.Seis.
—Por favor, no lo provoques.
Le advierto a Maze antes de que Derek llegue a nosotros, puedo ver a través de sus ojos lo fascinado que esta por molestarlo y eso no lo pensaba permitir, por lo menos no ahora. Sin embargo, solo obtengo una sonrisa socarrona de su parte. Lo último que quería ver era un enfrentamiento entre los dos, había deducido hace ya bastante rato que Maze tenía cierta antipatía para con Derek, y aunque en ocasiones anteriores esto me hubiera resultado gracioso, ahora con la sorpresa que había hecho Derek para mí, —algo tan lindo de su parte— no quería. Mucho menos quería que lo hiciera sentir mal o pisotear su ego como ya lo habíamos hecho con alguno que otro chico que salía conmigo.
—Olvidaste esto. —Derek me entrega un lapicero, que, a decir verdad, no lo recordaba para nada y que, además puedo asegurar que ni siquiera me pertenecía. Miré el lapicero y luego a él, cogiéndolo para no hacerlo quedar mal frente a mi mejor amigo. —Maze. —Derek se muestra muy cordial con Maze y este hace un asentimiento de cabeza en modo de saludo. Va bien, al menos ambos se comportan como personas un poco maduras.
Aclaro mi garganta. —Bien, gracias por mi... Lapicero, Derek.
Me acerco de nuevo dándole un beso en la mejilla, despidiéndolo, creo que es mejor que se vaya antes de que Maze abra la boca y ocasione una mini pelea verbal, pero creo que mi decisión no fue la correcta, tan solo ver la sonrisa de Maze ante lo que dije me hizo darme cuenta de eso, sonrisa que no pasó desapercibida por Derek.
—Eh sí, de nada. —se rasca el entrecejo y duda antes de hablar. Por favor que no diga para quedarse, por favor. —¿Te parece si mañana te recojo para ir colegio? —bueno eso no es tan malo, sonrío antes de contestar lo que le dio tiempo a Maze para adelantarse e intervenir.
—Lo siento pero Lola y yo nos vamos juntos. —miro a Maze confundida, ¿A qué viene todo esto? Desde hace un tiempo está medio raro y solo espero que no sea por lo que pasó en mi cocina, de pronto solo recordarlo me produce un calor diferente en mi cuerpo recordando sus labios tan cerca de los míos, sacudo mi cabeza en un intento de sacar esas imágenes de mi cabeza, no puedo estar pensando en eso y menos en este momento.
—Creo que Lola puede responder la pregunta.
Reacciono justo cuando Derek dijo aquello. Asiento dándole la razón a Derek y volteo a ver a Maze haciéndole una seña para que pare de molestar, sé que normalmente lo que haría es darle la razón a Maze, pero ahora no tengo ganas de esto, prefería evitar todo este numerito optando por contestarle su pregunta inicial al chico con el que había pasado mi tarde.
—Nos vemos en el colegio, Derek.
Desde aquí puedo ver la sonrisa que se forma en los labios de Maze y que no trata de ocultar, obvio esa nunca fue su intención. Derek asiente con un dejo de decepción y dándose media vuelta hasta llegar a su auto, subirse en él y posteriormente irse. Mi mirada siguió todo su procedimiento cayendo en la cuenta que hoy, otra vez, me quede a solas con Maze, por supuesto eso no lo tenía planeado. Me volteo en dirección a mi amigo que ahora adopta una posición más seria, suspiro haciéndolo a un lado con mi mano y caminando con paso firme a mi casa, buscando en el trayecto las llaves en mi bolso, sentía los pasos de Maze a mis espaldas pero los ignoré, me molestaba su comportamiento con Derek y ahora mismo tenerlo cerca no estaba entre mis diez cosas favoritas, lo cual es raro teniendo en cuenta que es mi mejor amigo.
—Lola, tenemos que hablar. —frunzo el ceño pero sigo mi camino, al abrir la puerta y girar para cerrarla, algo me lo impide. Literalmente. Bajo la mirada hacia lo que impide el cerrar de mi puerta, que fácilmente pude detectar que era un pie, mejor dicho, el pie de Maze. —¿Se puede saber qué te pasa conmigo? No, no, mejor explícame que hice.
Recorro a Maze desde su pie que está entre la puerta y el marco, hasta su mano que está impidiendo mi intento de cerrarla. Tal vez no tenga la respuesta a su última interrogante, supuestamente quiero creer que mi respuesta está en cómo se comportó con Derek, pero... Eso no tiene sentido, Derek es solo un chico más.
