Noche de juegos
George se sentó en el sofá donde estaban Hermione y Ron, haciéndose un hueco entre ellos mientras abría las piernas y pasaba los brazos por detrás del sillón. Delante de ellos estábamos Harry y yo, un poco separados. Empezamos a hablar todos, como si la interrupción no hubiese pasado. Nos servimos un poco de whisky muggle, que estaba dulce y fuerte al mismo tiempo.
En un momento dado, Ron se levantó de improviso y empezó a decir que saliésemos al jardín que allí estaríamos mucho mejor y sabía un juego muggle muy divertido. Nos levantamos y cogimos las bebidas, unas mantas mullidas, velas y cosas para picar. Las pusimos en el césped y nos sentamos los cinco en círculo. Yo me senté entre Harry y George, evitando estar demasiado cerca del pelirrojo pues las cosas aun estaban tirantes entre nosotros.
- De acuerdo - dijo Ron, poniendo cara de interesante - ¿Tenéis todos los vasos con bebida? Perfecto. Es un juego muy simple. Vamos diciendo por turnos "Yo nunca" seguido de alguna acción y quien lo haya hecho bebe. Los demás no. Por ejemplo: Yo nunca he bebido alcohol en casa.
Le miramos todos como si hubiese dicho una obviedad mientras bebía de su vaso y nos indicaba con gestos que hiciésemos lo mismo. Cuando todos hubimos tomado un trago asintió sonriente.
- ¿Veis? Es sencillo.
- ¿A estas tonterías juegan los muggles? - contestó Hermione con cara de asco mirando su vaso.
- Vamos, Herms. Es divertido. Así nos conocemos un poco más - dijo Harry mientras me guiñaba un ojo.
- ¿Tienen que ser cosas que hayamos hecho todos? - pregunté un poco nerviosa, descolocada por el gesto del moreno.
- No hace falta - respondió Ron - Puedes decir lo que quieras. ¿Quién es el siguiente?
Comenzamos con preguntas bastante estúpidas, sobre todo por parte de George que hizo que Harry y Ron se picasen y acabaron entre los dos con cosas del tipo: "Yo nunca he roto mi varita", "yo nunca he sido pelirrojo", "yo nunca he tenido una cicatriz en la frente con forma de rayo"... El caso es que llegó un momento en que los dos acabaron bastante afectados mientras los demás los mirábamos riendo y disfrutando de su pequeña pelea. Durante esa media hora no bebí casi nada, no porque no hubiese hecho las cosas, pero llegó un momento en el que me di cuenta de que si seguía a ese ritmo acabaría muy borracha. Y no me apetecía. Estaba un poco acalorada y risueña, más relajada, aunque no había tomado ni tres vasos enteros. Me gustaba disfrutar de la bebida en pequeñas cantidades.
- Yo nunca - dijo Hermione, cuyas mejillas estaban ya un poco sonrojadas - he besado a alguien en la madriguera.
Todos bebieron menos yo, cosa que era lógica pues era el primer día que estaba allí y era rápida pero no tanto. Harry le lanzó una sonrisa pícara, olvidándose por un momento de su enfrentamiento con Ron.
- Así es que empezamos ya con las preguntas picantes... - dijo mientras se frotaba las manos - muy bien. Yo nunca he tenido relaciones sexuales
Bebimos todos, como era bastante obvio. Me puse un poco nerviosa por el cariz que estaba tomando el juego. George estaba aquí y estoy segura de que cualquier cosa que preguntasen relacionada con nosotros me haría morirme de vergüenza. Se supone que solo Hermione sabía esto, así es que si mi amiga no se iba de la lengua podía estar tranquila.
- Yo nunca - prosiguió Ron - He tenido un rollo de una noche.
En este caso solo bebimos Harry, George y yo. Los otros dos miraron a Harry con suspicacia, se ve que era algo que no sabían y el pelinegro tendría que dar algunas explicaciones. Mire a George, no sabía si lo que había pasado entre nosotros contaba. Por si acaso mojé un poco mis labios con la bebida. Él sonreía mirando a su hermano y Herms, seguramente sabía algo sobre Harry que ellos no.
- Yo nunca...
- Espera Harry - le cortó Hermione - Marta lleva mucho tiempo sin decir nada. Es su turno. Y recuerda que tiene que ser algo... picante.
- De acuerdo - dije pensativa, se había dado cuenta de que intentaba escaquearme - Yo nunca me he acostado con alguien de otra casa.
Volvimos a beber los tres, haciendo que Ron mirase de nuevo a Harry con curiosidad. Hermione ya estaba pasándose de beber y me hacía gestos señalando a George que eran menos disimulados de lo que ella se pensaba. Le hice una advertencia con la mirada para que parase y pareció darse cuenta, pero creo que el pelirrojo se había dado cuenta y levantó una ceja mientras sonreía mirando a algún punto en el infinito.
- Yo nunca - prosiguió Harry - me he sentido atraído por un amigo.
Bebimos todos, estuvimos en silencio y comenzamos a reír. El alcohol, el mayor o menos medida, nos había empezado a afectar a todos. Esta pregunta hizo que Ron y George comenzasen a picarse mientras Hermione los contemplaba pensativa. Seguro estaba pensando en nuestro amigo Krum... De repente noté como Harry se acercó más a mi y me susurró.
- ¿Cuál es el afortunado?
- Dijo Ron que no tenemos que decirlo - contesté un poco nerviosa.
- A mi me ha pasado con muchas - dijo, separándose un poco y tomando otro trago del vaso -por ejemplo, contigo.
Disimulé, sintiéndome incomoda por la situación. Harry me caía muy bien y era el ex novio de mi amiga, del que aún no se había olvidado. Pero después me relaje, achacando su actitud al alcohol. Entendí su actitud, no era la primera vez que oía a alguien decir cosas de las que se arrepentiría al día siguiente. Ya me encargaría yo de recordárselo para molestarle.
- ¡Yo nunca! - gritó Ron, cuando se dio cuenta de que estaba chillando bajó el tono - Yo nunca he tenido sexo con la subdirectora de Hogwarts.
- ¡Ronald! - exclamó Hermione mientras todos estallábamos en carcajadas - Eso es trampa, solo lo haces para beber más.
Le pegó un empujón que hizo que cayese hacia un lado, incapaz de incorporarse por la risa. Harry lo ayudó, aunque su situación no era mejor. Me fijé en que los únicos que no estábamos borrachos éramos George y yo. La noche estaba siendo muy divertida, pero en poco tiempo tendríamos que llevarlos a todos con magia a sus camas.
- Yo nunca - dijo George con su voz grave. Llevaba mucho tiempo sin participar en el juego - he hecho que una chica tenga un orgasmo.
Los tres bebieron mientras los mirábamos. Ron tenía en su cara una mueca de orgullo, mientras sus ojos apuntaban a Hermione, como pidiéndole permiso. Le dije a Ron que si estaba seguro de ello, este replicó enfurruñado que claro que lo estaba. Hermione lo defendió diciendo que era muy bueno haciendo que las mujeres tuviesen orgasmos. George tapó sus oídos, diciendo que no quería escuchar esas cosas de su hermano. Hermione le replicó que entonces por qué lo había preguntado. Él le contestó diciendo que pensaba que Ron no bebería. Mientras tanto, Harry y yo no podíamos dejar de reírnos. Entonces, Hermione molesta, comenzó a decir:
- ¡Yo nunca me he restregado con alguien en los baños de los prefectos!
Me quedé helada, mi amiga se había ido de la lengua. Miré de reojo a George, esperando que se enfureciera o me gritase, o las dos cosas. En cambio el bebió seguro de su vaso, con una sonrisa despreocupada. Hermione me miró haciéndome gestos para que bebiese, cosa que hice intentando disimular.
- Espera, espera - dijo Ron con curiosidad - ¿Qué está pasando aquí?¿Hay algo que no sabemos?
Me quedé callada mirando al suelo, seguro que estaba colorada. George se levantó sonriendo, no parecía para nada enfadado, incluso su actitud era de alguien que se estaba divirtiendo con la situación y eso me agradaba. Pensaba que las cosas iban a ser demasiado tensas en estas vacaciones, que incluso se negaría a que yo viniese a la casa de su familia. Pero eso no era lo que estaba pasando y me ayudaba a relajarme.
- ¿A donde vas? - le espetó su hermano - esa historia no me la has contado.
- Ni te la contaré - respondió el mayor mientras se alejaba - Voy al baño, enseguida vuelvo.
Ron intentó sonsacarme si sabía algo o que había pasado, pero Hermione lo entretuvo. Creo que estaba arrepentida de haber sacado el tema y comenzó a besarle para que se callase. Poco a poco subieron de intensidad, la bebida hacía que no se diesen cuenta de que no estaban solos. Al menos se arroparon con una manta y no podíamos ver que hacían sus manos.
- Bueno - dijo Harry, mientras se apoyaba en una de sus manos, acercándose más a mi que seguía sentada con las piernas estiradas - parece que se han olvidado de que estamos aquí.
- Si -contesté - puede que sea hora de que acabemos de jugar y nos vayamos a dormir.
- ¿Por qué? - respondió el moreno con un puchero mientras ponía una de sus manos en mi muslo - La noche es joven, podemos seguir divirtiéndonos.
- Harry, suenas como un señor mayor- dije riéndome y apartando su mano. Lo que me iba a meter con él al día siguiente - Creo que deberías subir a la cama antes de que digas más cosas de las que te arrepientas.
- ¿Por qué no subes conmigo? - contestó, intentando sonar seductor.
- ¿Para qué? - dije fingiendo no saber de lo que estaba hablando. Me gustaba el Harry borracho, sus ojos brillaban y no parecía nada amenazador. Al contrario, me estaba divirtiendo con esto.
- Ya sabes, podríamos pasar un buen rato...
Sus mirada bajó hasta mi escote mientras yo sonreía. De repente, subió la cabeza y fue acercándose lentamente a mis labios. Entré en pánico, esto había ido demasiado lejos. Empecé a alejarme lentamente mientras el seguía echándose poco a poco encima de mí. Justo cuando estaba a punto de gritarle que parase y llamar la atención de Hermione para que ayudase a llevarlo a la habitación, algo hizo que de un empujón Harry volviese hacia atrás. Se quedó desconcertado mirando hacia alguien que estaba detrás de mi.
- Ya basta, Potter.
Me giré, encontrándome con George. Tenía los puños apretados y, a pesar de estar a bastante distancia al estar yo sentada, podía ver sus ojos oscureciéndose y las venas de sus brazos marcándose.
- Georgi, no pasa nada. Esto no va contigo - contestó Harry, al que se le iban un poco las palabras. Intentó levantarse pero trastabilló, apoyándose en mi para no caerse - Marta y yo nos vamos a mi habitación a hablar de unos asuntos pendientes.
No pude evitar reírme al ver el estado en el que se encontraba, lo que pareció no hacer gracia al pelirrojo. Seguía serio, mirando a Potter con un semblante de odio que algunas veces le había visto poner. A todo esto, tanto Ron como Hermione seguían magreándose y no se habían dado cuenta de nada de lo que había pasado. Toda esta situación me estaba pareciendo demasiado ridícula.
- Weasley - dije tragando saliva - déjalo. ¿No ves como está? Va a caer rendido enseguida. Sera mejor que lo lleve arriba para que no acabe durmiendo en el jardín y resfriándose.
- No - contestó George con autoridad
- ¿Qué?
- Tú vienes conmigo - contestó cogiendo mi mano y tirando con fuerza para que me levantase.
- Pero que...
- Nada de peros - dijo mientras comenzábamos a andar hacia la casa - Ahora mismo.
Me quedé bloqueada, no sabía que hacer. Por un lado estaba mosqueada porque me diera órdenes. Por otro... bueno, no podía resistirme esa voz tan autoritaria que usaba para dirigirse a mí. Cuando estábamos cruzando el umbral de la puerta, giré la cabeza y comprobé que Harry estaba tumbado en el suelo mientras Ron usaba una manta para taparle y Herms besaba al pelirrojo en el cuello desde atrás.
Sonreí hasta darme cuenta que comenzamos a subir las escaleras, dejando atrás mi habitación.
- ¿Dónde vamos? - pregunté, con más curiosidad que miedo.
- A mi habitación. Tienes que explicarme unas cuantas cosas y no aceptaré un no por respuesta, Black.
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