・04 ⎢ Probabilidad
Solo una noche pasó desde aquel raro incidente, el ver como su tutor y una chica se comían a besos mientras él los observaba. Oh Dios, incluso cuando lo decía así sonaba como título de película pornográfica. Takemichi prefirió no darle ningún tipo de explicación a lo que sintió y de cierta manera aquello era más reconfortante que estar rodando en su cama de la vergüenza.
Si, era mejor.
Además, esa mañana tenía una cita de estudio con Hinata, era el momento ideal para hacer relucir su mejora con las ecuaciones algebraicas, pues, justo como había dicho Mikey─ Oh no, volvía a pensar en lo que vio─la repetición, una y otra vez, de ejercicios pasados, nuevos y de exámenes viejos estaban dando sus frutos por fin.
Se enfocó en terminar de resolver su tarea mientras Hina parloteaba a su lado de cómo le había ido en su día y las habladurías que tenía con sus amigas. Muy difícilmente por eso estudiaban juntos, concentrarse mientras almorzaban en un restaurante familiar era un poco complicado, pero el de ojos azules estaba dando lo mejor de sí igualmente.
─¿Estas si quiera escuchándome?─ Bufó la de cabello castaño, deteniendo su relato para darle a Takemichi una mirada fruncida.
Takemichi volvió a prestar atención y abrió la boca para soltar un "si" como mentira, pero se arrepintió de inmediato, sabiendo que no lo hacía con malas intenciones─ No, perdóname.
Hina suspiró, dándole una pequeña mordida a la lechuga de su ensalada y cerrando su cuaderno de apuntes─ Al menos eres honesto.
Sonrió, para la alegría de Takemichi.
─¿Cómo va el estudio? Estamos muy cerca al examen parcial, si sabes a lo que me refiero.─ Preguntó, haciendo círculos en el aire con su tenedor dándole énfasis especialmente a lo último dicho.
─¡Va de maravilla!, por supuesto. Mi tutor es muy bueno.
Si, muy bueno para tirarse a medio campus...
Como ya era de esperarse, le contó a Hina sobre su tutor de matemáticas y los buenos resultados que le estaban brindando sus lecciones, claro, evitando de por medio mencionar los rumores ─Ya no tan rumores─ Sobre Mikey.
Por supuesto Hina se había alegrado, diciéndole que había hecho bien en buscar a un experto, que al fin se lo estaba tomando realmente enserio, igual que todos los demás. Tampoco es como si él hubiera estado por ahí perdiendo el tiempo─ No siempre, claro─ Pero sus palabras sí que lo habían herido un poco. No se había dado cuenta que nuevamente estaba descarrilado.
─Entonces, para celebrar este cambio positivo en ti, creo que deberíamos salir a divertirnos─ Propuso Hinata, haciendo énfasis en lo que estaba por mencionar─ Mañana Ran Haitani hará una fiesta en la casa de su fraternidad.
─¿De Tenjiku?─ Preguntó, recibiendo un asentimiento de su acompañante, pero, volviendo a confirmar de todos modos─ ¿Acaso los del equipo de futbol?
─¡Si! No lo vas a creer, las chicas de mi club y yo almorzamos con ellos el otro día, son bastante agraciados y tienen historias muy alocadas, si supieras. ¡Incluso pagaron las bebidas! son todos unos caballeros, yo y mis amigas quedamos para juntarnos para almorzar más seguido─ Contó emocionada con ojos brillantes, como si de pronto se hubiera convertido en su fan número uno.
Takemichi frunció el ceño, pero se dijo a si mismo que estaba siendo un celoso sin ningún fundamento. Aun así, dio una leve mirada de desaprobación que Hina claramente ignoró, al menos, sirvió para que la chica fuera de una vez al punto.
─Bueno, van a celebrar sus tres victorias consecutivas frente a los de Brahman, así que nos invitaron para celebrar con ellos ¿No es increíble?
A lo mejor sonaba grandioso, pero la verdad, es que la idea no le hacía mucha gracia.
─Hina, ¿No son la mayoría de último año? Oí que sus fiestas son lo suficientemente salvajes para darte un coma etílico.─ Recordó el ojiazul, cerrando sus libros y prefiriendo centrar su atención en el plato de comida que tenía a un lado.
Y era verdad lo que decía. Chifuyu había ido a un par de fiestas de Tenjiku, cuando todavía estaba en coqueteos con Baji, y solo podía recordarse a sí mismo en el baño de su mejor amigo ayudándolo a vomitar mientras este recitaba "¡El amor solo son tonterías hasta que la ciencia demuestre lo contario!" una y otra vez.
─No seas aburrido...─ Hina se quejó, inflando los mofletes─ Solo estaremos un rato, sé que pasada las dos de la mañana las cosas se ponen un poco "alocadas"─ Enfocó haciendo comillas en el aire─ Así que nos iremos antes de ello, puedes estar tranquilo.
Takemichi se mordió el labio, no queriendo ceder, pero tampoco quería ver a Hinata enojada o creyendo que él era un aburrido.