¿Un chico más? ¿Acaso un chico más se toma todo ese tiempo para hacerte una sorpresa?
Ignoro la vocecilla de mi cabeza, seguro Derek solo quiere volver a tenerme en su cama e irse, después de todo así sucedió la última vez que lo vi. Solo salimos un par de días más y fue todo. Pero la diferencia es que en ese momento si me apetecía, cosa que ahora no.
—¿Lola?
Diablos, otra vez me fui por las ramas. ¿En que estaba? Ah sí, pensando en por qué estaba molesta con él, pero al no tener una excusa contundente o por lo menos coherente, resoplo irritada y decido dejarle el paso y adentrarme a mi casa, al fin y al cabo así le cierre la puerta en la cara, le arruine el pie o ponga seguro, Maze entraría de todos modos por la puerta trasera.
—¿Qué quieres decirme, Maze?
Dejo el bolso en la sala dirigiéndome a la cocina a preparar algo de comida para la cena ya que tengo que alimentar al señorito Maze, que no puede hacerse un simple plato de comida. Maze sigue mis pasos y llegando a la cocina coge un vaso para servirse agua del grifo, una sonrisa brota de mí al imaginar a mi mamá regañándolo por hacer lo que hizo.
—Primero que todo, quiero hablar de eso.
Me acerco al refrigerador para sacar el pollo junto con el cuchillo y una tabla. Poniendo las tres cosas en la mesa, comienzo a cortarlo tratando de hacer todo lo más lento que puedo debido a que no quiero hablar de eso y una de mis opciones es hacerme la desentendida.
—¿A qué te refieres? —digo indiferente mientras comienzo a sacarle la grasita al pollo tarareando una canción, la única que se me ocurría en ese momento era "Toothbrush" Se había hecho de mis favoritas del momento.
Maze se acerca pero sigo manteniendo mi atención en lo que hago, no quería ahondar en el tema, no tenía ganas, sólo hasta que veo sus manos encima de las mías, mis melódicos cantos dejan de sonar, quita el pollo junto con el cuchillo que estaba ocupando y con suma delicadeza me posiciona delante de él. Relamo mis labios mirándolo.
—Sabes a lo que me refiero. —inhalo con fuerza asintiendo. Llegó el momento y por lo que veo él no está dispuesto a rehuir esta conversación. ¿Por qué tiene que haber una conversación si ni siquiera nos dime aquel beso?
Supongo que es por la amistad ¿No?
Dirigiendo mi mirada hacia nuestras manos aún unidas, hago que él retire las suyas sutilmente, un poco avergonzado. Me cruzo de brazos sobándolos por el nerviosismo ¿Tengo que decirle que me gusta? No, mejor no. No quiero que se confunda, para mí es solo eso un gusto por lo que decirle sería llevarlo a otro nivel y no quiero eso con Maze, ni con ningún amigo.
—Debes saber que no quise hacerlo, sólo me dejé llevar.
Mentirosa.
Maze frunce el ceño acercándose un poquito más a mí. —¿En serio?
Retrocedo lo él que avanzó poniendo un poquito de distancia entre ambos, con un poco de nerviosismo recojo un mechón de cabello colocándolo detrás de mí oreja.
—Maze... —le advierto para que no siga por ese camino, él pasa ambas manos por su cara para luego acomodarse el cabello. No sé qué estará pensando, pero por su ceño fruncido puedo deducir que no es algo bueno. —Realmente en ese momento sí me provocó pero ahora, con cabeza fría, no.
Más mentiras.
Mi amigo niega con la cabeza, veo como sus manos se dirigen a su cadera y se posicionan ahí, adoptando una pose irritada pero rendida a la vez —Bueno, en ese momento a mí también me provocó.
—Y ahí tiene que quedar, Maze. Ya sabes nosotros–
—Somos amigos, sí, sí, lo sé —mira al techo, creo que está pensando las palabras adecuadas con las cuales dirigirse a mí. —Yo tampoco quiero arruinar esto, pero discrepo contigo en una cosa y es que yo creo que un beso no arruina nada, más bien ayuda a diferenciar–
Lo interrumpo enseñándole mi palma para que no siga. —Maze, un beso arruina todo, las personas tienden a confundir las cosas y terminan distanciándose porque a veces no funciona. —suspiro. —No quiero que confundas las cosas.
Maze frunce el ceño acercándose un poco más. Creo que no escogí las palabras adecuadas y puede que haya dado justo en su ego.
