
08/10/2018
Relato Verídico
Recuerdo que ese día mi tia me pidió cuidar de mis primos, en realidad era mi vecina, pero me trataba como a su sobrina. Y aunque no me llevaba muy bien con sus hijos los quería por igual también.
Ella siempre que me pedía cuidar de ellos, era porque aprovechaba de salir con alguno de sus amantes, lo hacia cada vez que su esposo se iba al trabajo.
Yo aceptaba a sabiendas de que ella iba era a acostarse con otras personas, había incluso días en los que yo no podía cuidar de los niños por tener que hacer mis tareas, que ella se los llevaba consigo a sus citas ocasionales, con esos hombres desconocidos diferentes.
Yo le decía que no era correcto lo que hacia, que era un mal ejemplo para los niños, y que estos mismos podían delatarla con su esposo; pero sin embargo la comprendía. Yo tampoco seria feliz al lado de un hombre que me golpeara, insultara y me reteniera de ser yo misma.
Eso le sucedía a ella, recuerdo que siempre todos los días escuchaba sus gritos de dolor, suplicando que no la golpeara, o en su defecto las palabras "Maldito" "Déjala en paz" de boca de los niños, tratando de evitar a toda costa que ese ser, le colocase una mano encima, sin importarle de maltratar a sus hijos en el proceso.
Recuerdo también que un día mientras los cuidaba, él llegó antes. Entre en pánico total, me interrogo sobre donde estaba ella y yo a duras penas, con monosílabos logre darle una respuesta concreta. Él se fue en su búsqueda y me dejó allí con los niños, ella llegó después de que le llamé asustada, y apenas llegó yo me fui a mi casa.
Tiempo después mientras hacia mi tarea de química, como odiaba esa asignación, ese mismo día, la camioneta de ese hombre llegó a la casa y tirando las puertas entró gritándole, ella le respondió igual, y se armó otra fuerte discusión, usé mis audífonos ese día y me encerré en mi habitación desde allí los gritos no se escuchaban tanto.
Aunque usara mis audífonos, podía saber por las vibraciones de la casa, que aun sucedía el pleito ¡hasta las ventanas de mi casa temblaban de tanto que azotaban las puertas!
En la noche, cuando ya mis padres se habían ido a dormir, y yo pensaba que podría descansar, pasó algo que simplemente me dejo helada.
Escuché ruidos en la casa de al lado, intuía que seguramente volvían a pelear, usualmente en las noches era cuando más pleitos habían entre ellos, pero la curiosidad era, que esa noche mi tia no estaba en la casa, su pareja estaba de viaje y los niños estaban en casa de su abuela.
¿Qué eran esos ruidos? ¿Se habría metido una paloma en la casa, por una ventana mal cerrada?
Ya me imaginaba las grandes cagadas efectuadas por el animal, me reí internamente al visualizar a mi tia con cara de tragedia por tener que limpiar ese desastre.
Como sea, no podía saberlo, pero igual el ruido continuaba. Agudice el oído y preste atención a lo que sucedía.
Me levanté de mi cama y salí a la sala, el ruido era mayor, objetos sonaban que eran golpeados, las sillas de metal chirriaban, inclusive se escuchaban golpes secos en las puertas de madera.
De un momento a otro, una sombra pasó rápidamente cerca de la ventana de mi sala, como si una mujer hubiese caminado justo al frente de la misma, me asusté con eso. Y sin más el ruido paró completamente.
No se escuchaba absolutamente nada mas allá, que el ruido de los ventiladores de la habitación de mis padres. Tomé agua rápidamente y me fui a mi cuarto y trate de volver a dormir
Al día siguiente, desperté con la sensación de que eso que experimente seria algo que naturalmente no habría creído me sucediera, por lo que preguntándole a mi tia, trate de indagar en lo sucedido, incluyendo en mi narración la sombra de esa mujer que había visto.
Ella simplemente rio, y me dijo que alucinaba, que quizás por el sueño que tenia vi y escuche cosas que claramente no existían en su casa.
Pero yo no estaba ni soy loca, yo se lo que vi y escuche, en esa casa sucedió algo paranormal.
Tiempo después yo misma experimente en la habitación principal, como un ser completamente frio, y de tonalidad oscura, se trepo encima de mi, me respiro en la cara con su gélido aliento y me sujeto de ambas muñecas impidiéndome salir de la cama. Yo cuidaba por una noche completa a los niños, mientras mi tia se iba con su amante de turno y su esposo estaba de viaje a la Capital.
Cuando logre salir del agarre de lo que sea, me estuviese reteniendo bajo las sabanas, descubrí para mi horror, que no había nada en la habitación.
Lo que mas me preocupa es que actualmente esa casa esta vacía y los ruidos siguen escuchándose de vez en vez cada noche.
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