─Esta bien...─ Soltó desganado─ Te creo.
─¿Entonces vienes?
─Lo siento, paso por esta vez─ Negó Takemichi, encorvándose sobre su sitio y haciendo un agujero en el centro de su comida con el tenedor. Realmente no disfrutaba demasiado esas fiestas, no desde que la última de ellas le costó aguantar una resaca durante dos horas de examen.
Aquella vez había accedido por el simple hecho de acompañar a Hina, aun sabiendo que a la mañana siguiente tendría un examen. No, nunca más por Dios. Al menos esta vez confiaría en que podía dejarla divertirse por sí sola, de igual manera tenía lecciones con Mikey y no podía permitirse cancelar.
Mikey...
Diablos, volvió a pensar en lo mismo.
─Mañana tengo tutoría. Además, los parciales ya se aproximan...─ Si, tenía que centrarse solo en ello, era preocupante lo nervioso que se encontraba por un examen─ No me he olvidado para nada de nuestra promesa. Y yo quiero, enserio quiero hacerte feliz.
Hina sonrió satisfecha con su respuesta. Los ojitos de cachorrito de Takemichi siempre tenían un efecto positivo en ella y el rubio lo sabía.
Verificando la poca presencia de terceros a su alrededor, Hina se levantó de su lugar y se escabullo al lado de Takemichi, juntándose hacia el de forma coqueta y usando su mano izquierda para toquetearle la pierna como solía gustarle al muchacho.
Y en efecto, a Takemichi le habría gustado la atención recibida si no fuera por un extraño pensamiento que vino nuevamente a su cabeza, recordando como Mikey tocaba de igual manera y sin descaro a la chica en su habitación. Sintió una punzada ridícula en su pecho y ante tantos pensamientos en el día anterior, llegó a la conclusión de que era simplemente incomodidad por haber interrumpido en la intimidad de otros.
Eso y la incertidumbre sentida por haber creído que Mikey había dejado de lado sus "trabajitos" extra para satisfacer a otros. Se sintió como un verdadero tonto, incluso cuando lo defendió de las acusaciones de Baji.
Mikey decía que quería cambiar, pero ni siquiera lo intentaba. Y todo por dinero. Porque el dinero parecía valer más que su propia dignidad...
─¿Hoy podemos ir al cine?─ Preguntó Takemichi, acercando sus labios al cabello de su enamorada y dejándole un suave beso en ellos, aspirando su olor a flores para tranquilizarse. Y ciertamente, lo consiguió.
La más pequeña soltó una risita y cerró los ojos antes de responder─ Solo dices eso cuando quieres besos, muchos besos.
Tal vez es lo que necesitaba, relajarse. Si Hina lo decía es porque era verdad.
─Quiero muchos besos tuyos.
Aún si había superado la incomodidad inicial de saludarse mutuamente y actuar como si nada uniera pasado hace ya dos días, era claro que ninguno de los dos ignoraba el tema. La clara tensión en el aire y falta de conversación durante los ratos libres inundaba el ambiente.
Tampoco es como si Takemichi normalmente le preguntara a Mikey sobre su día o viceversa. Hoy apenas se habían dicho un "hola" y habían empezado directamente con las lecciones de matemáticas, como se supone, sería lo normal.
Pero no quería que eso fuera lo normal, joder.
Para empezar, llegados a este punto ¿Podían considerarse amigos? Lo desanimaba un poco saber que no. No comían juntos en el almuerzo, ni tenían gustos en común de los cuales conversar, mucho menos se relacionaban fuera del estudio. Aun sabiendo todo eso, la presencia de Mikey le generaba mucha curiosidad, porque, fuera de estar confundido por lo que ocurrió, el chico de lentes le agradaba mucho.
Quería más de Mikey pero no sabía cómo pedirlo.
Y como estaban las cosas tampoco era el momento adecuado. Se supone que Takemichi está molesto. Pero ¿Molesto por qué? Se preguntó. ¿Tenía si quiera derecho a estarlo? Mikey solo era su tutor, tenía la libertad de traer a quien quisiera a su apartamento, pero... la idea le generaba un revoltijo de inseguridades de todas maneras.
Y de todas formas, ¿Quién era esa chica?
¿Su novia quizá? Puede que Mikey actúe como un "promiscuo", pero también estaba la posibilidad de que tuviera una relación abierta. ¿Enserio era el quien debería estar enojado? En todo caso Mikey debería estarlo con él por interrumpir en un momento de intimidad con su pareja. Oh Dios, ahora él se sentía ridículo.
Quizá eso explicaba porque, en lo que llevaban de hora, el mayor lo miraba de forma seca, aburrida y juzgadora. La sola idea le provocó tirar el lápiz en más de una ocasión y confundir números con letras, más de lo que ya lo hacía.
Era por eso o quizá porque Mikey sabía que estaba siendo ignorado completamente mientras hacia su clase.
Las cosas no podían seguir así, al menos ambos coincidían en eso. Por ello en la hora de receso hubo un silencio vacío rodeado de incertidumbre.
Cansado de estar hablando solo por más de cuarenta minutos, Mikey cerró sus libros y tamborileo sus dedos sobre estos, buscando las palabras correctas para empezar a explicarse. Tirando de sus pensamientos, se aclaró la garganta, acomodó sus lentes en el centro y tratando de mantener un tono duro, empezó.
─ Oye, sobre lo que viste el otro día...
Takemichi se tensó, estaba deslizando notificaciones en su teléfono para evitar alguna conversación, por lo que no esperaba que hablaran directamente sobre ese tema. Quizá antes era incomodidad, pero ahora sentía un revoltijo de emociones muy parecidas al miedo.
─Está bien, no te preocupes por ello─ Disculpó Takemichi, aprovechando el hueco de silencio entre las palabras del mayor─ ...Igual, siento haberte interrumpido mientras estabas con tu novia.
Enserio quiso que lo último sonara como disculpas, pero sonó como reproche. ¿Enserio iba comportarse de esa manera? También, el hecho de que no pudiera levantar la mirada del teléfono y siguiera deslizando mensajes no ayudaba mucho a su actitud.
Demonios, quería llorar.
─¿Lo dices por Senju?─ Preguntó Mikey, todavía sin despegarle la mirada curvada.
Era muy incómoda la situación, ahora incluso sabia el nombre de la chica. No quería saberlo. No necesitaba saberlo. Se sentía tan...
─No lo sé. Son tus cosas─ Takemichi nunca había oído una voz tan fría y seca salir de sí mismo. Mikey era "casi siempre" dulce con él y así era como le estaba pagando por su amabilidad─ Ya descansé lo suficiente ¿Y si volvemos a las lecciones?
Prefirió evitar el tema, era cobarde pero si seguían así diría cosas de las que luego se arrepentiría.
─Micchi, ¿Por qué estas enojado?─ Al ver que su anterior pregunta no fue respondida Mikey capto el mensaje de inmediato. Poniendo los codos sobre la mesa, buscó la manera de acorralar a su estudiante para que le dijera la verdad.
Takemichi se alejó ante la cercanía, ahora siendo el quien actuaba de forma reacia por instinto.
─No estoy enojado─ Mintió, desviando la mirada a sus apuntes y fingiendo leerlos. Soltó una queja cuando estos fueron alejados y puestos entre los libros que Mikey tenía para sí, buscando recuperar su atención.─ Devuélvemelos, ¿Si?
─Primero dime porque estas enojado.
─Que no lo estoy─ hablo irritado.
─Si lo estas.
Ahora enserio quería llorar, sus ojos estaban acuosos y estaba seguro que si parpadeaba las lágrimas descenderían─ ¡Bien! Si hoy no quieres ayudarme entonces mejor me v─
─Es porque me viste con Senju, ¿No?
Takemichi no respondió, aunque si lo hubiera hecho se habría negado y su voz dolida lo delataría por completo.
Mikey suspiró, también se sentía agobiado, no estaba en sus planes hacer llorar a Takemichi pero así estaba la situación. Se sentía un idiota porque ambos eran mayores y encima él era el tutor, se supone que tenía que actuar de forma responsable. Pero ya estaba nuevamente metiendo la pata.
Lo único que se le ocurrió fue acercarse gateando a Takemichi y rodearlo para abrazarle por detrás, colocando sus brazos alrededor de su cuello y recostando su cabeza en el cabello del menor, sin llegar a tirar todo su peso como normalmente hacía. Solo estaba consolándolo, pero de alguna manera el contacto se sentía muy íntimo.
─Perdóname ¿Sí? Se supone que yo debería ser el responsable aquí entre los dos, pero mírame actuando como un imbécil─ Bromeó Mikey, tratando de aligerar el ambiente. Igual y no estaba funcionando, porque Takemichi seguía todo tenso y tratando de deshacerse de sus lágrimas mirando hacia arriba y parpadeando repetidas veces. Se aclaró la garganta y continúo notando que no habría remate─ Y no tengo novia. Esa chica solo es una clienta, nada más. Viene algunas veces, pero no es nada serio, lo juro.
Ahora Takemichi no solo se estaba limpiando las lágrimas, sino que también trataba de ocultar, sin ningún éxito, el sonrojo que había en sus mejillas. Tenía que mirar hacia adelante tratando de salvar el poco orgullo que todavía le quedaba.
─Ya, no tenías que decirme todo eso.─ Murmuró Takemichi todavía esquivando la mirada. No iba a admitirlo, pero aquella confesión al fin lo dejó respirar con normalidad.
─No, si tenía─ Rebatió Mikey─ No fue muy profesional de mi parte. Se supone que eres mi estudiante, pero te hice sentir incomodo con mis asuntos personales.
─Estoy bien─ Respondió el ojiazul. Frotó sus ojos y esta vez fue más consciente de la cercanía del rubio cenizo y como este no dejaba de acariciar sus hombros con cariño─ Solo estoy algo sensible, eso es todo. No es tu culpa.
─¿Qué te pone así?
─Supongo que son los exámenes─ Y no mintió del todo, es verdad que había otras preocupaciones e inquietudes en su corazón justo ahora, pero sus estudios poco a poco también se habían vuelto una prioridad. Esto solo hizo a Takemichi cubrir la mitad de su rostro con su mano libre─ Yo, estoy preocupado. ¿Y si me olvido todo? ¿Y si las preguntas son muy complicadas? Encima Kisaki es una mierda conmigo, seguro que me pone lo más difícil. Si apenas puedo con lo básico dudo que pueda hacer algo...
─Entonces, ¿Quieres dejar de intentarlo?
─Tu eres el listo. ¿Debería?
─Yo no soy nadie para decirte lo que debes o no debes hacer con tu vida, Takemichi.
Sonó duro, pero aquellas palabras impactaban demasiado en el por alguna razón. Sin poder evitarlo, en medio de ese abrazo que por momentos se volvía débil, Takemichi tomó una de las manos de Mikey que se encontraban alrededor de su cuello y la apretó contra su pecho. Indirectamente diciéndole "Si lo eres" y pidiendo consuelo de forma silenciosa.
Aquella no era la forma correcta, pero lo dejaría pasar por esta vez.
─La gente lamenta más lo que dejó sin hacer, que lo que sí hizo. Eso decía Maquiavelo─ Soltó, curvando sus labios un poco cohibido─ No creo que intentarlo sea un desperdicio, mucho menos cuando soy yo tu guía.
Mikey pensó que lo dicho por sus labios sonaba como una lección de vida para sí mismo, lo que lo hizo sentir estúpido. Aun así, Takemichi se sintió satisfecho por sus palabras, diciéndole un silencioso "Gracias" y demostrándolo con suaves caricias dejadas sobre el dorso de su mano. El remolino en su pecho le obligó a responder parecido, abrazando más fuerte al menor y frotando su nariz en los cabellos de su nuca de forma descuidada.
Mikey lo trataba como un niño solo por ser un año menor que él, pero Takemichi olía como un hombre a pesar de la ternura e inocencia de sus ojos.
Bien. Quizá estaba llevando las cosas muy lejos.
Se separó de forma áspera y aclaró nuevamente su garganta, buscando eliminar esa atmosfera tan extraña que se había formado.
─Además, ¡Recuerda que todo lo haces por Hina!─ Proclamó, dejando una sonrisa tranquilizadora en Hanagaki y en el mismo─ Se que no es científico, pero el corazón no engaña, recuérdalo.
Lo último lo dijo palmeando en su propio pecho.
─No creas que algo como eso se olvide─ Respondió positivamente Takemichi, siguiéndole el juego y palmeando en sí de la misma manera.
─Y Sobre el examen─ Recordó, tomando una libreta y volviendo a abrir los libros para continuar con las lecciones─ Tengo algunas ideas que pueden ayudarte.
Takemichi estiro los brazos hacia arriba unos segundos y volvió a motivarse para continuar estudiando─ Bien, te seguiré al pie de la letra.
Nuevamente, Mikey volvió a su fase de maestro sabelotodo y volvió a sacar su pizarrón, ese que disfrutaba mucho utilizar en sus secciones, para darle supuestas ayudas "legales" durante su examen.
Takemichi no entendió cuando Mikey se refirió al plan como: "Metodología basada en la ingeniería inversa y la probabilística para aprobar exámenes de forma legal, sencilla y hecha bajo conocimientos básicos de la matemática general", así que lo llamo simplemente "ideas para aprobar con suerte"
─Escucha Takemichi─ Dijo el de lentes, usando su varilla favorita para golpear en su pequeño pizarrón dando las indicaciones─ Durante un examen solamente hay dos opciones: Saber todas las respuestas y aprobar o, no saber un culo y aprobar.
Sonriendo sin poca gracia, Takemichi se quejó─ ¿Me parece o yo no figuro en tu realidad?
─No me interrumpas─ Murmuró, antes de continuar─ Incluso para ser un idiota hay que ser inteligente. Por eso este es el primer método.
Ingeniería inversa (No es precisamente el termino, pero así me gusta llamarlo)
─Es sencillo, aprovechando que el siguiente examen es de opción múltiple, tenemos todas las de ganar. Si no sabes cuál es la solución intenta probando todas las respuestas, alguna debería encajar ─Explicó, tomando sus apuntes y enseñando algunos ejemplos de su libro─ en algebra llega lo más lejos que puedas y ahí remplaza el término. En trigonometría casi siempre es un ángulo, reemplázalo hasta que funcione.
─Pero Mikey, eso tomará demasiado tiempo.
─Solo déjalo para el final, igual y es mejor que simplemente estar viendo una hoja en blanco por media hora, ¿No crees?─ Replicó, evitando poner en duda su palabra. Takemichi pensó por un segundo que Mikey quisa era psíquico, porque si no, ¿Cómo podía saber que efectivamente quedó media hora viendo su examen en blanco?─ También requiere práctica, es más que nada velocidad en estos casos. Y aquí es cuando aplicas el segundo método.