—Si porque eres de hierro y tú no podrías confundirte ¿No?
—Sabes que ese no es el punto. —blanqueo los ojos ante su comportamiento infantil, no importa quien se confunda, la amistad se iba a arruinar y parece que él no lo entendía así.
—Por favor, Lola. —Su voz irritada salió a la luz. —No te preocupes que no hay sentimientos de por medio, eso te lo aseguro. —esas palabras en lugar de darme tranquilidad generaba una pequeñísima molestia en mi interior. —No me confundiré si eso es lo que te agobia, lo mejor será... —al saber lo que va a decir, decido adelantarme.
—No decirle que casi nos besamos a Sheril, ella puede malinterpretar las cosas y prefiero que nadie sepa nada. —Maze se mantiene en silencio unos segundos y termina asintiendo y dándome la razón. —No más acercamientos como en la cocina, no volver a tocar este tema.
—No confundirte. —agrega con sarcasmo. —Somos amigos ¿No? —por un momento pensé a que esperaba una respuesta de mi parte. —Y te quiero como tal, Lola yo tampoco quiero arruinar nada, lo digo en serio.
—Sí... —asiento pensando en que decirle, me estaba quedando callada bastante rato. — ¡Ah! Y no hacer lo que hiciste hace unos segundos. —Su cara de confusión me lleva a explicarle de lo que hablo. —No quiero que trates mal a Derek, no por ahora.
Maze negó incrédulo. —Por Dios, Lola. Eso se lo hacemos a los chicos con los que no quieres salir. ¿Me vas a decir ahora que Derek es especial?
No me había dado cuenta de lo cerca que estábamos hasta que terminó su pregunta y pude sentir su aliento en mi cara, un olor a menta con cigarro me bombardeó, retrocedí medio paso.
—No, sólo que... Simplemente no lo hagas. Sabes que yo no quiero nada serio con nadie, eso implica cero personas especiales, sé que lo mío no son los sentimientos, pero eso no quiere decir que no sienta cierta pena.
—¿Pena?¿ Así disfrazas lo que te sucede? Parece que Sheril tenía razón después de todo. Casi nos besamos y sentías cosas por otro chico. Dime Lola, ¿Pensabas en él mientras te acercabas a mí?
Mi boca se abrió estupefacta y solo tardé segundos para que mi rostro esté lleno de ira. —Escuchame bien, Maze. Primero que nada, como ya lo he dicho miles de veces no siento nada por él, ni por nadie. Y ya te dije, no volveremos a entrar en ese tema, espero que no vuelvas con estupideces como esas.
Maze rió con amargura, y cuando estaba a punto de contestarme con algo que seguramente me haría daño, su celular comenzó a sonar, miró la pantalla y su aspecto de querer hacerme añicos se transformó en otra sonrisa socarrona.
—Igual ya me quedó clara la respuesta. —se acercó dándome un beso en la mejilla, demasiado cerca de mis labios, retrocedí ante el acto que, a decir verdad, no fue nada amistoso, más bien, diría yo, que solo lo hizo para provocarme, aun así no dejé que me afectara. —Me voy, tengo algo importante que hacer.
De pronto me sentí incómoda y otra vez la curiosidad me bombardeó, sólo que esta vez traté de controlarla, no quería que se malinterpretaran las cosas, más ahora que la situación esta rara entre ambos.
Al ya haberse despedido, se retiró, no quiero ni imaginar lo que se va a hacer.
Pero algo que mi mente sí no deja de imaginar es: que hubiera pasado si hubiera puesto mi amistad en segundo plano y mis deseos primero, ¿Las cosas habrían resultado bien? No lo creo, con un idiota como Maze, nada saldría bien. Meneo la cabeza ignorando todo lo absurdo que pasa por esta mente tan tonta y sigo con lo que estaba haciendo, tenía que preparar la cena mientras el señorito este se iba a quien sabe dónde. Mi instinto me lleva a marcarle a Sheril, otra vez no está entre mis cosas favoritas estar a solas con Maze; y Sheril es una grandísima compañía por lo que su estadía en esta casa quedaría a pelo.
