Descendió su mirada lentamente hasta la foto del pequeño pelirosado y la sostuvo en sus manos, antes de abrazar ésta con mucha fuerza. ¿Su padre realmente llegó tan lejos sólo por poder?

— Voy a cumplir mi promesa Felix, sólo espera por favor... —murmuró cerrando sus ojos.

— ¡Asesinaste al CEO Lee junto a toda su familia! —dijo tras entrar a la oficina de su padre.

— ¿Seungmin? ¿Qué estás diciendo? —preguntó su padre.

— ¡Maldita sea, no te hagas el imbécil! —se acercó a él—. ¡Tú pagaste para que los asesinaran, sólo querías poder ser el estúpido CEO de esta empresa!

— ¡Seungmin cálmate!

— ¡¿Quieres que me calme?! ¡Asesinaste a Lee Felix, fue tu culpa el que él muriera! Joder... —caminó de un lado a otro—. Ahora lo entiendo todo, tu reacción cuando te conté de él, tu insistencia para estar con Jeongin... ¡Fui tan idiota! —soltó un quejido.

— ¡Lo hice por el bien de la empresa y nuestra familia!

— ¿Por el bien de la familia? ¡¿Qué maldito bien nos hará que tengas en tus manos la empresa?! —se volteó a verlo, luego se acercó a él—. Pudiste detenerte... Todavía el día del juicio de Felix pudiste detenerte, ¿Recuerdas? Que te dije que lo enamoraría, ¡¿Sabes lo que sentí cuando leí en la carta que me dejó, que él también estaba enamorado de mí?!

— ¡Conocerás a muchas personas, Seungmin!

El nombrado soltó un pequeño suspiro y no dijo nada más, sólo miró a su padre durante unos segundos, desviando la mirada después. Pensó en todas las emociones que sentía en ese preciso momento al tenerlo frente a él. Finalmente, volvió a hablar:

— Diste la felicidad de tu hijo a cambio de poder. —hizo contacto visual con el mayor—. Me encargaré de que vivas el resto de tu vida con eso en tu consciencia, padre.

Dijo antes de salir de la oficina.

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• ¡Hola! Espero estén teniendo una linda
mañana/tarde/noche. Quería subir el
epílogo entre el 24 y 25 pero olvidé editarlo
así que recién lo hago. Aún no es muy tarde
para decir feliz tercer aniversario, ¿Cierto?
Estoy feliz de haber estado en los tres años
con ellos, siento que Miroh salió apenas ayer.
Lo recuerdo perfectamente, tan emocionada
que estaba.

Aún faltan otras dos partes del epílogo, quizás
cuando estén leyendo esto ya estén subidas,
no quiero hacerles esperar más. Perdonen si
tuve algún error ortográfico o en la redacción,
si es así pueden decirme y lo editaré. Muchas
gracias por leer y por apoyar Lee Felix, enserio
estoy feliz. ¡Hasta luego!♡