Usar el descarte o respuestas similares.
─Simplemente descarta las respuestas que consideres que son muy improbables o desde el principio, imposibles. Aquí requieres buen ojo así que ten mucho cuidado. ─ Advirtió─ Por ello también tienes la opción de descartar por similares. Si vez que de cuatro opciones dos o tres son muy parecidas entre sí, es muy probable que una de ellas sea la respuesta correcta. En varios casos te ahorra tiempo, especialmente cuando la respuesta son una secuencia de varios números.
Mikey tomó su pizarrón y borró lo que no necesitaba mientras destapaba uno de sus rotuladores con los dientes.
Takemichi creyó que se veía muy adorable mientras explicaba, no solo porque ahora tenía una tapa en la boca que le dificultaba el habla, sino porque se notaba feliz dentro de su propio mundo matemático. Decidió que no dejaría que su esfuerzo fuera en vano, así que hizo lo posible por mantenerse concentrado.
─...Y la tercera, pero la que recomiendo solamente en casos de emergencia.
Jugársela a la probabilidad.
─Espera─ detuvo Takemichi─ Estas diciendo que marque... ¿al azar?
─Si, pero...no─ El de gafas fue rápido en responder, meneando su cabeza en negativa─ La probabilidad asegura que, en un test de opción múltiple de 4 respuestas, si tiras al azar hay una probabilidad del 25% de acertar y 75% de fallar.
─Mikey, ve al punto─ Apresuró el menor.
─Que marques la B, idiota─ Soltó de una vez, sin cuidado─ La estadística le gana a la probabilidad en este mundo tan retrograda. Esta indica que si una persona realiza un test es más probable que primero ponga la respuesta incorrecta y seguido de ella, la que sí es correcta. Es como dejar una bomba y ocultarte inmediatamente para ver de cerca como le explota a alguien en la cara.
─Entonces... marcar la B.─ Replica Takemichi.
─Solo como última opción.
─Solo como última opción-confirmó.
─Bien. Te preparé algunos test de práctica, tenemos poco tiempo así que...─ Añadió Mikey, entregando el material sacado de sus libros a su estudiante.─ Espero te vaya muy bien.
Explicado todo ello, Mikey se dejó caer sobre su futón y relajó los hombros. Takemichi ojeó su accionar y nuevamente se sintió extraño al estar apreciando como incluso en cosas tan banales como verlo sentarse con piernas cruzadas y apoyando su peso contra sus brazos hacia atrás le resultaba algo tan digno de apreciar.
Es un chico muy elegante. Pensó.
No, concéntrate por favor.
Volviendo a sus propios pensamientos y a copiar ecuaciones diferenciales una y otra vez, Takemichi se sintió avergonzado por lo ocurrido algunos varios minutos antes. No solo por haber llorado, sino también por las muestras de afecto físicas que hubo indiscutiblemente entre los dos de forma consensuada.
No podía negar que estaba algo sensible, pero esa no era excusa alguna para andar siendo tan pegajoso con su tutor. Si Hina o alguien los vieran lo hubieran malinterpretado de inmediato, y no era de menos, se había pasado de la raya.
Pero parte de la culpa también era de Mikey. El chico solía pegársele demasiado, sujetarle por los hombros o incluso recostarse contra su brazo libre mientras leían juntos. Algo que sería "Normal" si viniera de una pareja.
Y no es que lo malentiendan, a él si le gustaba ese trato─ Demasiado para gusto─ Pero una parte de él le hacía creer que quizá Mikey pensaba que el contacto físico era parte de lo que él debía ofrecer de forma obligatorio a todos sus clientes por igual, como si se hubiera acostumbrado a ser un chico de compañía y solo servir para eso.
Le picaba la curiosidad, pero no podía andar de bocón. Si se lo preguntaba directamente lo más que recibiría sería una patada en el estómago, así que solamente se dedicó a su tarea.
Un momento de licencio pasó y mientras Mikey se removía incomodo por buscar una buena posición para estar sentado mientras esperaba, hizo algo que Takemichi añoraba silenciosamente desde hace mucho.
Se quitó los lentes.
Simplemente removió su cabello algo irritado por tenerlo desordenado, dejando de lado los vidrios de sus ojos y poniendo estos sobre la pequeña mesa que compartían. Se peino hacia atrás y cerró los ojos, dejando totalmente libre la vista completa de su rostro. Y no pudo sorprenderse tanto como lo hizo en ese momento. Sus cejas eran rubias y contorneadas igual que su cabello, el borde de sus pestañas era fino y curveado como si usara rizadoras, pero lo que más destacó fueron sus ojos negros y oscuros que se abrieron directamente para Takemichi, en cuanto notó que era observado.
Eran oscuros como agujeros negros, redondeados y afilados en las puntas, acompañados por una fina nariz respingada y el cabello cayéndole hacia atrás por los hombros.
Takemichi soltó su lápiz dejando de sentir las manos por unos segundos. Y por lo visto, tampoco podía sentir su boca cuando esta soltó palabras sin su consentimiento.
─Eres muy hermoso.
Mikey apretó las cejas y torció su boca sintiéndose avergonzado de repente.
Ahora ambos estaban sonrojados.
─¡Perdona! ¡No es lo que quise decir!, Digo... Si quería decirlo, pero...─ Con la respiración cortada se mordió los labios, tratando de dejar de embarrarla─ Lo que quiero decir es que eres precioso.
Ah, sí. Mucho mejor. Se regaño a si mismo de forma sarcástica.
─Crees que soy ¿Precioso?
─¡No! ¡No lo creo!─ Espera, eso sonaba mal. Se arrepintió de inmediato─ Digo, ¡Lo eres!
Takemichi siguió en su montaña rusa de vergüenza y agitando sus manos de forma estrepitosa frente a su rostro, pero muy notoriamente todavía sin poder despejar su mirada del chico de mirada oscura. Cómo si sus ojos fueran imanes que lo atrajeran continuamente.
Mikey en si no se tomó muy enserio todo lo que dijo y lo catalogó como un simple alago. Igual, ya estaba muy acostumbrado a que su mirada fuera tema de que hablar siempre que evitaba usar las gafas. Solo que está vez no estaba evitando estar a la defensiva, porque con Takemichi no había ningún tipo de temor.
─Micchi, me lo estuve preguntando ¿Entonces eres Bisexual?
─¿A qué viene esa pregunta?
─No lo sé─ Respondió Mikey, en un tono vago y mirando al techo─ Solo pensaba que un hombre no le va diciendo hermoso y precioso a otro hombre.
─Eso no es...─ Suspiró a la vez que trataba articular excusas hacia sus palabras anteriores. De igual manera, solo se rindió y las acepto. Volvió a estar estático, regresando a una posición mucho más normal y sentándose con las piernas abrazadas a si mismo estando frente a Mikey.
─Solo tengo ojos para Hina─ Admitió, irónicamente, sin dejar de despegar sus ojos de los oscuros de Mikey─ Pero si, también me atraen los chicos. ¿Qué hay de ti?
No iba a despreciar la oportunidad para saber más sobre Mikey.
─Hmm─ Lo pensó seriamente acariciando su barbilla─ Creo que los chicos no me vienen.
Takemichi dejó de respirar unos segundos, pero evitó que se notará como estaba a punto de ahogarse en propio lugar.
─Pero, en realidad no lo sé, he besado a muchos hombres (Aclaración que Takemichi no quiso ni deseo saber) pero no he sentido nada, ninguna chispa o deseo extra. Aunque, bajo esa lógica, entonces tampoco me gustan las mujeres. Soy un extraño ¿No lo crees?
─Quizá... Solo debas esperar al indicado.
─O indicada.
─Si...
─En fin.─ Dijo volviendo a colocarse las gafas alrededor de sus ojos, parándose de golpe para regresar los libros usados a su estantería─ Eso es todo por hoy.
─¿Enserio?─ Preguntó Takemichi bajando la vista a su reloj en la muñeca, el cual marcaba las ocho y cincuenta─ Todavía quedan unos diez minutos.
─Lo sé, pero quedamos en no tener más momentos incomodos.
─No te estoy entendiendo Mikey.
─Todavía tengo un cliente que recibir hoy a las nueve. Así que lo mejor es que te retires antes de que llegue, para que estemos bien ¿No te parece?
─Yo pensé que ibas a dejarlo.
Mikey lo fulminó con la mirada antes de girarse para evitar seguir hablando del tema─ ¿Y tu porque has pensado que lo dejaré?
─No es que sea mi problema, ni siquiera estoy disgustado. ¡Él puede hacer lo que se le cante en gana! Ni siquiera es como si pensara en eso durante todo el día. ¿Pero sabes que me dijo el muy cabron?─ Hizo una pausa para chillar silenciosamente de la colera─ "¿Y tú porque has pensado que lo dejaré?" Enserio. Te juro que no podía creerlo Chifuyu. Aghh...De solo recordarlo me hierve la sangre. Lo peor de todo es que si, me fui. ¿Pero que más podía hacer?─ Mirando sin mucha emoción hacia el suelo, apretó mas sus brazos cruzados sobre sí mismo─ La mayoría de las veces cuando digo que no me importa, es así, no me importa. Pero esta vez si me importa. Y lo que mas odio de mi mismo es que no se ni siquiera porque lo hace. ¿Tu crees que es extraño? Soy muy malo con las palabras como para decírselo. Tampoco es como si Mikey fuera muy colaborador. Yo solo...quiero entenderlo más. Quiero saber mas sobre alguien que considero es especial para mí. Como amigos, claro. Por eso vine, de entre todos, hacia ti. Quizá puedas... ¡Joder!, ¿¡me están siquiera escuchando!?
Takemichi rodó sus ojos al lado contrario de inmediato, quería hablar con su mejor amigo al menos durante la hora libre que tenían para almorzar, pero el chico se encontraba en plena sesión de besos con Baji al lado de las maquinas expendedoras. Dijo que lo escucharía durante algunos minutos, pero ya estaba ahí de vuelta siendo arrinconado contra la máquina de bebidas.
─Perdón compañero─ habló Chifuyu, apartando a Baji y limpiándose los labios con la manga de su camisa─ Con tantos exámenes apenas hemos tenido tiempo para estar juntos un rato, ¿Si lo entiendes no?
Se disculpó, juntando sus palmas y mostrando sus típicos ojitos de cachorrito.
─No, no lo entiendo─ Dijo Hanagaki, apretando la mandíbula y con su mirada acusadora sobre la feliz pareja─ Pueden seguir con lo suyo en una habitación si quieren, pero en este momento quiero hablar contigo─ Exigió Takemichi, mirando directamente al más grande.
─¿Conmigo dices?─ DudÓ Baji, alejándose un poco para meter unas monedas en la maquina y recibir a cambio una soda dietética que fue ofrecida de inmediato a Chifuyu.
─Tu eras amigo de Mikey, entonces debes saber más sobre él, aunque sea... Para saber porque él se volvió ese tipo de persona.─ Preguntó el ojiazul, hasta decir lo último casi en un murmuro.
Sonriendo ampliamente, Keisuke se inclinó levemente hacia Takemichi mirándolo por encima─ Entonces al fin abriste los ojos. Yo tenía razón.
─¿Entonces todos los rumores sobre Manjirou eran verdad? ¿Por qué mentiste?─ Interrumpió Chifuyu, sentándose en el suelo en medio de ambos para evitar discordia.
Takemichi hizo un puchero hacia su amigo al notar claramente como había sido ignorado su parloteo sobre Mikey de hace unos minutos.
¿Por qué? Pregunto el de ojos azules a Baji de forma silenciosa. Su mirada se sentía afligida, como si de alguna u otra manera le doliera no conocer la verdad. El de cabello largo se dio cuenta de ello y solo atinó a borrar la sonrisa triunfante que tenía en el rostro, volviéndola una más seria e impenetrable.
─Tsk, Solo para que lo sepas, los que considerábamos ser sus amigos y yo no le hicimos absolutamente nada. El fue quien cambio al dejar de tomarse las ciencias enserio, todo por obtener dinero fácil y sucio.
─¿Qué me estas queriendo decir?
─Lo que digo es lo que es...─ Aclaró, punzando su dedo índice repetidas veces sobre la frente de Takemichi─ Mikey abandonó la facultad de ciencias hace un año. El mismo se retiró.
Sin muchas emociones de por medio, el día de los parciales de matemáticas llegó.
Takemichi se presentó puntual y mas relajado de lo que hubiera estado en meses. Quizá aquello se debía a la técnica que Chifuyu le explicó previamente en los pasillos: Dibujar la palabra "persona" en su mano y comérsela para anular los nervios. Junto a ese dibujo también colocó el nombre "Manjirou" para así comérselo de igual forma y borrarlo de una vez de sus pensamientos.
Cuando la prueba comenzó y un examen en blanco listo para ser rellenado fue presentado ante sus ojos, inhalo y exhalo un par de veces antes de palmear sus mejillas, tomar su lápiz y empezar a completarlo como ya había hecho con los miles de test con los que había practicado durante estas 3 semanas.
Takemichi lo comprobó de inmediato, no había nada mas satisfactorio que entender porque los números estaban junto a las letras.
・
Después de unas horas de estar flojeando con sus amigos en el área común y estar celebrando el fin de parciales con algunas cervezas (obviamente disfrazadas de bebidas energéticas) Takemichi fue el primero en levantarse y salir corriendo a ver la lista con las notas publicadas.
Ciertamente no era muy común en él. La mayoría de las veces prefería revisarlas cuando pasara de casualidad otro día cualquiera por esa zona de campus o en su defecto, ni siquiera verlas.
Pero este día era importante. Se sentía extrañamente contento y tan calmado que hubiera podido llegar flotando.
Sosteniendo la mochila en sus hombros, revisó su nombre en aquella larga lista publicada en un gran tablón de madera colocado junto a la entrada de su clase. Todas las clases de matemáticas se encontraban en un recinto de un solo nivel y estas se rodeaban, así que era un gran pasillo circular con varias columnas que formaban un pasillo exterior.
─Hanagaki, Hanagaki, Hanagaki...─Buscó su apellido entre todos los de su lista, empezando desde abajo, para no darse tampoco demasiadas esperanzas. Igualmente, cuando se encontró, no pudo evitar curvas los labios de felicidad.
17. Hanagaki Takemichi / Puntaje 60,45 /
Toda su cara se iluminó. Sin duda alguna esa era la nota mas alta que hubiera tenido alguna vez en la vida en alguna materia de matemáticas. quizá todavía no era un top diez, pero estaba muy cerca.
Tenía que ir y avisarle a esa persona. Pensó rápido.
Seguramente también estaría tiritando de felicidad por él. Así que retrocedió y fue a buscar a su enamorada hasta su salón de clases, a Hina.
Cuando no la encontró en ninguno de los lugares que frecuentaba, pensó que posiblemente ya se encontraba en su facultad revisando los puntajes por ella misma, como solía hacer la mayoría de veces. Recordó que a veces incluso era ella quien lo llamaba para avisarle de sus notas y claramente era con un tono de molestia por no haberse esforzado demasiado.
Pero esta vez sería diferente.
Volvió hasta su facultad y ciertamente ahí se encontraba, la pudo ver parada rodeada de sus amigas mientras veían el tablón con las notas. Se acercó corriendo y levantando un brazo para llamar su atención, pero un comentario lo detuvo cuando estaba mas o menos por entrar a su campo de visión.
─Te respeto mucho Hina, incluso tu pudiste hacer un poco mas inteligente al estúpido de tu novio.
Takemichi se escondió instintivamente detrás de una de las columnas exteriores, escuchando un poco afligido aquel comentario.
Hina solo soltó una risita tímida y fingió una sonrisa casual ante sus tres amigas─ Ya les dije que no es mi novio.
Solo eso atinó a decir.
─Lo mas gracioso es que le prometiste un premio como una mascota y ni así se pudo esforzar más, te dije que los idiotas se quedan idiotas.─ Habló otra amiga, en un tono burlesco.
Hina respondió únicamente con un "Ya, cállate" de forma casual todavía entre risas inocentes. Tomando la situación como simples bromas sin valor.
─De todos modos, ¿Por qué sigues andando con ese? ¿Acaso es rico?
─Solo somos amigos de la secundaria. No es nada serio, como... ¿amigos con derechos?
La tercera amiga siseo coqueta, soltando algo que terminó de herir por completo el orgullo de Takemichi, haciéndolo soltar lágrimas de forma silenciosa─ Amigos con derechos es lo que tienes con Rindou ¿No? Oí que te invito a salir. ¿No se supone que eso viene antes de andarse comiendo a besos?
¡Ya!─ Rio Hina, sonrojando sus mejillas mientras le daba pequeños golpes divertidos a su amiga en los hombros─ Solo fue cosa de una noche, el ambiente fiestero me consumió.
─¿Entonces no saldrás con él?
─Si lo haré, pero manténgalo en secreto─ Rogó la castaña con un gesto infantil.
─¡Hai!─ Soltaron las tres a la vez.
Después de unas burlas más hacia la poca inteligencia y estupidez del no-novio de Hina, las chicas se retiraron hablando de otros asuntos. La castaña solo se detuvo un segundo para enviarle un mensaje de texto a Takemichi antes de volver a alcanzar a sus amigas en la charla.
Takemichi se quedó parado en su lugar algunos largos minutos, limpiando los restos de lágrimas que todavía se deslizaban por sus mejillas, al menos para que los pocos estudiantes que pasaban por su alrededor dejaran de verlo como un bicho raro, un perdedor.
Aunque no podía evitar concordar con ellos, el también sentía que lo era.
Saco su teléfono y el golpe de tristeza regreso para si mismo, al ver aquel mensaje de Hina, el cual no solo termino de romperlo, sino que también regreso las miradas de los extraños hacia si mismo al verlo gemir entre un corto llanto silencioso.
Ya vi las calificaciones y estoy muy orgullosa de ti. La próxima esfuérzate un poco más, no olvides que es por nosotros. Te veo mañana para celebrar~
・
Sin saber a donde mas ir para terminar de deprimirse fue hasta el departamento de Mikey. Se supone que tenían que reunirse para estudiar hoy, pero ¿Cómo que humor?
Solo le faltaba sentirse irritado y eso fue lo que sintió cuando al doblar por el pasillo volvió a ver a aquel chico encapuchado salir de la habitación de Mikey, como siempre, con un aire de superioridad en su mirada.
Vio a su mayor a los ojos, saliendo al pasillo todo cohibido y esta vez evidenciando claramente una marca de chupetón en su cuello que no tardó en ocultar como de costumbre al ver que se aproximaba el ojiazul. Mikey le iba a responder con su típica mirada afilada, pero al ver como traía los ojos Hinchados se preocupó, no sabiendo que decir en el acto.
Igual, al ojiazul en estos momentos todo le daba igual. Incluso cuando Mikey dejo de mirarlo directamente al no saber como actuar y se volvía hacia el barandal para sacar un cigarrillo y llevárselo a los labios.
─Cigarrillo...
Mikey respondió de forma brusca como de costumbre.
─Ya te dije que no voy a dejarl-
─Dame uno a mí también─ Interrumpió el menor.
Mikey se sorprendió y dudo antes de actuar. Pero no tenía claros los pensamientos, no ahora que se sentía del asco consigo mismo y aquellas marcas en su cuerpo se lo recordaban de forma punzante.
No se negó.
Y así, ambos aspiraron el sabor de la nicotina en silencio.
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Proxima actualización: 16/04/2023
Muy poco que comentar, solo espero que les este gustando esta historia. ¡Vamos por la mitad! Aun así, todavía tengo mucho que escribir.
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