⊂(・(ェ)・)⊃ ⊂(・(ェ)・)⊃
—¿Me quieres decir que te pasa? Cambia esa cara, asustas a las personas. —le sonrío a mi mejor amiga, le he dicho las mismas palabras que ella usó hace unos días conmigo, no oculto lo cómico del momento, no obstante, de Sheril solo recibo su mirada fulminante, pero no como suele ser comúnmente, sino algo más cansado, sopla y por unos instantes puedo ver sus ojos cristalinos pero ella logró persuadirme caminando hacia al patio trasero de dónde provenía un ruido extraño. La seguí en silencio, viendo cómo se quitaba los zapatos en el camino.
Su silencio me pone en alerta, a ella le pasa algo, desde hace unos días está así y me duele que no confíe en mí para contarmelo.
Hace ya un buen tiempo que no conversa conmigo nada de lo que le sucede, no puede perderse en su mundo, tiene que hablar con alguien y si no es conmigo, entonces... ¿Con quién?
Llegamos hasta la orilla de la piscina que está en el patio trasero de mi casa, Sheril se sentó haciendo que yo inmediatamente imite su acción. De reojo puedo ver como Maze se sacude el polvo de su ropa, él había ocasionado el ruido anterior atravesando el pequeño muro que dividía su casa de la mía, mi mejor amiga había puesto sus pies en el agua y lo movía al compás de una melodía que ella misma causaba, verla me hizo querer deshacer mi postura de indio y meter mi pies al igual que ella. Sheril bajó la cabeza suspirando de nuevo sin cortar la melodía que estaba cantando, la musica es algo que ella apasiona, pero pocos lo saben.
—Como borrar de mi pasado, la ternura de tus manos... —Escucho lo que dice, sé que es de una canción, probablemente de una de sus cantantes favoritas, pero no logro distinguir cuál. Al Maze darse cuenta que estábamos en la piscina, decide acercarse dándose cuenta en el camino que Sheril había bajados todos sus ánimos, se sienta a su costado en silencio, en la misma posición que yo. Ambos sabemos que aunque ella no lo ha querido aceptar, su ruptura con Klens ha sido devastadora, tan solo pensar que han durado dos años y que él le haya engañado, hace que mi corazón se rompa por ver a mi amiga de esa manera. Sheril mantiene su mirada en el agua, por lo que se nos hace bastante obvio ver que está llorando a través del reflejo. Maze no aguanta más verla de esa manera y le abraza de un costado atrayéndola hacia él, Sheril no duda en devolverle el abrazo con ímpetu. —La textura de su piel. —termina él pequeño párrafo de la canción que había comenzado y rompe en llanto en los brazos de Maze.
Mis ojos comienzan a picarme de sobremanera y abrazo a mis mejores amigos, pese a todo lo que pasó esta tarde con Maze y aunque no sepa la real razón del llanto de Sheril, hago lo que mi interior me dice, lo que mis sentimientos dicen.
—Tranquila, estamos contigo. —asiento ante lo dicho por Maze y los abrazo más fuerte.
Sheril es la primera en deshacer el abrazo y limpiarse las lágrimas con el dorso de sus manos, pude ver los ojos cristalinos de Maze, algo que me sorprendió un poco ya que este muchacho en la vida lo había visto llorar. Claro que lo mío tampoco son las lágrimas pero ver este sufrimiento en mi mejor amiga sacó lo más sensible que puede haber en mi ser.
—Yo... yo en serio lamento esto. —Sheril saca sus pies del agua parándose y adentrándose de golpe a mi casa, suspiro mirando a Maze que ya había vuelto a su situación actual conmigo, situación que es algo y distante y fría para mi gusto. Me limpio una lagrima traicionera que se escapó mientras lo miraba, lo cual parece haberle ablandado ese corazón de piedra que tiene, haciendo que su expresión cambie de un momento a otro.
Suspira. —¿Qué ha pasado?
Niego sutilmente agachando la cabeza, el que diga eso solo me hace recordar la poca confianza que se ha creado entre Sheril y yo.
—Llegó así, le hice una broma y parece que empeoré las cosas.
Miro hacia otro lado sintiendo un enorme nudo en la garganta, Sheril es lo más parecido a una hermana que tengo y lo poco o mucho que le sucede me importa demasiado.
—Hablaré con ella, de repente a mí me cuenta algo, después de todo yo también soy su mejor amigo. —Maze se levanta de la posición de indio que tenía y se adentra a la casa mientras yo me quedo sola.
Creo que tendré que darles tiempo para que conversen, que al menos con alguien se desahogue, pero lo veo difícil, vi la expresión de Sheril en su cara y siento que un dilema está cruzando dentro de ella, viendo bastante arduo que ese dilema me lo diga aprisa.
�y�*�J�
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro