
C A P I T U L O. 29.2
⚠️ ; Antes de que pasen a leer me gustaría recalcar que este capítulo contendrá contenido nsfw +21 y por ende no está dirigido para el lector sensible, ya que cuenta con escenas homosexuales, uso de palabras soeces—dirty talk—, degradación, humillación, leve feminización y un poco de sadismo y masoquismo. Y claramente nada de lo narrado es real. Si dichos temas les incomoda, pueden obviar el capítulo y esperar hasta el siguiente capítulo. Y también espero que no generen disturbios, ni reporten. Dejen a los demás leer con tranquilidad. Gracias.
Aaah, por último, en este omegaverse los condones para alfas tiene la capacidad de permitir que el alfa forme el nudo sin romperse.
Ingresando al estacionamiento subterráneo de su edificio, el joven alfa aún seguía sin poder dar crédito a como había tenido que conducir más de una hora, solo para ir en busca de su comida. Y es que, todo había sido gracias a que Jimin se había equivocado a la hora de ordenar la comida a través de la aplicación. Porque en lugar de pedir el delivery, había picado en la opción de "recoger en el restaurante" y para colmo también se había equivocado en escoger la sucursal, porque el omega erróneamente escogió la sucursal que quedaba más retirada de su distrito en lugar de escoger la que le quedaba a solo quince minutos.
Claramente frustrado por haber sido el designado a salir del departamento para ir en busca de la comida, Jungkook maldijo todo el trayecto hacia el restaurante y el trayecto de regreso.
Soltando un bufido, Jungkook se apresuró a estacionar su vehículo en su respectivo lugar. Segundos después ya se encontraba apagando el motor y abandonado el interior del auto con las bolsas de comida en sus manos. A pasos rápidos subió las pequeñas escaleras, hasta que llegó al pequeño vestíbulo, donde el portero detuvo su intención de tomar el ascensor.
—¡Oh! ¡Señor Jeon!—el beta exclamó con cierta alegría al verlo.—Realmente su llegada es muy oportuna.
Jungkook frunció levemente su entrecejo sin comprender.
—Este muchacho de aquí es parte del delivery de la farmacia SongSong y dice qué hay un paquete hacia su departamento. Supongo que el Señorito Park lo ha ordenado, porque tiene su nombre.—el entrecejo de JungKook se frunció más.—¿Lo recibirá usted o el joven debe subir y entregárselo al señorito Jimin?
—No hay necesidad de que hagamos subir al joven, cuando yo puedo recibirlo.—fue lo único que JungKook dijo.
Seguidamente, se aproximó al joven repartidor quien rápidamente le entrego el pequeño paquete. A pesar del desconcierto y la incertidumbre, JungKook agradeció al repartidor y tras despedirse del portero se apresuró a tomar el elevador. Y tan solo un par de minutos después ya se encontraba cerrando la puerta del departamento detrás de sí.
—¡¿JungKook eres tú?!—la voz del omega resonó a través de las paredes del departamento.
—Sí.—JungKook respondió mientras se deshacía de su calzado.
—¡Oh! Estaré ahí en un minuto, por mientras podrías preparar las cosas, para que comamos.—JungKook bufo levemente.—En cuanto salga me encargaré de poner la película que veremos y servir la bebida.
A pesar de que no le apetecía colocar los platos y mucho menos servir la comida que había ido a recoger, terminó haciéndolo. Y justo cuando se encontraba terminado de colocar los platos y contenedores de comida sobre la pequeña mesita de la sala de estar, el omega de cabellos morados hizo acto de presencia, capturando por completo la atención del alfa.
—Creo que si le atiné a lo que ordene, todo se ve demasiado delicioso.—Jimin dijo una vez pudo olfatear y ver la comida.—¿Qué película dijiste que veríamos?—preguntó.
JungKook tardó en responder y no era para menos cuando frente a él tenía a Jimin vistiendo únicamente una playera blanca suya que apenas cubría hasta la mitad de sus muslos y que para colmo la tela transparentara un poco, dejando muy poco a la imaginación.
A pesar de la respuesta tan poco entendible por parte del alfa, Jimin logró descifrar el nombre de la película, por lo que no tardó en buscarla y dar inicio a la reproducción de esta, al mismo tiempo en el que él tomaba asiento junto a JungKook.
Sin perder el tiempo, ambos comenzaron a disfrutar de la comida y de la película, hasta que esta llegó a su final. Sin embargo, para ser plenamente sincero, JungKook debía confesar que no había prestado demasiada atención a la película y es que sus ojos difíciles pudieron centrarse en la pantalla, cuando estos viajaban de manera involuntaria, hacías las piernas desnudas de Jimin y ni hablar de cómo sus traviesas manos se habían tomado el atrevimiento de recorrer la suavidad de estas con sutileza, hasta llegar al borde de la camisa. Y aunque el deseo de poder llevar sus manos más allá, se obligó a sí mismo a mantenerse en el límite, porque sabía que tanto él como su lobo serían incapaces de controlarse una vez traspasaran más allá del borde de la camisa.
—Voy a recoger esto y lavar los platos utilizados.—escuchó la voz de Jimin pronunciar dichas palabras con tranquilidad.—Luego iré un momento antes de volver para seguir viendo películas.
JungKook solo se limitó a gesticular un sonido afirmativo sin despegar la vista de la pantalla, para evitar ser demasiado obvio con sus miradas indiscretas. Para su infortunio, Jimin se atravesó en su campo de visión. Desde su lugar pudo notar como la camisa que cubría el cuerpo del omega se subía más de lo necesario al momento de agacharse con levedad, dejando a la vista la ropa interior de Jimin. Y por la sagrada luna, Jimin estaba usando unas malditas bragas de encaje celeste que no dejaba nada a la imaginación.
Tuvo que obligarse a sí mismo a reprimir el gruñido que quería brotar de su garganta y a contener cualquier impulso de lanzarse sobre el omega para no recorrer sin sudor alguno cada rincón del cuerpo de este, pero sobre todo para evitar romper esas malditas bragas que ahora se habían vuelto la causa de su tortura. Por su mente rondaron miles de ideas sobre como deshacerse de ese pedazo de tela que inevitablemente una prominente erección se formó bajo la tela de sus pantalones deportivos, la cual trato de ocultar con la ayuda de un cojín.
Fueron largos y dolorosos minutos en los que JungKook se perdió en desvaríos de su mente, hasta que la figura de Jimin paso a solo unos centímetros de él, soltando una fuerte descarga de feromonas que alteraron en gran medida el lobo que tenía en su interior. Y a pesar de que, su lobo le exigía ir tras el omega, se mantuvo en su lugar con la mirada un tanto perdida y su labio inferior siendo maltratado por sus dientes. Sin embargo, no fue capaz de mantener su postura, porque el omega no se lo permitió.
—¡Puchunguito!—Jimin llamó desde el cuarto de baño.—¿De casualidad no te encontraste al del delivery de la farmacia? Es que, ordené algo que necesito y...,
—Sí, me lo encontré en el vestíbulo.
Con la respuesta, una sonrisa pícara se formó en el rostro del omega, quien había planeado de manera minuciosa lo que estaba por ocurrir. Mordiendo levemente su labio inferior y sintiendo como su entrada comenzaba a lubricarse, Jimin se observó a través del espejo.
—¿Puedes traerme el paquete?—preguntó y rápidamente recibió un "voy"
Contando el tiempo que el alfa tardaría en llegar, Jimin se dio una última mirada a través del espejo, para seguidamente inclinar su cuerpo de manera sugerente hacia unos de los cajones que se encontraban en el mueble del lavamanos, haciendo que la camisa que portara se deslizara por su piel y dejará completamente a la vista sus glúteos que eran tontamente cubiertos a duras penas por las bragas de encaje.
Y como lo había planeado, JungKook había llegado tan solo un par de segundos después con el pequeño paquete en sus manos. Y a pesar de que por su posición no podía apreciar la expresión del alfa, podía imaginársela, lo que le hizo sonreír para sí mismo.
—¡Oh joder!—JungKook exclamó en voz baja cuando sus ojos captaron lo voluminoso y bien proporcionados glúteos que el omega se cargaba.
JungKook sabía que no iba a poder seguir resistiéndose a tal tentación y menos cuando Jimin no se la ponía fácil.
—¿Puchunguito has visto el bote jabón líquido que compre hace unos días?—Jimin preguntó mientras rebuscaba en el cajón.
—No. Lo único que he visto es tu jodido...—el alfa calló abruptamente y sacudió su cabeza.—Digo, no, creo que lo guardaste en otro lugar..., Por cierto, aquí esto lo que mandaste a pedir.—Jimin se recompuso en su lugar y le dedicó una pequeña sonrisa traviesa que JungKook no logro descifrar.
JungKook no tardo en extender el pequeño paquete, pero el omega únicamente se giró levemente sobre sus talones, para mirarse al espejo.
—¿Puedes abrirlo para mí?—JungKook asintió.
Sin perder tiempo y con sus manos temblando gracias a la excitación que su cuerpo manejaba gracias al omega, JungKook abrió el paquete y al ver contenido de esto, todo su autocontrol se fue de paseo por el todo el continente. Frente a él tenía una buena variedad de condones, los cuales iban desde los que tenían sabores, hasta lo que prometían sensibilidad. Siseando maldiciones, llevo su mirada hacia el espejo, para toparse con Jimin portando una sonrisa lasciva y dedicándole una mirada que podía jurar que pedía a gritos ser empotrado contra el lavamanos.
Lanzando el paquete sobre el lavamanos, Jungkook sonrió y negó con levedad, para seguidamente acortar la distancia que había entre él y omega. Con su pecho contra la espalda del omega y su mano derecha viajando hasta la cintura de Jimin, para que su erección rozará los glúteos de este, JungKook dio una mirada a su reflejó y le gustó en demasía lo que veía. Le encanta la forma en la que el cuerpo de Jimin contrastaba contra el suyo.
Con levedad descendió su rostro al cuello de Jimin, donde su nariz se dio el tiempo de recorrer toda esa extensión de la piel, permitiéndole disfrutar del aroma del omega, quien se dejó hacer del alfa.
JungKook aspiro y disfruto del aroma de Jimin, hasta que él y su lobo se sintieron satisfechos.
Jimin por su parte soltó un gemido y sintió como la prominente erección de JungKook cada vez aumentaba de tamaño y grosor contra su culo, el cual cada vez se encontraba más lubricado y a la espera de ser follado. Y supo que obtendría lo que quería cuando fue rudamente tomado del cabello, haciéndolo a llevar su cabeza hacia atrás, permitiéndole ver al alfa.
—Jugaste muy bien tus cartas, manzanita.—JungKook susurró.—Pero me temo que de aquí en adelante soy yo quien manda en este juego. Así que, recuerda muy bien tus palabras.—Jimin solo atinó a asentir.—Bien. Ahora dime, ¿Dónde debería follarte?
Jimin jadeó levemente.
—A-aquí..., quiero vernos e-en el esp-pejo.—JungKook sonrió con levedad,
Él también le encantaría verse follando al omega. Y tal vez, la idea de colocar un espejó de buen tamaño en la habitación se formó y comenzó a tomar fuerza en su cabeza; con tan solo un movimiento rápido y ágil, JungKook manípulo a su conveniencia el cuerpo de Jimin, para sentarlo sobre el mármol que cubría el lavamanos, y sin perder más tiempo de lo necesario, estampó sus labios contras los del omega en un angurriento beso.
Colocándose entre las piernas de Jimin, y permitiendo colar sus inquietas manos debajo de la camisa que cubría el cuerpo de mencionado, para recorrerle cada curva que tenía a su disposición, mientras que sus labios se encontraban en un ferviente y ambienta batalla por obtener el control del beso. Y el omega tenía que ser sincero, él no quería el control, quería someterse al alfa y dejarle todo el trabajo sucio y únicamente disfrutar de todo.
Las caricias indecentes y el beso continuaron, hasta el aire comenzó a hacer falta en los pulmones de ambos que, se vieron obligados a tomar distancia, para recuperar el aire perdido. Con la respiración irregular y las ansias de más. JungKook no dudo en llevar sus labios hasta el cuello de Jimin, para dejar besos húmedos que después se convertirían en chupetones y sus manos viajaron hasta los glúteos del omega, donde con un poco de fuerza arrastraron su cuerpo hasta el borde el lavamanos. A Jimin le fue imposible no soltar un fuerte gemido, cuando siente su entrada lubricada y cubierta por la tela de las bragas, chocar contra la dura erección de JungKook, y este por su parte únicamente blasfemó entre gemidos y jadeos roncos contra el cuello del omega.
Deseoso de más contacto, Jimin se restregó descaradamente contra la dura erección del alfa.
—J-joder.—Jimin jadeó casi sin aire cuando JungKook simuló una embestida.—Te q-quiero dentro de mí..., f-follame.—suplicó, mientras llevaba sus manos hasta los rebeldes cabellos de JungKook, para tirarlos con fuerza.—p-por favor..., follame.
El alfa sonrió ladino y abandonó el cuello de Jimin, para poder verle a los ojos, topándose con una mirada vidriosa y cargada te deseó.
—Quiero disfrutarte y sabotearte antes de follarte.—JungKook gruñó en respuesta.
Sin embargo, el omega no estaba seguro si estaba deseoso de disfrutar de los juegos previos que el alfa quería brindarle. Lo necesitaba en su interior. Lo necesitaba profanando su cuerpo de la manera más sucia y vulgar posible, que los juegos previos serían una jodida molestia y tortura total para su necesitada entrada, y su impaciente lobo quien esperaba ser tomado por su alfa.
Y dispuesto a obtener lo que quería, movió sus manos con rapidez para deshacerse de la tonta camisa que cubría el torso de su maldito alfa.
Una vez, toda esa piel estuvo a su disposición, no dudó en recordarla con la mirada y sus traviesas manos no tardaron a tocarle con descaro. Sin embargo, su hambrienta y codiciosa boca fueron directo a los pectorales de Jungkook, para hacer de las suyas, mordiendo y chupando todo a su maldito alcance, provocando sensaciones nuevas y placenteras en el alfa.
—Puta mierda.—JungKook siseó entre un jadeó.
Luego de una par de segundos, Jimin abandono los pectorales bien formados y trabajados de JungKook, Jimin llevó sus manos hasta la tela de los pantalones deportivos que el alfa vestía, para rápidamente bajarlos con todo y ropa interior, permitiendo que la maravillosa y gruesa polla de JungKook se alzara con orgullo.
Jimin tuvo que contener un chillido al ver nuevamente ese trozo de carne tan exquisito y que tanto necesitaba en su interior. Su lobo su parte dio un aullido eufórico y cargado de desespero por ser tomado. Traviesamente, tomó la polla entre su mano y con suavidad comenzó a bombearla.
—Jódeme.—Jimin murmuró.—Hazme tu puta personal.—agregó. Y esas palabras fueron las necesarias, para que JungKook mandara al caño todo el maldito autocontrol que estaba ejerciendo sobre él y su lobo.
—Creó que mi deseo de deleitarme contigo tendrá que esperar un poco.—JungKook dijo.—Porque ahora voy a joder tu maldito culo de puta que no querrás que otro alfa te tome. No habrá forma en la que desees a otro alfa que no sea yo.
Esas palabras sucias y vulgares cargadas con ese toque de posesividad generaron un caos en el interior del omega, quien únicamente gimió. Y joder que en lugar de escandalizarse por las palabras tan vulgares, el omega se excitó en sobremanera que sentía como de su entrada escurría en abundancia su lubricante natural.
JungKook por su parte, dio un último y sucio beso sobre los maltratados labios de Jimin, para seguidamente tomarlo de la cintura con facilidad, bajándolo del lavamanos.
—Gírate.—JungKook ordenó.—Quiero que te veas gemir y jadear mi puto nombre, mientras mi polla se folla tu culo de puta.
Sin decir u objetar nada, Jimin acató la orden del alfa; las fuertes y toscas manos de JungKook se deshicieron con rapidez de la camisa que cubría la piel de Jimin, y dejando al descubierto esas malditas bragas de encaje celeste que lo estaban volviendo loco.
—Bonitas bragas. Espero que pronto me las modeles.—fue lo único que JungKook dijo antes de deshacerse de ellas con el cuidado de no dañarlas.
—Tengo una colección muy variada.—Jimin dijo con sorna.—Cuando quieras te las modeló.
JungKook asintió y lanzó la pequeña prenda sobre el lavamanos. Sin la molesta prenda estorbando su paso, JungKook llevó sus dedos hasta la entrada de Jimin, donde gracias al lubricante natural estos se resbalaron con facilidad al interior del omega, quien soltó jadeos y pequeños suspiro.
Los dedos de JungKook eran largos y del grosor perfecto, porque lo estaban haciendo sentir lleno. Sin embargo, él anhelaba más. Quería la polla de JungKook en su interior, porque rápidamente alargó su mano, para tomar uno de los condones que estaba a su alcancé. El cual rápidamente abrió para luego pasárselo al alfa.
—Fóllame.—exigió con la mirada clavada en el reflejo que él y alfa brindaban al espejo.
JungKook negó con diversión antes de tomar el pequeño sobre de aluminio abierto, para rápidamente colocárselo sobre su polla. A él le habría gustado disfrutar de un placentero juego previo donde su boca disfrutaba de cada curva del cuerpo de Jimin y de cómo su lengua saborearía el lubrificante natural o como su boca le daría el placer y atención necesaria a la endurecida polla de este. Pero la desesperación en Jimin por ser follado y el dolor en su polla no le estaban dejando más opción que dejar ese tipo de juegos para después.
Y una vez el látex cubría su hombría, llevó su mano hasta el muslo derecho de Jimin, para subirlo contra el filo del mármol del lavamanos; sin previo aviso y sin permitirse esperar más, JungKook alineó su polla contra la húmeda y palpitante entrada del omega, para penetrarlo de una sola y bestial estocada que les robó el aliento a ambos. Por un pequeño lapso, JungKook permito que Jimin se acoplará y acostumbrará a él, pero al notar cómo este movía sus caderas en clara señal de que no deseaba esperar, JungKook soltó un pequeño gruñido, para rápidamente comenzar con las embestidas lentas y certeras.
El cuarto de baño rápidamente se llenó de jadeos, gemidos y el choque de sus pieles, y la combinación de sus feromonas con el olor a sexo comenzó a recorrer cada rincón.
Con su boca levemente abierta, para permitir El Paso de sus gemidos y sus ojos cerrados por el inmenso placer que JungKook le brindaba con cada estocada, Jimin llevó su cabeza hacia atrás, hasta posarla sobre el hombre del alfa, quien rápidamente tomó sus labios en un intenso beso.
—Eres exquisito.—JungKook dijo contra los labios de Jimin.
El omega incapaz de gesticular cualquier palabra más allá de gemidos y jadeos, se limitó a asentir.
—Míranos.—JungKook exigió, pero incapaz de poder abrir sus ojos, Jimin soltó otro gemido.—Míranos en el espejo, Jimin.—esta vez demandó con autoridad.
Incapaz de desobedecer a la orden de su alfa, Jimin a duras penas logró observar su reflejo en el espejó. Y vaya que la vista sin duda era vulgar y placentera. Una vista digna de ellos.
—Dime que ves.
Jimin jadeó.
—A nosotros..., a ti y a... ¡Por la luna! ¡M-más!—exclamó en un hilo de voz.
—Dime que ves.—JungKook volvió a exigir.
—A ti y a t-tu maldita puta..., ¡J-joder!— JungKook sonrió ante la respuesta de Jimin.
Y como premio a su respuesta, JungKook aumento la velocidad de sus embestidas.
—Sí. Eso eres, mi puta.—Jimin jadeó.
Sin duda alguna ambos se sentía plenos y llenos de placer, y todo gracias a que ambos estaban en sintonía con lo que quería y gustaba durante el sexo. Ambos estaban más que consciente que sus palabras sucias y denigrantes solo pertenecían a sus encuentros sexuales.
Deseosos de más, ambos se movieron hasta encontrar una mejor posición donde el contacto entre ellos fue más profundo y placentero. Sin embargo, JungKook se vio en la necesidad de agregar algo más.
Dejando caer su pesada mano con dureza sobre los glúteos de Jimin, JungKook dio inicio a una cadena de fuertes azotes que tenían al omega gritando de placer.
—¡M-más! ¡Dame más!—Jimin exigía entre hilos de voz.—¡Necesito m-más!
Tomando las palabras del omega como una orden, el alfa desaceleró el ritmo de sus embestidas, hasta hacerlas más lentas, profundas y certeras, dando en el punto exacto donde el omega sería llevado a la cúspide de su placer.
Y fue así como tras de un par de embestidas más, ambos alcanzaron la cúspide del placer con sus cuerpos vibrando y sus lobos aullando a la ausente luna, para hacerle saber sobre su primera unión como alfa y omega. Y como había sido de esperarse, ambos habían terminado gritando el nombre del otro, dejándoles saber que ese estupendo orgasmo les pertenecía.
Tan pronto como pudieron, JungKook manípulo el cuerpo de Jimin girándolo sin salir de él, para permitir que su nudo se formara en el interior del omega.
—¿Todo bien? ¿No te lastime?—JungKook pregunto a duras penas.
—No..., todo bien..., —Jimin trato de mover su cuerpo, pero sus débiles músculos no se lo permitieron gracias al devastador orgasmo.
—Tranquilo. Te tengo manzanita.—el alfa dijo asegurando su agarre en el cuerpo de Jimin, para evitar que este cayera mientras el nudo se formaba.
Cuando el nudo se formó en el interior del omega, ambos se dedicaron una pequeña mirada antes de fundirse en un pequeño beso. En cuanto el beso llegó a su final, JungKook se encargó de llevar el débil cuerpo de Jimin hasta la cama, donde ambos esperaron a que el nudo se deshiciera y que sus cansados cuerpos descansaran, para nuevamente fundirse en la pasión y el deseo que había en ellos, hasta que no pudieron más y cayeron completamente inconscientes junto al otro.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro